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AMPLIA FUNDAMENTOS DE DENUNCIA PENAL - SOLICITA MEDIDA CAUTELAR DE

PROHIBICIÓN DE SALIDA DEL PAÍS-

Señor Juez Federal:

WALTER DOMINGO MARTELLO, Interventor el ENTE NACIONAL


REGULADOR DE LA ELECTRICIDAD (ENRE), con la asistencia letrada de Miguel Arturo
PRIOLO, abogado, inscripto en el Tomo °45, folio °466 del CPACF, con domicilio
electrónico CUIT 20182862216 (e-mail: miguelpriolo@hotmail.com), en el marco de la
denuncia “ENRE s/ Denuncia”, CAUSA N° 827/2023, ante V.S. me presento y digo:

I.- OBJETO:

Vengo a AMPLIAR los fundamentos de la denuncia penal


interpuesta por el suscripto y a solicitar la imposición de una medida cautelar de
prohibición de salida del país para los ciudadanos: Juan Carlos Blanco, Francesco Tutoli,
María Alejandra Martínez, Víctor José Díaz Bobillo, Mónica Diskin, Giovanni Zanchetta,
Jaime Barba, Alejandro Martínez y Valter Moro, a los fines de evitar que los mismos se
sustraigan de comparecer a derecho en la presente investigación.

II.- AMPLIA FUNDAMENTOS DE DENUNCIA PENAL:

Sabido es que fui citado a ratificar la presente denuncia penal y a


acompañar la prueba documental sustento de mi anterior presentación, habiendo dado
cumplimiento de esto último mediante una presentación por separado al presente, y; sin
perjuicio de comprometer anexar todo aquel documento que en el futuro inmediato
resultare de interés para la continuidad de la investigación en curso, vengo a AMPLIAR
los fundamentos que motivaron mi presentación.
En efecto, en fecha 20/032023 he dictado la Resolución 307/2023
disponiendo la intervención provisoria de la empresa Edesur S.A. y he justificado la misma
considerando que del análisis de la conducta de la EMPRESA DISTRIBUIDORA SUR
SOCIEDAD ANÓNIMA (EDESUR S.A.) ha evidenciado que, con motivo de los sucesos
ocurridos el día 10 de febrero de 2023, han quedado fuera del servicio alrededor de
CIENTO OCHENTA MIL (180.000) personas usuarias, produciéndose, en los días
posteriores, eventos de baja y media tensión que derivaron en interrupciones reiteradas
y prolongadas del suministro, afectando a gran cantidad de personas usuarias en el área
de concesión de la distribuidora. Que el ENTE NACIONAL REGULADOR DE LA
ELECTRICIDAD (ENRE) ha detectado desvíos y demoras entre la base de reclamos de
cortes y la información brindada al ENRE, conforme se observa en el IF-2023-20594812-
APN-SI#ENRE. Que, con ello, ha quedado en evidencia que tanto los procesos operativos
de gestión de reclamos primarios como el manejo y la transparencia en la información
brindada tanto al Ente como a las personas usuarias afectadas se aparta de las buenas
prácticas. Que el artículo 24 inciso a) del Contrato de Concesión establece como
obligación de la concesionaria “Prestar el SERVICIO PÚBLICO dentro del ÁREA, conforme
a los niveles de calidad detallados en el Subanexo 4, teniendo los usuarios los derechos
establecidos en el respectivo REGLAMENTO DE SUMINISTRO”. Que, como ha expresado
el ENRE, la Distribuidora incumple en forma recurrente y sistemática con los parámetros
de calidad media y, ante eventos de magnitud los procedimientos operativos de atención
de reclamos y reposición de suministros fracasan reiteradamente, denotando déficits de
recursos, de planificación operativa y de inversiones. Que frente a tal situación, mediante
la Resolución N° 236 del 24 de febrero de 2023, el ENRE dispuso la realización de una
Auditoría Técnica Integral en la EMPRESA DISTIBUIDORA SUR SOCIEDAD ANÓNIMA
(EDESUR S.A.) para determinar la capacidad y confiabilidad del servicio público de
distribución de electricidad y fiscalizar la calidad del servicio establecida en el Subanexo
IV del Contrato de Concesión; y ordenó la conformación de un equipo interdisciplinario
con un Coordinador General, y al menos tres equipos de fiscalización de procesos de: (i)
Atención Primaria, (ii) Mantenimiento Preventivo e Inversiones y (iii) Costos e
Inversiones. Que la mencionada norma, además, estableció un plazo de NOVENTA (90)
días para efectuar una auditoría de procesos, verificar la consistencia de su disponibilidad
tecnológica, materiales, insumos y de recursos humanos para realizar los procesos de
gestión sustantivos consistentes en, la atención primaria, reclamos, operación,
mantenimiento correctivo y preventivo, planificación de inversiones, gestión de pérdidas,
auditorías internas de costos y procesos de gestión. Que, finalizado el plazo mencionado,
los equipos disponen de TREINTA (30) días para elevar ante la intervención del ENRE un
Informe Final. Que la prestación deficiente del servicio público, marcada por las masivas
interrupciones del suministro en el área concesionada, han motivado que el Interventor
del ENRE presentara, en sede judicial, la presente denuncia penal por la presunta
comisión de los delitos de defraudación de los derechos acordados (art. 173, inc. 11 del
Código Penal), abandono de personas (art. 106 del Código Penal) y entorpecimiento de
los servicios públicos (art. 194 del Código Penal). Que asimismo he denunciado que
EDESUR S.A. no provee debidamente energía eléctrica a un número significativo de
personas electrodependientes. Que frente a la gravedad que exhibe la situación, y de
forma complementaria a la realización de la Auditoría Técnica Integral y a la tramitación
de los procedimientos sancionatorios correspondientes, resulta imprescindible reforzar
las medidas de control sobre la gestión de la distribuidora en orden a reconducir la
prestación, a favor de la defensa de los derechos de los usuarios, tutelados por la
Constitución Nacional, los marcos regulatorios y demás normativa. Que, por lo tanto, el
ENRE debe adoptar acciones correctivas a los incumplimientos y ejercitar la totalidad de
las competencias asignadas legalmente para hacer efectivas las obligaciones asumidas
por la Empresa concesionaria toda vez que se encuentra comprometido el interés común
y bienestar general, en la normal y regular prestación del servicio. Que el artículo 42 de
la CONSTITUCIÓN NACIONAL establece que “Los consumidores y usuarios de bienes y
servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud,
seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de
elección y a condiciones de trato equitativo y digno” y que las autoridades deben proveer
a “(…) la protección de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la
competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los
monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los servicios públicos y a la
constitución de asociaciones de consumidores y usuarios”. Que los principios de
continuidad, regularidad y obligatoriedad resultan propios del régimen jurídico del
servicio público. Que la Ley N° 24.065 establece en su artículo 2, entre los objetivos para
la política nacional en materia de abastecimiento, transporte y distribución de
electricidad, los de “a) proteger adecuadamente los derechos de los usuarios; (…) c)
Promover la operación, confiabilidad, igualdad, libre acceso, no discriminación y uso
generalizado de los servicios e instalación de transporte y distribución de electricidad”.
Que la ley mencionada, en su artículo 54, establece que el ENRE debe “(…) llevar a cabo
todas las medidas necesarias para cumplir los objetivos enunciados en el artículo 2° de
esta ley (…)”. Que, por otra parte, el artículo 56 al atribuir las funciones del ENRE, le
otorga las de “a) Hacer cumplir la presente ley, su reglamentación y disposiciones
complementarias, controlando la prestación de los servicios y el cumplimiento de las
obligaciones fijadas en los contratos de concesión; (…) n) Requerir de los transportadores
y distribuidores los documentos e información necesaria para verificar el cumplimiento
de esta ley, su reglamentación y los respectivos contratos de concesión, realizando las
inspecciones que al efecto resulten necesarias, con adecuado resguardo de la
confidencialidad de información que pueda corresponder; (…) s) En general, realizar todo
otro acto que sea necesario para el mejor cumplimiento de sus funciones y de los fines
de esta ley y su reglamentación”.

En efecto, la prestación de un servicio público esencial impone


además de la diligencia de un buen hombre de negocios, la planificación prestacional de
modo de cumplir las obligaciones asumidas con el Concedente (Contrato de Concesión)
y con la comunidad de usuarios ( Reglamento de Suministro- art. 4° inc. a).

