El comitán colonial, heredero de antiguos asentamientos
indígenas, fue fundado por los dominicos poco después de la llegada de los españoles a la región de los Llanos en 1528. Comitán fue cuna de la independencia de Chiapas y de Centroamérica y también lugar de origen de hombres y mujeres que han hecho grandes aportaciones a la cultura de México. Comitán es el Balún Canán de Rosario Castellanos.
A partir de la plaza principal, que servía de antesala al espacio
sagrado representado por el templo y su convento anexo, durante la colonia se fue distribuyendo la población de una forma regular sobre un trazado de calles rectas, a pesar de las condiciones topográficas. El centro de la ciudad es testimonio de muchos siglos de historia y específicamente de historia constructiva. La remodelación emprendida en los último años le ha restituido su gran dignidad.
Preside la plaza mayor el templo de Santo domingo, construido
en la segunda mitad del siglo XV o principios del XVI. De gran sobriedad en su fachada, su maciza torre de curpos cúbicos la relaciona con el estilo mudéjar, al igual que el sistema de techumbre con artesonado y la especie de alfiz que enmarca la entrada. Al interior de una sola nave le fueron añadidas dos capillas, ya en la época republicana. El 28 de agosto de 1821 se celebró allí la misa de tres ministros en la que fray Matías de Córdova refrendó la invitación, hecha el mismo día en San Sebastián, para declarar la independencia de Comitán de la corona española.
La plaza de Comitán, uno de los espacios públicos más gratos de
Chiapas está rodeada además por el Centro Cultural Rosario Castellanos y su hermoso patio de estupendas columnas de madrea, la presidencia municipal, construida en el lugar del antiguo cabildo donde se firmó el acta independentista de 1824 y el Teatro Junchavín de fachada neoclásica. Otros hitos de la visita a Comitán son el templo neoclásico de San Caralampio, construido en 1852, para honrar a un mártir protocristiano que debe su fama en Comitán al milagro que se le atribuyó de salvar de las epidemias de viruela y cólera morbus a la población del rancho de don Raymundo Solís, donde se hallaba su estampa; el templo del Calvario, cuya fachada presenta motivos extraídos del repertorio barroco de San José de exuberante estilo9 neogótico, el barrio de San Sebastián, cuya capilla de origen colonial es cuna de la independencia de Comitán, Chiapas y Centroamérica, y el Panteón Municipal, representativo del auge del arte funerario mexicano de fines del siglo XIX y principios del XX, y algunas de cuyas capillas simulan catedrales en miniatura.