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EL SISTEMA
DENTARIO
ODONTÓN
Cemento
Periodonto Parodonto de
Cortical alveolar inserción
Parodonto
Encía Parodonto de
Adherencia epitelial protección
Membrana de Nasmyth
Funciones de los dientes y del
sistema dentario
Las funciones que cumplen los dientes por sí
mismos o integrando entidades más amplías
como el sistema dentario y el aparato masticador
son cuatro: masticatoria, fonética, estética y de
preservación. En lo referente a la función
masticatoria, deberá considerarse el papel que la
misma desempeña en el desarrollo de los
maxilares.
1. FUNCIÓN MASTICATORIA
La acción de la masticación está destinada a producir la
segmentación de las partículas alimenticias, para lo cual
debe vencer la resistencia que éstas oponen. En el
proceso intervienen dos factores fundamentales: las
fuerzas representadas por los músculos de la
masticación y los dientes, que las transmiten al
alimento.
Fick opina que la potencialidad de los músculos
masticadores puede estimarse en 400 kg a razón de 10
kg por cada centímetro cuadrado de sección muscular.
Según Schröder, la masticación de pan seco requiere de
80 a 120 kg de presión; insalivado, sólo 22 kilogramos.
Los movimientos de la mandíbula
inferior determinan que se
produzcan diferentes estadios en las
relaciones de contacto de los dientes
antagonistas.
A nivel de los incisivos, se verá que
éstos cortan realmente cuando los
inferiores establecen relación borde
con borde con los superiores.
Pero cuando el ascenso de los
dientes inferiores provoca la relación
de antagonismo entre el borde
cortante y el área incisa! de la cara
vestibular del incisivo inferior,
respecto de la zona incisal de la cara
palatina del diente superior, se
producen dos acciones: a) de corte
entre la arista del borde cortante y la
cara palatina del superior, y b) de
fricción entre vestibular inferior y
palatino.
La acción muscular, se admite que los músculos
masticadores del grupo superior (temporal, masetero y
pterigoideo interno) pueden ejercer una presión de
hasta 200 ó 300 libras (90 a 136 kilogramos), se
conceptúa como excepcional que sobre cualquier diente
se produzca una fuerza superior a los 45 kg. El límite de
esta intensidad no reside en las posibilidades musculares
sino en la capacidad del diente y del periodonto para
soportar fuerzas musculares superiores sin reaccionar.
Valores que Tylman consigna como promedio, en lo
que se refiere a las presiones o fuerzas que se operan
sobre cada diente, expresados en kilogramos.
Superior Diente Inferior
19 incisivo central 15
15 incisivo lateral 22
22 canino 26
31 primer premolar 32
30 segundo premolar 28
36 primer molar 34
35 segundo molar 33
23 tercer molar 40
La eficiencia masticatoria parece
depender en parte de la forma de los
arcos dentarios; la forma elíptica sería
la más conveniente. Es mayor entre los
20 y 25 años, por cuanto ya se ha
cumplido el proceso eruptivo, no
existen lesiones en los tejidos de sostén
ni desaparición masiva de piezas
dentarias y las fuerzas musculares han
llegado a un buen grado de desarrollo.
La masticación no se reduce al choque
de las superficies dentarias
antagonistas.
Papel de la función masticatoria en el
desarrollo de los maxilares. El tamaño
y forma de los maxilares están en
relación con el tamaño, forma y
número de los dientes que alojan.
Como consecuencia de la dinámica masticatoria, los
dientes producen modificaciones en la forma y tamaño
del hueso. Ello puede ocurrir:
En la estructura trabecular; se constituyen líneas de mayor
condensación ósea, con orientaciones definidas, que sirven
como elementos de conducción, dispersión y absorción a las
fuerzas que se trasmiten de los dientes al hueso durante la
masticación. De la intensidad y dirección de esas fuerzas
dependen su aparición, su mayor o menor desarrollo y su
sentido direccional.
En las corticales: su grosor dependerá de la intensidad de las
fuerzas masticatorias que deban absorber.
En las áreas de inserción de los músculos de la masticación,
donde se produce una moderación de la superficie ósea,
apareciendo crestas, espinas, etc.
2. FUNCIÓN FONÉTICA
De los tres elementos que, componen el aparato
de la fonación: fuelle respiratorio, aparato
glótico y aparato resonador, la boca integra este
último junto con las fosas nasales y la faringe.
En la boca, pues, se modifica el sonido emitido
en la laringe al paso de la corriente de aire
pulmonar.
La locución normal se produce en óptimas
condiciones cuando la boca se encuentra
entreabierta.
Las piezas dentarias participan en dos formas en
la fonación. En conjunto lo hacen como parte
integrante de la cavidad bucal que, a manera de
caja de resonancia, se modifica para producir los
diversos sonidos. En forma individual, igual que
los procesos alveolares, bóveda palatina y velo
del paladar, los dientes intervienen como
elementos pasivos en relación con la lengua o
labios, que participan activamente en la
articulación del sonido.
3. FUNCIÓN ESTÉTICA
No la cumplen los dientes sólo por lo
agradable que resulta su presencia.
Integran junto con los maxilares la
armazón donde se apoyan las partes
blandas, y son, por tanto, responsables
de la posición que adopta la
musculatura facial.
