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UNIDAD DOS

LA PSICOLOGÍA SOCIAL APLICADA A LAS ORGANIZACIONES Y


EMPRESAS

Es recomendable que las personas, empresas y asociaciones


cuenten con asesoría de la psicología social para poder sobrellevar
la vida laboral de los empleados y de las directivas de los
empleadores. Un poco pescador y un poco pez, dependiendo del
lugar en el que nos encontremos.

Aunque muchas empresas empiecen a optar por procesos más


automatizados, es importante para el bienestar de la sociedad que
las personas sigamos formando parte activa del desarrollo del
mundo.

Existe un fuerte vínculo entre el éxito profesional y el personal y,


por lo tanto, las empresas tienen que ser conscientes de ello y
cuidar de los empleados al máximo. Así como el empleado debe
cuidar y acompañar a la empresa que le da trabajo y que es su
fuente de subsistencia.

Vamos a hablarte sobre la psicología aplicada a las


organizaciones, empresas y trabajadores para que entiendas la
relación que existe entre el trabajo y el ser humano.

AMAR Y TRABAJAR, LOS DOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES


DE LA SALUD MENTAL

Un periodista realizó una entrevista a S. Freud en su exilio de


Londres unos meses antes de su muerte. En el desarrollo de la
charla le lanzó la que hoy podíamos entender como la pregunta
del millón o la cuestión que pensaba que serviría como síntesis
de su pensamiento: ¿qué variables serían las esenciales para
llegar a ser una persona madura y con una buena salud psíquica?

El propio entrevistador, influido quizás por estereotipos y


prejuicios respecto al contertulio, reconoció que esperaba un
denso y largo discurso del padre del psicoanálisis en el que sentara
cátedra sobre la estructura de la psique y los principios
fundamentales de la salud mental. Freud simplemente respondió
con dos términos: Amar y trabajar.

Aunque breve, la respuesta tenía en cuenta dos dimensiones


fundamentales de la existencia humana. Por un lado, la
afectividad, con todo lo que engloba respecto a las emociones, las
relaciones humanas, los sentimientos, o la sexualidad y por otro,
la realización personal, que incluye la creatividad, el llevar a cabo
tareas o proyectos, la productividad, la satisfacción o el sentirse
útil.

A pesar de que han transcurrido casi ochenta años de la muerte


de S. Freud, no ha quedado trasnochada o caduca su respuesta.

LA RELACIÓN ENTRE EL TRABAJO Y NUESTRA VIDA


PERSONAL

Tanto el ser humano en sí mismo, como su relación con el entorno


laboral han cobrado una gran importancia. Cada vez se está
desarrollando una mayor sensibilidad hacia el reconocimiento de
la persona como algo esencial y básico en cualquier proyecto
empresarial.

Por ejemplo, teniendo presente esta perspectiva, no es raro que


hoy en día nos resulten familiares términos como motivación,
trabajo en equipo, liderazgo, comunicación, o que algunas
organizaciones se esfuercen por ofrecer alternativas que antes
serían inimaginables.

Así, se intenta conciliar la vida profesional y la vida familiar o


potenciar la flexibilidad de la jornada de trabajo. ¿Cómo se ha
llegado a estos planteamientos?

Se suele decir que la Psicología “presenta una corta historia pero


un largo pasado”. Aunque durante muchos siglos han existido
personas interactuando en grupos y organizaciones, sin embargo,
no será hasta principios del siglo XX cuando los principios
psicológicos se pongan en relación con el mundo profesional. ¿Por
qué surge el interés por la Psicología en ese momento? Es
evidente que algo no se intenta afrontar hasta que no se plantea
como problema.

Precisamente, será en los inicios del pasado siglo cuando se pida


colaboración a los psicólogos para resolver algunas cuestiones.
Por ejemplo, ¿cómo seleccionar oficiales para la marina mercante
tras el desastre del Titanic? ¿Cómo reclutar personal con cierta
probabilidad de éxito para clasificar adecuadamente la tropa? o
¿cómo diseñar situaciones apropiadas para ejercer la actividad
laboral y ser eficaces y productivos?

