Está en la página 1de 44

INTERPONEN ACCIÓN DE AMPARO – SOLICITAN MEDIDA CAUTELAR

URGENTE - SOLICITAN HABILITACIÓN DE DÍAS Y HORAS INHÁBILES

Señor/a Juez/a:

MYRIAM BREGMAN, D.N.I. 22.600.553, con domicilio en Adolfo Alsina 1320 piso
3 of. 304, CABA, ALEJANDRINA BARRY, DNI 23.340.78, con domicilio en Perú 160 piso
3, of. 301, CABA, PATRICIO DEL CORRO, D.N.I. 30.306.197, con domicilio en Alsina
975, CABA, y CLAUDIO DELLECARBONARA, D.N.I. 22.810.296, con domicilio en La
Rioja 853, CABA, con el patrocinio letrado de Carlos Alberto Platkowski, abogado T. 107 F.
14 CPACF, Lilen Camila Reyes, abogada T. 126 F. 979 CPACF y Agustina Ferro, abogada T.
144 F. 858 CPACF, constituyendo domicilio legal en Adolfo Alsina 1320 piso 3 of. 304, CABA,
y domicilio electrónico en 20268948709, 27353680698 y 23382676564, nos presentamos ante
V.S. y decimos:

I. OBJETO

Que venimos en tiempo y forma a interponer la presente Acción de Amparo en los


términos del artículo 43 de la Constitución Nacional (CN), del artículo 14 de la Constitución de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CCABA) y de los artículos 2 y ss. de la ley local 2.145
contra el GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES (GCBA), con domicilio en
Uruguay 458, CABA, y contra SUBTERRÁNEOS DE BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL
ESTADO (SBASE), con domicilio en Agüero 48, CABA, a fin de que se declare la nulidad
de la Resolución 5/SBASE/24 (BO N° 6869 - 09/05/2024) que establece el aumento de la
tarifa del servicio del SUBTE y nuevos cuadros tarifarios.

Que, como se demostrará, de acuerdo con los elementos fácticos y jurídicos que se
detallarán en la presente, el aumento pretendido por el GCBA y SBASE se encuentra en clara
violación a la Constitución Nacional, a la Constitución de la Ciudad, a Tratados Internacionales
y a leyes que regulan el servicio del SUBTE, lo cual determina la arbitrariedad e ilegalidad de
la Resolución que establece el aumento en cuestión y, en consecuencia, de todo aumento que se
realice en las condiciones que se desarrollarán a lo largo del presente.
Asimismo, solicitamos que con carácter urgente y con habilitación de días y horas
inhábiles se dicte medida cautelar en los términos del artículo 61 de la ley 4.472 y de los
artículos 135 y 179 del CCAyT dejándose sin efecto la Resolución 5/SBASE/24,
ordenándose la suspensión del aumento tarifario allí dispuesto hasta tanto se dicte
sentencia de fondo.

La necesidad del dictado de la medida cautelar solicitada responde a las graves e


irreparables consecuencias que se derivarían de la aplicación del aumento tarifario en cuestión,
por cuanto ha sido concretado en clara violación a la constitución local y nacional, a tratados
internacionales y leyes que regulan el servicio del SUBTE, conforme se desarrollará a lo largo
del presente.

Resulta imperioso que V.S. considere las graves e injustas consecuencias que conllevan
un aumento de este servicio de transporte en las condiciones que a continuación se detallan. Los
aumentos que -insistimos- están amparados en cálculos ilegítimos, impactan en la economía de
millones de usuarios.

II. HECHOS QUE MOTIVAN LA PRESENTE ACCIÓN

Desde el mes de diciembre de 2021 el servicio de subte se encuentra bajo la concesión


de la empresa EMOVA MOVILIDAD S.A. (en adelante “EMOVA” y/o “la Empresa
Concesionaria” y/o “la Concesionaria”), siendo la adjudicataria del proceso licitatorio
Metrovías-Benito Roggio S.A., ello una vez suscripto el Contrato de Concesión en septiembre
de 2021.

En ese marco, SBASE, Autoridad de Aplicación del Servicio de SUBTE designada por
ley 4.472, solicitó la actualización de la Tarifa Técnica y la readecuación del Cuadro Tarifario,
por lo que el 9 de febrero de 2024 el GCBA emitió el Decreto 101/24, disponiendo en su artículo
primero la convocatoria a Audiencia Pública para el tratamiento de la tarifa técnica y la
modificación del cuadro tarifario del SUBTE, para el día 15 de marzo de 2024 a las 15:00 hs.

Dicha audiencia no pudo realizarse debido a que tuvo que ser suspendida por las
autoridades del GCBA, ya que, aproximadamente una hora después de la hora pautada para su
inicio, alegaron “inconvenientes técnicos” para la transmisión pública de la misma.
Sin embargo, el aumento y la modificación del cuadro tarifario había sido anunciado un
tiempo antes en diversos medios de comunicación por el Gobierno local, sin una previa
participación ciudadana en un debate público sobre porcentajes de incrementos en discusión y
el impacto en economías personales y/o familiares de usuarios, demostrando la formalidad que
implica una realización de la audiencia pública respecto de un aumento que ya está decidido
previamente. Se agregan dos notas de portales de noticias como ejemplo de lo antedicho:

● Diario Clarín, fecha 14/02/2024: https://www.clarin.com/ciudades/fuerte-aumento-


servicios-portenos-subte-costara-574-suben-150-peajes_0_sePf3A68jl.html
● Infobae, fecha 22/04/2024: https://www.infobae.com/economia/2024/04/22/habra-dos-
fuertes-aumentos-del-subte-en-mayo-a-cuanto-va-a-llegar-el-boleto/

La nueva audiencia fue convocada para el día 25 de abril de 2024 mediante el Decreto
147/24, dicha audiencia tuvo lugar con la discusión del aumento de tarifas de la resolución
original en tres tramos: de $125 actuales a $574 (359,2% incremento) desde el 5° día hábil de
publicada resolución en Boletín Oficial; luego, a los 15 días corridos del primer aumento, una
suba a $667 (433,60% de incremento) y 15 días corridos después, que hubiese sido desde
junio/2024, la última suba a $757, resultando un incremento de la tarifa abonada por usuarios
del 505,6%.

Luego de realizada la nueva audiencia el Gobierno de la Ciudad publica una supuesta


mejora en el esquema de incrementos en tres tramos: se disminuyen $17 en el segundo tramo
de tarifa que no será a $667 sino de $650, y ese tramo, que representa ya un 420% de incremento,
se extiende hasta el 31 de julio; luego desde el 1° de agosto de 2024 aplica la tarifa de $757 que
representa, como ya se indicó, un 505,6% de incremento total. Lo que se hizo fue demorar dos
meses la menor parte del incremento que es la que se produce en el tercer tramo de aumento
(85,6%) frente al enorme incremento que se consuma en menos de un mes de un mes (420%).

Decir que se contemplan las consideraciones recogidas en las audiencias no queda


satisfecho con publicar una insignificante “mejora” en el cronograma de suba de tarifas como
plantea el Gobierno de la Ciudad que, con esa maniobra, trata de encubrir que se producirá el
mismo incremento del 505,6% pero en menos de tres meses en lugar de los casi dos en que se
planteaba originalmente, reducidos a uno -de continuarse el cronograma original- por su propia
inoperancia en la realización de la primera audiencia programada.
En los considerandos de la Resolución 5/SBASE/24, mencionan que “(...) las
exposiciones de numerosos vecinos de la ciudad y las recomendaciones del Ente Único
Regulador de Servicios Públicos en cuanto a considerar también la ecuación económico-
financiera de los usuarios al momento de proponer actualizaciones tarifarias, ha motivado a
SBASE a elaborar un nuevo cuadro tarifario (...)”, pero de lo expuesto anteriormente se extrae
que, los diversos planteos, argumentos e impugnaciones que fueron expresados por una gran
cantidad de expositores en la audiencia pública, que incluyen denuncias graves como por
ejemplo, la situación sanitaria por la existencia de asbesto en el Subte, las irregularidades en el
método de cálculo que utilizan, entre otras -los que podrán observarse en la Versión
Taquigráfica, a la cual nos remitimos- no fueron tenidos en cuenta por las demandadas,
resultando en consecuencia una audiencia vaciada “de todo contenido (...) y que solo pretenden
legitimar decisiones verticales tomadas con anterioridad” (CSJN, fallo “CEPIS”, considerando
19). Este viene siendo el modus operandi de las demandadas a través de los años.

Asimismo, la Resolución 5/SBASE/24 dice “Que las recomendaciones efectuadas por el


Ente Único Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han sido
merituadas y tenidas en consideración por SBASE, cuyo tratamiento surge del IF-2024-
17118650-GCABA-SBASE, elaborado por la Dirección General e incorporado en las
actuaciones referidas en el Visto.”. Es importante señalar que dicho informe no es de público
conocimiento, por lo que no se puede acceder a su contenido ni a las consideraciones que
supuestamente se han tenido en cuenta para elaborar un nuevo cuadro tarifario. Es por ello que
se solicita que GCBA lo acompañe, como así también la totalidad de la documentación del
Expediente N° EX 2024-04632772-GCABA-SBASE.

En ese contexto se ha aprobado un aumento tarifario con serias irregularidades en sus


cálculos. Tal como se desarrollará a continuación, existen incumplimientos a la normativa que
regula al subte y a la determinación de su tarifa, así como falta de información transparente en
su cálculo, permitiendo arbitrariedades para calcular y aumentar la tarifa.

En particular, se incluyen gastos que, por un lado, no se encuentran debidamente


justificados y, por otro, que no corresponde que sean abonados por el usuario. Asimismo,
no se han considerado políticas que alienten al mayor uso del subte y a la recuperación de
los pasajeros “perdidos” desde el inicio de la pandemia por COVID-19 en marzo 2020, lo
cual implicaría una reducción del valor de la tarifa teniendo en cuenta su método de
cálculo.

La tarifa técnica es, desde la privatización del Subte, históricamente compensada por el
Estado Nacional primero y luego de la Ciudad, subsidiando estos la parte no cubierta por la
tarifa abonada por los usuarios. En el nuevo cuadro tarifario planteado, la combinación de un
cálculo de tarifa técnica sin verificación exhaustiva de sus componentes y la quita intempestiva
de la mayor parte del subsidio por parte del Gobierno de la Ciudad, resulta en una tarifa a abonar
por los usuarios no inclusiva ni accesible para todos los ciudadanos, siendo privativa, por lo
tanto, del acceso al servicio de transporte público en subterráneo.

A su vez, la menor afluencia de usuarios al Subte redunda en la justificación de nuevos


esquemas de suba de tarifa: la cantidad de usuarios que abonan tarifa es el divisor de los costos
operativos para el cálculo de la tarifa técnica. En este esquema, donde la empresa concesionaria
cubre los costos operativos en la cuantía que ella misma declara, sin verificaciones, resulta cada
año en ganancia para la concesionaria a costa de los usuarios.

Son SBASE y el Gobierno de la Ciudad quienes deben cumplir su rol de fijación de


cuadros tarifarios, potestad que mantienen aún concesionando el servicio, no en pos de asegurar
ganancias a la concesionaria sino la protección del derecho de los ciudadanos usuarios de acceso
al transporte público con una tarifa justa y razonable, debiendo promover mejoras en la gestión
operativa que reduzcan la tarifa técnica, así como haciendo uso de su amplia facultad de
verificación sobre costos operativos incluidos en la tarifa para determinar la pertinencia o no de
los mismos.