Estos últimos forman parte de la relación trilateral y velar por sus


derechos es parte de la tarea del ENRE – ver art. 56° y 2° Ley N° 24.065).

En otras palabras, los derechos que surgen tienen como causa y


destinatario las personas usuarias.

Por su parte, las instalaciones de distribución se organizan por


nivel de tensión, Los usuarios de Baja Tensión (BT) usufructúan instalaciones en ese nivel
y los superiores (Media –MT-y Alta Tensión); los de Media Tensión: esta y Alta Tensión y
los de alta solo este nivel. Para abastecer a más del 95% de los usuarios en Baja Tensión-
BT- se requiriere capacidad de instalaciones en todos los niveles de tensión.
El ENRE, más allá del control por resultados, (calidad de servicio-
Subanexo IV de la res. 64-2017 y sus relacionadas) verifica el Estado de Instalaciones y el
ritmo de reparación de las instalaciones críticas.

En el último año se han reparado cables de MT promedio 5,8 por


día y de promedio salen de servicio 5,7 por día- quedando de promedio 42 cables de MT
pendientes de reparación. (Ver prueba Cables).

Se observa que en estación pico: verano e invierno la cantidad de


cables en MT fuera de servicio ha aumentado alarmantemente.

Esta situación demuestra que las instalaciones no están siendo


reparadas al ritmo de las necesidades del servicio público y se afecta sistemáticamente
la calidad de servicio establecida en el Contrato de concesión.

Si la demanda es transferida a otras instalaciones, ante picos de


demanda, se sobrecargan y salen de servicio, generándose colapsos prolongados en
zonas determinadas, como los acontecidos en febrero –entre el 10 y el 16- y a partir del
1 al 16 de marzo de 2023- ver listado de cantidad de cortes entre el 1-12 y 15 marzo
2023. En los últimos 40 días 22 hemos estado con más de 70.000 reclamos diarios, lo que
denotan afectaciones en Baja y/o Media Tensión.

La capacidad de respuesta se mide en las horas fuera de servicio.


Desde el 1° de marzo y por 15 días hemos tenido usuarios con sin servicio por inaceptable
cantidad de horas/días.

Por ejemplo: el día 4 de Marzo de 2023, había 7000 usuarios con


“cortes frecuentes” y 1280 usuarios con más de 36 horas sin servicio y hasta 150 horas -
cuando el máximo admitido es 10 horas por evento-, conforme nuestra base de datos. Se
ofrece como prueba todas las bases de datos de cortes de suministro, usuarios fuera de
servicio, y usuarios con cortes prolongados.
Por otro lado desde 2020 el consumo de materiales ha
disminuido, con una tendencia decreciente y ha disminuido desde 2019 (Ver informe
preliminar auditoria en base a SAP empresa control de stocks).

Algunos insumos críticos están en el límite de la necesidades y


por debajo de los promedios de los últimos 5 años. Cuando se revisa la aptitud de la
capacidad de las instalaciones para atender la demanda, se observa que muchos
alimentadores y centros de trasformación (equipamiento de rebaje de tensión de 33 KV
a 13,2 KV y 13,2 KV a baja tensión) operan al 100% y una importante cantidad a más del
70%. buenas prácticas e históricamente cuando se llega al 55/60% de capacidad, se
dispara la inversión en ampliación de Capacidad. En un nivel de tensión superior: AT/MT
EDESUR S.A. informó que en 35 de sus 59 SS.EE. AT/MT la ocupación estimada para el
periodo en cuestión supera el 60%, es decir el 59,3% de esas instalaciones.

La empresa Edesur ha optado la instalación de grupos


electrógenos- Ver lista adjunta- En los primeros días de marzo tenía instalados: entre
propios, contratados y en préstamo un total de 63.560 KVA, el equivalente aproximado a
la potencia demandada por 32000 usuarios residenciales. Es decir, un tercio del total de
su inversión en 7b años en AT- 316 MW). (Ver registro de conectados al 8-3—2023).

Esta situación devino en el dictado de la resolución n° 236-2023,


Auditoria Integral sobre la empresa (en desarrollo).

