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Jurisprudencia Sobre El Ius Variandi
Jurisprudencia Sobre El Ius Variandi
SENTENCIA
CAMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO
CAPITAL FEDERAL, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
11 de Abril de 2013
Id SAIJ: NV5285
SINTESIS
Hace lugar a un reclamo por despido de un trabajador por el uso abusivo del ius variandi. Considera
que el cambio de lugar de trabajo involucró una distancia que configuró una alteración esencial en
las condiciones del contrato de trabajo y causó perjuicio a la actora quien tenía organizada su vida
familiar (guardería de sus hijos, domicilio, etc.) en función del cumplimiento de tareas en el lugar de
trabajo anterior. Agrega que el hecho de que la mayor distancia sea compensada económicamente
por el empleador no logra minimizar el perjuicio ocasionado, ya que el mismo le alteraba las
actividades relacionadas con su vida familiar.
Al analizar si los cambios dispuestos en el caso, aun siendo razonable y funcional, las
magistradas remarcaron que no le causaba ningún perjuicio a la actora.
Si bien la trabajadora invocó que “el cambio de lugar de tareas” le provocó perjuicios
económicos, morales y profesionales, “lo cierto es que no describió ni especificó en qué
consistían aquellos, todo lo cual impide concluir o afirmar que el ejercicio del poder de
organización y dirección comprendido dentro de la amplitud del objeto implique una
violación del art. 66 de la LCT”, concluyeron y confirmaron la sentencia.
Fecha: 8-jul-2014
Cita: MJ-JU-M-88260-AR | MJJ88260 | MJJ88260
Sin perjuicio de que el empleador pudiera reconocer la diferencia de
tiempo insumido y el pasaje correspondiente, el cambio de lugar de
trabajo resulta irrazonable y violatorio de los arts. 66 y 67 de la LCT si
implica para el trabajador, mayor tiempo fuera de su hogar.
Al ver que ese cambio le implicaba un perjuicio a su vida, el dependiente decidió dar
por terminada la relación laboral y reclamó la indemnización por despido incausado.
El actor cuestionó la decisión a la Cámara. Los integrantes de la sala VI, Graciela Craig y
Carlos Pose, dijeron que si bien suele decirse que la propia naturaleza de la prestación
cumplida por el accionante, para una empresa de limpieza cuya finalidad es la provisión
de tales servicios a favor de otras empresas que así lo requieren, impone efectuar una
interpretación especial acerca de la facultad que le confiere el art. 66 de la LCT.
“En principio el cambio de horario es admisible, tal medida tomada de manera unilateral
por el empleador puede originar dificultades que alteren las condiciones de vida del
trabajador o de su grupo familiar o bien incomodidades reales que no fueron
contempladas al momento de su formalización”, destacaron.
Los magistrados remarcaron que el ius variandi es una facultad reconocida al empleador
derivada del poder de dirección y que el artículo 66 de la LCT impone límites a las
modificaciones de la prestación laboral, que consisten en que tales cambios no
importen un ejercicio irrazonable de esa facultad ni alteren las modalidades esenciales
del contrato, ni causen perjuicio material ni moral al trabajador.
“La razonabilidad en el ejercicio del ius variandi significa que el empleador deberá hacer
de esta atribución un uso funcional en respuesta a verdaderas necesidades técnicas,
administrativas o económicas de la empresa excluyendo toda conducta abusiva,
arbitraria o contraria a la buena fe que debe regular todas las relaciones entre las partes
del contrato de trabajo”, explicaron.
En este caso, destacaron que no existía prueba alguna que demuestre las razones que
tuvo la demandada para cambiar el horario del actor.
Los magistrados también tuvieron en cuenta que “una vez notificado la modificación del
horario dispuesto por la demandada, Flores disconforme con la medida procedió antes
de iniciar la acción, haciendo saber su posición y requiriendo el mantenimiento de las
condiciones anteriores, encuadrando su proceder en las disposiciones del art. 63 LCT
referido al deber de actuar de buena fe”.
el demandado tuvo la
Ante el rechazo del planteo, e iniciada la acción,
oportunidad de demostrar las razones funcionales de
organización que motivaron la medida, pero no lo hizo.
Desde este punto de vista, destacaron que el cambio esencial del contrato de trabajo
respecto del trabajador reclamante se trató como un ejercicio ilegítimo de la facultad
regulada en el art. 66 de la LCT y, por tanto, la decisión resolutoria adoptada por el
accionante resultó justificada.
En cuanto a la extensión de responsabilidad, en los términos del art. 30 de la LCT,
recordaron que “la solidaridad legal de las obligaciones se encuentra supeditada a que
los trabajos y servicios sean los propios de la actividad normal y específica del
establecimiento debiéndose entender en forma extensiva y consecuentemente
comprensiva de todas aquellas actividades que hacen posible el cumplimiento de la
finalidad de la accionada”.
En el caso, entendieron que los trabajos de limpieza en las oficinas comerciales de “Caja
Seguros SA”, donde se brinda atención al público, se encuentran estrechamente
vinculada al cumplimiento de la actividad normal y específica de la empresa, forman
parte de la totalidad de la organización y contribuyen al logro del resultado final, por lo
que correspondía condenar solidariamente a dicho codemando en los términos de la
norma citada.
“Por lo tanto, toda modificación que afecta las condiciones de vida del trabajador debe
juzgarse atendiendo en primer lugar a los derechos de este, respetando sus hábitos, que
no han de poder cambiarse en forma brusca sin dañar. Se necesita, en todo caso, un
tiempo de adaptación, que podría constituir en una disminución del rigor del nuevo
horario”, concluyó.