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-Cuando eres un principiante ng compites con los
aprendices tienen su momento, sus propias fiestas maestros.
el otro cabo. Se
ros. Los al otro campanario y sujetó
a s cable. Lumr sttbió iría cuatro veces de un
lado a otrTo.
asisten los maestros. Pasan muchos años hasta as que no los oio y gritóque
Un maestro tiene el tino y la prudencia de
e conviertes vendó
a r una oración
a la montaña,
comenzó a caminar
en uno.
saber ertes Después dr
otro. Abajo, la gente del pueblo
se enfrenta. Nunca debe forzar a un aprendiz a sién lizo un largo, y luego
hacer aleo sobre el cal
m u r m u r a b a n -con temor porque
a v e c e s parecía
que no podrá. Y el aprendiz debe tener el suficiente tacto sabe
sabe rogaba po: ri. e r a n trucos para
emocionar
no Pero, yo lo sabia,
provocar a un maestro, a menOs que esté seguro de su can. perder el erbrio. cuando estaba
ocurrió algo muy extraño,
de poder enfrentado sin el peligro de perder la vida. acidad, a
audiencia iDe pronto
la
faltaba cruzarlo una vez y media
-Pero muere la gente haciendo esto? ala mitad del cable y solamente le
comenzó a volar alrededor de él. El danzante no
ave
más, una gran plaza
-Claro. De qué que estoy hablándote. Esto es vida
crees tenía los ojos vendados. La
muerte. pudo percibirla, porque venda y
Crees que es un juego? que se quitara la
enmudeció. Finalmente, alguien gritó
le
Silbido de
-No, Alfonso. Caramba no quiero fastidiarte. Pero te exaltas, tal comenzó a pedirle lo mismo. Pero
el resto de la gente
deberías contarme nada. .
tal vez no entendió ninguna palabra, quizá
vez no Halcón no hizo caso,
vitoreándolo. Nadie puede saberlo. El ave era
-Discúlpame otra vez. Ahora que te cuente, lo vas a entender pensaba que estaban directamente al hombro
se había soltado y se dirigía
Yo enfrenté a muchos aprendices, y llegué a ser maestro. Tuve
me su halcón, que
Silbido de Halcón perdió el equilibrio
el cuidado de no portarme como un fantarrón. Medí mis de su dueño. Al posarse en él,
capacidades cada vez que elegí a un contendiente. No forcé a nadie y cayó.
-Murió?
y nadie me forzó. Y así me hice conocido. Pero un día tenía que
-En elY fue terrible verlo despedazarse contra el
acto.
tocarme llegar a donde estaba el mejor. Yese fue el famoso danzante
de su cráneo al
a quien todos conocían por Silbido de Halcón. Usaba un hermoso empedrado de la iglesia, todavía recuerdo el sonido
estrellarse contra el suelo. Luego del desconcierto, muchos ojos
traje blanco con espejos y exvotos de plata en los hombros, el pecho soltado al animal.
comenzaron a mirarme. Alguien dijo que yo había
yla espalda, y bordados de oro en los puños de las mangas. Andaba Pero todos habían visto sentado frente a la iglesia, admirando
me
con un hermoso halcón, que llegaba a los pueblos minutos antes
la valentía de mi contendiente. Luego, cuando lo metieron a la
de que él apareciera. El halcón generalmente hacía cíireulos aéreos
iglesia, un grupo de personas, los principales del lugar, se me
alrededor de la plaza donde se celebraban las fiestas. Luego, cuando acercaron para decirme que no había cumplido con mi tarea y que
A
llegaba el danzante, descendía hasta pararse en su hombro. si no lo hacía, la montaña podría molestarse. Estaban en lo cierto.
se
Silbido de Halcón siempre lo acempañaba un muchacho, que Yo debía hacer lo que el danzante me había dejado como reto.
dueño0.
encargaba del ave durante el tiempo que danzaba su Inmediatamente subí al campanario, pero cuando legue arriba y
Descansamos un
Enfrenté a Silbido de Halcón más de doce horas. miré al vacío, sentí como si algo me tomara por todo el cuerpo y no
la
par, entre las seis y las ocho de la mañana. Cuando reanudamos me dejara dar un solo paso.
contienda êl trepó a uno de los campanarios de la iglesia y ato u
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-ETe asustaste?
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Marcelo que explicara todo lo que había Salamandra es muy popular por acá -dijo Alfonso.