En definitiva, estamos ante una situación que, más allá de la falta


de inversión, se ha configurado un estado de déficit de la gestión operativa en términos
de atención primaria de reclamos, reposición de suministro, operación de instalaciones,
mantenimientos correctivos en tiempo y forma. La desidia operativa y la falta de
protocolos, procesos de buenas prácticas no se relacionan con déficits presupuestarios,
sino con la clara intención de los Directivos de EDESUR de frustrar dolosamente el
cumplimiento de las obligaciones asumidas en el contrato de concesión de distribución
de energía eléctrica para su área de incumbencia en forma inexcusable.
EDESUR SA ha perdido la capacidad operativa de la concesión en
forma intencional. ES CLARA LA DECISION DE SUS DIRECTIVOS DE ABANDONAR EL PAIS
INCUMPKIENDO DOLOSAMENTE SUS OBLIGACIONES.

Los electrodependientes son usuarios de atención prioritaria.


Durante marzo, varios días, a pesar de las intimaciones, se constataba que quedaban
entre 80 y 100 reclamos de usuarios electrodependientes sin atender y ello importa sin
lugar a dudas un riesgo de vida para las personas víctimas de tanta desidia. (Ver informe
de GAP 15-3-2023)

Ese nivel de falta de gestión básica de reclamos de los


electrodependientes se mantuvo sostenidamente a pesar de las intimaciones cursadas
por el sistema automático de gestión de usuarios electrodependientes, del que no
respondieron entre febrero y la fecha de interposición de la presente denuncia.

III.- FUNDAMENTO DE LA MEDIDA CAUTELAR DE PROHIBICION DE


SALIDA DEL PAIS.

La traba de esta medida cautelar responde a cuestiones de


raigambre constitucional (Afianzar la justicia como señala nuestro Preámbulo) y legal
(comparecer ante los estrados judiciales cada vez que sea uno citado) y en vista de evitar
la impunidad de un hecho injusto donde los afectados fueron miles de personas que se
vieron y muchos de ellos al día de hoy se ven impedidos de poder hacer uso de la energía
eléctrica que debería haber brindado sin ningún tipo de impedimento la empresa
concesionaria EDESUR de la cual las personas antes citadas son sus máximos
representantes societarios y que si evadieran sus responsabilidades con la consiguiente
puesta en peligro de la vida y salud de miles de personas, el daño efectivo y potencial
causado a partir de sus ilegítimas conductas por un lado perjudico al erario público y por
el otro pusieron en riesgo, insisto la vida de muchísimas personas, en especial de aquellos
electro dependientes.
IV.- ANALISIS DE LO PETICIONADO:

Sin lugar a dudas estamos en presencia de una investigación


donde se acreditan dos conceptos elementales de todo proceso penal cuando hablamos
de un caso donde se pone en peligro la paz y tranquilidad pública en general, la gravedad
institucional y la trascendencia pública.

En el presente caso, donde EDESUR una empresa concesionaria


del servicio público de electricidad en jurisdicción del AMBA ha reiteradamente
incumplido con su función principal, en el último tiempo dicha la situación se tornó
desesperante para miles de hogares y a la par de sufrir una ola de calor sin precedentes
los vecinos, nuestros conciudadanos se vieron a su vez imposibilitados de hacer uso de
elementales y esenciales servicios como la luz y con ello en muchos casos también devino
la falta de suministro del agua por ausencia de energía.

A ello debemos agregarle el padecimiento que sufrieron aquellas


personas que son electro dependientes y que ninguna solución le suministró EDESUR.

Y todo ello dentro de una situación donde la propia empresa dio


cuenta hace un tiempo de su intención de abandonar el país y no seguir prestando el
servicio que brindaba desde hace varios años.

Es por ello que la provisoria calificación de esos hechos en un


principio la hemos configurado en los delitos previstos y reprimidos en el digesto punitivo
como desbaratamiento de derechos acordados, abandono de personas y
entorpecimiento de los servicios públicos.

Todos los hechos que previamente delineados de forma sucinta


son de por sí hechos notorios que como tales no necesitan ser probados, porque a decir
verdad Sr. Juez, seguramente Ud., sus colaboradores en el juzgado, alguien de su familia
o de su círculo de amistades han sufrido las consecuencias de esta aviesa falta de servicios
o siquiera ha tomado debido conocimiento por el escándalo mediático que se ha
suscitado en torno a ello.

