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4to Trabajo Sistema y Técnicas Constructivas. Barbara Ordoñez
4to Trabajo Sistema y Técnicas Constructivas. Barbara Ordoñez
El Cristo Redentor
Ícono del paisaje carioca y visita obligada para los turistas de todo el mundo, detrás
de la fascinación por el Cristo Redentor existe una apasionante historia sobre su
compleja construcción. Emplazado en la ciudad de Río de janeiro, a 38 metros de
altura sobre el cerro Corcovado, y con un peso de unas 1.000 toneladas, este
monumental proyecto fue diseñado por el ingeniero Heitor da Costa Silva, tardando
aproximadamente cinco años en construirse (1926-1931). Con un dibujo inicial de
Silva, el proyecto incluyó los detalles finales del artista Carlos Oswald junto con el
escultor francés Paul Landowski, encargado de modelar todos los componentes de
la estatua.
Luego de varios debates entre funcionarios del gobierno de Río de Janeiro, en 1921
comenzaron a emerger las ideas para la creación del proyecto sobre el Corcovado.
En el año 1923, se celebró un concurso de proyectos que fue ganado por Costa
Silva. Sin embargo, la construcción del mismo no comenzó hasta 1926, después de
que se recaudaran la totalidad de los fondos para el proyecto monumental,
finalmente completado en octubre de 1931.
Las obras para el Cristo Redentor se caracterizaron por la presencia de
contratiempos y dificultades. Ubicados a una altura promedio de más de 700 metros
a partir de la cota más baja, los trabajadores se encontraron con diversos problemas
logísticos debido a la reducción del área de la obra de sólo 15 metros de diámetro y
al clima con la presencia de descargas eléctricas durante las tormentas y altas
temperaturas en el verano. A pesar de esto, no se registraron muertes ni accidentes
durante la construcción del monumento.
La zona inferior de la estatua, correspondiente a las túnicas del Cristo, fue reforzada
en su totalidad en acero. La misma poseía un sistema secundario donde una rejilla
proyectada con mortero (arena, cemento y áridos finos) con espesores variables
entre 6 y 10 centímetros, le otorgaba una mayor resistencia. Después del secado,
toda la superficie externa fue modelada por los trabajadores en base a dibujos.
Finalmente, fue recubierta con esteatita triangulada (pedra sabão) y limpiada
mientras desmontaban la grúa.
Anclaje Químico.
Anclaje mecánico.
Esteatita: Muy reconocida por sus resistencia y dureza, que puede llegar a
ser comparada con el mármol, la gran ventaja que tiene ésta piedra es que
soporta altas temperaturas lo que la torna versátil para diferentes finalidades.
Este monumento, con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los miradores
más sorprendentes que podemos encontrar en Lisboa. Y es que, desde este punto,
no solamente podremos divisar la capital de Portugal sino también ese Puente 25 de
abril que ya es todo un símbolo de la ciudad.
Es difícil ver cuán grande es esta forma en la ciudad, pero es enorme. La estatua de
Cristo, colocada sobre un pedestal de 82 m (270 pies), tiene casi 30 m (100 pies) de
altura. Esto lo hace un poco más pequeño que la imagen del Cristo Redentor en Río
de Janeiro, y los efectos obvios no se pueden negar.
La figura fue tallada a mano en la propia estructura, a más de cien metros del suelo.
Para ello se utilizaron moldes de yeso.
Obra no patrimonial
El Jesucristo de Swiebodzin tiene 33 metros de largo, uno por cada año de vida de
Jesús, afirmó Sylwester Zawadzki, el sacerdote que creó la escultura.
Sin embargo, según algunas autoridades locales la escultura cuenta en realidad con
51 metros, si se incluye el pedestal en el que se encuentra y la corona de oro de la
cabeza.
Los últimos elementos de la estatua, la cabeza y los brazos, fueron instalados con
ayuda de una enorme grúa enviada especialmente al lugar, ya que una primera
tentativa, la semana anterior, se saldó con un fracaso porque la grúa carecía de la
potencia necesaria.
CITA
Referencias bibliográficas
El Edificio Metálico:
https://cambiopolitico.com/el-edificio-metalico/88102/