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UNIDAD 10 El siglo XIX: el siglo de un arte en transformación Prof. David A.

Delange

TEMA X: EL SIGLO XIX. EL ARTE DE UN MUNDO EN TRANSFORMACIÓN

1. Francisco de Goya.
2. Introducción. Romanticismo: Delacroix; Realismo: Courbet.
3. Arquitectura. Historicismos. Edificios de hierro y cristal. El Modernismo.
4. Impresionismo:Monet, Renoir y Degas. Las esculturas de Rodin.
5. Postimpresionismo: Cézanne, Gauguin y VanGogh.

INTRODUCCIÓN.

Los últimos años del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX son la era
revolucionaria por excelencia que pone fin a la Edad Moderna e inicia la
Contemporánea. Europa conoció durante este período la I Revolución Industrial, la
Revolución francesa y las Revoluciones burguesas de 1820, 1830 y 1848. A su vez,
España atravesó el difícil proceso de construcción del Estado liberal burgués, que
puso fin al Antiguo Régimen.

Desde el punto de vista intelectual, el siglo XVIII fue el siglo de la Ilustración o de las
Luces, promoviéndose el pensamiento racional, el orden y el laicismo, frente al
dogmatismo y religiosidad del periodo anterior.

El movimiento cultural y artístico más relevante de este período fue el


Neoclasicismo, surgido como reacción al agotamiento y los excesos decorativos del
Barroco y del Rococó. El Neoclasicismo buscó lo racional, el orden, las reglas,
tratándose también de un arte academicista, es decir, que sus principios estéticos
fueron dictados por una autoridad que definía el buen gusto y decidía lo que era o no
correcto. Esta autoridad artística se ligó a las Academias de Artes, creadas en
España por los Borbones, dieron uniformidad al gusto de la época y persiguieron un
arte inspirado en el arte clásico, considerado como el más perfecto.

En este contexto surgió una figura de gran personalidad, que rompió con el canon de
la época, Francisco de Goya.

1. FRANCISCO DE GOYA: nació en Fuendetodos en Zaragoza en 1746 y murió en


Burdeos a los 82 años en 1818. Vivió a caballo entre el siglo XVIII y XIX y sirvió a
cuatro reyes: Carlos III, Carlos IV, José Bonaparte y Fernando VII.

Aunque Goya fue coetáneo del Neoclasicismo, su obra traspasa cualquier encuadre
estilístico. Su misma técnica pictórica está muy lejana del Neoclasicismo, y además
su estilo sufre una evolución personal muy fuerte a lo largo de su dilatada vida, y es
que su obra es un trasunto fiel de su vida: es optimista en su primera época, cuando
la fortuna sonríe al pintor y es pesimista cuando su progresiva sordera, los desastres
de la Guerra de la Independencia y el Absolutismo de Fernando VII convierten el
último período de su vida en un momento triste y dramático.

Se trata de uno de los principales genios de la pintura de todos los tiempos, que
recoge la herencia de Rembrandt y Velázquez y, al mismo tiempo, anuncia la
modernidad y se convierte en el precedente directo de los principales movimientos
pictóricos de los siglos XIX y XX:
● Los románticos admiran su imaginación y colorido.
● Los realistas, su preocupación por las clases más desfavorecidas.
● Los impresionistas, su pincelada libre y suelta.

Goya es un fiel cronista de su época y utiliza su pintura como denuncia de situaciones


que no le gustan. Con frecuencia, Goya va más allá de la realidad concreta y pone en
cuestión asuntos fundamentales de la humanidad: la brutalidad de la guerra, las
consecuencias de la barbarie, la ignorancia, la superstición, etc. En sus retratos, Goya es
a menudo mordaz y recurre a la caricatura para llevar a cabo su crítica, captando la
esencia psicológica del personaje retratado.

Desde el punto de vista técnico, Goya utiliza una gran cantidad de soportes y técnicas:
pintura al fresco, cartones para tapices, pintura al óleo, grabados, etc. En la pintura al
óleo y los frescos la pincelada es suelta y vaporosa; a menudo pinta sin dibujo previo,
siendo en ocasiones una auténtica mancha. Para aplicar la pintura, además de pinceles,
utiliza la espátula e incluso los dedos. En el grabado, Goya valora positivamente la
oportunidad de realizar múltiples copias, lo que le permite dar una gran difusión a su
obra, es una manera de entender el arte desde una visión ilustrada y democratizadora.

