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FACULTAD ADVENTISTA DE TEOLOGÍA

CENTRO UNIVERSITARIO ADVENTISTA DE SAGUNTO


 

LA SINAGOGA

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
Alumno: Valentin Turturica
Asignatura: Historia de Israel
Profesor: Dr. Roberto Ouro
 
 
Enero 2016
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I -CONSIDERACIONES PREVIAS SOBRE LA SINAGOGA
1.1. La importancia de la sinagoga en la mentalidad judía
1.2. Las sinagogas en tiempos de Jesús
1.3. Los nombres de la sinagoga
1.4. La sinagoga en la Biblia

CAPÍTULO II - ORÍGENES HISTÓRICAS DE LA INSTITUCIÓN


SINAGOGAL
2.1. Desde los comienzos del Pueblo Hebreo
2.2. Del período del Primer Templo (antes del 638 a.C.)
2.3. A partir de Josías y antes del destierro (621-587 a.C.)
2.4. Durante el destierro de Babilonia (587-537 a.C.)
2.5. Después del destierro, en tiempo de Esdras (515 a. C.)
CAPITULO III - TESTIMONIOS ARQUEOLÓGICOS DE SINAGOGAS
ANTIGUAS
3.1. Las primeras pruebas arqueológicas
3.2. Massada y Herodion (siglo I)
3.3. Las batallas dentro del campo de la arqueología
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN

A lo largo de mi vida dentro de la Iglesia Adventista, después de mi


conversión a los 18 años de edad, he tenido la oportunidad de ver tanto las
iglesias de mi país natal, Rumania, como otras iglesias en el extranjero. De
este modo he visto iglesias en países de Asia, de América del Sur, de Estados
Unidos, África y Europa. He encontrado lugares de culto en iglesias
alquiladas y también he visto y participado en levantamiento de nuevos
lugares, hechos por los adventistas. La gran mayoría son muy parecidas.

Nacido en una familia cristiana ortodoxa practicante, recuerdo el impacto


que ha tenido sobre mí, antes de los 18 años, el hecho que dentro de este
mundo hay otras iglesias cristianas fuera de lo que yo sabía o he percibido
hasta entonces. Al entrar por primera vez en una Iglesia Adventista me ha
sorprendido la sencillez tanto en el adorno de la iglesia como en el culto.
Acostumbrado con lugares de culto que imponía respeto a los santos pintados
en las paredes y en el techo, el oro que estaba por todas las partes, el olor de
incienso y muchas velas, al entrar en una Iglesia Adventista me sorprendió.
Me he preguntado, no solo por la diferencia doctrinal que hay entre las
dos iglesias, sino también sobre el aspecto de cada uno de los lugares de
culto. He entendido la importancia de la sencillez y la observación sobre el
segundo mandamiento. Pero aun así, no me he preguntado, por mucho
tiempo, sobre otros aspectos.

El motivo de mi trabajo ha sido una observación que un profesor de


hebreo que vino en nuestra iglesia de Madrid hace unos 7 años atrás. El nos
pregunto en una reunión con los jóvenes “¿cual era sitio más sagrado de
nuestra iglesia; la parte del púlpito, todo lo que está dentro de los cuatro
paredes donde la congregación se reunía, o todo el local del culto,
reuniendo salas anexas para otros fines (reunión de niños, clases de
escuelas sabáticas, etc.)? “

Concluyó con la observación que nuestras iglesias parecen más con


las sinagogas que encontramos en la Biblia, que con el Templo de
Jerusalén. Esto para mí ha sido un descubrimiento fantástico, pero aun sin
estudiarlo por mí mismo.
Hace unos meses he sido mandado para hacer practica en una iglesia
muy conservadora. Se pedía cada sábado por tener cuidado con entrar en el
"templo sagrado" donde no hay que escucharse ni un ruido en el tiempo del
culto, tampoco conversaciones en la pausa que hay entre los diferentes partes
de culto.

Los padres que tienen niños pequeños no pueden entrar para escuchar el
sermón por no hacer ruido. Los hermanos no pueden preguntarse por la
salud, por sus problemas y sus experiencias, etc. Los visitantes no pueden ser
saludados, salvo si salen fuera en la calle para no molestar al Dios que está
dentro del Templo.