Alfonso le pidió a
sin saber cuál podría ser el efecto Y tú eres... revisó lo que acababa de
ocurrido. El lo hizo, sin mucha fe, escribir-Carmona
práctico de una denuncia.
Yel policía lo escuchó aburrido, educado, Rodriguez?
Sólo cuando mencionó el nombre de Salamandra, El guardia levantó la mirada y se encontró con la del comisario.
pero distante.
escritorio,
avanzó sobre su
levantó una ceja, se rascó una patilla, -Siga escribiendo -ordenó éste. -Qué pasa? -preguntó Alfonso.
el
ocupaba escritorio
Le pidió que esperara, llamó al guardia que Tal vez conocieron a mi hermano -dijo Marcelo-. Lo conocieron,
de escribir.
en pasillo y le ordenó que trajera su máquina
el ino?
formalizar esto en una
-Espera -dijo el comisario-
vamos a
No hablemos de eso ahora -cortó el comisario-. Dale dirección
denuncia, si no nada puede hacerse. Alfonso, ya que parte, y
eres
y teléfono al guardia. Ya tomó todos los datos?
si no tienes problemas, tú presentas la denuncia, porque como
-Si, comisario.
Marcelo es menor de edad es más complicado.
-Bien, eso es todo, Marcelo, sólo falta que pases por el médico
Bien, no hay problema. legista para que registre la veracidad de las contusiones. Pero yo
El guardia entró a la oficina, colocó su máquina sobre el
las he visto, así que te voy a ahorrar el trámite. Mañana voy a enviar
escritorio y rodó una
silla. a un guardia al colegio para que hable con el director, y si
Cuéntale a él cómo fue, por qué fue y todo, pero primero, encontramos a Salamandra lo traeremos aquí. No podemos hacer
Alfonso, dale tus señas personales. mucho, pero vamos a advertirle que si se acerca a ti por cualquier
-Puedo decirle algo, a solas? -dijo Alfonso. -Sí, claro. cosa, se irá de frente al correccional.
Alfonso y el comisario salieron de la oficina. del patrullero pasará por tu colegio la entrada
El guardia de la máquina de eseribir le dijo a Marcelo que podía
Mañana la ronda a
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broma. Usted debe ir a ver a su familia, no la vov a
Es una
-Lo prometo.
-iPeró qué...! -dijo el hombre, sorprendido.
conducía a la entrada de La maestra levantó la cabeza, tenía los ojos inundados
Subió tres gradas de la escalera que la en
el vio alejarse al profesor. De lágrimas. El hombre no la miró. Corrió hacia el dormitorio, se tiró
su edificio. Entonces volteó
rostro y
debajo de la cama y sacó un cofre. Lo abrió con extrema prisa. Del
pronto, él también volvióyla sorprendió mirándolo, pudieron
no
se interior sacó una bolsa negra y un arma, se las metió en los bolsillos
erse sonreír, sólo eran sombras, pero quiza intuyeron sus sonrisas
del pantalón. Después corrió hacia la salida.
en la penumbra.
pisos, sacó las
de cuatro Si les dices que estuve aquí y que fui yo quien te golpeó, te mato.
Ingresó al edificio, inició el ascenso
qué pasa.
dentro. Iranquenla çon una
-Bien, cierren la puerta por mesa
esa. Un cariño mal ganado
&Tienen teléfono acá?
Si-contestó Marcelo.
la situación.
Entonces se fueron
Llama al comisario y explícale on.
Marcelo abrazó de nuevo a su madre, luego corrió al teléfono
no.
Levantó el auricular.
Caramba-dijo el policía-. Venga. Ya veremos qué hacer. Hoy mi familia está de malas. Vengoa presentar una denuncia
Al salir del contra mi esposo.
departamento Marcelo y su madre llevaban cada
-Su esposo. El la golpeó? -Sí.
uno una maleta.
-Debería guardarme mi comentario -dijo el policía-, pero quizá
ya era tiempo de que usted lo denunciara.
La familiaridad entre el policía y su madre inquietó a Marcelo.
Pero el ulular de una sirena lo distrajo, recordó el patrullero que lo
llevó y lo trajo, entonces imaginó disparos saliendo de una patrulla
parecida.
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su madre y el comisario se conocfn..
ian,
Era obvio que
le pasó a Edián. Ella volvió el rostro, estiró una mano, tomó la de hijo,
probablemente por lo que entrelazó sus dedos.
su
tengo padre.
-
me interroguen.