La temática también es muy variada: religiosa, escenas de género, temas literarios,


retrato individual y colectivo, crítica social y de costumbres, “crónica histórica”, “pinturas
negras”, de temática a veces inclasificable.

Para sus composiciones emplea esquemas neoclásicos: las figuras se agrupan formando
triángulos, cuadrados, rectángulos, rombos, etc.

Fue un pintor fecundo, se calcula que pintó más de quinientos cuadros de todos los
tamaños, una enorme cantidad de dibujos, grabados y litografías. Destacamos:

CARTONES PARA TAPICES: realizó una serie importante para la Real Manufactura en
los que las escenas populares y de festejos muestran un gran colorido. Entre ellos
destacamos: El quitasol, La gallina ciega, El columpio o La pradera de San Isidro.

TEMÁTICA RELIGIOSA: no es el campo en el que más destacó, pero realizó varias


obras: Frescos de la Iglesia de San Antonio de la Florida (Madrid) y La multiplicación
de los panes y los peces, para el Oratorio Alto de la Santa Cueva (Cádiz).

RETRATOS: tienen un papel muy importante en su producción. Al igual que Velázquez,


pintó personajes representativos de todas las clases sociales. Destacamos:
● La Maja desnuda, obra muy polémica, cuya modelo no se ha confirmado, por
su perfección anatómica se piensa que más que de un retrato se trata de una
representación ideal. Existe otra versión, pero vestida.
● Retrato de la familia de Carlos IV, donde sus miembros aparecen en línea y
el pintor lo hace en segundo plano (un guiño a las Meninas), y el autor centra la
atención en la expresión de los rostros y en el fondo psicológico de los
personajes.
● La Condesa de Chinchón, destaca por su pincelada suelta, vaporosa y la
sensación de ternura que trasmite
● Carlos III (como cazador).
● Jovellanos.
● Autorretratos.
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CUADROS DE TEMÁTICA HISTÓRICA: con protagonismo del pueblo, no de los
gobernantes:
● El 2 de mayo de 1808 en Madrid o la lucha contra los Mamelucos, muestra
movimiento, dolor y la violencia de la caballería egipcia al servicio de Napoleón.
● Los fusilamientos del tres de mayo, representa uno de los momentos
heroicos de la lucha contra los franceses, el momento más cruel de la guerra,
el fusilamiento de gente desvalida, las distintas actitudes. Hay un gran
simbolismo en la camisa blanca de la persona central que va a ser fusilada, la
sangre roja y los tonos grises de los soldados franceses.

PINTURAS NEGRAS: las realizó en la Quinta del Sordo, una casa que compró cerca del
río Manzanares, donde se retiró asustado ante la represión absolutista de Fernando VII y
dio rienda suelta a su profundo pesimismo. Los colores que emplea son el negro, el
marrón, los verdes oscuros y algunos rojos. El dolor, la desesperación y la muerte son los
temas más representados. Estas pinturas están consideradas como el antecedente del
expresionismo. Entre ellas destacamos: Saturno devorando a su hijo y El Aquelarre.

GRABADOS: están agrupados en cuatro series: Los desastres de la guerra, La


Tauromaquia, Los Disparates y Los Caprichos.

En sus últimos años vivió exiliado en Burdeos. Allí realizó su última obra maestra: La
lechera de Burdeos.

2. INTRODUCCIÓN; ROMANTICISMO (DELACROIX) Y REALISMO (COURBERT).

INTRODUCCIÓN: los últimos años del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX son la
era revolucionaria por excelencia que pone fin a la Edad Moderna y da comienzo a la
Edad Contemporánea. En este período se produce la Primera Revolución Industrial, la
Revolución Francesa y las Revoluciones Burguesas de 1820, 1830 y 1848. Asimismo, en
este tiempo se producen los primeros movimientos nacionalistas, que conduce a los
procesos de unificación de Italia y Alemania. También en esta etapa tiene lugar el
arranque del movimiento obrero. Se trata de un período convulso en el que el Antiguo
Régimen lucha por su supervivencia contra la Revolución liderada por la burguesía.
Desde el punto de vista intelectual, el siglo XVIII es el de la Ilustración o de las Luces,
promoviéndose el pensamiento racional, el orden y el laicismo, frente al dogmatismo y
religiosidad del Antiguo Régimen. En el siglo XIX surgen el Romanticismo, que reivindica
los estados emocionales más exaltados, y el Realismo, movimiento que realiza una dura
crítica social.

