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Escuela Marion G.

Bock

Maestra: Claudia Ofelia Xitumul Chen


Grado: 5to Perito en Desarrollo de Contenido Digital y Software
Materia: Cultura e Idiomas Mayas, Garífunas, Xincas

Antigua Guatemala

Carlos Roberto Martínez Morales


31 marzo. 2022
Índice

Contenido…………………………………3-10
Egrafías………………………………11
Antigua Guatemala
La ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, cuyo nombre oficial e histórico es
Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala y popularmente
nombrada en la actualidad como Antigua Guatemala, es cabecera del municipio homónimo
y del departamento de Sacatepéquez, Guatemala; se ubica a aproximadamente 25 kilómetros
al oeste de la capital de la República de Guatemala, y a una altitud de 1470 m s. n. m.
Actualmente la ciudad se ubica dentro de las 20 ciudades más importantes de Guatemala.

Durante la época colonial era conocida como Santiago de los Caballeros de Guatemala, y fue
la capital de la Capitanía General de Guatemala, entre 1541 y 1776, año en que la capital fue
trasladada a la ciudad de Nueva Guatemala de la Asunción luego de que los terremotos de
Santa Marta arruinaran la ciudad por tercera vez en el mismo siglo,3 hecho que las
autoridades civiles utilizaron como excusa para debilitar a las autoridades eclesiásticas
siguiendo las recomendaciones de las Reformas Borbónicas emprendidas por la corona
española en la segunda mitad del siglo XVIII obligando a las órdenes regulares a trasladarse
de sus majestuosos conventos a frágiles estructuras temporales en la nueva ciudad.

A partir del traslado la ciudad pasó a llamarse «arruinada Guatemala», «Santiago de


Guatemala antiguo» y la «antigua ciudad». Fue abandonada por todas las autoridades reales
y municipales, y en 1784 por las dos últimas parroquias: Candelaria y Nuestra Señora de los
Remedios, quedándose también sin autoridades eclesiásticas.6 Pocos años después el
arzobispo Cayetano Francos y Monroy autorizó el funcionamiento de tres parroquias
interinas que llevaron el nombre de sus antecesoras: San Sebastián, Candelaria y Los
Remedios, en donde se guardó la mayor cantidad de obras de arte religioso que permaneció
en la Antigua Guatemala.

Tras la Independencia de Centroamérica en 1821 recuperó la categoría de ciudad y fue


nombrada como cabecera del departamento de Sacatepéquez.8 Así mismo, el Estado de
Guatemala estableció circuitos y distritos para la aplicación de justicia por medio de juicios
de jurados en 1825, y la Antigua Guatemala fue asignada como sede del circuito homónimo
en el distrito n.º 8 (Sacatepéquez).

La ciudad fue designada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.1011

En el siglo XXI, es un importante destino turístico guatemalteco por su bien preservada


arquitectura barroca española con fachadas barrocas del Nuevo Mundo, así como un gran
número de ruinas de iglesias católicas, incluso aún después de los severos daños que sus
estructuras sufrieron por el abandono en que estuvieron entre 1776 y 1940312 y por los
terremotos de 1874,13 de 191712 y de 1976.14 También es reconocida por las solemnes
procesiones de Semana Santa que se han realizado anualmente desde antes del traslado de la
capital a la Nueva Guatemala.15 De acuerdo al censo oficial de 2018, tiene una población de
46 054 habitantes.

Historia De la Antigua Guatemala

Fue la tercera sede de la capital de la Capitanía General de Guatemala que comprendía a los
actuales Estados de Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, así
como Chiapas en México. Luego de la destrucción por inundación de la segunda ciudad el
11 de septiembre de 1541, ubicada en el Valle de Almolonga (barrio de San Miguel Escobar
en Ciudad Vieja, Sacatepéquez en el siglo XXI) en las faldas del Volcán de Agua —a donde
había sido llevada tras abandonar el primer asentamiento en Iximché (Tecpán), en 1527-. El
27 de septiembre se eligió una comisión de dos alcaldes y once ciudadanos para que
inspeccionaron el área y recomendaran un nuevo lugar para trasladar allí la ciudad, y a los
dos días retornaron y asegurando que el sitio idóneo era el Valle de Tianguecillo, a donde
ordenó el cabildo que se mudaran los pobladores. Pero, antes de que se realizara el traslado,
arribó el ingeniero Juan Bautista Antonelli, constructor de ciudades y villas, quien recomendó
que la ciudad fuera trasladada al Valle de Panchoy —o Valle del Tuerto—, porque «en él se
aparta el peligro de los volcanes, que nunca podrán inundarla, está resguardada del Norte,
con los cerros que la rodean; tiene abundancia de aguas, que naciendo muy altas corren por
este valle sobre la faz de la tierra, y se pueden encañar y llevar fácilmente a todas partes; que
dicho terreno es llano, y por esto cómodo para la formación de las plazas, calles y casas; y
tan dilatado, que por mucho aumento que tome la Ciudad, tendrá suelo donde extenderse,
hasta ocho, o nueve leguas de circunvalación. [Además], que dicho sitio en todos tiempos
está bañado de Sol, y es tan fértil, que todo el año se ve cubierto de hierba, y por esta parte
es bueno para apacentar bestias y ganados. [Finalmente], en sus inmediaciones hay gran
proporción para fabricar tejas, ladrillo y adobes, que en los cerros que rodean el valle se
encuentran canteras a distancia de dos o tres millas; y no lejos se halla la cal y el yeso.»

