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FRANCISCO DE QUEVEDO

UN HERÁCLITO
CRISTIANO,
CANTA SOLA A LISI
Y OTROS POEMAS
EDICIÓN Y ESTUDIO PRELIMINAR
;

DE LIA SCHWARTZ
E IGNACIO ARELLANO

,
CRITICA
B AR CE L O NA
{ JosÉ MARÍA M1 c6 Ad·
~U nto a I
ad·1rec(•
RAFAEL RAMOS NocAL Es S 'º''
ecretnrio d
, , e redncc;,
! MANUEL FLO·RENSA M 011

Ü LJs1 T:·
'Pografia
IGNACIO ECHEVAR'~ íA y SusANA p
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VÍCTOR IGUAL Fotocomposición

© 1998 de la edición, prólogo, notas y estudio preliminar:


Lía Schwartz e Ignacio Arellano
© I 998 de la colección: Francisco Rico
© I 998 de la presente edición para España y América:
CRÍTICA (Grijalbo Mondadori, S.A.), Aragón, 385, 08013 Barcelolll
ISBN: 84-7423-744-0 rústica
ISBN: 84-7423-824-2 tela
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1998. - HUROPE, S.L., Recaredo, 2, o8oo5 Barcelona

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• > to Jl1JÜ11' '
j ·
comprendidos la reprograña y el tratamien diante
y la distribucióñ de· ejemplares de _ella me
alquiler 6 'préstamo 1púbhcos.
LA ESTÉTICA DE LA AGUDEZA
Y EL' I•N GENIO
' 1

1 \ \ I 1 1

Fernando Lázaro Carreter iniciaba su conocido,estudio '<< Sobre la dificultad


conceptista» citqndo el ensa~o.que.don Ramón Menéndez ,P.idal había ,de-
dicado a las 'nociones·de Oscuridad y. clificultad.en ,el siglo.XVII. Lq inter-
pretáción que había dado Moné~dez :Pid,l de,>/a,dificu/tad concepti;ta.fifra
con·prrcisió.n la posición estética\ de 1Quevedo, quien, innier's-o e11 las.'polé1-,
micas y rencillas literarias d.e princip'ios del. siglo XVII, la racionalizó apo-,
yá'ndose, precisamente,Len esta dis.tintión,para .separarse"de las,prác.ticas de
la ,aaude~agon°ori,r.ia: , 1 ,, ,, , , •• •• ,, , • •
O O , •. 1 1 , ·•'1 )¡ 11 , ,, 1
1
1
')' ' 1 l ti , ' ¡, \~ \.. , ,,,, ,\,
1 l

Fuora <leLgohgQrism<¡ i la•os0uridád perdíOsu estinlaeión ante el concep-


to ,an,ái<,>go c\e l¡i i:lifi~ljl(t\l q,¡eJ4»r~gt!\'Je•popí. ,;nfrel\t'e; os,c,¡ridac!, lo,
tO<;"!Jffii' la exp,;eiiím, .l',Í<;~o, cp,r1c\eqal¡)e¡,qi~f\'1tad, lo r~Íerente al.asu,Úto:
y reps~\lt1~nt?s, ,mo/~aj1qap,,\i~fr;~pible y a.un pr~ciada.,Quevfdo comba-
ció ~\~ur¡d~dtsa~itiz1 ~e,sPi~¾~e\\te a' ~.ón&i r~, 'cuÍ,te~~no ?dibr~
nco y.ª .s~ tur~~~ ~nund~ción d~ jerigonzas. El no quería ser oscuro, sino
ingenioso; no se propondrá
\ -\
continuo
\ . \
la f ~xp1 re'sión
'
de
e~cubierta ,J corito
Góngora; aunquO tampoco áeféliderá, l:olllo defendía top);,_la '[ ?llstante
llaneza e 'inteligibilidati del lengtlaj'e; yasí, cuando la oéási1óti1 ofrez2a, él se
dispondrá también 'aqúel deleíte in'dagatorio que·Góngora ~e p'r bpone es-
timular:en el lector'¡ pero,10-dispondrá, NO me,diante la oscuridad fopnal,
sino:enla dificultad, sutileza 0 1complie:ació.n del cdnc~pto.l \!, , ,\1, ,
, .tH 1, . . -
\ , 1 d I , ' \ '\ : \\) 1 , 1
1
Sin embargo;.Quevedo rec'rea•el estilo. gongorino:-en no'},otos1de sus poemas
graves, que no condicen ám s1-1s declaraciones,programáticqs,,con las.quepre-
tendía, distinguirse de su famoso predecesor. Las investigaciones,recientes,soJ.
bre la·¡stética barroca .han puesto de manifiesto que el~e~•tilo lacónico,y agu.J
do ,de los autores del XVII estaba ·construido sobre técnicas·conceptuales y
verbales'corhimes, ..que las etiq,uetas peyorativaS1 .de icdnc~ptismo r ~ulte-
ranism'o rio dejabanientrev.er,., , ' \, , ' ~, ,,,.,, ' , · . ·
,1, /Jí.zaro cr.iticá;,pordant0;1 la\idea de que·pudieran·concebirse ambas no::.
ciones"como,d~signaciories de escuelas literarias•rnntraria,s o.enfrentadas y se
propuso señalan\la base·conceptista:del estilo,go~gorino, mientras delimitaba
los,¡¡rindpios.que,gobernaban las prácticas Conceptistds,de Quevedac- ;en,
trándose en,elfenómend mismo de la dificult?d quev_ed,a~a, la diifi~•~• ,en
,¡ plano.expresi1/o, como resultado ,de la «•cum,ulaa~n •e•'.ntensifkacwn. ~e
recursos formales ,del conceptismb ambient~>>,.;n pa~ticu~ar,, la acum~laaon
de metéiforas y:el uso.programático tde la dilogia1o,stlepsis•en el p{ano de lo~.
IX
\XfAIZ'l1,; - . ' \J

