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UNIDAD 1

PhD. Miguel Naranjo Toro


Rector

PhD. Alexandra Mina


Vicerrectora Académica

MSc. José Revelo


Decano Facultad de Educacion, Ciencia y Tecnología

MSc. Saud Yarad


Coordinador de la Carrera de Psicología en Línea

MSc. Verónica Zambrano


Docente

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Índice

1. Definiciones y Dimensiones de la Psicosexualidad

1.1 Definiciones de Sexualidad y Psicosexualidad…………………..………….4

1.2 Características y Dimensiones Específicas de la Sexualidad…………….....7

1.3 Mitos de la Sexualidad……….……………………..……………………..11

1.4 Importancia de la Psicosexualidad Para el Psicólogo………………………15


UNIDAD 1: Definiciones y Dimensiones de la Psicosexualidad

Definiciones de Sexualidad y Psicosexualidad

Definición de Sexualidad.

La sexualidad puede definirse como un aspecto central en la vida de todos los

seres humanos y que a su vez está presente en todas las etapas de la vida del mismo. La

sexualidad abarca un conjunto de aspectos como el sexo, las identidades sexuales, el

género y sus roles, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción, las orientaciones

sexuales. Esta sexualidad se puede vivir y se puede expresar mediante una variedad de

expresiones como pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores,

conductas, prácticas y obviamente mediante las relaciones interpersonales.

La Organización Mundial de la Salud sostiene que la sexualidad se produce

como un resultado de un conjunto de interacciones de factores biológicos, psicológicos,

socioeconómicos, culturales, éticos, religiosos y espirituales. La sexualidad posee

interrelaciones de todos estos factores, estos pueden no ser todos expresados al mismo

tiempo. Las expresiones asociadas a la sexualidad se viven en la totalidad de lo que

somos, como sentimos, pensamos y en las acciones que realizamos lo que conlleva a

que la sexualidad sea parte de nuestra identidad (Frinco, 2018).

Acorde a lo mencionado con anterioridad, la definición de sexualidad resulta

compleja al abarcar un conjunto de dimensiones que oscilan acorde a la cultura en la

que esta se vive. La sexualidad dependerá y significará cosas diferentes acorde a la

historia, el contexto y las costumbres del lugar en el que se esté, siendo distinto lo que

significa sexualidad en el Ecuador, que en lugares como India o Yemen (Frinco, 2018).
Podemos decir y en concordancia con los postulados previos, la sexualidad de

los seres humanos se vive como el resultado de los procesos históricos, culturales y

sociales que cohabita con las formas y organizaciones de las sociedades, se reconfigura

y se transforma dependiendo de los contextos culturales de los que se este hablando. La

sexualidad encuentra su forma de manifestarse mediante los discursos culturales que se

profesen, las expectativas que estén presentes, las reglas implícitas en las sociedades

que permiten o niegan ciertas acciones, los hechos sexuales y los significados que se

encuentran en base a estos forman parte de las condiciones y posibilidades que

construyen la vida erótica de las sociedades (Aravena, 2006; Foucault, 1992; Palma,

2006; Weeks, 1998).

Una característica vital de la sexualidad es que esta es dinámica y cambia a lo

largo del tiempo al ser objeto de constantes construcciones sociales e interpretaciones

personales realizadas por cada individuo. La sexualidad así, tiene una connotación tanto

social como individual, esta influida por las experiencias personales como el género, la

edad, las condiciones sociales de las personas y por factores ambientales y sociales

(Molina et al., 2007).

Definición de Psicosexualidad.

La psicosexualidad se considera como un ámbito de estudio que se encuentra

dentro de la psicología cuyo objeto de estudio es la comprensión de los aspectos

psicológicos de la sexualidad humana en los que se incluyen el desarrollo sexual, los

procesos mentales asociados a la excitación sexual, el deseo sexual, las conductas

sexuales, las relaciones íntimas, las expresiones asociadas a la identidad de género de

cada persona, las orientaciones sexuales. La psicosexualidad busca estudiar como las

experiencias individuales, las influencias del entorno, el ambiente y la cultura. Además


de los procesos psicológicos internos interactúan para dar forma a las formas en que

cada individuo expresa y experimenta de forma personal e individual su sexualidad. La

psicosexualidad busca una comprensión acerca de los factores que influyen en la

sexualidad humano y como estos afectan a la salud mental, el bienestar a nivel

emocional y las relaciones a nivel interpersonal (Masters, 1966; Kaplan, 1979,

Diamond, 2003).

Continuando con la definición de psicosexualidad encontramos que esta no solo

estudia a las conductas sexuales, sino que examina las diferentes emociones,

pensamientos y percepciones asociadas a la sexualidad. Abarca las influencias que

tienen factores de índole biológico como pueden ser las hormonas o los factores

genéticos, además de factores psicológicos, sociales y culturales para entender a la

sexualidad desde un marco biopsicosocial (Money, 1986; Baumeister y Vohs, 2004).


