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Mitología clásica.

TEMA 5 (I) (IES ATENEA)

TEMA 5 (I): PRINCIPALES PERSONAJES DE LAS LEYENDAS:


PERSEO

1. PERSEO
Perseo es quizás el más antiguo de los héroes griegos y
sus representaciones de la decapitación de la gorgona
Medusa se encuentran entre las primeras escenas de la
mitología que aparecen en el arte. Incluso en la
mitología se cree que vivió tres generaciones antes que
otro gran héroe, Hércules, que perteneció a una
generación antes de la Guerra de Troya. El padre mortal
de Perseo era Danaos y su madre era Dánae, la hija de
Acrisio (o Akrisios), el rey de Argos. Sin embargo, se
creía que Perseo, al igual que otros héroes griegos, tenía
un linaje divino, algo que ayudaba a explicar cómo
podían lograr hazañas tan fantásticas, proporcionando un vínculo entre los hombres y los dioses,
cumpliendo su función como modelos a seguir. En el caso de Perseo, se pensaba que Zeus era su
verdadero padre después de que el mismo rey de los dioses se había acostado con Dánae cuando su
padre la había encarcelado. Acrisio había encerrado a su hija en una prisión subterránea hecha de
bronce después de que un oráculo declarara que su futuro nieto lo mataría. Por supuesto, esto no fue
una barrera para Zeus quien entró a la celda como una lluvia de oro. Naturalmente, cuando nació el
niño, Acrisio no estaba dispuesto a creer la descabellada historia de Dánae sobre la lluvia dorada y
aún con sospechas y consciente del oráculo, encerró a la madre y al niño en un cofre de madera y
los arrojó al mar. Sin embargo, Zeus no abandonó sus deberes filiales y gracias a una conversación
tranquila con Poseidón, se aseguró de que los mares estuvieran lo suficientemente tranquilos, de
modo que el cofre arribó a salvo a las costas de la isla egea de Serifos y fue encontrado por Dictis,
un pescador que acogió y cuidó a los náufragos.

Perseo y las tres Grayas


Fue aquí en Serifos donde Perseo pasó
pacíficamente sus primeros años de formación,
impresionando a todos con su destreza física y
coraje. Sin embargo, a medida de que crecía,
Perseo se convirtió en un obstáculo para los planes
que el rey Polidectes (o Polydektes) tenía con
Dánae, así el rey comenzó a buscar maneras de
deshacerse del joven. Surgió una oportunidad
cuando Perseo, precipitadamente se jactó de que
podía matar a la temible gorgona Medusa, cuya
mirada podía convertir instantáneamente a los
hombres en piedra. Polidectes inmediatamente desafió a Perseo a que cumpliera su promesa y, si
fallaba, el rey tomaría posesión de su madre Dánae. La tarea parecía imposible, pero Perseo recibió
la guía de los dioses. Hermes y Atenea le aconsejaron que buscara el consejo de las tres Grayas,
que eran conocidas por ser muy sabias y de hecho eran además hermanas de las gorgonas. Las tres
viejas brujas compartían un diente y un ojo entre ellas y Perseo les robó el ojo, prometiendo
devolvérselos solo si las Grayas le contaban ciertos detalles que lo ayudarían en su peligrosa
misión. Perseo también quería de ellas una bolsa especial (kibisis) para mantener a salvo la cabeza
cortada de Medusa, cuya mirada letal seguía teniendo poder incluso después de la muerte.
Naturalmente, las Grayas querían que les devolvieran el ojo, por lo que Perseo obtuvo lo que quería
y, además, Hermes le dio una hoz (harpe) o espada adamantina para poder cumplir con la hazaña
mortal.

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Mitología clásica. TEMA 5 (I) (IES ATENEA)

La gorgona Medusa
Hesíodo es nuestra fuente más antigua del relato y nos brinda algunos antecedentes sobre Medusa.
Las tres gorgonas nacieron de Gaia y Océano. De las tres hermanas (Esteno, Euríale y Medusa),
solo la última era mortal. Las gorgonas vivían juntas en prados floridos en los confines de la Tierra,
más allá del Océano. Las gorgonas eran criaturas terribles de contemplar con sus garras, alas y
serpientes como cabellos. La historia de Medusa es bastante trágica, ya que de hecho alguna vez fue
muy hermosa, pero Atenea la transformó en una horrible gorgona después de que Poseidón violara
a la hermosa doncella en uno de los templos de la diosa. En otra versión del mito, Medusa le había
preguntado a Atenea si podía dejar el lejano norte donde vivía y visitar el sur para así poder ver el
sol por primera vez. Sin embargo, Atenea rechazó la petición y Medusa afirmó que la negativa
había sido motivada por celos de su gran belleza. Enfurecida por este alarde, Atenea rápidamente
transformó a la bella en una horrible gorgona cuya mirada convertía a cualquiera que mirara en
piedra.