2.1. ROMANTICISMO: en la primera mitad del siglo XIX aparece el Romanticismo, un


movimiento cultural que se origina como una reacción revolucionaria contra el
racionalismo de la Ilustración y el Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos
frente a la razón, y la exaltación de las pasiones y de la libertad, lo que se relaciona con
el movimiento nacionalista.

El movimiento se desarrolla en buena parte de Europa: Francia, Alemania, el Reino


Unido, etc. Nuestro país sirvió de inspiración para muchos artistas románticos que
recorrieron la península reflejando la imagen tópica de una herencia hispanomusulmana,
además de majas, toreros y bandoleros.

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El Romanticismo se define por los siguientes rasgos:

● Rechazo del academicismo y de la rigidez del Neoclasicismo, volviendo a los valores


del Barroco, no sólo en cuanto al sentimiento, dramatismo, sino también en los
aspectos formales, como vemos a continuación.
● Abandono del dibujo y potenciación del color.
● Composiciones con gran movimiento, líneas oblicuas y curvas, posiciones convulsas.
● Focos de luz potentes junto a zonas de sombras: tenebrismo barroco que confiere un
carácter efectista y teatral.
● Los temas son muy variados: desde acontecimientos de la época, revoluciones,
guerras o catástrofes, hasta lo exótico, los retratos o paisajes.
● La naturaleza es fuente de inspiración, se prefiere la noche al día y se buscan
paisajes que representan estados de ánimo: tormentas, temporales, o espacios
desoladores, donde satisfacer el deseo de evasión.

Entre los pintores románticos destacamos, por países:

EN FRANCIA, Eugene Delacroix es el mayor impulsor del romanticismo. Muy interesado


en las revoluciones políticas, las plasma como ninguno dando un protagonismo al color.

● La libertad guiando al pueblo, conmemora la sublevación de París contra Carlos


X. El artista toma partido por la revolución que derroca al tirano. La libertad,
simbolizada por una mujer irreal o ensoñada, dirige a las masas. Representa
fielmente a los grupos sociales que participan en la revolución (pequeños
burgueses, trabajadores de los talleres, miembros de la Guardia Nacional, etc.).
● La matanza de Quíos, muestra la sangrienta represalia de los turcos contra la
sublevación de los griegos, denunciando con esta obra la barbarie turca y alienta
el apoyo a los griegos, herederos de la civilización más antigua de Europa.
● La muerte de Sardanápalo.

También destaca Theodore Gericault: Su gran óleo La balsa de la Medusa recoge una
escena del naufragio de la fragata francesa Medusa. Casi 150 personas perecieron en
este incidente, excepto 15, que sobrevivieron en una balsa construida de manera
apresurada, y donde se sufrió durante 15 días el hambre, la deshidratación, el
canibalismo y la locura. La pintura es una crítica a la recién restaurada monarquía,
responsable de otorgar la autoridad a un capitán que demostró ser inepto (Luis XVIII). El
tema principal es la esperanza, o la falta de ella. A la izquierda del cuadro se sitúa la
muerte, emocional y biológica, pero a medida que ascendemos por la pirámide de esta
composición aparece la luz, la vida, la esperanza.

En GRAN BRETAÑA, el movimiento se centra en los paisajes, la luz, los colores, si bien
representa una naturaleza que sufre el deterioro de la industrialización. Destaca William
Turner: El temerario remolcado para el desguace; Lluvia, vapor y velocidad.

En ALEMANIA, el romanticismo se vive con gran intensidad, al ligarse al movimiento


nacionalista, que acaba consiguiendo la unidad política del país. Las obras, que en un
primer vistazo podrían parecer meras pinturas paisajísticas, muestran una gran carga
emocional. Destaca especialmente la obra de Gaspar Friedrich: El caminante sobre el
mar de nubes, Abadía en el robledal, El mar de hielo.

2.2. REALISMO: frente al deseo de evasión del Romanticismo, este movimiento pictórico
se reafirma en la realidad y refleja las injusticias sociales con el deseo de transformarlas,
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prestando especial atención a los problemas derivados de la industrialización, o los del
campo. Tiene especial arraigo en Francia, aunque irradia a otros países del entorno.

● Sus protagonistas son personas corrientes del mundo agrario y obrero.


● Esta pintura está muy influida por la fotografía, que está dando sus primeros pasos.
● Se siente el desencanto por los fracasos revolucionarios.

