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Prácticas antiéticas

A nivel socio-político
Introducción
Existen varias prácticas que atentan contra un ejercicio ético de la
ciudadanía. Ahora veremos algunas de ellas y trataremos de reconocer
cuán presentes están en nuestra vida social.
El conocimiento de estos conceptos ampliará tu vocabulario y te
permitirá reconocer con mayor precisión casos de la realidad nacional.
Además podrás leer con facilidad las lecturas que usen esta
terminología.
a. Patrimonialismo
Consiste en apropiarse a dinero o servicios públicos en beneficio
personal.
Por ejemplo, se acusó de patrimonialismo a un alcalde de Surco, quien
justificó su conducta declarando que era un “hombre romántico”. Otro
ejemplo es el de la noticia que vemos a continuación.
b. Caudillismo
El caudillismo es una práctica política en la que un sujeto (caudillo)
gobierna o presiona al Estado para conseguir beneficios personales y
del grupo que lo respalda, o sea, su clan.
Debemos recordar que en esta búsqueda el caudillo siempre va en
contra del bien común y, por lo tanto, es antiético.
Como ejemplo, podemos ver algunos líderes de grandes partidos
políticos.
c. Clientelismo
Los caudillos tienen un grupo o clan que los respalda. A los miembros
de este clan se les conoce como clientes, que viene del latín ‘cliens’ (es
un térmico político, no confundir con su significado comercial).
El clientelismo es, pues, la práctica de recibir bienes o servicios a
cambio de apoyo político a un caudillo. Por supuesto a los clientes
tampoco los mueve el interés por la justicia, es decir, el bien común.
d. Demagogia
La demagogia es una práctica que consiste en mentir o halagar a la
sociedad civil para obtener su apoyo. La demagogia nunca soluciona
problemas reales, sino solo satisface deseos momentáneos. Una
sociedad civil educada nunca cae en la demagogia. Esta práctica puede
ser usada por políticos de cualquier tendencia, ya sean liberales
(derecha) o socialistas (izquierda) u otras.
e. Autoritarismo
En el aspecto político, el autoritarismo es un tipo de gobierno donde el
Estado no reconoce los derechos de la sociedad civil y ejerce el poder
de manera arbitraria y, por lo general, ilegal.
En el nivel social, podemos hallar autoritarismo en cualquier relación
que un individuo plantee de manera vertical, donde no reconoce los
derechos del otro ni escucha sus argumentos.
Pueden ser formas de autoritarismo: el racismo, el clasismo, el abuso
de poder por parte de un familiar o de la pareja, el machismo, etcétera.
f. Falta de institucionalidad
Como sabemos las instituciones son grupos de personas que no actúan
a título personal, sino de acuerdo con los objetivos de su organización,
aplicando métodos establecidos y respetando normas internas. Cuando
esto no sucede, un sistema democrático se ve gravemente afectado y la
sociedad civil es perjudicada.

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