Características y Dimensiones Específicas de la Sexualidad

Dimensiones de la Sexualidad.

Guzmán y Merchán (2011) mencionan a 4 como las dimensiones de la

sexualidad, las cuales se relacionan entre ellas.

Dimensión Biológica. Inicialmente la sexualidad humana tiene una relación

estrecha con el cuerpo y con la corporalidad lo que abarco los diferentes órganos

sexuales, entendiendo así que el cuerpo humano es primordial para la vivencia de la

sexualidad (Álvarez, 2000).

Romero (2004) expone que dentro de la dimensión biológica asociada a la

sexualidad se encuentran distintos factores como lo son factores anatómicos, biológicos,

bioquímicos, genéticos que se encuentran inmiscuidos en los diferentes componentes

asociados a la sexualidad.

Esta dimensión, acorde a lo mencionado previamente, comprende aspectos

físicos y orgánicos que tienen que ver de una u otra forma con la expresión sexual,

abarcan los órganos y aparatos sexuales, además de las estructuras cerebrales que los

rigen y que elaboran las diferentes respuestas sexuales humanas. Esta dimensión se ve

integrada por órganos como el de la piel y los órganos de los sentidos (Instituto Andaluz

de Sexología y Psicología, 2016).

Cuestiones asociadas al desarrollo sexual y sus etapas se incluyen también

dentro de esta dimensión. Las etapas como el nacimiento, pubertad, la infancia, las

edades en las que el ser humano es capaz de procrear y los momentos en los que deja de
serlo forman parte de la dimensión biológica de la sexualidad puesto que se asocian a

las respuestas humanas (Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, 2016).

Dimensión Sociocultural. En lo relacionado a la dimensión sociocultural de la

sexualidad se entiende que hace referencia a la variedad de mitos, ritos, creencias,

tabúes, estereotipos que influyen en la manera de actuar y de vivir la sexualidad. Como

se mencionó dentro de la definición de sexualidad esta esta intrínsecamente relacionada

con la sociedad en la que vivimos y se verá influida por ella (Romero, 2004; Guzmán y

Merchán, 2011).

La dimensión sociocultural de la sexualidad abarca a las normas, valores, roles

de género y expectativas sociales que representan algún tipo de influencia en la forma

en la que se experimenta la sexualidad y la forma en la que esta se expresa. Al ser los

seres humanos seres innatamente sociales las interacciones y las estructuras sociales de

las que somos parte ayudan e influencian a la formación de la identidad sexual

individual y a la regulación de las conductas sexuales que pueden haber; claros

ejemplos de esto son que algunas orientaciones sexuales o roles de género serán

aceptados en unas sociedades y rechazados en otras (Giddens, 1992; Weeks y Holland,

1996; Herdt, 1997; Foucault, 1978).

Cada cultura presenta diferentes normas y valores que rigen lo aceptable en cada

sociedad en el ámbito sexual como los tabúes sexuales, los rituales de cortejo, las

prácticas relacionadas al matrimonio y lo que se considera prohibido sexualmente

hablando (Giddens, 1992; Weeks y Holland, 1996; Herdt, 1997; Foucault, 1978).

Dimensión Psicológica. Dentro de los ámbitos que estudia la dimensión

psicológica de la sexualidad se encuentra acorde a Romero (2004):


• Las emociones

• Las percepciones

• La identidad

• El género

• Las preferencias sexuales

• Los conceptos relacionados a la masculinidad y la feminidad

• El autoestima

• El sentido de la maternidad y paternidad

• La forma de dar y recibir afecto

• Los comportamientos del individuo

La dimensión psicológica de la sexualidad se relaciona por ejemplo con aspectos

como las percepción de lo que es bello, las ideas acerca de lo bueno y lo malo, la

personalidad propia de cada individuo, el temperamento y la forma de tomar decisiones

relacionada a lo sexual; además de la identidad sexual y las orientaciones sexuales

propias del individuo; tal como lo menciona Diamond (2003) la orientación sexual y la

identidad de género son aspectos que interactúan en el individuo de forma compleja y

que interfieren en la experiencia sexual de la persona y en las emociones relacionadas.

Dimensión ético-axiológica-legal. El ser humano y la forma en la que se

comporta y se relaciona con su entorno esta mediada por un conjunto de normas, leyes,

principios, códigos cuyo eje o idea central es permitir un bienestar social y una

coexistencia pacífica. La sexualidad no escapa de estas normas establecidas pues

también es regulada por ellas (Guzmán y Merchán, 2011).