La nueva ciudad fue construida a partir de 1543 en el Valle de Panchoy, y establecida como
cabecera de la Real Audiencia de Guatemala en 1549. Durante su desarrollo y esplendor fue
conocida como una de las ciudades más hermosas de las Indias Españolas. La ciudad se trazó
en forma rectilínea, con las calles orientadas de norte a sur y de este a oeste, con una plaza
central. Para los edificios eclesiásticos y de gobierno fueron designados lugares importantes
alrededor de la plaza central; a esta plaza también se le llamó Plaza Mayor, Plaza Real y
Plaza de Armas. Entre 1549 y 1563, las propiedades al sureste de la plaza mayor fueron
vendidas a la corona y ocupadas por el primer presidente de la Real Audiencia de los
Confines: el licenciado Alonso López Cerrato. quien además fungió como gobernador y
capitán general. El edificio que se construyó originalmente era pequeño de artesonado con
portal, techo de teja y paredes de adobe. La ciudad estaba rodeada por tres volcanes,
montañas, planicies y cerros; a este territorio se le llamó «Valle de Guatemala» y contaba
con setenta y tres pueblos, dos villas y la propia ciudad de Santiago de los Caballeros.
Debido a los constantes problemas entre los conquistadores y los representantes de la corona
enviados por el rey de España, la Audiencia de los Confines se suprimió en 1565.c En 1570
se reinstauró la audiencia, esta vez independiente del virrey de México y se le llamó
Audiencia de Guatemala.

Los monjes franciscanos fueron los primeros en mudarse al valle de Panchoy, la capital del
Capitanía General de Guatemala y construyeron una capilla en el solar en el que
posteriormente se construyó la iglesia de la Escuela de Cristo. Esta capilla fue destruida en
1575 por un terremoto y durante los siguientes diez años se hicieron colectas para construir
el nuevo complejo, a dos cuadras del anterior. De El complejo franciscano se convirtió en un
importante centro cultural y religioso para todo la Capitanía General de Guatemala: teólogos,
juristas, filósofos, físicos y matemáticos estudiaron en su colegio de San Buenaventura, que
estaba ubicado en donde actualmente están las ruinas del monasterio. En el colegio también
estudiaron Cristóbal de Villalpando, Tomás de Merlo y Alonso de Paz.

La primera edificación de una iglesia catedral fue iniciada el año de 1545 con los escombros
traídos del destruido asentamiento en el valle de Almolonga; su construcción fue entorpecida
por los frecuentes sismos a lo largo de los años.

Fuente de las Sirenas, colocada por Diego de Porres en 1737, plaza central de Antigua
Guatemala. La ciudad fue la última morada del cronista español Bernal Díaz del Castillo,
quien también fue sepultado en una de las iglesias; también se conserva la que fue su última
residencia y otros sitios históricos coloniales.

La construcción de las Casas Reales para la residencia del Capitán General y los oidores de
la Real Audiencia de los Confines se inició en 1558. En el lugar se ubicaban la Caja Real, la
cárcel, el cuartel del Batallón de Dragones, la Sala de Armas, las casas de habitación de los
oidores y cabellerizas huertos y bodegas.

La Iglesia, Convento y Colegio de la Compañía de Jesús fue creada a través de Real Cédula
del 9 de agosto de 1561. Esta manzana jesuítica, donada en parte por el cronista Bernal Díaz
del Castillo, comprendía tres claustros y un templo, y vivían en él por lo menos doce jesuitas.

