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CENTRO B’NEI HEICHALA

Ninguna parte de esta presentación puede ser utilizada o reproducida de ninguna manera sin
el permiso escrito del Centro B’nei Heichala para la Investigación y Difusión de la Sabiduría
de la Cabalá, excepto en el caso de citas breves como parte de artículos o reseñas
JACQUES LACAN
Y LA CABALÁ
Jacques-Marie Émile Lacan (París, 1901-
1981) fue un médico psiquiatra y psicoanalista
francés conocido por los aportes teóricos que
hiciera al psicoanálisis basándose en la
experiencia analítica y en la lectura de Freud,
incorporando a su vez elementos del
estructuralismo, de la lingüística estructural,
de las matemáticas, y de la filosofía.
Constituye, junto a Freud, el analista que más
influencia ha tenido en el Psicoanálisis.
Lacan desarrolló su complejo pensamiento en
los ensayos reunidos en los Escritos (Écrits,
1966) y, entre otras obras, en Le Stade du
miroir (1937), Les formations de l'inconscient
(1956-1957), El seminario: Los cuatro
conceptos fundamentales del psicoanálisis
(Les quatre concepts fondamentaux de la
psycanalyse, 1973), El seminario: Aún y El
seminario: Las psicosis.
LACAN Y EL LENGUAJE
“El inconsciente está estructurado como
lenguaje” (J. Lacan)
Según Lacan el lenguaje es exterior a los seres
hablantes, anterior a ellos, y de su
entrecruzamiento con el cuerpo queda un
sedimento de naturaleza simbólica, el
inconsciente
Lacan quiere realizar una “vuelta a Freud”
Agrega elementos lingüísticos al Psicoanálisis
Toma las tesis planteadas por Ferdinand de
Saussure en su “Curso de Lingüística General”
Lacan parte de la fórmula de Ferdinand de
Saussure: Significado/Significante
Según Saussure el Significado (el concepto)
es superior al Significante, la imagen acústica
de la palabra
Lacan invierte lo anterior. Lo más importante
es el significante, esa parte del lenguaje que
siempre se disemina, pues ninguna palabra
tiene una significación única.
“Una palabra no revela simplemente su
sentido. Mas bien conduce a otras palabras en
una cadena lingüística, así como un sentdo
conduce a otros.” (Darian Leader, “Lacan para
Principiantes”)
“Según Lacan, el lenguaje, como una máquina
traductora, va transformando las palabras en
síntomas.”
“Los síntomas y actos podían ser, literalmente,
palabras atrapadas en el cuerpo.”
“Una neurosis puede organizarse íntegramente en
torno de ciertas palabras y de las relaciones que las
unen.”

(Darian Leader, “Lacan para Principiantes”)