Romero (2004) enfatiza en la presencia de una legislación alrededor de la

sexualidad que rige lo que se considera aceptable o inaceptable en las prácticas


sexuales, lo que da sentido o no alrededor de la sexualidad. Esto se puede observar en

las diferentes leyes relacionadas a la sexualidad presentes alrededor del mundo que

varían acorde a lo que se considera aceptable o censurable en cada país.


Mitos de la Sexualidad

Pese a que en la actualidad la calidad de la información relacionada con la

sexualidad es más ampliamente difundida y de mucho más fácil acceso, esta

información suele ser insuficiente o sesgada lo que podría llegar a promover ciertos

comportamientos riesgosos. Estas informaciones sesgadas que suelen ser compartidas

entre jóvenes y adultos acerca de la sexualidad propician un gran desconocimiento

acerca del tema y a su vez esta información transmitida generacionalmente se vuelve en

mitos que rodean a los distintos ámbitos de la sexualidad (Osorio Jaramillo y Cuello

Vega, 2013).

Los mitos sexuales, como se mencionó previamente, tienen su origen en los las

ideas que se tiene acerca de la sexualidad y que han sido transmitidas de generación en

generación. Estas ideas han sido formadas en el seno de ideologías religiosas,

filosóficas, políticas que generan normas de comportamiento sexuales que buscan

generar un control sobre la sexualidad de los seres humanos. Estas ideas logran a lo

largo del tiempo esparcirse y tomarse como realidades lo que las convierte en un mito

(Cordón Colchón, 2008; Osorio Jaramillo y Cuello Vega, 2013).

Los mitos sobre la sexualidad abarcan una amplia variedad de temáticas, los hay

los referentes a los métodos anticonceptivos, los referentes a la masturbación, los

referentes a los roles de género y los estereotipos sexuales. Estos mitos se ven de forma

diferente en los hombres y en las mujeres que desde el inicio se les van asignando roles

que en teoría deberían de cumplir si o sí (González Labrador et al., 2002).


Mitos Sobre las Mujeres.

Pazos del Olmo (2012) presenta una serie de ideas o mitos sexuales acerca de las

mujeres que son:

• Idea de la mujer afectivamente dependiente: esta idea se centra en la

concepción de que las mujeres son dependientes de los hombres y necesitan de

la seguridad y el afecto de estos para poder sobrevivir. Se asocia a que las

mujeres busquen un hombre que tome el rol como protector (Pazos del Olmo,

2012).

• Idea de la mujer maternal: en este mito se establecen asociaciones entre

ciertas cualidades con la maternidad. Cualidades como la decencia, un apetito

sexual menor o una espera de cortejo por parte de los hombres (Pazos del Olmo,

2012).

• Idea de la mujer romántica: en esta idea, las mujeres tienen una relación

directa como el sexo unido a los afectos, el sentimentalismo y los compromisos

(López et al., 2010; Pazos del Olmo, 2012).

• Idea de la mujer sumisa: en esta la mujer es retratada como sumisa y a las

órdenes del hombre que es el que manda o el que dirige a la relación (Pazos del

Olmo, 2012).

• Idea de la mujer como posesión: esta idea representa a la mujer como una

especie de objeto que el hombre “posee” por lo cual acciones como los celos

representan una forma o una medida de amor por parte del hombre hacia la

mujer (Pazos del Olmo, 2012).


• Idea de la mujer como objeto sexual: la mujer es un mero objeto usado para el

sexo, que usa sus atributos físicos con el fin de conquistar a los hombres (Pazos

del Olmo, 2012).

Mitos Sobre los Hombres.

En concordancia con la investigación realizada por Pazos del Olmo (2012)

encontramos a los mitos que existen sobre los hombres, que suelen ser una

contraposición a los mitos femeninos:

• Idea del hombre dominante: la contraparte de la mujer sumisa.

• Idea del hombre protector: como antagónico de la mujer dependiente, el

hombre es el que se encarga de proteger a la mujer (Pazos del Olmo, 2012).

• Idea del hombre “macho”: en base a esta idea, los hombres deben de mostrarse

externamente como duros, con una insensibilidad y emocionalmente

inalcanzables. Los hombres deben de tener una imagen de malos o sufridores

(Pazos del Olmo, 2012).

• Idea del hombre sexual: siguiendo la línea de que los mitos o creencia acerca

del hombre son la contraposición a las creencias sobre las mujeres encontramos

que el hombre es un ser sexual, en contraste con la maternidad femenina, con

necesidades sexuales mayores y centrado en el coito, alejado de la afectividad y

las emociones (López et al., 2010; Pazos del Olmo, 2012).