En la misma línea, no se aplicará la Psicología directamente al


entorno de las organizaciones hasta que el trabajo como tal no
empieza a suscitar ciertos interrogantes.

PSICOLOGÍA INDUSTRIAL

Así, la primera utilización del término Psicología Industrial se


realizó en una publicación de 1904 y fue fruto de un error
tipográfico de transcripción. Un psicólogo llamado W. Bryan
escribió un artículo en el que hablaba de la necesidad de una
mayor investigación en “Psicología Individual” y he aquí que
escribió “industrial”, de cuya equivocación ni se percató.

Quizás el inconsciente le jugó una mala pasada ya que el mismo


autor fue uno de los primeros que intentó acercarse al examen de
las habilidades cotidianas para, sobre ellas, realizar una
investigación psicológica.

De ahí sus estudios sobre cómo los telegrafistas profesionales


desarrollaban sus destrezas en el manejo del código Morse.

Los nuevos tiempos van a posibilitar un planteamiento diferente


de la relación con el contexto laboral. No olvidemos que durante
muchos siglos las “personas de bien” no trabajaban, sino que se
dedicaban al cuidado de las artes o de la virtud. En definitiva, su
quehacer se centraba en el cultivo y ocupación del “ocio”.
Precisamente, será con la burguesía cuando surjan “los negocios”
como el “no ocio” o conjunto de tareas que lo niegan.

A lo largo de la historia la experiencia humana respecto a la


relación con el mundo laboral ha cambiado significativamente.
Así, el trabajo ha dejado de concebirse como un lastre y una
carga - “ganarás el pan con el sudor de tu frente” -, para vivirse
como un cierto castigo no poder acceder a él, con todos los
problemas sociales y personales que conlleva.

El trabajo ocupa hoy un lugar clave en la existencia humana. Es


una realidad a la que le dedicamos una porción muy importante
para su realización.

De ahí que no resulte raro, que desde las primeras investigaciones


sobre el mundo laboral, por ejemplo las realizadas por E. Mayo, se
resaltaran las implicaciones de los distintos estados y situaciones
personales en la ejecución de las tareas y viceversa.
Por tanto, cuánto mejor podamos desarrollar dicha actividad,
mayor será nuestro rendimiento profesional y más satisfechos y
felices personalmente nos encontraremos.

LA SITUACIÓN ACTUAL

Si nos acercamos a cualquier publicación relacionada con el


entorno empresarial, no es raro encontrar términos
como motivación, empatía, cooperación, comunicación, trabajo
en equipo o liderazgo.

A su vez, si leemos alguna entrevista a directivos de distintas


organizaciones es fácil descubrir expresiones en las que se resalta
la importancia de las personas para poder llevar adelante
cualquier proyecto empresarial. Parece que las variables
relacionadas con la Psicología están siendo muy valoradas. Por
ejemplo, en cualquier librería ya es normal encontrar apartados
específicos sobre estos temas, existen periódicos y revistas
especializadas, abundan los cursos o seminarios.

Es normal, que se susciten algunas preguntas: ¿Hay un cambio de


rumbo en la gestión empresarial ¿Es simplemente una moda? Sin
embargo, en la práctica se vuelve a experimentar que no siempre
el sentido común es el más común de los sentidos. La experiencia
demuestra que de lo que más rápidamente prescinde una
organización es de las personas.

¿Quiénes salen perjudicados en primer lugar cuando se vislumbra


una crisis?

Se habla mucho de relaciones humanas pero, ¿se presta


realmente atención en la formación de los futuros empresarios o
directivos de organizaciones a este tipo de cuestiones? ¿En
cuántos planes de estudio de las distintas universidades existe una
asignatura de Psicología social aplicada al Trabajo o al
Comportamiento en las Organizaciones?

