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LA ANOREXIA Y BULIMIA

(DESDE UNA PERSPECTIVA


PSICOANALÍTICA)
Anorexia Nerviosa: criterios diagnósticos
A. Restricción de la ingesta energética en relación con las necesidades, que conducen a
un peso corporal significativamente bajo con relación a la edad, el sexo, el curso del
desarrollo y la salud física.
B. Miedo intenso a ganar peso o engordar
C. Alteración en la forma en que uno mismo percibe su propio peso o constitución
Especificar si:
(F50.01) Tipo restrictivo: Este subtipo describe presentaciones en las que la pérdida de peso
es debida, sobre todo a la dieta, el ayuno y/o el ejercicio excesivo.
(F50.02) Tipo con atracones/purgas: el individuo ha tenido episodios recurrentes de atracones o
purgas (es decir, vómito auto provocado o utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o
enemas)
Bulimia nerviosa: criterios diagnósticos
A. Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos
siguientes:
1.- Ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un periodo cualquiera de dos
h), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las
personas ingerirían en un periodo similar en circunstancias parecidas.
2.- Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej.,
sensación de que no se puede dejar de comer o controlar lo que se ingiere o la cantidad de
lo que se ingiere)
B. Comportamientos compensatorios inapropiados recurrentes para evitar el aumento de peso,
como el vómito auto provocado, el uso incorrecto de laxantes, diuréticos u otros medicamentos, el
ayuno o el ejercicio excesivo

C. Los atracones y los comportamientos compensatorio inapropiados se producen, de promedio, al


menos una vez a la semana durante tres meses.
D. La autoevaluación se ve indebidamente influida por la constitución y el peso corporal.
E. La alteración no se produce exclusivamente durante los episodios de anorexia nerviosa.
Desde el punto de vista psicoanalítico

la clasificación de la anorexia y la bulimia como trastornos


alimentarios y de la ingestión de alimentos (DSM V) conduce a
un doble error:

• Presupone que el TA es una entidad nosológica per se (en sí misma)


• En Psicoanálisis se ponen de manifiesto que se trata de un SÍNTOMA o La categoría de TA sitúa a la anorexia y la
con- junto de síntomas (síndrome) que se pueden desarrollar en bulimia en el plano de la conducta
diversos cuadros psicopatológicos y en diferentes estructuras de manifiesta; pero si las definimos como
personalidad. síntomas es porque entendemos que
• Estos trastornos son trans-estructurales y trans-nosográficos (no tales trastornos tienen un valor
remiten a una categoría diagnóstica ni a una estructura específicas, sino simbólico, es decir, han de ser
que se trata de un síndrome que da cuenta de una problemática descifrados para acceder a la
psicopatológica que es necesario comprender como proceso)
significación que tienen para el
• Pueden ser más o menos masivos y transitorios. sujeto que los padece.
• Suelen presentarse en personalidades histéricas u obsesivas -aunque el
síntoma mismo se aproxima a los de carácter histérico.
El síntoma como un
mensaje cifrado que revela y encubre al mismo tiempo ciertos deseos,
angustias y conflictos de una persona (Inconsciente)
(simbólico)

Para acceder al sentido inconsciente : se debe recurrir a las


asociaciones verbales del sujeto, que abrirán el camino a la
expresión de aquello que había sido reprimido.

El psicoanálisis sustituye el modelo médico por la clínica de la escucha: se ofrece al paciente la


posibilidad de hablar, puesto que sólo en su discurso podrá emerger su propia subjetividad, en la
medida en que logre poner en palabras aquello que se manifestaba como síntoma.
• En la anorexia y bulimia: el sujeto y su •La mirada médica cierra toda
palabra quedan borrados a favor de los posibilidad de interrogación y
actos: ingesta de alimentos, rituales cuestionamiento con respecto
relacionados con ella, vómitos, las a su ser y a su deseo (que es
lo que está en juego en estos
purgas pasan a un primer plano en su
casos).
vida.

• La concepción del síntoma (lo simbólico)


como sustituto de aquello que no se
puede poner en palabras no supone que
haya un significado único y común a • Por tanto la anorexia y la bulimia
tendrán tantos sentidos
todas las personas que lo padecen: es
diferentes como pacientes
necesario buscar su significación en cada aquejados por ellas nos
caso puesto que es el resultado de un dispongamos a escuchar.
proceso singular: la historia de las
relaciones intersubjetivas en cuyo seno
se constituyó el sujeto.
En la medida en que afectan al cuerpo de las
pacientes, responden a una compleja
problemática subjetiva :

a. La anorexia, bulimia y la
construcción cultural del
cuerpo femenino

b. Anorexia, bulimia y crisis


narcisista de la
adolescencia
a. La anorexia y la construcción cultural del cuerpo femenino

Los ideales (esbeltez, belleza, responsables, en parte, del malestar femenino


dietas, etc.) vinculados a la en nuestra cultura en tanto coadyuvan a la
feminidad que dominan el subordinación social, legal, económica y
imaginario social (occidental) familiar de las mujeres, imponiendo unos
modelos de identidad

