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DIÓCESIS DE FACATATIVÁ

I VIACRUCIS JUVENIL-VOCACIONAL
25 DE MARZO DE 2023
GUAYABAL DE SÍQUIMA

• MONICIÓN. (P. Willington)

La Cruz de Cristo es sin lugar a dudas el mayor signo de amor de Dios


para la humanidad. Bien ha dicho el Señor Jesús en el evangelio de San
Juan: “tanto amó Dios al mundo que le dio a su único hijo, para que todo
el que crea en Él tenga vida”. De ahí, que la Iglesia, motivada por el
Espíritu Santo, y consciente de ese amor divino y grande, ha entendido
en el misterio de la pasión y muerte del Señor, la necesidad de recordar y
renovar esa entrega de amor, pero también es un compromiso a guardar,
de nuestra parte, con fidelidad, el mismo amor hacia Dios.

Por eso queridos jóvenes, nos congrega hoy la cruz de Cristo, misterio de
amor y de salvación, de dolor y glorificación. El lema que acompaña este
primer viacrucis juvenil-vocacional es “SIEMBRO CON LA CRUZ Y
ME ENAMORO DE JESÚS” es una clara invitación a ver nuestras
vidas desde el misterio pascual del Señor, desde la cruz que representa
nuestras vidas tan chocadas por los sin sabores de la vida, pero llena de
esperanza en un mejor mañana.

Sembrar con la cruz es la mejor experiencia y sobre todo la más grata


tranquilidad de que todo terreno por más difícil que sea, logrará dar los
frutos de una feliz vida (aunque con sacrificios). Para enamorarnos de
Jesús se requiere abrazarnos a su cruz, estar con Él, sentir con Él.

+ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo


R/ Amén

❖ Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he
cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un
Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu
infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de
llevar a la vida eterna. Amén.
1
Primera estación: Jesús es condenado a muerte.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 23, 1-5

<< “Y levantándose todos ellos, le llevaron ante Pilato. Comenzaron a


acusarle diciendo: “Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo,
prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que Él es Cristo Rey.” Pilato
le pregunto: “¿Eres tú el Rey de los judíos?” Él respondió: “Sí, tú lo dices.”
Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: “Ningún delito encuentro en
este hombre.” Pero ellos insistían diciendo: “Solivianta al pueblo,
enseñando por toda Judea, desde Galilea, donde comenzó, hasta aquí”>>

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Fabián)

Sentenciado Señor por mí, entregas tu vida al poder y voluntad del mundo.
Señor ¿cuánto fue el precio de nuestra libertad?
Solo y despojado de tu dignidad vienes a mí con tanta bondad.
Hoy mi sentencia es la depresión, mi largo llorar. Solo y abandonado me
siento cada día más.
Más tu acompáñame en la soledad, sana mi depresión, libérame de esta
cárcel que me inquieta más.
Rompe mi silencio, sácame de la soledad, toma mi depresión y enciende en
mi pecho la llama de tu amor.
Sacúdeme Señor del sueño que me pasma más, despiértame a la vida que en
ella tus obras pueda alabar.
Toma mi sentencia, cárgala sobre tu espalda que pueda experimentar de tus
manos la libertad.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.


Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

2
Segunda estación: Jesús carga con la cruz a cuestas.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Marcos 15, 20

“Entonces se lo entrego para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús,


y Él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en
hebreo se llama Gólgota.

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús

Para orar: (Kevin)

Cargar la cruz después de una noche agitada no es fácil. Cansado el Señor


sin alimento alguno, maltratado, herido y desangrado le ponen otra carga
más. La cruz es pesada y sin embargo el Señor la asume; se abraza a ella, la
besa y la carga con amabilidad. Qué ejemplo el que nos da Jesús para vencer
el ensimismamiento ¿cómo superar la indiferencia? Asumir es la clave que
nos da el Señor. Salir del cansancio de cada día para descansar y contemplar
lo nuevo que Dios por amor al hombre concede. Cargar la cruz nos ha de
llevar a reconocer los miles de rostros que se acercan a esto que llamamos
existencia. Las caras de muchos que nos animan a ver la vida en comunidad.
La cruz hay que cargar si en la vida quieres triunfar.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

3
Tercera estación: Jesús cae por primera vez.

Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.


Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Marcos 8, 34

«Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus


Discípulos, les dijo: “El que quiera venir detrás de mí, que
Renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga».

