Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD AMERICANA

Calidad y Logística

Elaborado Por:

Soto Quesada Cailyn

Profesor:

Flory Tatiana López Ramírez

Número de carné:

2023630090011

Nombre de actividad:

Tarea 5: Las 5S

Fecha:

22/10/23
La técnica de las cinco "S" para ordenar tu casa
Lugar sin intervenir:

“No sé por dónde empezar.”


¿Quién no ha estado ahí? Parado frente al armario que desborda de prendas que
hace años no usamos, calzado que ya pasó de moda y artículos varios. O mirando
paralizado ese ambiente que quisiéramos cambiar, pero no sabemos cómo tener
un método puede ayudar y mucho.

Uno de los métodos que se pueden utilizar para esos cazos es el de las 5S

“Es un método de gestión de calidad, utilizado principalmente por empresas, que


se basa en un mejoramiento continuado y progresivo. Su estrategia consiste en
que no debe pasar ni un solo día sin que se haya realizado alguna mejora, por lo
que es preciso ser inflexible y constante. Esto puede aplicarse tanto a nivel social,
como laboral o familiar. Sea cual sea la meta que nos fijemos, la cuestión es ir
consiguiendo logros diarios y graduales”, explica Quan.
Aplicar las cinco “S”

La técnica más utilizada por el método de las cinco “S”, originada en Japón hace
50 años. Quan explica cómo aplicarlas:

Seiri (clasificación)
El primer paso del método de las cinco S consiste en eliminar todo lo innecesario.
Para ello hemos de identificar qué objetos de nuestro hogar tienen un sentido, una
utilidad, y quedarnos únicamente con ellos.

Si nuestra casa está llena de cosas que no utilizamos, están en mal estado o son
viejas debemos prescindir de ellas para evitar que se conviertan en obstáculos.
Por poner un ejemplo, puede que en nuestro comedor haya revistas anticuadas
que ya nadie lee, cuadros viejos que acumulan polvo y degradan, o simplemente
elementos decorativos que no sirven más que para ocupar espacio y llenarse de
suciedad.

Para eliminar toda esa acumulación es suficiente con que dediquemos cinco
minutos de cada día a deshacernos de lo innecesario. De este modo, iremos
despejando progresivamente nuestra casa de todos los elementos sobrantes y,
antes de lo que pensamos, habremos conseguido desobstruir los espacios.

Seiton (orden)
En este segundo paso se trata de determinar la manera en que colocaremos todos
aquellos objetos que hemos seleccionado, los necesarios, y hacerlo de una forma
eficiente para que nos resulte fácil encontrarlos.

Hoy en día disponemos de numerosos sistemas que nos permiten ordenar y


clasificar. Podemos elegir aquel que consideremos más adecuado, teniendo en
cuenta que lo esencial es que cada cosa esté siempre en su lugar específico.
El hecho de tenerlo todo ordenado, ubicado en el sitio que le corresponde, no solo
nos ayudará a mantener despejado el ambiente, sino que nos proporcionará un
tiempo extra y una energía muy valiosos; lo que antes destinábamos a la
búsqueda cuando el desorden dominaba la casa.

Seiso (limpieza)
Cuando hay orden y el espacio está despejado, es mucho más sencillo mantener
la casa limpia. Si además nos deshacemos de todo aquello que provoca suciedad
y procuramos no manchar, tan sólo serán necesarios unos hábitos regulares de
limpieza para tener un ambiente pulcro.

Este tercer paso consiste en purificar nuestro entorno, librándolo de elementos


como el polvo, los desperdicios, las manchas y todo aquello que contribuya a
estropear o contaminar el espacio y los objetos que lo ocupan. De esta manera,
cada vez que vayamos a utilizar algo, una lámpara, una prenda o un mueble, lo
encontraremos en perfecto estado.

La limpieza ayuda a mantener el orden en nuestro hogar y, al igual que el orden,


refleja nuestro estado interior. Por eso es importante que dediquemos cada día
unos minutos a asear algún ámbito de la casa, independientemente de la limpieza
semanal. Podemos destinar este tiempo a rincones normalmente descuidados
para conseguir que nuestra vivienda resplandezca. Al hacerlo, brillaremos por
dentro también.
Seiketzu (estandarizar)
Ya hemos vistos los tres primeros pasos del método de las cinco S y sabemos que
cada día hemos de destinar unos minutos a clasificar, ordenar y limpiar nuestra
vivienda por secciones. Ese pequeño esfuerzo nos dará grandes resultados que
merecen ser mantenidos, ya que, si no, los perderemos y nuestro hogar volverá a
su antiguo estado. Para conservar la limpieza y la organización general, lo primero
que debemos hacer es definir el nivel que queremos conservar. Es decir, tenemos
que marcarnos un estándar y ceñirnos a él. Para ello debemos realizar revisiones
periódicas que nos aseguren que no bajamos la vara, que nuestros armarios
siguen igual de limpios y ordenados, nuestro comedor tan pulcro como siempre y
nuestra cocina bien reluciente.

Mantener el mismo grado de limpieza y orden en toda la vivienda resulta fácil si


establecemos unas normas sencillas que deberán aplicar a todos los miembros de
la familia. Por ejemplo, dejar las camas hechas antes de salir de casa, devolver los
objetos siempre a su lugar una vez utilizados, depositar los zapatos en la entrada
al llegar de la calle, ordenar la cocina después de cada comida. De esta manera,
nos aseguraremos de alcanzar esa estandarización que nos hemos fijado y
podremos conservar nuestra casa en un perfecto estado de higiene y
organización.
Sheitzuke (disciplina)
El último paso de este método consiste en seguir siempre las normas fijadas. La
finalidad es que se conviertan en un hábito y se hagan de forma rutinaria para
asegurar que se mantiene el nivel de orden y limpieza que nos hemos fijado.

Antes y después:

También podría gustarte