Está en la página 1de 1

Ronroneo

Leia Artemisa Black

Era un día normal, aunque algo lluvioso, pero aún así uno
como cualquier otro. Estaba en camino a la escuela cuando lo ví,
aquel niño que siempre estaba solo, ese chico que nunca podía
recordar. Siempre que intenté acercarme, algo me interrumpió.
Sentí curiosidad cuando se adentraba a un callejón, así que lo
seguí lo más sigiloso que pude, no quería asustarlo. El olor a
basura era asqueroso, pero mi curiosidad era superior al asco.
Asustado quedé yo cuando escuché un grito desgarrador, salí de mi
escondite, preocupado por su bienestar. El estaba tirado boca
abajo en el suelo, así que lo di vuelta para poder ver si estaba
bien. Grave error. El niño con la cara tan pálida como fantasma,
cabello castaño y ojos grises, era yo. Sintiendo un balde de agua
fría encima, lo último que ví fue como me desintegraba en mis
propias manos, como arena deslizándose entre mis dedos. Cerré los
ojos con fuerza mientras percibía un gran dolor desde el centro de
mis entrañas, como pequeñas agujas clavándose lenta y
profundamente en mis órganos. Ante todo el sonido de la ciudad, lo
último que pude escuchar fue el suave y arrullador ronroneo que
heló hasta la última gota de sangre en mi cuerpo.

Mia Martínez Colman


1-b

También podría gustarte