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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE DERECHO

CONTROL DE LECTURA 3

“La República de Platón”

Profesor: OBDULIO ÁVILA MAYO

Asignatura: TEORÍA GENERAL DEL ESTADO

Alumna: RAMÍREZ NERI TANIA VANESSA

Grupo: 2127
LA REPÚBLICA DE PLATÓN

La República de Platón es un libro que está conformado por una


introducción y un compendio de diez capítulos que están acompañados
de una serie de notas en el que podrás encontrar una gran ampliación
temática, es precisamente este libro el de mayor extensión después de
las Leyes, también se dice que es la perfecta arquitectura del hombre y
su morada y que en realidad no es una obra de política, sino un tratado
sobre la educación que jamás se haya escrito “es la educación de los
hombres”.

 Capítulo I

En este primer capítulo de La República vemos a Sócrates y a Glaucón


(hijo de Aristón) descender al Pireo, para rezarle a la diosa y con la mera
intención de poder observar la fiesta, cuando estos regresaban de
vuelta a la capital Polemarco (hijo de Céfalo) mandó a uno de sus
esclavos para pedirles que lo esperaran, mientras el esclavo hablaba
con Sócrates llegó Polemarco en compañía de Adimanto (hermano de
Glaucón), Nicérato (hijo de Nicias) y unos cuantos más que volvían de
la procesión para persuadir a este de que se quedara, y este a tal
insistencia no tuvo otra opción más que aceptar la oferta.

Cuando llegaron a casa de Polemarco encontraron a sus hermanos de


este (Lisias y Eutidemo), a Trasimaco de Calcedonia, a Carmintides de
Peania y Clitofón (hijo de Aristónimo) y también a Céfalo (padre de
Polemarco). Sócrates se sentó a conversar con Céfalo y este le empezó
a platicar sobre los placeres del cuerpo (que para el ya habían
caducado), pero que a la vez que estos desaparecieron, apareció el
deseo y el placer de la conversación, Sócrates le comentó a Céfalo que
a él le agrada conversar con gente de edad avanzada, ya que le parecía
interesante aprender de los que le precedieron.

En el transcurso de la plática Sócrates, Polemarco y posteriormente


Trasímaco empezaron a hablar sobre la justicia, tema principal de este
capítulo. Polemarco explicó entonces lo que Simónides dice sobre la
justicia, que es cuando hay que darle a cada uno lo que le conviene y a
esto Simónides lo llamo “lo que se le debe”, pero Sócrates no estaba
convencido de eso, cosa que los llevo a discutir por bastante tiempo,
llegándose a preguntar si entones Simónides entiende por justicia
“hacer el bien a los amigos y mal a los enemigos”, cosa que Polemarco
también cree así. Dentro de la plática estos comentaron que la justicia
no sirve de mucho, ya que resulta apenas útil para las cosas de que no
nos servimos, pero al final Sócrates y Polemarco llegaron a la
conclusión de que el justo no debe en ningún caso hacer a nadie el mal.

Por otro lado Trasímaco estuvo analizando la plática entre estos y


cuando tuvo la oportunidad interrumpió diciendo después de un largo
discurso que para él la justicia no es otra cosa que el interés del más
fuerte, algo con lo que Sócrates no estaba convencido, ya que no podía
comprender a que se refería. Trasímaco le respondió entonces que a lo
que se refiere es a que las ciudades se gobiernan unas
monárquicamente, otras democráticamente y otras aristocráticamente,
diciendo así que cada gobierno establece las Leyes en su propio interés,
y una vez puestas en vigor declaran ser justo para los gobernados lo
que en realidad es de interés de los gobiernos, y al transgresor de este
orden lo castigan como violador de la ley y la justicia, que se resume
como el interés del gobierno constituido. Pero Sócrates seguía teniendo
dudas, y después de otra gran discusión sobre la nueva definición este
se seguía cuestionando sobre si la justicia es una virtud, o si el que la
posee es feliz o infeliz.

 Capítulo II

En este segundo capítulo Glaucón continúa la discusión sobre la


interpretación de justicia de Trasímaco, quien como lo veíamos en el
capítulo anterior para él la justicia es el interés del más fuerte. En este
capítulo también podremos observar que Glaucón y Sócrates hablan
sobre tres tipos de bienes: el primer tipo son aquellos bienes que
desearíamos poseer (los que amamos por si mismos), el segundo tipo
dice que son los bienes que amamos tanto por sí mismos como por sus
consecuencias y el tercer tipo de bienes hace referencia a aquellos que
queremos tener por la ganancia o ventajas que de ellos resultan.

