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Lista de Canciones Con La Armonía Del Canon de Pachelbel
Lista de Canciones Con La Armonía Del Canon de Pachelbel
I) Introducción.
Entre las tantas obsesiones que me persiguen desde temprana edad, figura la de buscar y
encontrar permanentemente similitudes de todo tipo entre canciones y músicas en
general, poniendo especial énfasis en lo que tiene que ver con la armonía, cosa que a su
vez me ha inclinado a practicar una clasificación de la música un tanto distinta de la
habitual. Es así como solía ver supuestos plagios aquí y allá, y, hasta no hace mucho,
tendía a rechazar cualquier música que no tuviera una secuencia armónica 100%
“original” (cosa que era, sin dudas, un gran error; en la actualidad, en cambio, soy de los
que cuestionan la exagerada importancia que se le da, en el análisis musical occidental
tradicional, al tema de las alturas; para ser exactos, pienso que este tipo de análisis es
aplicable, en mayor o menor medida, a buena parte de la música, pero definitivamente,
no a toda la música, y además, cuando lo es, no es el único tipo de análisis aplicable, ni
el más significativo en todos los casos).
Tenía una larga lista de temas harto parecidos armónicamente, algunos de los cuales
eran plagios reconocidos, y otros no. Por ejemplo, me acuerdo de casos como el de las
canciones “We used to know” y “Hotel California”, de Jethro Tull y Eagles,
respectivamente, así como el de “All day and all of the night” y “Hello, I love you” de
Kinks / Doors, (y el auto-plagio “Destroyer”, de los mismos Kinks, talvez para
reafirmar la propiedad intelectual de ese notable riff [en este caso se trataba de un riff,
no de una secuencia de acordes]). Y hablando de los Kinks, no olvidemos el gran
parecido de su canción “Lost and found” con la de los Smiths “The boy with the thorn
in his side”, ambas de 1986. Uno de los blancos favoritos de mis críticas era Fito Páez, a
quien solía adjudicar numerosos plagios; por ejemplo su “A rodar mi vida” calcada de
“Honky tonk women” o “Soy un hippie” peligrosamente similar a “Have a talk with
God” de Stevie Wonder (en realidad, toda la obra de Fito me sigue resultando
demasiado parecida a todo). Otro gran ejemplo: la canción española “Resistiré” de
Carlos Toro y Manolo de la Calva, no sólo tiene la misma armonía que “I will survive”,
sino que tranquilamente puede hablarse aquí de un auténtico “plagio conceptual” (de
hecho, cuando la escuché por primera vez, pensé que se trataba de una versión en
español de aquel tema; por otro lado, sospecho que podríamos hacer otra lista igual de
larga con canciones que usen una armonía similar a “I will survive”, cuyo original
talvez sea la francesa “Les feullies mortes”). Y así sucesivamente. (Cabe destacar que,
en el repertorio de rock clásico de 60-70′s, que es el terreno en el que yo me movía,
tenía cierto sentido hablar de este tipo de plagios, pero resultaría absurdo hacerlo en el
contexto de la música pop actual, en gran parte de la cual parece haber una manifiesta
intención de que las canciones se parezcan, hay un uso generalizado del reciclaje y las
estructuras armónicas se repiten hasta el hartazgo).
Por supuesto, mi deleite era mayor cuando descubría semejanzas entre alguna música
pretendidamente profunda, cool o de vanguardia, y otra lo más antagónica posible. Por
ejemplo, la que existe entre las canciones “Hallowed be thy name” de Iron Maiden y
“Ocho letras” de Larbanois-Carrero, como puede verse en YouTube bajo el título de
“Peter Capusotto y Pomelo presentan El Gran Reencuentro del Rock Uruguayo – Iron
Carrero” (nótese que este ejemplo es perfectamente simétrico). Y hablando de
Capusotto, éste utiliza como presentación de su programa, una versión murga de
“Sympathy for the devil”, lo que viene a constituir un excelente ejemplo de ese tipo de
“desmitificación” que a mí me divertía practicar (citas obligadas: el “Concerto Grosso
alla Rustica” de Les Luthiers, una de las obras más sublimes que se han escrito, en este
sentido, y “No necesitamos otro héroe, Valderrama” de Leo Maslíah).