Sin perjuicio de ello deberíamos recordar que en su momento la


Corte Suprema creó pretorianamente la noción de que en los supuestos de gravedad
institucional en el caso de la presentación de un recurso de apelación federal se podía
prescindir de ciertos requisitos en orden a preservar los derechos fundamentales de la
sociedad, Barrancos y Vedia sostienen que la gravedad institucional opera como una
válvula, a su vez Sagüés (2002) la define como una llave o ganzúa, que permitiría abrirse
camino aun por fuera del rigorismo formal.

Es en ese contexto, que quisiera impactar en el análisis de la


medida que solicitaré en este libelo, que utilicemos dicho parámetro conscientes de estar
ante un hecho de gravedad institucional inusitada y por cierto que ha tomado
trascendencia pública y por tanto, la judicatura podrá flexibilizar ciertos recaudos
procesales para el dictado de la medida de prohibición de salida del país de aquellos
ciudadanos que fueron denunciados.

Se dirá que todavía no han sido imputados o indagados pero


también se podrá decir que algunos de ellos no son ciudadanos argentinos y sí ciudadanos
italianos y que el resto de los miembros de la sociedad son personas de alto poder
adquisitivo que tienen todos los elementos y posibilidades a su alcance para poder irse
del país y sustraerse del alcance de la justicia y de estar a derecho como así corresponde
ante la apertura de una investigación judicial.

Digamos que la medida de aseguramiento preventivo que


aquí se trata se endereza a lo dispuesto en el art.23 del CP, una medida cautelar que
prevé obstaculizar cualquier intento de un individuo para lograr la impunidad, resultando
ser una medida razonable tendiente a procurar la sujeción del sujeto al proceso judicial y
evitar el riesgo de que en este caso los denunciados puedan frustrar el accionar de la
justicia, ausentándose del país.
Las medidas limitativas de la libertad, sólo podrán motivarse en
la existencia real de peligro de fuga u obstaculización de la investigación (peligros
procesales) y ciertamente la medida solicitada entendemos que es una herramienta a ser
utilizada de manera excepcional, porque sabemos que impera la regla constitucional de
que toda persona es inocente hasta que se desvirtué dicho estado mediante una
sentencia condenatoria firme.

Así se ha resuelto que “Las medidas de coerción en el proceso


penal, sólo deben decretarse cuando resulte necesario neutralizar el riesgo procesal que
se presente –principio de necesidad-, manteniéndolas sólo mientras la necesidad subsista
–principio de provisionalidad-, debiendo ser aptas para anular el peligro procesal del caso
en la medida adecuada con relación al riesgo a evitar, aplicándosela en virtud de dicha
característica y con esa exclusiva finalidad –principios de idoneidad y proporcionalidad-“
(JGMDP N° 2 - “Fernández, Sergio” - 11/04/00 - LL, 2000-D-756).

Al decir de Mariano La Rosa “..las medidas legisladas derivan del


carácter excepcional de la privación de la libertad y de la necesidad de sustituirla por otras
menos gravosas y más efectivas para cada situación en concreto; por ello es que pueden
ser impuestas cuando se justifiquen, teniendo en cuenta, a su vez, que pueden ser dejadas
de lado ni bien se acredite su falta de utilidad. Por ello, consisten generalmente en
obligaciones del encausado para con la investigación, ya que debe guardar una estricta
conducta de sujeción al proceso y someterse a él mediante su propia voluntad o
abstenerse de determinadas conductas que pueden llegar a frustar el derecho que se cree
vulnerado” (Mariano La Rosa, La implementación de las pautas del Código Procesal Penal
Federal relativas a las medidas de coerción personal, Diario La Ley, 20/12/2019).

En el nuevo Código Procesal Penal Federal en su art. 210 se


establecen una serie de medidas de coerción que pueden dictarse en cualquier estado
del proceso y con el fin de asegurar la comparecencia del imputado o evitar el
entorpecimiento de la investigación, y pueden ser impuestas de forma individual o
combinada, entre ellas “la prohibición de salir sin autorización previa del ámbito territorial
que se determine”.
No es ocioso recordar que ciertos artículos del Código Procesal
Penal Federal se encuentran vigentes en la aplicación del todavía vigente Código Procesal
Penal de la Nación desde el 22 de noviembre de 2019 (artículos 19, 21, 22, 31, 34, 80,
81, 210, 221 y 222 del CPPF), y fundamentalmente en cuanto a la presente solicitud son
de estricta consideración los artículos 210 y 221.