Case estableció hace ya mucho tiempo:
"La parte principal de la fisonomía
humana susceptible de ser embellecida
moviendo los dientes y los procesos
alveolares, es aquella comprendida por
los labios superior e inferior, la parte
inferior de la nariz, limitada lateralmente
por las líneas nasolabiales y debajo por
el mentón". Llamó Case a esta zona
"área dentofacial o área cambiable",
para oponerla a otras donde los rasgos
son estables o inmodificables.
Distintos autores enuncian conceptos
acerca de los segmentos y
dimensiones que deben considerarse.
Citemos como ejemplo las ideas de
Goo-friend, quien entiende que la
distancia entre la pupila del ojo y la
comisura bucal debe ser igual a la que
media entre la raíz de la nariz y el
mentón
La presencia de dientes que
establezcan relación de oclusión
central regula la dimensión vertical.
Cuando por ausencia parcial o total de
los dientes se produce una
disminución de esa dimensión, la
mandíbula asciende y se propulsa;
aparece así la característica "cara de
viejo".
La carencia total o parcial de los elementos del
sistema dentario provoca deformaciones de
mayor o menor grado, en relación directa con la
magnitud del déficit.
El masetero, potente músculo elevador de la
mandíbula, cuando no ejerce su acción en la
plenitud de sus posibilidades comienza a
retraerse.
FUNCIÓN DE PRESERVACIÓN
Además de sus clásicas funciones, masticatoria, fonética
y estética, el diente merced a su forma cumple la
función de asegurar su propia posición en el arco
tratando de evitar posibles desplazamientos, y como
consecuencia de ello mantiene la integridad de los
tejidos paradentarios.
Podemos dividir a la forma dentaría en dos grandes
zonas; la primera está destinada específicamente al
trabajo masticatorio, es de menor extensión, se ubica
sobre la corona y corresponde a las áreas que pueden
considerarse activas en la relación oclusal con los
antagonistas.
La segunda, mucho mayor, está integrada por el
resto de la corona y por la raíz, y procura la
estabilización de la pieza dentaria. Una compleja
serie de características de la forma dentaria
(convexidades de las caras libres, convergencias
de las proximales, etc.) presentes en esta
porción, deben cumplir eficientemente su
cometido para que el diente asegure su propio
mantenimiento y desempeñe con eficacia sus
funciones.
CARACTERES GENERALES DE
LOS DIENTES
Examinaremos ahora dichas características
como la forma de implantación de los dientes, se
presentan con llamativa coincidencia en los
grupos familiares, circunstancia que induce a
pensar en la existencia de factores hereditarios e
incluso en la influencia de factores raciales.
1. Color
La corona del diente bien
calcificado es de color blanco
amarillento en los permanentes,
y blanco azulado en los
temporarios. En el mismo diente
existen diferencias de tonalidad,
siendo más oscura la porción
cervical que el borde incisal, por
cuanto éste presenta menor
espesor y está formado sólo por
esmalte —que es traslúcido— y
debe su color a la dentina
subyacente.
Queda entonces establecido
que el color del diente es el de
la dentina.
En el mismo arco dentario los
incisivos son algo más claros
que los molares. En el canino
se aprecia un aumento de la
tonalidad con respecto a sus
dientes proximales. En cuanto
al cemento, es más gris que el
esmalte.
Cuanto más amarillo es el
diente, más acentuada es su
calcificación. En cambio, un
color coronario blanquecino,
blanco lechoso o azulado,
indica en los dientes
permanentes la existencia de
una hipo-calcificación.
Los dientes cuyos portadores
pertenecen al sexo femenino suelen ser
más blanquecinos que los del sexo
masculino, como índice de menor
calcificación.
Debe tenerse presente que en la
apreciación del color de la pieza
dentaria in situ, influyen: el tipo de luz,
la forma en que ésta llega al diente y la
9 naturaleza de la superficie iluminada.
Iwansson afirma que el diente participa
de los fenómenos ópticos de
refracción.-y difusión de la luz. Cuando
el haz luminoso llega a una superficie
lisa, y uniforme, el rayo se refleja
totalmente, dando así sensación de
brillo.
En las superficies irregulares y no
pulidas se produce una reflexión difusa,
determinando imágenes blanquecinas.
La diferencia de color entre cervical e incisal en un
mismo diente responde parcialmente a la
circunstancia de que en cervical se produce la
reflexión de la luz en una superficie traslúcida,
mientras que por dentro de ella existe una superficie
mate; en cambio, en incisal, íntegramente formado
por esmalte, debido a la traslucidez de este tejido
parte del haz lumínico pasa al interior de la cavidad
bucal y sólo una fracción es reflejada.
No debe despreciarse el caudal luminoso que ha
penetrado en la cavidad bucal y que, reflejado por las
paredes endoorales, vuelve al exterior atravesando el
borde incisal.
También es importante consignar que la ordenación
de los dientes, en forma de arco, y su relación con
los labios, permiten visualizar mejor los dientes
anteriores que son los mejor iluminados, razón por
la cual los incisivos centrales aparecen como más
blancos que los laterales y éstos a su vez más que los
caninos.
En determinadas áreas
geográficas. Cuando el agua
contiene flúor en una proporción
superior al 1,5 en 1,000.000
ocasiona, en quienes la ingieren en
el momento de la mineralización,
coloraciones anómalas que van
desde el blanco lechoso hasta el
marrón oscuro. Ello se produce
como consecuencia de
modificaciones registradas en los
cristales de apatita bajo la acción
del exceso de flúor.
Estos dientes así coloreados se
denominan veteados y han
demostrado poseer una menor
proclividad a las caries.