La expresión “Como gota de agua”, quiere reflejar esta situación:


poco a poco, los conceptos psicológicos están “empapando” el
entorno empresarial y comienzan a “perforar” el grueso muro de
arquitecturas organizacionales excesivamente tecnificadas o
enfoques economicistas demasiado reduccionistas.
Nos guste o no, una realidad se impone: somos personas, tenemos
que trabajar con personas y el resultado de nuestra toma de
decisiones repercutirá en personas. De ahí que prestar atención a
las aportaciones de la Psicología social en el entorno de las
organizaciones (lucrativas o no lucrativas – Fundaciones,
Asociaciones, ONGs, etc.-) sea algo básico y fundamental.

LA NECESIDAD DE CUIDAR DE LAS PERSONAS EN EL ENTORNO


LABORAL

Somos conscientes que la importancia del desarrollo de las


personas en las organizaciones no es una cuestión de buenas
palabras o intenciones.

“Obras son amores y no buenas razones” que significa?

No sólo hay que tener voluntad sino poner los medios para llevar
a la práctica adecuadamente lo que se formula en la teoría.
¿Dejaríamos que un buen amigo nos operara si no fuera cirujano?
¿Se podría llevar la contabilidad de una empresa sólo con buena
intención sin tener nociones de lo que es un balance? Sin
embargo, ¿qué ocurre con aquellas variables relacionadas con los
comportamientos humanos en entornos laborales?
Si miramos a nuestro alrededor podríamos observar que la
realidad, aunque en los últimos años se esté avanzando, deja
mucho que desear. ¿Existen departamentos de Recursos
Humanos en la mayoría de las empresas? ¿Cuál es su orientación?
Curiosamente, ciertas organizaciones que se están tomando en
serio estas cuestiones suelen ser las que obtienen mayor éxito
económico y social. Por ejemplo, en las últimas encuestas sobre
las mejores empresas en Europa destacan precisamente aquéllas
que tienen políticas innovadoras de desarrollo de su personal.

Nuestro objetivo no “es sorprender con recetas mágicas”. Aunque


“el mediterráneo ya esté descubierto”, sí es importante
sensibilizarnos de su presencia y reconocer su valor para no
ignorarlo o destruirlo. El ser humano es el mismo en los diversos
contextos y de ahí la necesidad de conocer sus características
psicológicas para poder potenciar sus posibilidades.

Si algo tenemos claro de nuestra experiencia en el mundo de la


empresa es que gestionar relaciones es tan importante como
diseñar la estrategia de negocio. Hay que plantearse la necesidad
de concebir a las personas como “activos a largo plazo” más que
como “recursos o bienes de consumo” que se intercambian, se
venden o se compran.

Debemos tener claro que las personas “son seres vivos” y no


meros “entes pasivos o piezas de una máquina”. No podemos
olvidar que los “recursos” no tienen derechos, sino
exclusivamente deberes. Las personas son y pueden construir otra
realidad.

Por ejemplo, implicarse y hacer que el proyecto consiga el objetivo


pretendido o desinhibirse y provocar que se venga a pique.

“El todo es más que la suma de las partes” y nunca mejor dicho
dos más dos no son necesariamente cuatro, ya que cuando entran
en juego las personas y movilizan sinergias positivas o negativas,
el resultado puede ser más cien o menos doscientos.

De ahí la necesidad de ofrecer medios y herramientas a las


personas para facilitar su pleno desarrollo humano, personal y
profesional.

Muchos pensarán que realizar este proyecto puede ser utópico o


imposible. Sin embargo, no hay excusa para justificarse por no
hacer nada amparándose en las dificultades. Nuestra vocación
humana nos exige llevar a cabo sin demora modos de gestionar
personas que creen ilusión y dinamicen los proyectos
empresariales.

Concluimos recordando la anécdota del general francés Liautey,


el cuál durante una de sus campañas en el norte de África recibió
la noticia de que sus soldados habían arrasado un bosque de
cedros centenarios. Su respuesta fue contundente: Que
comiencen a repoblarlos. El oficial le respondió extrañado:
¡Tardarán más de cien años en recobrar parte de su aspecto
actual! A lo que añadió el mariscal: Razón de más para comenzar
la tarea cuanto antes.