Por otra parte, a modo de comparación con otras ciudades del mundo que cuentan con
redes de subtes, suponiendo que la cotización del dólar oficial se sostenga unos meses estable
en aproximadamente $921.04, el boleto de Subte final de $757 pasaría a valer una tarifa final de
82 centavos de dólar, sería internamente una tarifa comparativamente más alta a la de los años
90 pre privatización del servicio pero con un salario en dólares bastante más deprimido, y
comparando con el exterior el subte de Buenos Aires, con apenas 6 líneas y 90 estaciones,
pasaría a estar considerablemente más caro en dólares que redes como la de Moscú con 14 líneas
y 258 paradas a 60 centavos de dólar o la de Ciudad de México con 12 líneas y 195 estaciones
a 30 centavos de dólar.
Cabe advertir también que en este momento no existen obras ni planes referidos a la
extensión de las líneas. Esto fue advertido por el Banco Mundial en un informe realizado con
motivo del transporte en el Área Metropolitana, publicado en el año 2022, donde se destaca la
severa falta de inversión en el subte (“Lapidario informe del Banco Mundial sobre la
desinversión en el Subte”, diario Tiempo Argentino:
https://www.tiempoar.com.ar/economia/lapidario-informe-del-banco-mundial-sobre-la-
desinversion-en-el-subte/).

El Subte porteño, que fue pionero en América Latina, se encuentra post privatización en
1994 estancado en su desarrollo, con las obras de las tres nuevas líneas proyectadas en el año
2001 (F, G e I), que ampliarían a 128 las estaciones y exponencialmente el número de usuarios,
paralizadas hace décadas, y con incrementos de tarifas excesivamente onerosos para ingresos
depreciados.

Es en este marco que solicitamos la nulidad de la Resolución 5/SBASE/24 y en forma


cautelar su suspensión, hasta tanto se resuelva sobre su nulidad. La trascendencia y el perjuicio
social con el que impacta la resolución en crisis en miles de usuarios del Subte, es significativa.

Durante todo el tiempo que demore el proceso, todo habitante de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, y del AMBA (en su calidad de usuario actual y/o potencial del SUBTE, como
los suscriptos) por cada viaje que realice deberá abonar una tarifa, respecto a la actual de $125,
con un aumento del 359,2% en el primer tramo, vigente a partir del quinto día hábil de publicada
la Resolución 5/SBASE/24, a un valor de $574, luego en el segundo tramo, que comienza a
partir de los 15 días corridos desde la entrada en vigencia del primer tramo, sufrirá un aumento
de 420%, siendo el valor de la tarifa de $650, para así llegar al tercero y último tramo con un
aumento total de 505,6%, cuya entrada en vigencia opera a partir del 1 de agosto, con un valor
final de la tarifa de $757.

Esos daños y perjuicios ocasionados a los usuarios del subte, no tienen ni tendrán
reparación ulterior, aun cuando la sentencia de fondo del amparo colectivo declare nula la
resolución cuestionada, ya que estos no recuperarían la pérdida del poder adquisitivo.

El vacío legal en la reglamentación del cálculo de la tarifa técnica ha permitido que,


durante los últimos años, SBASE se transforme en cómplice de los engaños de las empresas
concesionarias, para aumentar las tarifas y los subsidios recibidos del erario público. La
sobrevaluación de los montos y los rubros considerados en la tarifa técnica ha sido una vez más
la excusa que ha encontrado SBASE para un nuevo aumento en la tarifa al usuario y justificar
un aumento que ya está definido y anunciado previamente.

Resulta preocupante que uno de los argumentos que SBASE utiliza para justificar el
aumento en la Resolución 5/SBASE/24 sea “…la necesidad de armonizar la estructura tarifaria
del sector del transporte urbano y suburbano de pasajeros de la Región Metropolitana de Buenos
Aires, a fin de equilibrar las tarifas de los distintos modos de transporte prestados en el mismo
espacio geográfico…”. De aquí se extrae la irrazonabilidad con la que se determinan los
aumentos tarifarios: amparados por la falta de reglamentación de la ley de Subte, utilizando un
método de cálculo tarifario que no es justo ni razonable, contrariando la Ley 4.472, acudiendo
a parámetros como el aumento tarifario de trenes y colectivos, omitiendo considerar que el
colectivo ya recuperó su demanda pre-pandemia y el Subte no.

En efecto, si se buscara de forma razonable cubrir los costos del Subte, ello debe
hacerse necesariamente contemplando la recuperación de los pasajeros del Subte. Tal
situación permitiría cubrir costos sin aumentar tarifas y también - tal como se verá más adelante
- evitar la expulsión de pasajeros para cumplir con el mandato legal de los servicios públicos en
general y del subte en particular.

En misma sintonía expone el “Observatorio de Tarifas y Subsidios” en el Instituto


Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet, en su
Reporte de Tarifas y Subsidios del mes de abril 2024, donde informa: “Con los valores
planteados originalmente en la Audiencia de marzo, incluso ante incrementos más escalonados
que los propuestos, quedaría una brecha tarifaria muy pronunciada con los modos de transporte
sustitutos. Esta situación probablemente promueva una derivación de tráficos (…)”
(https://iiep.economicas.uba.ar/wp-content/uploads/2024/04/INFORME-DE-TARIFAS-Y-
SUBSIDIOS-ABRIL-2024.pdf, página 11).

La irrazonabilidad en dicho punto tampoco deja lugar a dudas ya que en lo que respecta
a las principales variables que incluye el cuadro tarifario, el GCBA y SBASE solo contempla el
aumento costos y el aumento de la tarifa, excluyendo de dicho análisis a los pasajeros que,
proyectado como variable positiva (esto es, de mínima buscando recuperar los pasajeros previos
al COVID-19), permitiría compensar el aumento en los costos del servicio.

1. La situación social. Relación entre la tarifa y el Salario Mínimo Vital y Móvil

Previo a analizar las irregularidades en el cálculo tarifario y la política expulsiva de


pasajeros del Subte, cabe traer a consideración algunos datos sobre la situación social en la que
impactará el aumento tarifario que se cuestiona en el presente.

Según el último reporte de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, la


inflación en CABA fue 13,2% en marzo y acumuló 57,3% en los primeros tres meses del año
(https://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/wp-content/uploads/2024/04/ir_2024_1851.pdf).

Asimismo, en el último informe publicado por el mismo organismo, al tercer trimestre


de 2023 la pobreza en la Ciudad ascendía a un 25,9% con 798.500 personas pobres, incluyendo
312.500 indigentes, lo que refleja un incremento interanual de 91.000 personas más en condición
de pobreza, la mayor parte de esa expansión corresponde a personas que cayeron en la indigencia.
Dicho organismo oficial estima además otras 262.500 personas (8,7% de hogares) que
pertenecen a un “sector medio frágil” y 283.000 personas (9%) que pertenecen a un “sector
vulnerable”.

De esta manera, entre indigentes, pobres, personas en situación vulnerable y clase media
frágil, hay 1.656.500 personas, el 43,6% de los habitantes de la Ciudad, que atraviesan por una
situación de fragilidad social porque cuentan con recursos que bordean o están por debajo de la
línea de pobreza.

Y estamos hablando de información al tercer trimestre de 2023, es decir, sin considerar


la escalada inflacionaria de octubre/2023 a la fecha, que encareció más el costo de vida y
pulverizó el poder de compra de los salarios, No cabe duda que las cifras de pobreza e indigencia
se han agravado preocupantemente.

La línea de pobreza a marzo de 2024 para una pareja residente en la Ciudad, compuesta
por una mujer y un varón de 35 años de edad, ambos económicamente activos y propietarios de
la vivienda (o sea, sin contemplar el pago de alquiler más expensas), con dos hijos varones de 9
y 6 años, ascendió a $766.146, un 300,62% más que un año antes, superando sensiblemente a
la inflación para igual período, siendo la línea de indigencia para este segmento de $442.239.

En oportunidad de la audiencia pública del año 2022, el mismo expresidente de SBASE,


Mauro Alabuenas (hoy vice), señalaba en su intervención que “para llegar a tarifas justas y
razonables deben considerarse, como establece la ley los ingresos de los usuarios, el salario
mínimo, vital y móvil; los ingresos per cápita promedio de los usuarios específicos de ese
sistema y deben tenerse en cuenta la cantidad de pasajeros que transporta ese sistema.”

Si una de las bases de la fundamentación de la tarifa es la relación con el salario mínimo,


¿de qué manera estarían considerando el GCBA y SBASE dicha relación para llegar a una tarifa
justa y razonable, si en los últimos 10 años el subte aumentó su boleto por encima del valor del
boleto del colectivo y aumentó 3 veces más que el SMVM en términos porcentuales? El salario
mínimo aumentó un 30%, llegando sólo a $234.315,12 al día de hoy, y no tiene proyectado
nuevos aumentos. No existe entonces proporción alguna entre la nueva tarifa y los ingresos de
los usuarios, ya que un salario mínimo en septiembre 2023 podía pagar 1595 pasajes, y con este
tarifazo, en mayo de este año (promediando el precio del boleto entre $574 y $650) podría abonar
sólo 383 boletos, es decir, 1212 pasajes menos para las y los usuarios en un periodo de 9 meses.
La cantidad de boletos que podría pagar en el mes de junio sería sólo 360, y en agosto sólo 310
boletos.

Por tanto, en términos concretos, una familia con hijos en edad escolar que utiliza el
subterráneo deberá utilizar una porción mucho mayor de su presupuesto mensual para afrontar
el incremento de la tarifa vigente propuesta por SBASE, lo que terminará incrementando las
tasas de pobreza e indigencia, quedando desprotegidas además ante la imposibilidad de obtener
alguna reparación ulterior, situación mucho más acuciante en los sectores de bajos recursos.

III. CÁLCULO DE LA TARIFA

De acuerdo a lo establecido en el fallo “CEPIS”, en el presente amparo se cuestiona


la falta de legalidad y razonabilidad del nuevo régimen tarifario. En tales términos, se
expondrán a continuación las graves irregularidades que existen en el cálculo de la tarifa técnica
que permiten concluir que la misma no es justa ni razonable, y por lo tanto no se ajusta a los
parámetros de la ley 4.472.
El método de las demandadas consiste en crear una Tarifa Técnica ficticia, sobrevaluada,
que no cumple con lo previsto en la ley 4.472. Conforme se verá a continuación, esta operación
tiene tres ejes: un método de cálculo irrazonable, la inclusión de gastos que nada tienen
que ver con la explotación del SUBTE y una política de gestión del servicio consistente en
la expulsión y disminución constante de la cantidad de pasajeros.

Los afectados por este proceder son los millones de usuarios del SUBTE que deben sufrir
un menoscabo en sus patrimonios producto de un aumento tarifario que busca mantener este
entramado de gastos ilegítimos y de vaciamiento del SUBTE.

En otro extremo, la falta de reglamentación de la ley 4.472 es lo que permite la


utilización de estos criterios arbitrarios e irrazonables a la hora de calcular la Tarifa Técnica y
la Tarifa al Usuario. Téngase presente que la ley 4.472 no se encuentra aún reglamentada, a
pesar de que el propio texto de la ley remite en distintos aspectos a su próxima
reglamentación. Este es un hecho de especial trascendencia ya que han transcurrido más de 10
años desde la sanción de aquella ley.

En efecto, SBASE y la concesionaria aprovechan el vacío legal para realizar un cálculo


arbitrario e ilegítimo de las tarifas del SUBTE. Entonces, ¿por qué motivo el usuario debe cargar
con las consecuencias de la ausencia de reglamentación? En todo caso, los vacíos legales
deberían ser interpretados en beneficio del usuario y en respeto de los principios generales. No
obstante, SBASE y GCBA han optado por el camino contrario: en caso de duda, solo están a
favor de la concesionaria.

1. Método de cálculo

De acuerdo a lo previsto en el art. 25 de la Ley 4.472, la tarifa técnica “es aquella que
refleja los costos de la explotación del SERVICIO SUBTE”. El método que adopta SBASE en
la Memoria de cálculo para obtener la tarifa técnica, resulta del cociente entre los costos de
explotación y los pasajeros pagos.

Como anteriormente hemos manifestado, la falta de precisión sobre dicho concepto,


sumado a la falta de reglamentación, permite otra vez el arbitrio o discrecionalidad de la
autoridad de aplicación, que como vemos a lo largo del presente, ni siquiera utiliza el vacío legal
o la duda sobre determinados gastos en beneficio del usuario.

