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Las mentiras del fuego

Algunas veces no hablaba mi papá sino su mandíbula.


-Mirá esta mocosa parada frente a los autos cuan-
do tendría que estar estudiando..

Sus palabras salían apretadas y con rigor de hueso.

-Me gustaría saber dónde están los padres de


esta piba.

La chica del semáforo me parecía, en ese entonces,

la persona más distinta a mí que habitaba el planeta. Y

también la más feliz. Ella era tan flaca que sus pantalo-

nes parecían polleras. Jugaba; siempre estaba jugando.


Y como tenía el pelo muy largo y desordenado, yo la

bauticé Rapunzel.

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LAS MENTIRAS

Veíamos a
Rapunzel casi fuego le obedecía.
a diario, cuando volvía- Ella tenía ropa de todos colores y el
mos del colegio. difícil hacer eso-me atreví a comentar
-Debe ser

-Cómo te fue en el examen de inglés? un día.

-Bien. favor!-saltó mi viejo-. Difícil es recibirse,


-;Por
las seis de la mañana todos
Cuando nos acercábamos a la esquina, yo cruzaba los difícil es salir a trabajar a

dedos para que el semáforo nos detuviera en el sitio indica- los días.

do, justo para ver a Rapunzel haciendo malabares con cla- Y puso la radio.

vas encendidas. Jugar con fuego, sonreír en mitad de una Algunas veces no hablaba mi papásino su bolsillo.
-Mirá si le voy a dar plata por la pavada que hace.
calle dispuesta a arrancar en amarillo a cualquier precio.
La plata se gana trabajando-y me miraba de reojo-
Yocon el cinturón debidamente puesto, eluniforme
irompiéndose el lomo! Y no haciendo piruetas en una

t
debidamente planchado. Yo con
un pelo tan lacio que
esquina.
era imposible despeinarlo.
A mí me daba vergüenza. Sobre todo cuando Ra-
semátoro nos detenía por-
Claro que no siempre el
punzel se acercaba a la ventanilla, sonriendo, y mi viejo
En esas ocasio-
siempre es roja la buena suerte.
que no
le decía que no con el dedo índice. Ella iba al auto de
al semáforo. No son-
nes veía a Rapunzel parada junto atras y mi papá seguía hablando del asunto por un par
de entrar a escena. A
reía. Solo esperaba el momento
de cuadras. La cosa cambiaba cuando, por alguna ra
botella.
tomaba agua de una
Ella buscaba unas
veces
Zon, mi mamá viajaba con nosotros.
poco de
ra-
miraba. Y eso me daba un
Nunca me
monedas, se estiraba sobre el malhumor de mi padre y
éramos casi de la misma edad.
bia... A fin de cuentas, se las daba.
ignoraba como si yo fuera un

Pero no. Rapunzel me


-Gracias-decía Rapunzel.
adulto más.
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-Por lo menos sabe decir gracias -comentaba mi lunes pegajoso. La ciudad teñiida de
Lunes de lo peor,
viejo. lunes. Y mi viejo con un
humor de perro.

que sucediera lo que


suce-
Como entonces yo iba en el asiento trasero, tenía la A lo mejor eso ayudó a

posibilidad de darme vuelta para ver a esa chica, tan suceder de todos modos, aunque
dió. A lo mejor iba a

distinta a mí, con un puñado de clavas encendidas en la el sol tocara la batería.

la esquina. Señor conductor, deténgase


mano, recibiendo monedas y jugando. Rojo en

sea lunes y tenga ganas de atravesar la esquina


Algunas veces no hablaba mi viejo sino su licencia aunque
como un insulto.
de conducir.
Mi detuvo. Y a pesar de que las huellas de
- A vos te parece esta piba? Se pone a joder justo papá se

frente
a la hora pico... Te juro que cambiaría de camino con la llovizna estaban cerca, Rapunzel apareció a

nosotros. Mi viejo bufó con ganas.


tal de no verla más. Pero estos-decía "estos"--están
veía El fuego en las cla-
Es verdad que todo se raro.
en todas partes.
húmedo. Y Rapunzel no sonreía
le diéramos monedas.
vas estaba deslucido,
Rapunzel sonreía aunque no

entre los autos, de en presente.