Mi objetivo en este trabajo, como se trata del pueblo de Israel hasta


después del exilio, es de estudiar cómo surgió La Sinagoga y los
testimonios arqueológicos sobre las sinagogas antiguas.
CAPÍTULO I - CONSIDERACIONES PREVIAS SOBRE LA
SINAGOGA

El Templo de Jerusalén es el lugar que polariza toda la vida religiosa,


política y económica de Israel. Pero en la vida cotidiana hay otra institución
‑la sinagoga‑ de enorme importancia. Hay solamente un templo al que se
sube en contadas ocasiones (una vez al menos en la vida si se reside fuera de
Palestina), pero la aldea más pequeña tiene su sinagoga; allí es en el fondo
donde se forja la mentalidad y la piedad del israelita.
1.1. La importancia de la sinagoga en la mentalidad judía

El famoso historiador cristiano de origen judío, Alfred Edersheim escribe en


uno de sus libros sobre la historia del antiguo Israel, parafraseando, que:
Si un hombre judío que esta solo en una localidad ora en su casa, lo
rodea con un muro de hierro (Rabí Jochanan). Si hay una comunidad ,
la oración solo se puede hacer en la sinagoga. Después de la caída del
Templo, cuando la importancia de la sinagoga crece muchísimo el
valor que se da a la sinagoga sobrepasa los límites de la moderación y
de la razón.

Por ejemplo el Talmud de Babilonia (Ber. 6 a) dice que una oración


tiene efectos apropiados si se hace en la sinagoga. Si un individuo
acostumbra ir cada día a la sinagoga deja ir sola una vez, Dios le
pedirá cuenta. O, si Dios ve menos de 10 personas orando en la
sinagoga se enciende su ira contra la comunidad. Que si uno tiene
sinagoga en su ciudad y no acude a ella - será un vecino malvado y
atrae el exilio sobre si y sus hijos pero si acude temprano a la
sinagoga - daría longevidad a la persona.

EDERSHEIM, Alfred Usos y costumbres de los judíos en los tiempos de Cristo. Barcelona,
España: CLIE, 2003, p. 263.
El Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo Día, respeto a la importancia
de la sinagoga, dice:

"El templo y sus servicios estaban bajo el control de los sacerdotes; en


cambio, la sinagoga era dirigida por laicos judíos. Nunca se
ofrecieron sacrificios en ella. Al principio, la sinagoga era
principalmente un lugar destinado a la lectura y la exposición de la
ley, pero con el tiempo se desarrolló un servicio religioso más
complicado, y más tarde sirvió también de escuela y de tribunal para
la administración de justicia de acuerdo con la ley de Moisés. En
tiempos del Nuevo Testamento había muchos más judíos qué vivían
fuera de Palestina que en ella, y la sinagoga en cada comunidad judía
servía para preservar la religión, la cultura y la conciencia racial del
pueblo.”
ORREGO, Aldo D. Diccionario Adventista del Séptimo Día, (1ª ed.).
Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995,
p. 1101.

Mientras el culto en el Templo era dirigido por los levitas, la clase sacerdotal,
en la sinagoga los laicos eran los quien dirigían el culto. Su principal
actividad era de enseñar la Ley y luego sirvió como lugar de adoración a
Dios, escuela y tribunal para un pueblo judío profundamente religioso.
1.2. Las sinagogas en tiempos de Jesús

Los quien a leído la Biblia saben que en los tiempos de Cristo Jesús había
sinagogas por toda la tierra. Los textos de N.T. documentan mas que de sobra
la existencia de sinagogas en todo el país de Israel, a las que Jesús entraba
para enseñar los sábados como era su costumbre. Entre estas se evidencian
dos de Galilea: la de Nazaret (Mc. 6:2; Mt. 13:54) y de la Capernaum (Mc.
1,21; Lc. 4:33). En Hechos 6:9 esta recordado que incluso había un sinagoga
en Jerusalén de los libertos y Alejandrinos, "cuya clase de judíos debe haber
pertenecido Esteban por su nacimiento o educación, principalmente en base
a lo cual debió dirigirse a ellos.“ (EDERSHEIM, Alfred Usos y costumbres
de los judíos en los tiempos de Cristo )

Libertos – es el nombre de un grupo de judíos que, con otros judíos de


Alejandría y de Cirene, tenía una sinagoga en Jerusalén (Hch. 6:9). Estos
libertos habrían sido descendientes de los judíos llevados cautivos por
Pompeyo en el 63 a.C. y que habían recuperado su libertad. Como habían
crecido en países extranjeros, pertenecían a los judíos helenísticos, y por lo
tanto se habían unido a los de Alejandría y de Cirene en Jerusalén.
El Talmud Palestinense quiere decir que en Jerusalén había 480 sinagogas,
que fueron destruidas por Vespasiano (TP Meg 73d). El otro, el Talmud
Babilónico da la cifra de 394 sinagogas y escuelas en relación con los 394
tribunales que había en Jerusalén (Ket 105a). Algunos historiadores suponen
que las cifras son muy elevadas y no tienen bases. Otros, observando las
construcciones bastantes reducidas como tamaño, piensan que las cifran
pueden ser reales.
También había sinagogas fuera de Israel. Pablo predicaba, según los Hechos
de los Apóstoles, en las sinagogas de Damasco (Hch. 9:2,20) o en las de Asia
Menor en Salamina (Hch. 13:5), Antioquia de Pisidia (Hch. 13:14),
Tesalónico (Hch. 17:1), Corinto (Hch. 18:4,7), Éfeso (Hch. 18:19,26), etc.