La empresa SBASE emite la Memoria de Cálculo donde pretende realizar un detalle de


los gastos de explotación para luego concluir la tarifa técnica y la tarifa al usuario. De la simple
lectura de dicha Memoria de Cálculo se observa cómo se incluyen gastos que exceden a la propia
explotación.

En primer lugar, se incluyen gastos que no corresponde incluir en la tarifa y, por otro
lado, nos encontramos con que en el cálculo de la tarifa se incluyen gastos que de ninguna
manera es posible considerar como correspondientes a la “explotación del servicio”, ya que nada
tienen que ver con la prestación ni funcionamiento del mismo.

En tales términos resulta aplicable la doctrina de la CSJN por cuanto en el presente


aumento tarifario se ha producido “una opacidad de la tarifa que no permite conocer sus costos
reales, con la consiguiente afectación de los derechos de los consumidores y usuarios de dichos
servicios” (fallo “CEPIS”, considerando 28) y, en consecuencia, se ha incumplido la obligación
en torno a que “las decisiones y objetivos de política económica (...) imponen al Estado una
especial prudencia y rigor a la hora de la determinación de las tarifas y de su transparencia, a
fin de asegurar su certeza, previsibilidad, gradualidad y razonabilidad, es decir una relación
directa, real y sustancial entre los medios empleados y los fines a cumplir, evitando que tales
decisiones impongan restricciones arbitrarias o desproporcionadas a los derechos de los
usuarios, y de resguardar la seguridad jurídica de los ciudadanos” (fallo “CEPIS”,
considerando 32).

Críticas similares fueron realizadas por la Auditoría General de la Ciudad en su


Resolución 373/13. Allí, objetó el sistema de cálculo de SBASE en la determinación de la Tarifa
Técnica.

Al respecto, la AGCBA indicó que para el año 2013 se “establecería una tarifa técnica
incorrecta. En este caso, se estarían considerando conceptos que se encuentran ajenos a lo
establecido en la Ley 4.472. Esto podría derivar en que el GCBA subsidie Gastos de
Mantenimiento y depreciación de Material Rodante e Infraestructura, y que en el marco del
contexto actual Metrovías S.A. termine aplicando esos montos a la operatividad del servicio,
con el agravante que la depreciación no implica erogación de fondos alguna”.

Asimismo, tal como surge de las constancias del expediente, SBASE vuelve a utilizar
como fundamento el informe realizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de
Buenos Aires (UBA) de 2017 para emitir “una opinión técnica respecto a la metodología
utilizada por SBASE para la determinación de la tarifa técnica del servicio Subte”.

Este informe confirma que “el concepto de TT no ha sido reglamentado, como así
tampoco el de CE. Esto hace que su sentido y alcance preciso es materia de interpretación” y
advierte sobre la necesidad de “elaborar al respecto una reglamentación formalizada y
taxativa”. El motivo de dicho planteo es, siempre según la FIUBA, que “los criterios que dan
base al cálculo del CE y de la TT surgen de una interpretación de lo estipulado en la Ley 4472
que, siendo pertinente, demanda ser fortalecida en términos conceptuales”.

Respecto a esta “demanda de fortaleza” en torno a la interpretación de los costos de


explotación y la tarifa técnica, la FIUBA también plantea la necesidad de que “la normativa
brindara alguna precisión al respecto del criterio a aplicar para definir el CE”. Y es categórica
al plantear que es necesaria “una definición conceptual que ilumine acerca de cuál es el
propósito del cálculo de la TT” (el destacado nos pertenece).

Estas definiciones de la FIUBA no dejan lugar a dudas. Por un lado, advierte sobre la
ausencia de criterio para incluir determinados gastos en los Costos de Explotación. Por otro lado,
el pedido de “iluminar” la TT no puede más que interpretarse como la confirmación de la falta
de claridad y transparencia en su cálculo.

2. Gastos ajenos al servicio y de dudosa procedencia.

La situación hasta ahora descrita lleva ineludiblemente a concluir la actitud totalmente


fraudulenta a la hora de calcular la TT con la consecuente nulidad que en el presente se persigue.
Esta situación se agrava siendo que en la información brindada por SBASE y la propia
concesionaria, se encuentran gastos generales sin justificar su uso o relación con un posible
costo de explotación, así como gastos que claramente nada tienen que ver con ello.
Como es sabido, previo a la audiencia pública, la Autoridad de aplicación pone a
disposición de los participantes la documentación supuestamente respaldatoria de los costos de
explotación para el cálculo de la TT, correspondiente al EX 2024-04632772-GCABA-SBASE.
De allí surgen gastos por al menos $168 millones de pesos de los cuales no se encuentra
detalle de su relación con la TT, aclaración que claramente corresponde a la demandada, o al
menos aportar más información o detalle del motivo que justifica la realización del gasto.

La impunidad de la concesionaria al incluir estos gastos y la irrazonabilidad de SBASE


al convalidarlos no puede tener otro efecto más que anular la resolución que convalida tales
gastos al aprobar el aumento tarifario que lo sustentan.

Surgen varios interrogantes, por mencionar algunos:


- ¿En qué medida una capacitación del Grupo Roggio para empleados de alto rango de
sus distintas empresas puede imputarse como parte de la TT del Subte en particular y por qué
debe ser financiada por usuarios del transporte público?;
- ¿Es posible que la compra de merchandising de la empresa concesionaria o el pago de
publicidad a determinados medios pueda ser considerada como “gastos de comunicación al
pasajero” y no decisión arbitraria de prensa de la empresa?;
- ¿Los alquileres de autos, los taxis y las líneas de celulares de la gerencia de EMOVA le
reportan algún beneficio al usuario del SUBTE?;
- ¿Es necesario para brindar el servicio de Subte una “auditoría legislativa” sobre
concesiones de transportes realizada por un profesional del área del psicoanálisis-psiquiatría?;
- ¿El usuario del servicio público Subte debe asumir la contratación de onerosos
honorarios y abonos de estudios de abogados sin que se indique la defensa de que intereses de
usuarios motivaron la contratación? ¿o son contrataciones para defensa de intereses societarios?
¿si los gastos se ocasionan por malas gestiones de la concesionaria del servicio, el costo del
privado inoperante lo abona el usuario del servicio público?;
- ¿Es pertinente que el usuario abone los costos del escribano contratado por Emova para
realizar acuerdos de desvinculación de personal que decide la concesionaria signar? Igual
cuestionamiento aplica al encargo de actas de constatación a requisitoria de la empresa
concesionaria;
- ¿Los costos de reclutar altos mandos gerenciales para Emova los debe asumir el usuario
del Subte? Lo mismo cabe para psicotécnicos tercerizados y estudios prelaborales;
- ¿Es posible abonar millones de pesos por una línea telefónica referida a Covid en
noviembre de 2023?
- La decisión empresaria unilateral de tercerizar servicios en beneficio y lucro de
empresas del mismo grupo económico: ¿son oponibles al usuario del Subte si lo perjudican?
¿el usuario del Subte porteño debe de sostener la operatoria y el lucro del grupo empresario en
otra provincia del país?

Esas son solo algunas de las cuestiones a dilucidar que surgen de la documentación
puesta a revisión y que serán detalladas a continuación, no solo se debe considerar el importe
nominal de las facturas, sino también, la intención solapada, de incluir entre cientos de facturas
gastos cuya pertinencia respecto a la prestación del servicio es impugnable.

No existe argumento razonable válido que permita afirmar que tales gastos
corresponden a la explotación del servicio del SUBTE. De esta forma, la gerencia de EMOVA
ha logrado trasladar sus gastos personales, suntuosos y propios de su empresa, e incluso del
Grupo Roggio, a la tarifa de un servicio público. La arbitrariedad e irrazonabilidad de esa
operación tiene como resultado un cálculo tarifario que, como hemos señalado, no es justo ni
razonable y por lo tanto contrario a la Ley 4.472, lo que implica la nulidad de la resolución que
aprueba la tarifa en cuestión.

Se detallan a continuación y se acompaña como prueba documental los gastos y facturas


correspondientes de la documentación remitida por SBASE para la audiencia pública que sirvió
de sustento para el aumento tarifario que se cuestiona en el presente:

1) Rubro MANO DE OBRA “Gastos de capacitación”. Se trata de un convenio


del Grupo Roggio con la UCA para formar directivos para sus empresas de transporte:
Emova, Metrovías, BRt y Brf, (más información en:
https://www.totalmedios.com/nota/51775/emova-capacita-a-sus-talentos-con-el-
programa-de-desarrollo-integral-en-gestion). La factura presentada identificada como
FRA-0202-00001500 es por un “servicio adicional al programa de formación”, es una
capacitación gerencial del grupo económico que no hace a la prestación del servicio de
transporte.
2) Rubro MANO DE OBRA “Ropa de trabajo”. Solo algunas facturas de
lavandería podrían corresponder a este rubro, las restantes facturas incluidas son de
dudosa pertinencia sin que se aporten más precisiones por la concesionaria del servicio:
- Facturas por “OTRAS ESTADIAS” del Automóvil Club Argentino (A.C.A.),
en cada factura se incluyen 73 estadías sin indicar fin de las mismas, suman 2,5 millones
aproximadamente. Son las facturas FRA-0878-00009921 y FRA-0878-00009656;
- Facturas de estacionamientos que suman aproximadamente $420.000, números
FRA-00009-00000273 y FRA-0006-00002487.
- Factura de CEMLA SOCIEDAD ANONIMA $3,9 millones de pesos mensuales
por ATENCION LINEA COVID 24HS DE LUNES A DOMINGO PERIODO
NOVIEMBRE 2023 OC 2924 OE 10183 – se facturan 471 unidades sin especificar si son
horas o cantidad de llamados, de tratarse de llamados ¿el 10% de los casi 4800
trabajadores declarados se comunicó en un mes a esa línea? ¿en qué consiste la asistencia
que brinda la línea y es pertinente en noviembre de 2023 o se trata de un gasto
extemporáneo? Factura FRA-00006-00000570.
- Facturas de psicotécnicos, pre laborales y evaluación de potencial de noviembre
y diciembre 2023 cuando se declara solo el ingreso de 2 trabajadores a la concesionaria
en igual plazo según informe de personal que se adjunta por la empresa, suman
aproximadamente $1,6 millones las facturas FRA-0004-00045453, FRA-00003-
00005601, FRA-0003-00000139, FRA-0003-00000135 y FRA-00003-00000138.
3) Rubro OTROS GASTOS DE OPERACIONES “Alquileres”: se incluyen
alquileres de rodados por aproximadamente 57 millones de pesos sin especificación
del uso y necesidad de los mismos, costos por traslados no imputables al usuario del
subte al emanar de una decisión empresaria en favor del grupo económico por más de
$43,5 millones y otras facturas que no hacen al servicio prestado.
- Tres facturas de BRUNET S.A. por alquiler de automóviles por más de $14
millones, la empresa tiene domicilio comercial en San Miguel de Tucumán, Provincia de
Tucumán, e indica prestó servicios en Provincia de Buenos Aires; N° factura: FRA-0008-
00005945, FRA-0008-00000898 y FRA-0008-00000899.
- 93 facturas de UTILITY (JTC S.A.) empresa de alquiler de rodados radicada en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por una suma de aproximadamente $43 millones
por alquileres de furgones Kangoo y Master entre otros. Facturas N° FRA-0006-
00029977 y continuas hasta N° FRA-0006-00030002; N° FRA-0006-00030565 y
continuas hasta FRA-0006-00030591; N° FRA-00006-00031156 y continuas hasta N°
FRA-00006-00031182; N° FRA-0008-00000858 y continuas hasta N° FRA-0008-
00000862; N° FRA-0008-00000913 y continuas hasta N° FRA-0008-00000916 y FRA-
0008-00000959 y continuas hasta N° FRA-0008-00000963.
- Dos facturas de SVCI S.A.S. Por $43,5 millones, estas facturas son por la
decisión operativa de no utilizar los talleres propios de cada línea de Subte que se
encuentran en Ciudad de Buenos Aires y Pcia. De Buenos Aires y trasladar los coches a
reparar a talleres a la Provincia de Córdoba, tercerizando reparaciones en “Brf” empresa
del mismo grupo económico Grupo Roggio. Las consecuencias de tal decisión empresaria
no deberían ser trasladables al usuario. Más información en:
https://www.lanacion.com.ar/sociedad/por-que-una-localidad-en-el-corazon-de-la-
argentina-se-convirtio-en-un-lugar-clave-para-el-nid03022023/ Facturas: FRA-00001-
00000070 y FRA-00001_00000071.
- Una factura por reparto de cajas navideñas por casi $2,3 millones, factura: FRA-
00003-00000082.
- 8 facturas por alquiler de impresoras para Emova SA por otros $2,3 millones,
hace al funcionamiento básico de cualquier oficina y no al servicio de transporte, lo debe
asumir la concesionaria. Facturas: FRA-00003-00001665 y FRA-00003-00001666; N°
FRA-0003-00001684 y continuas hasta FRA-0003-00001686 y N° FRA-0003-00001692
y continuas hasta FRA-0003-000001694.
4) Rubro OTROS GASTOS DE OPERACIONES “Comunicación al pasajero”:
- Facturas por contratación de servicios de imprenta y diseño gráfico para
Gerencias de Emova SA como Relaciones Institucionales y Recursos Humanos por $1,6
millones. Facturas: FRA-00001-00000021, FRA-00001-00000022, FRA-00001-
00000023 y FRA-00002-00000020.
- Merchandising: chombas publicitarias 20 unidades por $167.600. Factura FRA-
00002-00000304.
- Facturas de campañas en redes, “auditorías de redes” y pago de prensa a medios
periodísticos por poco más de $1,1 millones. Facturas: FRA-00001-00000301, FRA-
00002-00000360, FRA-0003-00047398, FRA-00006-00000358, FRA-00006-00000359,
FRA-00006-00000381 y FRA-00006-00000382.
5) Rubro OTROS GASTOS DE OPERACIONES “Gastos de administración”:
- Facturas por uso de remises y taxis por más de $1,7 millones. Facturas FRA-
0003-00012755, FRA-0003-00012797, FRA-0003-00012839, FRA-00001-00000040 y
FRA-00001-00000041.
- Facturas por el costo de gestión de redes y guardias de sistemas propios de las
oficinas de Emova SA por $518.000. Facturas FRA-00002-00000356 y FRA-00002-
00000357.
- Facturas por servicios de telefonía móvil de funcionarios de las oficinas de
Emova SA por $9,6 millones. Facturas: FRA-0020-00169068, FRA-0070-00200161 y
FRA-3051-00660307.
6) Rubro OTROS GASTOS DE OPERACIONES “Honorarios profesionales”:
nos encontramos en este apartado con grandes sumas de gastos por honorarios legales que
no especifican porque los debería asumir el usuario, son más de $26 millones, además
gastos de consultorías y registro de marcas de interés puramente empresario que no
reportan beneficios al servicio prestado, no existe directa ni aparente vinculación de estos
gastos con la prestación del servicio de transporte público de Subte:
- Honorarios por servicios legales de VALERGA ARAOZ JORGE
ALEJANDRO y VALERGA ARAOZ JORGE ALEJANDRO (HIJO) por casi $11,6
millones, sin especificación de motivo de la contratación y que vinculación tiene con el
servicio de transporte. Facturas: FRA-00002-00000543, FRA-00002-00000526 y FRA-
00002-00000521.
- Facturas de Honorarios profesionales de FERNANDEZ LACORT
correspondientes al título de marca EMOVAN y derechos de propiedad intelectual, es el
costo de registrar la marca por casi $1,3 millones, es abusivo que el usuario deba asumir
este costo legal empresario. Facturas: FRA-00002-00000808, FRA-00002-00000836,
FRA-00002-00000837, FRA-00002-00000878 y FRA-00002-00000879.
- SUAREZ BATTAN Y ASOCIADOS SOCIEDAD gastos en consultora de
Recursos Humanos de reclutamiento de ejecutivos de altos mandos por $4,7 millones, por
servicios no especificados. Facturas: FRA-00003-00000149 y FRA-00003-00000150.
- Poco menos de $9,5 millones en facturas de CARLOS ALFREDO FERLA por
más honorarios legales sin informar motivo ni vinculación con el servicio. Facturas: FRA-
0003-00000180, FRA-0003-00000184, FRA-0003-00000188 y FRA-0003-00000189.
- Facturas del Escribano MARIANO RUSSO por distractos laborales, novaciones
de contratos y actas de constatación, decisiones empresarias de Emova SA signar dichos
acuerdos de desvinculación de personal y la solicitud de actuaciones notariales, sin
informar motivo ni vinculación con el servicio, son poco menos de $7 millones. Se trata
de 21 facturas: FRA-00003-00004510, FRA-00003-00004511, FRA-00003-00004512,
FRA-00003-00004665, FRA-00003-00004672, FRA-00003-00004677, FRA-00003-
00004691, FRA-00003-00004696, FRA-00003-00004697, FRA-00003-00004699, FRA-
00003-00004710, FRA-00003-00004711, FRA-00003-00004722, FRA-00003-
00004723, FRA-00003-00004765, FRA-00003-00004767, FRA-00003-00004775, FRA-
00003-00004777, FRA-00003-000004776, FRA-00003-00004778 y FRA-00003-
00004779.
- Una factura de un “Servicio de auditoría y alerta legislativa en relación a la
concesión del servicio de Transporte Subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires, e
intereses directos en relación al área.” realizado por un psicólogo/psiquiatra por
$85,000, más allá del monto, resulta forzado y llamativo interpretar tal cosa como esencial
para la prestación del servicio, sin informar motivo ni vinculación con el mismo. Factura
FRA-00003-00000140.
- Más facturas legales sin especificar motivo, de claro interés empresario en este
caso, ya que se trata de abono de una consultoría al estudio BRUCHOU & FUNES DE
RIOJA sobre derecho societario y laboral empresario, sin vinculación directa con la
prestación del servicio, son más de $5,5 millones. Facturas: FRA-0005-00002721, FRA-
0005-00002879 y FRA-0005-00049614.

En síntesis, nos encontramos ante el cálculo de la TT con graves faltas de transparencia


y a una arbitrariedad e irrazonabilidad manifiesta a la hora de incluir tales gastos para justificar
su aumento, que no se encuentran debidamente justificados, y no se trata de gastos menores sino
al menos $168 millones, que corresponde a la demandada aportar detalles concretos y claros de
los mismos. Las y los usuarios del Subte tienen derecho a tener información adecuada y veraz,
de manera completa y accesible, lo que implica conocer de manera precisa por qué se incluyen
dichos gastos para el cálculo de la Tarifa Técnica.

Las condiciones descritas no hacen más que concluir la necesidad de mayor precisión y
por lo tanto la nulidad de la Resolución 5/SBASE/24.

3. Cómputo de gastos por desasbestización


Ahora bien, como corolario de lo desarrollado, nos encontramos con un punto a tener en
cuenta, la inclusión en el cálculo de la Tarifa Técnica del gasto de “Mantenimiento y asbesto”.

Siguiendo con su lógica, la falta de reglamentación de la normativa es otra vez utilizada


por SBASE y la empresa concesionaria para acomodar el concepto de “costos de explotación”
de manera tal que alcance a su único objetivo de aumentar la tarifa al 505,6%, pasando por
encima de disposiciones legales.

Conforme surge del documento “Determinación de la Tarifa Técnica Ley 4.472”,


SBASE señala que dicha Sociedad “efectúa erogaciones de fondos relacionadas con actividades
que hacen a los costos de explotación (por ejemplo, inversiones, diversas tareas relativas al
material rodante e infraestructura, gastos de seguridad y gastos por desasbestización). Por lo
tanto, los mismos deben ser incluidos al momento de calcular la TT” (el destacado nos
pertenece). No obstante, SBASE nunca explica en qué medida la desasbestización es un gasto
de explotación, como así tampoco fue mencionado este punto por el presidente de SBASE, el
Sr. Ibáñez, en su ponencia en la audiencia pública.

Es así que se adicionan al cálculo de la Tarifa Técnica los gastos por “Mantenimiento y
desasbestización” a cargo de SBASE, por un total de $1.351,49 millones medidos en términos
anuales. Dicho gasto está contemplado “Según Presupuesto 2024”, acorde a lo informado en el
documento mencionado ut supra.

Hasta aquí parecería algo menor la inclusión de este gasto a cargo de SBASE como un
elemento más de la Tarifa Técnica, pero verá V.S. que esto resulta a todas luces inadmisible,
conforme a los hechos que a continuación pasaremos a desarrollar.

En el año 2011, la administración del entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri,


adquirió 36 trenes modelo “CAF 5000”. La compra fue realizada por la empresa Subterráneos
de Buenos Aires (SBASE) al Metro de Madrid. Esas formaciones comenzaron a circular en la
línea B del Subte a mediados del año 2013.

En el mes de febrero del año 2018, las y los trabajadores del Subte tomaron conocimiento
de la existencia de asbesto en formaciones de varios coches de la línea B, a raíz de que tomara
estado público la presencia de aquel material cancerígeno en trenes “CAF 5000” del Metro de
Madrid. En un artículo difundido desde la Asociación Gremial de Trabajadores del subte y el
Premetro (AGTSyP), informaron que “un empleado del Metro de Madrid enfermó de un tipo de
cáncer conocido como Asbestosis, provocado por la exposición al amianto presente en trenes
idénticos a los que circulan en la línea B”, por lo que la empresa española le reconoció la
“enfermedad laboral” al operario.

Es decir que, siete años después de la compra de estas formaciones, las y los trabajadores
del Subte se enteraron de la presencia del material contaminante, a partir de la denuncia de sus
pares españoles.

A raíz de ello, las y los trabajadores resolvieron de manera inmediata dejar de operar con
estas formaciones. Sin embargo, tanto SBASE, como la actual empresa Adjudicataria del
servicio Metrovías y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, desconocieron la presencia de
asbesto en los trenes.

Posteriormente, el día 14 de octubre del año 2019 la CNN en español emitió un informe
sobre la crisis por la presencia de asbesto en la línea B del Subte de la Ciudad de Buenos Aires.
Lo más llamativo del informe era que el entonces presidente de SBASE, Eduardo De
Montmollin, reconocía que en los manuales técnicos de los 36 coches “CAF 5000” comprados
a Madrid en el año 2011 por más de cuatro millones de euros, decían que los mismos contenían
asbesto. Es preciso señalar que en la Argentina está prohibida la importación de cualquier
producto que contenga este material desde el año 2001.

Note V.S. que, a sabiendas de ese estado de las cosas, la operación se concretó.
Negligencia, negociado, como sea, la vida de las y los trabajadores y usuarias y usuarios vale
poco y nada, cuando de ganancias se refiere.

En ese orden de ideas, ese mismo año la AGTSyP promovió un amparo colectivo contra
el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Subterráneos de Buenos Aires, Metrovías S.A. y
Metro de Madrid S.A., en el que además nos presentamos como parte actora, en autos
caratulados “ASOCIACION GREMIAL DE TRABAJADORES del subterráneo y premetro Y
OTROS CONTRA GCBA Y OTROS SOBRE AMPARO - AMBIENTAL”, Expte.
11720/2019-0.
El objeto de la acción era que se ordenara a las demandadas a: i) la Recomposición del
daño ambiental, ii) la Prevención del daño a la salud, iii) la Reparación de los daños
patrimoniales y no patrimoniales, iv) el Daño punitivo por el grave incumplimiento, entre otros
puntos, como así también la solicitud del dictado de una medida cautelar, a fin de que se ordenara
la prohibición de la manipulación o contacto con piezas, componentes o lugares con asbesto, y
demás medidas.