PSICOLOGÍA SOCIAL, FORTALEZAS Y DEBILIDADES:


QUÉ ES UNA ENTREVISTA DE TRABAJO EN LA BÚSQUEDA DE
EMPLEO

Una entrevista de trabajo es una oportunidad para lograr un


empleo.

Este encuentro entre la empresa y el candidato pone en valor la


pregunta como herramienta práctica para conocer mejor al
profesional.
Por medio de las respuestas que el candidato ofrece a través de
su comunicación oral y de su lenguaje no verbal, el entrevistador
puede conocer mejor a la persona que tiene delante desde el
punto de vista de sus competencias.

En la búsqueda activa de empleo, perfeccionas tu currículum para


presentar tu mejor imagen y causar una buena primera impresión
en la entrevista.

En estos casos, seguramente te pregunten por tus fortalezas y


debilidades profesionales. Pero, ¿cuáles son las fortalezas y
debilidades para decir en una entrevista de trabajo?

1. Qué fortalezas decir en una entrevista de trabajo

¿Te han preguntado por tus fortalezas y debilidades en entrevistas


de trabajo? La información de este artículo puede darte ideas que
pueden inspirarte para encontrar tu propia respuesta. De hecho,
la autenticidad en las contestaciones es un valor de marca
personal en la entrevista. ¿Cuáles son las fortalezas que pueden
diferenciarte? Te las mostramos a continuación:

a. Especialización
Si consideras que tus estudios respaldan tu conocimiento en un
sector específico, puedes resaltar esta cualificación como una
competencia que te diferencia. No solo puedes destacar aquellos
logros que has alcanzado hasta la fecha, sino que también puedes
mostrar tu disposición para la formación continua.
b. Puntualidad
La competencia de la puntualidad está incluso presente en la
entrevista puesto que llegar a la hora prevista al encuentro
refuerza la imagen del candidato. Pero, además, esta puntualidad
también es una fortaleza que puede vincularse con otras rutinas.
Por ejemplo, cumplimiento de los plazos de entrega.

c. Vocación
Si te consideras una persona vocacional y el puesto de trabajo al
que quieres presentarte conecta con esta temática, no dudes en
resaltar esta realidad que muestra esa llamada interior que
sientes como una misión que te conduce hacia ese camino.
Además, la vocación está muy relacionada con una actitud
positiva y proactividad en el trabajo.
d. Trabajo en equipo
Muchos puestos de empleo requieren de esta competencia
de colaboración constante. Si sientes que esta es una fortaleza
que te define, porque ya tienes experiencia previa en empleos en
los que has sido feliz colaborando con los demás en el
cumplimiento de metas comunes, describe este aspecto con
sinceridad.
e. Autonomía
Otras personas, por el contrario, se sienten más cómodas
trabajando de manera individual en metas propias de su puesto
que no están directamente vinculadas con la participación de
otros compañeros. En ese caso, expresa de forma asertiva que
eres una persona autónoma y resolutiva si no te presentas a un
puesto para el que el trabajo en equipo es indispensable.

QUÉ DEBILIDADES DECIR EN UNA ENTREVISTA DE TRABAJO?

Las debilidades de una persona pueden ser de muchos tipos. ¿Qué


ideas puedes expresar en este campo? A continuación, te
ofrecemos unos ejemplos de debilidades laborales para una
entrevista de trabajo.
1. Desconocimiento de idiomas
El conocimiento del inglés es uno de los requisitos más valorados
en el currículum, especialmente, en algunos nichos de mercado.
Si tu nivel de inglés es bajo o medio, puedes manifestar tu deseo
de seguir aprendiendo para remediar este desconocimiento.
2. Poca experiencia
Aquellas personas que tienen poca experiencia profesional
pueden mostrar que son conscientes de ello ya que, además, este
dato es observable en la información del currículum. Sin embargo,
este hecho puede compensarse con la formación y las ganas de
aprender.
3. Gestión del tiempo
El tiempo forma parte de la realidad profesional y personal de un
ser humano, no es una entidad material, sin embargo, algunos
trabajadores sienten que conviven con la sensación de falta de
horas. En ese caso, puedes expresar una debilidad que esté
vinculada con la necesidad de organizar mejor tu agenda. A
continuación, puedes destacar, además, que ha mejorado tu
planificación.
4. Perfeccionismo
El perfeccionismo es un dato que puede mostrarse en una
entrevista de trabajo cuando, objetivamente, la persona siente
que se exige constantemente dar lo mejor de sí misma en la
consecución de nuevas metas.