Sus autores más destacados son: Millet, autor de El Ángelus, y Courbet: sin duda la
estrella de este movimiento pictórico. Fue muy polémico por su temática y su activismo
político. Plasma la incomunicación de sus personajes con el espectador. Juega con el
color, combinando partes muy coloristas con otras sin color prácticamente. Los
picapedreros, El estudio del artista, Entierro en Ornans.

3. ARQUITECTURA. HISTORICISMOS. EDIFICIOS DE HIERRO Y CRISTAL. EL


MODERNISMO.

INTRODUCCIÓN: el siglo XIX fue un siglo muy contradictorio en el aspecto


arquitectónico. La Revolución Industrial trajo cambios sociales, como fue la aparición de
la clase obrera, o urbanísticos (derribo de las murallas medievales que constreñían las
ciudades, y aparición de barriadas obreras y ensanches). Pero también aportó nuevos
materiales, como fue el caso del hierro y el cristal, y posteriormente el acero y el
hormigón, que permitieron nuevas técnicas constructivas.

La arquitectura europea experimentó a mediados del siglo XIX un conflicto entre dos
tendencias contrapuestas. Por un lado, la conocida como Arquitectura del hierro, que
defiende aplicar los avances de la Revolución Industrial a las nuevas construcciones, el
uso estandarizado de los nuevos materiales y una nueva estética asociada a lo funcional.
Y por otro lado tenemos la corriente tradicional y conservadora del Historicismo, que
efectúa una crítica a los nuevos tiempos, al nuevo orden socio-económico, y a la nueva
estética a la que rechaza tachándola de fealdad, y reclama la continuidad del trabajo
artesanal y los materiales tradicionales. Esta corriente busca su inspiración en corrientes
pasadas, surgiendo diferentes revisiones o “Neos”, como el Neogótico o el Neomudéjar.

Una de las cuestiones fundamentales que se planteó a los arquitectos de la 2ª mitad del
siglo XIX fue la relación entre forma y función. La nueva sociedad industrial requería
construcciones con funciones completamente nuevas e inéditas hasta entonces: fábricas,
estaciones de ferrocarril, puentes, viaductos, etc. Hablamos de un contexto de nuevas
ciudades industriales, en el que habrá que reformar las viejas ciudades, como será el
caso de París, Londres o San Petersburgo, o directamente crear otras nuevas, como
sucedió en Estados Unidos o Canadá.

EL HISTORICISMO O ECLECTICISMO: la Arquitectura historicista recupera estilos del


pasado por considerarlos de mayor valor estético haciendo surgir distintas
reinterpretaciones de estilos pretéritos, como es el caso del Neogótico, Neomudéjar o
Neobizantino. Entre las obras más destacadas tenemos:

● En España el Neogótico y el Neomudéjar son los estilos que mejor definen la corriente
historicista. Por citar algunos ejemplos: el Neorrománico de la Colegiata de

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Covadonga, en Asturias; el Neogótico del Palacio Episcopal de Astorga; o el
Neomudéjar de la Plaza de Toros de las Ventas, en Madrid.
● En Francia se vive un momento dorado con la transformación urbanística dirigida por
el Barón Haussmann. La ciudad de París se renueva a partir del Historicismo
Neogótico y Neobarroco, en cuya línea se sitúa el Teatro de la Opera, de Charles
Garnier.

● En Inglaterra abundan los Neogóticos, como el del Parlamento Inglés, de Charles


Barry, además del particular Neo oriental, como el del Pabellón Real, de John Nash,
en Brighton.

EDIFICIOS DE HIERRO Y CRISTAL: surge gracias a la difusión de nuevos materiales,


como el hierro y el cristal, y posteriormente el hormigón y el acero. Con el hierro, el
hormigón y el acero se construye la estructura sustentante, así pues, los muros se
desligan de su función de carga, lo que permite:

● Eliminar las paredes y abrir grandes ventanales o sustituirlos por cristales, como será
el caso de los rascacielos.
● Libertad a la hora de distribuir los espacios.
● Realizar construcciones más rápidas y baratas.

Entre las obras más destacadas tenemos la Torre Eiffel de París, realizada por el
ingeniero del mismo nombre para la Exposición Universal de 1889. No tiene misión
utilitaria sino decorativa. Fue criticada por la mayoría de sus contemporáneos pero se ha
convertido en el símbolo de la ciudad. En España tenemos el Palacio de Cristal del
Retiro, en Madrid, obra de Ricardo Velázquez.