LÍA scrl
)( en cambio, las prácticas co
es, Ett
córigora,
d una «culta. ' difi l ncepti
1 icu tad», collst . stc¡s s
,cr,,1 . , ,da e1, , n11J
¡ur&"' 1 l l /a bilsq"' , ,et6ricos, entre los que dest ª sob,eeºo,.
. . {atl co/1
i,,,,,,r,erie. <le ,eo1rs0-. 1.i {éx1cos y ,r.
I eferencia por prq,usas alusíone . itso d .r/q
)' a pr -'' 'd d d I
acan el
s n11to/, ee, 1
e lo

,,,,,, · ,¡ ¡,;,,érbat 01 . c(oscun a e su enguaje po, . · ºgicQs ',


. ,,as , r . laJanios . . l et,co q,
1,.,1 . ' /'t arfa/1 e11 · · ib/icado rmgma .mente en 1956 fi · 'e
e crista I d ¡J¡z aro, P' d •¡ ,.. d ¡ , ue i
.i El· tra/Jajo e . I r,e11órnerio e a estetica e a agudeza d 'No de 1
11r e 1· •v · · d esd os
. . et/ res//11 . habían •¡uO ¡,nponzen . o a partí d e 1·11,¡ e
,,,,,nerM , . as que se b1 D, r e /e¡ 0Das
r tivas teoric 1 • .,¡ llevada d\ca o por amaso Alo reva/
erspec ' goni1orttl"',\ .. d. b l ' nso y l ra,
.·, de /a poesia 1:, En su estu tO so re as retoricas d 1 osPoer
P . , . del 27'
0011
c eneraciott do nuevamente,. esta trayectoria e a aigi1de:zas
ea f¡a 'traza , ,r, recorda a,
l
d~,1•rcedes Blat1CO . de su recepción. En 0ecto, conocida es l I. Ndo los
iv, e ' . ifi,cativos . . . . a 1lstor·
!,iros ,,,as s1g111 d' , ·entos del 111gent0, que caracterizaron el l . ia de/
rechazo e l0) .
. proce 11111 b rrocos. Los i deales,del neoclasicísmo di engu . C!Je/¡_
.
d scrrtores a . , d p ¡ ecioches
terario de los e . ·ones de Menen ez e ayo, para quien l co se
1 /as op ¡ e cuft
perpetuaron " . . 1111· dn ,ilemflol del «ma gusto» barroco . .. ""·0
l oncepttsmo er :J . ' • ' op1n1on t
nisrrio Ye e 'd h.:Juchos 'historiadores y mticos de nuestro si ¡ -
dav1a, coir,partt a por,,. J ' . 1 o. 1-I
r pues, I1as··r·.ala,, década e los ,ancuenta para . que se ar:
i
. ªY
v1a11cen 1
q11e espera.' J '. t ,'ricas de [ós estilos en boga en la literatura del sial , as
a. iterpretaet0ne$ . _· ¡¡s q[os que . ' i • J1.·¡anova
. Antonio . . bl.1ca s11 monume
pu 6 o XVI/.
t1
S011.esos los
d p ... anos
r
' n
en ·ae Góngora, Alex an er . Parker examin.a laªªa des-
, , , , , . d A n
1ud10 e1 o1ne, 'a de.0Queuedo Edward. . Sarmiento . se ocupa de los escrit º 11 e-
za en la poes1. ' · , . ores
. t del XVIJ ·a,los' que venia estudiando desde la publicación des
conceptts as ,. , . . ., 11s
estudios sobre la hgudeza y arte de mgem? de Gracian . Por esos a,fos,
asimismo, intenta definir la agudeza metef,s1ca S. L. Bethell, centrándose
también en.el tratado teórico ·de Gracián, como lo había hecho T. E. 1vlay.
Se generaliza, así lmtendenci¡i•a explicar las prácticas de la agudezaen re-
1
lación con los manuales que la1codificdron en años inmediatamente poste-
riores a los de su difusiór~. Los juicios, anacrónicos sobre el < <mal gusto>>
barroco serán sustituidos por sucesivos análisis de los procedimientos pues-
tos en juego para;producir,'Conceptos,po~ los grandes escrito res del XVII ypor
rns epígonos. En el ámbito de la crítica anglosajona, no poco debe de haber
contribuido a.este cambio ·de·estrategia,la difusión del conocido est11dio de
Ro'.emond Tuve sobre la paesía isabelinU,y metaftsica, en el que se aaali1"
la imagen poética ,reconstruyendo el método utiliz ado en los siglos XVI Y
)vVJI, que se afhzn'zaba ya en el entrenamiento escolar. Se enseñabaª pro·
5
dudr ü•ágenes mediante Id aplicación de las praedicamenta ari 10té'.i"''
proced1m1ento
. recomen dado, tam b.ten, , , .como es bien sabt'do, por Gracia// · c11
1111 0
el Discurso , rv d d
esu trata o, al enum'erar los <<adjuntos > e tern e// /os 1 d ¡ , ·
que debta pensar e·¡ escntor . para , producir,una correspondenoa. .
ESTUDIO PRELIMINAR XI

Los est11dios de Maurice Nlo /ho , Nancy P. Wardropper Benito Pele-


1

gri111 Antonio Carreira 1 Mercedes Blanco o Emilio Hidalgo-Serna volve-


rá/! sobre estas westiones en las décadas siguientes. Corolario de estas in-
J1estigaciolles es que hoy pensemos que sólo la comprensión de la técnica
lógico-retórica q11e Cracián o Tesauro explicaron y ejemplificaron en sus
tratados! a pesar de los -matices diferentes con los que se revela en la Agu-
deza y arte de ingenio y en el Cannochiale aristotelico I permite re-
construír con precisión la estructura de los conceptos poéticos que configuran
/os textos de nuestros escritores barrocos montados sobre tropos diversos
1

