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EROICA: LA SINFONÍA CON LA QUE

BEETHOVEN LO CAMBIA TODO

Beethoven, el hombre, de entre todos los músicos, no puedo negar mi admiración


por Beethoven, si me preguntaran por el músico yo diría sin dudarlo Beethoven,mi
profunda admiración por todo lo que representa Beethoven, no solo para la música, sino
también para el ser humano. Su vida, su música, fue una verdadera obra de amor, de
fraternidad por sus semejantes. Nada le preocupaba más a Beethoven que no ser útil al
ser humano, así que pese a su angustiosa existencia, este propósito de vida se convierte
en su Late motiv, en su razón de ser y de estar.

En el año 1797 Beethoven comienza a quedarse sordo, lo nota porque


cada vez percibe más lejos las campanas de la iglesia… comienza a
estar muy preocupado, le aterra la idea de quedarse totalmente
sordo…y después de unos largos 5 años, en los que se intensifica su
sordera, en el año 1802 escribe su testamento, toda una declaración de
intenciones, sí, se trata de una carta de suicidio.

En el mes de octubre de este mismo año, Beethoven escribe esta desgarradora


carta de despedida, donde muestra su desesperanza, los verdaderos motivos de su angustia
existencial… Y también solicita comprensión de los demás… necesita que todos
entiendan cuáles son los motivos que le han llevado al aislamiento social, a una reclusión
forzosa en una soledad que nunca escogió… En esta carta le preocupa enormemente que
le recuerden como un misántropo, alguien que rechaza al ser humano per se… Pues
confiesa que su amor por los hombres siempre había formado parte de su naturaleza, pero
que el destino, la enfermedad le había obligado a una vida alejada de la sociedad, de la
compañía de sus semejantes… y que hasta ahora la creación musical le había mantenido
en la firme decisión de escribir tanta música como pudiera para que los hombres pudieran
sentirse felices al escucharla… esta era su intención, su regalo para nosotros, desde su
soledad, desde su exilio social su preocupación seguía siendo el hombre, su destino y el
alivio de su angustia existencial. Y de esto habla su música, de angustia, y también de
rabia y resignación… aunque también de hermandad, de heroicidad, de esperanza.

Beethoven cita textualmente en esta carta de suicidio, refiriéndose a su sordera:

estos incidentes me llevaron al borde de la desesperación, un poco mas y


hubiera puesto fin a mi vida – solo el arte me sostuvo, ah, parecía
imposible dejar el mundo hasta haber producido todo lo que yo sentía
que estaba llamado a producir, y entonces soporté esta existencia
miserable – verdaderamente miserable

Ser Divino, Tú que miráis dentro de lo profundo de mi alma, Tu sabes, Tu


sabes que el amor al prójimo y el deseo de hacer el bien, habitan allí. Oh,
hombres, cuando algún día leáis estas palabras, pensad que habéis sido
injustos conmigo, y dejad que se consuele el desventurado al descubrir
que hubo alguien semejante a él, que a pesar de todos los obstáculos de la
naturaleza, igualmente hizo todo lo que estuvo en sus manos para ser
aceptado en la superior categoría de los artistas y los hombres dignos.

Afortunadamente, su amor por la música y esa fuerte llamada que sentía por la
composición, su única forma de llegar a los demás le devuelven las fuerzas, las ganas de
seguir, tenía una misión que cumplir. Y aquí comienza su momento más relevante en su
aportación a la música, algo nuevo y sorprendente estaba a punto de brotar desde su
pluma, una música nueva, apasionada, tempestuosa, introspectiva, exultante y
grandilocuente, donde el ser humano y su sentir se colocan en el centro de la música.
Beethoven quería contar al mundo sobre su propia alma, sobre sus grandezas y miserias,
y separar el propósito de la música de la pomposidad de las celebraciones de la alta
nobleza y el clero.

Y en este paradigma, dentro de una Europa que convulsiona, en los albores de la


revolución francesa que sentará las bases del hombre contemporáneo, de las democracias
modernas en el viejo continente… Beethoven escribe la obra Sinfonía Grande (Eroica)
como reconocimiento a un héroe, concretamente a Napoleón Bonaparte…quien había
sido el elegido para instaurar este nuevo orden social a partir de un golpe de estado en
nombre de la libertad donde se dará por terminado el antiguo régimen: El feudalismo y el

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absolutismo… Es el momento del hombre, de sus inquietudes, de su dignidad, su
individualidad, del valor del hombre por su mérito y no por su cuna, es el momento de
los héroes.

