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Un reto de sangre

-Entonces, vamos a la comisaría?-preguntó Alfonso.


-No, aguanta. Ahora ya sabes todo de mí. Pero de ti
qué sé, si
vamos a ser amigos deberías también contarme
algunos de tus
secretos, no? &Te parece?
-Qué secretos? No tengo secretos.
-Todos tenemos secretos.
-Pero si son secretos, cómo te los voy a decir. -Porque soy tu
amigo.
-Pero si son secretos y te los digo, ya no serán secretos.
-Es verdad. Pero, por ejemplo, quién te enseñó a.pelear... digo,
a danzar.
-Uff, fue hace tantísimo tiempo que ya lo he olvidado.
-No pues, Alfonso, así no vale.
-Pero es verdad. Lo he olvidado.
-Pero te enseñó un hombre, aprendiste viendo? -Todo se
aprende solo, eso es lo que creo.
-Bueno, pero nadie está totalmente solo. Qué sería de Ortega si
no hubiese Gasset.
-Qué?
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Alfonso, dime cómo fue. (
Vamos, pues,
-Es una broma tonta.
pequeñita como -Discúlpame -dijo, más tranquilo, cerró la puerta-.
de una secta de gente tonto. Siéntate. Soy muy
esto de la
danza forma parte
las faldas de esa montaña
de luna llena a
reúne en noches Desde hace muchísimo tiempo, contó Alfonso,
tú, que se matan animales y se toman su sangre, cuando dos
de la queme hablaste, donde danzantes de tijeras se encuentran en un pueblo, se enfrentan
para
Has visto muchas
películas. ganar el honor de ser el mejor. No es una pelea. Es una
día viste a los danzantes y contienda
Cómo fue? iUn de honor donde los retos son de tres
-Ya pues, Alfonso.
viste?
tipos: el primero es de baile,
ser c o m o
ellos? Dónde los el segundo de acrobacias y el tercero de sangre.
quisiste calle de esta ciudad. es
fiesta. Desde cualquier A veces, los retos de acrobacias se convierten en retos
-Quizá en alguna de sangre.
una cadena
de montañas.
No existen limites, salvo los que suponen el honor
posible ver, a lo lejos, y dignidad. Los
hermosas.
cuando no hay nubes,
se ven retos pueden durar días completos. Yo he danzado durante
-Si, tres
montañas nací, y hay pueblos
entre esas montañas días, parando solamente algunas horas para comery tomar agua.
-Entre esas
con mucha alegría. A través de los años aprendí
donde los danzantes son recibidos a tragar sables, a devorar fuego, a
-Máso menos así. permanecer de cabeza sobre mis manos, durante horas, he
-Como si fueran cantantes de rock?
a esos pueblos? Podríamos ir
un día? destrozado guías telefónicas con mis manos, he comido culebras
-EY siempre vas
allá. vivas.
-Es que hace mucho tiempo que no voy para
cuando no hay -nubes, se ve -Aj, Alfonso, por qué hacías todo eso?
-Desde los techos de mi edificio,
esas montañas... Quizá podrías
venir un día a -Porque cada danzante debe encontrar algo que su contendiente
nacer el sol detrás de
no pueda hacer.
ver.
-Pero que ganan? Qué está en juego?
-No creo.
helados la madrugada. -El honor. &No entiendes? Cada uno de nosotros tiene un
-Por qué? Ah, tienes que hacer
en pacto
sagrado que cumplir con la montaña. Es algo de lo que no te puedo
-No, es otra cosa. hablar, porque si lo hiciese tú también estarías condenado alo que
Qué?-La altura. yo me condené.
-La altura?-Sí, la altura. -No entiendo.
-Tienes alergia a la altura? Es porque eres bajito, seguramente.
-Sé que no entiendes Así es, es dificil de entender.
-No, se llama vértigo. -Tienes vértigo? -Sólo comprendo que dos tipos se retan. El honor está en juega
-Si, vértigo. Miedo a las alturas. No me gusta hablar de esto. El orgullo de vencer al otro. Es así?
Vámonos. Si, por ahí va,
-No juegues, pues.
-Yque siempre tienes que hacer algo que los otros no puedan.
ITe dije que nos vamos!-gritóAlfonso, sin control. Caminó Pero imagino que al principio todos te ga, nadan.
hacia la puerta. La abrió y se detuvo.
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-Cuando eres un principiante ng compites con los
aprendices tienen su momento, sus propias fiestas maestros.
el otro cabo. Se
ros. Los al otro campanario y sujetó
a s cable. Lumr sttbió iría cuatro veces de un
lado a otrTo.
asisten los maestros. Pasan muchos años hasta as que no los oio y gritóque
Un maestro tiene el tino y la prudencia de
e conviertes vendó
a r una oración
a la montaña,
comenzó a caminar
en uno.
saber ertes Después dr
otro. Abajo, la gente del pueblo
se enfrenta. Nunca debe forzar a un aprendiz a sién lizo un largo, y luego
hacer aleo sobre el cal
m u r m u r a b a n -con temor porque
a v e c e s parecía
que no podrá. Y el aprendiz debe tener el suficiente tacto sabe
sabe rogaba po: ri. e r a n trucos para
emocionar
no Pero, yo lo sabia,
provocar a un maestro, a menOs que esté seguro de su can. perder el erbrio. cuando estaba
ocurrió algo muy extraño,
de poder enfrentado sin el peligro de perder la vida. acidad, a
audiencia iDe pronto
la
faltaba cruzarlo una vez y media
-Pero muere la gente haciendo esto? ala mitad del cable y solamente le
comenzó a volar alrededor de él. El danzante no
ave
más, una gran plaza
-Claro. De qué que estoy hablándote. Esto es vida
crees tenía los ojos vendados. La
muerte. pudo percibirla, porque venda y
Crees que es un juego? que se quitara la
enmudeció. Finalmente, alguien gritó
le
Silbido de
-No, Alfonso. Caramba no quiero fastidiarte. Pero te exaltas, tal comenzó a pedirle lo mismo. Pero
el resto de la gente
deberías contarme nada. .
tal vez no entendió ninguna palabra, quizá
vez no Halcón no hizo caso,
vitoreándolo. Nadie puede saberlo. El ave era
-Discúlpame otra vez. Ahora que te cuente, lo vas a entender pensaba que estaban directamente al hombro
se había soltado y se dirigía
Yo enfrenté a muchos aprendices, y llegué a ser maestro. Tuve
me su halcón, que
Silbido de Halcón perdió el equilibrio
el cuidado de no portarme como un fantarrón. Medí mis de su dueño. Al posarse en él,
capacidades cada vez que elegí a un contendiente. No forcé a nadie y cayó.
-Murió?
y nadie me forzó. Y así me hice conocido. Pero un día tenía que
-En elY fue terrible verlo despedazarse contra el
acto.
tocarme llegar a donde estaba el mejor. Yese fue el famoso danzante
de su cráneo al
a quien todos conocían por Silbido de Halcón. Usaba un hermoso empedrado de la iglesia, todavía recuerdo el sonido
estrellarse contra el suelo. Luego del desconcierto, muchos ojos
traje blanco con espejos y exvotos de plata en los hombros, el pecho soltado al animal.
comenzaron a mirarme. Alguien dijo que yo había
yla espalda, y bordados de oro en los puños de las mangas. Andaba Pero todos habían visto sentado frente a la iglesia, admirando
me
con un hermoso halcón, que llegaba a los pueblos minutos antes
la valentía de mi contendiente. Luego, cuando lo metieron a la
de que él apareciera. El halcón generalmente hacía cíireulos aéreos
iglesia, un grupo de personas, los principales del lugar, se me
alrededor de la plaza donde se celebraban las fiestas. Luego, cuando acercaron para decirme que no había cumplido con mi tarea y que
A
llegaba el danzante, descendía hasta pararse en su hombro. si no lo hacía, la montaña podría molestarse. Estaban en lo cierto.
se
Silbido de Halcón siempre lo acempañaba un muchacho, que Yo debía hacer lo que el danzante me había dejado como reto.
dueño0.
encargaba del ave durante el tiempo que danzaba su Inmediatamente subí al campanario, pero cuando legue arriba y
Descansamos un
Enfrenté a Silbido de Halcón más de doce horas. miré al vacío, sentí como si algo me tomara por todo el cuerpo y no
la
par, entre las seis y las ocho de la mañana. Cuando reanudamos me dejara dar un solo paso.
contienda êl trepó a uno de los campanarios de la iglesia y ato u
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-ETe asustaste?