-metáfora! metonimia, oxímoron- o resultado de la combinación de varias


.fig11ras del diswrso en grados diversos de complejidad. De modo semejante
ha podido revaluarse la función de la docta erudición en la producción de
i11ge11iosos conceptos (Discursos LVIII y LIX) o los modos de concretarse el
ingenio en la teoría y práctica de Cracián, es decir, la relación que se esta-
blece en su tratado entre la agudeza de concepto, la agudez a verbal y la agu-
deza de acción. La noción de conceptismo., pues, no resulta ya reducida a sus
aspectos verbales sino que es considerada en sus rasgos literarios yfilosóficos,
relacionando así estética y moral (como explica Aurora Egida). Paralela-
mente, se ha hecho hincapié en que el concepto, basado en metáfora o en
dilogía, puede estar construido tanto sobre una recóndita alusión culta,
mitológica o literaria, como sobre una silepsis o dilogía de origen popular.
M. Chevalier"ha recogido así los antecedentes jocosos de numerosos equívocos
de Quevedo, que se remontan a las prácticas del motejar, tan generaliz adas
a comienzos del siglo X VII y en las que se apoyaron numerosos textos joco-
serios y satíricos de autores reconocidos de los siglos áureos.
Las conexiones establecidas entre los textos y los manuales que codifica-
ron los estilos barrocos no han permanecido inmutables, sin embargo, en
parte por las dificultades que presenta la reconstrucción misma de las clasifi-
caciones al uso en el XVII. Una revisión de las interpretaciones de A.A.
Parker y T.E. May ha sido emprendida, recientemente, por MJ. Woods,
quien retoma el análisis del concepto gongorino a partir de una revaluación
de las clasificaciones de la agudez a de Cracián. Woods propone, así, supe-
rar la oscuridad misma del sistema escogido por Gracián para clasificar los
diversos tipos de conceptos deteniéndose en una lectura minuciosa de las de-
finiciones y de algunos ejemplos de la Agudeza, en relación con las teorías
lógicas y psicológicas que circulaban en el siglo XVII.

CONCEPTO, CULTO, CONCEPTISMO Y CULTERANISMO.


La l1istoria del origen y desarrollo semántico de las designaciones concep-
to y conceptismo, culto, cultismo y culteranismo fue trazada ya por
XII LÍA SCHW.-AR.'FZ E I
GNA.c10
i\ntl
A. IS;ollard. Culto !limado, artificioso' pas,0 . l~~G
·, , · aSta ·
Góngora y,los poetas gongortstas, .que reco . 611ificc¡r ,
u· ¡ 1f. •, , 'gteron do
tes en el uso que nerrera e conJirto a fa pal b con 110t _cto e,
. . . l ,
1
a ra en ac,a i1

recursos que distingut~ronia,


. a nueva poesía
' cu1ta d sus Ainotne ,i1i
1
¡

fierencia por el cultismo,


., .
renovador del léxico , _e Cóna ªtj01
l . . poet1c0 . t<i°'afi
gura que permttta acercar a sintaxis castel[ana al Por e1/· e,0·
11
1

ción que se manifestaba en la recreación del d. ª de[ lat' '%0


' ' iscurso . 'n ·
1

característicos de la poesta grecolatina. .


1
111tto/6a,· ' Po,¡
<S c
oy
, , Mercedes Blanco, por su parte, ·ha exami d de
~ na o el
lexema concepto en,Espana y c0tros países eu~ catnp0 s
' d d apeos . e1na¡
haustivamente los- trata os. e Matteo Peregrini ( ' lt!ientras
1

. ' d Iu50) e ª"al


y E. Tesauro (1654 )·, comparan olos con. las dos '. · Pelieari
.' L 8)\ R . , vers1on d (\ "(
de ,Gracian (1642 y 1u4 '!. evisa:ast las desiana . es ela4
. . . . º Clones d . 111
la época: ·1ngen10, entend1m1ento, discreción , 1 e1ntehger
adquin ' . s agu deza y concepto poéticy e sentid·0 que
. 'd o,los termtnl
., h b , ,
1

'd . oyconc
cabl·e. Gracian a riaasisomett o.auna i<<descriflc'' · epto¡
r ion metód'
dimiento por el cual la facultad del ingenio producía a icai¡e/
,r. , , l l ¡ ifi ., d rgudezas 11111.
oJrecia, para e amente, una c a~t tcacion el·concepto. El ,
. , dl d manual
presenta ba·como una teoria e a agu eza y, al mismo tiem P
O
,
11

pología del concepto; de allí su utilidad para entender lospp ,dc~mo u,


,. . roce 1m1e1111
tortcos puestos en Juego por un autor para producir,concentos O d
' t'
I

bales. Se entiende generalmente que, para Gracian, el térmi'no con¡¡


referiría al <<actd>> y la agudeza a su <<objeto>> por excelencia. La disti,.
entre ·conc::epto y agudeza no es si~mpre sistemática, con todo, ya
Gracián parece usar,ambos términos de modo intercambiable como/u 1

ñalado·recientemente MJ. Woods. La tríada concepto agudeza ein 1

nio, yuxtapuestos en la teoría de Gracián,,constituye un modeloco11e¡1


que permite reconstruir hoy toda la producción.verbal y literan'a delosa11l1
barrocos, según M. Blanco. •· , 1
, •

Según' las definiciones corrientes .del término en la época barroca,,cc


cepto designaba un pensamiento profundo 01agudo, y, de maneramas~
. l ' mo imreamo1
plza, •una modalidad ·de la expresiónfigurada . Se oveta co
e
cwr
'l' ' pto es como
ti istico que produaa maravilla en el receptor. , once · ¡sen1iJ01
I 1

un . ¡·ianismo,
ita . cuyo uso puede retrotraerse h'as ta ¡4óo' en eptoi
oh ' ' de conce
111
/ ' I
pensamiento'. Curtius indicaba yl:l que ./a d0 1nicion• ¡meravez/
acepcion · da que adqumo
·' genera ¡iza . ., en e,l x_v·iiJ ªr1narece' porpr
G ¡111 bert011
cª:
1 ,

el prólogo a los Concetti divinissimi di Girolamo t aw1·110Pellet


1562, .quien -lo define como <<l'acutezza d'un bel et.~>>
d .d [apa/avra_
111
¡

. ¡ fi qon, e 01111
·:
, J' 11'11l
1

no ya -habia expuesto, en detalle, el sentido Y a u~ d ¡ 5 proce


ia vgo Del concetto- poetico; de 1598: La prac' ttca e o
d.'l
ESTUDIO PRELIMINAR XIII

retóricos para producir un concepto, un dicho agudo o un pensamiento pro-


fundo tenía praedentes ya estudiados en la literatura medieval y renacen-
tista, pero es 1en estos tratados del•XVI y del XVII donde se especifican los
procedimi·entos retóricos utilizados programáticamente por los escritores
del vCVII.Justifi,caba así Gracíán la escritura de su tratado:

Hallaron los antiguos métodos al silogismo, arte ~l tropo; sellaron la agu-


deza, o por no ofenderla, o por desahuciada, remitiéndola a sola la valen-
tía del ingenio.,.,., No p¡isaban a observarla, con que no se halla reflexión:
cuanto menos definición.
Eran.los concepFos pijos más del esfuerzo de la mente que del artificio,
pero grandes ... Concebían.se otros acaso, salían a luz sin magisterio. La
imitación suplía al arte, pero' con desigualdades de substituto, con caren-
1 • 1 ' • J
cias de variedad. La contingencia de especies tuvo también gran parte, que
prohijaroii gustosos críticos a la ventura. Pero no se puede negar arte don-
de reina tanto la dificultad. Ármase con reglas un silogismo; fórjese, pues,
1
con ellás un conéepto. ' · . ·
,, ¡!

Gracián se eiforzará; por ello, en presentar el ingenio y la agudeza como un


0

arte nuevo q'ue,,entrelazando lógi¿á y retórica y desarrolfando un nuevo uso


del orn'atus, tendría como ~bjetivo la construdión de sutilezas. Por ello es po-
' su tratado como una <<retórica de la nueva poesía>>, que se con-
sible entender
centra 'én el estudio ~e1la docutio 'desde la perspectiva de los nuevos códigos
qué regían tanto ia pro'ducción de enunciados oratorio~o·'doctrinales, 'como
poéticos. El maridaje de retórica ypoesía ya se había iniciado en el siglo I de
nuestra era, cuando los viejos procedimientos codificados por los sciftstas se vol2
vieron a aplicar al estudio yproducción de los lenguajes literarios. En o'tra di-
mensión, el tratad~ d~ Gracián propone subsumir bajo las agudezas de árti-
ficio, la agud~za de concepto, que atañe a los discursos
t 1
,
filoséificos, y la agudeza
de acción, que pertenece a la moral, superando, de este modo, la oposición de
lo estéti~o y lo ético en busca de una original conexión de belleza y verdad.
' ' ' \. ' l

DE LA VARIEDAD DE LA AGUDEZA A SU RECONSTRUC-


CI ó N . Conocida es la definición de concepto que nos legó Gracián:
! 1 '' \

Consiste pues este artificio ~onceptuoso en ~na primoros concordan-


, ' 1
~

cia, ~n un~ armónica cdrrelación entre dos o' tres cognoscibles extremos,
1

expresada por un acto del ent~ndimi~nto .. . D~su'erte que se puede defi-


nir el concepto: es un acto del entendimiento que ·exp1rime la correspon-
dencia que se halla ·entré los objetós. La·misma consonancia o correlación
artificiosa exprimÜ:la, es la sutilezaiobjediva (Ii>iscurso •II).
LÍA scHW~RJFZI E.l [0NAi€ff Q) , 1\.Q_B
XIV
lti\ Ño
. r la•belleza,de .i¡na agudeza,. Qiacián 1
Para exp l "ª · b,
. ' moniosa, queJa mente .cona e y. formula , /1, entq coh
1 ª Pres
1

lacion ar , . ,. ' "lego •10


un.
1

l . n'tor debe:entrenars.e1 en metodo que 1 ' Verbq¡h ,,,,Q


tanto, e.,esc . ., , . ePern-z· 1e111
. describir en canexianlcon otros ohJetos.\P@r; ll lta,ver¡ e.¡
quequiere . . l d' . . , -, 1e O t os0¡
anco recup,~ran ?l tsfilncton,que. Graciá1,J ' ant0,r r, 1r
como M· Bl . ,,i,paiec
1

·e \
, · to mismo que es un acto intelectual y la · ' eestab/e ··1
el concep , . . . , agudez rere,1
tado verbal. May, por·su parte, tnst:Ste en .q ue la a, qi,ese '
resu l . , .J , , •, . corre5 ''ª
busca.. da no es resultado ue ,Una construccion sinp(de .u.nr< <.descub .Pºn
.1 denr
halla eh losióbjetos, por lo que el escritor se limiiaríct;a dpn·; _h1ie111011 .
1

dido el verbo en el sentt'do de 'evoca!,, sqcar a luz ,.!1 Woods 1111rJ01en1,


ta diteiiersk''en 1la 'distinción' percibida e'ii tré actó 'y :expresió en ca,nbio,e:
' . lél tns~pqra
riendo 'poner de relieve .. 'bt'l'd . ·;i . \ ,r
l a e concepto co
n Verba/
, rrespond/pr~

, 11 , • •• , 1 . , h . ,,

Y ~gudeza en la medida en que no 1puede · aber agudeza' 1


ene
' • sin concep10

i- .' , L i l 'l . , , •
concepto sin correspo~dencta. ~a agu~l;Za <<cprporif,.ca un concento y
· d , , r e1ro,
cepto corponifi1ca ~na corr_~spon encta>~. ,. d .1..• ,, , ;
Gracián procede luego a aclarar que hay una agudeza de per • .
• · spICacl'
que busca la verdad y depende del juicio, y una agudeza de artificio '
htfsca, la belleza y depende 4el iqgFniq. ,trrnte ~l j ~i~i~.se h~lla e[ 1
~s;;
qu~ está relqcip111do c~n _el genio d,e ca~q perspffr:•Grqrián .clqsifica e11 5,
tratado los distintos tipo~ de agudrza)' rec11.rriendo .q ejempl~s de autoresa
+ 1 , J t 1 , 1 \ f 11
1

tiguqs y m~dern,q_s: Sérirca, Lucq1:o, Mqrsfaf.,HT4ri(~{; Plfnio, Auso,11 1


F!o.ro, S(lñ 11:'!'lbro.s.io, San Agustín, G~ngpr9ldrJ~ui~r, set ~cuentran1111,1
oc~rn~a c~tas, re~~erdq. A : Ca~re.ira), m1nos frr~~mt~rn~~tf ,quevedo,pro
~able í~~ic~ de la circulación límitt¡ida ~e,{~_poei (g fnles d~la publicacion a,
El Parnaso. , ._
En el prefaci~ <<AÍ lecto :~ >s~ñala
1