Otro caso de músicas antagónicas y similares fue el que encontré a mediados de los 90,
cuando empezó a sonar el tema “Basket case” de Green Day. Inmediatamente lo asocié
con la tristemente célebre canción “Uruguay, te queremos ver campeón”, himno
futbolístico de nuestra selección desde el Mundialito de 1980, compuesta por los
jingleros Beto Triunfo y Roberto da Silva. Lo más interesante es que no cabían dudas
respecto a la cronología de los hechos, una de las canciones era 15 años anterior a la
otra. De más está decir que yo no perdía oportunidad de utilizar esta coincidencia para
burlarme de Green Day y de su postura pretendidamente punk/rockera: en mi
concepción, ninguna cosa podía ser suficientemente agresiva, radical, violenta, rebelde,
rockera, pesada, profunda, o lo que sea, si tenía la misma armonía de “Uruguay, te
queremos ver campeón”… pero, como verán, estaba parcialmente equivocado.
No mucho tiempo más tarde, un amigo me prestó un cassette de música barroca, que
quería recuperar a formato digital porque afirmaba que las versiones en él contenidas
eran únicas. ¿Y qué me encuentro al escucharlo? Una hermosa versión de “Uruguay, te
queremos ver campeón”, interpretada con instrumentos barrocos. Nunca me preocupé
en recordar el nombre del autor, ni el de la obra en cuestión, pero hoy todos sabemos
que se trataba del “Canon y Giga en Re mayor para tres violines y bajo continuo” de
Johann Christoph Pachelbel, circa 1680.
Pasaron los años, todo siguió su curso normalmente, aparecían algunos “plagios” de vez
en cuando, unos más divertidos que otros, nada por lo que perder el sueño, pero me
enteré un día de que los autores de “Uruguay, te queremos ver campeón” habían
demandado a la cantante española Rosana Arbelo, reclamándole nada menos que un
millón de dólares, por el supuesto plagio de su canción “Soñaré” al mencionado himno.
Escuché la canción de Rosana, y efectivamente, se parecía… tanto a “Uruguay, te
queremos ver campeón”, como al propio Cannon de Pachelbel, y, en mayor o menor
medida, a muchas otras canciones que yo ya había venido reconociendo como
poseedoras de esa misma secuencia armónica, entre ellas, por supuesto, “Basket Case”.
(Claro que la canción de Rosana tiene además cierto parecido melódico con nuestro
himno, pero si escuchan los temas de la lista de abajo, notarán que no es la única
canción que lo posee, de hecho, hay varios temas anteriores a 1980 que también
coinciden melódicamente, lo cual no es de extrañar, dado que hubiera sido difícil que se
hicieran 70 músicas sobre la misma armonía sin que se repitiera nada).
No dudé en juzgar el reclamo de Triunfo y Da Silva como una gran “avivada” de estos
compatriotas; sin embargo, este hecho aun no me quitaba el sueño. Lo que realmente me
motivó a investigar y finalmente publicar este artículo, fue que me extrañó que los
asesores y/o abogados de Rosana, si bien acertaron a argüir que ambas canciones se
parecían a una tercera, aparentemente no advirtieron que lo que había detrás de ellas, así
como de cientos de otras obras, no era otra cosa que el archi-plagiado y versionado una
y mil veces, Canon de Pachelbel. Lo que esta gente encontró, en cambio, fue el
villancico “The first noel”, que según ellos dataría del siglo XIII, y que, efectivamente,
tiene una similitud más melódica que armónica (lo cual tendría sentido en caso de ser
verdadera la historia). Por cierto, lo que no se les escapó, es el parecido con la canción
de Green Day, hecho que me sigue provocando cierta jocosidad.