Emil Schürer en Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús, escribe :


En Alejandría se habla de varias (sinagogas)sin precisar, luego al
menos dos y probablemente tres o cuatro. En Roma un número
similar. Cuando hay varias se las suele distinguir por algún
emblema o representación. En Séforis, por ejemplo, se habla de una
"sinagoga de la vid" (knyst dgwpn), y en Roma debieron de existir
varias porque a una se la distingue como la "sinagoga del olivo"
(synagogé elaias).
Hemos visto hasta ahora, aunque hay mucho más datos, que la sinagoga ya
existía en los tiempos de Jesús. Lo marca tanto la Biblia como otros
documentos. Pero la pregunta es: ¿Cuándo surgió la sinagoga? y ¿Por qué?
Queremos ver si la sinagoga pertenece a un tiempo pre-exilio, surgió en el
exilio o luego.

1.3. Los nombres de la sinagoga

El autor Jesús Pelaez de Rosal destaca como los términos mas usados en
la historia para definir la sinagoga los términos synagôgê y proseukhê. Hay
otros términos, que le da menos importancia como: topos (lugar) o hagios
topos (lugar santo), oikos, sabbateion o didaskaleion todos estos nombres
siendo griegos y que tienen sus contrapartidas en hebreo o arameo.

a) Synagôgê - derivada del verbo synagô, que significa "juntar, reunir".


De donde sinagoga es la reunión o el lugar de reunión de los judíos.
En hebreo, sinagoga se dice keneset (reunión) o bet ha-keneset (casa de
reunión); en arameo, kenista' o bet kenista'.

En la versión de los LXX o Biblia Griega, synagôgê traduce frecuentemente


el terminos hebreos
- ‘edah (congregación, o según Alfred Edersheim – Iglesia visible) –
aparece 135 veces y es traducida por sinagoga y nunca por “ecclesia”;
y a veces
- qahal (asamblea, o según Edersheim – la Iglesia invisible, interior o
espiritual) – traducida 70 veces como “ecclesia” y 37 veces por “sinagoga.

En las versiones arameas de la Biblia, 'edah se traduce siempre por kenista


(en siriaco kenusta') que, al igual que synagôgê, significa reunión. Este
término, según algunos, tomo muy pronto el significado especifico de
reunión para la oración y la instrucción; este es el sentido que tiene en
Nehemías 8-9, cuando más tarde se aludía a aquella reunión para la lectura
pública de la ley con la expresión keneset ha-gedolah (la gran sinagoga).
En el Nuevo Testamento y en autores judíos como Filón y Flavio Josefo,
synagôgê significa frecuentemente lugar de culto y reunión de los judíos.

b) Proseukhê - significa oración y quiere representar el sentido de lugar


de los judíos para la oración. Corresponde a la expresión hebrea bet-
tefillah (casa de oración) de Is. 56:7.

Algunos han querido ver en proseukhê la referencia a un determinado tipo


de de sinagogas, especie de pequeñas capillas fuera de la ciudad, junto a un
río, o reuniones de oración en lugares abiertos. Para otros, proseukhê es el
término empleado por los judíos helenistas de Egipto y generalizado en
Grecia, Asia Menor y Roma, mientras synagôgê que es de origen palestino.
1.4. La sinagoga en la Biblia

En la Biblia, el concepto de sinagoga es muy utilizado en el Nuevo


Testamento y por tanto, muy conocido por Jesús y sus Apóstoles. En el
Antiguo Testamento parece que no hay rastro de este concepto. Aun así
algunos historiadores hacen esfuerzos para reconocer en los textos de la
Biblia Hebrea, la sinagoga en su forma mas incipiente. A continuación
vamos a ver algunos textos bíblicos y los comentarios que se han hecho
acerca de lo que quiere transmitir:

a) Ezequiel
Para algunos la referencia más antigua
a la sinagoga se encuentra en el libro
del profeta Ezequiel. Diversos autores
han sugerido que la repetida alusión a
las asambleas de los ancianos ante
Ezequiel (8:1; 14:1; 20:1) quizá aluda
a los comienzos de la institución
sinagogal.
Más clara es la referencia al "santuario provisional" de Ezequiel 11:16,
identificado por el Talmud (TB Meg 29a) con la sinagoga: Por tanto, di: Esto
dice el Señor: cierto, los lleve a pueblos lejanos, los disperse por los países y
fui para ellos un santuario provisional en los países adonde fueron.