-Yo tengo miedo, Marcelo.


no
No le temo a morir. He enfrentado La muerte de un hermano
Cuando te defendi, no tuve
toros que pesan diez veces más que yo.
a la muerte, pero el vacío
miedo de que me hicieran daño. No temo
Esto me avergonzó,
frente a mí me detuvo, fue más fiuerte que yo.
en el campanario
tanto que me negué a bajar. Así permanecí
me trajeron agua y
durante cinco días. Algunas buenas personas
rechazaba el pan. Y lo hice
algo de pan. Yo tomaba el agua pero
hasta que medesmayé. Ellos me bajaron y me curaron de un
Frente a la comisaría, un guardia de voluminosa barriga bostezaba
principio de pulmonía. Eso ocurrió hace
muchos años y fue la apoyado contra una pared. Su cinturón no alcanzaba a rodear esa
la hebilla acababa escurrida debajo del montón
última fiesta en la que participé. panza, de modo que
de grasa. Usaba la cartuchera de su pistola casi en el trasero y le

colgaba del hombro un fusil con esparadrapos en la cacha.


Nadie los detuvo cuando ingresaron a la comisaría. Alfonso
caminó de frente hasta la oficina del comisario. Llamó a la puerta
antes de entrar, pero no salió nadie. Entonces le preguntó a un
guardia, que estaba sentado detrás de un escritorio, dónde podía
encontrar al comisario. Le respondió que regresaba en unos

minutos porque se había ido al baño.


Marcelo le dijo que nunca había estado en una comisaría y que
el lugar, con aire de ministerio público, lo decepcionaba.
No hablaron más, porque en ese momento apareció un hombre
alto, las sienes y un bigote negro recortado.
con canas en

-El comisario Aguilar, Marcelo.


-Mucho gusto -dijo el policía, y apretó la mano de Marcelo, con
fuerza, rudamente. Siguió de largo-. Pasen-dijo, y entró a su oficina,
ocupó un ugar detrás de un escritorio marrón descascarado en las
esquinas con muchos papeles encima.
-Qué pasa, Alfonso? No me digas: atropellaste al chico con tu
carreta de helados.
-No, no, mi comisario. La historia es diferente.

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Marcelo que explicara todo lo que había Salamandra es muy popular por acá -dijo Alfonso.
Alfonso le pidió a

sin saber cuál podría ser el efecto Y tú eres... revisó lo que acababa de
ocurrido. El lo hizo, sin mucha fe, escribir-Carmona
práctico de una denuncia.
Yel policía lo escuchó aburrido, educado, Rodriguez?
Sólo cuando mencionó el nombre de Salamandra, El guardia levantó la mirada y se encontró con la del comisario.
pero distante.
escritorio,
avanzó sobre su
levantó una ceja, se rascó una patilla, -Siga escribiendo -ordenó éste. -Qué pasa? -preguntó Alfonso.
el
ocupaba escritorio
Le pidió que esperara, llamó al guardia que Tal vez conocieron a mi hermano -dijo Marcelo-. Lo conocieron,
de escribir.
en pasillo y le ordenó que trajera su máquina
el ino?
formalizar esto en una
-Espera -dijo el comisario-
vamos a
No hablemos de eso ahora -cortó el comisario-. Dale dirección
denuncia, si no nada puede hacerse. Alfonso, ya que parte, y
eres
y teléfono al guardia. Ya tomó todos los datos?
si no tienes problemas, tú presentas la denuncia, porque como
-Si, comisario.
Marcelo es menor de edad es más complicado.
-Bien, eso es todo, Marcelo, sólo falta que pases por el médico
Bien, no hay problema. legista para que registre la veracidad de las contusiones. Pero yo
El guardia entró a la oficina, colocó su máquina sobre el
las he visto, así que te voy a ahorrar el trámite. Mañana voy a enviar
escritorio y rodó una
silla. a un guardia al colegio para que hable con el director, y si
Cuéntale a él cómo fue, por qué fue y todo, pero primero, encontramos a Salamandra lo traeremos aquí. No podemos hacer
Alfonso, dale tus señas personales. mucho, pero vamos a advertirle que si se acerca a ti por cualquier
-Puedo decirle algo, a solas? -dijo Alfonso. -Sí, claro. cosa, se irá de frente al correccional.
Alfonso y el comisario salieron de la oficina. del patrullero pasará por tu colegio la entrada
El guardia de la máquina de eseribir le dijo a Marcelo que podía
Mañana la ronda a

yala salida de los alumnos. Quiero que te acerques y te presentes,


empezar a contarle todo. A Marcelo le pareció gracíosa lajerga que que les digas quién eres. Y ahora puedes irte a casa, Alfonso se
usaba para redactar el atestado, comenzaba diciendo: Siendo las queda para damos su declaración. Mira, mejor le voy a decir a un
tantas horas del tal día, el denunciante con tal nombre y tal patrullero que te devuelva. Las calles son muy peligrosas a esta
identificación se apersonóala delegación policial para... etcétera. hora. &Te parece bien eso?
Los datos que iba proporcionándole calzaban dentro de su esquema. Si, está bien -dijo Marcelo.
Marcelo imaginó que en algún lugar de esa comisaría debían existir
Acompáñelo -ordenó el comisario al guardia.
cientos, quizá miles, de esas historias, escritas del mismo modo.
Marcelo se despidió de Alfonso. Le dijo gracias y se fue.
Un momento después, entraron Alfonso y el comisario. Marcelo
los miró, esperó que le
Alfonso tamborileó en la mesa.
dijeran algo, pero nada ocurrió. Lo
escucharon referir su' historia, no-abrieron la boca Qué pasa?-dijo el comisario. -Estoy esperando que mecuente.
para nada. Sölo
el guardia que escribía levantó la
cabeza cuando Marcelo mencionó Qué?
al Salamandra. Todo, no voy a querer que me cuente sobre Blanca Nieves y los
-LEl chico Vilchez? siete enanitos.
-preguntó.
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No, pues -dijo el comisario- esa te la sabes de memoria. sitú

eres el jefe de los enanitos.


poniendo en peligro su cuota de helados.
-Está
-No se extorsiona a un policia. Te puedo meter al calabozo
Golpes a una mujer
-Dejaría sin un enano a Blanca Nieves?-Se molestaría mi hijo.
Ya, deje de jugar.
Es una historia triste, en realidad. Patética, me fastidió mucho.
Una noche nos llamó un vigilante, o nos dijo que era un vigilante y
que estaba escondido debajo de un auto, porque nos hablaba desde
un celular. En la fäbrica que él cuidaba, había entrado un grupode En la calle había varios postes, unos siete, pero sólo dos tenían
sujetos. El tenía un arma, pero eran demasiados para él. Cuando los focos intactos. Las luces que se escurrían de las ventanas de las
llegamos, vimos a un sospechoso en la calle. Nos acercamos con casas iluminaban un poco la vereda, lo suficiente para no tropezar
precaución, el sospechoso, de pronto, hizo sonar un silbato y luego con los huecos de la calzada, o los bultos de basura
que la gente
comenzó a disparar. Entonces también nosotros disparamos, sacaba antes de hora.
quiero decir, yoy mi alférez disparamos. Murió instantáneamente, Esa noche, además, adornaba el cielo una insinuante luna
que
con varios impactos de bala en el cuerpo. Luego entramos a la imprimía a los objetos, las paredes, los autos, las ventanas, un
fábrica. No hallamos nada, salvo a un vigilante que no sabía nada metálico reflejo.
de una llamada de auxilio. Igual revisamos el lugar, pero ni huellas. -iHermoso espectáculo, ino, maestra?, el de la luna sobre la
Visitamos las otras fábricas. Todo estaba tranquilo. El muchacho ciudad!
al que le disparamos se llamaba Edián Carmona Rodríguez. -Es como para no tener dudas de que en alguna parte Dios
sigue
-&Era hermano de Marcelo? alli.
-Parece que sí. -Ojalá. A veces el mundo es demasiado duro.
-Me contó que había muerto el año pasado.-Sí, fue el año pasado. -Mire-dijo el profesory sacó una tarjeta del bolsillo de su saco-
-Es su hermano, entonces. si menecesita para algo, lo que sea, lámeme aquí. No se preocupe
-Edián tenía sólo quince años -dijo el policía-. Era un niño. por la hora. Por las mañanas estoy siempre en mi casa. Sólo asisto
Estudiaba en el colegio donde ahora estudia Marcelo. Y allí todos por las tardes al colegio. En las noches también estoy en casa
sabían que era de la banda de Salamandra. Todo fue tan extraño. iQué hogareño!,
El chico estaba allí, hizo sonar su silbato No es por hogareño. No puedo llamar hogar al departamento
como si alertase a alguien,
nos disparó, donde vivo yo solo. Paro todo el tiempo allí porque estoy
pero ninguna de las fábricas estaba siendo robada.
escribiendo un libro. Pero ahora es tarde y si comienzo a contarle
de qué trata nos va a dar una insolación de luna.
AY, profesor, insolación de luna!