II) Investigación.
http://www.youtube.com/watch?v=ybe4P9fbeqA
http://www.pachelbelcanon.com/
http://www.listology.com/lukeprog/list/songs-based-pachelbels-canon
Estas listas están bastante bien, la segunda de ellas mejor que la primera, y tienen
algunos títulos en común entre sí y con el video de Paravonian. No obstante, en ninguna
de ellas figuran “Uruguay te queremos ver campeón” ni la polémica “Soñaré”; en
realidad, hay una gran carencia de canciones hispanas, y hay también, tanto en el video
como en ambas listas, sobre todo en la primera, canciones que, a mi entender, no
deberían estar, como por ejemplo “Let it be” (no porque sea fanático de los Beatles; en
realidad encontré una canción de The Beatles mucho más apropiada y que no figura en
las listas). La explicación de por qué dejo afuera a “Let it be”, “With or without you”,
“No woman no cry” y otros conocidos temas, se encuentra al final del artículo.
1. La armonía hace referencia a las alturas, las notas de una canción, pero no a las
notas concretas, sino a las relaciones entre ellas. No importa si una canción está
en Re y otra está en Si bemol, ambas pueden tener la misma armonía. He aquí la
primera abstracción.
2. El análisis armónico es abstracto con respecto al tiempo. Se trata de asociar
acordes (o mejor dicho, grados, o incluso más abstractamente hablando,
funciones tonales) con compases o unidades métricas arbitrarias. Una canción
puede estar a tempo 190 y otra a tempo 60, una puede ser en 6/8 y la otra en 7/4
y sin embargo tener la misma armonía. Una puede ser un canon barroco y lento,
la otra un punk-rock furioso, y ambas compartir la misma armonía.
3. Y lo más abstracto y artificial de todo: si bien el análisis armónico presupone la
presencia de grados, es decir “acordes abstractos”, acordes relativos, sin
referencia a notas concretas, distribuidos en una cuadrícula de compases o
unidades métricas, no es necesario que en la música misma ningún instrumento
toque realmente los acordes. Se trata de una especie de “ambiente de
simultaneidad sonora” bastante discutible, que puede extraerse incluso de una
simple melodía, no habiendo simultaneidad sonora alguna en los hechos. En una
composición barroca, por ejemplo, los acordes se forman por la superposición
accidental de las distintas líneas melódicas, mientras que en “Basket case” hay
una guitarra tocando explícitamente grupos de notas simultáneas, las mismas
notas que, siglos antes, algún teórico musical señaló como las más importantes o
las definidoras de un grado o función armónica, y entre ellas, una especialmente
importante y que siempre debe estar en su lugar: la nota más grave, el bajo, la
fundamental de cada acorde (es quizás por eso que quienes tocamos el bajo
tenemos una natural inclinación hacia la armonía, y viceversa).
III) La lista.
Esta canción es mucho más conocida por su versión de 1995, en la película Tango
Feroz. Atención porque la melodía es bastante parecida a la de T&DS. Desde el punto
de vista armónico, apenas una sutil diferencia con el original: I – V – VI – III – IV – III
– IV – V. Como vemos, sustituye un I por un III (y en ocasiones, por un I con bajo en la
3ª.), es decir, prácticamente idéntica al Canon.
Esta es la canción más universalmente citada como deudora del Canon, ya que aparece
en las dos listas, en el video, en mi memoria y en boca de los abogados de Rosana; sin
embargo, no es de las más fieles a él. Observemos su secuencia: I – V – VI – III – IV – I
– V. Hay una diferencia importante porque es estructural: directamente, se saltea un
acorde, aunque la “función armónica” podríamos decir que se conserva, ya que termina
en V igual que el original.
Otra de las que aparecen en ambas listas y en el video. Observen qué curioso, es
exactamente igual a la de Green Day, se saltea el último IV y cae directamente en V.
Cuando repite, introduce una nueva variante, también presente en otras canciones que
veremos, la mayorización del III, lo cual es otra forma de acorde de pasaje para ir al IV.
Muy interesante versión, ya que conjuga unas cuantas variantes de las que veremos en
otros temas. Estructuralmente pertenece al grupo de Green Day y Aerosmith, o sea, de
las que se saltean el penúltimo acorde, pero además introduce los siguientes cambios: I
– V/3ª – VI – III – IV – IV#dim – V. El primero es el V con bajo en la 3ª, lo que hace el
clásico efecto de “bajadita” en el bajo, pero el más interesante es el pasaje cromático
para ir al V final, sustituyendo al I. Qué fineza, ¿eh?
