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Ensayo

Uso adecuado de la fuerza, Resolución 02903

Juan Sebastián palma reina

Escuela de policía, Gabriel González López

Sección 4, compañía Carlos Holguín mallarino


Uso adecuado de la fuerza

Pt, Gustavo Adolfo granados duran


18 de abril del 2024
Autor
Juan Sebastián palma reina

Docente
Pt, Gustavo Adolfo granados duran

Escuela de policía, Gabriel González López


Programa, técnico profesional en servicio de policía
Materia, Uso adecuado de la fuerza
Espinal, Tolima
18 de abril del 2024
En el artículo 218 de la constitución política de Colombia, establece
que la policía nacional es un cuerpo armado permanente de
naturaleza civil, a cargo de la nación, cuyo fin primordial es el
mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los
derechos y libertades públicas y para asegurar que los habitantes
conviven en paz.

Que en la ley 1801 del 29 de julio del 2016, por la cual se expide el
código nacional de policía y convivencia. Dispone la titularidad del
uso de la fuerza policial, de manera exclusiva a los miembros
uniformados de la policía nacional, de conformidad con el
ordenamiento jurídico vigente.

Que en la ley 525 de 1999, aprueba la convención sobre la


prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el
empleo de armas químicas y sobre su destrucción.

El decreto 4222 del 23 de noviembre del 2000. modifica la


estructura del ministerio de defensa nacional en su artículo 2,
numeral 8 faculta al director de la policía nacional para expedir
resoluciones, manuales, reglamentos y demás actos administrativos
necesarios para comandar la policía en todo en territorio nacional…

Bajo este Manual se da a conocer la instrucción para los


funcionarios que son los encargados de hacer cumplir la ley, sobre
un reglamento el cual se pondrá en práctica al momento de aplicar
la fuerza como legítima defensa, porque en algunas ocasiones se
presentaran motivos de policía o circunstancias relacionadas, el
policía puede actuar bajo la legalidad que le es encomendada y en
la que constitucionalmente está respaldado para proteger su vida e
integridad, siendo primero que todo garante de los derechos
humanos para cuando se aplique la norma, actuando bajo los 4
lineamientos principales que representan el uso adecuado de la
fuerza, necesidad, legalidad proporcionalidad y racionalidad.

Necesidad, solo debe usarse la fuerza cuando sea absolutamente


necesario y otros medios hayan sido inefectivos o insuficientes para
cumplir el objetivo legítimo perseguido.

Legalidad, implica que el uso de la fuerza debe fundamentarse en


marcos normativos (leyes, reglamentos decretos, directivas,
manuales), donde se defina quiénes, cuándo y cómo pueden
emplearla; y regular el objetivo legítimo que se persigue.

Proporcionalidad, implica que el nivel de fuerza utilizado debe ser


estrictamente proporcional a la gravedad de la amenaza o delito y
el objetivo legítimo que se persigue.
Racionalidad, capacidad de decidir cuál es el nivel de fuerza que se
debe aplicar según el escenario al que se enfrenta, de acuerdo con
las leyes y normas vigentes.

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley hacen frente a


una gran variedad de situaciones en su trabajo diario, cada una de
las cuales requiere una respuesta distinta, en función de la situación
y las circunstancias generales, la valoración de la amenaza, las
aptitudes, el equipo, etc. Así pues, en la aplicación de la ley queda
poco margen para respuestas preparadas de antemano, y hay una
necesidad intrínseca de discrecionalidad personal por parte del
funcionario encargado de hacer cumplir la ley a la hora de decidir la
respuesta adecuada en una situación dada. Sin embargo, tiene que
haber un marco jurídico claro que regule el trabajo de los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y dentro del cual
pueda ejercerse esa discrecionalidad, en particular en lo relativo al
uso de la fuerza. Sólo se recurrirá al empleo de la fuerza con el
máximo respeto por la ley y con la debida atención al grave impacto
que pueda causar en diversos derechos humanos: el derecho a la
vida, a la integridad física y mental, dignidad humana, privacidad y a
la libertad de circulación, por citar sólo los que se ven afectados con
más frecuencia.
El uso adecuado de la fuerza también deja referenciado que el uso
de armas de fuego se deba emplear en defensa propia o de otras
personas, en caso de peligro inminente de muerte o lesiones
graves, o con el propósito de evitar la comisión de un delito
particularmente grave que entrañe una seria amenaza para la
vida, o con el objeto de detener a una persona que represente
ese peligro y oponga resistencia a su autoridad, o para impedir su
fuga, y sólo en caso de que resulten insuficientes medidas menos
extremas para lograr dichos objetivos. En cualquier caso, sólo se
podrá hacer uso intencional de armas letales cuando sea
estrictamente inevitable para proteger una vida….

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