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broma. Usted debe ir a ver a su familia, no la vov a
Es una

demorar. vio a la patrulla detenerse frente a su edificio. Un muchacho bajó


mañana me cuenta sobre lo qué está del auto, reconoció a Marcelo. Un policía bajó con él. Se dirigieron
-Si, pero me promete que
a la puerta del edificio.
escribiendo?

-Lo prometo.
-iPeró qué...! -dijo el hombre, sorprendido.
conducía a la entrada de La maestra levantó la cabeza, tenía los ojos inundados
Subió tres gradas de la escalera que la en

el vio alejarse al profesor. De lágrimas. El hombre no la miró. Corrió hacia el dormitorio, se tiró
su edificio. Entonces volteó
rostro y
debajo de la cama y sacó un cofre. Lo abrió con extrema prisa. Del
pronto, él también volvióyla sorprendió mirándolo, pudieron
no
se interior sacó una bolsa negra y un arma, se las metió en los bolsillos
erse sonreír, sólo eran sombras, pero quiza intuyeron sus sonrisas
del pantalón. Después corrió hacia la salida.
en la penumbra.
pisos, sacó las
de cuatro Si les dices que estuve aquí y que fui yo quien te golpeó, te mato.
Ingresó al edificio, inició el ascenso

llaves de su bolso. Pero no tuvo que usarlas, abrieron primero. Ya sabes?

-EDesde cuándo te acompañan amiguitos a la casa? -dijo la voz Luego se fue.

de un hombre. Unos segundos después llamaron a la puerta. La maestra se puso


de pie con un gran esfuerzo.
El hombre era alto, de anchos hombros, barrigón. Tenía una
barba de varios días. Yel cabello desordenado. En la mano sostenía Al verla, Marcelo se asustó.
una botella de cerveza. Al verlo, ella también se asustó.
-No es un amiguito -dijo ella. Ambos se preguntaron, a la vez: Qué te ha pasado?
-iCállate! Estoy hablando -gritó el hombre-. Tú eres una mujer El policía la tomó de un brazo y la condujo hasta una silla.
casada, ientiendes? Nadie te acompaña hasta la puerta de mi casa. Quién le ha hecho esto? -preguntó el policía.
iQué te has creído! Mi marido, se ha ido a la azotea cuando los ha visto llegar.
-La calle es peligrosa -dijo ella. El policía se asomó ala ventana y llamó al otrO guardia.
-iCállate!-gritó el hombre ylanzó una bofetada en la cara de la -Voy a la azotea, tal vez lo alcance. Quédate con tu mamá -dijo
mujer. y se fue.
La maestra se fue al suelo, la boca ensangrentada. -No puedes -No vaya-dijo la mujer- tiene un arma. El otro policíallegóde
hacer esto -protestó ella, sollozando. -Cállate -volvió a inmediato.
gritar el
hombre y la golpeó nuevamente, esta -Su esposo la golpeó y está
vez con un
puntapié en el armado-explicó el primer policía.
estómago. La maestra rodó por el suelo, con las manos en el vientre. Parece que está en la azotea.
-Dónde está el idiota de tu hijo? Quizá ya no -dijo Marcelo-. Los edificios se conectan por arriba.
En ese momento, desde la Se puede salir por cualquiera de los edificios a la calle.
calle, sonó, brevemente, como un
latigazo, la sirena de un patrullero. El hombre se asomó a la ventana, -2Qué hacemos? -dijo uno de los policías. -Subimos, pues, a ver
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qué pasa.
dentro. Iranquenla çon una
-Bien, cierren la puerta por mesa
esa. Un cariño mal ganado
&Tienen teléfono acá?
Si-contestó Marcelo.
la situación.
Entonces se fueron
Llama al comisario y explícale on.
Marcelo abrazó de nuevo a su madre, luego corrió al teléfono
no.
Levantó el auricular.

A dónde llamo, no me sé el número. -Llama al 103.


Una contestadora automática le dijo que las líneas estaban -&0tra vez aquí muchacho? -dijo el comisario, amable,
congestionadas y que intentara en cinco minutos. Marcelo insistió, campechano. Marcelo le devolvió una sonrisa, sin ganas, sólo por
otra vez la contestadora al otro lado del hilo le dijo lo mismo. corresponderle, luego miró hacia atrás, hacia la mujer.
-iQué pasa, hijo? -iMaestra! Qué le pasó? -exclamó el comisario.
-Una tipa me dice que no se puede. La mujer entró apoyada en el brazo del guardia. Éste alcanzó
Diez minutos después, los policías estaban otra vez en el una silla con su mano libre, estirándose, y la colocó frente al
departamento. escritorio del comisario.
-No lo hemos encontrado -dijo el primer policía-. Quiere venir Tiene boca de agorero, comisario. Dijo que un día volvería por
a la delegación para hacer la denuncia? -preguntó a la maestra. acá. Y acá estoy -dijo la mujer.
-Sí. Pero no quiero volver a esta casa. -Hace sólo unos minutos estuvo su hijo aquí. Pero me parece
-Muy bien -dijo el policía-. Prepare sus cosas. La llevaremos que usted no viene por él.
luego a la casa de algún familiar. -No.
Es que no tengo familiares en esta ciudad. -La han golpeado, o me equivoco?

Caramba-dijo el policía-. Venga. Ya veremos qué hacer. Hoy mi familia está de malas. Vengoa presentar una denuncia
Al salir del contra mi esposo.
departamento Marcelo y su madre llevaban cada
-Su esposo. El la golpeó? -Sí.
uno una maleta.
-Debería guardarme mi comentario -dijo el policía-, pero quizá
ya era tiempo de que usted lo denunciara.
La familiaridad entre el policía y su madre inquietó a Marcelo.
Pero el ulular de una sirena lo distrajo, recordó el patrullero que lo
llevó y lo trajo, entonces imaginó disparos saliendo de una patrulla

parecida.

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su madre y el comisario se conocfn..
ian,
Era obvio que
le pasó a Edián. Ella volvió el rostro, estiró una mano, tomó la de hijo,
probablemente por lo que entrelazó sus dedos.
su

mamá? -preguntó Marcelo.


-Conoces al comisario,
hermano, vinimos a esta comisaría -El es diferente -dijo la mujer.
-Cuando sucedió lo de tu
No estás con ellos, Marcelo?
No lo sabía.
Nunca estaría con ellos.
Para qué lo ibas a saber.
-No sé, mamá, para qué se saben las cosas. Sólo se saben v un Yo no sé cuánto sabes, Marcelo -dijo el comisario.
A qué se refiere?
día sirven para algo.
A todo esto. Qué sabes de todo lo que pasa a tu alrededor?
Ella habló, a veces con furia, y de vez en cuando se tomaba el
costillas. Conto. al comisario lo La mujer miró a su hijo, le apretó la mano, sintió lástima por los
estómago, le dolía el costado, las
salió del colegio hasta que entró al1 moretones, lo vio un niño, y aunque era alto, y ya comenzaba a
que ocurrió desde que
departamento y fue golpeada. El alterez que la había traído en el engrosar sus espaldas, para ella era como un bebé.
-El no sabe nada-dijo.
patrullero tomó la declaración. Ella les dijo lo de la pistola y lo de
la bolsa. Marcelo ignoró lo que dijo su madre, pisó con firmeza el suelo,
afiló la mirada.
-Era negra -dijo.
-&Tenemos que ser adivinos para saber lo que había en esa bolsa? Sabes; por ejemplo, que tu hermano era de la banda de
Salamandra? iEso lo sabes?
-No creo.
Lo está interrogando? -preguntó la maestra. -No, señora.
El comisario se acarició los bigotes, miró a los ojos de la maestra,
con dureza. -Si, lo sé-interrumpió Marcelo.
Y sabes a qué se dedican?
iPor qué no se ayuda, 'maestra? Usted no tiene nada que ver
Todos lo saben, son paseros, venden drogas. También roban.
con ese mundo. No ha sido suficiente ya? Colabore con nosotros.
&Sabes también que tu padre los maneja?
Una lágrima rodó por la mejilla de la mujer, bajó la mirada.
Marcelo se inquietó. -El no es mi padre. Yo no soy su hijo. No diga "padre" yo no

tengo padre.
-

Tengo miedo. Siempre he tenido miedo.