A continuación, te dejamos cinco consejos que puedes poner en


práctica en una entrevista de trabajo:

1. Vinculación con el puesto de trabajo

Las debilidades y las fortalezas adquieren un significado propio en


su vinculación con las necesidades del puesto de trabajo al que
opta la persona. Por tanto, infórmate sobre cuáles son las
características del cargo y contextualiza tus contestaciones.

2. Sinceridad

La naturalidad es un valor de marca personal porque transmite


autenticidad y otro aspecto importante a tener en cuenta cuando
hablamos de fortalezas y debilidades profesionales. Confía en que
cuando llegue el momento darás con la respuesta adecuada.
Una entrevista no es un examen sino una conversación
profesional en la que la verdad es un ingrediente valioso. De lo
contrario, si exageras tus fortalezas o mientes en relación con tus
debilidades, esta información podrá comprobarse de forma
sencilla cuando te incorpores al puesto de empleo.

3. Haz que tus fortalezas te diferencien


Por ejemplo, tal vez tu nivel de inglés no sea alto, sin embargo,
tienes un currículum que describe una trayectoria de formación
que te posiciona como especialista en un sector específico. Todo
el currículum tiene algún tipo de carencia si se observan desde un
perfeccionismo extremo.
Lo verdaderamente determinante es aquello que tú puedes
aportar a la organización.

4. Actitud
Cuando hablas de tus debilidades o de tus fortalezas en una
entrevista de trabajo, estás hablando de ti mismo. No lleves los
puntos positivos al plano del ego o la vanidad. Tampoco caigas en
el error de describir las debilidades desde la sensación de
inferioridad. Transmite una actitud positiva en todo momento.
5. No te olvides del contexto
No confundas la sinceridad con ser un libro abierto puesto que
estás ante un entrevistador, no ante tu mejor amigo. Comparte
información sobre ti, pero no des rodeos, ni digas nada que pueda
perjudicarte atendiendo al propio sentido común.

AHORA, COLOCATE EN EL LUGAR DEL EMPLEADOR

Claves para seleccionar el empleado adecuado si eres un


emprendedor

A la hora de contratar un empleado es necesario evitar cualquier


tipo de error, porque elegir al profesional errado puede llegar a
tener un costo muy alto.

Por ello, es interesante tener en cuenta algunos consejos a la hora


de comenzar la búsqueda de nuevos talentos.

Reclutar empleados nuevos es una tarea que demanda, tiempo y


dedicación. La selección de personal requiere ser detallista y
perseverante para conseguir que el proceso sea fructífero y
genere un impacto positivo en la organización.

Elegir al trabajador o profesional adecuado puede generar


muchos beneficios a la compañía, y por el contrario, reclutar al
trabajador equivocado puede convertirse en un error muy costoso
para las empresas. “El reclutamiento es una de las actividades
claves de la empresa. Hoy en día es uno de los grandes temas que
las empresas tienen que poner foco”, dice Andrés Hatum “La
selección es la práctica más importante, ya que una vez ingresada
la persona, si nos equivocamos, no hay performance
management, análisis de potencial o desarrollo que sirva”,
destaca el experto.

Para evitar problemas se pueden seguir algunos consejos al


momento de seleccionar futuros empleados.

1- Tener claro que perfil se busca.

Si uno no sabe lo que busca, difícilmente lo encuentre, por lo tanto


es fundamental definir el perfil profesional que se busca.

