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El Espíritu Derramado

Hechos 2:32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos
testigos. 33 así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la
promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 porque
David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a
mi diestra, 35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 36 sepa, pues,
ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Introducción  
1) ¿A quién resucitó Dios? Vrs 32

2) ¿Quién fue exaltado por Dios para ser Señor? Vrs 33

3) ¿Qué promesa recibió Cristo del Padre?


El derramamiento del Espíritu Santo

¡Todo esto es por lo que Jesús ha hecho; nada por lo que yo soy!
Haber sido perdonado, tener nueva vida y haber recibido el BAUTISMO del Espíritu
Santo no ha sido por mis buenas intenciones, ni por servir más en la iglesia, ni por
esforzarme en ser mejor cristiano, sino por Jesucristo. Por su muerte, resurrección y
EXALTACION.

No tenemos que pedirle o rogarle al Señor que derrame su Espíritu sobre nosotros,
porque el Espíritu de poder ya ha sido derramado, sino alabarlo con total confianza
porque el Espíritu ya ha sido derramado sobre nosotros.

Cuando Sucede El Derramamiento Del Espíritu

1) Escuchando la palabra
Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio
de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa, 

2) Creyendo
Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio
de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa, 

3) Por fe
Gálatas 3:14 a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los
gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe.

4) Cuando hay Obediencia y prestar atención


Lucas 24:49 Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; más
vosotros quedaos en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos con poder de
lo alto.

Ordeno quédense en la ciudad de Jerusalén hasta que sean investidos


Que había en Jerusalén
- Seguridad
- Alimento
- Familia
- Trabajo

1 Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y
víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el
obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los
carneros.

5) Cuando Jesús es glorificado


Esto significa que el Espíritu Santo se derramó porque Jesús fue exaltado. Cuando
Jesús fue glorificado, declarado Señor, el Espíritu Santo fue derramado en la vida de
los creyentes.

Juan 7:39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues
aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

¿Es posible que el Hijo de Dios haya derramado su Sangre y que tus pecados no
hayan sido perdonados? ¡Imposible!

¿es posible que el Hijo de Dios haya sido glorificado y que tú no hayas recibido al
Espíritu Santo? ¡Imposible!

Conclusión

Porque Jesús murió en la cruz = Yo recibí el perdón de los pecados


Porque Jesús resucitó = Yo recibí vida nueva
Porque Jesús está a la diestra del Padre = Yo recibí en mi vida el Espíritu derramado

El Espíritu Santo ha sido derramado sobre nosotros los creyentes no para demostrar
cuán grandes somos, sino para confirmar la grandeza de Jesús.

Es una cuestión de FE.


Podrás orar y esperar durante años sin experimentar jamás el poder del Espíritu;
pero cuando dejes de rogarle al Señor que derrame su Espíritu sobre ti, y cuando con
plena confianza lo alabes porque el Espíritu ha sido derramado porque el Señor
Jesús ha sido glorificado, tu problema estará resuelto.

Jesús no va a ser Señor en el futuro, ya es Señor. Por lo tanto, no voy a recibir el


Espíritu, ¡ya lo he recibido! Es una cuestión de fe que viene por revelación.
Ora para que puedas ver esta realidad y alaba al Señor por el Espíritu que fue
derramado sobre tu vida y que habita en ti. Alaba al Señor y dile desde hoy en
adelante:

“Te alabo porque tú recibiste la gloria y la honra, y yo recibí el Espíritu Santo para
que me transmita toda tu vida y confirme tu exaltación en los cielos».

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