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departamento.
en casa de
de Marcelo
a su
alguien. No pueden regresar
ni yo -dijo la
Eso lo sé, pero no tengo donde ir, ni mi hijo
profesora.
extenderiía una orden de captura contra
En otras circunstancias
lo meteríamos al calabozo. Pero estaría
él, señora. Lo traeríamos y
Saldría después, el juez tan sólo lo Había una camilla verde en la enorme habitación. Un biombo de
aquí solamente un día.
amonestaría. No quiero eso. Mire, es duro lo que le voy a decir, tela blanca la dividía en dos. Una médico le pidió a la maestra que
pero así es esto.
Usted perdió hijo, y fuimos nosotros quienes le
un se sentara en la camilla, el alférez y Marcelo se quedaron al otro
terrible. No somos las mejores
disparamos. Eso no me gusta, eso es lado del biombo.
personas del mundo, pero
no nos pagan para tener la vida
de niños Noche movida, ino? -dijo el policía, en voz baja-. Cómo es
en nuestras conciencias. Yo quiero a su marido en la cárcel, pero que te llamas?
no por golpear a una mujer. Lo quiero por utilizar a niños, por
-Marcelo.
exponerlos a su vileza. Es algo personal, señora, si se da cuenta. -Un caso tu viejo ino?, golpear de esa forma a tu mamá.
Nadie lo había denunciado por nada, hasta ahora, pero ya tenema
-El no es mi padre.
una excusa para acercarnos. No quiero perder la oportunidad.
-Yo soy Sandoval -estiró la mano, Marcelo respondió con un
apretón-. Pensé que lo era. Te apellidas como él.
Es una historia vieja y familiar.
-Entiendo.
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hacerlo todo. No era malo. Sólo
-Él era capaz de todo. El podía
mucho. esmuy listo, por qué crees que trabaja con niños. Porque si
estaba loco. Lo extraño
a nadie en el interior de l uarramos a los chicos con algo encima, no les pasa nada, pasan
-Fue raro que no encontráramos
por consumidores, los tenemos que soltar.
extraño. &Sabes cómo ocurrió?
fábrica. Todo fue muy Una mano corrió el biombo.
te las contó?
Tengo varias versiones, -2Quién -Ya está -dijo la doctora, se inclinó sobre un escritorio, escribió
no tengo nada claro.
-Por alli. Todos. Mi madre. Pero una receta, rápidamente, y se la entregó a la maestra, volvió a
Estaba ebrio, y drogado. Se vio en la autopsia. agacharse y escribió algo sobre un formulario que entregó en
-Tal vez por eso disparó. seguida al alférez Sandoval: -Llévela a Fotografia y que le tomen
-Nosotros creemos que fue una trampa. las zonas afectadas.
que
efectivamente es droga, sería dijo Marcelo.
nos confirmara
-Si tu mamá
iCrees que tu
mamá no lo sabe? -2Qué? -dijo la maestra.
otra cosa.
-Ahora te cuento -dijo Marcelo.
No lo sé.
-Pero vives en esa casa,
ambOs viven en esa casa, icómo es El patrullero los regresóa la comisaria.
nada? -Es una locura -dijo la maestra-. Olvida todo eso, Marcelo.
posible que no sepan -Pero dónde vamos a vivir? Qué vamos a hacer? -Nos vamos
vida, nosotros la nuestra.
-Vicente tiene su
con tu tío a Trujillo.
Pero viven con él, no lo entiendo.
-Y tus clases?
a donde irnos. No tenemos a
-Vivimos allí porque no tenemos
tenemos ese departamento. Qué debe -Podría intentar encontrar algo allá.
nadie en esta ciudad. Sólo
la cárcel? -Y hoy qué hacemos.
pasar para que
lo metan a
bolsa negra llena de droga. -Es tan difícil -No sé, dormimos en un parque.
-Atraparlo con su
eso? Payasa.
No lo sé, creo que sólo hay que hacerlo. Pero él no vende -Tal vez...-insinuó ella-. Pero no, es una tontería. -iQué, mamá?
directamente, distribuye a sus chicos. Es muy listo. -Sifuentes, el profesor, fue muy amable hoy. Me acompañó hasta
-Tendríamos que convencer a Salamandra de que alguien quiere la casa.
comprarle mucho, mucha merca, todo lo que tiene. Salamandra Sí, ya te escuché-dijo Marcelo, celoso.
tendría que recibir un pedido que le haga agua la boca. Eso haría -Es tuprofesor ino? Le dije, como quedamos, que no te conocía.
que se comunicara con Vicente. Una vez que hicieran el contacto, Me dijo que si tenía algún problema, cualquiera que fuera, lo
el momento en que mostrara la droga, nosotros caeríamos encima. lamara. Quizá podría hospedarnos sólo por esta noche.