En el siglo XVI ocurrieron varios terremotos de consideración en las siguientes fechas: 21


de marzo de 1530, 11 de septiembre de 1541, 1565, 1575, 30 de noviembre de 1577 y 23 de
diciembre de 1585
Eventos del Siglo XVII

Los jesuitas fundaron el colegio de San Lucas de la Compañía de Jesús en 1608, el cual
adquirió gran fama y no tenía rival en cuanto a la enseñanza de primeras letras y gramática;
a él asistió lo más florido de la sociedad de Santiago, tales como Francisco Antonio Fuentes
y Guzmán, el cronista Francisco Vázquez y Pedro de Betancourt.

El 18 de julio de 1626 se inauguró el templo de la Compañía de Jesús, el cual sufrió continuas


renovaciones debido a los constantes terremotos que azotaron a la ciudad durante los siglos
XVI a XVIII.

Los religiosos de San Juan de Dios fundaron su convento en 1636 y a partir de entonces
estuvieron a cargo de los hospitales en el Capitanía General de Guatemala. Los hospitales
eran: San Alejo —para indígenas—, San Pedro —para eclesiásticos—, Santiago —para
españoles y mulatos—, San Lázaro. Este último fue entregado a los Hermanos de San Juan
de Dios en 1667 por los dominicos que lo habían administrado hasta entonces y en 1685, San
Alejo y Santiago se unieron, formando el hospital de San Juan de Dios.

El templo de la Escuela de Cristo fue fundado en la parroquia de Nuestra Señora de los


Remedios en 1664 y desde 1689 era conocido como la congregación de San Felipe de Neri.
Por su parte, alrededor de 1690 los jesuitas fundaron otro colegio: el «San Francisco de
Borja», en donde luego estudió y fungió como rector el poeta y sacerdote Rafael Landívar,
S.J.

El Santo Hermano Pedro

El Santo Hermano Pedro llegó a tierras guatemaltecas en 1650 procedente de su natal


Tenerife; al apenas desembarcar sufrió una grave enfermedad, durante la cual tuvo la primera
oportunidad de estar con los más pobres y desheredados. Tras su recuperación quiso realizar
estudios eclesiásticos, pero, al no poder hacerlo, profesó como terciario franciscano en el
Convento de San Francisco en Santiago de los Caballeros. Fundó centros de acogida para
pobres, indígenas y vagabundos y también fundó la Orden de los Hermanos de Nuestra
Señora de Bethlehem en 1656, con el fin de servir a los pobres. Por otro lado, fue el primer
alfabetizador de América y la Orden de los Betlemitas, a su vez fue la primera orden religiosa
nacida en el continente americano; El Santo Hermano Pedro fue un hombre adelantado a su
tiempo, tanto en sus métodos para enseñar a leer y escribir a los analfabetos como en el trato
dado a los enfermos.
El 7 de abril de 1669 el templo original de lo que después sería la Catedral de Antigua
Guatemala, fue demolido y un segundo santuario fue inaugurado en 1680 bajo la dirección
de Juan Pascual y José de Porres, existiendo también constancia de que en su reconstrucción
trabajó el ingeniero e imaginero español Martín de Andújar Cantos.

Terremotos de San Miguel

Los terremotos más fuertes que vivió la ciudad de Antigua Guatemala antes de su traslado
definitivo en 1776 fueron los terremotos de San Miguel en 1717. El 27 de agosto hubo una
erupción muy fuerte del Volcán de Fuego, que se extendió hasta el 30 de agosto; los vecinos
de la ciudad pidieron auxilio al Santo Cristo de la catedral y a la Virgen del Socorro que eran
los patronos jurados contra el fuego del volcán. El 29 de agosto salió la Virgen del Rosario
en procesión después de un siglo sin salir y hubo muchas más procesiones de santos hasta el
día 29 de septiembre, día de San Miguel; los primeros sismos por la tarde fueron leves, pero
a eso de las 7 de la noche se produjo un fuerte temblor que obligó a los vecinos a salir de sus
casas; siguieron los temblores y retumbos hasta la cuatro de la mañana. Los vecinos salieron
a la calle y a gritos confesaban sus pecados, pensando lo peor.

Los terremotos de San Miguel dañaron la ciudad considerablemente. El Real Palacio sufrió
daños en algunos cuartos y paredes. También hubo un abandono parcial de la ciudad, escasez
de alimentos, falta de mano de obra y muchos daños en las construcciones de la ciudad;
además de numerosos muertos y heridos. Estos terremotos hicieron pensar a las autoridades
en trasladar la ciudad a un nuevo asentamiento menos propenso a la actividad sísmica; los
vecinos de la ciudad se opusieron rotundamente al traslado, e incluso tomaron el Real Palacio
en protesta al mismo. Al final, la ciudad no se movió de ubicación, pero el número de
elementos en el Batallón de Dragones para resguardar el orden fue incrementado
considerablemente. El propio capitán general Francisco Rodríguez de Rivas -que gobernó de
1717 a 1724- donó de sus propios fondos para reconstruir el oratorio de San Felipe Neri y la
parroquia de El Calvario.