citari'los'~emplose1ili
1

le~g~a e~qu~ lo s'hall6 proba'~do de-~s}e'~ odo' i~1 expresión agudan,


n~c~_con 'su época. A,~un~s ~ext;s citad~s :son it ,~~~s~~(~0; profanosyp¡)
1
ello de ínt~rés para predicador~s ' hu~~nz~t~l·jii6lo}os·, historifdores, º"'
d ',· , , • ', 1 , ' · ·,¡', , ,,\ !¡ \ ),\ a
1 \ ''. lieve/a l l
, lf

or,r,~Y fº ~tas. $t~ e_mba~~, Graci,án ~~-! fna , e ~e iciot1 de.q


portanaa que habia adqumdo el discurso del ingenio en la trad ¡ et,
cultura· s·fi
• , · ~< } ,recuento los españoles es porque la agu ez
. d a preva ece
ellos>>. . . ' ' , . ., , ' ,\ . . .. ' ' ' ' J/
Lanu ,,, , ',, .,,•,, , ,,
i ,
11·
ci
' 'e/pnrl -r
' t'
1IO
11 1
.' • 1

. eva retorica de la' agude'za de Gralía'n' expone asi


'

, 1
acio/1 111

mgemo cont d0 . . . d la enurr1er . 10,


d · · ' . , rasf~ ,~lJUtcto. Esta declaración recu fr a., · Q ·nti/1111
qtr{ qu~ cara.eterizaba~ a'lt b¡, ' · d" )") ¡;¡ J' )fde!'inición de 111 ?, f1!.
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!3rr¡ttQ d'15' cursodel 11,g
. ri~~otelica; tlo cu.al p,tfrrnite: .entender.el ·

L
ESTUDIO PRELIMINAR XV

como ,m ars bene dicendi dC'sde la perspectiva barroca. Pero el sistema de


la retórica clásica y, en partiwlar, los recursos del ornatus son sólo el punto
de partida de estos escritores y tratadistas del Barroco, que montan sobre sus
tropos y figuras una nueva retórica de correspondencias, regida por los pre-
ceptos de la agudeza:

Válese la agudeza de los tropos y figuras retóricas, como de instrumentos


para exprimir cultamente sus concetos, pero contiénense ellos a la raya de
fundamentos materiales de la sutileza, y cuando más, de adornos del ~en 1
samiento.

Y en otro pasaje, Gracián reiterará esta relación de dependencia establecida


entre el ornato y la producción misma de agudezas: ) \

Son los tropos y figmas retóricas materia y como fundamento para que so-
bre ellos levante sus primores la agudeza y lo que la retórica tiene por for-
nulidad, esta nuestra arte por materia sobre que echa el esmalte de su ar-
tificio. • t , 1 , , '

El lenguaje poéticQ conceptista de Quevedo, característico de todas sus va-


riantes genéricas, comparte este principio rector de la producción de enuncia-
dos poéticos según Gracián, para ·quien «entendimiento sin agudez a ni con-
ceptos es sol sin luz, sin rayos, y éuantos brillan en las celestes lumbreras son
materiales con los del ingenio». La agudeza es, entonces, «pasto del alma».
El ingenio produce agudezas, porque se ha entrenado con un conjunto sis-
temático de reglas. Ejercicio intelectual es, pues, el que produce el concepto.
Nace de una serie de relaciones establecidas entre dos o más palabras, con las
que se describe o se modela un objeto poético. La mención directa del objeto
es sustituida por una designación figurada, indirecta, o por más de una. Se
crea así una red compleja de intrincadas asociaciones que resultan diflciles de
descodificar. La dificultad es un requisito del concepto: tanto mejor será este
cuanto más recóndito su sentido y más complicado el conjunto de relaciones
lógicas puestas en juego. Pero todo concepto puede ser reducido a un esque-
ma lógico: la relación establecida entre las palabras en juego puede ser ana-
lógica, antitética, seria o lúdica, pero nunca absurda. También las figuras
sobre las que se construyen los conceptos son el resultado de procedimientos
lógicos. Las metáforas nacen de la aplicaliión de los praedicamenta aristo-
télicos: sustancia, cantidad, cualidad, relación, circunstancias de tiempo,
circunstancias de lugar, situación o postura, posesión o condición, acción,
pasión. Así lo aclara Gracián, nuevámente, en su Discurso IV de la agu-
deza al describir los conceptos por correspondencia y proporción:
, scI-JWAl<l/.J .., 1. un-n ~ 1u
LIA A.~Ett
xv1 AÑo
uien se discurre y pondera y'a
·eto so bre q . . ' ren ca
Es e1suJ . a crisi digo alabando o vitupera · ncept
. n ingenws ' , ' ' nqo llos
n, ya e parte el discurso lme~s1p~ I?º11deración y ' Uno Coi-1 a~ªne
de quien re d an. esto es, a los adjµntos que lo c sutilezaa¡lo ceni
s que lo rP e ' . l'd d, " , :' i orona ase i
de r. tos ambutos, ca i a es, contmgen .
sus e1ec , .
n, c0 0 ntia
c1as . n1
causas, n1odo, etc., y cualqmera otro térn . 'c1rct1nst san .1
• lugar, 1ino a,1 .
uemp 0 ' d de uno en uno con el sujeto y uno corresp c,as
al arean °
V os e b . do alguna conformidad o conv~ni'enc'
' s con ,' ºnd1·
Otros e en1
1

en descu nen · ' , · ,1, Ia, que d. lltre ·


. . al suJ·eto ya unos con otros, e~pnmela pond' 1ga11 si;
el pnnc1p ' ' '· ' . erala, yen 'Yaco
la sutileza. esto es¡