La única contribución de los Beatles a la lista es esta canción, que, como veremos, es
por lejos la más distinta al original, entre todas las restantes. Analicemos: I – V – VI –
III; I – V – VI – III7. En definitiva, sólo coinciden los 4 primeros acordes, pero la
estructura es completamente diferente.
Esta canción, perteneciente a Dennis Lambert & Brian Potter (mucho gusto), aparece en
ambas listas y en el video, a veces en su versión de 1971 a cargo del grupo Coven.
Tiene la bajadita, tiene al V sustituyendo al III como en la de Silvio, y tiene el II
sustituyendo al IV como en la de Silvio también; cuando repite se come un acorde, igual
que en las del grupo Aerosmith/Green Day. No hay nada nuevo bajo el Sol.
Otra de las que aparecen en el video, y también, creo, en ambas listas. Bueno, esta
canción pertenece al grupo de lo que yo llamaría “versiones”, es decir, creo que ni llega
a la categoría de composición. Sencillamente, como en otros casos que veremos, es un
pastiche, es decir una música con cuerdas equivalente al propio Canon (en versiones
más recientes, incluso, ni se molestan en hacer tal pastiche y le ponen directamente el
original), una máquina de ritmos y una mina hablando arriba, con un estribillo que deja
mucho que desear.
Otra del video y alguna lista. Fiel al original, excepto por la mayorización del III, alla
Aerosmith.
Otra versión, como la de Vitamin C, pero mejor, no sólo por la rapeada inobjetable de
Artis Leon Ivey Jr., sino por el estribillo un poco más canchero.
Esto lo puse porque aparece por ahí en las listas, pero es claramente una versión, no
tiene misterio.
15) Spiritualized – Ladies and gentlemen, we are floating in space (UK, 1997)
El tema está en el estribillo, y la verdad, ni tengo ganas de analizar qué tipo de variante
es, pero es el Canon, no cabe duda. Green Day es Béla Bartók al lado de esto. ¿Qué
digo? T&DS son Béla Bartók.
Excelente versión disco de la obra que nos ocupa, re-versionada en 1992 por los Pet
Shop Boys. Fusionaron el Canon de Pachelbel con “YMCA”. ¿Qué más se puede pedir?
Como dijo Vinicius de Moraes: si Pachelbel se levantara de su tumba, estaría orgulloso.
Este grupo, del que se dice que fue el primero en fusionar música barroca con pop, nos
muestra aquí una de las tantas canciones en las que los acordes del Canon son utilizados
para crear una atmósfera religiosa, ya que se prestan perfectamente para ello.
Existe otra versión posterior (1970) a cargo de los maestros del funk Parliament.
Baladita bastante aburrida, similar a las primeras que vimos. Algún dominantecito por
ahí, más de lo mismo.
Otro rap. No parece ser una versión directa del Canon, sino de otra música idéntica a
éste, que podría estar o no en esta lista.
I – V/3a. – VI – III – IV – I – III7 – IV – II7 – II7 – V. Por fin algo digno de analizar.
Se parece más que “I want to hold your hand”, de manera que su presencia en la lista
está plenamente justificada.
25) Belle & Sebastian – Get me away from here, I’m dying (UK, 1996)
Textual la primera vuelta, cuando repite introduce una variante para enganchar con la
parte B. Igual te digo que ya me estoy cansando de estos grupetes, es hora de dejar de
currar, muchachos.
26) The Polyphonic Spree – Light & Day / Reach for the Sun / Section 9 (USA,
2002)
Vamos con una banda buena, para matizar un cacho. La bajadita de la primer vuelta de
Sylvia se parece mucho a la de Silvio Rodríguez, con el II7 igual que la de T&DS, así
que se ganó su lugar en la lista. Por cierto, el resto del tema no tiene nada que ver.
Bueno, esto sí que es una sorpresa. Esta canción, conocida en nuestro pais y en
Argentina, gracias a la excelente versión de Alfredo Casero (que, de todas maneras, no
es muy distinta a la original), presenta en su estribillo una armonía que, para que no
queden dudas, me dispongo a analizar: I – V – VI – III – IV – V – I – V. Claramente,
está mucho más cerca del Canon, que de cualquier otra cosa.