Pero como se puede comprobar sobre la portada de la partitura original, el nombre


de Napoleón aparece tachado con tal genio que en su lugar queda el papel totalmente
agrietado.

Este gesto no es más que la respuesta furiosa del maestro por un sentimiento de
traición al enterarse que Napoleón se autoproclama emperador en el momento en que
alcanza el poder… Esto es algo inaceptable para Beethoven, que el libertador del pueblo
se comporte ahora como un vulgar tirano.

La crítica vienesa se encontraba dividida en opinión, unos defendían que Eroica


era la obra maestra de Beethoven, mientras que otros simplemente la rechazaban como
una música estruendosa y desagradable. Evidentemente la historia nos revela que no
podían estar más equivocados estos últimos. De hecho, se trata del día en que la música
cambió para siempre.

Eroica se establece como un punto de inflexión en la música entre lo anterior y lo


nuevo, dando comienzo a lo que hoy conocemos como estilo romántico, concretamente
Beethoven da inicio al estilo heroico que abre la puerta al romanticismo, que da prioridad
a los sentimientos humanos. Se trata de la revolución burguesa o liberal, un nuevo
estamento social que se alza contra el clero y la nobleza donde se incorpora el mérito
como un valor superior al legado de cuna.

Beethoven ejemplifica muy bien este pensamiento, como se puede apreciar en la


película Eroica cuando responde al terrateniente prepotente y soberbio
autodenominándose “Cerebroteniente”, como una nueva concepción del valor humano,
digno de ser valorado por sus méritos, por su aportación a los demás, y no simplemente
por sus privilegios de nacimiento.

Y es Haydn quien mejor describe este acontecimiento histórico musical, el


carácter insólito e innovador que Beethoven imprime en esta obra, algo que nunca otro

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compositor había hecho hasta el momento. se puede resumir en palabras textuales de
Haydn:

“Beethoven ha hecho algo que ningún otro compositor ha intentado, se ha


colocado en el centro mismo de su obra, y nos permite entrever su alma, supongo
que por eso es tan estruendosa, pero es algo nuevo, el artista como héroe”

Hay que tener en cuenta que hasta el momento, los músicos no eran más que
plebeyos, sirvientes de la corte o de la iglesia en sus capillas, la música tenía siempre la
función de amenizar, de enfatizar acontecimientos relacionados con celebraciones de la
aristocracia o ritos religiosos… y el resto, pues música pagana, mundana, sin valor…

Serían sus 9 sinfonías para orquesta, las que hacen que Beethoven se
consolide como uno de los exponentes más importantes de la música
dentro del siglo XIX. Beethoven explora el ritmo, la melodía, la tonalidad
y la lleva a límites nunca antes tratados.

Beethoven concluye su primera sinfonía hacia 1800. El estilo clasicista de


la obra la hizo blanco de críticas, llegando a ser considerada un trabajo un
tanto fúnebre y tenso para la época.

Su segunda sinfonía fue dedicada al príncipe Lichvowsky, con quien el


compositor alemán tenía una muy buena relación. La composición
culminó en 1802, cuando Beethoven comenzaba a experimentar ciertos
problemas de sordera.

Compuesta entre 1802 y 1804, la Heroica, su tercera sinfonía, abriría su


derrotero hacia el Romanticismo. Fue dedicada a Napoleón Bonaparte,
pero en el momento que este se proclamara emperador, el compositor
procedió a borrar rápidamente la dedicatoria.

De hecho más que un estilo, se trata de un pensamiento, de una idea, del


homocentrismo, el hombre como centro del universo… con sus propias singularidades,
como ser único e inimitable. Cada hombre tiene su potencial y su valía como ser
irrepetible y singular.
Simplemente Beethoven crea su propio estilo en base a este pensamiento de
libertad para crear y describir el mundo a través de sus ojos, algo que simplemente era
inaceptable hasta ese preciso instante en que Beethoven lo hace, con esos dos acordes de

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comienzo en la eroica, que son un golpe en la mesa, una muestra de rebeldía, de
insolencia, de levantamiento del espíritu de los hombres.

Este pensamiento de Beethoven es un reflejo del pensamiento que inunda las


calles en algunas ciudades de Europa, una auténtica revolución de pensamiento, LA
RAZÓN EN OPOSICIÓN A LO DIVINO, LA IGUALDAD Y LA LIBERTAD. Se
presentan como las consignas de la Ilustración francesa que se extiende ya por toda
Europa a comienzos del siglo XIX.

Con esta obra Beethoven comienza su legado más importante, el que le coloca
como defensor de los derechos del hombre, como admirador de la revolución francesa,
como precursor de la hermandad entre los hombres. s

La obra está compuesta en 4 movimientos.