EL LENGUAJE DE LOS
CABALISTAS
“Esta sexta vía lleva el secreto de las setenta lenguas
por el método de la Gematría -valor numérico de
letras y palabras- y de la combinación de las letras
que permite devolver las letras a su materia primera,
por una evocación y una meditación sobre la vía de
los diez Sefiroth belimá (supraesenciales) cuyo
secreto es santo.” (Abraham Abulafia, “Las Siete
Vías de la Torá”)
“Y empieza combinando este nombre, YHVH,
al principio este sólo, y examina todas sus
combinaciones, y muévelo y hazlo girar como
si fuera una rueda, hacia delante y hacia atrás,
como un rodillo, y no lo dejes reposar, sino
cuando veas que su materia adquiere fuerza
debido al gran movimiento, a causa del temor
de confusión en tu imaginación y del vértigo
en tus pensamientos…” (Abraham Abulafia)
“Esta disolución del texto canónico está
evidentemente relacionada con la suposición de que
los elementos que construyen el texto tienen un
significado por sí mismos, aun en su existencia
aislada. El concepto de que todas y cada una de las
letras pueden ser consideradas en sí mismas como un
nombre divino, es básico para entender la acción
deconstructiva de las últimas etapas de interpretación
del método de Abulafia.” (Moshé Idel, “Lenguaje,
Toráh y Hermeneutica en Abraham Abulafia”)
“Entonces el Santo, Bendito Sea Su Nombre,
hizo letras del mundo superior de un modelo
grande y letras del mundo inferior de un modelo
pequeño. Por eso tenemos dos palabras que
comienzan con Beth (Bereschit bará) y luego
dos palabras que comienzan con Alef (Elohim
Et). Ellas representan las letras del mundo
superior y las letras del mundo inferior, las
cuales dos operan arriba y abajo, juntas y como
una…” (Libro del Zohar, Bereshit)
“Cuando la Luna fue restaurada, las letras de
meorot (lumbreras) fueron invertidas para
formar imrat (“palabra”), como está escrito:
“La palabra (imrat) del Señor es puesta a
prueba, es un escudo para quienes confían en
El”[37], es decir, El es un escudo contra todos
esos malos espíritus y demonios que vagan por
el mundo, al palidecer la Luna, para los que
mantienen firme su fe en el Santo, Bendito
Sea.” (Libro del Zohar, Bereshit)
“Ahora podemos interpretar correctamente lo que está escrito:
“prepara una mesa para mí, contra mis enemigos”. Mediante
“una mesa” hace referencia al pasaje de Deuteronomio 24:1-2
donde dice: “… y la despide de su casa, y ella sale de su casa y
llega a ser…”. La palabra Shulján (heb: Mesa) se escribe
parecido a la palabra VeShlajá (y la envía); y hace alusión al
abandono del trabajo. Lo anterior debe entenderse como que
incluso durante las salidas del trabajo, o sea, durante los
estados de descenso, uno aún tiene un espacio para trabajar.
Esto quiere decir que cuando uno prevalece más allá de la
razón durante los descensos, y entiende que estos también le
han sido enviados desde Arriba, los enemigos quedan
cancelados.” (Yehuda Ashlag, “Shamati”)
“Por lo tanto, el estímulo, que representa el
principio del Zivug, es el sentido de "un
(hombre) recto que sufre". El Creador no tiene
ningún deseo de su adhesión, y por lo tanto no
prueba el amor en el anhelo y en la aspiración
que necesita "la misma cosa " y "el mismo
lugar". Así, uno se encuentra en un estado de
tristeza, que es Nega (aflicción), que está
destinada a convertirse en Oneg (deleite).”
(Yehuda Ashlag, “Igrot 70”)
Y (N.T.: el Creador) para corregir eso tuvo que
crear el mundo (Heb.: Olam), y el significado
de Olam es de la palabra Haalamá, (oculto,
escondido), (N.T.: lo cual significa) que el
goce y el deleite deben de estar ocultos. ¿Para
qué? Y la respuesta es para la Yirá (N.T.:
Heb.: temor). Es decir, que la persona sienta
Yirá de usar sus vasijas de recepción, que es
llamado el amor propio.“ (RABASH, “La
Importancia de la Asociación)
JUEGOS DE PALABRAS
LACANIANOS
“Algún tiempo después hablaría del papel de la metáfora
paterna o del Nombre-(No)-del-Padre (Nom-du-Père),
subrayando su participación en la organización de la función
simbólica del lenguaje, idea expresada por primera vez en
1953 en El mito individual del neurotizado, entonces escrita en
minúsculas nombre-(no)-del-padre. Aquí, como en tantas
ocasiones, Lacan se vale de sus clásicos juegos de palabras, de
forma que la frase puede entenderse tanto como “no” del
padre como en el “nombre” del padre, señalando así a la
función legisladora prohibidora/castradora/dadora del
progenitor (ley del padre) respecto al deseo del niño, temática
que fue retomada en el Seminario La identificación durante el
curso 1961-1962 (inédito).” (Antonio Sánchez-Barranco Ruiz
y otros, “Reconstrucción Histórica de la Obra de Jacques
Lacan”)
“Las clases (N.T.: de enfermedades) solo se presentan hoy
fundamentadas en la verdad, que varía, tiene variedades que
Lacan expresó con su neologismo varité (varidad), para decir a
la vez «verdad» y «variedad». Nuestras clases producen
efectos de verdad, pero el fundamento en ella no es el
fundamento en lo real. Pascal ilustraba sus argumentos con las
variedades de la verdad para exaltar la verdad eterna, divina.
Hoy ya es un argumento generalizado que la verdad no es otra
cosa que un efecto, que siempre es de un lugar, un tiempo y un
proyecto particular.” (El Ruiseñor de Lacan, “Jacques-Alain
Miller”)
“El seminario Sinthome (N.T.: de Lacan), también, está
dedicado a James Joyce: escritor inglés, de origen irlandés,
cuyo estilo de escritura es justamente la descom-posición de
las palabras y la unión de ellas en otros idiomas”.

“De allí, que Lacan, señalaba el origen irlandés de la lengua


materna en Joyce, y que la misma había quedado subyugada
en la Otra lengua, con la cual debía expresarse. Joyce, el goce,
lo podríamos tradu-cir por Go(y)ce o por Jouyse (Jouis) en
francés. En ingles: Joy, es alegría, gozo. Él mismo construyó
su nombre; es un nombre del goce. En el no síntoma de Joyce,
hay goce, el goce es lo que llena ese agujero. Es la père-
versión, no simbolizada.”