-Buen plan. Ah, sí, súper amable el ratón de biblioteca. -No es un ratón de
-No es mío, lo he visto en Miami Vice. biblioteca, y además es escritor. -Qué ha escrito?
Si, yo también vi los mismos capítulos. El problema en todo -Está escribiendo.
esto es que ellos realmente crean que alguien quiere hacer una -Ah, eso es otra cosa. Cualquiera está escribiendo en su casa.
compra. Yque además, tengan la confianza suficiente para hacerla, -Pero entonces qué hacemos. -iY? Si no hay nada mejor.
no le venden así nomás a si me presta
cualquiera. Espérame-dijo ella y entró a la comisaría-, voy a ver
La puerta se
abrió y
salióla maestra. su teléfono el comisario.
Ya estoy mareada de tanto entrar y salir de cuartos y de vestirme acercó al estacionado a diez metros. El
Marcelo se patrullero
desvestirme. Aquí acaba todo, alférez? el interior.
y
alférez Sandoval tomaba un caféy comía un sánguche en
-Aquí acaba, señora. -Mi cena -le dijo-. Tengo turno hasta mañana.
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-A qué?
-Malisimo. Eso quiere decir que no soy mediocre, éno? Soy malo,
encontrar a alguien convincente que se
aga y usted no debería perderse la oportunidad.
Sólo tenemos que
pasar por comprador.
-No me haga reír, profesor, me duelen las costillas. -Bueno,
encontráramos a ese
alguien -dijo el alfére.
ez-, véngase. O mejor, voy a recogerlos.
Aun cuando considerable de dinero ara
una cantidad -No, de ninguna manera. Déme la dirección y vamos para allá.
tendríamos que reunir
Salamandra se interese,
van a
querer ver laplata, no se mueven
-Ya está -dijo ella-. Tu profesor nos cobijará en su casa.
que
si no les muestras el dinero. -Qué te va a pedir a cambio?
esos casos? -preguntó
tienen dinero para Oye, me estás faltando el respeto, no te das cuenta? Eres muy
-Pero ustedes no
ponemos gasolina a los patrulleros. Ella se molestó, miró el papel que tenía en la mano con la
-Y si yo consiguiera al comprador y
el dinero -dijo Marcelo, dirección de Sifuentes.
cme apoyaría? -Discúlpame, mamá. Me puse tonto. -Si, eres muy tonto a veces.
El alférez sonrió. Ya, pues, perdóname.
-Le juro que sólo día, o dos -dijo la maestra.
es un Si me das un beso te Perdono.
Una semana, si quiere -dijo Sifuentes, nervioso,
al otro lado del Él se acercó y la abrazó. Ella dio un brinco. -Ay, me dolió.
hilo telefónico-. Mi departamento pequeño, pero nos podemos
es Discúlpame, mamá.
acomodar. Ella sonrió, se acercóyle dio un beso. -Au -hizo él.
Solamente hasta mañana o pasado -dijo la maestra-. Debo -&Te hice doler? Discúlpame.
conseguir dinero y comprar un pasaje para irnos a la casa de mi Mejor nos queremos de lejitos.
hermano. Hola, Marcelo.
-A dónde? El chico se volvió. Detrás de él estaba Cucurucho, con su
A Trujillo. carretilla de helados.
Ah, no, maestra, no es posible, dejará sus trabajoS? Otra vez tú aquí? -dijo Cucurucho.
Puedo intentar conseguir otro. -Y tú también? -dijo Marcelo.
-iA mitad de año? No puede ser, debe haber otra posibilidad. -El comisario quería comer helados, así que le traje la carretilla
Con quién voy a tomar café. Además, le prometí atacarla con mi para que escoja. Hay que estar bien con la autoridad.
libro, si viaja se va a perder la mejor de las aburridas. La profesora tosió, aclaró la garganta, hizo saber que estaba ali.
Al otro lado del hilo la maestra sintió un atoro. -Tan mal eseritor
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Cucurucho.
-Disculpa,
mamá. El es --iPori -dijo Cucurucho.
a las personas, hijo, dqué es eso? En seri má, en serio, pregúntalelo que quieras.