Y Perdió un hijo,. Cómo va éste? iHa visto cómo lo dejaron? -Disculpa.
Edián
Nos conto una historia. Es cierta? -No lo sabía, no lo pero ellos tienen tratos. Cuando
sé,
reunían en casa. Yo nunca estuve con ellos. Cuando
-Todo lo que dije es verdad-dijo Marcelo. vivía, a veces se

entré a la 2020 supe a qué se dedicaban.


-Qué sabes, Marcelo? En verdad épor quéte han lpeado? Sólo nada si
porque le hiciste una broma? iNo estarás metido con ese
Ya basta, Marcelo -dijo la maestra-. No tienes que decir
denuncia, no a que
Salamandra tú también?
no quieres. Comisario, he venido a poner una

me interroguen.
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usted puede ayudarnos. Pero


es verdad.
Se lo repito, señora,
éste el momento -dijo
Ahora tiene
el comisario-. Nadie tiene fe en el plan
creo que no es la
quedarse
que
Ycreo que
ir al médico legista.
deberian

departamento.
en casa de
de Marcelo
a su
alguien. No pueden regresar
ni yo -dijo la
Eso lo sé, pero no tengo donde ir, ni mi hijo

profesora.
extenderiía una orden de captura contra
En otras circunstancias
lo meteríamos al calabozo. Pero estaría
él, señora. Lo traeríamos y
Saldría después, el juez tan sólo lo Había una camilla verde en la enorme habitación. Un biombo de
aquí solamente un día.
amonestaría. No quiero eso. Mire, es duro lo que le voy a decir, tela blanca la dividía en dos. Una médico le pidió a la maestra que
pero así es esto.
Usted perdió hijo, y fuimos nosotros quienes le
un se sentara en la camilla, el alférez y Marcelo se quedaron al otro
terrible. No somos las mejores
disparamos. Eso no me gusta, eso es lado del biombo.
personas del mundo, pero
no nos pagan para tener la vida
de niños Noche movida, ino? -dijo el policía, en voz baja-. Cómo es
en nuestras conciencias. Yo quiero a su marido en la cárcel, pero que te llamas?
no por golpear a una mujer. Lo quiero por utilizar a niños, por
-Marcelo.
exponerlos a su vileza. Es algo personal, señora, si se da cuenta. -Un caso tu viejo ino?, golpear de esa forma a tu mamá.
Nadie lo había denunciado por nada, hasta ahora, pero ya tenema
-El no es mi padre.
una excusa para acercarnos. No quiero perder la oportunidad.
-Yo soy Sandoval -estiró la mano, Marcelo respondió con un
apretón-. Pensé que lo era. Te apellidas como él.
Es una historia vieja y familiar.
-Entiendo.

-No, no entiende. Es complicado de entender. -Si tú lo dices.


-JUsted también estuvo la nocheen que mataron ami hermano0?
-Si, lo siento. Habría preferido no estar. -En verdad Edián les
disparó?
-Vació su tambor como un loco. Nosotros sólo respondimos el
fuego, es la verdad.
-A veces ustedes disparan y después preguntan.
No fue asi. Nos disparó. Tenemos todavía los patrulleros con
los impactos de sus balas. No lo creías capaz de disparar?

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hacerlo todo. No era malo. Sólo
-Él era capaz de todo. El podía
mucho. esmuy listo, por qué crees que trabaja con niños. Porque si
estaba loco. Lo extraño
a nadie en el interior de l uarramos a los chicos con algo encima, no les pasa nada, pasan
-Fue raro que no encontráramos
por consumidores, los tenemos que soltar.
extraño. &Sabes cómo ocurrió?
fábrica. Todo fue muy Una mano corrió el biombo.
te las contó?
Tengo varias versiones, -2Quién -Ya está -dijo la doctora, se inclinó sobre un escritorio, escribió
no tengo nada claro.
-Por alli. Todos. Mi madre. Pero una receta, rápidamente, y se la entregó a la maestra, volvió a
Estaba ebrio, y drogado. Se vio en la autopsia. agacharse y escribió algo sobre un formulario que entregó en
-Tal vez por eso disparó. seguida al alférez Sandoval: -Llévela a Fotografia y que le tomen
-Nosotros creemos que fue una trampa. las zonas afectadas.

-Si, lo he pensado. Pero no lo sé. -Bien, doctora-dijo el policía.


El policía paseó la mirada por la sala. En el pasillo había largas bancas ocupadas por gente de todo
-Son tétricos estos lugares. tipo; dos policías, de pie, custodiaban a un par de sujetos que
-La comisaría también lo es -dijo Marcelo. -Es un mundo estaban esposados y tenían las caras hinchadas, con moretones. Al
sórdido. Mal pagado y sórdido. lado, esperaba un hombre con terno y maletín de cuerina, parecía

Y por qué eres policía? abogado.


Caminaron unos veinte metros, pasaron varias puertas, se
-Vi muchas películas, creo. &Tú quéé quieres ser? -No sé.
detuvieron en una cuyo rótulo decía "Fotografia". El policía golpeó
-iNada te gusta?
con los nudillos, despacio. Abrió una mujer con una bata blanca.
-Soy trampero. Sandoval le entregó la hoja del formulario.
-Trampero? -Pase-dijo la de la bata.
-Capturo aves, y las vendo en el mercado. Mi hermano aprendió La mujer entró, ellos se quedaron otra vez afuera. -iUna trampa,
a hacerlo en las azoteas y luego él me enseñó. No es un gran negocio no? -dijo Marcelo.
pero te deja una propina. No es algo que quiera hacer siempre,
Qué?
ino? En una ciudad, para qué sirve un trampero.
Sólo necesitamos una trampa.
-No sé, la verdad. Pero si te gusta atrapar seres vivos,
por que CPara atrapar a Vicente, dices?
no inventas una trampa para Salamandra.
-Claro. &Por qué ustedes no lo han hecho?
-iNo es a Vicente a quien hay que atrapar? -Es verdad. Lo
-Porque, en realidad, a nadie le importa. Se trata de
harías?
microcomercialización, paseros, a la división de estupefacientes
Marcelo sonrió. no le interesa, no invierten un centavo en atrapar mieros,. Encima
-iPero por qué ustedes, si lo saben
todo, no lo han agarrado? de todo, sólo tenemos sospechas y nadie, ni tu mamá, ni tü, nos
-Es que no sabemos todo. Si supiéramos, ya lo tendríamos. Pero confirman nada. Esa bolsa de la que haló tu mamá, qué era? l
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había?
sabes lo que
-En verdad, no.
-Entonces sólo tenemos que encontrar a ese alguien confiable -

que
efectivamente es droga, sería dijo Marcelo.
nos confirmara
-Si tu mamá
iCrees que tu
mamá no lo sabe? -2Qué? -dijo la maestra.
otra cosa.
-Ahora te cuento -dijo Marcelo.
No lo sé.
-Pero vives en esa casa,
ambOs viven en esa casa, icómo es El patrullero los regresóa la comisaria.
nada? -Es una locura -dijo la maestra-. Olvida todo eso, Marcelo.
posible que no sepan -Pero dónde vamos a vivir? Qué vamos a hacer? -Nos vamos
vida, nosotros la nuestra.
-Vicente tiene su
con tu tío a Trujillo.
Pero viven con él, no lo entiendo.
-Y tus clases?
a donde irnos. No tenemos a
-Vivimos allí porque no tenemos
tenemos ese departamento. Qué debe -Podría intentar encontrar algo allá.
nadie en esta ciudad. Sólo
la cárcel? -Y hoy qué hacemos.
pasar para que
lo metan a

bolsa negra llena de droga. -Es tan difícil -No sé, dormimos en un parque.
-Atraparlo con su

eso? Payasa.
No lo sé, creo que sólo hay que hacerlo. Pero él no vende -Tal vez...-insinuó ella-. Pero no, es una tontería. -iQué, mamá?
directamente, distribuye a sus chicos. Es muy listo. -Sifuentes, el profesor, fue muy amable hoy. Me acompañó hasta
-Tendríamos que convencer a Salamandra de que alguien quiere la casa.

