Está en la página 1de 11

Ensayo Sobre

El Racismo Y
La Xenófobia
● Alumnos: Juan Millán, Melina Tato.
● Materia: Sociología.
● Profesora: Romina Golemba.
● Curso: Quinto “C”.
● Escuela: Normal N°5 “Fray Mamerto
Esquiu “.
● Año: 2021.
Introducción
Este trabajo presenta diferentes fragmentos sobre el racismo y la xenofobia.
La mayoria de las veces la xenofobia se basa en el sentimiento exacerbado
de protección de una nación, aunque también puede ir unida al racismo, o
discriminación ejercida en funcion de la etnia. Todo estos acontecimiento
pasan por razones diferentes ya sea por el pais donde viva sus ideologias,
sus constumbres, sus tradiciones, colores, etc.
Pero para llegar a una conclusión mas especifica de cada una de estas
cuentiones pongamos en marcha y analicemos a detalle porque y cuales son
sus causas.

Desarrollo
El Racismo es un Sistema ideológico que defiende la categorización de las
personas a partir de caracteres físicos y biológicos asociándolos a
determinadas etnias o grupos culturales, habilidades intelectuales y valores
morales. El racismo busca la legitimación de la superioridad de unas
categorías sobre otras como medio para establecer, sostener y reforzar
relaciones de poder dominante. Su definición es compleja debido a diversos
motivos, entre ellos: deriva de una palabra que remite a una categoría
inexistente en el género humano (la raza); con frecuencia se refiere
indistintamente a ideas, actitudes y comportamientos hacia esa categoría; y
existen aproximaciones diferentes desde las ciencias sociales dependiendo
de los elementos analizados. El racismo, además, adopta formas específicas
según el contexto y el momento histórico. Según el sociólogo Pierre-André
Taguieff, el racismo europeo actual ha desplazado la raza hacia la cultura
(sustituyendo el argumento de ‘pureza racial’ por el de ‘identidad cultural
auténtica’) y la desigualdad hacia la diferencia (el desprecio abierto hacia
quien es considerado inferior está siento sustituido por una fobia a la
mezcla y una obsesión por evitar el contacto con la o el diferente). La
diferencia entre culturas es concebida como un obstáculo insuperable para
el diálogo y la convivencia.
Una sociedad racista es aquella donde dos personas que nacen en un mismo
barrio, en la misma situación familiar, con el mismo nivel de renta tienen
una probabilidad considerable de tener trayectorias vitales distintas según
su color de piel. Si la probabilidad de un niño blanco de familia pobre de
ascender a la clase media es mayor que la de un niño negro exactamente en
la misma situación inicial de forma consistente, esto quiere decir que el
color de la piel tiene un impacto en las expectativas individuales de cada
persona, y podemos hablar de racismo estructural.
Cuando hablamos de racismo estamos hablando de un tipo de
discriminación, aquella que se produce cuando una persona o grupo de
personas siente odio hacia otras por tener características o cualidades
distintas, como el color de piel, idioma o lugar de nacimiento.

Una de las causas más comunes de las actitudes racistas puede encontrarse
en el miedo a lo diferente o a las personas que vienen de otros países, por
desconocimiento o falta de información al respecto.
Existen varios tipos de racismo por los que las personas se pueden sentir
discriminadas o ser víctimas de desigualdades:
● Racismo aversivo. Es un tipo de racismo sutil porque generalmente
es empleado por personas que están abiertamente en contra del
racismo y de los comportamientos racistas. En el racismo aversivo se
pretende la igualdad de derechos y la libertad para que cada grupo
viva su propia cultura abiertamente. En cambio, las actitudes racistas
se producen mediante la distancia con la otra persona, falta de
empatía o mostrando frialdad.
● Racismo etnocentrista. Este tipo de racismo está basado en la
superioridad cultural del propio grupo, por lo que este asume que
otros grupos diferentes suponen una amenaza cultural. En este tipo
de racismo no hay derecho a la igualdad y se cree que las personas
que son de una raza diferente a la propia deben someterse al grupo
predominante. El rechazo de costumbres, creencias,
comportamientos, religiones o lenguas de otros grupos étnicos son
actitudes recurrentes en este tipo de racismo.
● Racismo simbólico. El racismo simbólico aboga por el derecho a ser
iguales, pero con matices: el derecho a ser iguales existe, pero para
ámbitos puntuales o ciertas situaciones. Un ejemplo que explica el
racismo simbólico es la libertad que tiene cada grupo para vivir
como quiera, pero en áreas limitadas para dicho grupo. Estas
actitudes provocan una segregación cultural entre los distintos
grupos, lo que a su vez produce distanciamiento entre sus miembros.
● Racismo biológico. Es el tipo de racismo menos tolerante. Entiende
que una raza es biológicamente superior a las demás, que amenazan
con degenerar la raza que es considerada principal. El racismo
biológico no cree que los miembros de otras razas deban tener
ningún derecho, piensa que deben ser excluidos totalmente e incluso
apuesta por la segregación física. Un ejemplo de este tipo de racismo
fue el llevado a cabo por el régimen nazi en los años 30 y 40:
consideraban la raza aria como una raza pura y superior.