2. Tamaño
Es variable, de acuerdo con las características
del sujeto portador.
Las razas provistas de macizos faciales muy
amplios poseen dientes de gran tamaño con
raíces bien desarrolladas, a la inversa de lo que
ocurre en aquellas otras en las que el
desarrollo craneal predomina sobre el facial.
Los dientes de individuos del sexo femenino
son en general más pequeños y delicados que
los del sexo opuesto.
En relación con el sexo pueden anotarse algunas
características especiales, aprovechables en
determinadas circunstancias para efectuar una
determinación del sexo. Por ejemplo: los diámetros
rnesiodistales de los incisivos centrales y laterales son
más desproporcionados en la mujer que en el hombre.
El índice de Aitchison, que estudia esa relación, es el
siguiente:
Diámetro MD. del I.C.S. X 100
Diámetro M.D. del I.L.S.
Su traducción numérica arroja valores más altos para la
mujer que para el hombre. Estimamos personalmente
que, en condiciones normales, las cifras por debajo de
150 corresponden al sexo masculino, y por encima al
femenino. Veamos dos ejemplos:
10mm 9.2mm
x100 : 149 x100 : 155
6.7mm 5.9mm
3. Forma Dentaria
Siempre dentro del terreno de lo normal, es sumamente variable. León
Williams estableció en 1907 tres formas fundamentales, fácilmente
reconocibles en las caras vestibulares de los incisivos centrales superiores:
cuadrada, ovoidea y triangular, con toda la gama de formas intermedias. Se
entiende que existe correspondencia entre estas formas y las del contorno
facial, la curva del arco dentario y de los procesos alveolares.
Existe relación entre la forma de los dientes anteriores y
posteriores. Los sujetos con Incisivos en los que
predomina el diámetro longitudinal coronario, poseen
premolares y molares con idénticas características; sus
cúspides son de gran altura con planos inclinados
cercanos a la vertical, lo cual se relaciona con una
tendencia al predominio de los movimientos
mandibulares realizados en el plano vertical. Los sujetos
con incisivos cuadrados poseen premolares y molares
más cortos, con cúspides de poca altura, planos
inclinados cuspídeos cercanos a la horizontal y
tendencia a los movimientos mandibulares siguiendo
dicho plano.
Los protesistas, cuando deben decidir sobre la forma de diente a
usar en un desdentado total, utilizan este recurso: la curva
anterior del reborde, en la zona de los incisivos y caninos se
homologa a la línea cervical; las ramas laterales del reborde, zona
de premolares y molares, a los lados proximales y la tangente que
pasa por los surcos hamulares es la línea del borde incisal.
Diamond establece una serie de "caracteres,
constantes o normas" cuyas modificaciones son
las que provocan las distintas formas o tipos de
dientes; ellas son:
Número de lóbulos que integran un diente.
Forma y contorno.
Ubicación.
Eficiencia Significación
Diente masticatoria estática
I.C. 2 6
I.L. 1 6
C. 2 6
ler. P. 4 5
2do P. 4 2
ler. M. 4 0
2do M. 4 0
3er M. 4 0
Dueñas Doria Rodríguez
Incisivos y 32 % 20 % 12%
caninos
Premolares 27,6% 32% 30%
Molares 40,4 % 48 % 58 %
NOMENCLARURA DENTARIA
Pese a que los dientes, aun los que
pertenecen a un mismo grupo, presentan
formas distintas, es necesario considerar
su morfología en general, en atención a la
necesidad de establecer una
nomenclatura.
Se compara a un diente con un prisma,
que puede descomponerse en dos. Como
los dientes y la apófisis alveolodentaria
del maxilar que los contiene se disponen
en forma de arco de concavidad
posterior, la cavidad bucal queda dividida
en dos. Un espacio anteroexterno,
delimitado entre la cara interna de labios
y carrillos y los dientes y procesos
alveolares; un segundo espacio,
posterointerno, circunscrito entre estos
elementos y la bóveda palatina hacia
arriba, el velo del paladar arriba y atrás, el
istmo de las fauces atrás, y abajo el piso
de la boca, dentro del cual queda
contenida la lengua.
El espacio anteroexterno se denomina vestíbulo de la boca; el posterointerno, cavidad
bucal propiamente dicha.
Las caras del prisma coronario que se orientan hacía estas dos cavidades se denominan
caras libres.
Entre estas caras libres, aquellas que se orientan hacia el vestíbulo bucal son las
vestibulares; sus opuestas, las que miran hacia la cavidad bucal propiamente dicha, se
denominan palatinas en el maxilar superior y linguales en el inferior.
Las restantes caras laterales del prisma se relacionan con las correspondientes de los
dientes vecinos y reciben en conjunto la denominación de proximales; las que se
encuentran más cerca de la línea inedia se llaman mesiales y distales sus opuestas.
Una base del prisma coronario está fusionada con otra del
prisma radicular. Las bases restantes corresponden en la
corona al borde cortante de incisivos y caninos, o a la cara
oclusal de premolares y molares, se la denomina también
cara, triturante.
En el prisma radicular, la base restante corresponde a el o a
los ápices, según que la porción radicular sea única o
múltiple.
Se delimitan, pues, dos porciones perfectamente
diferenciadas: corona y raíz. La primera de color más blanco,
es también más dura, porque aparece recubierta por el
esmalte, el tejido más mineralizado de todas las estructuras
humanas. La raíz muestra el cemento, más amarillento, de
menor dureza y de superficie menos lisa.