(Patricia Apud, “El Sinthomanalista”, en Revista el Otro )


“Empero, y de modo contradictorio, resulta que lo más relevante de un
analizante radica, precisamente, en todas y cada una de las expresiones
palabreras capaces de desmarcarse de cualquier lazo verbal consolidado en
función de la ocupación de los lugares virtuales donde se despliegan los
conocidos cuatro -o cinco- discursos. De ahí que, luego de superadas sus
propias remitencias a esa noción, Lacan optase por la propuesta de un
vocablo capaz de albergar, con propiedad y abarcatividad, lo que está en
juego en el análisis: se trata del neologismo “hablaje” (Seminario 22), el
cual conculca, por condensación, toda posible escisión –de raíz
saussureana- entre lengua(je) y habla. Porque apunta - tal como el vocablo
lo realiza en sí mismo- a la invención de significantes nuevos, superando
de ese modo cualquier dicotomía (como la propia de los discursos). ”

Pues bien: a mi modo de ver el hablaje comprende, en el analizante, el


registro donde se incluyen sus palabras entrecortadas y quebradas, sus
interferencias, sus vacilaciones, sus equivocaciones-que no son errores-,
sus dudas, sus confusiones, sus detenciones expositivas a mitad de camino,
sus tartajeos, sus tartamudeos, su trastrabarse, sus farfulleos…” (Roberto
Harari, “¿Qué Varía y qué Desvaría en una Clínica Lacaniana”)
“Uno de los últimos seminarios de Lacan, el
Sinthome [neologismo de Lacan, en lugar de la grafía
francesa «symptôme», que juega con la idea de
«santo hombre» y Santo Tomás (de Aquino),
promoviendo así otra nueva función del síntoma, que
suple la función del padre] (1976), anudará con un
cuarto nudo, el del «sinthome», los tres redondeles de
lo Real, lo Imaginario y lo Simbólico, y, a propósito
de la escritura de Joyce, planteará el lazo entre la
escritura y el goce.”

(En: www.psicopsi.com)
“Lingüistería es, para Lacan, la hipótesis lingüística
para el psicoanálisis, y Lalengua, el lenguaje que
habla el inconsciente. Lingüistería y no lingüística,
Lalengua y no la lengua, porque “Saramano” y
“Saramanco” no están en el código de la lengua y la
lingüística, están en el mensaje de la Lingüistería.
Pero siguen teniendo una estructura de lenguaje que
hace posible la operación de su lectura y su
interpretación, y permiten inferir que el inconsciente
se estructura y funciona como en nudos de lenguaje
verbal y no verbal.” (José Enrique de los Santos, “El
Momento Decisivo para el Sujeto del Inconsciente”)
En el caso del “Hombre de las Ratas”, tratado por Freud, los
síntomas del paciente se descubren a partir de la diseminación
del significante “Rata”:
La palabra Ratten (ratas) está asociada por el paciente a Raten,
plazos o dinero, es decir, la herencia que obtendría el paciente
de su padre cuando este muriera, dinero que le permitiría sellar
su compromiso con su novia.
La palabra Heiratten (casarse) le recuerda padre en su
juventud en vez de casarse con la mujer amada, la deja a ésta
para hacer un casamiento por conveniencia, que también es su
propio caso
El padre del paciente en el ejército igual que él, éste era
tesorero de su compañía. En un juego de cartas apuesta el
dinero de la misma y lo pierde. Este era “un jugador
empedernido.” Spielratte en alemán.
Le aquejaban “temores” en relación a las personas que decía
amar más: su padre y Gisel, su novia.
El suceso desencadenante del delirio de las ratas comienza
cuando estando en prácticas militares y descansando en una
posada, la hija del posadero se le insinúa. Aquí también
escucha de boca del Capitán el relato de la tortura de las ratas,
que los chinos aplicaban a su prisioneros. Esto le genera una
serie de fantasías con ratas.
Esta joven le atrae y termina olvidando sus lentes, en alemán
Kneifer (gafas), que también significa cobardía.
Este padre le pide que repita su historia: casarse con una mujer
que no ama. Esta demanda que él cree de amor del padre. “Sé
como yo que tendrás el futuro asegurado”, le actualiza su lugar
de moneda de intercambio con sus padres, y por tanto, pasa a
ser parte del juego.
Por tanto las fantasías del paciente respecto a ser torturado por
ratas, en el fondo escondían otras palabras, el lenguaje secreto
de su trauma.
LAS PALABRAS Y LA CABALÁ
HAVAIA
Debido al Bitush (golpeteo de Or Makif y Or Pnimi)
la Luz regresa (sube) de Tabur a Pe y el Partzuf se
vacía de Luz (porque no encuentra intenta solucionar
la disyuntiva de no poder recibir toda la Luz del
Creador), generando en su salida:

1.- Ta’amim, sabores: Expansión de la Luz de arriba


hacia abajo, de Pe a Tabur
2.-Nekudot (Puntos): Expansión de la luz de abajo
hacia arriba, de Toj (interior del Partzuf) a Rosh
(cabeza)
3.-Reshimó: Impresión, memoria,
reminiscencia, que deja la Luz cuando
abandona el Partzuf
4.-Reshimó de Ta’amim: (arriba-abajo) se
llama Tagín (Coronas)
5.-Reshimó de Nekudot: (abajo-arriba) se
llama Otiot (Letras)
La propagación de la Luz y su partida crea un
receptáculo. Después que el receptáculo
experimenta placer y luego de ser privado de
él, nace un deseo sincero de placer, porque la
huella del placer permanece en el receptáculo
después de la partida de la Luz. El placer
queda impreso y se denomina Nekudot
(Puntos).
Después que el receptáculo es vaciado de Luz,
la impresión establece un deseo, el anhelo y el
pedido de Luz del receptáculo. Así es que la
impresión de la partida de la Luz que se llama
Otiot, es el receptáculo en sí mismo.
"Debería uno preguntar, 'está escrito en la
Torá, 'pues vosotros no visteis ninguna manera
de la forma'. Así, ¿cómo bosquejamos
nombres y las Sefirot en Él?' Contestará, 'Vi
esta forma como en las palabras, 'y la similitud
del Señor hace que él contemple“. (Parashat
Ba, ítem 215).” (Yehuda Ashlag. “Prefacio al
Libro del Zohar”)
La letra sería la forma en que actúa la Luz en
la vasija (Klí)
Ya que el origen de la Luz (Atzmutó) no tiene
forma, es necesario que la Luz pase por el
filtro de las letras para llegar a la vasija
“Quiere decir que Sefirá Maljut, donde todas
las almas y las palabras están enraizadas ya
que ella es la raíz de todos los Kelim, a manera
de, "Los que reciben de ella, deben adquirir los
Kelim de ella", ella es considerada una
similitud para ellos. Por eso se dice acerca de
ella, “y la similitud del Señor hace que él
contemple””. (Yehuda Ashlag, “Prefacio a la
Sabiduría de la Cabalá)
“Los escritos dicen, "pues vosotros no visteis la manera de la
forma". Quiere decir que el verso, "pues vosotros no visteis la
manera de la forma", pertenece a los que son premiados por el
logro encima del grado de Beria, que es Bina. Esto es porque
no hay forma ni imaginación en absoluto en las Sefirot Kéter,
Jojmá, es decir los Kelim y los límites (ítem 18). Los Kelim
comienzan de Sefirat Bina hacia abajo.” (Yehuda Ashlag,
“Prefacio al Libro del Zohar”)

“Ésta es la razón de que todas las implicaciones en las letras,


en los puntos, o en los nombres sagrados son sólo de Bina
hacia abajo. También no están en el lugar de las Sefirot
mismas, sino sólo en relación a los receptores, al igual que con
Sefirat Maljut.” (Yehuda Ashlag, “Prefacio al Libro del
Zohar”)
“Esto es porque los Kelim (Klí, Vasija, Deseo)
son siempre llamados letras y son el
significado de las Sefirot KHBTM.” (Yehuda
Ashlag, “Prefacio al Libro del Zohar”)

El hombre es un deseo, una vasija, un Klí, una


letra (Otiot). Es letra en tanto la letra expresa
el Reshimot del deseo que hay en cada
peldaño.
Las letras entonces son impresiones de mi
existencia en el mundo. Son la falta, los deseos
de la satisfacción.
La Alef está formada por dos
Yud, una en la parte superior
derecha, y la otra en la inferior
izquierda.
Alef está construida de un Yud
superior –Galgalta VeEynaim–
esa parte de Keter y Jojmá.
La Yud de la parte inferior de la
letra es AHaP (Vasijas de
recepción): Ozen, Hotem, Peh:
oído, nariz y boca) .
El medio es lo que se le llama
Parsá: un borde que separa la
parte que yo puedo alcanzar,
investigar, y la parte que queda
escondida de mí.
La Yud de la parte inferior de la letra es AHaP
(Ozen, Hotem, Peh), oído, nariz y boca.
Yehuda Ashlag: “El hombre es un deseo”
Hay letras completamente
cerradas, como el Samej y el
final Mem que apuntan a la
integridad del vehículo, la
integridad de lo logrado.