Por otra parte, Osorio Jaramillo y Cuello Vega (2013) mencionan otros mitos

sexuales que se encuentran presentes en jóvenes universitarios en formación entre los

cuales se encuentran:

• Con preservativo se siente menos la actividad sexual


• El VIH/SIDA es la consecuencia de una vida promiscua y desorganizada

• En la primera vez que una mujer mantenga relaciones sexuales no puede quedar

embarazada.

• La homosexualidad es una característica con la que se nace.

• En el primer encuentro sexual de una mujer siempre habrá sangrado y dolor.

• Prácticas como el sexo oral o la masturbación mutua son síntomas de inmadurez.

• El pene, en cuanto más grande mejor.

• El fin central y principal que tiene la sexualidad es la reproducción

• Cuando hay mucha masturbación de joven con la edad se pierde la potencia

sexual.

• Cuando el chico se masturba puede quedar o estéril o impotente.

• Si las mujeres se lavan posteriormente a tener relaciones sexuales, esto funciona

como un método anticonceptivo.

• Cuando se consume alcohol el sexo resulta más placentero y dura más tiempo.

• Si se tienen relaciones sexuales de pie las mujeres no pueden quedar

embarazadas.

Como se ha visto previamente los mitos alrededor de la sexualidad pueden

abarcar diferentes temáticas, tan variadas como la sexualidad misma. Los mitos de la

sexualidad pueden ser alrededor de los roles de género asignados a los hombres o a las

mujeres y como deberían de actuar en consonancia con estas expectativas sociales. A la

par, otros mitos relacionados con la sexualidad son la consecuencia de una educación

sexual insuficiente respecto a los métodos anticonceptivos, el cuerpo y los órganos

sexuales o actividades como la masturbación u otras prácticas.


Importancia de la Psicosexualidad Para el Psicólogo

En base a todo lo estudiado con anterioridad es notable mencionar que la

sexualidad es parte central de la vida de todos los seres humanos, abarca y forma parte

de aspectos de las personas como su expresión personal, los roles que ocupa en la

pareja, su identidad de género y otra variedad de aspectos que recubren por completo la

experiencia humana de las personas. En este contexto es vital notar una falta de

educación que existe aun socialmente en temas de sexualidad y que es un ámbito en

donde el psicólogo toma un rol central.

El Psicólogo Como Asesor en Educación Sexual.

Enríquez et al. (2017) mencionan que el rol del psicólogo en la educación sexual

en el contexto de las instituciones educativas es el de ser un agente que facilita el

proceso de enseñanza-aprendizaje en los temas que respectan al desarrollo sexual de los

niños en los entornos educativos. Este papel del psicólogo se debe a que la educación

sexual ayuda a la promoción del ser humano en su integridad contribuyendo a aspectos

como el autoconocimiento, autoestima, autodominio, empatía y relaciones sociales. El

acto de enseñanza y educación en sexualidad fomenta las habilidades, actitudes y

valores que permitan un desarrollo de una sexualidad plena en un marco que propicie el

respeto por uno mismo, así como por los otros. Finalmente, en el área de la educación

sexual se debe mencionar que favorece al cumplimiento de los derechos humanos pues

impulsa la equidad y la convivencia armónica.

Otra de las razones por las que la educación sexual y, por lo tanto, el papel del

psicólogo resulta importante es por el poco o inadecuado conocimiento acerca de la

sexualidad que conlleva a la práctica de conductas sexuales riesgosas con consecuencias


como embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual (Enríquez et al.,

2017).

El Psicólogo como Terapeuta Sexual.

A lo largo de toda la unidad se ha revisado lo importante de la sexualidad en

todos los ámbitos de la vida de la persona y por lo tanto se ha llegado a un

entendimiento de como estas van intrínsecamente relacionadas. Como mencionan

Manzo y Yulis (2004) la sexualidad es parte esencial de la vida de los seres humanos e

influye en la calidad con la que se vive y en el bienestar de la pareja.

Los problemas relacionados a salud sexual así provienen de situaciones que

deberían ser identificadas y tratadas adecuadamente. En el caso de tratarse de algún

tema de origen psicológico es ahí donde entra el psicólogo como terapeuta para realizar

un diagnóstico y crear un posible plan de tratamiento. Manzo y Yulis (2004) señala

algunos trastornos que podrían ser tratados por un psicólogo como terapeuta sexual:

• Trastornos orgásmicos

• Disfunciones sexuales femeninas

• Trastornos de la excitación sexual

• Trastornos sexuales asociados al dolor

• Parafilias

Con base a lo anteriormente mencionado encontramos una interrelación entre la

psicosexualidad y un bienestar general en el ser humano, en base a esto el psicólogo

tiene múltiples implicaciones y múltiples papeles que cumplir en el tema de la

sexualidad sea este como un asesor en educación sexual o como un terapeuta en otros

casos.
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