Esto es el Canon mismo, con un estribillo que consiste en la misma frase del título
(afanada a su vez a los Beatles) repetida tres veces, con la misma métrica y un par de
notas de diferencia, a lo sumo, más las 3 palabras finales. Vale decir que “Uruguay, te
queremos ver campeón” parece Il cimento dell’armonia e dell’invenzione, al lado de
esto. De hecho, por la temática futbolera que rodea a este tema, yo en el lugar de T&DS
hubiera demandado a estos ladrones y no a la pobre Rosana. Llama la atención, por otro
lado, cómo todas estas canciones basadas en el Canon de Pachelbel suelen ser los
principales hits de todas estas bandas. Este hecho realmente llama a la reflexión… por
lo pronto, ya lo saben, si quieren triunfar, inténtenlo ustedes mismos.
31) Brian Eno – Three variations on the Canon in D Major (UK, 1975)
Ni Brian Eno se abstuvo de hacer su propia versión, pero por lo menos lo dejó bien
claro en el título, presumo que debido a que es el único que sabe realmente lo que está
versionando.
32) Libera – Sanctus (UK, 2006)
Esto es una especie de grupo coral infantil, que hace una música papal. No podía faltar,
entonces, alguna cosa con los acordes del maestro Johann en su repertorio.
Hay una cosa que es clara: cuanto más nos aproximamos al presente, menos se
preocupan los productores por disimular las “fuentes de inspiración” de sus productos.
Es lo que decía más arriba con respecto al concepto de plagio, que perdió vigencia con
las nuevas reglas de la creación moderna. La melodía, por su parte, me hace acordar a
mil cosas, entre ellas “Hard to say I’m sorry” de Chicago y “La isla Bonita” de
Madonna, obviamente con otras notas, pero no me hagan caso, ya les advertí que me
voy fácilmente al carajo con las analogías.
Y seguimos currando, que hay para rato todavía. (Melodía igual a la del ejemplo 19).
Como dije más arriba, estas canciones de los 70’s no dejan de ser una mierda, pero su
parentezco con el Canon es meramente formal; en cambio, muchos de los ejemplos más
recientes pertenecen a la categoría de “versiones”, es decir, copiaron no sólo la armonía
textualmente, sino la “onda” misma de la obra, no aportando absolutamente nada nuevo
al escucha.
Juas! Talvez esté basada en “Go west” (ejemplo 16), o directamente en “YMCA”.
Le metieron dos variantes a la fórmula original: 1) igual que Aerosmith, el III mayor; 2)
el V del final está sustituido por VIbM – VIIbM – I, subidita clásica si las hay, pero
única entre los temas de esta lista. La melodía es virtualmente idéntica a la de “One tin
Soldier” (ejemplo 10). La verdá que no sé a dónde vamo’a parar si seguimo’así.
Me cae simpática esta mina, pero basta loco, ¿en serio no hay mejores ideas en la
vuelta?
Esto aparentemente es la música de una película de animación japonesa. Sea como sea,
no se gastaron mucho.
Extraña mezcla de estilos, pero con el sello inconfundible de Juan Carlos Pachelbel.
¿Es mi impresión, o los asiáticos le están dando una waska tremenda al Canon?
Vamo’a matizar ahora con algo “latino”. Esta canción pertenece a la clase Green
Day/Aerosmith; de hecho, se le puede cantar “Basket Case” arriba, y queda fenómeno.
Y tengo varios latinazos más. Escuchen este. Empieza con una intro muy correcta,
después en el verso ya arranca con una secuencia sospechosamente similar al Canon,
pero se va para otro lado, parece que va a safar, y de repente… llega el estribo, y se
terminan las dudas, Canon de Pachelbel a cara de perro.
¡Esto es lo que yo llamo CURRAR! Al parecer, este proyecto fue emprendido por gente
que se fue de Sweetbox (ejemplo 34), que venían de meter aquel hit “Everything’s
gonna be alright” basado en el “Aria para la cuerda de Sol” de J. S. Bach, y dijeron:
“ma’si, vamo’hacer lo mismo pero con el Canon de Pachelbel, y nos rinde pa’ 3 temas,
lo menos”. Y así fue. El resto del disco ensaya la misma fórmula con diversos autores,
en un estilo que ellos mismos definen como “pop meets classic”.