La expresión santuario provisional tal vez pudo designar en el contexto del


destierro de Babilonia el papel de la sinagoga a falta de tiempo.

b) Salmo 74
Nuestra versión Reina Valera, traduce el salmo 74: 8 "han quemado todas
sinagogas de Dios en la tierra". Parece que la traducción es incorrecta. Otras
traducen el mismo texto de la siguiente forma:¡A todo su linaje, quemadlo; a
todos las asambleas de Dios en el país!

"Asambleas de Dios" (heb. mo'ade´-el) que aparece aquí , es sinónimo


frecuente de qahal (reunión, congregación).
La versión griega de los LXX, sin embargo, no utilizar el término synagôgê
para traducir esta expresión, sino heorte, qué significa solemnidad, día de
fiesta, tiempo festivo. Ni el término arameo keneset "reunión" no designa
ningún edificio o lugar de reunión concreto.
Más aún, en casos de que la expresión mo'ade´-el (asambleas de Dios)
indicase los lugares de la reunión donde se tenían estas asambleas, no por
ello quedaría resuelto el problema de los orígenes de la sinagoga, pues no
conocemos con exactitud las fechas de composición del salmo 74.
Alfred Edersheim , en su libro Usos y costumbres de los judíos en los
tiempos de Cristo comenta los siguientes sobre la traducción del salmo 74:8:
Pero hay buenas razones para poner en tela de juicio esta
traducción, e incluso en casos de admitirla, no resolvería la
cuestión acerca del cual fue el tiempo verdadero en que se
originaron las sinagogas. Por otra parte, no hay ninguna traza de
culto sinagogal ni en la ley ni en los profetas; y esto, por si mismo,
debiera ser decisivo al contemplar la importancia que la cuestión.

Hay quienes lo delatan en tiempos de la caída de Jerusalén (586 a.C.),


opinión que se ha impuesto en los últimos tiempos.
Pero otros lo relacionan con la situación producida por la profanación del
templo en tiempos de Antíoco Epifanes (168 a.C.), como se ha venido
manteniendo casi durante los dos últimos siglos.

c) Jeremías
Otros han querido ver en la expresión bet ha-'am de Jeremías 39:8 (las casas
del pueblo incendiadas por los caldeos al tomar Jerusalén en el año 586 a.C.)
una especie de sinagogas en embrión, de origen secular, edificios para
reuniones públicas, de carácter civil, que se transformarían poco a poco en
sinagogas.

e) El Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento ya aparece muchas veces el término sinagoga


como parte vital de la vida religiosa judía. Aquí ya se encuentra el término
synagôgê con mayor frecuencia en el sentido de lugar o casa de oración,
reunión y enseñanza de los judíos.
CAPÍTULO II - ORÍGENES HISTÓRICAS DE LA
INSTITUCIÓN SINAGOGAL

Tenemos que reconocer desde inicio que todas las fuentes históricas
consultadas, aunque tienen diferentes opiniones en como surgió la sinagoga,
todas están de acuerdo que no hay nada claro sobre el origen exacto de la
misma. Todos coinciden que el origen de la sinagoga se pierde en la
oscuridad de la tradición.
Naturalmente, como sucede con tantas instituciones, los rabinos la remontan
a los patriarcas. Así, tanto el Tárgum de Jonatán como el Tárgum de
Jerusalén presenta a Jacob como asistente a la sinagoga, y a Rebeca
acudiendo a ella para recibir consejo cuando sintió dentro de ella la innatural
lucha entre sus dos hijos.

No hay razón para considerar en serio estas afirmaciones. Porque cuando en2
R 22:8 leemos acercar de que "el libro de la ley" fue descubierto por Safan el
escriba en la casa de Jehová, ello implica que durante el reinado del Josías no
podían haber existido sinagogas en la tierra, por cuanto su principal objeto
era asegurar la lectura semanal y naturalmente la preservación de los libros
de Moisés (Hch. 15:21).
2.1. Desde los comienzos del Pueblo Hebreo

Diversos pasajes del Tárgum Pseudo- Jonatán a Éxodo (18:12) así como del
Midras (Yal Ex 408) dan por supuesta la existencia de sinagogas casi desde
los comienzos del Pueblo Hebreo.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles (15:21), Santiago considera la


sinagoga como una institución muy antigua: "Porque durante muchas
generaciones se ha leído y proclamado la ley de Moisés todos los sábados en
la sinagoga de cada ciudad".