Una persona que entra a una


propiedad como el Samej, la
cual es la propiedad de Biná,
está como en una matriz, algo
que lo envuelve, lo rodea, lo
cuida, y lo defiende como el
Arca de Noé, las mismas
propiedades.
“La extensión a la cual el hombre sea capaz de
moverse afuera de sí mismo y sentir el mundo,
esa será el Maljut, ZA y Biná. Alguna
sensación de Kéter y Jojmá también pueden
ser alcanzadas, pero como no hay letras ahí el
hombre no puede percibirlas sólo con su
vehículo. Es una limitación que después
desaparece al estudiar la Sabiduría de la
Cabalá.” (Michael Laitman)
Cada letra es un cierto código, una regla o un
atributo que el hombre percibe en el Mundo
Superior.
LACAN Y LOS AGUJEROS
Lacan: El lenguaje no logra separar el cuerpo
del Goce (Objeto “a”), centrándolo en los
agujeros del cuerpo.
LACAN Y EL ESTADIO DEL
ESPEJO
Es necesario entonces, plantear una génesis del yo.
Entre los 6 y 8 meses, si se coloca a un niño frente aun espejo, vemos
aparecer una serie de conductas más o menos
típicas:
1. El niño ve su imagen.
2. Busca la mirada de quien lo sostiene, se da vuelta para observarlo, y
vuelve su mirada hacia la imagen propia.
3. Esta secuencia es seguida de un gran júbilo. El niño intenta erguirse
(recordemos que a esa edad, un bebé no tiene casi ningún dominio sobre su
motricidad), y «juega» con su imagen.
El Yo Ideal del niño al confrontarse con el Deseo-de-la-Madre se
identificará con la imagen investida desde el exterior y formará el Ideal del
Yo.
Este niño se comporta de una manera muy
distinta de la de los monos o animales
domésticos. Estos animales no experimentan
sorpresa ni placer al ver reflejada su imagen.
Se limitan a comprobar si es peligrosa, y
pierden todo interés en el asunto. Por el
contrario, el niño frente al espejo se reconoce a
sí mismo, a las personas y las cosas, y se
maravilla frente a este reconocimiento.
El Estadio del Espejo consiste en una
identificación, a la que define como «la
transformación producida en el sujeto cuando
asume una imagen».
“Roger Caillois, pensador francés fascinado
por el tema de las máscaras primitivas, los
juegos y la relación entre el ser humano y el
reino animal, adujo que había una suerte de ley
natural por la cual los organismos son
capturados por su ambiente.” (Darían Leader,
“Lacan Para Principiantes”)
“ A comienzos de la década de 1930 el
gobierno norteamericano encargó el estudio,
algo macabro, del estómago de unas 60.000
aves neárticas , a fin de confirmarlo contando
los insectos que habían devorado. Se halló que
los mimetizados aparecían con tanta
frecuencia como sus compañeros más sinceros
(N.T.: no mimetizados).” (Darían Leader,
“Lacan Para Principiantes”)
La imagen unificada es lo que en psicoanálisis se
denomina «yo ideal», que es la primera forma en la
que el yo se aliena, es decir, la unidad del cuerpo en
la imagen.
Esta identificación es una primera alienación, ya que
el sujeto se identifica a imagen que es «otro», que no
deja de serle ajena. Posteriormente cualquier
semejante ocupará el lugar de la imagen, lo que
determinará una peculiar relación del sujeto con ese
otro, que transitará entre la fascinación y la rivalidad.
La respuesta agresiva hacia el semejante no es
sino la necesidad de fragmentar al otro para
ocupar su lugar ("te rompo la cabeza", "te
corto las manos", "te voy a romper la cara").
Por esa razón el yo necesita siempre del
reconocimiento del Otro que le asegure su
imagen. La pregunta ¿qué soy? se presenta
bajo la forma de ¿qué soy para el Otro?
No podría entenderse la importancia de esta fase, si
no partimos del estado de desamparo inicial del
lactante (fragmentación), que los biólogos han
llamado Prematuración del Nacimiento
La imagen del Otro (Madre, ambiente, grupo,
sociedad) entonces, tiene como función ocultar la
vivencia de fragmentación
En resúmen, el sujeto no existe, pues siempre es el
“Deseo del Otro”
La respuesta agresiva hacia el semejante no es sino la
necesidad de fragmentar al otro para ocupar su lugar ("te
rompo la cabeza", "te corto las manos", "te voy a romper la
cara").
Nadie puede tener de sí mismo la certeza de coincidir
totalmente con su imagen; por esa razón el yo necesita siempre
del reconocimiento del Otro que le asegure su imagen.
La unidad ilusoria que el sujeto atribuye a su «ser», el esfuerzo
por la permanencia de esa imagen y la resistencia al cambio, la
ilusión de autodominio
El sujeto necesitará permanentemente el reconocimiento del
Otro que le diga lo que él es.
Las relaciones con el semejante, el que puede ocupar el lugar
de la imagen, serían de una inestabilidad permanente. De ahí
la necesidad de “marcas” de clase, jinetas, uniformes,
lenguajes, etc.
EL AMBIENTE EN LA CABALÁ
"Tallado (jarut) en las piedras"; no lo pronuncie
