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¿QUÉ ES UN SACRAMENTO?

Por: Iván Añorve Jaimes

El Sacramento es un signo sensible y eficaz de la gracia, instituido por Cristo, para


santificar nuestras almas. Otros autores lo definen como cosa sensible que por institución
divina tiene la virtud tanto de santificar como de otorgar la gracia santificante.

Jesús confirió a la Iglesia signos sensibles que nos comunicaran la gracia


santificante, a estos signos sensibles nosotros los conocemos como Sacramentos. Cuando
decimos que Jesús confirió estos sacramentos a la Iglesia no estamos diciendo con ello que
actualmente son instituidos por ella, o que ella es la dueña de los mismos, sino que ella es
quien por mandato y decisión de Cristo los custodia y confiere al pueblo de Dios para su
santificación.

Los sacramentos, como fuerza que brotan del cuerpo Místico de Cristo, siempre
vivo y vivificante, y como acciones del Espíritu Santo que actúa en su Cuerpo que es la
Iglesia, son la obra maestra en al Nueva y Eterna Alianza. En esta tónica el Sacrosantum
Concilium en su N° 59 nos enseña que “los Sacramentos están ordenados a la
santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar
culto a Dios pero, como signos, también tienen un instructivo. No solo suponen la fe,
también la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones”.

La definición etimológica de la Palabra Sacramento hunde sus raíces en la palabra


latina “Sacramentum” que significa algo que santifica y equivale a la palabra griega
“Misterio” que significa cosa sacra, oculta o secreta. Nosotros, Iglesia de occidente,
utilizamos la palabra latina Sacramento por considerarla con mayor propiedad para
referirnos a los sacramentos instituidos por Cristo, puesto que misterio, quizá por la misma
cultura ha adquirido una connotación fetichista.

HAY EN LA IGLESIA SIETE SACRAMENTOS:

La Iglesia desde sus orígenes siempre ha reconocido siete sacramentos como


instituidos por nuestro Señor Jesucristo, a saber: Bautizo, Confirmación, Eucaristía,
Penitencia, Unción de enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Estos siete sacramentos
son y serán por siempre eficaces porque son actos del Cristo Resucitado y su Espíritu. A
través de la Iglesia manifiestan y comunican a los hombres el misterio de la comunión del
Dios del amor, Uno en tres personas.

Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos
importantes de la vida del cristiano; dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la
vida de fe del cristiano. Hay aquí una cierta semejanza entre la vida natural y las etapas de
la vida espiritual.
Por ejemplo, el sacramento del bautismo se otorga propiamente en el transcurso de
los primeros años de la vida, para que no solamente exista un nacimiento físico, sino
también espiritual, el sacramento de la confirmación se otorga a partir de los 7 años de edad
(aunque debe adaptarse a las circunstancias pastorales de cada región eclesial) y se otorga
hasta esta edad, puesto que es cuando se ha alcanzado o se empieza a alcanzar el uso de
razón, elemento fundamental para poder asumir los compromisos que conlleva el ser
cristiano, seguramente un niño de meses de nacido o de uno o dos años de vida no podrá
por su misma situación asumir dichos compromisos. El sacramento de la Eucaristía, el de la
Penitencia y el de la Sagrada Unción se otorgan también después de que se ha alcanzado el
uso de razón, puesto que a raíz de que se alcanza el uso de razón se empieza el
conocimiento y distinción del bien y del mal, por lo que también se amplía la conciencia
del pecado en el hombre, y ante tal situación son necesarios estos sacramentos para ir
sanando y alimentando la vida del cristiano. Los otros últimos dos sacramentos el del
Matrimonio y el Orden Sagrado, se han de recibir cuando se esté preparado no solamente
espiritual, sino también físicamente para asumir responsablemente la misión que dichos
sacramentos confieren, por ejemplo el del matrimonio habrá de asumir las
responsabilidades del hogar y de los hijos, mientas que el del Orden Sagrado habrá de
asumir la gran responsabilidad de ser Pastor, Esposo y Cabeza de la Iglesia, pueblo de Dios.

LOS SIETE SACRAMENTOS ESTÁN AGRUPADOS EN TRES NIVELES SEGÚN


LA GRACIA QUE CONFIEREN

a) SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA: Tienen la finalidad de despertar la


fe en el creyente y hacerla germinar. Ellos son el fundamento de toda la vida cristiana y
por medio de ellos pasamos a pertenecer al pueblo elegido de Dios. Los sacramentos de
Iniciación son tres: El bautismo, la confirmación y la eucaristía.

b) SACRAMENTOS DE CURACIÓN: Conforme se va creciendo dentro del orden


natural, se va también creciendo en el conocimiento del bien y del mal, surgiendo así el
pecado que nos aparta del camino de fe y crea una distancia entre Dios y el hombre, por
esta razón los sacramentos de curación tienen la finalidad de devolvernos la gracia
perdida por el pecado: Los sacramentos de curación son dos: el sacramento de la
penitencia y el sacramento de la unción de los enfermos.

c) LOS SACRAMENTOS AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD: Si bien es cierto que


estos sacramentos otorgan la salvación personal, su principal finalidad es la salvación
de los demás, en ellos la salvación personal se va logrando en el servicio desinteresado
a los demás. Confieren una misión particular en la Iglesia y contribuyen a la edificación
del pueblo de Dios. Estos dos sacramentos son: El orden sacerdotal y el sacramento del
matrimonio.

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