La raíz termina siempre en forma
afilada constituyendo el ápice, en
cuya superficie se observan uno o
más orificios sumamente pequeños;
foramen apical el mayor, y
formaninas los menores, por donde
ingresan al diente la arteria y el
nervio y por donde salen las venas,
elementos que constituyen el
paquete vasculonervioso dentario.
La línea que demarca los tejidos
periféricos y, por tanto, las dos
porciones, se denomina línea
cervical o cuello anatómico del
diente, línea que, como todas las
caras anteriormente mencionadas,
sufre sensibles modificaciones de
una a otra pieza dentaria, fijando las
características de las mismas.
A su vez, cada cara del diente se halla dividida, tanto en
la corona como en la raíz, en tercios cuyas
denominaciones corresponden a la del elemento
anatómico cercano. En el sentido trasversal, las caras
libres se dividen en tercios mesial, central y distal. Las
caras proximales, en tercios vestibular, central o medio
y palatino o lingual. Estas denominaciones son similares
para la corona y la raíz.
En el sentido longitudinal, en todas las caras se
encuentran sucesivamente los siguientes tercios: incisal
u oclusal., medio, cervical de la corona, cervical de la
raíz, medio y apical.
Las caras oclusales, en la misma forma, presentan los
tercios mesial, central y distal, vestibular, medio y
palatino o lingual.
Oclusal Lingual
Medio
Medio
Cervical Vestibular
Distal
Medio
Mesial
Denticiones. Grupos dentarios
Bifiodonto: por el número de denticiones, que
son dos, la temporaria formada por 20 dientes y
la permanente por 32.
Heterodonto: de acuerdo con la forma de sus
fientes haplodonto en la porción anterior y
lofodonto en la posterior, es decir que son
heteromorfos (haplodonto es el diente simple,
conoideo, y lofodonto el complejo, con
cúspides).
Anisognato: por la diferencia de forma que
existe entre los dientes homólogos de los arcos
opuestos.
Pleurodonto: porque los dientes se implantan
en los maxilares mediante la interposición de un
tejido blando: el periodonto.
Psalidodontos: de acuerdo con su estado de
oclusión central., exhibiendo un doble
desbordamiento en los sentidos vertical y
horizontal de los dientes superiores.
La forma dentaria está en relación directa con la función
masticatoria {las funciones estética y fonética parecen influir
muy poco en su determinación).
De acuerdo con ella se ensayan dos divisiones. En una se
contempla la presentación de la base libre coronaria: con un
borde cortante, incisivos y caninos; con una verdadera cara o
superficie oclusal o triturante, premolares y molares.
En el primer caso la corona tiene forma de cuña. En el segundo
es cuboidea.
La segunda división observa la forma de la porción radicular y
determina otros dos grupos. Cuando la porción radicular es
única, los incisivos, caninos y premolares se denominan dientes
unirradiculares. Constituye la excepción el primer premolar
superior, que suele presentar dos raíces con bastante frecuencia
para que se lo considere normal. El segundo grupo, el de los
multirradiculares, comprende a los molares, dientes con más de
una raíz: dos en los inferiores y tres en los superiores.
Agrupando estas dos clasificaciones se
determinan los siguientes grupos:
A) Incisivos: dientes unirradiculares, con
borde cortante de dirección única.
B) Caninos: dientes unirradiculares, con
borde cortante con dos vertientes.
C) Premolares: dientes unirradiculares,
con cara oclusal, simple.
D) Molares: dientes multirradiculares,
con cara oclusal, compleja.
1. Grupo de los incisivos.
2. Grupo de los caninos.
3. Grupo de los premolares.
4. Grupo de los molares
FÓRMULAS Y REGISTROS
DENTARIOS
La dentición temporaria consta de 20 dientes y la permanente de
32. Aritméticamente las denticiones de las distintas especies se
representan mediante fórmulas algebraicas.
Para el ser humano corresponden las siguientes:
Dentición temporaria:
M .S . 2 I . 1C. 2M .
: x 2 : 20 dientes
M .I . 2 I . 1C. 2M .
Dentición permanente:
M .S . 2 I . 1C. 2 P. 3M .
: x 2 : 32 dientes
M .I . 2 I . 1C. 2 P. 3M .
La Asociación Dental Americana adoptó para los dientes
permanentes una numeración correlativa del I al 32 y para las
piezas temporarias las letras comprendidas entre la A y la T.
El método Dígito- Dos, propuesto por el doctor Jochem
Vichi, de Berlín, Alemania, ha sido aprobado por la Federación
Dental Internacional y aceptado por la Organización
Internacional de Normas en la Forma de Identificación de
Víctimas de Catástrofes de la Interpol. Consiste en la utilización
de dos cifras, de las cuales la primera indica el cuadrante y la
segunda el orden del diente dentro del cuadrante; estos dos
dígitos deben pronunciarse por separado.
El ordenamiento de los cuadrantes se inicia en el sector superior
derecho y progresa en el sentido de las agujas del reloj,
observado de frente; se utilizan los dígitos 1 a 4 para los dientes
permanentes y 5 a 8 para los temporarios. El segundo dígito, 1 a
8 para permanentes y 1 a 5 para temporarios, indica la posición
del diente a partir del incisivo central.