El racismo es una forma de discriminación de las personas


recurriendo a motivos raciales, tono de piel u otras características
físicas de las personas, de tal modo que unas se consideran
superiores a otras. El racismo tiene como fin intencional o como
resultado, la disminución o anulación de los derechos humanos de
las personas discriminadas. Apareció en Europa en el siglo XIX con
el fin de justificar la supremacía de una supuesta "raza blanca" sobre
el resto de la Humanidad. La discriminación racial es un concepto
que suele identificarse con el de racismo y que lo abarca, aunque se
trata de conceptos que no coinciden exactamente. Mientras que el
racismo es una ideología basada en la superioridad de unas razas o
etnias sobre otras, la discriminación racial es un acto que, aunque
suele estar fundado en una ideología racista, no siempre lo está. En
este sentido hay que tener en cuenta que la discriminación racial
positiva (cuando se establecen discriminaciones con el fin de
garantizar la igualdad de las personas afectadas), constituye una
forma de discriminación destinada a combatir el racismo. El racismo
suele estar estrechamente relacionado y ser confundido con la
xenofobia, es decir el "odio, repugnancia u hostilidad hacia los
extranjeros". Sin embargo existen algunas diferencias entre ambos
conceptos, ya que el racismo es una ideología de superioridad,
mientras que la xenofobia es un sentimiento de rechazo; por otra
parte la xenofobia está dirigida sólo contra los extranjeros, a
diferencia del racismo. El racismo también está relacionado con
otros conceptos con los que a veces suele ser confundido, como el
etnocentrismo, los sistemas de castas, el clasismo, el colonialismo, e
incluso la homofobia. Las actitudes, valores y sistemas racistas
establecen, abierta o veladamente, un orden jerárquico entre los
grupos étnicos o raciales, utilizado para justificar los privilegios o
ventajas de las que goza el grupo dominante. Para combatir el
racismo, las Organización de Naciones Unidas adoptó en 1965 la
Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas
de discriminación racial y estableció el día 21 de marzo como Día
Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.
Administrador moral que posibilita el despliegue de nuestros
sentimientos, de acuerdo a reglas claras y precisas, haciendo del
desprecio, el odio y el rencor -que de otra forma prodigaríamos
genéricamente hacia nuestro prójimo- una cuestión epidérmica. El
racismo ha acompañado la historia de la humanidad. Ha desatado
guerras, fundado imperios y moldeado la geografía política del
planeta. Toda esta evidencia histórica podría fundar la tesis que el
racismo forma parte de la condición humana y que por tanto
permanecerá a través de los tiempos. Pero esta tesis es a todas luces
falsa, ya que en nuestra época el racismo es considerado un
sentimiento por demás inconveniente a hombres cultos y civilizados,
y su permanencia solo se observa en algunos pocos pueblos
ignorantes que pueblan apartadas regiones del planeta. Nuestra época
condena toda forma de racismo y este lexicógrafo no puede más que
unirse a este estado de ánimo colectivo, sentenciando con Mark
Twain: Yo no pregunto de qué raza es un hombre; basta que sea un
ser humano; nadie puede ser nada peor. [De los Campos, H (2007):
"Diccionario de Sociología"] La complejidad del fenómeno racista
queda patente en las sucesivas distinciones y adjetivaciones que se
han ido estableciendo; racismo biologicista o culturalista, viejo y
nuevo racismo, teórico o espontáneo, interno o externo, etc. Mientras
unas definiciones caracterizan el racismo solo o principalmente
como ideología, otras lo hacen como ideología legitimadora de una
determinada práctica, poniendo otras el énfasis en si carácter de
conjunto de prácticas discriminatorias apoyadas i no en ideas o
cogniciones. Hay definiciones que solo se refieren a lo racial como la
etnia o la cultura. La palabra racismo designa dos denominaciones de
la realidad; se trata por un lado de un comportamiento, que la
mayoría de las veces está constituido por odio y menosprecio hacia
otras personas que poseen características físicas bien definidas y
distintas de las nuestras; y, por otro lado, de una ideología, de una
doctrina concerniente a las razas humanas.

