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Nosotros y los otros

1) ETNOCENTRISMO
El etnocentrismo es la actitud o punto de vista por el que se analiza el mundo de acuerdo con los parámetros de la
cultura propia. El etnocentrismo suele implicar la creencia de que el grupo étnico propio es el más importante, o que
algunos o todos los aspectos de la cultura propia sean superiores a los de otras culturas. Este hecho se refleja por
ejemplo en los exónimos peyorativos que se dan a otros grupos y en los autónimos positivos que el grupo se aplica a sí
mismo. Dentro de esta ideología, los individuos juzgan a otros grupos en relación a su propia cultura o grupo particular,
especialmente en lo referido al lenguaje, las costumbres, comportamientos, religión y creencias. Dichas diferencias
suelen ser las que establecen la identidad cultural.
Etnocentrismo invertido: pensar que la propia cultura es inferior a otras y resulta un obstáculo para la prosperidad o el
desarrollo personal.
Etnocentrismo racial: pensar que los miembros de la propia cultura o etnia tienen una dotación genética que les hace
superiores o mejores para el desarrollo de la civilización.
Etnocentrismo lingüístico: pensar que la lengua propia es más compleja, sutil y adecuada para el pensamiento que las
lenguas de otros pueblos que pueden resultar bárbaras, rudas o faltas de expresión o flexibilidad para ciertos fines.
Etnocentrismo religioso: pensar que la propia creencia religiosa es superior a otras en el sentido de que es la única
verdadera, siendo el resto de prácticas y creencias idolatría.

Una forma particular de etnocentrismo se denomina Eurocentrismo. Este concepto se refiere a la mirada del mundo a
partir de la experiencia europea occidental, donde las ventajas o beneficios para los europeos y sus descendientes, se
buscan a expensas de otras culturas, justificando esta acción con paradigmas o normas éticas que proclaman beneficios
universales para todos. Se habla entonces de una “específica racionalidad o perspectiva de conocimiento que se hace
hegemónica colonizando y sobreponiéndose a todas las demás, previas o diferentes, y a sus respectivos saberes
concretos, tanto en Europa como en el resto del mundo”. De esta forma, se concluye que el etnocentrismo como
tradición intelectual, como método de análisis de culturas dominantes y dominadas o como idea hegemónica de
superioridad (como se visualiza en el caso del eurocentrismo) debe ser objeto constante de crítica en la academia por
diversas disciplinas tales como el Derecho, la antropología y la sociología, en la medida en que las imposiciones dadas
por las hegemonías culturales consideradas de rango superior, distorsionan la realidad cultural y social mundial
ignorando o suprimiendo entre sus presupuestos, la existencia de una pluralidad de culturas que quieren “dejar de ser lo
que no son” a causa de las transformaciones a las que se ven obligadas a ejecutar con el fin de ser una copia exacta o
similar de la cultura dominante que enfrentan estos.

2) XENOFOBIA
La xenofobia (del griego ξενός [xeno], «extranjero», y φοβία [fobia], «temor») es el miedo, hostilidad, rechazo u odio al
extranjero, con manifestaciones que van desde el rechazo más o menos manifiesto, el desprecio y las amenazas, hasta
las agresiones y asesinatos. Una de las formas más comunes de xenofobia es la que se ejerce en función de la raza, esto
es el racismo.
La xenofobia, el miedo al forastero, es un prejuicio arraigado en el individuo y en la sociedad. Dirigido al individuo, al
colectivo o a ambos, se manifiesta en su forma más leve con la indiferencia, la falta de empatía hacia el extranjero,
llegando hasta la agresión física y el asesinato. «Entre los prejuicios xenófobos o racistas más extendidos están la
superioridad cultural del mundo occidental (eurocentrismo), el temor a la pérdida de la propia identidad, la vinculación
del paro y la delincuencia a los emigrantes, y el robo y el tráfico de drogas a los gitanos». En general, los grupos
estadísticamente más conflictivos se convierten en el elemento amenazante en la percepción xenófoba.
El discurso xenófobo se centra en la actualidad en la inmigración, proclama la superioridad de la cultura propia y pone
como excusa a su rechazo xenófobo la falta de respuesta a sus pretensiones de que los inmigrantes asimilen esa cultura,
renunciando a la suya propia que consideran inferior. Cuando la afirmación cultural puede considerarse como un
derecho que debe armonizarse con la legislación y la cultura receptoras.

3) RACISMO
El Racismo es la doctrina de la superioridad basada en diferenciación racial que es científicamente falsa, moralmente
condenable, socialmente injusta y peligrosa.
El racismo en sentido restringido es una doctrina de apariencia científica que afirma la determinación biológica
hereditaria de las capacidades intelectuales y morales del individuo, y la división de los grupos humanos en razas,
diferenciadas por caracteres físicos asociados a los intelectuales y morales, hereditarios e inmutables.

Racismo aversivo
En 1986, dos psicólogos sociales, Samuel L. Gaertner y John F. Dovidio, acuñaron el término "racismo aversivo" para
definir el racismo de quienes no se consideran racistas. Se caracteriza de un racismo no explícito y que por su naturaleza
sutil y ejecución no “a sabiendas” aparece diluido. Es el de aquellos que comienzan sus frases con un "Yo no soy racista,
pero...". O de quienes hacen bromas racistas como si no tuvieran consecuencias. Pero las tiene: produce en sus víctimas
una gran indefensión y frustración.35 También se ha denominado microrracismo. Impide, por ejemplo, que en el ámbito
escolar no haya manera de mezclar grupos de amigos de ascendencias iberoamericana y española.
Mestizofobia
Una forma menos conocida de racismo es la creencia de que el mestizaje produce individuos inferiores a la «raza pura»
(degeneración), defendido por Louis Agassiz, como Gobineau sostuvo.
Una forma moderna de racismo, como reacción al racismo contra los negros, los indios y asiáticos, es negar la identidad
mestiza y la defensa de las poblaciones mezcladas más por su color oscuro de piel que por su condición mestiza. En este
racismo, las poblaciones mestizas son tratadas como negro, indio o blanco, negando su peculiaridad.
Racismo oculto
El racismo oculto es una forma de racismo no explícita que busca la extensión y legitimación del racismo. Entre las
variantes más comunes de racismo oculto se encuentran las pseudociencias sociales y médicas mencionadas arriba, la
argumentación política en contra de determinados grupos humanos bajo pretextos culturales o étnicos y la
manipulación de datos estadísticos con el fin de inferir indirectamente la inferioridad de unos grupos humanos sobre
otros. Cabe mencionar al respecto que una de las formas más ominosas de racismo oculto es la relación post-facto y no
causa-efecto entre pertenecer a una «raza» o «etnia» determinada y la pertenencia a una clase social.
La clasificación de las personas como perteneciente a una u otra raza ha sido ampliamente usada y aún lo es para
mantener a grupos humanos en situación de sometimiento, a condiciones de vida
de opresión, ignorancia y dependencia, y acusar a estos grupos de ser inferiores cuando sólo son víctimas y no causas
del problema. Así mismo esta clasificación se usó y se utiliza para mantener la posición de mayor poder de otros grupos
dentro de la escala social, estableciéndose un círculo vicioso de retroalimentación entre estatus socioeconómico y
pertenecía a ciertas «razas». Este mecanismo se alimenta a sí mismo y se tiende a perpetuar ad infinitum hasta que
sobrevengan cambios inevitables en la sociedad.

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