polo cardíaco de máxima auscultación. Equipo: Estetoscopio de Pinard. Reloj con segundero. PROCEDIMIENTO Preparar el ambiente (libre de residuos) Colocar a la embarazada en decúbito dorsal con el abdomen descubierto. Apoyar el estetoscopio en forma perpendicular sobre el abdomen en la zona correspondiente al hombro anterior del feto (foco máximo de auscultación), teniendo en cuenta las semanas de gestación. Aplicar el pabellón de la oreja sobre el auricular del estetoscopio de Pinard mirando hacia los pies de la embarazada. Presionar suavemente con la cabeza sobre el mismo y retirar la mano que lo sostiene. Mantener firme el estetoscopio y seguir ejerciendo presión sobre la pared abdominal para poder escuchar los latidos fetales durante un minuto. LOS LATIDOS CARDIACOS FETALES PUEDEN DETECTARSE CON ESTETOSCOPIO DE PINARD A PARTIR DE LAS 18-20 SEMANAS, DEPENDIENDO DE LA CANTIDAD DEL LÍQUIDO AMNIÓTICO Y DEL TEJIDO ADIPOSO MATERNO. LA FRECUENCIA CARDÍACA FETAL ES RÁPIDA, ENTRE 120 A 160 LATIDOS POR MINUTO O APROXIMADAMENTE EL DOBLE DEL PULSO MATERNO. Auscultación cardíaca fetal con detector ultrasónico fetal.
El detector ultrasónico fetal tiene un
dispositivo de ampliación Doppler con el que se pueden escuchar los latidos cardíacos fetales (LFC) a las 8 semanas de gestación. EQUIPO
Detector ultrasónico fetal.
Gel conductor.
Toallas descartables. PROCEDIMIENTO Preparar el ambiente (libre de residuos).
Colocar a la embarazada en decúbito dorsal con el
abdomen descubierto.
Aplicar el gel sobre el abdomen materno para
facilitar la auscultación de los latidos cardíacos fetales a través de un transductor que capta las ondas sonoras del corazón fetal. Para evitar errores, constatar el pulso radial de la madre al mismo tiempo que se auscultan los latidos cardiacos fetales. Se pueden escuchar también:
El soplo funicular o umbilical, que es un
sonido suave y silbante producido por el paso de la sangre a través de los vasos del cordón umbilical.
El soplo uterino, también suave y silbante,
originado por el pasado de la sangre materna a través de los grandes vasos del útero. El soplo uterino tiene la misma frecuencia que el pulso materno.