La exposición y contacto con el asbesto en el Subte ha provocado muertes y


enfermedades anunciadas y evitables. A pesar del tiempo transcurrido, se mantiene en completo
hermetismo el verdadero alcance de la contaminación de asbesto en talleres, estaciones y
formaciones del Subte. Tampoco se ha hecho público el impacto en la salud en la totalidad de
las y los trabajadores del Subte ni de las usuarias y los usuarios.

No obstante, la nueva empresa concesionaria del servicio del Subte Emova Movilidad
S.A., continúa utilizando formaciones y talleres en los que ya se comprobó la presencia de
asbesto, sin existir fecha concreta en la cual se finalizará con el reemplazo y/o desasbestización
de los trenes y talleres contaminados. Todo ello ocurre con el aval explícito de SBASE y el
Gobierno de la Ciudad.

Tal es así, que cabe traer a consideración un hecho acontecido en el mes de agosto del
2022, en el cual la escuela primaria “Organización de Estados Americanos” y el jardín “El
Tranvía”, del barrio de Caballito, donde asisten alrededor de 400 alumnos y alumnas, fueron
notificados por trabajadores y trabajadoras que integran la Secretaría de Salud Laboral de la
AGTSyP sobre la presencia de asbesto en las inmediaciones de ambos establecimientos
educativos. En ese entonces, en el último relevamiento realizado por dicha entidad, denunciaron
que en los talleres Bonifacio y Polvorín, linderos a ambos edificios escolares, “se encuentran
materiales con amianto (asbesto) que contaminan el ambiente y son nocivos para la salud de los
expuestos”. Estos talleres tienen un horno cuya chimenea apunta directamente al patio de la
escuela primaria y del jardín de infantes, poniendo en riesgo la salud de esa comunidad educativa.

Por todo lo descrito, queda entonces demostrado que la presencia de este material, no
solo afecta la salud de las y los trabajadores del Subte, de los usuarios y las usuarias del servicio,
sino que también se extiende hacia la superficie, llegando a los límites de exponer a niños y
niñas ante el riesgo de inhalación constante de partículas de asbesto mientras juegan en los patios
de sus escuelas.

La presencia de asbesto en el Subte se trata, en definitiva, de un problema de


contaminación urbana. Trabajadores, trabajadoras, usuarios y usuarias y la población de
conjunto, tienen derecho a vivir en una Ciudad libre de asbesto.

Los graves hechos hasta aquí relatados evidencian la irrazonabilidad de SBASE, que al
incluir la desasbestización en el cálculo de la Tarifa Técnica, pretende considerar como un costo
de explotación el proceder negligente de la Administración (mediante la adquisición de vagones
con material cancerígeno) y trasladar dicho costo al SUBTE.

En efecto, cabe preguntarse qué pasará con los eventuales y legítimos juicios por daños
y perjuicios frente a las muertes y enfermedades por la exposición al asbesto. Según el criterio
de SBASE, dichos juicios los pagarían los mismos usuarios y trabajadores afectados a través del
aumento de la tarifa. Se trata de una conclusión irrazonable e insólita que demuestra que la
desasbestización no puede considerarse bajo ningún punto de vista como “gasto de explotación”.

4. Fundamentos de aplicación de subsidios y consecuencias de su quita


intempestiva

Para explicar el origen de los subsidios al transporte de subterráneo es acertado remitir


al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación “FERNÁNDEZ RAÚL c/ ESTADO
NACIONAL-PODER EJECUTIVO NACIONAL s/AMPARO LEY de fecha 07/12/1999
(Fallos: 322:3008), en donde se expresa que“Como surge del decreto 1143/91, la privatización
del servicio público de trenes subterráneos fue concebida desde la perspectiva de una realidad
económica y financiera en la que era previsible la realización de ajustes, destinados a suplir
una eventual insuficiencia de las tarifas para retribuir al concesionario(...) El sistema del
decreto 1143/91 acepta la distinción entre la tarifa que debe abonar el público y la que
remunera al concesionario, las que pueden no coincidir, y esa falta de coincidencia,
inicialmente prevista como deficitaria, debe ser superada por el Estado Nacional mediante
aportes calificados como "subsidios". (...) La concesión del servicio público de subterráneos
fue diseñada como sistema integral, en el que el Estado asumió la necesidad de efectuar
aportes inicialmente, con la perspectiva de disminuirlos y recuperarlos en forma progresiva,
a la vez que se propuso obtener una importante mejora en la prestación del servicio, fundada
en las inversiones del concesionario y el incremento de su eficiencia.”

Cabe aquí la pregunta: ¿ocurrió la inversión en mejoras a cargo de los concesionarios,


mientras Metrovías operó el servicio? ¿Se incrementó la eficiencia del servicio prestado y se
redujeron los costos en los casi 30 años en los que operó el servicio una empresa asociada al
mismo grupo empresario que la actual concesionaria Emova?

Ante un esquema de costos y tarifas crecientes en cada revisión, la respuesta negativa a


la pregunta es evidente.

De cara al usuario el incremento actual de la tarifa es del 505,6%, de $125 a $757 al


finalizar el esquema, muy por encima de la inflación de 211,4% en los 12 meses de 2023. Al
realizar la comparación versus los incrementos salariales del 152,7% en los 12 meses de 2023,
surge que los salarios perdieron cerca de 60 puntos porcentuales frente a la inflación de igual
periodo y los ingresos crecieron un 353% menos que la tarifa del servicio de Subte propuesta.
Los grandes perjudicados en la ecuación son por lo tanto los usuarios, que deberán afrontar con
ingresos devaluados un incremento desproporcionado e injustificado de tarifa en favor de cubrir
costos cuya pertinencia no se encuentra acreditada y sostener las ganancias del concesionario
del servicio.

Oficialmente el gobierno porteño informa que la actualización responde a un incremento


de los costos de explotación del 111,01% entre julio y diciembre de 2023, y que se está
subsidiando el 88,2% de la tarifa técnica con una tarifa al usuario que cubre sólo el 11,8%. Cabe
aclarar que se compara la tarifa técnica de $859,07 propuesta actualmente, con la tarifa de $125,
para que resulte tal nivel de subsidio. Comparando con la tarifa técnica de $398,44 a diciembre
2023, el porcentaje subsidiado es del 68,63%, número cercano al promedio histórico de
subsidios al Subte del 60% de la tarifa técnica. La justificación incluye también que la demanda
no termina de recuperar los niveles prepandemia, siendo un 73% de la de 2019, y que se deben
disminuir los subsidios a un nivel del 35% del valor de la tarifa técnica.

Es el usuario del servicio quien a criterio de SBASE y el Gobierno de la Ciudad, en razón


del esquema planteado, debe sostener con sus ingresos que pierden capacidad adquisitiva en
forma sostenida desde 2018, la operatividad del servicio. La falta de inversión pasada, actual y
previsiones futuras en tal sentido para reducir costos operativos y técnicos y ampliar la red,
tienen la consecuencia de recrear un esquema de actualización tarifaria creciente para asegurar
la ganancia empresaria, es un círculo que no permite la recuperación o incremento del caudal de
pasajeros que redundaría en una disminución de la tarifa.

Cabe mencionar que, con una tarifa final a pagar por el usuario de $757 y una tarifa
técnica de $859,07, el nivel de subsidio es del 11,88%, muy por debajo del histórico promedio
del 60% de la tarifa técnica, y también del 35% que el gobierno porteño menciona que subsidiará.
Si ese fuera el porcentaje de subsidio (35%), la tarifa a pagar por el usuario sería de $492,05.

Es decir: no sólo se produce un incremento de la tarifa por sobre todo índice económico
de comparación, incluso por sobre el porcentaje de incremento de costos informado de 111,01%,
ya que hasta diciembre/2023 la tarifa técnica era de $398,44 y pasa en unos pocos meses a ser
de $859,07, incremento del 115,61%. Además, se invierte la relación porcentual de la tarifa
técnica cubierta por el usuario y por subsidio, asumiendo ahora el usuario el 88,12% del valor
de la tarifa técnica y subsidiándose sólo el 11,88%.

Se trata de un incremento de tarifas injusto e irrazonable, que pone todo el peso a soportar
en el usuario mientras preserva un esquema que resguarda la ganancia de la empresa
concesionaria, retirando incluso en forma arbitraria y prácticamente integral el subsidio al
servicio, el cual no es un privilegio de los usuarios, sino una herramienta para garantizar una
tarifa no excluyente de acceso al transporte público.

En el fallo mencionado previamente, citas 322:3008, expone la Corte Suprema que “Las
atribuciones de la administración pública en materia de tarifas no se ejercen en forma
discrecional, sino que deben estar sujetas a la demostración objetiva del fundamento de las
modificaciones que se efectúen (Voto del Dr. Antonio Boggiano). (...) A los jueces no les
compete pronunciarse sobre el mayor o menor grado de acierto, error, mérito o conveniencia
de las decisiones adoptadas por la autoridad administrativa dentro del ámbito de discreción
que le acuerdan las leyes, excepto que ellas se traduzcan en actos abusivos o arbitrarios
(Disidencia del Dr. Enrique Santiago Petracchi). (...) Las prestaciones que el Estado, por sí o
a través de sus concesionarios, ponen a disposición de los usuarios de los servicios públicos,
constituyen formas de asistencia sin las cuales la vida diaria del hombre común en la sociedad
actual es apenas concebible (Disidencia del Dr. Enrique Santiago Petracchi). (...) El transporte
público constituye una de las prestaciones más apremiantes para los menos pudientes, para
quienes el subsidio no representa un privilegio o exención, sino un medio de hacer efectivo el
principio de igualdad proporcional en las cargas públicas (Disidencia del Dr. Enrique Santiago
Petracchi).

En síntesis, teniendo en cuenta el contexto económico actual y el estado de la prestación


del servicio de subterráneos, un aumento del 505,6% del valor de la tarifa a abonar por los
usuarios, careciendo de demostración objetiva de las razones de tal incremento, resulta arbitrario,
abusivo y excluyente respecto al derecho al acceso al medio de transporte público, siendo
además incomprensible cómo tal política tarifaria colaboraría con el objetivo de SBASE de
recuperar el nivel de utilización del servicio previo a la pandemia.

IV. CANTIDAD DE PASAJEROS: FACTOR DE CÁLCULO DE LA TT. LA


EXPULSIÓN DE PASAJEROS

Recordamos que la cantidad de pasajeros resulta ser el factor divisor en el cálculo de la


Tarifa Técnica.

Los aumentos tarifarios han demostrado ser un disparador de un círculo de


retroalimentación negativa. En el año 2011 viajaron en subte 311 millones de pasajeros. Pero
ocurre que a medida que aumenta el monto de la tarifa desciende el número de pasajeros. Y esto
es lo que ocurrió desde que se llegó al pico de pasajeros transportados en el año 2011, recién
superado en 2017 solamente debido al leve crecimiento de la red y los nuevos pasajeros que esto
trae consigo.

La cantidad de pasajeros en el SUBTE en los primeros meses de este año se encuentra


en un 73% aproximadamente de la cantidad de usuarios con respecto a 2019.

La forma de cálculo que utiliza SBASE evita proyectar un mayor número de pasajeros
basados en el precio de la tarifa al usuario (la relación que existe entre tarifas más bajas y
aumento de los pasajeros). En efecto, de acuerdo a lo informado por SBASE y el Gobierno de
la Ciudad en sus estadísticas, en términos anuales durante 2019 habían viajado 323.393.638
pasajeros pagos; durante 2020 –producto del aislamiento obligatorio dispuesto por la pandemia
del coronavirus – dicha cifra descendió a 73.977.194 pasajeros; mientras que durante 2021
ascendió a 91.654.127 pasajeros pagos, en 2022 a 222.4569.804 pasajeros pagos y finalmente
en 2023 viajaron 236.506.971 pasajeros pagos.

De esta forma, habiendo ya finalizado hace más de 3 años el aislamiento provocado


por el COVID-19, la cantidad de pasajeros pagos sigue aún muy por debajo de los valores de
2019.

