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MAGNITUD APARENTE Y

ABSOLUTA
MAGNITUD APARENTE Y ABSOLUTA FORMULAS
• La magnitud aparente
• Venus, en su fase más brillante, tiene una magnitud aparente de -4,9 (tan baja que llega a emitir sombras en nuestro planeta).
• La magnitud aparente es el concepto más simple de entender. No se trata más que de una cifra que nos sirve para indicar el brillo de un
objeto celeste tal y como es observado por una persona en la Tierra, ajustado a la cantidad de luminosidad que tendría en la ausencia
de atmósfera. La parte que puede resultar confusa, sin embargo, es que cuanto más brillante sea un objeto, más bajo es el número que
utilizamos. Es decir, el Sol, que es el objeto con mayor magnitud aparente que podemos observar, tiene una magnitud aparente de -
26,74.
• La escala es inversa porque sigue un criterio que se comenzó a utilizar en la Antigua Grecia, en la que se dividía las estrellas visibles a
simple vista en seis magnitudes. Las estrellas más brillantes eran de primera magnitud, mientras las más débiles eran de sexta
magnitud, que es el límite de percepción visual a simple vista (con un telescopio podemos ver objetos aun más tenues). Por lo que
sabemos, parece que el sistema lo popularizó Ptolomeo (gracias a su obra, Almagesto) pero fue creado por Hiparco.
• En cualquier caso, era un sistema más bien rudimentario, así que en 1.856, Norman Pogson (un astrónomo inglés) lo formalizó
definiendo que una estrella de primera magnitud es aquella que tiene cien veces el brillo de una estrella de sexta magnitud. Es decir, es
una escala logarítmica, en la que la magnitud de una estrella es 2,512 veces superior a la de una estrella de magnitud+1. El único
cambio, en la actualidad, es que Pogson definió su escala usando como referencia la estrella Polaris (la estrella polar), a la que dio una
magnitud aparente de 2, pero Polaris es una estrella variable, así que se cambió la referencia a Vega, utilizando su brillo como la
definición de la magnitud cero.
• Alfa Centauri, la estrella más cercana a la Tierra, tiene una magnitud aparente de 0,27.
• Vega es la estrella que usamos como referencia, pero hay algunas más brillantes (y no incluimos los planetas) en el firmamento, y por
supuesto, la mayoría de planetas del Sistema Solar. De ese modo, el Sol es el objeto con la magnitud aparente más elevada que
podemos observar, seguido de la Luna, que tiene una magnitud aparente de -12,74, es decir, tiene un brillo 400.000 veces inferior al del
Sol. Los planetas tienen diferentes magnitudes aparentes, y se intercalan con las estrellas que podemos observar, así en orden
descendente tenemos a Venus (-4,9), Júpiter (-2,94), Marte (-2,91), Mercurio (-2,45), Saturno (-0,49), Urano (5,32, es decir,
relativamente cerca del límite observable a simple vista) y Neptuno (7,78, por debajo de lo que se puede observar a simple vista).
• La estrella más brillante, como probablemente sepas, es Sirio, con una magnitud de -1.47, seguida de Canopus con -0,72, Alfa Centauri
con -0,27, Arturo con -0,04 y Vega, que tiene una magnitud aparente de 0,03. Si siguiésemos descendiendo en la lista, nos
encontraríamos con otros objetos interesantes, como la Galaxia de Andrómeda (3,44) o la Galaxia del Triángulo (5,72) que se utiliza
como prueba para saber si nuestros ojos se han adaptado a la oscuridad para ver el cielo nocturno a simple vista (de media,
necesitamos unos 20-30 minutos para que nuestros ojos se adapten a la oscuridad y poder ver la luz de los objetos más tenues).
• Ese límite inferior para nuestra vista está en 6,5 en cielos extremadamente oscuros, que nos permite apreciar unas 9.500 estrellas en el
firmamento. El telescopio Hubble es capaz de distinguir objetos con una magnitud aparente de 31,5.
MAGNITUD ABSOLUTA - 2
• La magnitud absoluta
• La galaxia de Andrómeda tiene una magnitud absoluta de -21,5 (y una magnitud aparante de 3,44).
• Si la magnitud aparente es el brillo de un objeto visto desde la Tierra, la magnitud absoluta es el brillo que tendría
un objeto cualquiera a 10 pársecs (32,6 años-luz) de distancia de nuestro planeta. De esta manera, podemos
comparar la cantidad de energía que emite cada objeto por sí mismo, ya que no tenemos que incluir el cambio de
brillo que provocaría la distancia a la que se encuentran de nosotros en realidad.
• Funciona de una manera similar a la escala de magnitud aparente, así que una diferencia de una magnitud
corresponde a 2,5 veces el brillo, y también es una escala inversa. La Vía Láctea, por ejemplo, tiene una magnitud
absoluta de -20,5. Un objeto que tuviese una magnitud absoluta de 25,5 sería 100 veces más brillante que la Vía
Láctea. En realidad, para las galaxias es un poco más complejo porque tienen tamaños muy superiores a 10 pársecs,
así que lo que hacemos es medir toda la luz que emite el objeto y tratar ese brillo como el que se emitiría desde un
único punto en el espacio.