. to , Oel objeto,, diríamos h9y, . .es, pues,


. el cen,tro del concept
El su.Je., puede ser de alabdnza o vituperio, los dos obiet .
, 0
; supo
deraaon . . , ,. .., J tvos de la 11

genus demonstrauvum de la retorica. Para describí 1 . efüq¡(


en e1 l d. . re obJet0
duáan imágen,es mediante e proce 1m1ento df pensar en lo . se pro.
, • ¡· 1 sª~um0
término siguiendo las categorias anstote teas mencionadas, u . sdel
, . l l q ese est,1d'
ban en !Qs 11;1qnuales de logica a uso en e rntrenarniento escolar 'ª·
Eran estas formas de pensamiento, pues, con las que seprod. ,
. . d , l l uaa el dis
curso complejo de textos l1terarws o octrma es, en os que debía brill . ·
. d' . d' ., are/11,.
g enio del escntor, su en ten 1m1ento, su~ iscreaon¡
. , que le permitían constflllr.
•máoenes , fi•our(lS,
l º º · conceptos,
· pQr «correlacwn, ponderación · · , seme_¡anza .
transposición, exageración;>, por la acur,iulación de una serie de procedi
mientas verbales (de ,los mas simples y elementale~a los más complejos),que
son los que constituyen, según Gracián, los ;tipos menos prestigiados de agu-
dezas: paronomasia, retruécano, disociación, calambur, polípote yantana-
clasis, ingeniosos equívocos, es decir, dilogías o silepsis, juegos bisémicos0
polísémicos (Discursos XXXI ss.).
La variedad de la agudeza, según Gracián, se ordena según 11n esq11e·
ma de recursos que son, como la definición que citábamos, de cómpleja in-
terpretación. Carreira resume los cuatro tipos de agudeza en: proporción
o.co"espondencia entre términos yuxtapuestos, improporción odisonan·
cía, ponderación y semejanza. B. Pelegrin los veía ordenadosen a,atro
, ¡ ·' que
generas dentro de -los cuales identificaba diversos modos: corre aci~n,
se manife.staba en las agudezas de proporción, improporción, sem?anzas'.
paridadesí alusiones· ponderación manifestada en crisis, paradojas,e~a
e~ . .' .. ' . . , d' 'd'd en místenoi,
g actones, sentenaas, desempeños; raciocinac10n, tVt 1 ª . ,.
observ · ·1. • · b b ficoo11es, e.
aaones, 1iuc1ones1 pruebas, e invención, que a rirca ª
tratagemas, invenciones, acciones, dichos, etc. . 11111-
· ~Q,,a tratar as especies de la agudeza, que co · . or ;1110· /
M•.BJan · ¡ ¡ mienzatl ª
merarse· y explicarse a,partir. de1Discurso IV critica . • en cambio, P0narc-
herente' fa taxo1:1om1a•trazada
, · ·· '
por Gradán) y¡:¡ que1las agu
dezas no r
ESTUDIO PRELIMINAR XVII

cen clasificadas por géneros y especies sobre la base de una jerarquía lógica
plenamente justificada. Según su interpretación del orden establecido en el
tratado, las variedades de la agudeza se articularían en cinco apartados:
r) agudeza de perspicacia y de artificio; 2) agudeza de concepto, agudeza
verbal y agudeza de acción; 3) agudeza de correspondencia y conformidad,
de contrariedad y de oposición; 4) agudeza pura y mixta, y _finalmente
5) agudeza incompleja, dentro de la cual se situarían los cuatro tipos rese-
ñados: correlación y sus modos correspondientes, como proporciones, im-
proporciones, semejanzas, paridades, alusiones; ponderación, dentro de
la cual caben las paradojas, crisis, exageraciones, sentencias, desempeños en
el hecho y en el dicho; raciocinación, que abarca misterios, reparos, ila-
ciones, pruebas, etc., e invención, que se manifiesta en ficciones, estrata-
gemas, etc. A la agudeza incompleja le siguen los casos de agudeza com-
puesta, que ocupan los discursos LI a LXIII del tratado.
MJ. Woods reconstruye cuatro tipos básicos de agudeza: correlación,
ponderación, raciocinación e invención, que'no serían exclusivos mu-
tuamente, ya que,frente al concepto que produce una agudeza pura, se ha-
llan otros que los combinan en una agudeza mixta. Por otra parte, cifirma
Woods, Gracián no explicita lo que parece ser una consecuencia de su teo-
ría general del concepto: como e/fenómeno de la correlación o corresponden-
cia es común a todos los procedimientos de la agudeza, los restantes podrían
también subsumirse bajo el primer grupo, lo cual complica, evidentemente,
la comprensión del sistema expuesto en su tratado.

LAS PRÁCTICAS DE LA AGUDEZA: GÓNGORA Y QUE-


VEDO. No es ya novedad hablar de Góngora conceptista. Entendido el
conceptismo como 'arte de relaciones y metamoifosis', es evidente que el len-
guaje poético gongorino ejemplifica la nueva estética del ingenio y la agude-
za. La manipulación del lenguaje figurado que efectúa Góngora se combi-
na evidentemente con los recursos más preclaros de lo que Gracián había
llamado en su Discurso LIX, «la ingeniosa aplicación y uso de la erudición
noticiosa>>. Góngorafue también un maestro en la utilización del equívoco,
sobre el que era frecuente montar agudezas complejas, de las que Quevedo
hacía profusión en sus textos líricos y satíricos.
Los procedimientos especificados por Gracián para producir agudezas,
también se ha demostrado, son característicos del lenguaje poético de Gón-
gora. Unos pocos ejemplos, escogidos al azar, confirman esta aserción. La
correspondencia establecida entre el animal mitológico que podía vivir en el
Juego, la salamandra, de ilustre tradición en la poesía amorosa petrarquis-
ta, donde describía al amante que sobrevive en el amor igneus, y la cons-
ÍA scHWAR,T,,e;1- E 1•GNAiCJo
X! VNI L i\.l{Bt
lA_No
d l Can Mayor, donde iestá la estrell~ Siri 0'
. 1· 0 c /
• I
telacion e , l 1

. fines del mes •de JU tO ) 1es a que genera 1 anzc14 ¡


oculta haeta· · ' . a 111et , a, q11
I8f-I86del,Pohfemo: áforac e1¡
de 1os verso5 . , . . Dnrep '
/¡/( l '' '

. Sqlamand(ia de,/ $ol,, :-estido estrellas


latiendq\el ,c an .d,el,c1~lo 1~staba ... "; . '