EL MODERNISMO: nace con una intención innovadora respecto a los historicismos,


buscando algo nuevo y diferente a los estilos del pasado aunque sin abandonarlos del
todo. Su papel en la arquitectura moderna es importante por las investigaciones y
aportaciones respecto a estructura, forma y espacio. Se define por:
● Combinar materiales tradicionales y nuevos con sentido tanto constructivo como
decorativo.
● Los muros forman un modelado sinuoso con formas caprichosas inspiradas en la
naturaleza.
● Los soportes son columnas con aspecto de tallos vegetales.
● Las cubiertas suelen ser metálicas, semejantes a las que emplean los ingenieros en
las fábricas o en las estaciones, con revestimiento de vidrio coloreado.
● La decoración es fundamental, a base de líneas ondulantes y asimétricas.
● El espacio interno es diáfano y con un interés especial por la luz.
● El espacio externo se trata con gran libertad de volúmenes mostrando también gran
dinamismo y ligereza.

Entre los arquitectos modernistas destacamos al belga Víctor Horta, autor de la Casa
Tassel, en Bruselas, y al catalán Lluís Domenech i Montaner, autor del Palau de la
Música Catalan, en Barcelona.

Antonio Gaudí es el mayor exponente del modernismo español y la figura más singular
del europeo. Su extraordinaria creatividad le ha permitido rebasar nuestras fronteras.
Creador de un arte total, como arquitecto, diseñador de interiores, mobiliario, etc. Sus
primeras obras se desarrollan bajo la influencia del historicismo. A partir del año 1900
comienza el periodo más creativo de su carrera. Entre sus obras principales destacamos:
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El Palacio Episcopal de Astorga; El Capricho, en Comillas (Santander); El Parque Güell,
La Casa Batlló, La Casa Milá (también conocida como La Pedrera) y El Templo
Expiatorio de La Sagrada Familia (todas ellas en Barcelona), esta última se considera su
obra cumbre aunque sólo pudo ver ejecutada una pequeña parte del proyecto, que está a
punto de rematarse. Tiene grandes influencias del gótico. El interior se concibe como un
enorme bosque de columnas que se ramifican en su parte superior. Las vidrieras,
rosetones, bóvedas y esculturas son de una gran originalidad.

4. IMPRESIONISMO: MONET, RENOIR, DEGAS. LAS ESCULTURAS DE RODIN.

INTRODUCCIÓN: en el siglo XIX aún se sienten las consecuencias de la 1ª Revolución


Industrial y la Revolución Francesa, y tienen lugar las Revoluciones Burguesas de 1820,
1830 y 1848, la 2ª Revolución Industrial y el Imperialismo colonial. Asimismo, en este
tiempo se producen los primeros movimientos nacionalistas, que conducen a la
unificación de Italia y Alemania. También en esta etapa tiene lugar el arranque del
movimiento obrero. Se trata de un período convulso en el que el Antiguo Régimen lucha
por su supervivencia contra la Revolución liderada por una clase social emergente: la
burguesía.

Culturalmente, en el siglo XIX aparece el Romanticismo con su gusto por lo pintoresco y


lo anecdótico, y el Realismo, aparejado al desarrollo de una conciencia crítica por parte
de los artistas, que se interesaron por la realidad.

Sin embargo, el realismo llevado hasta sus últimas consecuencias había desembocado
en la reproducción de la naturaleza y las personas sin ninguna creatividad.
Paralelamente, el descubrimiento del daguerrotipo y la fotografía sustituían a la pintura en
esas funciones. La búsqueda de una nueva forma de manifestación artística desemboca
en la aparición del Impresionismo.

EL IMPRESIONISMO: MONET, RENOIR, DEGAS: a mediados del siglo XIX se inician


los estudios sobre óptica, la refracción de la luz y la descomposición de los colores. El
color que percibimos es el resultado de la mezcla de los colores básicos en la retina
humana. Así, la impresión que deja la luz y el color en la retina se convierte en el
fundamento del nuevo movimiento, el Impresionismo. Es uno de los movimientos
pictóricos más interesantes de la historia del arte. Sus antecedentes son: Escuela
veneciana, Rembrandt, Velázquez, Goya y los paisajistas ingleses, como Turner y
Constable.