La elección NO DEBE SER EMOCIONAL, SINO RACIONAL. Mucha


gente se siente comprometida frente a alguien que necesita el
trabajo o queda seducido por las formas y actitudes del
entrevistado.

Lo primero es hacer un adecuado levantamiento del perfil, esto va


a garantizar que los currículos que vayan llegando, sean
congruentes con lo que se busca y así tendremos mayor número
de candidatos idóneos”, dice Lydia Arbaiza, PhD y profesora de
Administración de la Universidad Esan. "No debemos olvidar que
el candidato no sólo debe calzar en el puesto, sino que también
debe calzar con la filosofía de la organización”, explica Arbaiza.

Andrés Hatum coincide con la idea y agrega: “si vamos a


entrevistar tenemos que darnos cuenta antes qué queremos ver
en el candidato, como su fit cultural, competencias o
potencial”. Definir bien los objetivos de la búsqueda, garantizará
que el reclutamiento de recursos humanos se realice de manera
óptima.

2- Publicar el requerimiento del perfil que se necesita.

La propuesta de la empresa es clave en el proceso de selección. Y


esto tiene aspectos explícitos e implícitos, indica Hatum: “Los
explícitos son lo que la empresa ofrece en las condiciones de
contratación, pero el candidato también tendrá en cuenta los
implícitos, como por ejemplo si la empresa fomenta la retención
del talento, si respeta el balance entre el trabajo y la vida personal,
si cuenta con políticas de remuneración innovadoras”, dice.

El requerimiento que se publica no debe ser cambiado, ya que


esto puede indicar una falta de seriedad por parte de la empresa,
perjudicando su imagen, señala Arbaiza. “Se han visto casos en
donde se publica un rango salarial que luego no se respeta, o se
publican ciertos beneficios sociales que al final se cambian y esto
puede hacer que perdamos candidatos valiosos”, aclara.

3- Elegir la forma de reclutamiento.

Una vez definidos el perfil y lo que se ofrece, se debe elegir de qué


manera se buscará al postulante. La búsqueda de profesionales se
puede realizar de manera interna, a través de comunicados al
personal, o de manera externa, a través de publicaciones en
diferentes medios, tales como bolsas de trabajo o prensa. El
reclutamiento interno consiste en ver al interior de la organización
en base al perfil elaborado, el externo es el que convoca personas
ajenas a la empresa.

La diferencia entre ambos tipos de reclutamiento radica en los


conocimientos que tiene el postulante de reclutamiento interno.
Según Oscar Uribe, profesor de Centrum Católica: “El primero
permite mejorar el clima laboral y tiene un menor costo para la
organización, mientras que el segundo tiene como ventaja la
incorporación de personas con otras experiencias”.
4- Buscar referencias y contactos del candidato.

Si se solicita una persona para ocupar un alto mando gerencial o


directivo, lo recomendable -de acuerdo a los especialistas- será
utilizar la metodología del “headhunting”, ya que través de
referencias o de contactos, los márgenes de la búsqueda se
acortan.

5- Hacer una preselección de los postulantes.

Una vez recibidos los antecedentes personales y laborales de los


candidatos, lo mejor será realizar una preselección de quienes
parecieron más calificados para el puesto. “Tener la mayor
cantidad de candidatos potenciales hace que la elección sea un
proceso muy competitivo y esto es más beneficioso para la
organización que demanda el personal”, dice Uribe. Según los
expertos, este ejercicio ayudará a ahorrar tiempo en las
entrevistas y en el reclutamiento definitivo y permitirá averiguar
si las expectativas de los postulantes son congruentes con las de
la empresa, y si la persona encajará o no con el resto del personal.

6- Realizar una entrevista amena y cordial.