. , 1a que ,es' metafóric4mente,


l 1 1 ,' J /

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un.a.uténtico ~an,· que e ,
e:anicu , V b·,
decir por correlapÍ0(1
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~rl · tn1t ¡
tf« ff!e(q,o_rtca, <<.1os calores d l e adria
l • ) • • , • • ,

e5 ' ' l . e es(' r,


tismo latir. 'lq_4rar'., es ,e! .que reqp~re~( e11 e Jamos~s9i11eto <<D ioi>. tie~
·
enfermP, peregrin;o?>, erz el,qu,e l .ca111u:zqnte
· oye, lo~ladridos esean1i aQ, 11
!/ f . . / d. . , , reales d
rro: «Repet~4o latir, si no t!Cctr,o t~tm,ct.~.9y,o ,de,cansiempred e~n~
La mismq metéifora que homologa ~a emqnació~ del calor e espieno,
' ,on 1os lad'a
1

' . l ¡· l' . d l b
basada, a la vez, en¡ fl , itera ,-:5act9n,.. f rwm re de la estrell~ Sin noi
I

0
leerse en un soneto ~e Qµevr,4o, en que imita una fuente de Pe . ' _P11ea.
, , Al L , . difi . rs10 ide11 1
ji.cada por Damafo, , (),ns.o. , q un:~ca t.~~enci,a es la ausencia del cu/i· ·
IS//1
latir: 1
.1 ~, , •t ·

' Í)
Y a la in~ana
1 Í f
Canícula, ladrando
llamas, cuece las mieses ...
' l \, ' l ¡ 1 t , , ¡' 1 • '

\ \ . .. • • J 1

i< 'l l ,

El pensar e~ «los a4Ju~tos ,del ,término>> explica ~a relación de los lavios


J' '1 , • 1
1/1

la .amada con las manzanas que Tántalo no podía comerporquesealejavmi


1 \ l
1
l ' I 1 ,i j
1
'

al acercarse a ellas, del soneto <<ta dulce boca que agustar convidai>: "11ia11-
zanas son de Tántalo, no rosas>>. Otra correlación analógica es la q11eg11iJ
la construcción de los primero,s seis versos de otro sonrto, en los quese ci1·
1

r~a~ ~a v:.fpci~id d¡ -~~fle~fa arro)a1~ ~l, ,hlanc~, la drl ~arro roma1w~ 1

certpmen que giraba_siete veces en torno a la meta y la del correr dela '"ª·
1 \ / ) , , • 1

rep~esentaqa metoním/c~me'nte por <<nuestra edad>> :


; •. t 1 1 ·, f1

Menos solicitó veloz saeta


,. 11
· d~stinada sbñal, que ~ p rdió aguda,.
' ª &ortal cari o por la atena muda
'
1
no coronó t on más sileh cio meta,

que presurosa corre, que·secreta,


1
1
· ' ' ª su .fin nuestra edad. ¡,1
, , i , ' • . . . ba¡a11-
G6ngora co 1110. ' · '' , \ · • ,· h 0 ncepto ·. ,de·
5
, , ' · sus co.ntemporaneos construyo mue -o5,c pe /os111b
en equiv..ocos, d -v¡JI ((
. . ' , ,,. eci.4\:Ya L·azrz.ro
ni-osos-e
I
' edeGo/1/11!'
· ·· : Pn °1 Discurso x:x~. ,nanc
I

!.(..:;
'

• "' · - • -

gora , qu~vocos,~,t Graciqn \citaba,.cuatro v.ersos de un r0 cia de/o si


·· .qf.-!e(e1em11liifi1 b ~1·a.hermosa proporcio.n,y
· ri · · ,._cq,, a.n-.<
., nsonatt
C.O·
ESTUDIO PRELIMINAR XIX

términos significados por el equívoco», a la que calificaba de <<muy agra-


dable»:
Los cristales no tenían
los extremos que ella hace;
y porque de cristal fuesen
lloró Menguilla cristales.

Gracián cita otros textos gongorinos para ejemplificar «una artificiosa co-
rrección» con la que Góngora usó el equívoco:

Y o soy aquel gentil hombre,


digo, aquel hombre gentil,
que por su Dios adoró
a un ceguezuelo ruin .

A Quevedo, en cambio, lo alaba por su habilidad en construir un poema


yuxtaponiendo <<muchos equívocos continuados>>. Cita, así, el texto de los
versos 49-52 de la jácara << Zampuzado en un banasto»:

me lloraron soga a soga,


con inmensa propriedad:
porque llorar hilo a hilo
es muy delgado llorar

que concluye con una «conglobación de equívocos exagerados, duplicando la


sutileza>>.
En textos satíricos, Góngora aprovechará todos estos recursos adocena-
dos de la «poesía de la sal»: calambur, retruécano,jloreo verbal, dilogía, etc.
A. Carreira comparó algunos de estos procedimientos conceptistas con los que
pueden hallarse en la poesía del canónico Salinas, contemporáneo suyo,
que demuestran la extensión de estas prácticas de los juegos verbales en to-
dós los autores de la época. El conceptismo de Góngora es tan genuino como
el de Quevedo, aunque este se manifieste en diversas vertientes en sus obras
más ambiciosas y en su obra jocoseria.

AGUDEZA, ESTILO LACÓNICO Y ERUDICIÓN: LA ES-


C R1T U R A Q u E v E DIANA. La difusión de los nuevos ideales del es-
tilo lacónico, propugnado por Justo Lipsio en sus tratados -la Epistolica
institutio de 1591, por ejemplo-- se entrelazó, a comienzos del siglo XVII,
con el desarrollo de la estética del ingenio; y ambos aspectos han sido pues-
tos de relieve por Aurora Egido al considerar el estilo de Gracián. En efec-

