Está en la página 1de 11

Elección de Pareja

Departamento de Filosofía
Profesor: Dr. Carlos Ignacio Soto Olhabé
Curso: III Medio
Liceo Bicentenario de Excelencia San Pedro
• El amor es ese gran desconocido, a pesar de que tengamos de él numerosas
definiciones.

• ¿Por qué desconocido? Porque es curioso cómo empiezan, cómo se


mantienen y cómo terminan algunas historias de amor y precisamente la
curiosidad viene por el desconocimiento que tenemos en cuanto a la
responsabilidad que nos toca asumir.
• Nuestra elección de pareja nunca es
casual. Para elegirla utilizamos
mecanismos conscientes e
inconscientes (sin olvidar los
sociales y biológicos) que nos
impulsan a hacer nuestro propio y
único proceso de selección. De esta
manera, los mecanismos más
conscientes radican en el hecho de
elegir a quien nos agrada por las
cualidades que para nosotros son
atractivas (afinidad en algún hobby,
belleza…) y como algo consciente
decimos; “me gusta porque es
guapo/a, me gusta porque
comparte mis mismas aficiones…”
• Los mecanismos inconscientes a la hora de elegir a nuestro compañero/a
tienen mucho poder. Pensamos y sentimos “Me gusta él/ella porque es
simpático/a, porque es generoso, porque es educado/a, porque es detallista,
porque me cuida…”
• Para Freud (1914) existen dos tipos de elección de pareja. La primera viene
dada conforme al tipo de apoyo (el tipo de vínculo que se establece entre
madre e hijo marcará el tipo de vínculo que se hará posteriormente. De aquí
surge la idea de buscar referentes posibles madre-padre) La segunda se
basa conforme al tipo narcisista (“me gustas porque yo te gusto, me atraes
porque soy importante para ti”).
• Siguiendo la línea de Freud, Melanie Klein también hizo hincapié en los
mecanismos inconscientes en la elección de pareja:

“no debemos olvidar que el hombre desea recrear en sus relaciones


amorosas su impresión infantil ante la persona amada y las fantasías que
tuvo con ella. Muchas impresiones completamente olvidadas-reprimidas-
contribuyen así, para que una persona resulte para determinado individuo,
más atractiva que las demás en el terreno sexual y en otros”
• De esta manera no es en vano que nos fijemos en alguien cariñoso si nosotros
tenemos por ejemplo una necesidad imperiosa de cariño. Siguiendo con la
línea psicoanalítica el termino colusión (juego inconsciente) fue una
aportación que aplicado a la pareja se definió como “un acuerdo
inconsciente que determina una relación complementaria en la cual
cada uno desarrolla partes de uno mismo que el otro necesita y
renuncia a partes que proyecta sobre el cónyuge”
• En resumidas cuentas; “yo renuncio a una parte de mi para dártela a
ti” Cada miembro de la pareja, elige un rol inconscientemente que
ejercerá y que determinará su manera de amar en esa relación.
Expliquémoslo mejor con un ejemplo; “me gusta porque me cuida”
aquí tenemos al cuidador-cuidado. Yo te cuido, o sea potencio eso de
mí y entonces rechazo ser cuidado para cuidarte a ti y al revés. .
• En toda pareja se establecen grados de
colusión y no siempre son negativos,
solo cuando se vuelven rígidos. El caso
rígido sería por ejemplo “siempre soy
cuidado y no me dejo cuidar nunca”.

• Todo irá bien hasta el día que deje de


gustarte que yo te cuide porque
inconscientemente dejaré de ejercer mi
rol y eso ya no será atractivo para mí
porque necesito cuidar a alguien, aunque
conscientemente yo no lo sepa.
• El tema es extenso y hay diversas teorías que intentan explicar el por qué de la
atracción hacia aquel o aquella y no hacia el otro/a aunque sea más más
guapo/a o más divertido/a.
• Elegimos sabiendo y sin saber y
aunque existan motivos conscientes
e inconscientes en esa elección los
patrones conductuales suelen
repetirse a lo largo de la vida. Es
probable, que todas nuestras
parejas hayan tenido algo en común
o que tengamos siempre la
tendencia a hacer el mismo tipo de
vínculo en nuestras relaciones.

También podría gustarte