En el informe titulado “DETERMINACIÓN DE LA TARIFA TÉCNICA” SBASE


afirma que “existe una relación relevante entre tarifa y tráfico, por cuanto una tarifa relativa más
elevada o más baja que la del sustituto próximo (el autotransporte colectivo de superficie)
produce derivaciones de pasajeros (…). Está claro que se trata de un aspecto que debe
considerarse al fijar la tarifa al usuario (…)” (página 11).

Asimismo, en este informe se indica que “al analizar la elasticidad de la cantidad de


pasajeros de cada mes del año 2023 respecto de cada mes del año de 2019, la misma oscila en
torno al 73%. Al observar los pasajeros 2023 respecto de 2022, los primeros meses fueron
superiores tendiendo a una igualación en los últimos meses. Por lo tanto, a los fines de considerar
pasajeros anuales para el cálculo de la TT Dic2023, se considerarán los pasajeros reales de enero
a diciembre 2023 (sin contar los pasajeros de la línea D que se encontrará cerrada desde el 8 de
enero 2024 al 16 de marzo de 2024 debido a las obras de infraestructura relacionadas con la
modernización del sistema de señales y el reemplazo de las máquinas de cambio). Se decide
realizar dicho cálculo, debido a que consecuencia de la pandemia declarada por el virus COVID
19 el sistema de transporte de SUBTE no ha recuperado el nivel de pasajeros previo (respecto
de 2019, año pre-COVID)” (página 15). Y se concluye que “se podría pensar que la misma, en
principio, se ha estabilizado en torno a un piso del 73% promedio de pasajeros de 2019 (...)”
(página 16).

Es dable destacar que la “modernización del sistema de señales” mencionada


anteriormente, por la cual GCBA y SBASE mantuvieron cerrada la línea D durante dos meses,
lejos estuvo de reportar algún beneficio en la frecuencia o la seguridad, tal como lo denunciaron
los usuarios en las redes y los propios trabajadores del subte en un comunicado: “…la
Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP - Metrodelegadxs) indicó
que "las demoras y anomalías en el funcionamiento de la línea D son producto de fallas en la
implementación del nuevo sistema de señales CBTC" (https://www.pagina12.com.ar/721217-
subte-por-que-fallan-las-senales-y-hay-demoras-en-la-linea-d), lo que produce que haya menos
trenes y muchas fallas del sistema que generan demoras y deficiencia en las condiciones de
seguridad para trabajadores y usuarios.

A mayor abundamiento, SBASE acompaña el siguiente gráfico donde se observa que


el “estimado 2024” de pasajeros sigue siendo menor que respecto de 2019:

De esta forma, las cifras reseñadas previamente demuestran que SBASE no tiene
ninguna intención de aumentar la cantidad de pasajeros para que, de mínima, vuelvan a los
valores del 2019. Al contrario, SBASE demuestra que su gestión del SUBTE consiste en una
política expulsiva del servicio público del SUBTE que se pretende mantener con el aumento
tarifario que se impugna en el presente amparo.

Ello demuestra lo irrazonable del aumento tarifario, toda vez que el mismo no tiene
intención de aumentar la cantidad de pasajeros sino todo lo contrario: la propia SBASE reconoce
que el objetivo del aumento tarifario es evitar el aumento de pasajeros.
En efecto, se indica que, ante el aumento de las tarifas de colectivos y trenes, el aumento
de la tarifa del SUBTE se realiza “a los fines de evitar migraciones de usuarios de uno a otro
modo atribuibles a modificaciones tarifarias, circunstancia que conspiraría contra la simetría
intermodal que debe primar respecto a la movilidad pública urbana” (página 24). Se trata de un
fundamento insólito y a todas luces irrazonable ya que, conforme surge de las citas de SBASE
reseñadas en los párrafos precedentes, la conclusión lógica debería ser la de mantener más baja
la tarifa a los fines de alentar -y no evitar como propone SBASE- las migraciones de usuarios al
SUBTE.

En efecto, el aumento de la tarifa no sería un incentivo para aumentar la cantidad de


pasajeros. Al contrario, mantener la tarifa en pos de recuperar la demanda de 2019 podría
obtener los mismos ingresos, por efecto de cantidad, que el aumento de la tarifa de usuarios a
$757.

Siendo la tarifa técnica calculada por SBASE de $859,07, calculada a partir del costo
total de 198.633,41 millones de pesos, sobre la cantidad de pasajeros proyectada para 2024 de
231,22 millones. No obstante, solo a modo de ejemplo, si se tomara la demanda del año 2019
de 389,58 millones de pasajeros, se podría reducir un 40,65% la tarifa técnica.

Cabe recordar que el planteo que aquí se realiza ha sido receptado por la CSJN en el
fallo “CEPIS”, donde se estableció entre otras que “el Estado debe velar por la continuidad,
universalidad y accesibilidad de los servicios públicos”. En esta inteligencia, ha quedado
demostrado que la gestión de SBASE en general y la política tarifaria del SUBTE en particular
ha consistido en una expulsión constante de sus pasajeros, es decir, una política opuesta a
garantizar la universalidad y accesibilidad del servicio.

Atento a que en la actualidad la cantidad de pasajeros sigue encontrándose por debajo de


sus valores históricos (previos a la pandemia por COVID-19), una política tarifaria razonable
debería apostar a revertir esa tendencia. No obstante, ha quedado de manifiesto que la resolución
que se cuestiona en el presente amparo se encuentra en las antípodas de dicha razonabilidad, ya
que se pretende aumentar la tarifa para mantener la expulsión de miles de usuarios del SUBTE.

En ese marco, también resulta insuficiente el plan de disminución tarifaria progresiva


llamado “pasajero frecuente”. De hecho, en lo que resta del año sólo habrá 5 meses con más de
20 días laborables, lo que dificulta mucho la percepción de este beneficio que, por otra parte, es
nulo hasta el viaje 20. Ello ocasionará que, en situaciones normales, más de la mitad de los
meses los usuarios que utilizan el servicio para trabajar o estudiar no habrán podido llegar a
abonar la tarifa más baja que se abona a partir del viaje 41.

Esto sin tener en cuenta que la cantidad de viajes puede disminuir por motivos de fuerza
mayor, como suspensiones del servicio o licencias por enfermedad, afectando también la
acumulación de viajes para alcanzar un mayor descuento. Por este motivo, puede definirse con
precisión que la tarifa progresiva es difícilmente aprovechada en su totalidad por aquellos que
utilizan el subte para concurrir a sus trabajos y/o lugares de estudio, lo que la transforma en un
mecanismo que no favorece siquiera a los viajeros frecuentes en la medida que lo necesitan.

En síntesis, el mentado “beneficio” carece de toda efectividad para el usuario del Subte,
tal como pretende y se excusan GCBA y SBASE.

V. DERECHOS VULNERADOS

Tal como se extrae del relato de los hechos, el GCBA y SBASE han vulnerado derechos
y garantías reconocidos en Tratados Internacionales, en la Constitución de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y en las leyes locales que los regulan.

1. Derechos de los usuarios en relación al servicio del SUBTE

La protección a los derechos de los usuarios del SUBTE encuentra un primer fundamento
en la ley que regula dicho servicio.

En su art. 14 dispone que “tendrá por finalidad dar satisfacción a las necesidades de la
población”, para luego definir los PRINCIPIOS GENERALES de la ley 4.472, su artículo 15
inciso 1, establece el objetivo de “Proteger adecuadamente los derechos de los usuarios”.

Asimismo, como criterio rector de las tarifas, la ley 4.472 establece en su art. 24 que las
mismas deberán ser “justas y razonables.”
Asimismo, el artículo 31 consagra una integral protección al usuario al establecer que
“Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en su relación de consumo,
a la defensa contra la distorsión de los mercados, al control de los monopolios que los afecten,
a la protección de su salud, de su seguridad y la de su patrimonio, asegurándoles trato
equitativo, libertad de elección y el acceso a la información transparente, adecuada, veraz y
oportuna”.

Al incluir conceptos ajenos a la tarifa se produce una completa distorsión sobre los
verdaderos costos del servicio de SUBTE, lo cual se ve aún más afectado con la exclusión de
pasajeros en los términos definidos. Por lo tanto, mal podrían GCBA y SBASE cumplir con su
obligación de proteger el patrimonio de los usuarios, toda vez que el método de cálculo resulta
viciado de origen. Ello es especialmente grave considerando que se deriva de un deficitario
control sobre el concesionario, que ejerce la concesión del servicio en condiciones monopólicas.

2. Derechos de los usuarios en relación a las decisiones públicas

Cabe recordar que la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires estableció, en su


artículo 1, la organización de sus instituciones como democracia participativa. Por su parte, el
artículo 11, obliga a la Ciudad a promover “la remoción de los obstáculos de cualquier orden
que, limitando de hecho la igualdad y la libertad, impidan el pleno desarrollo de la persona y
la efectiva participación en la vida política, económica o social de la comunidad.”

Los hechos relatados a lo largo del presente evidencian una abierta violación del GCBA
y SBASE al mandato constitucional reseñado. En efecto, la sistemática actividad de las
demandas tendientes a beneficiar y proteger a la empresa concesionaria lo ha sido siempre en
detrimento de los usuarios.

Es categórico entonces que las demandadas lejos han estado de remover obstáculos, sino
que, por el contrario, se han encargado de profundizar y agravar los ya existentes, afectando la
igualdad de los usuarios respecto a EMOVA.

Cabe recordar lo afirmado por la Cámara de este fuero respecto a que “la Ciudad
“promueve la remoción de los obstáculos de cualquier orden” que impidan “la efectiva
participación en la vida política, económica o social de la comunidad” (art. 11, in fine). Se
trata de un principio de participación que impregna todo el articulado de la Constitución
local.” (Expte. Nº 8279/0: “DESPLATS, GUSTAVO MARIA CONTRA GCBA SOBRE
AMPARO (ART. 14 C.C.A.B.A.”).

3. Derechos de los usuarios en su relación de consumo

El artículo 42 de la Constitución Nacional establece que “Los consumidores y usuarios


de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud,
seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de
elección, y a condiciones de trato equitativo y digno. Las autoridades proveerán a la protección
de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda
forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la
calidad y eficiencia de los servicios públicos, y a la constitución de asociaciones de
consumidores y de usuarios. La legislación establecerá procedimientos eficaces para la
prevención y solución de conflictos, y los marcos regulatorios de los servicios públicos de
competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de
consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de control.”

En términos similares, la Constitución local prevé en su artículo 46 que “La Ciudad


garantiza la defensa de los consumidores y usuarios de bienes y servicios, en su relación de
consumo, contra la distorsión de los mercados y el control de los monopolios que los afecten.”
Así, impone al GCBA la obligación de proteger el patrimonio de los consumidores y usuarios,
asegurándoles un trato equitativo que los proteja frente a la distorsión de los mercados.

Es evidente que, al promover un aumento que es consecuencia de un método cálculo


irrazonable y desproporcional, las demandadas no han ejercido debidamente su obligación de
proteger el patrimonio de los usuarios del SUBTE, ya que los usuarios deberán abonar un
aumento tarifario realizado en las condiciones denunciadas sobre un servicio de calidad
deficiente.

Esta parte insiste en que, aceptar un método de cálculo viciado, con conceptos y gastos
que no corresponden a la tarifa, implica favorecer en forma escandalosa a la empresa
concesionaria, quien lógicamente ocupa la posición dominante en la relación de consumo
existente en el uso del servicio del SUBTE, posición frente a la cual se adoptó la cláusula
constitucional citada que ha sido violada por parte de las demandadas.

En relación a la normativa constitucional citada (artículos 42 y 43 de la CN), la Corte


Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que la misma consagra “herramientas
definidas,destinadas a proteger a los consumidores y usuarios (...) incorporando mandatos
imperativos de orden sustancial en cabeza de aquellos y del Estado (calidad de bienes y
servicios, preservación de la salud y seguridad; información adecuada y veraz; libertad de
elección; y condiciones de trato equitativo y digno);” (Fallo “CEPIS”, considerando 17).

