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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA
CIENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS
CARRERA DE DERECHO

TAREA:
MAL PRAXIS

DOCENTE:
DR. MATHA ASUNCION FRANCO MONSERRATE

ESTUDIANTE:
MARIAN DANIELA VIVANCO LAVAYEN

AÑO LECTIVO:
2023-2024
INTRODUCCIÓN

El compareciente escrito tiene como objetivo el análisis de la Mal Praxis, de la


cual se anticipa que es vista como el mal proceder del médico en haber brindado al
paciente una mala atención negligente y de cuidado, del cual es motivo de su
fallecimiento. Por ello abordaré la comprensión de este delito en relación a demás
preceptos constitucionales garantista de derechos como el de una salud eficiente,
además de otros postulados doctrinario de varios autores que expondrán las pautas a
seguir del buen médico, en relación a la lex artis que se explicará, como el análisis
del dilema respecto al dolo y culpa en cuanto a quien recae este delito.

DESARROLLO

En este apartado mucho antes que nada es necesario comprender desde un inicio
que la La Mala Praxis según la Web: “Surge cuando, ya sea por omisión o por
acción, el médico comete una falla en la manipulación del cuerpo de su paciente o
en la prescripción de fármacos. Esta conducta implica una negligencia, imprudencia
o impericia por parte del especialista. Desde ese enfoque sostengo que consiste en
la negligencia de la inobservancia del profesional médico de la normativa legal
aplicable o las obligaciones propias de la profesión para la custodia de la vida del
paciente. La mala praxis médica provoca un daño en lugar de curar o aliviar. Este
perjuicio es producido por el médico al realizar un acto no apropiado y no cumplir
con los estándares, las normas y los parámetros que rigen su profesión. Cabe
destacar, que esta se encuentra aludida en el artículo 146 del COIP en la parte
pertinente que tipifica: La persona que, al infringir un deber objetivo de cuidado, en
el ejercicio o práctica de su profesión, ocasione la muerte de otra, será sancionada
con pena privativa de libertad de uno a tres años. El proceso de habilitación para
volver a ejercer la profesión, luego de cumplida la pena, será determinado por la
Ley. Será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco años si la muerte
se produce por acciones innecesarias, peligrosas e ilegítimas.
En armonía con lo referido anteriormente, un ejemplo de Mala praxis desde mi
concepción empírica puede suscitarse en los casos de suicidio por envenenamiento,
del cual muchas veces los pacientes llegan a tiempo en los hospitales públicos, pero
por la falta de atención o la mala práctica de los profesionales de la salud, el
paciente termina padeciendo en su salud hasta morir.
Entonces en ese caso, los médicos no están prestando de forma adecuada y
eficaz sus servicios como exige el Estado y la Constitución para salvaguardar el
derecho a la vida, esto en la parte importante del artículo 32 de la CRE respecto al
derecho a la salud que estipula: “La salud es un derecho que garantiza el Estado La
prestación de los servicios de salud se regirá por los principios de equidad,
universalidad, solidaridad, interculturalidad, calidad, eficiencia, eficacia,
precaución y bioética, con enfoque de género y generacional.” (CRE, 2008)
Sin embargo, por un lado, debemos ser conscientes y humanistas de que sí el
médico atiende un caso de alta peligrosidad y el paciente fallece, no hay que acusar
al galeno por este delito porque no estaba entre sus capacidades sanar algo muy
delicado o riesgoso. Eso es lo mismo que se destaca en la ilustre página web: “Es
importante señalar que la mala praxis no suele ser intencional; si bien existen casos
de tipo criminal, por lo general se trata de errores, por graves que sean sus
consecuencias Ahora bien, el autor Gerardo Lascariz de la obra “Responsabilidad
del profesional en medicina” permite deducir que la reparación aplica para los Mal
Praxis donde el médico tuvo el designio doloso de mora, impericia o imprudencia
de descuido o que no lo tuvo frente al paciente, al respecto indica: “Por los daños y
perjuicios ocasionados por las faltas voluntarias o involuntarias, pero previsibles y
evitables, cometidas en el ejercicio de su profesión. En último extremo, el acto
médico responde a un contrato de prestación de servicios, de donde puede nacer el
derecho a la reclamación si no se a cumplido o no se ha cumplido bien.” (Lascariz
Jiménez, 2020)
En tal caso, la mala praxis al ser involuntaria se considerará como delito
culposo, mientras que sí existe una intencionalidad por parte del médico se
considerará como delito doloso, de manera que en ambos casos responderán ante la
justicia.
En fin, estas conductas a la mala practicas medicas conlleva a la incapacidad
técnica para el ejercicio de la profesión médica, se incluye la impericia, la
inobservancia de los reglamentos de responsabilidad laboral, administrativa y penal
con el objetivo de causar daño a una persona natural a una mala actuación.
imprudencia.

CONCLUSION
Se destaca como conclusión que la Mal Praxis es aquel tratamiento malo, erróneo o
negligente que resulta dañino, innecesario, para el enfermo del cual ha fallecido por
las mismas razones de una mala atención, diagnostico, medicación, cirugía, etc. en
ese sentido vulneran estos médicos el derecho a la salud de los pacientes. Cabe
destacar que hay que estudiar la conducta de los médicos respecto a su proceder del
cual se ha originado la muerte del paciente, para detectar sí la muerte se tratase de un
delito doloso sí se produjo con las intenciones de causar daño, o sí se produjo sin las
intenciones de hacerlo, como descuido, negligencia, la falta de supervisión, etc., y en
ese caso responderá por un delito culposo. Pero sin lugar a dudas, en ambos casos se
deberá de responder civil y penalmente. Para que no ocurra todos estos malos
sucesos, los doctores deben de ser precavidos en conocer durante su trabajo las
pautas a seguir para el cuidado del paciente, para ello debe de rehabilitarse al
enfermo, y actuar con Licitud, ósea ser leal con cada acto que haga al paciente por
eso el medico tiene que conocer bien estos principios y llevarlos a la práctica
cotidiana. Así mismo debe demostrar su profesionalidad en la medicina con debida
precaución a fin de garantizarle al paciente su derecho al servicio a una salud
eficiente, pues debe de seguir la lex artis consistentes en normas u protocolos del
correcto actuar del profesional para saber cómo tratar a los enfermos.

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