comprarle mucho, mucha merca, todo lo que tiene. Salamandra Sí, ya te escuché-dijo Marcelo, celoso.
tendría que recibir un pedido que le haga agua la boca. Eso haría -Es tuprofesor ino? Le dije, como quedamos, que no te conocía.
que se comunicara con Vicente. Una vez que hicieran el contacto, Me dijo que si tenía algún problema, cualquiera que fuera, lo
el momento en que mostrara la droga, nosotros caeríamos encima. lamara. Quizá podría hospedarnos sólo por esta noche.
-Buen plan. Ah, sí, súper amable el ratón de biblioteca. -No es un ratón de
-No es mío, lo he visto en Miami Vice. biblioteca, y además es escritor. -Qué ha escrito?
Si, yo también vi los mismos capítulos. El problema en todo -Está escribiendo.
esto es que ellos realmente crean que alguien quiere hacer una -Ah, eso es otra cosa. Cualquiera está escribiendo en su casa.
compra. Yque además, tengan la confianza suficiente para hacerla, -Pero entonces qué hacemos. -iY? Si no hay nada mejor.
no le venden así nomás a si me presta
cualquiera. Espérame-dijo ella y entró a la comisaría-, voy a ver

La puerta se
abrió y
salióla maestra. su teléfono el comisario.
Ya estoy mareada de tanto entrar y salir de cuartos y de vestirme acercó al estacionado a diez metros. El
Marcelo se patrullero
desvestirme. Aquí acaba todo, alférez? el interior.
y
alférez Sandoval tomaba un caféy comía un sánguche en
-Aquí acaba, señora. -Mi cena -le dijo-. Tengo turno hasta mañana.
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me ayuda? es, profesor.


Por qué no

-A qué?
-Malisimo. Eso quiere decir que no soy mediocre, éno? Soy malo,
encontrar a alguien convincente que se
aga y usted no debería perderse la oportunidad.
Sólo tenemos que
pasar por comprador.
-No me haga reír, profesor, me duelen las costillas. -Bueno,
encontráramos a ese
alguien -dijo el alfére.
ez-, véngase. O mejor, voy a recogerlos.
Aun cuando considerable de dinero ara
una cantidad -No, de ninguna manera. Déme la dirección y vamos para allá.
tendríamos que reunir
Salamandra se interese,
van a
querer ver laplata, no se mueven
-Ya está -dijo ella-. Tu profesor nos cobijará en su casa.
que
si no les muestras el dinero. -Qué te va a pedir a cambio?
esos casos? -preguntó
tienen dinero para Oye, me estás faltando el respeto, no te das cuenta? Eres muy
-Pero ustedes no

malpensado para ser tan joven.


Marcelo.
El policía se rió. Ay, mamá, derees que nos va a ayudar por nada? -Eres muy
Miami. A veces, nosotros con nuestra plata le atrevido, a veces.
Esto no es

ponemos gasolina a los patrulleros. Ella se molestó, miró el papel que tenía en la mano con la
-Y si yo consiguiera al comprador y
el dinero -dijo Marcelo, dirección de Sifuentes.

cme apoyaría? -Discúlpame, mamá. Me puse tonto. -Si, eres muy tonto a veces.
El alférez sonrió. Ya, pues, perdóname.
-Le juro que sólo día, o dos -dijo la maestra.
es un Si me das un beso te Perdono.
Una semana, si quiere -dijo Sifuentes, nervioso,
al otro lado del Él se acercó y la abrazó. Ella dio un brinco. -Ay, me dolió.
hilo telefónico-. Mi departamento pequeño, pero nos podemos
es Discúlpame, mamá.
acomodar. Ella sonrió, se acercóyle dio un beso. -Au -hizo él.
Solamente hasta mañana o pasado -dijo la maestra-. Debo -&Te hice doler? Discúlpame.
conseguir dinero y comprar un pasaje para irnos a la casa de mi Mejor nos queremos de lejitos.
hermano. Hola, Marcelo.
-A dónde? El chico se volvió. Detrás de él estaba Cucurucho, con su
A Trujillo. carretilla de helados.
Ah, no, maestra, no es posible, dejará sus trabajoS? Otra vez tú aquí? -dijo Cucurucho.
Puedo intentar conseguir otro. -Y tú también? -dijo Marcelo.
-iA mitad de año? No puede ser, debe haber otra posibilidad. -El comisario quería comer helados, así que le traje la carretilla
Con quién voy a tomar café. Además, le prometí atacarla con mi para que escoja. Hay que estar bien con la autoridad.
libro, si viaja se va a perder la mejor de las aburridas. La profesora tosió, aclaró la garganta, hizo saber que estaba ali.
Al otro lado del hilo la maestra sintió un atoro. -Tan mal eseritor
90 91

Cucurucho.

-Disculpa,
mamá. El es --iPori -dijo Cucurucho.
a las personas, hijo, dqué es eso? En seri má, en serio, pregúntalelo que quieras.
-No se llama por
apodos
Me han llamado así hare
No preocupe -dijo
se
Cucurucho-.
Caramba. Marcelo, no molestes.
me molesta.
Pero si usted quiere, Ilámeme Alfonso. -Sólo una pregunta, para que veas que es un filósofo.
tantos arios. No
Alfonso. Lo he visto antes,
al salir del colegio. -Por favor, Marcelo.
-Mucho gusto,
nunca me ha comprado un
-Sí. Y también a usted, pero
yo
Sólo una pregunta.
No sé, no se me ocurre. -Cualquiera.
helado.
Está bien -dijo la maestra-. Quién es y qué nacionalidad tiene
Discúlpeme.
mantener la figura,
-No quiere subir de peso no? Quiere me el autor de La Colmena?
bien, es usted muy hermosa.
parece
-Otro -dijo Marcelo.
La maestra sonrió.

-iOtro qué? -preguntó Alfonso.


y las chicas le hacen
-Nada -dijo ella-, como é es súper feo,
no

caso, le da envidia que


me digan cosas.
-No es verdad.
-Tiene la cara inflamada, señora. Ha tenido un accidente?
preguntó Alfonso.
-Ahora te saca el hielo -dijo Marcelo-. Alfonso es una especie de
místico.
-Le agradezco lo que hizo por Marcelo -dijo ella-. Me lo contó.
No puedo creer que haya podido enfrentarse a cuatro sujetos.

que yo tampoco. No me lo recuerde porque


-La verdad es me

tiemblan las piernas. Qué van a hacer? Yo iba a cenar algo, un


pollo a la brasa... Yo invito, si quieren acompañarme -dijo
Cucurucho0.
-Nos estáesperando un amigo -dijo la maestra.
Tal vez podríamos levar el pollo a la casa del profesor Sifuentes
-dijo Marcelo-. Y así conoces a Alfonso, es muy interesante, es algo
así como un bailarín medio filósofo.
El amor es
una vez más Rosa