El impresionismo reivindica la autonomía del lenguaje artístico y la destrucción de los


convencionalismos académicos. Fue el primer movimiento artístico que, en lugar de
modernizar el tema o contenido de los cuadros, moderniza la forma: ahora la luz se
convierte en el verdadero tema del cuadro, el elemento que transforma los objetos, en los
que la forma y el color son una realidad fugaz.

El nacimiento de este estilo está ligado a una exposición en París en 1874 en la que un
grupo de artistas rompieron con la pintura tradicional. Un periodista, al burlarse de un
cuadro de Monet, titulado Impresión, sol naciente, dio involuntariamente nombre a
estos artistas, al etiquetarlos con desprecio como “los impresionistas”.

Las características más importantes del estilo impresionista son:

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 Teoría de los colores: Existen tres colores primarios (amarillo, rojo y azul) y tres
complementarios (violeta, verde y naranja), pero según la teoría impresionista la
mezcla de color no debe venir dada ya por el pincel, sino que los colores deben
ser toques muy próximos para que sea el ojo del espectador el que los mezcle, por
ejemplo, los azules y amarillos producirán el efecto del verde. Renuncian al negro
porque consideran que no está en la naturaleza, por lo que las sombras son
coloreadas.

 Captación de la luz: Una de sus obsesiones será la captación de los cambios


lumínicos sobre los objetos. Por ello, la pintura impresionista será una pintura
rápida, del momento, del efecto de la luz concreta, irrepetible lo que hay que
plasmar en el lienzo. No importa ni la perspectiva ni siquiera el dibujo, sólo la luz.
Como ejemplo, las series de Monet de la Catedral de Ruan, Vistas de Londres o
Nenúfares.

 Pincelada suelta: Huyen de la pintura plana y lisa. Utilizan mucha materia y


prefieren la mancha pastosa, una pincelada rápida que les permita captar los
cambios cromáticos. La línea es un valor en retroceso, desaparece.

 Pintura al aire libre: Los pintores impresionistas por primera vez salen del taller
para captar los cambios de luz en la naturaleza, de ahí que todos ellos, excepto
Degas, pintaran directamente del natural, reproduciendo ese momento único y
jamás irrepetible.

 Pintura figurativa: El Impresionismo sigue haciendo una pintura reconocible pero


que lleva el germen de la modernidad.

 El tema: pierde importancia a favor de la luz y el color Hay una preferencia por los
paisajes, interesa la captación de lo fugaz (el humo, el agua, el aire…). Abundan
las escenas sobre temas intrascendentes, de ocio y baile, renunciándose a los
temas de carácter político, social o religioso.

Entre los autores más destacados del impresionismo tenemos a Manet, Monet, Renoir,
Degas, Sisley, Pisarro y el español Joaquín Sorolla.

Claude Monet fue el alma del movimiento impresionista, como ya se ha mencionado, su


obra “Impresión, sol naciente”, dio nombre al movimiento. Realiza series con el mismo
tema en diferentes momentos del día para plasmar los efectos cambiantes de la luz y el
color en horas y estaciones diferentes. Entre sus obras destacamos: Impresión, sol
naciente; Fachada de la Catedral de Rouen; Nenúfares; Dama con sombrilla.

La principal aportación de Auguste Renoir consiste en llevar las conquistas del


impresionismo a la representación de la figura humana. Es el pintor de la alegría de vivir,
la vida parisina y la figura femenina, tanto en ambientes despreocupados, como
intimistas, ya desnuda, al aire libre o en interiores. Su ideal femenino es de formas
rotundas y voluminosas, de rostro rosáceo, mejillas encendidas y labios carnosos.
Emplea colores vivos como el rojo y el amarillo. Entre sus obras destacan: Le Moulin de
la Galette; Almuerzo de remeros; Las grandes bañistas.

Edgar Degas, al igual que Édouard Manet, es una especie de bisagra entre la pintura
antigua y el arte moderno. No le apasiona la luz natural, sino la artificial y sentirá pasión

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por el dibujo. Por esto es un impresionista atípico, pero no deja de serlo por su pincelada
suelta y el uso de los colores puros. En sus obras predomina el movimiento, que refleja
muy bien en sus bailarinas y en sus carreras de caballos. Sus principales obras son: Los
bebedores de ajenjo; La clase de danza; Las planchadoras; El baño; En el ballet.

