Está en la página 1de 2

Trastornos de la conducta alimentaria

Los trastornos alimentarios son enfermedades graves que afectan tanto la


salud física como la mental. Estas afecciones incluyen problemas en la forma
de pensar sobre la comida, la alimentación, el peso y la figura, así como en los
comportamientos alimentarios. Estos síntomas pueden afectar tu salud, tus
emociones y tu capacidad para desenvolverte en ámbitos importantes de la
vida.
Se trata de un problema de salud mental que aparece con más frecuencia en
la adolescencia debido a la mayor vulnerabilidad que presentamos las personas en esta
etapa de la vida, en la que se está formando nuestra identidad y se producen cambios
corporales importantes. La incidencia es mayor en mujeres.
Sus síntomas varían según el tipo de trastorno alimentario. La anorexia, la
bulimia y el trastorno alimentario compulsivo son los trastornos alimentarios
más comunes. Las personas con dichos trastornos pueden tener diferentes
tallas y tipos de cuerpo.
La mayoría de los trastornos alimentarios implica centrarse demasiado en el
peso, la forma del cuerpo y la comida. Esto puede derivar en comportamientos
alimentarios peligrosos. Estos comportamientos pueden afectar gravemente la
capacidad de obtener la nutrición que el cuerpo necesita. Los trastornos
alimentarios pueden dañar el corazón, el aparato digestivo, los huesos, los
dientes y la boca. Pueden llevar a otras enfermedades. También están
relacionados con la depresión, la ansiedad, las autolesiones y los
pensamientos y comportamientos.
Los tipos comunes de trastornos alimentarios incluyen:

 Atracones de comida: Es decir, comer sin control. Las personas con trastorno
por atracón siguen comiendo incluso después de estar llenas. A menudo, comen
hasta que se sienten muy incómodos. En general, después tienen sentimientos de
culpa, vergüenza y angustia. Darse atracones de comida con demasiada
frecuencia puede causar aumento de peso y obesidad. El trastorno por atracón es
el trastorno alimentario más común en los Estados Unidos
 Bulimia nerviosa: Las personas con bulimia nerviosa también tienen períodos
de atracones. Pero luego se purgan provocándose vómitos o usando laxantes.
También pueden hacer ejercicio en exceso o pueden ayunar. Las personas con
bulimia nerviosa pueden tener poco peso, peso normal o sobrepeso
 Anorexia nerviosa: Las personas con anorexia nerviosa evitan los alimentos,
restringen severamente los alimentos o comen cantidades muy pequeñas
de solo algunos alimentos. Pueden verse a sí mismas con sobrepeso, incluso
cuando están peligrosamente delgadas. La anorexia nerviosa es el menos común
de los tres trastornos alimenticios, pero a menudo es el más grave. Tiene la tasa
de mortalidad más alta de cualquier trastorno mental.

Los síntomas comunes de los trastornos alimenticios son:


Hacer ejercicio excesivo Ir al baño inmediatamente después de las comidas Tomar
pastillas diuréticas o laxantes, Depresión y Caries en la boca. Dependiendo de si la
persona padece anorexia o bulimia, presentará además otros síntomas característicos de
cada uno.

Factores psicológicos que pueden contribuir a los


trastornos alimenticios:
 Baja autoestima
 Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
 Depresión, ansiedad, enojo y soledad

Factores interpersonales que pueden contribuir a los


trastornos alimenticios:
 Relaciones personales y familiares problemáticas
 Dificultad para expresar sentimientos y emociones
 Haber sido fastidiado o ridiculizado basado en su talla o peso
 Historia de abuso físico o sexual

Factores sociales que pueden contribuir a los


trastornos alimenticios:
 Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un
“cuerpo perfecto”.
 Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y
hombres con ciertos pesos y figuras.
 Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no
a sus cualidades y virtudes internas.

Los trastornos alimenticios pueden ser letales debido a diversas


complicaciones médicas y al alto riesgo de suicidio asociado. Los planes de
tratamiento pueden incluir psicoterapia, atención médica, asesoramiento
nutricional o medicamentos.

También podría gustarte