Los daños en el palacio fueron reparados por Diego de Porres, quien los terminó de componer
en 1720; aunque hay indicios de que hubo más trabajos de Porres hasta 1736.

La construcción del convento e iglesia de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza fue aprobada
por Felipe V en 1725 justo cuando llegaron las monjas de la Orden de Clarisas Capuchinas a
la población. La obra fue iniciada en 1731 y consagrada el año de 1736 bajo la supervisión
de Diego de Porres. Fue el último convento fundado en la ciudad y después pasó a llamarse
Convento de las Capuchinas.

La reconstrucción ocurrió en 1730 bajo la dirección del arquitecto Mayor Diego de Porres.
Su fachada ostenta una arquitectura renacentista y es fabricada de piedra, como la iglesia de
las Capuchinas, característica que la diferencia de los demás templos de la localidad.

El terremoto del 29 de septiembre de 1717 dejó inhabitable el edificio del colegio de San
Lucas de los jesuitas; el sismo partió la torre y destruyó la portada dejando esta última a dos
tercios de su altura. El maestro mayor de obras de la ciudad, Diego de Porres, comprobó los
daños que tenía la edificación y calculó que se necesitarían entre cinco mil y seis mil pesos
para repararla. Tres años después, los jesuitas ya habían reconstruido el edificio y, de acuerdo
al Maestro mayor de obras, estaba mucho más bello que la construcción original.

La iglesia principal de la ciudad obtuvo rango de Catedral Metropolitana en 1743,


constituyéndose como la más lujosa de Centroamérica en ese tiempo.

Terremotos de San Casimiro

Los sismos continuaron y el 4 de marzo de 1751 el terremoto de San Casimiro dañó la ciudad
nuevamente en esa oportunidad, el Palacio Real sufrió cuantiosos daños y hubo de ser
reconstruido totalmente. El encargado de la reconstrucción fue el arquitecto mayor Luis Diez
de Navarro, a quien las autoridades de la corona española le solicitaron que el edificio se
asemejara al edificio de la sede del poder criollo de Guatemala, el Ayuntamiento, y que
tuviera un portal de columnas de piedra con cúpulas en cada sector de intercolumnio, además
de ser abovedado el techo del conjunto.

El terremoto de San Casimiro también dañó completamente el cimborrio de la iglesia de la


Compañía de Jesús, obligando nuevamente a los jesuitas a solicitar la ayuda de los fieles de
la comunidad para rehacer el edificio, que nuevamente quedó catalogado como uno de los
más hermosos de toda Guatemala.

Un período de prosperidad comienza después del terremoto y la ciudad se beneficia de


diferentes obras públicas entre las que se encuentran el empedrado de calles y la fabricación
de acueductos para traer agua potable. El perímetro de la Plaza Mayor se arregla,
incluyéndose el Palacio del Ayuntamiento, cuya construcción se concluyó entre 1765 y 1768,
y de la Audiencia. El 17 de julio de 1753 concluyen las obras de renovación del empedrado
del patio del templo de la Compañía de Jesús.56 El arquitecto Juan de Dios Estrada estuvo a
cargo de la construcción de la Iglesia de La Merced desde 1749 y el templo de estilo ultra
barroco guatemalteco fue inaugurado en 1767 y cuenta con dos torres-campanarios.

EL Traslado de la Capital a La Nueva Guatemala

Tras el traslado de los recoletos a la Nueva Guatemala de la Asunción en 1775, el complejo


de la Recolección fue vendido a particulares, que durante el siglo xix lo utilizaron como
establo, fábrica de jabón y complejo deportivo. Inclusive, se extrajo material de las ruinas
para realizar otras construcciones en la ciudad, que ahora se llamaba Antigua Guatemala. En
cuanto al antiguo convento de las Capuchinas, este había quedado abandonado tras el traslado
de la ciudad, y en 1813 fue vendido por el arzobispado a particulares, quienes lo utilizaron
como patio para secado de café y como tintorería.

También desaparecieron: el barrio de la Santa Cruz en su totalidad; las calles y sitios


habitados en las laderas del cerro ubicado en el barrio de Chipilapa; dos callejones al poniente
de la iglesia de San Francisco y algunas otras calles y callejones más hacia el sur.