Dentro de este capítulo también se analizará la justicia y la injusticia. El


cometer la injusticia es un bien conforme a la naturaleza, y el sufrirla, un
mal, y que el mal de padecer la injusticia excede al bien de cometerla,
de tal forma que los hombres decidieron que les sería útil entenderse
entre sí (los preceptos de la ley fueron llamados legalidad y justicia). La
génesis y la esencia de la justicia ocupan la posición intermedia entre el
mayor bien (la impunidad) y el mayor mal (impotencia de vengarse de
la injusticia que se sufre). La injusticia es entonces un objeto de honor
por la impotencia de cometer la injusticia, y el juicio que hayamos de
emitir sobre el hombre será el de oponer el uno al otro, considerándolos
en la justicia y la injusticia.

Después de hablar un rato sobre este tema, llegó Adimanto (hermano


de Glaucón) y dijo que era necesario examinar la tesis contraria a la de
su hermano “los que enlazan la justicia y vituperan la injusticia”, con el
propósito de dejar más en claro lo que este había querido decir.
Adimanto argumenta que cuando los padres alaban la justicia no la
alaban por sí misma, sino por la buena reputación que de ella proviene,
y que se le depara al justo por su buena fama.

Después de otra larga conversación Sócrates ideó un plan para poder


tener una vista penetrante de lo que Glaucón y Adimanto han estado
diciendo a lo largo de este capítulo, y para ello se tendrán que adentrar
a la justicia de toda la ciudad. Para dar inicio a esta ardua investigación,
Sócrates indagará sobre la naturaleza de la justicia en las sociedades.
Comienza diciendo que una ciudad nace cuando los individuos se
encuentran en la imposibilidad de bastarse a sí mismos y de procurarse
las muchas cosas que han de mantenerse, y que los hombres se
asocian con otros por las necesidades (asociados) y es precisamente
cuando reciben el nombre de ciudad.

Dentro de esta investigación se analizarán las necesidades de la ciudad


(provisión de alimentos, habitación y vestido) y sobre cómo esta es
capaz de proveerse de todo esto, pero sobre todo se cuestionaran sobre
las diferentes disposiciones con las que nace cada individuo (cualidades
que tiene el ser humano para poder colaborar unos con otro), y así poder
tener un Estado lujoso, que a su vez conllevaría a la guerra.
 Capítulo III

Seguimos ahora con el tercer capítulo, aquí se abordará la educación


de los guardianes (niños que pretenden educar para la defensa del
país). Sócrates comienza diciendo que se deberían eliminar los pasajes
de Homero y demás poetas, ya que por su contenido no desean que los
guardianes tengan una figura errónea de los hombres de mérito y de
los dioses. También mencionan que hay que hacer grande el aprecio de
la verdad, y que si el gobernante sorprende mintiendo a algún miembro
de la ciudad, le deberá de imponer un castigo. Estos también hablarán
sobre la templanza y obediencia hacia los gobernantes, y para esto
alabaran ahora algunos pasajes de homero que dicen “Siéntate en
silencio, padrecito y obedece mis órdenes”, ya que para ellos la
templanza y obediencia son elementos primordiales que los guardianes
deben aprender, pero por otro lado están en desacuerdo con algunos
de los pasajes de Homero, ya que dicen que no son correctos porque
no buscan inducir a los jóvenes a la templanza, otra de las reglas para
la educación de estos, es que no se les ha de permitir aceptar regalos,
ser amantes de la riqueza, o alabar a Fénix.

Adentrándonos un poco más en esta apasionada plática, podremos


observar que Sócrates habla sobre que la música, la gimnasia y la
literatura, que son otras formas de educar de forma recta a la juventud.

 Capítulo IV

En este cuarto capítulo Adimanto comienza con una pregunta que le


plantea a Sócrates, la cual habla sobre la felicidad de los guardianes en
la ciudad, y como es que estos no gozan de ningún bien a causa de las
reglas impuestas por este. Sócrates en su defensa, responde que la
ciudad no se ha construido con el fin de que una clase única sea feliz,
sino que lo sea en la ciudad entera, y continuó diciéndole que ellos
constituyen guardianes auténticos que de ningún modo pueden hacer
el mal a la ciudad.

