Está en la página 1de 2

Fenómenos naturales y desastres en el continente

Algunos fenómenos que ocurren en la naturaleza son cotidianos y los vivimos con
frecuencia. Cotidianamente, convivimos con fenómenos naturales de diversa índole e
intensidad. Las lluvias, el viento, la sequía, el granizo, las tormentas son fenómenos
naturales frecuentes en cualquier lugar del planeta, y forman parte del comportamiento
normal y esperable del medio natural. Pero lo cierto es que esos fenómenos muchas veces
pueden provocar malestar, incomodidad, y en algunos casos, generan pérdidas irreparables.

América es un continente extenso y con una gran diversidad del medio natural. Esa gran
diversidad se debe, fundamentalmente a dos rasgos distintivos. Uno, la gran extensión de
las masas continentales hacia el norte y hacia el sur, hasta unir prácticamente los dos polos.
Esa extensión explica la gran diversidad de zonas climáticas que tiene América. El otro
rasgo destacable es la presencia de colosales elevaciones en su costado occidental, donde
se localiza el sistema montañoso andino. A esto se suma la influencia de dos océanos, el
Atlántico y el Pacífico. Por este y otro motivos, a lo largo del continente se producen
variados fenómenos naturales tales como movimientos sísmicos y erupciones volcánicas,
huracanes y tornados, sequías e inundaciones.

El origen de los riesgos y desastres


Los riesgos y desastres se clasifican según el origen del fenómeno que representa la
amenaza:
De origen natural: la amenaza está proyectada por fenómenos provenientes de la
naturaleza. Pueden ser de carácter geológico, como los sismos, las erupciones volcánicas,
los tsunamis y los deslizamientos de suelos en las laderas de las montañas, o de carácter
climático, como los huracanes, los tornados, las sequías, las nevadas y las inundaciones.
De origen tecnológico: ​la amenaza es consecuencia de las actividades de la sociedad y se
vincula con el impacto de los distintos sistemas tecnológicos. Por ejemplo, los procesos de
transporte de sustancias peligrosas pueden producir desastres, como en el caso de los
derrames de petróleo.
De origen mixto: ​Se combinan los fenómenos naturales y los tecnológicos, por ejemplo,
cuando los efectos de la deforestación aumentan las consecuencias de las inundaciones.

Los “desastres naturales” en América


Durante mucho tiempo, al hablar de episodios generados por un terremoto o un huracán se
decía que había ocurrido un desastre natural. Un desastre es un suceso infeliz y lamentable.
Si una erupción volcánica se produce en una zona deshabitada, se trata simplemente de un
acontecimiento natural, como ocurre regularmente en cualquier zona montañosa. En
cambio, sí ocurre en una zona poblada y la totalidad o parte de la población se ve afectada,
entonces se considera un desastre. Durante mucho tiempo, la intensidad y los daños
causados por estos fenómenos fueron suficientes para explicar las causas del problema, se
los denominaba entonces, “desastres naturales”, de ellos se ocupaban las ciencias
naturales, como la geología, la climatología o la hidrología, que abordaban sus
características físicas. Los fenómenos naturales se convierten en desastres cuando se
pierden vidas humanas, se producen pérdidas materiales, se altera la vida cotidiana, en

1
suma, cuando es la sociedad en su conjunto la que se ve afectada. Por eso, en vez de
llamarlos desastre naturales hay quienes los denominan desastres sociales de origen
natural.

El lugar donde puede ocurrir un desastre depende de dos factores: que exista una ​amenaza
y que la población se encuentre en situación de vulnerabilidad, es decir, que no esté
convenientemente preparada para afrontar las consecuencias del desastre.
La posibilidad de amenaza se relaciona con la probabilidad de que ocurra, en una zona
determinada, un fenómeno natural dañino para la sociedad.
Se habla de ​vulnerabilidad social ​frente a un fenómeno natural cuando la población no está
convenientemente informada de la posibilidad de que ocurra, o cuando los gobiernos no
adoptan las medidas necesarias para evitar que se produzca un desastre. Así, la
vulnerabilidad puede comprenderse como el conjunto de condiciones a partir de las cuales
una sociedad queda expuesta al peligro de resultar afectada por un fenómeno natural.

La vulnerabilidad en América
En América existen enormes contrastes en el grado de vulnerabilidad debido a las
diferencias socioeconómicas de los países que la integran.
La sociedad de América anglosajona es menos vulnerable a ciertas amenazas, ya que tiene
los recursos para poder prevenir ciertos fenómenos o bien actuar de manera rápida y
eficiente después de que sucedieron. En cambio, gran parte de la población de América
latina se encuentra con un alto grado de vulnerabilidad a los desastres, debido a las escasas
políticas estatales de prevención o respuesta , a los exiguos ingresos económicos de la
población o al bajo nivel educativo en materia de prevención de desastres.

También podría gustarte