El trato en la entrevista es fundamental. Los especialistas


recomiendan que cuando se cite a los que se proponen para el
puesto, ya sea para evaluarlos o entrevistarlos, el trato sea ameno
y cordial. “Los postulantes suelen recordar con claridad a las
empresas en las cuales se les trató bien y en las cuales el trato no
fue el mejor”, asegura Arbaiza. Si el trato es bueno, hay mayores
probabilidades de que el candidato se desempeñe mejor y se
pueda basar el proceso de selección en entrevistas más
fructíferas.
Psicología Social: Atrévete a ser tu propio Jefe

¿Alguna vez has llevado meses con una idea de negocio


rondándote la cabeza? ¿Estás deseando emprender un nuevo
proyecto y dejar atrás una rutina que no te motiva? ¿Quieres ser,
por fin, tu propio jefe?

¿Qué significa ser tu propio jefe?

Cada vez más jóvenes y no tan jóvenes se lanzan a las calles y


deciden emprender esa idea de negocio que lleva meses (incluso
años) en el cajón.

Ser tu propio jefe significa no conformarte con lo preestablecido


y desdibujar las reglas para volver a escribirlas. Significa poner
sobre la mesa condiciones, prioridades, valores, imagen de
marca… todo. Así que, si en una entrevista de trabajo te
contratarías sin duda para llevar ese nuevo plan de negocio a la
vida, ¡es momento de emprender y convertirte en tu propio jefe!

¿Cómo convertirte en tu propio jefe?

No existe una fórmula infalible para el emprendedor, y es que esta


actividad aporta casi tanta incertidumbre como un trabajo
rutinario y monótono aporta desmotivación. Pero si has decidido
por fin dar el paso y crees realmente en el éxito de tu proyecto,
aquí te dejamos una lista de imprescindibles para que esa
incertidumbre no te quite ni un minuto de sueño:

1. Tu compromiso con esta nueva empresa que estás creando es


esencial, pero te recomendamos que no inviertas todo tu
dinero de la noche a la mañana. Dimitir en tu actual empleo,
aunque tentador (estamos seguros de que estás impaciente
por embarcarte en una nueva aventura) no es lo más
recomendable. Por eso nuestro consejo es confiar en el dicho
«paso a paso».

2. Tómate tu tiempo en elaborar un plan de negocios y estudia


a fondo la viabilidad de este nuevo negocio, busca
inversores, ayudas, subvenciones… ¡todo ayuda! Y, aunque tu
proyecto sea convertirte en tu propio jefe, no dejes tu empleo
actual hasta que tus ahorros superen alrededor de 8 o 10
veces lo que recibes actualmente.

NO MEZCLES NEGOCIOS CON AMOR

Rodéate de un equipo o elige socios realmente comprometidos


con la idea de negocio y con su proyección. Muchas veces
podemos encontrar apoyo en miembros de nuestra familia o
amistades cercanas, pero su papel en nuestra vida no les cualifica
inmediatamente (en ocasiones tal vez sí) como los mejores
compañeros de trabajo.

SÉ REALISTA, ¡NO ACABARÁS DE TRABAJAR A LAS 18H!

Una de las características más importantes en un emprendedor es


su motivación y entrega, y convertirte en tu propio jefe, aunque
suene ideal, dista mucho de serlo. Durante los primeros meses (y
quizás algo más), tendrás que mantener una actitud positiva y los
pies en la tierra, ya que tu jornada laboral seguramente no
empiece a las 9h, ni acabe a las 18h. Aterrizar en este nuevo
puesto de trabajo con una mentalidad flexible es imprescindible

SACA AL VENDEDOR QUE LLEVAS DENTRO

Todo buen emprendedor necesita sacar su vena más comercial,


y si tu idea es convertirte en tu propio jefe a largo plazo, esta
aptitud es una de las que más potencia requieren. Si crees que tu
perfil comercial no está del todo desarrollado o que te falta
experiencia (pues tu especialidad radica en la parte creativa o en
la producción), es momento de dedicarle tiempo y ganas. Si crees
100% en tu idea de negocio, sabrás venderla a los inversores o
clientes más complicados.

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE SER TU PROPIO JEFE?

No todo son ventajas, pero ser tu propio jefe te traerá muchas


cosas buenas.