Sócrates planteará que para él la sabiduría es la buena toma de


decisiones, y que cada persona debe de contar con un dominio sobre sí
mismo y no dejarse dominar por pasiones. También planteará que el
alma se divide en tres partes: una conducida por la razón, otra por la
valentía y otra por los apetitos.

 Capítulo V

En este capítulo se hablará sobre la atribución a las mujeres a una


crianza semejante. Se dice que si se imponen los mismos servicios a
mujeres y varones, eso requerirá darles una misma educación, ya que
si a los hombres como lo veíamos en los capítulos anteriores se les dio
música y gimnasia, a las mujeres se les deberá de dar esta doble
disciplina, y requerir sus servicios en las mismas condiciones, ya que
sostiene que ellas son iguales a los varones.

También se menciona que las mujeres tienen menos poder de decidir


que los hombres, siendo el tema central de éste capítulo el papel de las
mujeres dentro del Estado.

 Capítulo VI
En este sexto capítulo se hablará sobre los gobernantes o guías de la
ciudad (filósofos), y que estos deben de ser capaces de guardar sus
leyes y costumbres. Pero hay cierta cualidades que estos deben tener,
las cuales nos dicen que primero tienen que estar enamorados del
saber, aman la realidad por entero sin renunciar por su voluntad a
ningún de sus partes, debe de tener sobredicha, autenticidad y voluntad,
y que ame todo lo que es pariente o familiar del amado. También se
menciona que un hombre con tal temple no será avaro de riquezas.

En este capítulo se tocará también la idea del bien como el principio que
organiza el cosmos.

 Capítulo VII

En este capítulo Sócrates compara el estado de nuestra naturaleza con


relación la cultura y la incultura. Y menciona que en el alma de cada
uno reside la facultad de aprender. Mencionará también que las virtudes
del alma son bastante análogas a las del cuerpo, ya que pueden
producirse posteriormente a través del hábito, y que la virtud del
conocimiento parece depender de algo, cuyo ser está en que jamás
pierda su poder y que dependerá de la conversión que se le dé para
convertirse en algo útil o nocivo.

Sócrates vuelve a mencionar la educación, porque esta es el medio de


poder tener un buen conocimiento, y menciona que la educación
musical y física que se le tiene que dar a los guardianes, pero ahora
dice que esta es insuficiente.
 Capítulo VIII

En este capítulo se repasarán puntos en los que los involucrados a los


temas han estado de acuerdo.

Sócrates mencionara que existen cuatro tipos de gobierno, los cuales él


describe como “enfermedades del estado” una peor que otra (Creta y
Lacedemonia, oligarquía, democracia y tiranía). La primera de ellas
menciona que es desviada de la aristocracia, la segunda hace
referencia a que en esta reina el que más dinero posee, la tercera una
forma de gobierno desordenada y la cuarta la peor de todas.

 Capítulo IX

En este penúltimo capítulo de la República de Platón se examinará al


hombre tiránico (injusto), quien es el hijo del hombre democrático y dice
que este es alguien que empeora sus características, llegando así a
perder su racionalidad (locura).

En este capítulo Sócrates buscará demostrar que el hombre justo es


más feliz que el hombre injusto, diciendo que un hombre justo es
aristocrático y que el hombre injusto es esclavo y que no es un hombre
libre, por lo tanto este no puede ser feliz.

 Capítulo X

Para terminar con este libro de la República, se retomarán temas sobre


los poetas y Sócrates narra el mito de Er, el cual habla sobre un hombre
que vuelve del más allá para contar lo que ocurre, este mito también
nos dice que el alma de cada uno es juzgada incluso después de la
muerte. Teniendo así “el alma” como tema central de este último
capítulo.

Este libro sin duda es un gran compendio de aprendizajes que tendrás


que leer con mucha cautela si es que quieres extraer de él lo más
importante. La República de Platón es sin duda un libro complejo, bello
y extenuante que sinceramente vale la pena leer, y del cual podrás
aprender muchísimo con todos los temas que este aborda. Sin duda,
este es hasta ahora el libro más difícil que he leído, pero me voy con la
satisfacción de que no cualquiera lo termina

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