18 17 16 15 14 13 12 11 21 22 23 24 25 26 27 28
48 47 46 45 44 43 42 41 31 32 33 34 35 36 37 38
MORFOLOGÍA DENTARIA
Estudiaremos ahora la forma de los dientes de
ambas denticiones. Deberá considerarse su
morfología externa y la que ofrece la cavidad que
ocupa el tejido pulpar. Pero previamente será
necesario conocer cuáles y cómo son los
elementos estructurales de las piezas dentarias y
establecer las características morfológicas
comunes a todos los dientes.
A. CONFIGURACIÓN EXTERNA
1. ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS DE
LOS DIENTES
Los tejidos dentarios originan una serie de
formaciones que, combinadas, modificando su
número, tamaño, forma, ubicación, acentuando
o reduciendo sus características, son las que
permiten diferenciar cada pieza dentaria.
Cúspides.
Poseen una forma de pirámide
cuadrangular cuya base se suelda al
cuerpo del diente. De las caras
laterales, denominadas facetas, dos se
orientan hacia las caras libres, facetas
lisas, y dos hacia la cara oclusal, facetas
armadas. Una de otras se hallan
separadas por la arista longitudinal.
Las facetas lisas, muy inclinadas, se
encuentran separadas por la arista lisa,
vestibular o palatina o lingual; las
facetas armadas, menos inclinadas que
las anteriores, están separadas por la
arista armada, más acentuada que la
lisa.
La inclinación de las facetas armadas decrece
desde el primer premolar hasta el tercer molar.
Ello se puede determinar estudiando la relación
entre las alturas coronaria y cuspídea. En el
primer premolar, la altura cuspídea equivale a un
tercio de la coronaria, mientras que en los
molares, segundo o tercero en especial, llega a
ser solamente un quinto.
En términos generales, altura
cuspídea es el segmento de vertical
comprendido entre dos planos
horizontales que pasen por el
vértice y la sima de la cúspide,
Tylman la denomina altura
anatómica e introduce el concepto
de altura geométrica, que representa
la altura cuspídea activa. Se mide
con los dientes en oclusión central,
registrando la dimensión del
segmento de vertical comprendido
entre dos horizontales que pasan
por los vértices de las dos cúspides
homologas. De donde resulta que la
medida de la altura geométrica es lo
mismo que el over-bite
(desbordamiento vertical de los
dientes del arco superior con
respecto a los del inferior).
Obsérvese detenidamente la figura y se verá que mientras las
alturas anatómicas son distintas para ambas cúspides
vestibulares, las alturas geométricas, en cambio, son las mismas
(A > A'-G = G').
Hanau denomina altura funcional a la geométrica y relativa a la
anatómica.
Tubérculos supernumerarios: son prominencias o
pequeñas cúspides ubicadas en la corona dentaria, agregadas a'
las estructuras anatómicas normales.
Poseen tamaño variable, pero sus alturas no exceden
normalmente de un tercio de la altura coronaria. Generalmente el
límite cervical del tubérculo se confunde con la superficie de la
cara del diente donde se encuentra; hacia oclusal está delimitada
por un surco de profundidad variable. El eje cervicooclusal
puede ser convergente, divergente o paralelo con respecto al eje
de la corona.
Se ubican en relación con las caras libres coronarias y en oclusal,
sobre todo de los terceros molares.
En los incisivos y caninos se presenta como una anomalía del
lóbulo cervicopalatino o lingual.
El tubérculo más frecuentemente hallado es el de Zuckerkandl,
de presentación constante y simétrica en vestibulomesiocervical
de los primeros molares temporarios de ambos arcos.
El tubérculo de Garabelli se ubica en la unión de las caras mesial
y palatina de los primeros molares superiores permanentes, en
una posición equidistante de cervical y oclusal, Su tamaño es
variable, desde un pequeño mamelón el tubérculo puede alcanzar
un nivel que llega hasta el plano de la cara oclusal, de la que
queda separado por un surco profundo, arciforme, de
concavidad cervical, extendido desde palatino a distal.
Este tubérculo, descripto por Carabelli en 1844, se
presenta en todas las razas y ha sido hallado en cráneos
prehistóricos.
Más raramente se presenta el tubérculo de Bolk en
mesiobucal de segundos y terceros molares superiores y
el de Traviani, en palatodistal de molares superiores,
La estructura histológica de los tubérculos depende de
su tamaño; cuando son pequeños se integran
exclusivamente con esmalte. Cuando alcanzan mayor
dimensión y están mejor delimitados, aparece la
dentina. La pulpa dentaria no interviene en su
estructura.
Surcos
Constituyen una
interrupción notable en la
superficie dentaria. Están
excavados en el esmalte
aunque a veces pueden
aparecer como una
verdadera fisura, con tejido
dentinario en su fondo.
Se los clasifica en principales y
secundarios.
Surcos principales. Parten de una fosa principal
para dirigirse a otra, o a una secundaria, o bien para
continuarse por las caras libres. Delimitan las cúspides
entre sí.
Surcos secundarios. Parten de las fositas
secundarias para delimitar Abordes margínales o
lóbulos.
En las caras palatinas de los incisivos y caninos
superiores se hallan surcos que separan el cuarto lóbulo
y los rebordes marginales de la depresión palatina.
Fosas
Son excavaciones irregulares, algo más
profundas que los surcos. Se las
clasifica en principales y secundarias.
Gysi, con criterio funcional, considera
a las fosas principales como cúspides
invertidas.