Marcelo no entendía que su plan fuera descabellado. Se lo habían


dicho durante toda la cena, su madre, el
profesor, hasta Alfonso:
"es descabellado", "es descabellado", y de tanto pronunciar
mentamente la palabra había perdido para él todo sentido. Quién
establecía las fronteras de lo factible, quién de lo que le está o no
permitido a unos y otros? Cómo se producía, en qué momento se
establecía que esto o lo otro era imposible? Acaso era una
revelación? Físicamente cómo sucedía: lo miraban, lo oían,
examinaban sus partes, las manos, la edad, los dientes, los
músculos, la inteligencia, procesaban los datos y. el resultado se
concretaba en una afirmación del tipo "sí, sí puede"o "no, no
puede"?
Habían cenado pollo. Eso no era tan espeluznante como
devorar ruiseñores o comer la pierna de un bebéal sillau? dNo
eran seres vivos todos,
sangrantes cuando los herían, unidos a
huesos y nervios que percibían dolor? &Y si en
lugar de pollo hubiera
sido un buen lomo de vaca, qué habría sucedido si los comensales
hubiesen sido de la India?
Claro que era descabellado planear atrapar a Salamandra y a
Vicente, lo era tanto como soñar en el año mil cuatrocientos y pico
rodear en carabelás a la Tierra para
llegar por otro lado a la China,
o
proyectar un paseo lunar en mil ochocientos.
Pensó que todos allí se comportaban tan medianos, tan
cobardes, era increíble que no manifestaran su urgencia. Yeso que
93
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atrás. La cara de boho 95
motivo para no echarse de bobo de
todos tenían un
Sifuentes, cuando miraba a la maestra, era suficiente para entender o el sexo, comentadas por sus hijas en casa.
era Y entonces, por que no
que una huida de la mujer hacia una provinciallejana lo último aceptar que, efectivamente, era
que el sujeto
quería. descabellado, y en seguida solo hacerlo, inmediatament
dinero para establecerse -No sé ustedes -dijo el profesor y miró alrededor donde vio
Alfonso Cucurucho, invertiria tiempo y caras
las otro colegio, donde ambulantes como él l
en puertas de
Satisfechas, la de Alfonso, la de Marcelo-, pero a mí ese pollito me
la estaba ya ocupada antojó un vino.
presionarian para que se fuera, porque plaza
no
admitirían por las buenas una nueva -ETiene su cava propia, profesor? -dijo la profesora.
por otros heladeros que -No, a tanto no llego. Pero aquí cerca hay una licorería.
competencia? Tendría que
liquidar a golpes de danzante a otros
heladeros? -Tengo que comprar cepillos de dientes y algunas cosas. Habrá
Hasta los policías, al menos un par de ellos, tenían cuentas que tiendas abiertas? -preguntó ella.
saldar con Vicente, era eso
lo que habían dicho. -Si.
Ysu madre, la más renuente, tenía más motivos que cualquiera: -Entonceslo acompaño?-Claro.
había luchado duramente para salirse de la vida en la que Vicente Perversas, grises, densas nubes se asomaban desde el mar y
la había abismado desde los dieciséis años, cuando la hizo su mujer. amenazaban con cubrir a la luna. Pero quizá sólo eran una amenaza
Había logrado hacerse de una carrera de maestra estudiando de falsa. La luna reinaba, pálida.
noche, trabajando en el kiosco de diarios y revistas de día, trabajo -Me parece extraño que por la tarde me dejara hablarle de
que odiaba, pero que le dio el dinero suficiente para moverse con Marcelo y que no me dijera que era hijo suyo.
autonomía. Ella, sobre todo, tenía motivos para no abandonar la -Profesor.. isabe?, tenemos casi la misma edad, ipor qué no
ciudad donde tenía dos trabajos, uno en la terrible, agotadora 2020, nos tuteamos?
por la tarde, y otro, por la mañana, en el Gertrude Stein, donde las Todos nos hablamos de usted allá en el colegio. Es verdad, resulta
irradiaciones de su espíritu lacerado por una vida dura, su visión gracioso, una fórmula. No voy a llegar a nada si no me atrevo a
descarnada de la existencia, y su espontaneidad angelical de patita romper las fórmulas.
de barrio instruida, impactaba en las escolares, en las niñas de casas -Bueno, tutearse es también una fórmula, tampoco se me
cómodas, cuyos padres tenían para pagar ese colegio más o menos deprima. Pero es una fórmula más cómoda.
caro, y que se acercaban a
ella, a su maestra, con la frescura, la Si, tienes razón, ves? No me cuesta nada tutearte o hablarte de
iviandad con que lo hacían a sus amigas. Le habían bastado cuatro usted. El punto es que soy demasiado convencional, no sé, hago
meses para que los padres de familia la identificaran, para que se las cosas adecuadas, previsibles. No me atrevo a transgredir las
acercaran a preguntar
por qué sus hijas hablaban tanto de ella en reglas, me gusta que los autos respeten la luz roja, que la gente no
sus casas, por
qué citaban sus palabras. mienta, no robe. No soy un santo, no estoy diciendo eso, de vez en
Yno habían
faltado los padres desconcertados frente a algunas cuando miento como cualquier otro, pero me siento mal, me
atrevidas opiniones de la a la indigno conmigo mismo.
profesora respecto política, el amor,
96 97

mirando al suelo, a veces él se y la


volvía yla miraba, o
miral
Mira, una coincidencia, yo también perdí a mi madre y a mi
se esparcían en catarat.
Caminaban
largos que ta a niña.
cabellos negros y padre cuando era
miraba los
del rostro de
la profesora.
los costados Ah, pero yo tengo todavia padre. -iQué suerte!
Marcelo no era mi hijo.
cuando te dije que -Ahora está molesto conmigo porque no he regresado a trabajar
-Y yo mentí
eso! -levantó la mirada
no me
estaba refiriendo a con él desde que terminé mi carrera. Y no le gusta que sea profesor.
-iAh, pero los ojos fijos
Ella mantenía en
médico, seguramente?
nervioso, ansioso, preocupado. -8Quería que fueras un

los costados de su rostro, azabaches, espesos


suelo de modo que a -No, ingeniero agrónomo. El tiene un fundo, no vive en la ciudad.
cabellos la ocultaban.
relucientes, sus No es tan grande su fundo, pero le da para vivir bien.
caso, hiciste una declaración de licorería. El vendedor saludó al
-Cómo no? En cualquier Llegaron a una profesor, le
el guante que se lo chante. ofreció paquete de cervezas. El dijo que preferia una botella de
principios y al que le caiga un

Si, disculpa. vino. El vendedor miró a la profesora, luego al profesor, sonrió de


lado y preguntó qué El el
-No quise mentir. vino? maestro incinó sobre mostrador
se

para ver mejor pared donde estaba el estante de madera que


la
Discúlpame, soy muy torpe a veces. botellas de tinto, todas inclinadas.
En fin, no es largo de contenía las
Deja de disculparte, fui yo quien mintió.
ha tenido muy malas -Creen que soy tu plancito-dijo ella cuando ya estabanenla
explicar, no es nada malo, sólo que Marcelo calle.
experiencias cada vez que sus compañeros se han enterado de que -Por favor-dijo el profesor-. Ahora vamos a la bodega.
yo soy su madre.
-Cómo te llamas? -Fabrizio.
Entiendo, lo presionaban para que traficara con su influencia.
en la zona, las calles eran
Cruzaron una calle, había pocos autos
-Si, eso. Y yo tampoco quiero ejercer influencias sobre sus
maestros, es contraproducente. Los chicos, si detectan preferencias, amplias, estaban iluminadas y jardines parecían cuidados con
los
cariño. Cada veinte o treinta metros había un árbol. Llegaron a
pueden ser muy perversos, sobre todo en un colegio como la 2020.
una esquina donde funcionaba la bodega Wu, una tienda de dos
-Si, no tienes que decírmelo. -Me lamo Carmen. pisos con pretensiones de supermercado.
-iQué? Ah, sí, sólo sabía tu apellido. Me gusta que te llames
-Es lindala zona donde vives -dijo ella, pagándole a la cajera los
profesora Rodríguez. Pero también Carmen. Sabes que en latín de el dentifrico los jabones que había tomado de
cepillos dientes, y
significa poema? En árabe es huerto. mejor
los estantes-. En mi barrio, a esta hora, si no vives por alli, es
-Huerto?-Bueno,jardín. no salir.
Eso está mejor. No lo sabía. &Tuviste una novia llamada -Y a ti te conocen?
Carmen?
-Hace quince años.
Por qué? -Lo imagino, si sabes tanto de ese nombre. Colocó las manos en el despachador y lo miró a la cara.
Mi madre se llamaba así, mi
padre me contó lo de su nombre. -ETe parece raro? -dijo ella.
-Se llamaba? Murió? -Sí, cuando yo era niño.
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donde vives. -S1, pero a veces uno