-No se llama por
apodos
Me han llamado así hare
No preocupe -dijo
se
Cucurucho-.
Caramba. Marcelo, no molestes.
me molesta.
Pero si usted quiere, Ilámeme Alfonso. -Sólo una pregunta, para que veas que es un filósofo.
tantos arios. No
Alfonso. Lo he visto antes,
al salir del colegio. -Por favor, Marcelo.
-Mucho gusto,
nunca me ha comprado un
-Sí. Y también a usted, pero
yo
Sólo una pregunta.
No sé, no se me ocurre. -Cualquiera.
helado.
Está bien -dijo la maestra-. Quién es y qué nacionalidad tiene
Discúlpeme.
mantener la figura,
-No quiere subir de peso no? Quiere me el autor de La Colmena?
bien, es usted muy hermosa.
parece
-Otro -dijo Marcelo.
La maestra sonrió.
problemas. Mi tía nos hizo casar. Ni aél ni a mí nos pareció extraño. el colegio con mi hijo en brazos. Todas mis amigas hablaban de
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secretarias hasta ingenieras periodistas. Toda
o
hacerse desde
casarse con alguien rico, pero la
mayoría
No, era algo extrano. Tenía pena por él, también
por supuesto, soñaban
con me sentía en
también lo quise tener, pero no se me ocurría deuda porque me habia dado un hijo. Miraba a mi hijo y me decía:
tenía un sueño y yo
"engo que-sacar a su padre de alli. Un tiempo
qué podía ser. Tenía a mi hijo, acabé
el colegio y un día que volví a después, me volví a
embarazar, esta vez de Marcelo.
casa no encontré a Vicente.
todos esos tipos -dijo el profesor Sifuentes-. Qué edad tiene? duermes-dijo ella.
-No le pregunten la edad -dijo Marcelo. -Estás exagerando.
-Yo tengo el tiempo del hombre sobre la tierra -dijo Alfonso. -A usted qué le parece, Alfonso.
Marcelo se llevó una mano a la cara y pensó para sí: Ya le dieron
-Bueno, en la televisión siempre funciona.
por su lado loco.
-Ah, claro-dijo la maestra- como a Clint Eastwood las balas no
Alfonso abundó en detalles sobre su inmortalidad, deambuló se le acaban y los malos siempre se rinden... Marcelo
sueña
verborreico por la mística de su poder dancístico y cuando le lo
demasiado, conozco, es convincente, pero qué sabe de atrapar
preguntaron por qué ya no danzaba, miró a Marcelo y respondió delincuentes.
que eso era algo de lo que nunca volvería a hablar.
-Con un empujoncito -dijo Alfonso-, los sueños se vuelven
Entonces Marcelo pensó que quizá todo lo que le había dicho si realidad.
era verdad, aquello de la inmortalidad y esas vainas, sino la
no
-Sólo necesitamos dos cosas-dijo Marcelo-, alguien quese haga
historia del pavor que sentía a las
alturas a partir de la muerte de dudas.
ese gran contendor pasar por un comprador confiable y dinero para que no haya
que fue Silbido de Halcón. Creyó, quiso creer mi
que realmente Alfonso le había confiado -Si es por dinero -dijo el profesor-, puedo amistarnme con
un secreto que los habia en el
padre, él podría prestarme. Le digo que es para inscribirme
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-Perfecto -dijo el profesor. Respiró hondo, qué podía hacer, responder, decir hola, soy el
-Todos se han vuelto locos -insitió la infidente, el traidor.
maestra.
-Por qué no la llamas le -Hola, Rosa, soy Marcelo.
y cuentas? A lo mejor quiere participar
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cómo la mano de
silencio.
Marcelo creyó sentir
Se produjo un colgar el
teléfono. Pero no fue
deslizaba hacia abajo para
Rosa se
telefónico.
nada.
-No tienes que disculparte por
vienes mañana a mi casa? -dijo Rosa, de pronto
-Por qué no
habían despedido a la salida
de verse, que se
parecía que acababan las diez. En casa somos
a desayunar a
del colegio-. Podrías venir
mostrarte un cuadro que pinté.
los sábados. Quiero
muy perezosos
memoria. También estoy yo. Y el nido de
Estás tú, lo hice de
palomas.
Tu nido?
Es de las palomas. Eres tonto, eno?
-Ay, Marcelo, no es mi nido.
iCuántas e c e s lo voy a decir?
te