LAS ESCULTURAS DE RODIN: El impresionismo es un movimiento fundamentalmente


pictórico, pero ejerció una profunda influencia en la música, la literatura y la escultura.
Aunque la escultura no parecía el procedimiento más idóneo para traducir las vibraciones
atmosféricas, algunos artistas supieron introducir juegos lumínicos con la rugosidad de
las superficies, de forma que las estatuas simulasen actitudes cambiantes según la luz.
El escultor que mejor representó el impresionismo fue Auguste Rodin.

Es uno de los escultores más importantes de la historia del arte. Valora las texturas
inacabadas como una parte esencial de la realidad y de la obra, clara influencia de las
obras de Miguel Ángel, como la Piedad Rondanini, que conoció en un viaje a Italia. A
veces elimina algunas partes del cuerpo para lograr una mayor expresividad. Recrea el
lenguaje escultórico dando una nueva valoración de la superficie, el espacio, la textura y
el volumen. Utiliza mármol y bronce. Entre sus principales obras destacan: El beso; Los
burgueses de Calais; El pensador, Las puertas del infierno (esta última en bronce,
para el Museo de Artes Decorativas de París).

5. POSTIMPRESIONISMO: CÉZANNE, GAUGUIN Y VAN GOGH


INTRODUCCIÓN (Misma que apartado 4)

Este movimiento engloba a pintores que, aprovechando los logros del Impresionismo,
abren nuevos caminos que desembocarán en la ruptura con los valores artísticos
tradicionales y conducirán a las vanguardias del siglo XX. Así Cézanne preludia el
cubismo, Gauguin el fauvismo y Van Gogh el expresionismo. Son artistas con
personalidad tan acusada que cada uno crea un estilo nuevo e independiente.

El postimpresionismo supone una recuperación de la importancia del dibujo y la


preocupación por captar no sólo la luz sino también la expresividad de las cosas y las
personas.

Paul Cézanne: fue un pintor fracasado hasta los 50 años, sufrió duras criticas. Sus
pinceladas son anchas y consistentes. Sus figuras van simplificándose, reduciéndose a
formas geométricas (esferas, conos y cilindros), lo que supone un preludio del cubismo.
No renuncia al color, cuya intensidad prima mediante los contrastes y las sombras
coloreadas. Entre sus obras destacamos: Jugadores de cartas; Bodegón con
manzanas y naranjas, La montaña de Santa Victoria; Autorretrato.

Paul Gauguin fue el artista que hará del color su vehículo de expresión. En sus obras
emplea colores fuertes, vivos, planos y muchas veces arbitrarios, que no responden a la
realidad. Sus obras son una exaltación de lo primitivo, lo salvaje, pero con un tono
poético. Su fascinación por Oceanía y su arte étnico le llevó a instalarse en Tahití. En ese
entorno paradisíaco recrea la atmósfera idílica de sus paisajes, la serenidad de sus
nativos y su vegetación mediante colores planos, puros y contornos muy marcados. Sus
principales obras son: La visión tras el sermón; El Cristo amarillo; ¿De dónde
venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos?; Matamúa (Érase una vez); Mujeres de
Tahití.

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Vincent Van Gogh: su obra está ligada a su turbulenta biografía, ya que su pintura es la
expresión de su fuerza espiritual interior. Su carácter depresivo le llevará a pasar
temporadas en hospitales psiquiátricos y a suicidarse a los 37 años, dejando más de 800
cuadros, de los que sólo logro vender uno.

Sus primeras obras están influidas por la pintura holandesa e irá evolucionando hacia
una pincelada corta, gruesa, agitada y vigorosa. Las formas se hacen inestables como
reflejo de su vida interior. Es también un apasionado del color, muchas veces es su
vehículo para expresar las frecuentes depresiones y angustias que padece. Los colores
son a veces agresivos, con contrastes no frecuentes, por ejemplo, amarillo sobre naranja.
Concibe el cuadro como un lugar donde el artista proyecta sus pasiones. Al ser la pintura
un vehículo de autoexpresión, se convierte en el precursor de las corrientes
expresionistas. Realizará un gran número de temas que podríamos resumir en:
autorretratos, paisajes, retratos de personas que le rodean, bodegones. Entre sus
principales obras tenemos: Los comedores de patatas; Autorretrato; Autorretrato con
oreja vendada; Los girasoles; Café nocturno; Mi habitación en Arlés; Iglesia de
Auvers-sur-Oise; Retrato del doctor Gachet; La noche estrellada.

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