"tallado" (jarut), sino más bien "libertad" (jerut), para
demostrar que ellos son liberados del ángel de la
muerte.” (Midrash Shmot Raba, 41)
Explicación: A pesar del determinismo absoluto del
ambiente, hay una instancia de libertad. Esta se da en
la elección de un Klí, o Grupo de Cabalistas, que
estén en la dirección de la Meta. Esta es el único tipo
de libertad que existe. Por tanto el ambiente
determina absolutamente.
“Algunos sabios hombres contemporáneos, luego de haber
meditado sobre el tema anterior, y viendo cómo la mente del
hombre no es más que el fruto que crece a partir de los
acontecimientos de la vida, concluyeron que el cerebro no
posee control alguno sobre el cuerpo, sino que son solamente
los acontecimientos de la vida, grabados en la corteza del
cerebro, los que controlan y activan al hombre. Y la mente de
un hombre se asemeja a un espejo que refleja las formas que
están delante de sí, pues aunque el espejo sea el portador de
estas formas, no puede activarlas ni moverlas.” (Yehuda
Ashalag, “La Libertad”)
“…me siento, me visto, hablo, como… no
porque quiera sentarme, vestirme, hablar o
comer así, sino, porque otros quieren que me
sienta, vista, hable y coma así; conforme a los
deseos de la sociedad, no de mi propio libre
albedrío… incluso la determinación del tipo de
placer o beneficio, está completamente fuera
de la propia voluntad o libre elección… sigue
el deseo de otros.” (Yehuda Ashlag, “La
Libertad”)
“Ahora se pueden comprender las palabras de
Rabí Yosi Ben Kisma (Avot 86), quien en
respuesta a una oferta de mudarse a otra
ciudad, pagándosele por ello miles de monedas
de oro, contestó: "Aunque me diera todo el oro
y la plata, y todas las joyas del mundo, viviré
sólo en un lugar de Torá”. ” (Yehuda Ashlag,
“La Libertad”).
“Es la consecuencia de la relación interna de
“causa y efecto” de la base la que cambia al
entrar en contacto con fuerzas externas a su
ambiente. Es decir, que vemos que a partir de
una semilla de trigo, que se descompone en la
tierra, crecen muchas espigas, a veces incluso
más grandes y mejores que la que era antes de
la siembra.” (Yehuda Ashlag, “La Libertad”).
“Ocurre lo mismo aquí, pues el hombre, como una
"base", es colocado en el entorno; o sea, en la
sociedad. Y está forzado a ser influido por ella, al
igual que el trigo por su ambiente, pues la base no es
más que una forma en bruto. Así, a través del
contacto con su entorno y con el ambiente, absorbe
las impresiones de los demás a través de un proceso
gradual, o través de una cadena de situaciones; una
por una, como una relación de causa y efecto.”
(Yehuda Ashlag, “La Libertad”).
“Existe también la cuestión del trabajo de
mejorar las condiciones ambientales para
satisfacer las necesidades de la planta y de su
crecimiento, pues el sabio hará bien en elegir
las mejores condiciones, y encontrará
bendición en su trabajo. En cambio el necio
tomará lo que sea que encuentre ante sí, y así
hará de su siembra una maldición, en lugar de
una bendición.” (Yehuda Ashlag, “La
Libertad”).
“Por lo tanto, quien se continuamente esfuerza en
escoger un ambiente mejor, es digno de alabanza y de
recompensa. Pero también aquí, no debido a sus
buenas acciones o pensamientos, los cuales se
manifiestan en él sin que los elija, sino por su
esfuerzo de conseguir un buen ambiente que le brinde
estos pensamientos y acciones buenos. Como el Rabí
Yehoshua Ben Perajia dijo: "Hazte de un maestro y
cómprate un amigo”.” (Yehuda Ashlag, “La
Libertad”).
“Pero, como hemos visto, es algo sencillo que
debe ser observado por todos y cada uno de
nosotros. Pues aunque cada uno posea "su
propia base", las fuerzas no se revelan
abiertamente, sino a través del ambiente en el
cual uno se encuentra. Ocurre lo mismo con el
trigo sembrado en la tierra, cuyas fuerzas no se
manifiestan, sino a través del ambiente, que
está comprendido por la tierra, la lluvia y la
luz del sol.”
“Y como lo hemos explicado antes, sólo en lo
referente a la elección del ambiente se mide el
control que un hombre tiene sobre sí mismo, y
por esto se hace digno de alabanza o de
castigo. Por eso uno no debería sorprenderse al
ver a un hombre sabio como el Rabí Yosi Ben
Kisma elegir el bien y rechazar el mal.”
(Yehuda Ashlag, “La Libertad”)
“El único esfuerzo que podemos hacer en nuestro
trabajo espiritual es incorporarnos al grupo (Klí), y
permitir que éste nos influya. El ambiente tiene tal
fuerza, que su tamaño no tiene importancia. Lo
importante es en que medida yo lo considero como
mío… Por eso, si la persona organiza su vida de tal
forma que su ambiente lo inspire, recibirá su
influencia y  por consiguiente anulará la “autoridad” 
que tiene el resto de la humanidad sobre él. El resto
del mundo como que cesa de existir y la persona
adquiere fortaleza, discernimientos espirituales y
