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Montet

Cracrela
Ju||aDiaz

Nicolodoviaia
al País de la Gocina

Cenrro Ed¡tor de América Latina


CracielaMontes
de JuliaDíaz
llustraciones

Nicolodoviaia
al País de la Gocina
Huboun tiempoen que el Fondodel Jardínestaba
lleno,llenisimode odos. Habíaodoschicos,
medianos,odos go¡dosy odos flacos,odos morochos,
rubiosy pelirrojos.Habíaunos odos muy estudiosos
qüe se llamabandoctodosy otros odos más bien
tímldosque se escondíandetrásde las hojas
del laurel.
Losodosvivíanen latitasde arafrány jugaban al
fútbol con arveias.Y se llevabanbien con todo el
mundo,con los grillos,con las hormigas y con

Los odosson buenagente:tfabajany juegano


juesany trabajan,sesúnel dí4. Menoslos odos
chicos,quejuesany juesan,porqueparaesoson

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Nicolodo
era un odomediano, másbienchico,aunque
ya usabapantalones largosy zapatosredondos.
PeroNicolodorrabajaba.Era mecánicode
escarabajosen la calle del Hormisuero,cefca de

Nicolodose despertabamuy tempranotodas las


mañanas. Se peinabael flequilloconun peinede tres
dientesy saliaa buscársu desayuno. Losodos

ri
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desayunansiempreal aire l¡bre:tomandos o tres


gotasde aguacon pajitay se comenun past¡to.
{A Nicolodole encantabamojar el pást¡loen e¡ agua
antesde comérselo.]
Después del desayuno Nicolodose iba al taller
silbandobajitoparano despertar al grilloGafdelito,
que se habíapasadola nochecaniandotangos.
v la llav
Y al llegaral taller agarabael destorn¡llador
inglesay se poníaa aryeglarleslas alas v las
patitasa los escarabajos, que como andánmucho
s¡emprese descomponen.
Peroun día Nicolodoquiso viajar. Y, como los odos
hacensiemprelo quese les da la sana,viaió
Se despidió de Gardelito,de Ia horm¡saAndrea,
siempretan atareada,y del gusanoArístides PidiÓ
liceÍciaen el tallery se fue caminando aÍdo ando
I
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Cruzóla Fronterade los Fosales,atravesóel Des¡erto
del Patioy ya era casi de nochecuandollegó al
Paísde Ia Coc¡na,del que tanto le habíanhabladolas

Justo justo en el med¡ode la cocinaestabaCr¡st¡na,


que acababade encenderIa luz y se estaba
poniendoel delántalparaprepararla com¡da
Cristinaera enorme, enormísima,enormisimísima,
lo
más enormeque habíav¡sto N¡colodoen toda su v¡da.
Las rayasde la blusa le pareciansrandesavenidas
azules.Enun bolsillode esedelántal bienpodianvivir
s¡etefamiliasde odosy un par de srillos.
Nicolodoestabamás bienasus¡ado. Todotodoera
grande.Lascacerolas parecían redondos
rascacielos
conmanijay la piletallenade aquaeracomoel mar.
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AsíqueNicolodo se fue acurrucando detrásde un
montónde huevos, calladitoy un pocoarrepenudo
labe' vi"je soLo¿ un p3s r.n e\r-ano.
-"lido de
.-'é.-.

PobrecitoNicolodo.Cfeíaque
PeroCristinad'jo:
¡\,4epareceque voy a hacef
'_)

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Así que peló las papasy las cortó en rodajas,v
despuésagarróun huevo,y despuésotro huevo v
otro huevomás,y detrásdel cuaÉohuevoestaba
Nicolodo,tapándoselos ojos para que no lo vieran.
Cristinano d¡ioOH niAY ni HUIAni HOLAn¡ nada
porqueera buenay e¡ seguidase dio cuentade que
las cosaschicasse asustansi Llnoles grita Entonces
hizo comoque no veía y se pusoa batir los
huevossin hacerdemasiadoruido
Nicolodoespió primerocon un ojo y despuéscon el
otro y despuéscon los dos y, cuandovio que todo
seguíaigualy queCristinaera una !,iganra amabley
comprensiva, empezÓ a moverlas patitas,que es
lo que hácenlos odos cuandoestáncontentos.
CrislinalevanLo un dedo(a Nicolodo le pa'ecioque
era el Obeliscoly despuéslo bajódespac¡o y le
acaricióel flequ¡llo.Eraun dedoinmenso, pero
suavecito,y Nicolodo se sintiófeliz.
DespuésCristinapuso dos gotas de leche y dos
gotasde agua,un montonc¡tode mermelada, una m¡ga
de pan y un pedacitode lechuga,paraque N¡colodo
elisiera.N¡colodo eligióel asuay la lechuga, que era
lo más parec¡doal pastito.
IfrIi]

)
...

i,

Y despuésde comersequedódormidoen el fondo


Cristinay Nicolodo no se hablaron,perose
h¡cieronmuy muy amigos.
A la mañana siguiente Nicolodoregresóa su casa.
Sa¡iódel Paísde la Coc¡na,afavesó el Desiertodel
Patio,cruzóla Fronterade los Rosalesy ya eracas¡de
nochecuandollegó a su latita de azafrán.Estaba
por ponersela tapita paradormir cuandooyó a
Gardelitoque le preguntaba:
-¿Oué tal el viaje,Nicolodo?
-Lindo, lindo-dijo N¡colodo, y se quedódormidosin
-q{,
. lt','

Peroantesde ponersea soñarpensó:Si juntounos


pesos la semanaquevreneme hagootra visitaal
Paisde la Coc¡na.

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