Grupo lanzado por el productor de “Menudo”, ¿se acuerdan? Este tema tiene la misma
bajada de Silvio Rodríguez, Focus y otros, que en sí, son técnicamente equivalentes al
Canon, en el sentido de que se podría cantar arriba de esta armonía cualquiera de las
canciones de la lista, pero no son copias al nivel de las que yo llamo “versiones”.
Y acá tenés a los Menudo Chinaski. A diferencia del caso anterior, esto sí es una
“versión”.
Otra mezcolanza de cosas raras, en la que no faltan los pasajes inspirados en el Canon.
Lo mismo que el ejemplo 50 y varios de la categoría latin pop, que, de todas maneras,
son todos muy parecidos entre sí.
Otra agrupación hip-hopera, esta vez germana. Tienen otra versión del 2005, más fiel al
original aun, si es esto realmente posible.
Imposible saber quién hizo esto, ni cuándo, ni dónde, ni por qué (sobre todo: por qué),
como pasa con cualquier producto en cuyo título aparezcan las palabras “DJ” o “remix”,
pero sirva como ejemplo de las infinitas versiones más que se pueden encontrar
poniendo en el search de YouTube las palabras “canon pachelbel remix”.
Lo mismo puede decirse de esta otra pieza. Saquen sus propias conclusiones.
Para resumirlo, esta armonía es igual a la de “Shima uta” (ejemplo 28) pero con el III
mayor, como ya hemos visto en varias canciones.
La misma bajadita de los ejemplos 9, 27, 50, 53 y alguno más, a un tempo muy lento.
Acá tenemos otra variante del concepto de mezclar pop con música clásica. En este caso
se trata de un cuarteto vocal de bellas mujeres, que chaparon el Canon de Pachelbel, le
metieron no sé qué letra eclesiástica, y dale que es tarde.
Este grupo, considerado por muchos como uno de los pilares del pop, utiliza
brevemente la armonía que nos ocupa, en un pasaje vocal que puede oirse claramente en
este tema, al menos en su versión en vivo de 1982.
Con la participación de TQ y toda su onda R&B, el asunto es que el amor será daltónico
pero nuestros oídos no: esto es el Canon acá y en Tanganika.
Difícil saber de dónde proviene esto, al parecer, podría ser de Indonesia. Como decía
más arriba, realmente copados los asiáticos con Juan Carlos.
Los que critican a Oasis por su falta de creatividad (no es mi caso, a mí Oasis
directamente no me gusta nada), pueden utilizar este hit como ejemplo: la armonía es la
misma de “Shima Uta” (ejemplo 28), y la melodía del estribillo se parece mucho a otra
canción de esta lista, el que la descubra se lleva un premio. Por cierto, su canción
“Whatever” de 1994 también utiliza esta armonía.
Talvez esta sea la versión más disimulada de la armonía del Canon que podamos
encontrar en toda la lista, ya que sustituye el III por un II-V secundarios para ir al IV, y
luego el segundo IV por un dominante secundario para ir al V –como ya habían hecho
nuestros hermanos T&DS– y para rematarla, le agrega un IV al final de todo, que la deja
picando…
Y apareció otra de Silvio, a último momento. La armonía del principio de la estrofa es: I
– V – VI – III – IV – III – II – VI7. Como vemos, es el propio Canon, excepto por el
último acorde, un dominante secundario del II, que utiliza justamente para resolver la
segunda mitad de la estrofa sobre este grado, o sea que no vuelve a repetir los acordes
de Pachelbel.
Para finalizar, nos vamos con esta inglesa que estuvo muy vinculada a la movida
musical de los 70’s. Su versión del Canon se usó para un video con pingüinos.
IV) Apéndice: temas frecuentemente referidos como similares al Canon, pero que
en realidad no lo son.
Todos estos temas tienen los tres primeros acordes del Canon, y el cuarto acorde casi
siempre es IV, lo cual los hace a todos muy parecidos entre sí, pero considerablemente
distintos a la obra de Pachelbel. “Dragostea din tei” es un caso especial, porque posee
estos mismos acordes, pero en un orden distinto, por lo que se parece menos aun,
aunque tiene cierto aire que por alguna razón nos recuerda al Canon.