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Conceptos:
Se los cataloga como desastres dado que las condiciones ambientales se van a los extremos,
superando los límites de lo tenido por normal. Así, un sismo puede resultar inofensivo, pero si
aumenta su intensidad y se vuelve un terremoto, seguramente ocasionará muertes, destrucción y
cambios estructurales en la superficie terrestre.
Sin embargo, uno podría alegar que estos desastres nunca son exclusivamente naturales, ya que en
cierta medida se pueden complicar o incluso deber a una mala planificación (incluso a la falta total
de planificación), por parte de las sociedades humanas. Aun así, fenómenos impredecibles como
la erupción de los volcanes resultan retos importantes para incluso las más desarrolladas y
organizadas de las sociedades.
Un desastre puede definirse como un evento o suceso que ocurre, en la mayoría de los casos, en
forma repentina e inesperada causando sobre los elementos sometidos alteraciones intensas,
representadas por la pérdida de vida y salud de la población, la destrucción o pérdida de los bienes
de una colectividad y/o daños severos sobre el medio ambiente. Esta situación significa la
desorganización de los patrones normales de vida generando adversidad, desamparo y sufrimiento
en las personas, efectos sobre la estructura socioeconómica de una región o un país y/o la
modificación del medio ambiente, lo cual determina la necesidad de asistencia y de intervención
inmediata. Los desastres pueden ser originados por la manifestación de un fenómeno natural,
provocados por el hombre o como consecuencia de una falla de carácter técnico en sistemas
industriales o bélicos. Algunos desastres de origen natural corresponden a amenazas que no pueden
ser neutralizadas debido a que difícilmente su mecanismo de origen puede ser intervenido, aunque
en algunos casos puede controlarse parcialmente. Terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis
(maremotos) y huracanes son ejemplos de amenazas que aún no pueden ser intervenidas en la
práctica, mientras que inundaciones, sequías y deslizamientos pueden llegar a controlarse o
atenuarse con obras civiles de canalización y estabilización de suelos. Una lista amplia de los
fenómenos naturales que pueden originar desastres o calamidades, es la siguiente: P Terremotos P
Tsunamis (maremotos) P Erupciones volcánicas P Huracanes (tormentas, vendavales) P Inundaciones
(lentas, rápidas) P Movimientos en masa (deslizamientos, derrumbes, flujos).
Consecuencias:
Los desastres son eventos inciertos que causan muertes, lesiones y daños y alteran el orden
cotidiano. Inmediatamente después de ocurrido un desastre parece que este afecta a todos por
igual: puede ocurrir en cualquier lugar y atemoriza a todos quienes lo sufren. Sobrevivir al desastre
inicial puede ser unificador: en los días posteriores al terremoto de 2010 en Chile, en el cual el 80%
de la población se vio afectada y 10% sufrió lesiones, las personas desconocidas compartían relatos
sobre lo que habían vivido, sus miedos, pérdidas y consuelos. Semanas después del terremoto en
Haití, ese mismo año, un hombre que había perdido a sus tres hijos y a su esposa me dijo que a
pesar de ello no estaba solo, pues todos a su alrededor habían experimentado tragedias parecidas. A
pesar de esta tendencia muy humana a vincularse después de una experiencia traumática
compartida, la recuperación semanas, meses y años post-desastre revela inequidades preexistentes
y suele exacerbarlas. Los niños, especialmente los niños pobres, se encuentran entre los más
vulnerables a las consecuencias negativas de un desastre.
Ejemplos:
El costo de los desastres naturales suele implicar la pérdida numerosa de vidas, humanas y animales,
así como la afectación de ecosistemas enteros o de asentamientos humanos de cualquier índole. En
eso se distinguen los fenómenos naturales, que son eventos naturales aislados, sin consecuencias
traumáticas para la vida humana, de los desastres propiamente dichos.