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TEMA:

EL DIOS QUE DERROTA A NUESTRO ENEMIGOS, Y NOS DA LA VICTORIA.


Éxodo 14:1-31.
Texto Áureo. “Jehová Peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”. Exodo
14:14.
Verdad Central: Jehová destruye al Faraón y a su ejército, y da victoria al pueblo
de Israel.

I. DIOS PERMITE QUE SEAMOS PROBADOS. Éxodo 14:1-4, 9, 17-18.

A. Dios revela su estrategia a Moisés. 1-3.


B. Dios endurece el corazón a Faraón. 4
C. Su propósito es glorificar su nombre. 4.
D. Dios hará justa retribución sobre los enemigos del pueblo de Dios.
Isaías 59:18. Justicia, vindicación, retribución y pago.
2 Tesalonicenses 1:4-6,9. Justa tribulación,
Mateo 18:6-9. Hay del que haga tropezar.
Mateo 26:20-21,24. Alguien me a de traicionar o entregar.
Salmo 41:9. Al hombre mi confianza.

II. DIOS PERMITE ENCRUCIJADAS EN TU VIDA. Exodo 14:10-18.

A. Dios pone al pueblo entre la espada y el mar.


B. El temor y la murmuración es provocada por lo que vieron.
C. La confianza y la certeza en Dios y lo que hará te trae la calma.
D. La proyección clara te permite avanzar.
E. La autoridad ejecutada abre y cierra.

III. DIOS PELEA POR VOSOTROS.

La liberación de Egipto y el paso del mar Rojo son acontecimientos que


no aparecen en los documentos egipcios de la época, tampoco
las plagas, calamidades o desgracias vividas como castigo (7-12).

Pero el éxodo se convierte en la profesión de fe de Israel: Dios dirige


la historia. Dijo el Señor a Moisés: Di a los israelitas que se pongan
en marcha. Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y
divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie
enjuto (14,15-16).
Al parecer, cuando Napoleón se metió con su ejército en el extremo del
mar Rojo, seco en parte a consecuencia del reflujo, la pleamar les
sorprendió y las últimas secciones tuvieron que andar con agua hasta
los sobacos.

La diferencia de altura de las mareas en el Golfo de Suez (ahora está el


canal) llegaba hasta 2’10 metros. Es posible que los israelitas
escaparan, en el momento oportuno, por ahí.

Habían acampado entre Migdol y el mar (14,2). Migdol significa torre,


fortaleza; por tanto, es la fortaleza egipcia de vigilancia. Una densa
nube facilitó la huida.

Un fuerte viento del este, que sopló durante la noche, secó el lecho del
mar que quedó a la vista.

Los carros egipcios avanzaban con gran dificultad: Al rayar el alba,


volvió el mar a su lecho, de modo que los egipcios, al querer huir,
se vieron frente a las aguas (14,20-27).

Para llegar a la tierra prometida (Canaán, Palestina) la ruta de los


filisteos, que bordeaba la costa mediterránea, era el camino más corto,
pero también el más vigilado con fortalezas y puestos de guardia.
La ruta de las minas, que bordeaba la costa occidental del mar Rojo,
era el camino más largo, pero también el más seguro. Además, Moisés
ya conocía el camino de Madián. Pues bien, los israelitas dan un
rodeo: Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos,
aunque era más corto, pues se dijo Dios: No sea que, al verse
atacado, se arrepienta el pueblo y se vuelva a Egipto. Hizo Dios dar
un rodeo al pueblo por el camino del desierto del mar Rojo (13, 17-
18). El faraón había dicho de los israelitas: Andan errantes por el país
y el desierto les cierra el paso (14,3).

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