Así señala Mariano La Rosa que “la norma establece alternativas


que gradualmente pueden ser aplicables —e incluso combinadas—, siendo la prisión
preventiva la más grave y la última que debe ser adoptada, atento a su naturaleza
excepcional y restrictiva, ya que su implementación sólo puede ser factible en caso de que
las otras opciones no sean procedentes” . (Mariano La Rosa, La implementación de las
pautas del Código Procesal Penal Federal relativas a las medidas de coerción personal,
Diario La Ley, 20/12/2019).

Toda medida cautelar personal que restringe la libertad del


imputado, en el caso, su libertad de entrar y salir del territorio nacional debe tener base
en una ley y estar justificada por un fin legítimo. La restricción no se justifica por el mero
el hecho de ser imputado, sino por la finalidad legítima perseguida: asegurar su presencia
durante la investigación, como en nuestro caso, en ese contexto el art. 22 de la CADH
establece que “…2. Toda persona tiene derecho a salir libremente de cualquier país,
inclusive del propio. 3. El ejercicio de los derechos anteriores no puede ser restringido sino
en virtud de una ley, en la medida indispensable en una sociedad democrática para
prevenir infracciones penales o para proteger la seguridad nacional, la seguridad o el
orden públicos, la moral o la salud públicas o los derechos y libertades de los demás…” (en
sentido análogo se expresa el art. 12 del PIDCyP).

Nuevamente recordemos que el hecho que motiva la presente


denuncia que es por todos conocido, los reiterados cortes de luz, servicio que debía
prestar la empresa EDESUR y de quiénes los hoy denunciados eran sus máximos
representantes, pusieron en vilo a toda la sociedad, entorpecieron un servicio público y
se produjo el abandono de personas, pero que a la fecha todavía no podemos mensurar
cuántos de estos ciudadanos debieron ser hospitalizados, cuantos han visto agravarse sus
cuadros médicos y cuantos a la postre, podrían haber sufrido consecuencias irreversibles
en su salud..

El extremo precedente es algo que estamos procediendo a


relevar y que como lo sostuvimos en nuestra originaria presentación reservamos como
prueba supletoria.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso


“Ricardo Canese vs. Paraguay”, sentencia del 31 de agosto de 2004, parágrafo 117
sostuvo que “El derecho de circulación y de residencia, incluido el derecho a salir del país,
pueden ser objeto de restricciones, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 22.3
y 30 de la Convención. Sin embargo, es necesario que dichas restricciones se encuentren
expresamente fijadas por ley, y que estén destinadas a prevenir infracciones penales o a
proteger la seguridad nacional, la seguridad o el orden públicos, la moral o la salud
públicas o los derechos y libertades de los demás, en la medida indispensable en una
sociedad democrática.” (parágrafo 117).

En este punto deberíamos preguntar si establecida la medida


cautelar guarda proporcionalidad con el hecho investigado y la respuesta enfáticamente
es sí, sin lugar a dudas, porque insistimos la gravedad institucional como la trascendencia
pública de los hechos acá investigados, nos releva de mayores comentarios, por tanto
una medida como ésta que no implica la pérdida de la libertad ambulatoria sino solo la
imposibilidad de salir del país para eventualmente sustraerse de la investigación en curso,
resulta a todas luces proporcional.

La Corte IDH en el fallo citado previamente, reclama la necesaria


proporcionalidad –necesidad, eficacia, ponderación e inexistencia de una medida menos
gravosa- para evitar esa confusión de naturaleza. Por eso afirma que “De lo contrario, la
aplicación de una medida cautelar que afecte la libertad personal y el derecho de
circulación del procesado sería lo mismo que anticipar una pena a la sentencia, lo cual
contradice principios generales del derecho universalmente reconocidos (Cfr. Caso Suárez
Rosero. Sentencia del 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35, párr. 77).” (parágrafo
129), y continúa la Corte IDH que “…la restricción al derecho a salir del país que se
imponga en un proceso penal mediante una medida cautelar debe guardar
proporcionalidad con el fin legítimo perseguido, de manera que se aplique solamente si
no existe otro medio menos restrictivo y durante el tiempo estrictamente necesario para
cumplir con su función, en este caso la de evitar la fuga del señor… (supra párr. 130).”
(parágrafo 133).