De lo expuesto, se desprende que a los usuarios no se les ha garantizado un trato


equitativo respecto a la concesionaria del servicio, puesto que es esta la única beneficiada de un
aumento ilegítimo, así como también de la millonaria transferencia de subsidios provenientes
de fondos estatales.

Las autoridades de SBASE ya venían emitiendo en medios periodísticos la necesidad de


llevar la tarifa al usuario, antes de que se realizará incluso la audiencia pública.

Al respecto, cabe recordar que ya la Corte Suprema ha establecido que “(…) en materia
tarifaria la participación de los usuarios de un servicio público no se satisface con la mera
notificación de una tarifa ya establecida. (…) La participación de los usuarios con carácter
previo a la determinación de la tarifa constituye un factor de previsibilidad, integrativo del
derecho constitucional a una información "adecuada y veraz" (artículo 42, Constitución
Nacional) y un elemento de legitimidad para el poder administrador, responsable en el caso de
garantizar el derecho a la información pública, estrechamente vinculado al sistema republicano
de gobierno (artículo 10, Constitución Nacional). Asimismo, otorga una garantía de
razonabilidad para el usuario y disminuye las estadísticas de litigación judicial sobre las
medidas que se adoptan” (fallo “CEPIS”, considerando 17).

También ha sido categórica la CSJN al determinar que “Desde una prelación temporal,
en primer lugar, se encuentra un derecho de contenido sustancial que es el derecho de todos
los usuarios a recibir de parte del Estado información adecuada, veraz e imparcial. La
capacidad de acceder a una información con estas características es un elemento fundamental
de los derechos de los usuarios, pues ese conocimiento es un presupuesto insoslayable para
poder expresarse fundadamente, oír a todos los sectores interesados, deliberar y formar opinión
sobre la razonabilidad de las medidas que se adoptaren por parte de las autoridades públicas,
intentando superar las asimetrías naturales que existen entre un individuo y el Estado que habrá
de fijar la tarifa de los servicios públicos (…)todas las etapas anteriores constituirían puro
ritualismo si la autoridad no considerara fundadamente en oportunidad de tomar las
resoluciones del caso, las situaciones y argumentaciones que se expusieron en la audiencia y el
modo en que ellas inciden en las medidas que se adoptan” (considerando 19).

4. Incumplimiento de la normativa aplicable al cálculo tarifario

Finalmente, tal como fuere desarrollado in extenso en los acápites que anteceden, al
dictar la Resolución 5/SBASE/24 y al calcular las tarifas técnicas y al usuario, las demandadas
han omitido en forma arbitraria la aplicación de la totalidad del marco normativo aplicable a la
materia. Todo ello permite afirmar que un cuadro tarifario que no aplique la totalidad de la
legislación vigente, lejos puede estar de ser “justo y razonable”.

En efecto, tal como fuere expuesto, el aumento no se sustenta en el concepto de tarifas


justas y razonables y se aprovecha un vacío reglamentario para decretar un aumento irrazonable
que, como corolario, no tiene dentro de sus objetivos el aumento en la cantidad de pasajeros que
reduciría la tarifa técnica.

Al respecto, Gordillo ha señalado que “La falta de proporcionalidad entre los medios
que el acto adopta y los fines que persigue la ley que dio al administrador las facultades que
éste ejerce en el caso, o entre los hechos acreditados y la decisión que en base a ellos se adopta,
etc., tornan nulo el acto. En este sentido, la jurisprudencia de la Corte Suprema tiene
establecido “que las medidas utilizadas por la autoridad pública deben ser
proporcionadamente adecuadas a los fines perseguidos por el legislador.” […] Este principio
puede aplicarse a una gran cantidad de supuestos, y así, por ejemplo, se ha dicho que la fijación
de las tarifas por la prestación de los servicios públicos debe guardar “una razonable
equivalencia entre ambas prestaciones (servicio realizado y retribuciones debida), pues donde
no hay proporcionalidad tampoco hay razonabilidad.”

VI. ADMISIBILIDAD DE LA ACCIÓN DE AMPARO


Conforme lo determina el art. 14 de la CCABA, el art. 2 de la ley 2145 y la
reglamentación dispuesta por la Cámara del fuero, la procedencia de la acción de amparo se
encuentra supeditada a la existencia de determinados requisitos, los cuales se encuentran
configurados en el caso de autos, a saber:

1. Requisitos Acuerdo plenario N° 4/2016 Cámara Apelaciones CayT

A) Bien colectivo que se pretende tutelar: servicio público SUBTE, conforme ley
4.472 y artículo 14 párrafo segundo de la CCABA y derechos de los usuarios conforme ley
4.472, ley 24.240, CCABA y CN.
B) Colectivo involucrado: habitantes de la Ciudad, en su calidad de usuarios
actuales y/o potenciales del SUBTE, que deberán abonar el aumento tarifario impugnado en el
presente.
C) Causa fáctica y normativa homogénea: el aumento de la tarifa al usuario en
violación a derechos y garantías constitucionales de los usuarios del SUBTE.

Al respecto, cabe recordar lo dispuesto por la Cámara del fuero en cuanto a que “(…)
por la naturaleza misma del servicio de transporte público, todo habitante de la Ciudad
adquiere carácter de usuario — al menos potencial — del servicio de subterráneos, condición
que resulta suficiente a los fines de considerar que podrían verse afectados por la medida que
en materia tarifaria adopte la autoridad administrativa” (“Vera, Gustavo Javier y otros
c/Subterráneo de Buenos Aires Sociedad del Estado y otros s/amparo”, Expte. A9704-2014/0,
sentencia del 5 de mayo de 2016; y “Del Gaiso, Juan Facundo c/ Subterráneos de Buenos Aires
Sociedad del Estado s/ incidente de apelación”, Expte. A9112-2016/1, sentencia del 25 de
octubre de 2016).

Asimismo, resulta pertinente recordar la doctrina del TSJ reiterada en “ASOCIACIÓN


CIVIL POR LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA c/ GCBA s/ amparo (art. 14 CCABA)” para
casos en que se encuentren en juego derechos de incidencia colectiva, donde se estableció que
“Interesa recordar que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad sostuvo que el
constituyente local estableció una acción popular en el segundo párrafo del artículo 14 de la
ley fundamental (in re “Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires c/ Estado de la
Ciudad de Buenos Aires s/acción declarativa de inconstitucionalidad”, Expte. Nº 18/99 SAO –
16/9/99, obiterdictum contenido en el considerando 17 del voto mayoritario)”.
2. Acto u omisión de autoridades públicas

De acuerdo a lo detallado en los acápites precedentes, la conducta de las demandadas


consiste en la omisión de garantizar una adecuada protección a los usuarios del SUBTE, en la
sanción de una norma contraria al texto constitucional y a los requisitos impuestos legalmente
al resultar injusta e irrazonable.

Como fuere desarrollado in extenso previamente, las demandadas han incumplido la


siguiente normativa:
- Artículos 42, 43 y 75 inc 22 (PIDESC, art. 2) de la Constitución Nacional.

- Artículos 1, 11, 46 y 48 de la CCABA.

- Artículos 1, 14, 15, 19, 24, 26, 30, 31 y 35 de la ley 4.472.

3. Restricción actual y real de derechos y garantías

Tal como se ha desarrollado en los acápites referidos a los hechos y derechos que
motivan la presente acción, las omisiones del GCBA y SBASE vulneran derechos y garantías
reconocidos en Tratados Internacionales, en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y en leyes locales dictadas en su consecuencia.

4. Arbitrariedad e ilegalidad manifiesta. Innecesaridad de mayor debate o prueba

Ha quedado de manifiesto que GCBA y SBASE han restringido los derechos de los
usuarios en forma arbitraria, puesto que tal restricción ha implicado una aplicación restrictiva y
parcial del texto constitucional y de la ley que regula el servicio de SUBTE, y ha tenido como
correlato el exclusivo beneficio y protección de la empresa concesionaria del servicio.

5. Inexistencia de un medio judicial más idóneo

En el caso de autos, la mayor idoneidad de la presente acción de amparo surge


claramente dado el carácter colectivo del servicio del SUBTE y de la incidencia colectiva de los
derechos que surgen de tal servicio, sumado a la necesidad de una tutela efectiva urgente ante
los incumplimientos que se denuncian en la presente.

Al respecto, cabe recordar la doctrina del TSJ en “ASOCIACIÓN CIVIL POR LA


IGUALDAD Y LA JUSTICIA c/ GCBA s/ amparo (art. 14 CCABA)”, donde se estableció, para
las acciones colectivas, que “…el cauce procesal para este tipo de acciones es la acción de
amparo, de conformidad con el artículo 43 segunda parte de la Constitución Nacional y el
artículo 14 segundo párrafo de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. (…) aparece
consagrada en el ámbito local, con matices propios, la acción de amparo prevista en el artículo
43 de la Constitución Nacional. Interesa recordar que el Tribunal Superior de Justicia de la
Ciudad sostuvo que el constituyente local estableció una acción popular en el segundo párrafo
del artículo 14 de la ley fundamental (in re “Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos
Aires c/ Estado de la Ciudad de Buenos Aires s/acción declarativa de inconstitucionalidad”,
Expte. Nº 18/99 SAO – 16/9/99, obiterdictum contenido en el considerando 17 del voto
mayoritario)”.

VII. SOLICITA SE DICTE UNA MEDIDA CAUTELAR

Por las razones expuestas, solicitamos a V.S. que CON CARÁCTER URGENTE y con
HABILITACIÓN DE DÍAS Y HORAS INHÁBILES se ordene MEDIDA CAUTELAR en los
términos del artículo 61 de la ley 4.472 y de los artículos 135 y 179 del CCAyT y se suspenda
la Resolución 5/SBASE/24, ordenándose al GCBA y a SBASE a abstenerse a aplicar el
aumento dispuesto en dicha norma, hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo planteada
en autos respecto a la nulidad de la Resolución.

La medida cautelar que aquí se solicita se justifica en que el aumento dispuesto por el
GCBA implica perjuicios inminentes e irreparable para los miles de usuarios que próximamente
deberán abonar un aumento tarifario realizado en clara violación de derechos y garantías de los
usuarios, tal como fue expuesto a lo largo del presente, por lo que su suspensión significa
salvaguardar aquellos derechos que se verán afectados.

1. Verosimilitud del derecho

Con todo lo expuesto hasta aquí y de las pruebas que se acompañan ha quedado
verosímilmente acreditado que el aumento pretendido por el GCBA y SBASE afecta derechos
consagrados constitucionalmente, en tratados internacionales y en las normas locales, además
de violar los requisitos y pautas legales que deben reunir la tarifa del SUBTE, todo lo cual ha
sido suficientemente acreditado a lo largo del presente.

En ese sentido, también ha quedado debidamente acreditado que se trata de un perjuicio


inminente por su fecha de ejecución, e irreparable por los efectos sociales y subjetivos que
genera un aumento en un servicio público utilizado por miles de usuarios.

Se involucraron en los fundamentos jurídicos distintos derechos de carácter


constitucional que afectan en una dimensión colectiva a los usuarios del SUBTE. Los
fundamentos planteados son racionales, claros, suficientes y aptos como para tener por
configurado el requisito de la verosimilitud jurídica.

Debe recordarse que para decidir la admisión de una pretensión cautelar no es menester
efectuar un examen de certeza del derecho invocado, sino que sólo se exige una suficiente
apariencia de verosimilitud en el planteo, de conformidad con la naturaleza, contenido y
alcances del acto cuestionado. El juicio de conocimiento, en tales casos, no excede el marco de
lo hipotético, ya que no corresponde avanzar en la acreditación exhaustiva de los extremos
fácticos alegados, cuando con ello se puede comprometer la solución del fondo del asunto.

Así, la Corte Suprema ha señalado en diversas ocasiones que, como resulta de la


naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen el examen de la certeza sobre la existencia
del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia
se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello
que no excede el marco de lo hipotético, dentro del cual, asimismo, agota su virtualidad (Fallos:
315:2956, entre otros).