Pocos años después el arzobispo Cayetano Francos y Monroy autorizó el funcionamiento de


tres parroquias interinas que llevaron el nombre de sus antecesoras: San Sebastián,
Candelaria y Los Remedios, en donde se guardó la mayor cantidad de obras de arte religioso
que permaneció en la antigua Guatemala. A pesar del traslado de la imagen de Jesús Nazareno
de la Merced a la Nueva Guatemala de la Asunción, la iglesia de Nuestra Señora de las
Mercedes siguió en uso, pues no sufrió mayores daños y conservó sus imágenes y retablos
hasta 1813, cuando se inauguró la iglesia mercedaria en la nueva ciudad; incluso entonces,
los retablos fueron enviado a la Nueva Guatemala, pero la iglesia siguió funcionando en
Antigua Guatemala. En 1804, el arzobispo Peñalver y Cárdenas decidió crear la parroquia de
El Señor San José en Antigua Guatemala, la cual incorporó a tres parroquias provisionales
que funcionaban en las antiguas iglesias de Candelaria, San Sebastián y Los Remedios. Los
bienes de La Candelaria fueron trasladados al edificio de la antigua Universidad de San
Carlos Borromeo, y la iglesia abandonada. La nueva parroquia recibió entre los bienes de la
Candelaria una imagen del Señor del Descendimiento, la cual es venerada en la parroquia
desde entonces.
En 1806, el presbítero Rafael José Luna, cura de San José, tuvo la idea de utilizar las ruinas
de la antigua catedral como parroquia; en 1814 el cabildo eclesiástico resolvió aceptar la
petición y en 1819 se iniciaron algunos trabajos de remodelación del edificio, derrumbando
partes arruinadas, como los campanarios. Los trabajos se detuvieron por un tiempo, hasta que
se reiniciaron en 1832. Al terminar los trabajos, la parroquia de San José se trasladó del
antiguo edificio de la Universidad a la antigua catedral, en donde ha estado desde entonces.68
Los retablos que tiene esta nueva parroquia no son los originales de la catedral: fueron
elaborados en 1856

Terremoto del 3 de septiembre de 1874

El antiguo Palacio de los Capitanes Generales se empezó a reconstruir en la segunda mitad


siglo xix; para dicha reconstrucción se utilizaron las columnas de piera del portal de la
fachada, que habían permanecido durante casi cien años en unos cobertizos improvisados
frente al Palacio, en el lado sur de la Plaza Mayor. Con la reconstrucción se rehabilitaron los
sectores menos dañados del edificio: la cárcel y la gobernación. Para 1850, la población de
la ciudad era de alrededor de nueve mil habitantes y en 1865 se instaló entre los muros de la
iglesia de la Compañía de Jesús una fábrica de tejidos, aunque esta no fue rentable por la
falta de personal calificado y de materia prima.

De acuerdo al periódico estadounidense The New York Times, el terremoto de Guatemala


del 3 de septiembre de 1874 fue el más devastador de los que se registraron en ese año en
todo el mundo. No solamente se destruyó completamente el pueblo de Parramos,7576 sino
que bandas de forajidos armados con cuchillos y otras armas punzocortantes intentaron
asaltar a los damnificados y robarles lo poco que les quedaba; afortunadamente, las bandas
fueron capturadas por la policía del gobierno del general Justo Rufino Barrios y ejecutadas
sumariamente.

Los sismos se iniciaron en agosto, pero nadie les puso atención pues la población estaba
acostumbrada a que temblara con cierta frecuencia; es más, no impidieron que se celebrara
una gran gala en honor al enlace matrimonial del presidente Barrios con su joven esposa,
Francisca Aparicio de Barrios.

Un testigo relató que el terremoto se sintió como una combinación de una larga serie de
movimientos verticales y horizontales que hacían que pareciera que el suelo se movía en
forma de olas y que se elevaba hasta un pie de alto por encima de su nivel normal.

Otro testigo indicó que el pueblo de San Miguel Dueñas quedó totalmente destruido, y
quienes lograron sobrevivir salieron huyendo buscando áreas más seguras. En total, hubo
US$300,000 en pérdidas; los poblados afectados aparte de Antigua Guatemala, Dueñas,
Parramos y Patzicía, fueron Jocotenango, San Pedro Sacatepéquez, Ciudad Vieja y
Amatitlán.
Egrafías

Antigua Guatemala - Wikipedia, la enciclopedia libre

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