Filón (de Vita Mos 3,17) y Flavio Josefo (Apion 2, 17,75) dejan bien sentado
que la institución sinagogal se remonta a Moisés. En el siglo xvii, Hugo
Grotius defendía esta misma opinión.

No hay razón para creer esta suposición dando que en el tiempo de Josías la
ley no era conocida entre los judíos, esto siendo la principal motivo por la
aparición de la institución sinagogal.
2.2. Del período del Primer Templo (antes del 638 a.C.)
Entre los autores más recientes, I. Levy (The Synagogue) opina que la
sinagoga como institución se remonta al período del primer templo (antes del
638 a.C.).
Lo mismo afirma J. Weingreen (The Origin), basándose en diversos pasajes
de la Biblia. Según este autor, los sacrificios eran acompañados de oraciones
en los santuarios locales; de ahí que, cuando Josías prohibió el culto
sacrificial en dichos santuarios (2 Reyes 22 y 23), continuase en ellos el culto
sin sacrificios, típico de la sinagoga.

Efectivamente, en el Salmo 116:17 y en Isaías 1: 11-15 los sacrificios se


acompañan de oraciones; en Siloé, la oración de Ana, madre del profeta
Samuel, no va seguida de sacrificios (1 Sam 1:10) y en 2 Reyes 22-23,
durante la dedicación del templo, la oración de Salomón tampoco la
acompañada de sacrificio alguno.
En estos textos se basa I. Levy para afirmar que la sinagoga tuvo su origen
durante el período del primer templo, existiendo ya desde entonces en los
santuarios un culto sin sacrificios, similar al que es característico de la
sinagoga.
2.3. A partir de Josías y antes del destierro (621-587 a.C.)

Otra opinión muy extendida es la de quienes mantienen que la sinagoga


como institución existe ya con anterioridad al destierro (587 a.C.), surgiendo
como consecuencia de la reforma de Josías.

Josías, el rey de Judá, reino del 638 al 608 a.C. Su reinado se caracterizó por
una serie de medidas político-religiosas entre las que destacan la
centralización del culto a Yahvè en torno al templo de Jerusalén y la
abolición del culto a dioses como los baales, las astartès y otros.

Durante su reinado ser el paro el templo de Jerusalén, que pasó hace desde
ese momento el único lugar legítimo de culto, centrándose en torno a él todo
los sacerdotes de Judá " desde Gueba hasta Berseba" y suprimiéndose los
santuarios de provincias, consagrados a Yahvè, denominados "lugares altos o
altozanos" (2 Reyes 23: 5, 8-9), entre los que se hallaba el famoso santuario
de Bet-El (2 Reyes 23:15).
Con ocasión de la reparación del templo de Jerusalén, el año 621a.C. Se
encontró un libro de la Ley que contenía él núcleo del libro del
Deuteronomio, fuente de indudable que inspiración de la reforma de Josías.

Con la centralización del culto en Jerusalén y la abolición de los santuarios


locales, los fieles del campo y de los pueblos pequeños, al verse privados de
santuarios y del culto sacrificial, adoptaron la costumbre de reunirse ciertos
días en sus respectivos lugares de residencia para celebrar un culto sin
sacrificios.

Solamente con ocasión de las grandes fiestas acudirían al templo de


Jerusalén. La sinagoga se convertiría así en una especie de sucedáneo del
templo, pero sin ofrendas de animales.
2.4. Durante el destierro de Babilonia (587-537 a.C.)
En el siglo XVII, Carlos Sigonio (De republica), experto en instituciones
políticas greco-romanas, afirmaba, no obstante, que el origen de la sinagoga
no podía ser tan antiguo. En su opinión, la sinagoga parece más bien
remontarse a la cautividad de Babilonia (587 a.C.), pues los libros de los
Jueces y de los Reyes no aluden a ella. Sigonio opinaba que la sinagoga
nació cuando el pueblo, desterrado y desprovisto del templo en Babilonia,
sintió necesidad de seguir reuniéndose para celebrar, orar, estudiar y recordar
sus Santas tradiciones.
El destierro, como desastre nacional, fue una prueba muy dolorosa para la
fe de Israel, provocando incluso la apostasía de muchos.

Para un sector de los deportados, la destrucción del templo y la desaparición


del culto parecían la prueba evidente de que los dioses babilonios eran más
fuertes que el Dios de Israel; otro sector, preparado por la predicación de los
profetas jeremías y, sobre todo de Ezequiel, que vivió deportado con ellos,
descubrió un sentido a lo que estaban viviendo: Dios no había abandonado
a su pueblo, sino que quería purificarlo con la prueba del destierro.
Suspendido el culto oficial y lejos del templo de Jerusalén, seguía siendo
posible la meditación sobre los acontecimientos pasados y presentes así
como la oración al Señor.

