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Biodisponibilidad

La biodisponibilidad puede definirse como una medida de la concentración de un fármaco que


alcanza la circulación general en un período determinado. Es una medida indirecta de la
concentración del fármaco en el sitio de acción. Se debe distinguir entre la cantidad de fármaco que
se administra y la cantidad que finalmente alcanza la circulación sistémica.

Las vías de administración se dividen en 3 categorías principales:

Enteral: Se deposita en el tubo digestivo para ser absorbido a través de la mucosa gastrointestinal

Parental: Se deposita mediante una inyección en el torrente sanguíneo o en un tejido

tópica: El fármaco se deposita directamente en el lugar donde ejercerá su efecto terapéutico.

Oral:

vía de administración en la que los medicamentos se depositan en la cavidad bucal para su


deglución y posterior absorción gastrointestinal.

Sublingual:
Para fármacos mantenidos debajo de la lengua y absorbidos a través de la mucosa a la corriente
sanguínea.

Los fármacos administrados por esta vía llegan de manera directa a la circulación cardiovascular y
de allí a la circulación sistémica sin pasar por el hígado.

Rectal:
La absorción es irregular e incompleta, puesto que el medicamento se mezcla con el contenido rectal
y no directamente con la mucosa. Se utilizan supositorios.

Las venas hemorroidales superiores vierten al sistema porta, y una cantidad del medicamento pasa
por el parénquima hepático, pero los fármacos administrados por vía rectal eluden parcialmente el
paso por el hígado.

conjuntival:
La mucosa conjuntival posee un epitelio bien irrigado y absorbe distintos fármacos. La córnea
también constituye una superficie absorbente.

Las sustancias penetran en el ojo a través de ella para producir efectos en estructuras internas

genitourinaria

Las mucosas uretral y vaginal son idóneas para la absorción. Cuando los fármacos se aplican en
ellas tópicamente pueden llegar a producir cuadros de intoxicación general

intraósea
Para administración de soluciones en la médula osea por punción del esternón en adulto o de la tibia
en niño pequeño. Utilizada cuando se indica la vía intravenosa, pero no existen venas disponibles.

Inserción de la aguja directamente a la médula ósea, donde el fármaco será absorbido por los vasos
sanguíneos dentro del hueso y distribuidos por el torrente sanguíneo.

Intravenosa

Para la administración de fármacos directamente al torrente sanguíneo a través de alguna vena del
cuerpo, con la Inserción de la aguja en la vena, seguida de la infusión del fármaco a través de una
bolsa de suero o jeringa conectado a un goteo. Con una distribución rápida.

Intramuscular
Administración de fármacos que implican la inyección directamente al tejido muscular, en la zona de
los glúteos o en región deltoidea.

El fármaco se disemina sobre las fibras musculares, difundiéndose a través del espacio intersticial
entre las células musculares hacia los capilares sanguíneos, entrando posteriormente al torrente
sanguíneo para transportarse a través del sistema circulatorio. Con una absorción rápida y
provocando menos dolor que la subcutánea.

Subcutánea
Para administración de fármacos en el tejido subcutáneo, inyectándose debajo de la piel en el tejido
subcutáneo ya sea en la cara externa del brazo o muslo a 45º lentamente.

Se funde a través del tejido subcutáneo, llegando a los capilares linfáticos y sanguíneos donde será
absorbido por las células endoteliales y entra al torrente circulatorio. Con una velocidad de absorción
es constante.

Intradérmica
Administración que implica la inyección directamente en la dermis, en dosis pequeña en el interior de
la piel en la cara anterior del brazo.

De absorción muy lenta, empleada para efectuar anestesia local de la piel o realizar pruebas
cutáneas de alergia.

Intraperitoneal
Administración de fármacos en cavidad peritoneal del abdomen. Inserción de la aguja en la cavidad
peritoneal donde será distribuido el fármaco y así ser absorbido por la membrana peritoneal y
pasando a la circulación sanguínea.

Se realiza para efectuar el método de diálisis peritoneal, así como para casos de insuficiencia renal,
eliminación de urea y de potasio en exceso, y en las intoxicaciones por barbitúricos y salicilatos.

Bibliografía:

Katzung, B. G., & Trevor, A. J. (2016). Farmacología básica y clínica (13a. ed. --.). México: McGraw-
Hill.

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