Siendo prácticos, la flexibilidad y la conciliación familiar son


algunos de los beneficios que más buscan esos potenciales
emprendedores. Además, el aprendizaje y la experiencia que se
adquiere tomando las riendas de tu propio negocio no se enseñan
en ninguna escuela de negocios, nacen del propio
emprendimiento y no se recogen de ningún manual.

Por supuesto, la principal motivación de un emprendedor también


es una de las principales ventajas de convertirte en tu propio
jefe: trabajarás por y para lo que te apasiona, tu verdadera
vocación. Aunque el porcentaje de horas que pasarás en el
trabajo será mayor, lo disfrutarás infinitamente más.

Además, tendrás por fin el poder de apostar por un equipo de


talento que tú mismo has creado. La sensación de contar con
una workforce comprometida con tu producto o servicio,
motivada y apostando su carrera por tu proyecto es una sensación
difícil de superar.

¿CUÁLES SON LAS DESVENTAJAS DE SER TU PROPIO JEFE?

Por supuesto, no todo es un camino de rosas, y es que nadie dijo


que fuese fácil. Trabajar por cuenta propia y convertirte en tu
propio jefe seguramente te dará muchos más dolores de cabeza
de lo que un trabajo de 9h a 18h por cuenta ajena te provocará
jamás.
Antes de apostar al máximo por este cambio de mentalidad,
tienes que tener muy presente que deberás asumir unos riesgos
y unas consecuencias, muchas veces inevitables, además de
desarrollar una capacidad de organización y perspectiva muy
potente para tener todo el papeleo, impuestos y burocracias en
regla.

Quizás recurrir a una asesoría jurídica y contable durante los


primeros pasos no sea una idea tan descabellada. Seguro que
contar con el soporte de profesionales hace todo mucho más
llevadero.

CLAVES PARA SER TU PROPIO JEFE

Sabemos que resulta abrumador, pero el camino hacia convertirte


en tu propio jefe es cuesta arriba. Aun así, nos quedan algunos
consejos que darte.

IGNORA AL IMPOSTOR, NO ERES TÚ, ES TU MIEDO

Uno de los villanos que más atacan a emprendedores, creativos y


visionarios es el síndrome del impostor. Seguro que actualmente
ya lo padeces muchos días de la semana, pero diluido en agua. Si
decides convertirte en tu propio jefe y emprender en esa idea de
negocio innovadora que te ronda la mente, seguro que sufrirás de
este síndrome antes o después. Está en tus manos luchar contra
él, contra la inseguridad y contra el «mejor tiro la toalla, esto no
va a ninguna parte». ¡No te escuches!

EL ENSAYO – ERROR NO DEBE DARTE MIEDO

Cuando te conviertas en tu propio jefe ganarás muchas


experiencias, claro, pero perderás la figura del guía en la que
siempre te habías apoyado. Eres el primer eslabón de la cadena,
el líder, y es por eso que el probar cosas diferentes, el arriesgar y
el equivocarte no tienen que darte miedo. ¡Son parte del
éxito! Los clientes descontentos, las campañas fallidas y los retos
son las mejores fuentes de conocimiento y de desafio.

TU EMPRESA SE CONVERTIRÁ EN TU PAREJA, EN TU MASCOTA


Y EN TU FAMILIA

Por supuesto, aunque convertirte en tu propio jefe te otorgue


flexibilidad de horarios y mayor conciliación, desconectar del
trabajo será mucho más difícil. Con disponibilidad 24x7, pocas
vacaciones y tantas decisiones que tomar, acabarás llevándote la
empresa todos los días de vuelta a casa. Por eso, la capacidad de
delegar y el talento que añadas a tu equipo serán los recursos
más importantes de tu compañía: forma un team en el que
confíes, comprometido con la marca y capaces de
autogestionarse. Al principio será difícil, pero creando equipos de
trabajo será posible encontrar ese equilibrio.
«No he fracasado. Solo he encontrado 10 mil formas que no
funcionan»

Thomas Edison

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