• Muchas de las estrellas que podemos ver a simple vista tienen magnitudes absolutas tan bajas que, si realmente
estuviesen a 10 pársecs de distancia de nuestro planeta, emitirían sombras. De ellas, la más luminosa sería Deneb,
con -8,38, seguidas por Rigel, -7,92, Betelgeuse, -5,92… Por otro lado, las estrellas más cercanas tienen una
magnitud absoluta más alta. El Sol, a pesar de ser la estrella más cercana a nosotros, tiene una magnitud absoluta
de 4,83 (es la estrella que se utiliza como referencia), mientras que Sirio tiene una magnitud absoluta de 1,4 (es más
brillante que el Sol).
• En general, las magnitudes absolutas de las estrellas van desde -10 a +17, mientras que las galaxias tienen
magnitudes mucho más bajas. La Vía Láctea tiene una magnitud absoluta de -20,5, y la galaxia elíptica M87 tiene
una magnitud de -22.
• La contaminación lumínica
• Comparación entre el cielo en una zona rural y el cielo en una zona urbana.
• La contaminación lumínica hace que la cantidad de estrellas que podemos apreciar a simple vista se reduzca
ostensiblemente en las grandes ciudades. De esa magnitud aparente de 6,5, tenemos que escalar hasta la magnitud
3 (o 4 quizá en ciertas condiciones) para poner el límite en objetos que sí podemos apreciar a simple vista. Puede
parecer un cambio poco importante, pero hace que la mayor parte de habitantes de las grandes ciudades nunca
hayan visto muchos de los objetos celestes más populares.
• Mientras que con un cielo completamente oscuro (alejado de la contaminación lumínica de las grandes ciudades)
podemos llegar a apreciar hasta 9.500 estrellas, en una gran ciudad esa cantidad se reduce drásticamente hasta
LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
• La contaminación lumínica
• Comparación entre el cielo en una zona rural y el cielo en una zona urbana.
• La contaminación lumínica hace que la cantidad de estrellas que podemos apreciar
a simple vista se reduzca ostensiblemente en las grandes ciudades. De esa
magnitud aparente de 6,5, tenemos que escalar hasta la magnitud 3 (o 4 quizá en
ciertas condiciones) para poner el límite en objetos que sí podemos apreciar a
simple vista. Puede parecer un cambio poco importante, pero hace que la mayor
parte de habitantes de las grandes ciudades nunca hayan visto muchos de los
objetos celestes más populares.
• Mientras que con un cielo completamente oscuro (alejado de la contaminación
lumínica de las grandes ciudades) podemos llegar a apreciar hasta 9.500 estrellas,
en una gran ciudad esa cantidad se reduce drásticamente hasta quedarse en tan
sólo 90 estrellas visibles (en el centro de ciudades como París o Madrid). Por eso, si
nunca has visto el cielo nocturno lejos de una gran ciudad, es recomendable que
no dejes escapar la oportunidad cuando se te presente. Con un poco de suerte,
podrás ver hasta los brazos de la Vía Láctea en el firmamento…
FORMULA QUE RELACIONA LAS DOS
MAGNITUDES
• Magnitud aparente y magnitud absoluta
• Si colocásemos todas las estrellas a la misma distancia de nosotros y midiésemos sus brillos, se obtendría la
magnitud absoluta.
• De los 100.000 millones de estrellas de nuestra galaxia, sólo unas 6000 pueden ser observadas a simple vista. La
estrella más cercana a nuestro Sol es Próxima Centauri, uno de los componentes de la estrella triple (?) Centauri,
que está a 4,22 años luz, unos 40 billones de kilómetros de la Tierra.
• Es fácil comprobar que todas las estrellas no son iguales, unas brillan más que otras. Esto se debe a dos factores:
el tamaño y la distancia a la que se encuentran.
• El sistema para medir el brillo de las estrellas se debe al astrónomo griego Hiparco, que vivió en el siglo II a. C. Para
él todas las estrellas se encontraban en la bóveda celeste, a la misma distancia de la Tierra. Basándose en este
criterio Hiparco clasificó las estrellas más brillantes perceptibles a simple vista como de 1ª magnitud, y las más
débiles como de 6ª magnitud. Para la magnitud 1 se tomaron de referencia las estrellas Aldebarán y Altair.
Actualmente, este sistema se ha ampliado a objetos más débiles pero la regla es la misma: cuanto más débil es un
objeto, mayor es su magnitud. Los cuerpos celestes muy brillantes tienen magnitudes negativas.
• El Sol tiene magnitud -26,8. Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno, luce con magnitud -1,4. Vega tiene
magnitud 0. Las estrellas del Carro, tienen magnitud 2. Una diferencia de 5 magnitudes significa una diferencia de
100 veces en brillo. Los objetos más débiles que pueden detectarse con grandes telescopios tienen magnitudes en
torno a +30.
• Si colocásemos todas las estrellas a la misma distancia de nosotros y midiésemos sus brillos, se obtendría la
magnitud absoluta. La definición astronómica de magnitud absoluta de una estrella es la magnitud aparente que
mostraría esa estrella si se la colocase a una distancia de 10 pársecs, o 32,6 años luz. El Sol brillaría con una
magnitud absoluta + 4.8, casi 10 magnitudes (10.000 veces) más débil que la supergigante Betelgueuse, que tiene
magnitud absoluta -5.0.
• Para calcular la magnitud absoluta basta sólo con aplicar una sencilla formula:
• M = m + 5 – log d
• donde M y m son las magnitudes absoluta y relativa y d es la distancia de la estrella a la Tierra.

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