Fosas principales: Se forman por la
reunión de surcos principales. Estos
pueden ser dos (fosa central de primer
molar superior); tres (fosa central de
segundo molar superior o cualquiera de las
fosas centrales de primer molar inferior), o
cuatro' (fosa central de segundo molar
inferior)
Fosas secundarias. Se forman por la
intersección de un surco principal y uno o
dos secundarios. Son menos amplias y
profundas.
En los molares suele encontrarse un tipo particular de
fosa en las caras libres. Frecuentes en las vestibulares,
son menos comunes en las palatinas y excepcionales en
las linguales.
En el primer molar inferior corresponde a la
terminación del surco mesiovestibular; en el segundo y
en los superiores al surco vestibular; en el tercero a la
terminación del surco vestibular o del mesiovestibular,
según la forma que el diente adopte.
Se ubica siempre en un punto equidistante de oclusal y
cervical y tiene forma olivar, con el eje mayor dirigido
en el sentido vertical.
Depresiones.
Cavidades amplias y poco
profundas que pueden o no estar
delimitadas con respecto al resto
de la superficie dentaria.
Encontraremos:
a) El tipo más definido de
depresión corresponde a la
cara palatina de los incisivos
superiores
Son notables porque contribuyen
a su delimitación los rebordes
marginales y los lóbulos cervico-
palatinos, de los que están
separados por surcos.
b) En la misma localización, pero en los dientes
inferiores, existen depresiones poco marcadas, ya que
los elementos delimitantes señalados en el superior
están apenas esbozados.
c) Ubicadas en distal de canino inferior, mesial de
premolares superiores y de todos los molares y palatino
del primer molar superior.
En el canino y en los premolares y molares, estas
depresiones son propias de las caras proximales, y se
continúan, por lo general, con canales radiculares.
d) Otro tipo de depresión se encuentra en las caras
vestibulares de los dientes anteriores y aun de los
premolares.
Rebordes marginales
Son eminencias alargadas de
sección triangular que aparecen
en las caras oclusales o en las
palatinas o linguales de los
dientes con borde incisal.
Proyectadas sobre los contornos
de las caras proximales,
presentan dos vertientes
orientadas hacia la cara oclusal y
el surco interdentario, reunidas
en una arista de dirección
vestibulolingual o palatino.
Romos en los dientes con borde
incisal, poseen aristas agudas en
los dientes con cara oclusal
Dado que se localizan en las caras dentarias donde se opera con
mayor intensidad la fuerza de la masticación, es explicable que no
se los pueda encontrar con mucho relieve en las caras linguales
de los incisivos inferiores.
En los premolares y molares se extienden de vestibular a
palatino, uniendo las cúspides en la porción en que éstas se
acercan a las caras proximales.
El tamaño de los rebordes, comparativamente con el del diente
que los contiene, decrece desde incisivos a molares.
La función del reborde marginal es la de proteger el punto de
contacto, impidiendo el fuerte impacto alimenticio sobre esa
zona. En los premolares y molares actúa manteniendo el
alimento dentro del área oclusal; en incisivos y caninos lo
encauza hacia el relieve del lóbulo cervicopalatino o lingual.
Aristas
Se encuentran delimitando las
distintas facetas de una cúspide.
Las más notables son las que
separan las facetas lisas de las
armadas y reciben el nombre de
aristas longitudinales.
En los molares, en el diente
aislado, existe continuidad con el
elemento homólogo de la
cúspide vecina. Además, estas
aristas se ordenan en el arco
dentario de acuerdo con una
disposición que determina una
línea para las cúspides
vestibulares y otra para las
palatinas o linguales.
Con menor relieve se hallan las que separan
entre sí a las facetas armadas. Mucho menos
notable, casi perdiendo la categoría de aristas,
figuran las que separan las facetas lisas.
Es también una arista la parte más prominente
del reborde marginal, que señala la unión de la
vertiente oclusal y la del surco interproximal.
Crestas
Se suele homologar la
designación de cresta con la de
arista. Empero, debe recordarse
que arista es la intersección de
dos planos, y cresta un relieve
definido, voluminoso. En
verdad, ha de reservarse esta
designación para elementos de
mayor tamaño.
Se presentan las crestas como
una prominencia del esmalte,
alargada y notable. Como
ejemplo se cita la apófisis
oblicua del primer molar
superior y el puente adamantino
del primer premolar inferior.
Canales radiculares
Son depresiones sumamente extensas,
localizadas en las caras proximales y
muchas veces vinculadas con depresiones
existentes en la corona. Se extienden
longitudinalmente y presentan la parte
más deprimida en el tercio medio, para
disminuir en el cervical y desaparecer en el
apical. Se halla constantemente un canal
de este tipo en la raíz palatina del primer
molar superior permanente.
No debe temerse la confusión con la
denominación dada al continente de la
pulpa radicular. El término conducto es el
único que merece este elemento del
diente. Por eso queda canal para ser
aplicado a la excavación de la superficie
radicular, y conducto, para la cavidad que
existe dentro de la raíz.
Espacio interradicular
Es el espacio irregular determinado por la fusión
de las raíces de una misma pieza dentaria. Tiene
forma diversa, de acuerdo con la cantidad de
raíces que concurren a formarlo. En los molares
inferiores es un surco extendido de vestibular a
lingual, con convexidad apical. En los
superiores, la presencia de tres raíces complica la
topografía de este espacio, que adopta una
forma de T, apareciendo los surcos sobre las
caras vestibulares y proximales.