enormes deseos. Con esto ya cuenta con los medios
para avanzar.” (Rav Michael Laitman)
“Por eso es que nuestra única libertad de
elección está en elegir aquel ambiente que nos
dirá lo que debemos disfrutar en esta vida.
Disfrutar puede provenir de alguna de estas
dos formas: 1. De este mundo, en donde
deseamos cosas de este mundo. 2. Del Mundo
Superior, en donde deseamos revelar la Luz y
que Ella  nos llene. Usted decide cuál es la
indicada para usted.” ( Rav Michael Laitman)
“Sólo el ambiente puede imbuir en ti la
importancia de la meta y la espiritualidad. Y
sólo esto debes exigir del ambiente: la
importancia del atributo de otorgamiento que
deseas sentir en tu interior. Cuando lo hagas,
revelarás al Creador. En esto consiste nuestro
trabajo y el propósito de la existencia en este
mundo.” (Rav Michael Laitman)
“…la dificultad en esto es que, la medida de la grandeza no
depende del individuo, sino del ambiente. Por ejemplo, incluso
si la persona está llena de virtudes, pero el ambiente no
pensará en ella ni le honrará de manera tal, resultará que
siempre estará decaída y no será capaz de enorgullecerse de
sus virtudes, a pesar de que no duda de que éstas sean
verdaderas. Y al contrario, una persona que no tiene méritos
en lo absoluto, sino que el ambiente la respetará como si fuese
virtuosa, tal persona estará llena de orgullo, ya que la medida
de la importancia y grandeza, le es otorgada completamente
del ambiente… Y con esto comprenderás lo que está escrito,
“En la multitud de la gente está la gloria del rey”, ya que la
medida de la grandeza viene del medio ambiente… ” (Yehuda
Ashlag, “Discurso para la Conclusión del Zohar”)
NUDO BORROMEO
(S) Simbólico es la cadena significante del lenguaje.
(I) Lo imaginario es el cuerpo en tanto que objeto de
representación. El Yo como superficie corporal.
(R) Lo Real, como imposibilidad de reducir todos los
fenómenos inconscientes en las categorías I, S.
Es lo imposible (imposible de percibir totalmente en
imágenes, e imposible de expresar y conceptualizar
totalmente de un modo verbal).
LO REAL EN LA CABALÁ
“No dejes que te sorprenda, que tal conducta
encuentras en nuestra percepción corpórea también.
Toma nuestro sentido de la vista por ejemplo: Vemos
un mundo genial ante nosotros, y todo su relleno
maravilloso. Pero de hecho, no vemos todo excepto lo
que está en nuestro propio interior. En otras palabras,
hay una clase de máquina fotográfica en nuestro
cerebro que retrata todo lo que se nos aparece, y nada
fuera de nosotros.” (Yehuda Ashlag, “Prefacio al
Libro del Zohar”
“Él ha hecho en nuestro cerebro, una clase de
espejo pulido que invierte todo lo que se ve, a
fin de que lo veamos fuera de nuestro cerebro,
delante de nuestra cara. A pesar del hecho de
que lo que vemos fuera de nosotros no es una
cosa real…” (Yehuda Ashlag, “Prefacio al
Libro del Zohar)
“Lo mismo se sostiene verdaderamente con el deseo Santo
para las percepciones Santas. Si bien los cambios son todos
hechos en el interior de las almas, no obstante ellas lo ven todo
en el Dador mismo, porque sólo de esta manera son premiadas
con todas las percepciones y la afabilidad en el Pensamiento
de la Creación” (Yehuda Ashlag, “Prefacio al Libro del
Zohar”)
“Aunque ven todos los cambios en el Dador, no tienen duda
que todo lo que hay está sólo en su interior, y de ningún modo
en el Dador. Examina estas palabras, pues no está en mi poder
elaborar en ellas más allá”. (Yehuda Ashlag, “Prefacio al
Libro del Zohar”)
“De manera que no se debe diferenciar entre
Su Luz y Atzmutó (Su Esencia), solamente en
sentido que en Atzmutó no tenemos ni siquiera
el pensamiento de su percepción, fuera de
aquello que nos llega de Él, por medio de su
vestidura en las vasijas de las Diez Sefirot, y
en este aspecto, todo aquello que alcanzamos,
lo llamamos Luces.” (Introducción a la
Apertura de la Sabiduría de la Cabalá)
“Y aquí cabe destacar que el tema de “fuerza” tratado
en la espiritualidad, no se refiere a la Luz espiritual en
sí, pues esta Luz espiritual, se extiende directamente
de Su Esencia. Y si es así, es ciertamente considerada
equivalente a Su Esencia. Es decir, que en la Luz
espiritual, tampoco tenemos cualquier percepción o
alcance, con los cuales podamos definirla con algún
nombre. Porque incluso el nombre “Luz” es
metafórico y no es real. Y de acuerdo a esto hay que
saber que el nombre “fuerza” sin cuerpo, se refiere
precisamente a la “vasija espiritual”.” (Yehuda
Ashlag, “La Sabiduría de la Cabalá y la Filosofía)
“Verás en “El Árbol de la Vida”, que el Creador creó los
mundos porque Él deseó manifestar Sus Santos Nombres,
"Misericordioso y Clemente", y si no hubiera criaturas, no
habría nadie de quien tener misericordia.” (Yehuda Ashlag,
“Caminata sobre el Camino de la Verdad”)