La xenofobia es la fobia o rechazo al extranjero o inmigrante, cuyas


manifestaciones pueden ir desde el simple rechazo, pasando por
diversos tipos de agresiones y, en algunos casos, desembocar en un
asesinato. La mayoría de las veces la xenofobia se basa en el
sentimiento exacerbado de protección de una nación, aunque también
puede ir unida al racismo, o discriminación ejercida en función de la
etnia. El término xenofobia proviene del concepto griego compuesto
por xénos (“extranjero”) y phóbos (“miedo”). La xenofobia, por lo
tanto, hace referencia al odio, recelo, hostilidad y rechazo hacia los
extranjeros. La palabra también suele utilizarse en forma extendida
con la fobia hacia los grupos étnicos diferentes o hacia las personas
cuya fisonomía social, cultural y política se desconoce.
Puede decirse que este tipo de discriminación se basa en distintos
prejuicios históricos, religiosos, culturales y nacionales, que llevan al
xenófobo a justificar la segregación entre distintos grupos étnicos
con el fin de no perder la identidad propia. Por otra parte, muchas
veces se suma un prejuicio económico que considera a los
inmigrantes como una competencia por los recursos disponibles en
una nación.
Al rechazo y/o discriminación del que viene de fuera del grupo de
pertenencia (Esencialmente del grupo de pertenencia nacional o
nación) lo llamamos xenofobia. Una de Las formas más frecuentes
de xenofobia es aquella que se hace en función de la raza, y le
llamamos racismo. Todo racismo entraña xenofobia, pero no a la
inversa: cuando alguien de raza ajena al grupo alcanza niveles
económicos altos, y el racismo hacia él se debilita o desaparece,
decimos que el rechazo o discriminación por razones de nivel
económico estaba solapada con una forma de racismo que era más
débil que la propia discriminación
Económica o de clase, tan frecuente en el interior de las sociedades o
grupos. Las dificultades de definición derivan de esta cuestión que
introduce formas de rechazo al extranjero que no son necesariamente
étnicas o similares, sino que entrañan discriminaciones económicas,
y
Estas últimas tocan cuestiones relativas a ideología y perspectivas
políticas. Las definiciones comunes, aceptadas por los organismos
internacionales, limitan la xenofobia a un conjunto de temas de tipo
étnico, sobre las que gira hoy el consenso internacional.

En Argentina existieron y existen conductas de discriminación


relacionadas con las características étnicas o el origen nacional de las
personas. A su vez, la discriminación de tipo racista suele estar
íntimamente relacionada con conductas de discriminación por causas
socio-económicas y políticas.
Se han difundido términos y conductas para discriminar a ciertos
grupos de población, en especial a aquellos denominados «negros»,
un grupo que en la Argentina no se encuentra claramente definido,
pero se asocia, aunque no exclusivamente, con personas
pertenecientes a la clase baja, pobres y, más recientemente con la
delincuencia. También se han desarrollado términos y actitudes de
tipo racista, xenófobo y despectivo para dirigirse a los inmigrantes.
Antiguamente, «gallego», «tano», «turco» y «ruso» poseían
connotaciones peyorativas, que aún continúan en los «chistes de
gallegos» en el primer caso y en los insultos antisemitas, en el
último. El término «negro», cuando es usado en términos
despectivos, se asocia, aunque no exclusivamente, con personas
pertenecientes a la clase baja, los pobres y los excluidos, y más
recientemente con la "delincuencia" y la "inseguridad".
Existe una amplia discusión sobre el alcance de las conductas
racistas en Argentina. Mientras algunos sectores sostienen que se
trata de comportamientos inofensivos o marginales rechazados por
prácticamente la totalidad de la población, otros sectores sostienen
que el racismo es un fenómeno extendido y expresado de muy
diversas maneras. Algunos grupos afirman también que las
eventuales conductas racistas en Argentina no se diferencian de las
que se presentan en los demás países del mundo, mientras que otros
sostienen que el racismo en Argentina tiene algunas particularidades
en los modos en que se presenta, relacionadas con la historia, la
cultura y los grupos étnicos que interaccionan.

Conclusión
Bibliografía
● Diccionario.cear-euskadi.org
● Politikan.es
● Eacnuar.org
● Journals.openedition.org
● Ucm.es
● Es.wikipedia.org

También podría gustarte