Foramen apical y foraminas
En la superficie del tercio apical es posible
reconocer la existencia de una o varias soluciones
de continuidad, en forma de orificios de sección
circular, cuyo diámetro raramente excede —
tratándose de dientes totalmente calcificados—
de 1 mm.
Cuando hay un solo orificio se lo denomina
foramen apical; cuando aparecen varios, índice de
la existencia de un delta apical, aquella
denominación corresponde al de mayor calibre y
a los más pequeños se los designa foraminas.
Por el foramen ingresan al diente el filete
nervioso y una arteria, mientras se produce la
salida de las venas, generalmente dos. Por las
foraminas pasan, casi con exclusividad,
elementos vasculares.
La presentación del foramen difiere según la edad. Veamos:
a) En un diente joven, en proceso de calcificación, ofrece un aspecto
infundibuliforme con la dentina en contacto directo con la papila
dentaria.
b) Con el diente totalmente calcificado pero joven aún, la porción
terminal del conducto está formada, desde adentro hacia afuera, por
dentina y cemento.
c) En el diente adulto, por nuevos depósitos de cemento que invaden el
conducto y tapizan la dentina, su porción terminal queda íntegramente
formada por cemento.
Cuello anatómico y cuello clínico
La línea de separación entre el esmalte y el
cemento., o lo que es lo mismo, entre
corona y raíz, constituye el cuello
anatómico o línea cervical. Su disposición
es inmutable, presentando características
definidas en cada diente y cara.
En incisivos, caninos y premolares es una
línea curva con la convexidad dirigida
hacía apical en las caras Ubres y hacia
oclusal en las proximales.
En las caras libres, la curvatura de la
vertiente mesial corresponde a un arco de
radio de longitud menor que el que
engendra la curva de la vertiente distal.
Esta diferencia es más notoria en las caras
vestibulares que en las palatinas o
linguales.
En las proximales también existen dos vertientes: una vestibular
y otra palatina o lingual; al encontrarse ambas determinan un
ángulo sumamente obtuso en las distales y de angulación menor
en las mesiales.
Observando las curvaturas de la línea cervical en todos los
dientes, se comprueba que las intensidades de las mismas
disminuyen desde el incisivo central hasta el segundo premolar.
Este carácter se acentúa hacia distal, llegando en proximal de los
molares inferiores y palatino de los superiores a transformarse en
una línea de ondulación apenas perceptible.
La mayor variación ocurre en aquellas caras dentarias donde se
implantan más de una raíz. Así, en vestibular de todos los
molares, proximal de los superiores y lingual de los inferiores, la
disposición del cuello varía tanto que se invierte la convexidad
con respecto a como se las encuentra en los dientes anteriores.
El cuello se presenta con dos curvas, convexas hacia oclusal, que
se unen en un pequeño espolón en relación con la bifurcación
radicular.
Esta línea cervical no se modifica por procesos no destructivos.
Denominada también línea anatómica, divide al diente en corona
y raíz anatómica.
En el diente in situ se reconoce otra línea que recibe el nombre
de cuello clínico o línea gingival, y que lo divide en corona y raíz
clínica. Según Orban y Gottlieb, se instala sobre el diente en la
parte más superficial de la adherencia epitelial, o lo que es lo
mismo, en el fondo de la hendidura gingival. Ackermann y Held
disienten, considerando que la posición de la línea corresponde a
la proyección sobre el diente del festón gingival.
La opinión de Orban y Gottlieb resulta más convincente, lo cual
significa aceptar que la hendidura gingival es parte de la cavidad
bucal. Para la corona que describen Áckermann y Held se reserva
el nombre de corona visible. Con el nombre de cuello quirúrgico
se designa la zona del diente comprendida entre la línea cervical,
anatómica, y la proyección sobre la superficie de la raíz del plano
horizontal que pasa por la cresta del reborde alveolar
La porción de diente que se halla dentro de la cavidad bucal se
denomina corona clínica; la que se implanta en el maxilar,
comportándose como el elemento de inserción del diente, es la
raíz clínica.
Resumiendo todos estos conceptos se
concluye que: la línea cervical o cuello
anatómico separa el esmalte del cemento
y delimita a la corona y raíz anatómica..
La línea gingival o cuello clínico, que
emigra desde el esmalte al cemento, está
ubicada en el fondo de la hendidura
gingival y separa corona y raíz clínica
(Orban y Gottlieb}.
Corona visible es la que excede hacia
oclusal o incisal el borde del festón
gingival (Áckermann y Held). .
Cuello quirúrgico es la zona del diente
comprendida entre la línea cervical y el
plano horizontal que pasa por la cresta
alveolar.
Topografía de la línea cervical.
En todos los dientes la región del cuello señala una pequeña depresión, marcada a
expensas de corona y raíz. La forma en que se relacionan los dos tejidos
periféricos da lugar a la aparición de cuatro casos. Choquet los ha descrito así:
1) El esmalte cubre al cemento.
2) El cemento sobre el esmalte. Este caso y el anterior son los más
frecuentes.
3) Los bordes del esmalte y del cemento, totalmente adelgazados, se afrontan
sin solución de continuidad.
4) El esmalte y el cemento terminan independientemente, separados por un
espacio cuyo fondo lo constituye la dentina.
INCISIVOS
Ocupan la porción anterior del arco y son los
primeros en ponerse en contacto con los
alimentos. Realizan, compartiéndola con los
labios, la función de la prehensión.