“El sentido de logro es que “lo que nosotros no logramos,


nosotros no lo definimos con un nombre”. Está escrito en los
libros que todos estos nombres son la recompensa de las
almas, obligadas a entrar en el cuerpo, ya que es precisamente
a través del cuerpo que ella puede alcanzar los nombres del
Creador, y su estatura es según su logro.” (Yehuda Ashlag,
“Caminata sobre el Camino de la Verdad”)
FUNCIÓN DE LA MADRE EN LA
CABALÁ
Un Partzuf no nace del Reshimot de la Luz (parte
masculina del Partzuf previo)
El Partzuf nace del Reshimo de los deseos, (Maljut)
que es la parte femenina que determina todos sus
atributos.
Por consiguiente, un Partzuf se forma de acuerdo con
su Reshimot inicial o su "madre", de la que nació.
Así se da inicio al desarrollo intrauterino y posterior
nacimiento. Así los Parzufim (plural de partzuf) dan
origen a Parzufim menores, llamados niños. Por tanto
en nuestro mundo un objeto se define en función de
su madre.
J. LACAN: LA METÁFORA
PATERNA
Si bien el registro de lo simbólico muy probablemente sea una capacidad
innata del hombre, la experiencia indica que sólo se despliega bien a partir
de un estímulo específico: el de la función paterna en los primeros años de
vida.
Corrobora esto, entre otra casuística, la cuestión de los niños ferales
conocidos (que son muy pocos). Estos niños en su infancia quedaron
abandonados en la naturaleza y fueron adoptados como "cachorros" por
otros animales. Esos niños, una vez recuperados, nunca pudieron
desarrollar un discurso humano, esto es un registro de lo simbólico
propiamente dicho. En los mejores casos sólo llegaron a formas
rudimentarias.
En el infante la función paterna instaura la Ley, el orden o logos.
Por este medio es que permite un pensar racional, que ordena la
información procedente del registro de lo imaginario y el registro de lo real
y así una comunicación lo más coherente posible entre los sujetos de la
especie.
J. LACAN: OBJETO “a”
El objeto que falta en el Otro, el objeto (a),
resto de la operación significante (metáfora
paterna).
Por ello decimos que el cuerpo sexuado es el
cuerpo separado de algo suyo [objeto (a)] lo
que le hará marchar en una búsqueda infinita,
inútil, pero necesaria hacia el goce imposible.
El Objeto “a” puede ser también entendido en
la teoría lacaniana como el inconsciente, o
deseo de la madre, estructura que no logra
simbolizar el Nombre del Padre. Por lo mismo,
siempre hay un elemento que escapa al análisis
y al sujeto. Y es ese elemento justamente el
que detona la neurosis
Lacan: A pesar del Nombre del Padre, siempre
queda la falta, el Objeto “a”. Cuestión que ni
siquiera puede solucionar el acceso al nivel
Simbólico, el Nombre del Padre. Por eso
Lacan menciona que “el hombre es una
metáfora”. Otros psicoanalistas dicen “el
hombre es un chiste”.
SOLUCIÓN DE LA FALTA EN LA
CABAlÁ

“Todos los mundos, en sí, son considerados


Luz sin un Kli. En este sentido no hay
apelativo alguno para ellos. Los mismos son
discernibles como Atzmutó, y (por ende) no es
posible aprehenderlos.” (Yehuda Ashlag,
“Shamati”)
“Ni siquiera los nombres más sutiles se
refieren a la Luz en sí misma, puesto que ésta
consiste de un discernimiento de Atzmutó que
es inalcanzable. En cambio, todas las Sefirot y
los discernimientos tratan sólo de aquello que
la persona adquiere por medio de ellos. Esto es
así, porque el Creador quiso que alcanzáramos
y comprendiéramos la abundancia tal como es
en “Su deseo de hacer el Bien a Sus
creaciones”.” (Yehuda Ashlag, “Shamati”)
Esto se debe a que Atzmutó (heb: Su Esencia) no tiene
conexión alguna con las criaturas, puesto que el
principio de la conexión comienza en Ein Sof, donde
se halla Su nombre, que viene a ser la raíz de la
Creación. Este es el sentido de lo que está escrito en
el Ierushalmí; o sea, que aquel que reza, lo hará en el
Nombre; o, con otras palabras, allí donde está Su
Nombre, y Su Nombre y Ein Sof se conocen como las
palabras de la leyenda. “Una torre llena con cosas
buenas”.” (Yehuda Ashlag, “Shamati”)

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