Por otra parte, la jurisprudencia del fuero ha señalado que “Estos requisitos se
encuentran de tal modo relacionados que, a mayor verosimilitud del derecho, es menor la
exigencia del peligro del daño, e inversamente cuando existe el riesgo de un daño extremo e
irreparable el rigor del fumus se debe atemperar” (esta sala, in re "Ticketek Argentina SA c/
GCBA", expte. nº 1075, resolución del 17/07/01 y sala II in re "Tecno Sudamericana SA c/
GCBA s/ impugnación de actos administrativos", expte. nº 322/0, del 23/05/01, entre muchos
otros precedentes).
No puede perderse de vista que la finalidad del proceso cautelar consiste en asegurar la
eficacia práctica de la sentencia que debe recaer en el proceso y la fundabilidad de la pretensión
que constituye su objeto depende de la mera probabilidad acerca de la existencia del derecho
discutido, lo que permite da emisión decisión, sin necesidad de un estudio acabado de las
distintas circunstancias que conforman la totalidad de la situación fáctica y jurídica propias de
la cuestión de fondo. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la
finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede el marco de
lo hipotético, dentro del cual, agota su virtualidad (Fallos 317:243; 318:30; 323:1877 y 324:2042,
entre otros).

En materia de tarifas, Gordillo ha expresado acertadamente que: “En materia de medidas


cautelares, tenemos también consecuencias jurídicas derivadas de este cuerpo normativo: la
verosimilitud existe de pleno derecho a favor del usuario, por la presunción que la ley
establece” refiriéndose a la Ley de Defensa del Consumidor que regla los art. 42 y 43 CN aquí
invocados, particularmente en su art. 3 y 37.

En conclusión, ante la sospecha sobre la afectación a derechos colectivos que implica la


verosimilitud invocada y la duda a favor del usuario que debe tenerse como norte en las
cuestiones como la que se cuestiona, no puede sino V.S. otorgar la medida cautelar solicitada a
fin de garantizar los derechos de usuarios actuales y/o potenciales hasta tanto se defina el fondo
de la cuestión.

2. Peligro en la demora

El peligro en la demora resulta manifiesto toda vez que la Resolución 5/SBASE/24 ha


establecido que la tarifa del SUBTE aumentará en su primer tramo a partir del quinto
día hábil de su publicación, es decir, el día 15 de mayo de 2024, conforme lo establece
en su artículo tercero: “para el tramo A, luego del quinto día hábil de la publicación de
la presente Resolución en el Boletín Oficial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires;
para el tramo B, a los 15 días corridos desde la entrada en vigencia del tramo A; y para
el tramo C, a partir del 1° de agosto de 2024”, mediante cálculos y procedimientos
realizados en abierta violación a los derechos y garantías enunciados a lo largo del
presente.
De acuerdo con lo previsto en el artículo 179 del CCAyT "Las medidas cautelares son
todas aquellas que tienen por objeto garantizar los efectos del proceso, incluso aquellas de
contenido positivo y la suspensión de la ejecución del acto administrativo impugnado, o del
hecho o contrato implicado en éste, aunque lo peticionado coincida con el objeto sustancial de
la acción promovida".

Por su parte, el artículo 61 de la ley 4.472 establece que “Todo aquel que pudiera sufrir
un perjuicio inminente o irreparable -en los términos del artículo 177 del Código Contencioso
Administrativo y Tributario- relacionado directa o indirectamente con la regulación, prestación
o reestructuración del SUBTE, podrá solicitar el dictado de una medida cautelar para asegurar
los efectos prácticos de una sentencia definitiva.”

Cuando se expresa "peligro en la demora" en realidad se hace referencia a la "amenaza


cierta de que se consume el daño e indudable peligro si hay demora en otorgar la protección
cautelar" (Vallefin, Carlos, "Protección cautelar frente al Estado", Ed. LexisNexis, Buenos
Aires, 2002, p. 65).

El escaso tiempo hace imperiosa la medida cautelar que evite la inminente entrada en
vigencia de las nuevas tarifas, caso contrario, podría causar un perjuicio de imposible reparación
ulterior a los usuarios del servicio público de SUBTE, especialmente a aquellos que menos
recursos tienen, que exceden los beneficiarios de la tarifa social.

3. No frustración del interés público

No nos encontramos ante un caso de frustración del interés público, justamente porque
lo que se encuentra vulnerado es el interés público de quienes de los usuarios que deberá abonar
un aumento tarifario dispuesto en violación a sus derechos y garantías.
SBASE y GCBA han vulnerado una amplia normativa de jerarquía constitucional los
derechos que amparan a los usuarios del SUBTE, así como también principios y garantías
reconocidos en la ley particular que regula dicho servicio, en particular aquella que manda a
garantizar tarifas justas y razonables.

Por lo tanto, sería incoherente invocar que la medida cautelar solicitada frustra el interés
público si el accionar del gobierno local vulnera derechos y garantías que debe cumplir
íntegramente.

4. Contracautela

En virtud de versar el presente sobre un bien colectivo, se ofrece como contracautela la


caución juratoria, la cual solicito se tenga por prestada con la firma del escrito de inicio.

La jurisprudencia de nuestros tribunales ha establecido que “… La contracautela se


presta a las resultas de la medida a que se refiere, la cual –a su vez- descansa en la verosimilitud
del derecho que se aduce. Ambos extremos van de la mano en el sentido de que, cuanto mayor
resulte la credibilidad del derecho en cuya virtud se procede, menos gravosa será la
contracautela, y a la inversa…” (C. Nac. Civ. Sala E. 3/11/89- El albañil SA v. Amendolara,
Ignacio A.).

VIII. LEGITIMACIÓN

Las y los peticionantes de la presente acción resultamos ser habitantes de la Ciudad,


cumplimos labores en la misma y somos usuarias y usuarios del servicio de SUBTE.

En particular, el Sr. Dellecarbonara, además de usuario, es operario de la línea B del


SUBTE y miembro del Secretariado Ejecutivo de la Asociación Gremial de Trabajadores del
Subterráneo y Premetro (AGTSyP).

Al respecto, cabe recordar lo dispuesto por la Cámara del fuero en cuanto a que “(…)
por la naturaleza misma del servicio de transporte público, todo habitante de la Ciudad
adquiere carácter de usuario — al menos potencial — del servicio de subterráneos, condición
que resulta suficiente a los fines de considerar que podrían verse afectados por la medida que
en materia tarifaria adopte la autoridad administrativa” (“Vera, Gustavo Javier y otros
c/Subterráneo de Buenos Aires Sociedad del Estado y otros s/amparo”, Expte. A9704-2014/0,
sentencia del 5 de mayo de 2016; y “Del Gaiso, Juan Facundo c/ Subterráneos de Buenos Aires
Sociedad del Estado s/ incidente de apelación”, Expte. A9112-2016/1, sentencia del 25 de
octubre de 2016).
Asimismo, también se ha señalado que “Basta con que los actores se encuentren
domiciliados o realicen actividades en esta Ciudad para que puedan ser usuarios, aunque sea
potenciales, del servicio de subterráneos. Ello les alcanza para demostrar su calidad de
afectados, requerida en el artículo 43 de la Constitución Nacional y 14 de la local para
promover una acción de amparo en los términos en que ha sido deducida, y también para
reconocerles un interés suficientemente concreto, directo e inmediato, merecedor de tutela
judicial (confr. doct. de Sala IV, Contencioso Administrativo Federal, 05/08/97, "Fernández,
Raúl c. Poder Ejecutivo nacional" -La Ley, 1997-E, 535-)”. (sentencia de la Cámara CAyT,
expediente 9704-2014, voto de la Jueza Gabriela Seijas).

En ese sentido, el artículo 61 de la ley 4.472 establece en su primer párrafo que “Todo
aquel que pudiera sufrir un perjuicio inminente o irreparable -en los términos del artículo
177 del Código Contencioso Administrativo y Tributario- relacionado directa o
indirectamente con la regulación, prestación o reestructuración del SUBTE, podrá solicitar el
dictado de una medida cautelar para asegurar los efectos prácticos de una sentencia definitiva.”

Asimismo, el artículo 179 del CCAyT reconoce, en su segundo párrafo, la legitimidad


procesal a “Quien tuviere fundado motivo para temer que durante el tiempo anterior al
reconocimiento judicial de su derecho, éste pudiere sufrir un perjuicio inminente o irreparable”.

En el otro extremo, la legitimación pasiva recae en el GCBA en su calidad de autoridad


responsable del decreto impugnado en el presente; y en SBASE, por resultar Autoridad de
Aplicación de la ley 4.472.

IX. PRUEBA

Ofrecemos la siguiente prueba documental a fin de aportar claridad sobre lo expuesto en


el presente:

1. Copia DNI de los actores. Se solicita que esta documentación sea


reservada sin exponerla en el sistema de consulta pública virtual.
2. Resolución SBASE 5/2024 con Anexo I (IF-2024-11235967-GCABA-
SBASE) y Anexo II (IF-2024-17057577-GCABA-SBASE).
2. Contrato de concesión entre SBASE y EMOVA S.A. incorporado al
Expte. EE 2024-04622772-GCABA-SBASE como IF 2021-26290153-GCABA-
SBASE.

3. Versión taquigráfica de la audiencia pública realizada los días 25 y 26 de


abril de 2024.

4. Informe realizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de


Buenos Aires (UBA) de 2017.
5. Decretos 101/24 y 147/24.
6. Informe Final de Audiencia Pública.
7. Informe de SBASE “Determinación de la Tarifa Técnica” incorporado
al Exp. EE-2024-04632772-GCABA-SBASE como IF-2024-
06433935-GCABA-SBASE.
8. Resolución Auditoria General de la Ciudad Nº 373/13
(https://www.agcba.gov.ar/docs/inf-20131108_1398--Ley-4472.pdf).
9. Facturas detalladas en el acápite III.2 del presente.

X. FORMULA RESERVA DEL CASO FEDERAL

En caso de que V.S. no haga lugar a lo solicitado por esta parte, dejamos planteado el
caso federal previsto en el Art. 14 de la ley 48, toda vez que en el presente están involucradas
garantías constitucionales y derechos protegidos por los instrumentos de derechos humanos
receptados en el 75 inc. 22 de la CN.

XI. AUTORIZACIONES

Solicito se autorice a la Dra. Cristina Vanesa Fau y a Dr. Matías Aufieri a tomar vista y
compulsar el expediente, efectuar desgloses, retirar copias, oficios, exhortos, testimonios,
diligencias, cédulas, mandamientos, así como realizar cualquier tipo de gestión, acto o diligencia
que fueren necesarios para el trámite de las presentes actuaciones.

XII. PETITORIO

1. Se nos tenga por presentados, por parte en el carácter invocado y en el


domicilio electrónico constituido.
2. Se tenga por admitida la prueba ofrecida.
3. Se tengan presentes las autorizaciones conferidas.
4. Se haga lugar a la presente acción de amparo, declarándose la nulidad de la
Resolución 5/SBASE/24.
5. Se haga lugar a la medida cautelar solicitada con carácter de urgente,
declarándose la suspensión de la Resolución 5/SBASE/24.
6. Se disponga la habilitación de días y horas inhábiles en las presentes
actuaciones.

Proveer conforme,

ES JUSTO

xxxxxxxxxx xxxxxxxxx xxxx


xxxxx

xxxxxxxxxx
xxxxxxx
xxxxxxxx
xxxxxxxxx xxxxxxxxx

xxxxxxxxxx
Leyenda: 2024 - Año del 30° Aniversario de la Autonomía de la Ciudad de Buenos Aires

Con los siguientes adjuntos:


DNI ACTORES.pdf
PRUEBA DOCUMENTAL.pdf

FIRMADO ELECTRONICAMENTE 09/05/2024 09:26:33

FERRO AGUSTINA - CUIL 23-38267656-4

También podría gustarte