Este sector de fieles comenzó a unirse donde podía para reavivar


mutuamente su fe, en la playa, junto a un rio o junto a los canales de
Babilonia, cerca de la ciudad donde vivían los deportados como canta
bellamente el Salmo 137:1-2
Junto a los canales que Babilonia, nos
sentamos y lloramos con nostalgia de
Sión; en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras citaras…
(Sal 137:1-2).

Más tarde, quienes - de entre los judíos deportados - no volvieron a Palestina,


quedándose en Babilonia, y quienes se dispersaron por todo el mundo,
conservaría esa costumbre de reunirse a fin de mantener firme su fe en el
Señor Yahvè y afirmar su conciencia del pueblo elegido.

El movimiento se generalizó, de modo que en el siglo primero de nuestra era,


como veremos más adelante, cada comunidad judía tenía su sinagoga; las
ciudades populosas como Jerusalén, Roma, Alejandría o Antioquía tenía un
gran número de sinagogas.
2.5. Después del destierro, en tiempo de Esdras (515 a. C.)
Por el contrario, C.V. Vitringa (De synagoga) mantenía en el siglo XIX que
el destierro no era el lugar idóneo para el nacimiento de la sinagoga como
institución universalmente aceptada, sino que esta se originó a la vuelta de
los desterrados a Palestina, durante el período persa, en tiempos de Esdras y
sus sucesores, los escribas (515 a. C.).

Esta teoría ha sido la adoptada por estudiosos como Krochmal, Zunz, Graetz,
Wellhausen y Schurer, que consideran que si bien la sinagoga tuvo su origen
en Babilonia durante el destierro como sustitutivo del culto del templo, su
consolidación como institución tuvo lugar a la vuelta a de los desterrados a
Palestina, como resultado de la obra de Esdras.

De hecho el Talmud Babilonio (TB Ver 33a) adscribe a Esdras y a sus


sucesores, los hombres de la Gran Sinagoga, la formulación de la más
antigua es oraciones (la 'Amidah, Qiddus y Habdalah), formas típicas de la
oración sinagogal.
CAPITULO III - TESTIMONIOS ARQUEOLÓGICOS DE
SINAGOGAS ANTIGUAS

3.1. Las primeras pruebas arqueológicas

Dada la necesidad de lugares de culto que tenían los judíos en la diáspora, y


la dificultad que conllevaba el desplazarse al templo de Jerusalén, se
comprende que haya sido precisamente en la diáspora y particularmente en
Egipto, donde se han encontrado los restos arqueológicos de las primeras o
más antiguas sinagogas.
La primera prueba arqueológica de la existencia de una sinagoga es una
inscripción descubierta en el año 1902 en Sedia, a 26 kilómetros de
Alejandría. Se trata de una losa de mármol cuyo texto dice que los judíos
dedicaron esta sinagoga a Tolomeo III Evergetes (246-221 a.C.) y a la reina
Berenice.
La inscripción menciona la proseukhê (oración-casa de oración) de los
judíos y por ella se evidencia que la sinagoga era ya en esta época una
institución hacía tiempo consolidada.

A la misma época y zona pertenece a una inscripción-dedicatoria encontrada


en el Bajo Egipto garantizando los derechos de asilo de la sinagoga. La
mención en III Macabeos 7,20 de la fundación de una sinagoga durante el
reinado de Tolomeo IV (221-204 a.C.).Es por ello digna de crédito.
Un testimonio posterior data del año 37 a.C. Y proviene de una inscripción
de Alejandría; otro es la inscripción de Teodoto, hijo deVeteno, del siglo I
d.C., encontrada en la colina de Ofel, al sureste de Jerusalén, con el siguiente
texto:
Teodoto, hijo de Veteno, sacerdote y jefe de sinagoga, nieto de un
archisinagogo, construyó esta sinagoga para la lectura de la Ley y
para la enseñanza de los mandamientos y construyó también la casa
de huéspedes y las habitaciones y las instalaciones de agua para
alojar a los necesitados que vienen de fuera, cuya sinagoga fundado
en sus hermanos y los ancianos y Simonides.

Esta inscripción parece referirse a una sinagoga de un grupo extranjero,


posiblemente de peregrinos provenientes de Roma. Su titular, Teodoto,
podría identificarse con Teudas, máxima autoridad de la judería de Roma y
muy respetado también en Palestina por sus generosas ayudas a los
estudiosos y eruditos que la ley. De ahí que fuera el más cualificado patrón
de una sinagoga cuya finalidad explícita era "la lectura de la ley y la
enseñanza de los mandamientos".
A estas sinagoga parece aludir el libro de los Hechos de los Apóstoles (6,9)
cuando habla de la discusión de Esteban con algunos miembros de la
sinagoga de los Libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia.