Usando sus sandalias voladoras, Perseo viajó hasta los confines de la tierra (literalmente) y se
deslizó sobre las gorgonas, mirándolas solo a través del reflejo en su escudo pulido. Nuestro héroe
de pies ligeros, invisible gracias a su casco, decapitó a Medusa sin causar mucho alboroto usando su
hoz divina (o espada curva), el único evento inesperado fue la aparición de Crisaor y Pegaso el
caballo alado, del cuello cortado de la gorgona muerta. Las dos gorgonas sobrevivientes lo
persiguieron, pero Perseo recibió ayuda de Atenea y escapó fácilmente con su premio.

Perseo y Andrómeda
Mientras viajaba de regreso a casa triunfante, el héroe fue
cautivado al ver a la bella pero indefensa princesa
Andrómeda encadenada a una roca. Andrómeda era la hija
de Cefeo (o Kepheus), el rey etíope, y Casiopea (o
Kassiopeia). El dios Poseidón se había enojado con Casiopea
por hacer un atrevido alarde de su belleza que según ella, era
mayor, incluso que la de las Nereidas, por lo que el sacudidor
de la Tierra envió primero una terrible inundación y luego un
monstruo marino Ceto (Ketos) para aterrorizar al reino. La
única forma de apaciguar al dios y prevenir el desastre era
sacrificar a Andrómeda al monstruo que se avecinaba.
Enamorado de Andrómeda a primera vista, Perseo se ofreció
a hacerse cargo del monstruo si podía casarse con la princesa.
El desesperado rey estuvo de acuerdo y al mostrar la cabeza
de Medusa, que aún conservaba su potente mirada, Perseo se
aseguró de que el monstruo marino se convirtiera en piedra. A
la hora de recoger su premio, Fineo, hermano del rey,
interfirió en la unión, ya que Andrómeda originalmente se le
había prometido a él. Perseo resolvió rápidamente este
obstáculo mostrándole la cabeza a Fineo, a quien también
convirtió en piedra.

Finalmente, al regresar a Serifos, Perseo se enteró de que el rey


Polidectes había estado abusando de su madre en su ausencia. El héroe,
por lo tanto, le presentó a Polidectes la cabeza de Medusa como
prometió, pero se aseguró de que la mirada mortal capturara la mirada
del rey y lo convirtiera en piedra. Luego, Perseo le presentó la cabeza a
Atenea como regalo, quien la colocó en el centro de su temible égida
(aegis).

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Mitología clásica. TEMA 5 (I) (IES ATENEA)

Otras aventuras de Perseo


Las acciones posteriores de Perseo incluyeron matar accidentalmente a su abuelo Acrisio con un
tejo mientras competía en una competencia deportiva en Larisa en Tesalia. Acrisio había huido allí
precisamente para evitar a Perseo, pero el destino se saldría con la suya, y un tiro perdido entró en
la multitud y mató instantáneamente al anciano, cumpliendo así la predicción del oráculo. Incapaz
de soportar el gobernar Argos y tal vez perseguido por los recuerdos de su pasado, Perseo cambió su
reinado por el de Tirinto, desde donde fundó la vecina ciudad de Micenas. Con Andrómeda tuvo
cuatro hijos: Electrión, Alceo, Perses y Esténelo, y una hija: Gorgófone. Electrión se convertiría
en el padre de Alcmena, quien a su vez tendría un hijo: Hércules.

¿Cómo se muestra a Perseo en el arte?


En el arte griego antiguo, Perseo, con su sombrero, sandalias aladas y el kibisis sobre su hombro,
aparece por primera vez con Medusa en cerámica a finales del siglo VII a. C. La cabeza de Medusa
(el gorgoneion) se convertiría en un motivo común en el arte griego y se creía que posiblemente
alejaba a las fuerzas del mal. Aparece en cerámica, escultura, escudos y arquitectura monumental, y
una de las representaciones más famosas de una gorgona proviene del frontón del Templo de
Artemisa en Corfú (c. 580 a. C.). Perseo también fue objeto de varias tragedias en el siglo V a. C. en
particular las de Sófocles y Eurípides.

FUENTE: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11428/perseo/

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