no Cada vez que habia un embarazo en el barrio se producía un
-Es un lugar peligroso
matrimonio. Asi fue. Después supe cómo se ganaba la vida. Iba a
puede elegir.
ahora estás eligiendo. Vas a volver? las discotecas de los chicos que viven aquí, por tu barrio y les vendía
-Es cierto. Pero
dio vuelto. Salieron del establecimiento en coca. Como era un guapito, un blanquito, se mezclaba entre ellos,
La cajera le su
pero sólo para proveerlos. Vivíamos con mi tía. A ella, como él ponía
en la calle, ella dijo:
silencio. Cuando estuvieron
dinero para la casa y la comida, no le pareca raro que trabajase de
no quiero estar allá.
-No quiero volver. Hace mucho tiempo que noche y durmiera de día, y tampoco parecía interesada en saber
-iAntes te ha golpeado? cuál era su negocio. Además, como era una mujer sola, tenerme
-Hemos peleado muchas veces, pero jamás
me pateó en el suelo, alli, a su lado, le daba una gran felicidad, creo que al final fue feliz.
-Entonces? Murió de un cáncer uterino cuando cumplí los veinte años. Jamás
-Esta historia sí es larga. fue a hacérse un papanicolau. Le pasa a tantas. No era una inculta,
Te sigo, te atiendo. se leia todos los periódicos, las revistas y los libros que podía y que
vendía en su kiosco, pero nunca se le ocurrió que debía hacerse un
-Cuando tenía trece años, mis padres murieron en un accidente
automovilístico. Me quedé sola con mi hermano en Trujillo. Él había chequeo. Como no ejercitaba la zona, pensó quizá que nada podía
pasarle.
cumplido dieciocho. Teníamos una bodeguita de la que se hizo
-Y tú parabas con tu marido?
cargo. Pero se creyó que tenía la autoridad de mi padre y yo no
tenía las más mínimas ganas de que me tratara con una autoridad -Claro, ésa comenzó a ser mi vida: por la mañana me ocupaba
de la casa, por la tarde iba al colegio, y por la noche hacía todo lo
que no le reconocía. Entonces, cuando cumplí catorce, tomé un
ómnibus y me vine a vivir con mi tía, hermana de mi madre, que que hacía él. Era tan divertido, mi barriga iba creciendo, yyo seguía
tenía un puesto de periódicos frente a un, edificio de oficinas. El en las discotecas, bebía y eventualmente usaba cocaína. Pero a él
departamento donde vivo me lo dejó ella. Se llamaba Teresa y comenzó a no gustarle, así que un día me prohibió que fuera con
trabajaba siempre con cuatro canillitas, canillitas que iban y venían, él.
que siempre eran diferentes porque mi tía los explotabay ellos se -iNo le gustaba que usaras cocaína?
cansaban, claro que les daba de almorzar, de desayunar, en eso se -Eso le importaba un pito. No le gustaba que estuviera con ,
portaba. Ella había tenido un marido que la dejó porque él querían que le malograra el plancito con sus hembritas. Luego, mi primer
tener hijos y ella era estéril. En ese barrio vivía un chico
muy guapo hijo nació prematuramente. Tuvieron queponerlo en laincubadora.
que se llamaba Vicente. No sólo era guapo, también era gracioso. Fue tan terrible, un remezón tan fuerte, tener un hijo te conecta a
Bien, fuimos novios, y cuando cumplí los dieciséis, me embaracé. la vida a través de la vida de otro tan fundamentalmente que todo
El tenía cuatro años más hacía nada. lo que había hecho hasta ese momento, y viendo a mi
-De qué vivía.
que yo, y no
hijo, fragil,
prescindible para el mundo, me pareció de una banalidad sin
-Nadie sabía de qué, o yo creía que nadie sabía. No parecía tener nmites. Mí perspectiva de la vida cambió radicalmente. Terminé

problemas. Mi tía nos hizo casar. Ni aél ni a mí nos pareció extraño. el colegio con mi hijo en brazos. Todas mis amigas hablaban de
100
101
secretarias hasta ingenieras periodistas. Toda
o
hacerse desde
casarse con alguien rico, pero la
mayoría
No, era algo extrano. Tenía pena por él, también
por supuesto, soñaban
con me sentía en
también lo quise tener, pero no se me ocurría deuda porque me habia dado un hijo. Miraba a mi hijo y me decía:
tenía un sueño y yo
"engo que-sacar a su padre de alli. Un tiempo
qué podía ser. Tenía a mi hijo, acabé
el colegio y un día que volví a después, me volví a
embarazar, esta vez de Marcelo.
casa no encontré a Vicente.

-Se fue de la casa?


-JLo procreaste en la cárcel? -No. Vicente no fue su padre.
-No entiendo.
-No por su voluntad, fue un accidente, una casualidad. El nunca
había llegado al gran proveedor, sólo era un vendedor, pequeño, a -Es una historia larga, pero en resumen te diré que conocí a un

Pero día, un carro se detuvoa


muchacho, salimos, duró unos meses, no me importaba en realidad.
quien le entregaban su porción. un
Pero me embarazó, y yo no iba a abortar. Así que lo afronté.
su lado y él reconoció a quien iba en la parte de atrás. Erael número
-&Y Vicente?
uno. Lo invitó a subir, le dijo que su estilo le gustaba, que sus
clientes eran interesantes yle propuso que trabajara directamente
-Le propuse que nos divorciáramos, pero él no quiso, dijo que
con él. Cuando estaban celebrando su ascenso, en la casa del tipo, lo entendía. Que así eran las cosas. Y como ya te dije, yo le tenía
lástima. También pensé que algún día él tendría la oportunidad de
una mansión en el centro de San Isidro, entre embajadas y
verse a sí Mismo, como yo me había visto a mí, yéndome a la nada.
residencias, la cocina estalló. Y que tendría ganas de ser alguien que no tuviera vergüenza de
-La cocina?
decir lo que hace para vivir.
-Si, la cocina donde preparaban la Coca. Inmediatamente todo
-Y aceptó a Marcelo?
se llenó de policías, de cámaras de televisión, helicópteros, cuando Nunca, pero no porque no fuera su hijo, sino porque Vicente
Vicente me lo contó, yo no lo podía creer. Eso fue una alucinante
no era capaz de mirar bien a alguien que no hiciera lo que él quisiera.
mala suerte. La policía tenía un plan para entrar a la casa, pero no
Marcelo chico muy talentoso, yo creo que es un poco genial,
es un
se decidían, porque no estaban seguros de que encontraran algo
pero también es un soberbio, orgulloso, independiente, atrevido,
dentro. Pero cuando estalló la cocina, no quedó duda alguna, o al terco.
menos tuvieron una excusa. Y Vicente adentro.
-Felizmente tiene sentido del humor porque si no sería
-Y se fue a la cárcel tu marido?
insoportable.
Tres años. Fue un tiempo duro, pero tenía a mi tía. Trabajé con
-No creas, muchas veces es insoportable. Es tan autosuficiente,
ella, cocinaba, daba de comer a los canillitas. Aprendí el negocio cree que no necesita a nadie.
de quiosquera. No se gana mal. Entonces ella se enfermó. Aceptó
Tal vez lo aprendió de su madre.
ir alhospital, le detectaron el cáncer, pero ya era tarde. El seguro No sé.
social se hizo cargo. Yo me quedé al frente del kiosco de donde
-Pero quizá Vicente no lo aceptaba además por eso.
sacaba la plata para pagar a un abogado y vivir. Yo iba a ver a Vicente tenía
cada semana. uizá, pero es que Marcelo se burlaba de él desde que
Cuatro años. Lo sacaba de quicio cuando diseutían. A mi me parecia
-Lo amabas, ino?
102
103
veces lo golpeó. Nunca se lo rmití
Vicente muchas
sorprendente. una cachetada. Y crees. hecho amigos.
alcanzaba a frenarle que se sirvieron dos rondas de vino
ives?, pero no Y mientras Alfonso habló,
en
callado?
Marcelo se quedaba copas no había en la casa.
padre? vasos de refresco, porque
no es su
Marcelo sabe que él
-Pero
s Sifuentes, que había extraviado su mirada en el techo, bebió de
tiene el apellido de Vicente porque
-Siempre lo supo, pero vaso, mientras
las palabras de Alfonso flotaban en el ambiente,
su
sólo por eso.
retumbaban contra las paredes, y de pronto, sin darse cuenta, el
al edificio, subieron
veinte escalones y llegaron al en voz alta: Por qué no?
Entraron profesor pensó
Ella tocó.
Alfonso cerró la boca, desconcertado. El profesor acabó de
Sifuentes.
departamento de
un

pero Marcelo fue


más rápido y abrió por el último trago.
Tengo llaves -dijo él, sorbo su vino, cogió la botella y se sirvió
dentro. -Por qué no qué? -preguntó la mujer.
Marcelo-. Trajeron el vinito? -No es para ti tendría que
-Los oi llégar -dijo -El plan de Marcelo es perfecto, ipor qué no

-dijo su madre. funcionar?