3.2. Massada y Herodion (siglo I)

En la excavaciones de Massada, en el Mar


Muerto, se encontró un edificio dentro de
una estructura más antigua que fue
posiblemente una sinagoga levantada por
los zelotas durante el asedio de la fortaleza
por los romanos en los años 66-73 d.C.

Con todo, los primeros yacimientos


arqueológicos de edificios sinagogales en
Palestina (Galilea), en Asia Menor (Mileto,
Priene, Sardes) y Roma (cerca de Ostia),
datan del siglo I de nuestra era en adelante.
Las fortificaciones de Massada.
Vista de arriba
Las dos únicas sinagogas de Palestina pertenecientes a los tiempos de Jesús son
las de Massada (en el vertiente oriental de las montañas de Judá, al oeste del
Mar Muerto) y la del Herodíon (a unos kilómetros al sureste de Belén).

La de Massada tuvo dos épocas. En su forma original consistía en un edificio


rectangular de 15 por 12 con dos filas de columnas. El pavimento era de yeso
gris. La entrada estaba en el muro este; a la sala principal se llegaba a través de
un atrio.

Los zelotas introdujeron varias


modificaciones en su estructura:
quitando dos columnas, un muro e
instalando unos bancos escalonados
de piedra enfoscada de yeso a lo largo
de las paredes.

La sinagoga de Massada
El plano de la construcción herodiana recuerdan el de varias sinagogas de
Galilea. La sinagoga descubierta en Herodion es de tipo similar. Sin
embargo, era originariamente una sala del palacio herodiano reutilizada
como sinagoga, en la que los ocupantes de la fortaleza, durante la primera
sublevación judía, instalaron unos
bancos escalonados a lo largo de los
muros, construyendo cerca un baño o
ritual; este descubrimiento parece
menos significativo que el de
Massada, donde la sala en cuestión
parece haber sido construida
originalmente con fines religiosos.
La sinagoga de Herodion

Cabe añadir que, además de las dos sinagogas atestiguadas por los científicos y
eruditos, hay artículos en internet que habla sobre mas sinagogas descubiertas en los
últimos años, como la de Capernaum o Magdala, también de los tiempos de Jesús.
Por no tener material histórico para confirmar la autenticidad de lo que esta
publicado, me he limitado a las dos, arriba mencionadas.
A unos 12 kilómetros al sur de
Jerusalem, en un monte con forma de
cono truncado, que se eleva a 758 m.
por sobre el nivel del mar, se
encontraba Herodión, el palacio-
fortaleza construido por el rey
Herodes.
3.3. Las batallas dentro del campo de la arqueología

La mayoría de los datos históricos lo tenemos mediante la arqueología. Ésta


nos proporciona las fuentes de nuestros datos sobre el mundo bíblico
antiguo. En cuanto la mayoría de los datos sobre las sinagogas antiguas
provienen la Tierra Santa debemos observar que hay dos obstáculos que nos
obstrucciona en descubrir más.
a) las destrucciones que han sufrido las sinagogas a largo de los de los
tiempos, por la ira contra unos rebeldes y orgullosos judíos. Hay que
recordar que con la caída del Imperio Griego y la llegada del Imperio
Romano, la libertad del culto en las sinagogas ha sido disminuida. Luego,
después de la caída del templo en el año 70 d.C., también han sido
destruidas las sinagogas. Los cristianos y luego los musulmanes han hecho
lo mismo al largo de la historia de nuestra era.

Por lo tanto la mayoría de las sinagogas antiguas ya no existen. No podemos


saber con exactitud qué ha pasado, por ejemplo, con las más de 480
sinagogas en Jerusalén de los tiempos de Jesús.
b) El segundo motivo por lo cual la arqueología no nos puede dar más
datos es el trabajo de campo que muchas veces se hace imposible.

Recopilando unos datos entre una revista especializada (Rodrigo P. Silva


Excavando la verdad) descubrimos los siguientes:

"Un trabajo serio de excavaciones cuesta mucho dinero y trabas en


muchas burocracias. No alcanza, como suponen algunos, con colocar una
piqueta en la mochila, tomar un vuelo hasta Tel Aviv, Israel, y entonces
comenzar a hacer agujeros por todas partes, trayendo a casa aquello que se
encuentra.
Las dificultades comienzan al escoger el sitio (lugar para la excavación).
El Oriente Medio de hoy es un territorio con muchas metrópolis. Jerusalén, por
ejemplo, está creciendo rápidamente. Cada vez que tenemos la oportunidad de
volver allí, nos sorprendemos por la existencia de algunos edificios más que los
que habíamos visto en años anteriores. Como todo gran centro urbano, ese
crecimiento no siempre se da de modo controlado, y es difícil para las
autoridades administrar la eterna lucha entre los modernos emprendedores
inmobiliarios y los especialistas del departamento de antigüedades, que desean,
a toda costa, salvar un sitio más antes que verlo transformarse en los
fundamentos de un condominio residencial.
Cierta vez, converse con un ingeniero civil que admitió una práctica
condenable a la vista de cualquier historiador: ocultar evidencias
arqueológicas. Dado que el embargo de la obra producen pérdidas
económicas en un emprendimiento inmobiliario, muchos constructores
prefieren no informar a las autoridades el descubrimiento accidental de
un sitio arqueológico ubicado en el mismo lugar en el que pretendían
construir un edificio. La indemnización es muy reducida, dicen ellos, y
no llegar a cubrir los costos operacionales de la construcción. Por eso,
muchas estructuras de la antigüedad continúan permanentemente
pérdidas bajo las toneladas de cemento de una modernidad que no cesa."

Por lo menos estos dos razones no es sorprendente que no hay más datos
arqueológicos para atestar los antiguos y sencillos lugares de culto,
esparcidos por toda la ciudad, entre las casas de los vecinos de cada barrio
de hace mas de dos mil años..
CONCLUSIÓN
Hemos estudiado en este trabajo los datos que nos ofrece tanto la historia
bíblica, la historia talmúdica, los historiadores judíos mas antiguo y hemos
visto, también, los datos arqueológicos de las sinagogas más antiguas
encontradas.

No hay, por tanto, datos suficientemente claros para poder fijar con exactitud
cuando comenzaron a existir las sinagogas en Palestina o en la diáspora
como edificios o lugares de reunión. En todo caso, es de suponer que
nacerían poco a poco. A partir de la centralización del culto, con la reforma
del rey Josías (621 a.C. ) surgió la necesidad de ir buscando unos lugares de
oración sin cultos sacrificial fuera de Jerusalén; dada la importancia de la
Torá, esta sería leída y explicada a los judíos en estos lugares que, con el
transcurso del tiempo, se denominaría sinagogas.
Por lo cual, en los tiempos de Jesús la sinagoga era esparcida por todo el mundo
y es tan habitual, que tanto Jesús como sus apóstoles eran acostumbrados a
acudir a ella en cada sábado.
Hoy en día, la sinagoga sigue existiendo y es tan importante en la mentalidad
judía como los libros sagrados de la Ley. La sinagoga es, junto con la Biblia
Hebrea, el vehículo mas importante que ha asegurado a lo largo de la historia del
Pueblo de Israel, tanto la existencia del pueblo judío como su lengua y su
cultura. Es prácticamente un milagro que, un pueblo sin tierra puede existir
conservando sus valores espirituales, su cultura, sus tradiciones y su idioma a
través de casi dos milenios desde la destrucción del pueblo y su exterminación
por parte de los romanos.

Otro dato importante que me ha aportado este estudio, aunque no queda


reflejado en el trabajo por la falta de contexto histórico, es la reproducción de la
sinagoga judía en la nueva iglesia cristiana de los primeros siglos.
Prácticamente, los discípulos de Jesús, acostumbrados de acudir a la sinagoga,
poco a poco, reproducen otro lugares de culto y enseñanza, que tienen un gran
parecido a la sinagoga judía, tanto en la forma de gobernarse como en la
apariencia física del lugar de oración o de los servicios practicados dentro del
culto. A largo del tiempo hay un interesante paralelismo entre las dos
instituciones.
BIBLIOGRAFÍA
ANDRE, P. El mundo judío en tiempos de Jesús. Historia Política. Madrid,
España: Ediciones Cristiandad, 1982.

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BIBLIA del pastor, versión Reina Valera 1995. (1ª ed.). Madrid, España: Safeliz
S.L., 2015.

EDERSHEIM, A. Usos y costumbres de los judíos en los tiempos de Cristo.


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FLAVIO, J. Obras completas de Flavio Josefo, en 5 volúmenes traducidos del


griego al español por Luis Farré. (Buenos Aires: Acervo Cultural / Editores,
1961.) Vol. 5: Contra Apión.

ORREGO, A.D. Diccionario Adventista del Séptimo Día, (1ª ed.). Buenos Aires,
Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995.
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Almendro, 1988.

SCHÜRER, E. Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús (Tomo II).


Madrid, España: Ediciones Cristiandad, S.L., 1995.

SILVA, R. P. Excavando la verdad. Sao Paolo, Brasil: Asociación Casa


Editora Sudamericana, 2012.

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