Están preparados especialmente para cortar los
alimentos, pudiendo cumplir también la acción
de roer. Actúan asimismo como elementos
pasivos en la articulación del sonido.
Incisivo central superior
Comienza Erupciona Termina
Calcificación 12 meses 7 años 10 años
Total Coronaria Radicular
Longitudes 22.5 mm 10.0 mm 12.5 mm
Mesiodistal Vestibulopalatino
Diámetros 9.0 mm 7.0 mm
Ocluye con: incisivo central y ½ mesial del lateral inferior.
Porción coronaria
Cara vestibular. De forma de
trapecio escaleno, en la que el eje
vertical o cervicoincisal (10,0 mm) es
ligeramente mayor que el trasversal o
mesiodistal (9,0 mm)
Lado incisal. Corresponde a la
base mayor del trapecio
representada por el borde incisal,
que se orienta desde mesial y
abajo hacia distal y arriba. El
diente recién erupcionado
muestra dos escotaduras que
demarcan los tres lóbulos
vestibulares de desarrollo.
El tamaño de esos lóbulos es el siguiente:
a) En el sentido mesiodistal: el mayor
es el distal y el menor el central.
b) En el sentido longitudinal: el más
largo es el central, por la disposición
del cuello; el distal es levemente
menor que el mesial
c) En el sentido vestibulopalatino:
son equivalentes.
Al unirse el borde incisal con las caras
proximales forma dos ángulos; uno
mesioincisal, en un plano más inferior,
tiene un vértice más marcado que el
distoincisal, que ocupa un plano más
superior y es más romo.
Lado cervical. Corresponde a la línea del cuello, convexa hacia apical, con
menor radio de curvatura en la vertiente mesial, que es también más corta y más
indinada, de forma tal que la parte más elevada del cuello está más cerca de
mesial.
Lados mesial y distal. Ambos convexos en toda su extensión, con una
inclinación con respecto al eje vertical de la cara de 12° y 15° respectivamente.
Superficie. Convexa en ambos sentidos, muestra en el tercio inferior, en forma
de minúsculas depresiones de dirección paralela al eje mayor del diente, la
continuidad de las escotaduras incisales.
Cara palatina. La forma de
trapecio de vestibular se
exagera tanto por la mayor
convergencia de los lados
proximales, que en
ocasiones puede resultar
triangular.
Se exageran las oblicuidades
de mesial y distal (19° y
26°).
Superficie. Presenta en su porción central y en
los tercios iñcisal y medio una amplia depresión
delimitada así: por arriba, el cuarto lóbulo de
desarrollo, que por su ubicación se denomina
cervicopalatino o proceso cervical; lateralmente,
por los rebordes marginales que se sueldan con
aquél y que hacia abajo van en busca de sus
respectivos ángulos incisales, a los que sólo llega
el reborde mesial, puesto que el distal, más
ancho, es de menor longitud.
Caras proximales.
Ambas poseen forma
de triángulo
acutángulo, con un
diámetro trasversal
menor que el de
vestibular.
Lado cervical o base. Superior,
corresponde a la línea del cuello anatómico,
de concavidad apical. Se determinan así dos
vertientes de similar longitud con
inclinaciones diferentes; las vestibulares
forman con el eje de la cara un ángulo de
seno superior o radicular, de 23° en mesial
y 20° en dista!, y las palatinas de 43° y 40°,
respectivamente.
Lado vestibular. Convexo en toda su
extensión.
Lado palatino. Fuertemente convexo en el
tercio cervical, muestra en la unión de éste
con el tercio medio la fusión del cuarto
lóbulo con el reborde marginal, cuyo perfil,
levemente cóncavo, se confunde con el
borde incisal.
Borde incisal. En el que ya ha articulado durante buen tiempo
la fricción con los antagonistas determina un desgaste, atrición,
al cabo de lo cual el borde pasa a ser una verdadera superficie,
extendida desde mesial a distal, con un ancho que normalmente
llega a 1 mm. Se presenta como un plano inclinado desde
vestibular y abajo, hacia palatino y arriba.
El borde posee dos lados: vestibular, convexo, y palatino,
cóncavo, que muestran sus mayores curvaturas en la parte
distal.
Porción radicular
Presenta una raíz simple de forma cónica.
De longitud levemente superior a la de la corona,
presenta en la sección transversal realizada en el .tercio
medio una imagen triangular, que • responde a la
disminución notable del diámetro mesiodistal en
palatino, en función de la convergencia de las caras
proximales.
De tal forma, palatino se homologa al vértice; la base se
ubica en vestibular y quedan dos caras posterolaterales:
mesiopalatina y distopalatina. Todas estas caras son
convexas.
Relación coronorradicular. Colocado el diente
en posición, de modo que el eje de la corona
coincida con la vertical, se observa que la raíz se
inclina hacia palatino y distal. Observando los
ejes de las dos porciones, desde una cara libre y
otra proximal, se comprueba que en ambos
casos los ejes forman, entre sí, ángulos obtusos
abiertos hacia distal y palatino.
Incisivo lateral superior
Comienza Erupciona Termina
Calcificación 12 meses 8 años 11 años
Total Coronaria Radicular
Longitudes 22.0 mm 8.8 mm 13.2 mm
Mesiodistal Vestibulopalatino
Diámetros 6.4 mm 6.0 mm
Ocluye con: ½ distal del canino y ½ mesial del primer premolar inferior.
Ocluye con: ½ distal del Incisivo lateral superior y ½ mesial del canino.