-En la de los italianos, los chilenos y los argentinos, el


mesa alguien sensato -dijo Marcelo. -Sensato?
-Bueno,
Ha tomado

vino lo comparte toda la familia, incluso los niños, pero añaden


le
mucho vino, eso es lo que pasa -dijo la maestra.
agua -dijo el profesor. -Dos copas, Carmen. Eso no es tomar.

-Viste, mamá? Con un aconseja el profesor.


poco de agua Carmen?, pensó Marcelo. Un segundo antes se habían llamado
-Lo que no acaba de asombrarme cómo a su edad pudo con tres te
maestra, profesor, y ahora iCarmen? -Yo creo que con
es

todos esos tipos -dijo el profesor Sifuentes-. Qué edad tiene? duermes-dijo ella.
-No le pregunten la edad -dijo Marcelo. -Estás exagerando.
-Yo tengo el tiempo del hombre sobre la tierra -dijo Alfonso. -A usted qué le parece, Alfonso.
Marcelo se llevó una mano a la cara y pensó para sí: Ya le dieron
-Bueno, en la televisión siempre funciona.
por su lado loco.
-Ah, claro-dijo la maestra- como a Clint Eastwood las balas no
Alfonso abundó en detalles sobre su inmortalidad, deambuló se le acaban y los malos siempre se rinden... Marcelo
sueña
verborreico por la mística de su poder dancístico y cuando le lo
demasiado, conozco, es convincente, pero qué sabe de atrapar
preguntaron por qué ya no danzaba, miró a Marcelo y respondió delincuentes.
que eso era algo de lo que nunca volvería a hablar.
-Con un empujoncito -dijo Alfonso-, los sueños se vuelven
Entonces Marcelo pensó que quizá todo lo que le había dicho si realidad.
era verdad, aquello de la inmortalidad y esas vainas, sino la
no
-Sólo necesitamos dos cosas-dijo Marcelo-, alguien quese haga
historia del pavor que sentía a las
alturas a partir de la muerte de dudas.
ese gran contendor pasar por un comprador confiable y dinero para que no haya
que fue Silbido de Halcón. Creyó, quiso creer mi
que realmente Alfonso le había confiado -Si es por dinero -dijo el profesor-, puedo amistarnme con
un secreto que los habia en el
padre, él podría prestarme. Le digo que es para inscribirme
104 105

programa de ingeniería agrícola. -dijo Alfonso.


dinero. Hacemos un fajo de papel v
-No necesitamos tanto Pero Alfonso, ya te dije que ellayyo no nos vemos hace tiempo.
billetes grandes en los extremos. Lo más
ponemos algunos Y? Es una buena oportunidad para reanudar amistades. Allá
a ese muchacho -dijo
Marcelo-. Yo no
importante es conseguir hay un teléfono. iQué puedes perder?
puedo ser. Ellos me conocen. Creo que necesita un buen trago -dijo el profesor, se puso de pie
-Y si no fuera muchacho? -dijo Sifuentes-. iSi fuera una
y caminó al refrigerador.
un

persona adulta? Qué va a hacer? -preguntó la mujer.


Tiene que ser joven -dijo Marcelo-. Así no más no le venden a
El profesor no respondió, alcanzó el refrigerador, lo abrióy sacó
cualquiera. cuatro cervezas pequeñas.
-Y si no fuera un muchacho? -dijo Alfonso. -Esto es ridículo -

-Esto es para el valor y para el último brindis.


dijo la maestra. Destapó una y se la entregó a Marcelo, éste miró a su madre,
-Acabo de decir que alguien mayor los haría sospechar.. -insistióó ella alzó los hombros, hizo un puchero,-y entonces él bebió.
Marcelo. -Bueno, dónde estáel teléfono.
-No me refiero a edad, me refiero a sexo. Quiero decir que en Ve a mi cuarto -dijo el profesor- alli tienes teléfono sólo para
lugar de un muchacho podría ser una muchacha. ti, eso, por si te da roche hablar delante de nosotros.
-No te entiendo -dijo Marcelo. -Rosa, tu amiga. -Aló, buenas noches, con Rosa por favor. -Quién le quiere
-iRosa? -dijo la profesora-. Alfonso, usted también enloqueció. hablar?
-No, profesora -dijo Alfonso-. Sólo me parece evidente que no -Marcelo.
somos nosotros los que deberíamos huir asustados. -iMarcelo, hola, soy la mamá de Rosa! iQué gusto oírte después
Para usted es fácil, porque es inmortal. de tanto tiempo!
Alfonso se hundió en el sofá algo abatido, había sufrido el golpe -Rosa está en su cuarto. Creo que está pintando. Voy a llamarla.
de las últimas palabras. La profesora se dio cuenta, no había sido -No le diga que soy yo. Quiero darle una sorpresa.
su intención. -Está bien.
-Lo molesté? -dijo ella-. No quise hacerlo. Pero es descabellado Oyó la voz de Rosa preguntar quién era? Su madre respondió
lo que hablan, y además, meter a Rosa en esto, una niña tan linda. que no había preguntado. Los pasos de Rosa bajando las escaleras
-Por retumbaron en el corazón de Marcelo, que estuvo tentado de colgar,
qué mencionó a esa niña? -preguntó el profesor. lo iba a hacer, pero...
-Porque estudia o estudió teatro -dijo Alfonso-. Es de la edad de
-Al6?
Marcelo, no perfecto?
es

-Perfecto -dijo el profesor. Respiró hondo, qué podía hacer, responder, decir hola, soy el
-Todos se han vuelto locos -insitió la infidente, el traidor.
maestra.
-Por qué no la llamas le -Hola, Rosa, soy Marcelo.
y cuentas? A lo mejor quiere participar
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cómo la mano de
silencio.
Marcelo creyó sentir
Se produjo un colgar el
teléfono. Pero no fue
deslizaba hacia abajo para
Rosa se

asi. amable. -Me preguntarás para


una voz muy
-Hola-dijo Rosacon
qué te llamé. Yo.... cosa -interrrumpió
Rosa-, quiero que
Antes que digas cualquier
Debí buscarte hace tiempo para pedirte
te he extrañado.
sepas que dirección ni tu número
me diste tu
disculpas. Pero tú
nunca

telefónico.
nada.
-No tienes que disculparte por
vienes mañana a mi casa? -dijo Rosa, de pronto
-Por qué no
habían despedido a la salida
de verse, que se
parecía que acababan las diez. En casa somos
a desayunar a
del colegio-. Podrías venir
mostrarte un cuadro que pinté.
los sábados. Quiero
muy perezosos
memoria. También estoy yo. Y el nido de
Estás tú, lo hice de
palomas.
Tu nido?
Es de las palomas. Eres tonto, eno?
-Ay, Marcelo, no es mi nido.
iCuántas e c e s lo voy a decir?
te

Alfonso se despidió a las diez de la noche.


-Bueno -dijo la profesora-. Cómo vamos a dormir?
-Y45 en mi sofá -dijo el profesor-. Marcelo en la plegable que
tengo en el clóset y tú en mi cuarto.
Ah, no -dijo ella-. Yo, en la plegable, Marcelo en el sofá y tú en
tu cuarto.

-Ni hablar-dijo el profesor y comenzaron a discutir.


Marcelo no intervino en la discusión, sólo quería dormir, donde
fuera, en el piso si querían, ni siquiera eso, quería cerrar los ojos, 0
mejor, que fuera ya mañana, que dieran las diez, que Rosa sirviera
de una vez por todas el té, mañana la
vería, que fuera mañana de
una vez.

-Está bien-dijo la maestra-,


pero sólo por esta noche.

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