Para amoldarse a ellos, cada una a de recortar algo de sí misma: ya sea


que se trate de deseos, necesidades, aspiraciones o potencialidades
personales.
La renuncia, represión y alienación que generan esos ideales se pagan,
como ha mostrado Freud, al precio de las neurosis u otras patologías.
A la imagen corporal ideal
(exigencias interiorizadas de
manera relativa y con
flexibilidad en mujeres
“normales” pero que son
asumidas como exigencias
absolutas por las anoréxicas)
Los conflictos inducidos por los
modelos de identidad femenina Estos medios no sólo responden a la norma
sino que funciona como estrategia de
(occidentales): normalización (Susan Bordo), que busca la
producción de cuerpos dóciles, capaces de
auto-control y de auto-disciplina, dispuestos
a transformarse y a mejorarse al servicio de
las normas sociales y de las relaciones de
A los medios prescriptos para dominio y subordinación imperantes.
alcanzarla: dietas liquidas,
cirugías de estomago,
liposucción, gimnasia
las representaciones del cuerpo
compulsiva, etc. (practicas (científicas, filosóficas, estéticas)
patológicas) operan como regulaciones prácticas
que no sólo modelan sino que
también construyen el cuerpo
viviente.
La anorexia, en consecuencia, expresa una paradoja: se trata del deseo
de controlar el cuerpo -cuando es imposible controlar alguna otra cosa-
y de lograr la autonomía -no depender de nada ni de nadie- pero el
control acaba por escapar al control y debilita tanto a quien la padece
que debe ser hospitalizada y pasa así a depender totalmente de los
otros
b. Anorexia, bulimia y crisis narcisista de la adolescencia

La anorexia y bulimia corresponden a un fracaso en la resolución de


la crisis adolescente.
la adolescencia no es solo una etapa evolutiva sino que está marcada
por el enfrentamiento del sujeto con ejes básicos de nuestra
existencia: la sexualidad y la mortalidad.
El reconocimiento de estos ejes producen: angustia, la incertidumbre
y la herida narcisista y estarán presentes a lo largo de toda nuestra
vida (aunque son atenuadas o encubiertas por las máscaras de la
adultez y la madurez)
Freud observaba que en se produce una reedición del complejo de Edipo que sólo
la pubertad (segundo se resuelve mediante la intervención definitiva e
inexorable del tabú del incesto ("exigencia civilizadora"
florecimiento de la que actúa especialmente en la adolescencia)
sexuación)

esto

Conduce a la ruptura generacional y a la liberación de la


autoridad de los padres.
Pero la metamorfosis corporal que se produce en este
momento supone, desde el punto de vista pulsional, una
excitación somática difícil de procesar psíquicamente.

El pasaje por la situación idílica hace posible la articulación simbólica de la diferencia entre
los sexos y la diferencia entre las generaciones.
Es decir, genera una intensa angustia y evoca, al mismo
tiempo, los fantasmas y recuerdos de carácter libidinal
referidos a la sexualidad infantil pregenital.

De modo que la modificación corporal despierta, y se convierte


en representante de: fantasías inconscientes en las que se
articula el deseo; simultáneamente, aquella transformación
produce una herida narcisista que afecta al yo o, en su caso,
revela en este momento su fragilidad.

Esto conduce a apartar la libido de los objetos y


retornar al autoerotismo que proporcionó la
satisfacción sexual en la infancia.
Este redescubrimiento del cuerpo se convierte en el centro de las preocupaciones
del sujeto, al tiempo que el yo (que es entre otras cosas un yo corporal) sufre a su vez
una serie de transformaciones, especialmente en lo que respecta a la imagen de sí,
que se viven como pérdidas:

b. La pérdida de la c. La pérdida de la figura de los


representación narcisista del padres como soporte del ideal del yo
infantil (en función de la ruptura
niño o niña ideal, es decir, el generacional asociada a la
a. La pérdida de la imagen de sí narcisismo del niño va ligado a instauración del tabú del incesto),
mismo que se había elaborado en
su forma corporal ( que en que relanza la dialéctica
la infancia y alcanzado cierta
esta etapa pasa por un identificación/separación, esto le
estabilidad en el periodo de
reconocimiento) dará lugar a hace revivir el drama de la
latencia separación originaria, de la
una profunda herida decepción inicial consecutiva al
narcisista. desprendimiento irreparable del
otro.
en el terreno de la pulsión sexual

se despliega tanto crisis narcisista


características de
esta crisis:
el yo corporal

el goce mortífero asociado a la liberación de la


pulsión de muerte.
a. La crisis narcisista incluye también una amplia problemática referida a la
autopercepción puesto que en la adolescencia "normal" es frecuente
encontrar una distorsión -mayor o menor- de la imagen de sí mismo: la
imagen corporal que devuelve el espejo no corresponde a la auto-
representación estructurada a lo largo del periodo de latencia, por lo que se
experimenta al cuerpo como ajeno y desconocido.
En casos extremos - como sucede en la anorexia- la distorsión producida
por la impronta del cuerpo fantasmático en el cuerpo real puede llegar a
configurar un verdadero delirio corporal.
b. Freud afirmaba que el punto más espinoso del sistema narcisista
corresponde a la creencia en la inmortalidad del yo; la imposibilidad de
seguir afirmándola impone el reconocimiento de la finitud de la existencia
En consecuencia, el reconocimiento de la sexuación y el de la mortalidad
(renuncia a la inmortalidad) son, en cierto modo dos caras de la misma
moneda.
Parte importante de la psicopatología específica de la adolescencia -tal como
sucede en las anorexias y bulimias- se vincula con la imposibilidad de
asumir esta doble herida narcisista y a las correspondientes operaciones
defensivas con las que se intenta neutralizarla.
c. Los conflictos de los adolescentes con sus padres constituyen un signo
del proceso de diferenciación que es esencial en la estructuración del
sujeto. Se habla de la alienación (identificación fusional con el otro) y la
separación como momentos fundantes en la génesis del sujeto deseante. En
consecuencia, la nueva identidad que se configura en la adolescencia no es
una síntesis o integración de las identificaciones infantiles sino que
consiste, esencialmente, en la destrucción de aquellas

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