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús

Para orar: (Antonio)

Jesús cansado por el camino, cansado cae bajo el peso de la cruz. A su


alrededor los rostros de muchos que lo alabaron, de otros que lo condenaron,
de miles que lo aceptaron. ¡Cuántas máscaras Señor tuviste que ver! Son los
rostros que se ocultan bajo una falsa fachada, de aquellos rostros que rehúsan
hacer público su dolor, los que aparentan la bondad cuando solo hay maldad.
Es el rostro que se niega a aceptar su realidad. Raíz de la mentira el pensar
rechazar lo que en verdad se vive en el corazón del joven actual. Por eso
Señor caes bajo el peso de mi falsedad, de mi mentira la mayor debilidad.
Levántame Señor y llévame a la verdad, que en tu rostro yo contemple la
verdad de tu luminosidad.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

4
Cuarta estación: Jesús encuentra a su madre.

Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.


Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Lectura de las Lamentaciones 1, 12.16

«¡Vosotros, los que pasáis por el camino, fijaos bien y mirad si hay un dolor
comparable al mío: a este dolor que me atormenta, ¡porque el Señor ha
querido afligirme en el día de su furor! A causa de esto, estoy llorando, mis
ojos se deshacen en llanto, porque está lejos de mí el consolador que podría
reanimarme. Mis hijos están desolados, porque triunfa el enemigo».

Palabra de Dios
R/. Te alabamos Señor.

Para orar: (Alfredo)

En medio del dolor que felicidad tan grande, que encuentro providencial
entre creador y creatura. Cuánto sufre y llora la Madre del amor al
contemplar al hijo desfigurado por tu ingratitud. Es el encuentro más grande
de hijo y madre, cuánta riqueza la que nos da el Señor, que no hay en esta
tierra corazón tan parecido al de Dios mi Señor que el corazón de una madre
traspasado por el mismo amor.
Hoy la maternidad se debe reivindicar como signo claro de vida y de
cooperación con el Dios amor.
Mujer comprende tu dignidad y empodérate de luminosidad. Tu Dios te creo
para ser fuerte imagen de su amor. No denigres tu vocación, encuéntrate con
el Señor y a sus brazos ve a restaurar tu corazón.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

5
Quinta estación: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la
Cruz
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 23, 26

«Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que


venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús».

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús

Para orar: (Sebastián)

Jesús camino al calvario deshidratado va, el miedo de los guardias parece


hacerse realidad: no va aguantar, morirá ya en el caminar.
Un hombre de campo, por aquel mismo camino va, lo obligan a cargar la
cruz de la iniquidad.
Solidaridad brota del corazón humano al ver tanta injusticia con mi hermano
que el mismo sendero quiere transitar.
Joven de hoy, no te preocupes más, hay otros que a tu lado te quieren ayudar.
Vuelve tu rostro joven y contempla que lado a lado las manos de muchos,
por caridad, a tu encuentro vienen ya. No te olvides de tu otro, ellos esperan
más de tus manos la práctica viva de la solidaridad. Ayúdales, no seas necio,
sé otro Cirineo que movido por la caridad logra vencer el orgullo y la
frialdad.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

6
Sexta estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Lectura del libro de Isaías 53, 1- 7.

«¿Quién creyó lo que nosotros hemos oído y a quién se le ¿Reveló el brazo del
Señor? Él creció como un retoño en su Presencia, como una raíz que brota de una
tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto
que pudiera agradarnos. Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de
dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan
despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero él soportaba nuestros sufrimientos y
cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por
Dios y humillado.
Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El
castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados. Todos
andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor
hizo recaer sobre él las iniquidades de todos nosotros. Al ser maltratado, se
humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como
una oveja muda ante el que la esquila, él no habría su boca».
Palabra de Dios
R/. Te alabamos Señor
Para orar: (Oscar)
Contempla joven en esta estación la mayor prueba de compasión. Un hombre
sin rostro va, condenado por tu voluntad. Mira la caridad de una joven mujer
que no dudó en dar lo mejor de su ajuar. Sin rostros vamos hoy muchos
jóvenes en el andar, desfigurados por nuestra propia maldad.
Limpia tus manos joven, ve tu bondad la misma que Cristo palpó en tu alma
cuando por amor la vida te dio.
Renueva tu imagen, cambia tu mente ya. Limpia tu alma y adórnala con
caridad. No dejes a un lado lo que Dios quiere hacer por ti ya.
Abrázate a tu cruz y busca en ella la vida, porque solo en ella el Señor te
salvará.
Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

7
Séptima estación: Jesús cae por segunda vez.

Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.


Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 12, 14.

«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere,


queda él solo; pero si muere, da mucho Fruto.»

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Yerso)

Cansados estamos todos, pues llevar la cruz nos carga más.


Líbranos Señor de una cosa: del ser indiferentes a tu cruz. Que la ausencia
de fe no me lleve a caer bajo el peso de mi pobre humanidad.
Enciende en mí Señor el ardor de la fe que ella me ayude a romper la frialdad
de mi corazón.
Busco rumbos nuevos, me canso de lo mismo, ya todo se vuelve cursi, nada
llena mi fascinación.
Que la fe renueve todo mi interior, ilumine mi oscuridad. Llena ella el vacío
y soledad que en nada he podido calmar.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

8
Octava estación: Jesús consuela a las mujeres de
Jerusalén.

Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.


Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 23, 27-31

«Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se
lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, dijo: “Hijas de Jerusalén, no
lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. Porque
llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no
engendraron y los pechos que no criaron! Entonces se pondrán a decir a los
montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Cubridnos! Porque si en el
leño verde hacen esto, en el seco ¿qué se hará?”»

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Luis Fernando)

Como objetos, cosa sin valor, tratadas han sido las mujeres, creación de
Dios.
Por placer las pueden buscar, por llenar vacíos y soledades, por mantener
hogares han sido solicitadas y maltratadas.
Pero cuántas maravillas llevan en el alma grabadas semejantes bellezas. Son
sensibles a la fe, prontas a la sanación y compasión. Solo las mujeres
pudieron tener la dicha de asistir en la agonía al Señor de la vida y más dicha
aún de verlo glorificado en el día del descanso a Jesús resucitado.
Valgan las mujeres lo que son y llenen ellas el lugar que de razón merecen
ocupar: el centro de la vida y la complementariedad del hombre vacío que
sin sentido va.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

9
Novena estación: Jesús cae por tercera vez.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Lectura de la Primera carta de Pedro 2, 21-25

«Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo sufrió por
vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas. El que no cometió
pecado, y en cuya boca no se halló engaño; Él que, al ser insultado, no
respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en
manos de Aquel que juzga con justicia; el mismo que, sobre el madero, llevó
nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados,
viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados. Erais
como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de
vuestras almas.»

Palabra de Dios
R/. Te alabamos Señor
Para orar: (Cristian)

Dios eterno, padre de infinita bondad, que reclamas con amor, lo miserable
de nuestro corazón. Falsos ídolos nos hemos fabricado, hechura de nuestras
manos sin redención. Juegos, música, dinero y lujosidad ocupan el centro de
nuestra felicidad.
Soltemos joven por un instante el ídolo que tus manos sujetan con sutil
vigorosidad.
Contempla a tu Señor, que, por amor a ti, cae con fragilidad, al suelo
derribado va la suprema divinidad.
He aquí a tu héroe que por amor al suelo va, es el héroe de la caridad, es el
mártir de la bondad. Solo a Él tu corazón darás; en tus manos la cruz te da,
llévala en tu pecho con suprema dignidad.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.


Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

10
Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 23,1-5

«Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con
los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La
túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. Por eso se
dijeron: “No la rompamos; sino echemos a suertes a ver a quién le toca.”
para que se cumpliera la Escritura: Se han repartido mis vestidos, han
echado a suertes mi túnica. Y esto es lo que hicieron los soldados.

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Martín)
Vagamos por un mundo que sin verdad está. Cada quién es dueño de infeliz
serenidad.
Muchos se alzan como dueños de la verdad, pero en el fondo solo están
buscando la única Verdad.
¿Cuál verdad es la que buscamos? Aquella que nos dé felicidad
Pero en ¿dónde encontrar tal verdad? En Cristo, únicamente en ella está.
Pero ¿cómo en él si de sus vestidos despojado está?
Si, la Verdad sufrió por darnos claridad, no se la quitaron ni su divinidad,
porque, aunque sufriente y maltratada, la Verdad nunca su rostro cambiará:
Jesús.
Señor, llena mi pensamiento y corazón ya, llénalo de sabiduría y
conocimiento de tu verdad.
Sacia mi hambre y mi sed de verdad en la fuente inagotable de tu corazón
inundado de bondad.
Que tu carne sea cubierta de mi devoción por tu cruz que no tiene igual. Que
mi amor compense tu amargura que por defender la verdad tuviste que
aguantar.
Padre nuestro, Avemaría, Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

11
Undécima estación: Jesús es clavado en la cruz.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Marcos 15, 25-27

«Ya mediaba la mañana cuando lo crucificaron. La inscripción que


indicaba la causa de su condena decía: “El Rey de los judíos”. Con él
crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda.

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Santiago)

En el joven el vacío es grande y mayor la soledad. Dos enfermedades que en


silencio clava con sumo dolor. ¡Cuántos vacíos y soledades van inundando
mi realidad! Tristezas y sin sabores van aturdiendo la felicidad.
Despierta joven, vuelve tu mirar a la cruz y en ella contemplarás al que tu
vacío puedes llenar.
Sólo Jesús es la esperanza, sólo él es tu felicidad.
Si quieres superar el amargor de la existencia, a Jesús debes aceptar. Él es la
alegría del triste, la razón para el que se quiere matar. Que ninguna soledad
te afecte si llevas a Jesús en tu caminar. Vence tus vacíos, acepta tu soledad,
domínalas con el arma con la que Cristo venció; la cruz te ha sido dada para
superar toda adversidad.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

12
Duodécima estación: Jesús muere en la cruz.

Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.


Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas. 23, 1-5

«Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol,


Hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. El
Velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un
Fuerte grito, dijo: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu”
Y, dicho esto, expiró.»

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Juan Camilo)

Parece que la muerte no renunció a su poder, más hambre tiene del joven
que desesperado ve.
No busques tu propia muerte, tómate el tiempo que mereces.
Piensa en tu vida, piensa en tu familia, piensa en ti. Con la muerte puedes
terminar el mar de desdichas en el que te atragantas más. Pero con la muerte
tu desdicha pasa al que por amor sufre más.
Señor que en la cruz moriste, muriendo por mí y por más, con tu muerte
sepultaste todas mis tragedias, en ella te llevaste toda mi infelicidad.
Por mí Señor soportaste tanto dolor, muerte e iniquidad. Llévate mis
amarguras que no busque la muerte con las manos que me das.
La muerte es tan sólo un sueño de esas que vivo ya. Que muera yo al pecado
y en tu cruz resucita a la eternidad. Contigo quiero estar, en tu paraíso quiero
entrar, tómame en tus brazos y lléname de felicidad.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

13
Décima tercera estación: Jesús es bajado de la cruz.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio Según San Marcos 15, 42-46

«Era día de Preparación, es decir, víspera de sábado. Por eso, al atardecer,


José de Arimatea – miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el
Reino de Dios – tuvo la Audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el
cuerpo de Jesús. Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al
Centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto. informado por el
centurión, entregó el cadáver a José. Este compró una sábana, bajó el
cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella.»

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Andrey)
Mi familia es el milagro que canta la hermandad, es más lo que nos une que
lo que nos pueda separar.
Familia es todo aquel que del Señor se sirve y se esmera por cumplir su
voluntad.
Mis padres, mis hermanos, mis amigos son sí de verdad se unen a Jesús, el
máximo ejemplo de sublime hermandad.
Sólo no me siento, son miles los brazos que sostienen y me apoyan en todo
lo que quiero alcanzar.
Brazos que sostienen, amigos que alientan a no retractar el camino de la cruz
que acabo de iniciar. Esa es mi familia que ante el dolor corriendo vienen a
socorrerme. María y Juan, madre y amigo están para sostener a Jesús cuando
la muerte contenta pareciera reinar. Ellos están allí para con su fe poder
evitar que la muerte no reine más, sino que en Cristo con su resurrección
pueda unir en hermandad lo que el egoísmo quiere evitar.
Gracias Señor por los amigos que en toda amargura están, gracias Señor por
la familia signo de tu divinidad.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.


Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

14
Décima cuarta estación: Jesús es sepultado.
Te adoramos, ¡Oh Cristo!, y te bendecimos.
Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Juan 19, 38-42

Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas,


conforme a la costumbre judía de sepultar. En el lugar donde había sido
crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que
nadie todavía había sido depositado. Allí, pues, porque era el día de la
preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.

Palabra del Señor


R/. Gloria a ti Señor Jesús
Para orar: (Duván)

Contigo Jesús hemos llegado al final, tu muerte vida nos da. Un sepulcro no
puede evitar que renazca contigo a una vida sin igual. Sepultados contigo
queden mis pecados, mis miedos y temores, sepultados contigo la soledad y
el frío vacío de una vida sin claridad.
Quiero Señor contigo resucitar, contigo quiero triunfar, rotos ya mis ídolos
libre he de caminar. Rompe mis cadenas Señor, libertad quiero
experimentar, átame en los lazos de tu amor porque ellos son felicidad.
Siembra en mi corazón la esperanza de un mundo mejor y así de mis manos
forjarás el Reino de luz que en gracia se nos da.
El sepulcro no es el final, es tan solo el principio de una siembra sin par.
Siembra en el corazón del joven el germen del amor. Que en tu Resurrección
sienta la paz de una cruz que trae la salvación.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los


dolores de su Santísima Madre, al pie de la cruz. Amén.

15
Oración

Señor, ayúdanos a vivir una vida espiritual fecunda, que sea capaz de
renunciar a nuestro orgullo.
Que pueda superar nuestros miedos, temores y sentir tu voz de consuelo.
Deseamos abandonarnos en tus manos, Señor, y sentir que contigo nuestra
vida es más liviana.
Bendícenos, Señor, y danos la alegría de ser tus discípulos, morir contigo y
resucitar a una nueva vida.
Amén.

Exposición del Santísimo (brevemente en el templo)

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