• Allegro con brio


• Marcia funebre (Adagio assai)
• Scherzo (Allegro)
• Finale (Allegro molto–Poco andante–Presto)

Los dos primeros acordes que dan comienzo a la obra, en este primer movimiento se
presentan como una provocación, como una llamada de contundencia unívoca, donde
queda claro el clima de exaltación, de cambio y de búsqueda de lo nuevo que vive en el
interior del compositor. Se trata de su alma desnuda, que quiere que todo el mundo vea,
una insolencia y desfachatez por parte de un músico que hasta ahora simplemente servía
a un poder superior, pero nunca a él mismo, a su espíritu, a su ser.

No se trata de un primer movimiento delicado y pomposo llamado a deleitar a la música


tradicional clásica. Se puede decir metafóricamente que se trata de un golpe en la mesa
por parte del compositor, donde advierte a todos que ha llegado su momento, el momento
del ser humano… se trata sin duda del pistoletazo de salida, sobre lo nuevo, la música
había cambiado para siempre, y estos dos acordes representan un nuevo comienzo, una
fractura definitiva con lo anterior.

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El aire de libertad que respira Europa se traslada inevitablemente a la composición
musical, y Beethoven se libera de las cadenas del pasado, de la formalidad en la estructura
clásica, y escribe lo que le dicta su alma, se deja inundar por su voz interior que le condice
en cada acorde sin tener en cuenta la crítica, simplemente desnuda su alma al mundo. Y
este es un pensamiento, una manera no solo de enfrentar la composición musical, sino
también el mundo, donde el compositor, el hombre se coloca en el centro de la obra
musical.

Por primera vez un compositor no compone para agradar a la nobleza, simplemente se


expresa según sus sentimientos, es una forma de trasladar al mundo su interior.
Beethoven viene a decirle al mundo que se puede ser noble en virtud de su talento, que el
mérito es una virtud equiparable al título nobiliario. Esto es una revolución de
pensamiento, en la época se diría que es muy francés, la revolución francesa estaba
calando en el espíritu de toda Europa.

Beethoven no pretende ocultar sus emociones, aunque eso pueda ofender a la nobleza
conservadora de la tradición… La libertad del ser, de expresar las emociones más íntimas
y personales, se trata de mucho más que la revolución francesa, es una revolución del
alma de los hombres, de pensamiento, de libertad…

Además el temperamento pasional de Beethoven y su espíritu rebelde lo hacen perfecto


para realizar tal osadía, romper con la tradición clásica, formalista y crear una obra tan
informe, imperfecta formalmente, como lo único y singular que hace a cada criatura
diferente del resto. Se trata de una composición hecha de tejido y hueso, de una obra que
tiene por primera vez la osadía de mostrar el alma, las emociones del compositor…

Y aquí surge mi admiración por Beethoven, que tuvo el valor y la osadía de que su música
fuera él mismo, sin la intención de agradar a nadie… de hecho el compositor se encuentra
en un momento de su vida que le sume en la desesperación, en la angustia por su
incipiente sordera, y así se mueve la emocionalidad de Eroica entre la tempestad y la
heroicidad…del artista hundido, del ave fénix que resurge de sus propias cenizas en un
nuevo comienzo se trata de una música menos formal - racional y más emocional.
Lo que no cabe duda que Beethoven consigue aquello que anhela, incluso mucho más de
lo que él hubiera imaginado, pues su legado musical no solo llega a los hombres de la

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época, sino que trasciende hacia lo inmortal, su mensaje llega a la humanidad hasta tal
punto que “La coral” de su 9ª sinfonía, es declarado por la Unesco como patrimonio de
la humanidad.

Personalmente, Beethoven representa para mi el genio, el talento desafiante, la osadía y


el atrevimiento, de alguien que lo había perdido todo y supo reinventarse para nuestra
dicha, que resurgió para dejarnos un legado musical incomparable.

Beethoven es una tempestad que cambia por siempre el futuro de la música, se coloca en
el centro de sus composiciones. Tal y como advierte Haydn cuando da su opinión sobre
esta obra Beethoven ha hecho algo que ningún otro compositor ha intentado, se ha
colocado en el centro mismo de su obra, nos permite entrever su alma, supongo qu
por eso es tan estruendosa, esto es algo muy nuevo El artista como héroe. Todo es
diferente desde hoy.

Y hasta aquí llega este video sobre Eroica, espero que te haya gustado, deja tus
comentarios y nos vemos en el próximo video… y recuerda “Ojos que no ven” el musitaro
te lo cuenta.

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