L
LÍA scJIWAR'fZ E IGNACIO
XX A.l{Et li\t-¡
. o
, ueda de un esttlo ef,,anzado en la brevitas
to la busq d ¡ •, , que/[
. ' . d l [{nsis para con ensar a expresion, se ent evab
t1cas e a eza r ifi ' ~ ' d
que codi icaria anos mas tar e Graci, re[a< 0,
con1
aq1
1
de la agu de l . . an. Q Qs
s representantes de movimiento anti-cicer . t/eved P
ro de esto l .. onzan º es¡
. ¡ modelo de a prosa <<aticista» en el si 'l o, qu
reinstaurar e ' :g o Xv¡1 e1~
JI,{ • W Croll. Del interes por estas teorías qu 'L· , es111d.
or 1v1oms · h e ips 1· 1q
P . de la defensa de un nuevo um__anismo has d 0 cofab
Jun dir y . ,, d l E'd d d p'¡ ' a oen I oi
obra de los escritores e a a e ata _-Salustio S' areuq/o
de la., bablemente el programa artistico ' . d , en
e Queved eca r
surgto pro d' ' . o, vora ' 1a
amenco y de los textos que e ito. Su mterésp l -<' lec 0¡
obra de[fl · l or os d'15
. uede también explicarse en re ación_ con el ejem l C11rso.
neos p . l 'P o estab/
• sio y otros humanistas, que practicaron os géneros . ecid
Ltp '. .l l 'd y estilos .
ara difundir su cntica socia y mora , vertt a en textos co JO/o
P l ·· mpuesto
las nuevas normas de gusto attctsta. si
Brevitas, ingenio, agudeza y decoro, aparecen unidos para 1
. . d . d l area11
de modelos ltterarios a mira os con os que se .expresaron estos tnora!·
del XVII. Todos' •estos recursos •
entraron en funcionamiento en e1e1er(1; . .·1
la escritura poettca quevedtana, que ,acomodaba , «la locución a1Sl~.f
como había dicho Quevedo en la dedicatoria al Conde-Duque, escnc.·
629, para enviarle su edición• de las obras de fray Luis de León,&,
1
Quevedo resume su posición estética:

El arte es acomodar la locución al sujeto. Todo lo elijo PetronioArbirroc


jorque todos; oiga vuestra excelencia sin prolijidad la arte poética en:
renglones: «Effugiendum est ab omni verborum (ut ita dicam) vilitate;cr,
mendae voces a plebe summotae, ut fiat: Odi prefanum vu~us, 11.e
(«Hase de huir de toda la vileza de los vocablos, y hanse de escogerlas ro:
apartadas de la plebe, porque se pueda decir: "aborrecí el vulgo profui

La cita del verso de Horacio recuerda que Quevedo y Góngora comp:!.


una visión de la literatura como arte de las minorías educadas Ye/fo1J1~
caba apartarse del vulgo, si lo exiaía elgénero escogido para expresaf\/. ·•
ll Q º . 'a11f¡1,,,.-
e o, uevedo, que es un poeta culto y erudito cuando lo exig, J¡
venciones del genero
' no vaci.1aba en recumr. al cultismo
' . con1ore1wvda/Jv;:1
léxico
. del·lengua_¡e· poettco,
, • al hipérbaton como 'ioura mo dificadora
11 e1.11'1 {·'1,
taxis d f · d' ·'// e11
'ª~
6
J~
e verso castellano, para acercarlo al latín, y a la eru 0'd 11~,¡;::
tante aprovecha
· ·
miento del d'tscurso mitológico y de ¡a ll·.-,,,itatl Jeefa(,
1
"

y recudrsos procedentes de fuentes clásicas. Todas estas cualidades r0~1•


tura e sus poemas· amorosos o morales eran las recomen dªdasPºerl ' :.- 1
1
para enaltecer el d'tscurso del ingenio. Sin embargo' cuart doe¡ge1
ESTUDIO PRELIMINAR XXI

do era el satírico burlesco, Quevedo explotará los recursos del spoudaiogé-


loion clásico, para provocar la risa de sus lectores, que apreciarían su estili-
zación de vulgarismos, chistes mostrencos, lenguaje de germanía o los múl-
tiples refranes que le gustaba desconstruir en retorcidos conceptos.
<<Quevedo no quería ser oscuro, sino ingenioso ... pero tampoco defen-
derá, como defendía Lope, la constante llaneza e inteligibilidad del lengua-
je», decía Menéndez Pidal. Sin embargo, la dificultad de muchos poemas
amorosos no está lejos de la oscuridad de la que se burló programáticamente
en sus premáticas y sátiras. Su erudición, el alarde de lecturas y conoci-
mientos, se combinan con su capacidad de producir más de un bel detto,
que ponen de manifiesto su acumen, su humor o la expresión más acen-
drada de emocionados sentires, tal vez suscitados por la peifección de una
imagen latina, de un verso de Garcilaso o de Herrera, de un verso de Gón-
gora sobre el que construiría su propio discurso poético.,.,

LÍA SCHW ARTZ E IGNACIO ARELLANO

* Para redactar el presente estudio hemos tenido en cuenta los trabajos de


D. Alonso [1976], S.L. Bethell [1953], M. Blanco [1992, 1985, 1987, 1988],
A. Carreira [1986], A. Collard [1967], M .W. Croll [1966], E.R. Curtius [1953],
M. Chevalier [1992], A. Egido [1987, 1996], A. García Berrio [1968], G. Ganm-
1
berto [1562], B. Gracián" [1969], F. de Herrera [1972], E. Hidalgo Serna [ 9~8,
1989, 1993], F. Lázaro Carreter [(1956) 1966], T.E . May [1948, 1950], R. Menen-
1 2 1 82
dez Pidal [1942], M. Molho [1960, 1967, 1975, 1978], A.A: Parker [ 95 , 9 ],
B. Pelegrin [1980, 1985], C. Pellegrino [1598], M. Peregr1m [1639,_ 165o], E. Sar-
miento [1932, 1935, 1958], E. Tesauro [1654], G.R . Tuve [1947], Vilanova [i957] ,
N.P. Wardropper [1989] y M.J. Woods [1995]. . .,
Agradecemos a nuestros colegas del equipo GRISO (Gru~o de lnveSUgaci~n
Siglo de Oro de la Universidad de Navarra), los doctores E?r~que Duarte, J. M, -
nuel Escudero Carlos Mata, Blanca Oteiza, M . Carmen Pm11los, Rafael Zalifrba y
' . . l 1 ·, d pruebas de este ro.
Miguel Zugasti, su ayuda mesumab e en a correcc10n e '

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