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1. CLASES DE AUDIENCIAS
Por norma general, el COGEP establece tres clases de audiencias. Las dos primeras
rigen solamente para el procedimiento ordinario (audiencia preliminar y audiencia de
juicio) y la tercera (audiencia única), para todos los demás procedimientos: sumario,
ejecutivo, monitorio, procedimientos voluntarios, algunos procedimientos
contencioso administrativos y contencioso tributarios, e incluso los de ejecución,
aunque en este caso hay ciertas reglas especiales. Se contemplan también
audiencias para resolver algunos temas en fase de ejecución.
Las audiencias son públicas, pero hay excepciones: las necesarias para proteger:
el honor, el buen nombre, la seguridad, o cuando haya reserva dispuesta por la ley
(Art. 8).
Las audiencias reservadas, son mucho más comunes en materia penal. A este
respecto, el Código Orgánico Integral Penal, en su artículo 562, prescribe que las
audiencias son reservadas cuando se trate de delitos contra la integridad sexual y
reproductiva, violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar y contra la
estructura del Estado constitucional. Los delitos contra el Estado Constitucional son
numerosos, y están establecidos en los artículos 336 a 364 del COIP.
En el COGEP -que rige para todas las materias no penales excepto la materia
constitucional y contencioso electoral (Art. 1)-, entendemos que quedará a criterio
del juez en qué casos pueda declarar una audiencia reservada, para proteger los
bienes jurídicos que se señalan más arriba, pero debe quedar claro que la norma
del artículo 8 orienta al juzgador a tomar esta decisión solamente en casos
excepcionales y estrictamente necesarios.
Es atribución exclusiva del juez el dirigir las audiencias. En las Cortes Nacional y
Provinciales, así como en los Tribunales, esta atribución es facultad del juez
ponente. En el transcurso de las audiencias, el juez puede: indicar a las partes los
asuntos a debatir, moderar la discusión, ordenar la práctica de pruebas cuando sea
procedente, limitar el tiempo del uso de la palabra de las personas que intervengan,
interrumpiendo a quien haga uso manifiestamente abusivo o ilegal de su tiempo y
también ejercer las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y
garantizar la eficaz realización de la audiencia. Es obligación del juez dirigir la
audiencia de tal manera que las partes y el público comprendan lo que ocurre (Art.
80).
En las Cortes, el juez ponente es quien emite los autos de sustanciación y dirige las
audiencias respectivas (Art. 12).
Las audiencias que no sean dirigidas por el juez, son nulas (Art. 6), y les está
expresamente prohibido a los juzgadores deprecar la práctica de audiencias a otros
jueces (Art. 72).
Toda audiencia debe iniciar con la identificación del juez y la constatación, por parte
del secretario, de la presencia de todas las personas notificadas (Art. 79).
El juez no puede dejar de estar presente en la audiencia, durante toda su realización.
Su ausencia injustificada da lugar a nulidad insubsanable de la diligencia. Las
audiencias deben realizarse de forma continua hasta su culminación. Hay una
excepción: un juez distinto al que inició la diligencia puede reiniciarla si concurren
circunstancias de caso fortuito o fuerza mayor (Art. 81).
SUSPENSIÓN DE AUDIENCIAS
No hay norma en el COGEP que faculte al juez a suspender una audiencia
convocada, pero el Código sí contempla la posibilidad de que las audiencias ya
iniciadas sean suspendidas; la norma es taxativa y rige únicamente para dos casos:
1) Cuando concurran razones de absoluta necesidad; y, 2) Por razones de caso
fortuito o fuerza mayor que afecten al desarrollo de la diligencia (Art. 82).
Las “razones de absoluta necesidad” a las que está referido el primer numeral del
artículo 82 citado, no están especificadas en el Código y esto no deja de ser
problemático, pues quedará librado a la subjetividad del juez el decidir qué
circunstancias pueden configurar este tipo de razones. ¿Puede suspenderse una
audiencia porque no fue despachada la prueba a la que no se tiene acceso solicitada
por alguna de las partes? Sería lógico, para no angustiar la defensa de la parte
afectada. ¿Puede suspenderse una audiencia porque una de las partes o su
defensor está a todas luces muy enferma? Casos así ya se han dado en nuestras
Unidades Judiciales, y mi criterio es que constituirían razones de absoluta necesidad
sin lugar a dudas.
El juez, en audiencia, debe conceder la palabra a las partes para que argumenten,
presenten sus alegaciones y practiquen pruebas, cuidando siempre que cada parte
pueda ejercer el derecho de contradecir a la otra. Las partes tienen derecho de
presentar libremente sus propuestas, intervenciones y sustentos. El juez concederá
la palabra a quien lo solicite y abrirá la discusión sobre los temas que sean
admisibles (Art. 79). Esta disposición normativa, es concordante con la garantía de
defensa que hace parte del debido proceso contemplada en la Constitución del
Ecuador (Art. 76.7h) que prescribe el principio de contradicción y establece como
derecho de las partes el poder “presentar de forma verbal o escrita las razones o
argumentos de los que se crea asistidas y replicar los argumentos de las otras
partes; presentar pruebas y contradecir las que se presenten en su contra”..
FUENTE: https://www.derechoecuador.com/reglas-generales-de-las-audiencias-en-el-cogep--