En resumidas cuentas coincidimos con el ProfesorAlberto Binder,


“el mandato de realización de la justicia y la necesaria presencia del acusado para el
desarrollo del procedimiento, en donde el Estado se encuentra ante un valladar absoluto
que es la imposibilidad de efectuar los juicios en ausencia, ya que no se pueden realizar
los procesos penales en rebeldía del imputado. Ergo, aquí el encausado tiene de modo
efectivo, un poder real para obstaculizar el desarrollo del proceso e impedir la aplicación
de una pena”.

Estamos entonces ante el temor a un “daño Jurídico”, como


señala Cafferata Nores, que puede surgir de distintos factores, por ello es que para
pronosticar la posible fuga y eludir el accionar de la justicia, los códigos procesales
reseñan varias situaciones a modo de indicios, que podrían ser válidos o no, para efectuar
tal pronóstico

Por tanto, “el mentado peligro de fuga, no puede ser apreciado


de modo esquemático, según criterios abstractos, sino con arreglo al claro texto de la ley
y sólo en razón de las circunstancias del caso en concreto” (La Rosa, Mariano, obra citada,
pág. 707).

Nos marca el camino la Corte cuando refiere que “Cuando las


características del delito que se imputa, las condiciones personales del encartado y la pena
con que se reprime el hecho, guarden estrecha relación con la posibilidad de que se pueda
intentar burlar la acción de la justicia y con ello impedir la concreción del derecho material,
deberá denegarse la excarcelación solicitada” (Fallos 310:1476), es decir, debemos
acreditar en cada caso concreto la posibilidad de que el imputado pueda intentar eludir
la acción de la justicia y profugarse.

Reiteramos el hechos conocido por todos, incluso por V.S. fueron


los continuos cortes del suministro de energía eléctrica que duraron días y en algunos
casos se mantiene esa situación poniendo en peligro potencial a cientos de miles de
personas, con lo cual tanto el abandono de personas y el entorpecimiento de los servicios
públicos pueden concluir en un daño al cuerpo o la salud de las personas e incluso la
muerte, previendo el primer tipo penal su agravamiento.

Y estos hechos que a la postre solicitamos sean investigados,


fueron llevados a la práctica por las máximas autoridades de la empresa EDESUR, donde
algunos de ellos son ciudadanos italianos, pero todos ostentan una privilegiada posición
económica financiera y social que les permitiría profugarse del país y eludir la
responsabilidad ante la justicia y fundamentalmente ante la sociedad argentina y la
justicia no puede demorar ningún instante en tomar una decisión como la presente, caso
contrario podría suceder que se fueran del país como lo sucedido en su oportunidad con
el atentado a la Embajada y la Mutual AMIA, donde los sospechados pudieron viajar al
exterior sin ningún problema y nunca rindieron cuentas ante la justicia.

Así digamos que en cuanto a las facilidades para abandonar el


país, podríamos apuntar como hipótesis el ser oriundo de otro país, de contar con familia,
trabajo o bienes en el exterior, todo lo cual permitiría sospecha que podría intentar
sustraerse a la justicia argentina buscando amparo en su país de origen.

A su vez, las circunstancias y naturaleza del hecho, la pena que se


espera como resultado del procedimiento, si se ha cometido con cierto desprecio por la
vida o la integridad física de las personas, demostrando una actitud que denota cierta
desconsideración para con el prójimo o bienes ajenos, aunado a ello la gravedad de la
pena en expectativa en orden al hecho cometido y como resultado del procedimiento, es
decir, la expectativa probable de recibir una condena de cumplimiento efectiva y con una
penalidad severa, todo ese conjunto, nos deben concluir en la necesidad de imponer una
medida como la solicitada.

V.- PETITORIO:

a.- Se tenga por ampliada la fundamentación de la denuncia penal


incoada,
b.- Se tenga por presentado la solicitud de medida cautelar de
prohibición de salida del país para los ciudadanos Juan Carlos Blanco, Francesco Tutoli,
María Alejandra Martínez, Víctor José Díaz Bobillo, Mónica Diskin, Giovanni Zanchetta,
Jaime Barba, Alejandro Martínez y Valter Moro.

b.- Atento lo peticionado se corra vista al Ministerio Público Fiscal

PROVEER DE CONFORMIDAD, que


SERA JUSTICIA

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