Una dieta basada en alimentos frescos y naturales, baja en sodio y alta en frutas y verduras, junto con la

práctica regular de ejercicio físico y la reducción del estrés, son alternativas más saludables para
equilibrar las condiciones de personas con hipertensión.

1. Realizar chequeos médicos regulares para monitorear la presión arterial, los niveles de colesterol, la
glucosa en sangre y otros indicadores de salud cardiovascular.

2. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico.

3. Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, ya que aumentan el riesgo de enfermedades

cardíacas.

4. Controlar el estrés a través de técnicas de relajación, meditación o yoga.

5. Mantener una buena higiene del sueño y asegurarse de dormir las horas suficientes cada noche.

6. Mantener una buena postura en el lugar de trabajo para prevenir problemas de espalda y corazón.

7. Evitar el sedentarismo en el trabajo, levantarse y moverse cada cierto tiempo para mantener la
circulación sanguínea.

8. Fomentar un ambiente laboral saludable que promueva hábitos saludables entre todo el personal.

9. Estar atentos a los signos y síntomas de problemas cardíacos como dolor en el pecho, dificultad para
respirar, taquicardia, entre otros, y acudir al médico ante cualquier síntoma preocupante.
10. Realizar actividades de promoción de la salud cardiovascular en el lugar de trabajo, como charlas
informativas, campañas de concientización y clases de ejercicio físico.