Andaba con un manojo de fuego
si
Eso, el lunes y la fatalidad.
allá, c o n los segundos contados. ;Cómo se
aquí para
demoró alcanzando una
Rapunzel se distrajo, se

hubiese escapado del Cirque du Soleil! los


moneda. Mi viejo recibió las bocinas histéricas de

autos que estaban atrás y no entendían qué pasaba. Ahí


lloviendo toda la ma-
Era día lunes y había estado de
fue que decidió arrancar para sacarse el problema
ñana. dirección a

el
encima. Y ahí, justo ahí, Rapunzel corrió en
Al mediodía, cuando salí del colegio, apareció la vereda.
mejoró nada.
sol. Pero no le puso ganas, y el lunes no

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El auto la golpeó y la tiró al asfalto. ir a la casa de la piba del fuego. -Así la


-Voy a

Miré asustada mi cómo sigue.


a papá. Algunos automovilistas se 1lamaba desde el accidente- Quiero ver

menor. Un
detuvieron para ayudar a Rapunzel. Mi viejo se sacó el La lesión, según el informe médico, era

sin daño
cinturón de seguridad, temblaba. de la pierna derecha,
golpe en la parte superior
Pero al parecer, mi papá también
-Quedate acá -nme dijo antes de bajar. grave ni permanente.

Vi a Rapunzel intentando ponerse de pie. Pero no la estaba golpeado.


- P u e d o acompañarte?--pregunté.
dejaron. Vi las clavas desparramadas en la calle. Conté:
encendidas. También vi a mi -Vamos.
una, dos, tres continuaban
papá había obtenido en algu-
De vez en
La dirección, que mi
asustado y tímido c o m o n u n c a antes.
viejo, correspondía a una

tenía la na de las instancias del trámite,


miraba. Yo quería decirle que no
cuando me
pensión.
no lo sabía del todo. familiar explicó que
culpa, aunque
La que parecía dueña del hotel
los datos, el seguro... Venía
Después llegó la policía, Ra- los inquilinos no podían recibir visitas.
Mi viejo le expli-
manera
porque de ninguna
camino la ambulancia,
conven-
en Co la situación con sus mejores modos y logró
Era n e c e -
c o m o si
nada hubiese pasado.
irse
punzel podía radiografías.
cerla.
u n médico y
le hicieran
sario que la
viera
se
-Por el pasillo. Es al final, la número once.

las tres clavas que asombró mucho


Cuando la ambulancia,
llegó Yo llamé a la puerta. Rapunzel se
muertas.
estaban
el fuego bien. Per ipasen,
que estaba
mantener

habían
esforzado en y dijo que no hacía falta,
por favor!
sino esa remera
hablaba mi papá La casa era una habitación, apenas
cabian la cama,
veces no
Algunas feriados.
días
se ponía los l a mesa
plegable puesta contra la pared y una cajonera,
mamarracho que
inesperado.

y él dijo algo
Era domingo
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y tenía una ventana que daba a un


solamente patio interno. Había
dos sillas, una de plástico -Ah.
blanco y otra de
madera. Tal vez por eso mi Y esa expresión intentó disimular mi decepción. Lo.

facturas.
papáofreció ir a comprar el sol, resultó ser una moneda.
que yo creia que
era

De -Apenas me
reciba, vuelvo a Misiones-dijo Ra-
nuevo vi las clavas. Pero ahora estaban
apagadas punzel.
y puestas en una botella, como un ramo de flores secas. -:Qué estudiás?
-Tenés tonada de otra
parte-dije. Antes de que pudiera contestarme, se abrió la puerta.
-De Misiones. viejo entróó
-¡De pastelera y dulce de leche!-Mi
-El año pasado fuimos a las cataratas. con un paquete exagerado.

-Son lindas-se acordó. Hablamos un rato. Mi papá dijo que se alegraba de

iba demorar demasiado, así verla bien, le pidió que se cuidara. Y después carraspeó
Sabia que mi papá no a

animé a decirle lo que me desvelaba. para indicar que era hora de irnos. Rapunzel quiso dar-
que me
nos las facturas que quedaban.
-Es lindo hacer malabares
con fuego, no?
-Ni se te ocurra -dijo mi viejo.
años mayor que yo.
sonrió. Era un par de
Rapunzel abrazaron. Y juro que parecia
cuando jugaba en el Después, los dos se
Antes,
- E r a lindo -dijo-. que se daban las gracias.
abuela me aplaudía
tierra de mi
casa y mi
patio de sí que era
sombra de la higuera. Ahí A partir de ese día, mi viejo tomó otro camino para
sentada a la
ir desde el colegio a casa. Habrá sido vergüenza, o no
lindo...
volviéramos verla. Por mi
- Y ahora no? saber qué hacer cuando a

m a n t e n e r m e .
Mi mamá

unas
monedas para parte, fingí no darme cuenta del cambio.
-Saco
tanto no puede.
pero
u n poco;
me ayuda 35

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De vez en cuando pienso en Rapunzel y en las


mentiras del fuego. Fuego que brilla y miente, que baila y
miente. Y hace que, a la distancia, todo parezca un juego,

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