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Marcelo Percia

estancias
en común
Percia, Marcelo
estancias en común - 1a ed. - Adrogué :
Ediciones La Cebra, 2017.
512 p. ; 21,5x14 cm.

ISBN 978-987-3621-xxxxxxx

1. Ensayo Psicoanálisis Filosofía. I. Título


CDD 190

Marcelo Percia renuncia al cobro de los derechos de autor cuando


este libro sea vendido a entusiasmos que estudian en la Facultad de
Psicología de la Universidad de Buenos Aires

© Marcelo Percia
edicioneslacebra@gmail.com
www.edicioneslacebra.com.ar
imagen de tapa
soledades de Silvana Fernández.
Editor
Cristóbal Thayer

Esta primera edición de 1200 ejemplares de estancias en común se


terminó de imprimir en el mes de agosto de 2014 en Encuadernación
Latinoamérica, Zeballos 885, Avellaneda

Queda hecho el depósito que dispone la ley 11.723


III
ǻŠžœŒ‘ ’ĵǼ
ǻŠžœŒ‘ ’ĵǼ

1.

¿Qué tiene que ver con la vida en común?


Una generación no se designa por fechas de nacimiento, sino
por problemas que la historia da para enfrentar. La contem-
poraneidad no adviene como fatalidad ni como accidente o
coincidencia, sino como decisión.
¿Por qué una generación se decide por el deseo de cambiar el
mundo? ¿Por la revolución como horizonte posible?
Una generación se piensa como respuesta a la pregunta ¿Y…
eso qué tiene que ver con lo que estamos viviendo, con lo que estamos
discutiendo, con lo que nos está pasando?
Preguntas que no tienen respuestas, solicitan decisiones.

2.

La responsabilidad ante crímenes contra la humanidad no al-


canza sólo a perpetradores (por así llamar a quienes los ejecutan),
sino a las fabulaciones que vivieron antes, durante y después, en
la lengua de ese crimen y en todas las lenguas en tiempos de
ese ultraje.

řǯ

La idea de crimen contra la humanidad no se limita a una acu-


sación, sino que ensombrece a vivientes que tienen el don de la
palabra.
Un crimen contra la humanidad irradia una sospecha no indi-
vidual, una turbación que se aposenta como zozobra de una
advertencia que no descansa.

Śǯ

Pregunta que no cesa sobre el porvenir de lo que todavía lla-


mamos vida en común.
La implicación no dibuja actos voluntarios. Antes que vidas
implicadas, acontecen vidas atropelladas: embestidas por lo
inevitable.

ŚŚ
ǻŠžœŒ‘ ’ĵǼ

17.

Después de žœŒ‘ ’ĵ, los Estados Unidos descargan sobre


Hiroshima y Nagasaki bombas atómicas.
˜–’Ž—£Š—ȱŠȱŒ˜››Ž›ȱ•˜œȱ’Ž£ȱ–’—ž˜œȱꗊ•ŽœȱŽ•ȱ›Ž•˜“ȱŽ•ȱŠ™˜-
calipsis: última media noche del mundo.

18.

‘’•’™ȱ’Œ”ȱǻŗşŜŘǼȱŽœŒ›’‹Žȱž—Šȱ—˜ŸŽ•ŠǰȱEl hombre del castillo, en


la que se imagina un mundo en el que Alemania y Japón, tras
ganar la guerra, invaden los Estados Unidos. El delirio nazi
triunfante extermina vidas judías y africanas, esclaviza cuer-
pos negros, persigue disidencias.
Pero, en la historia circula un texto prohibido (La langosta se ha
posado), en el que se revela que los nazis no ganaron la guerra.
El autor de esa novela maldita (que se esconde en un castillo),
Ž˜—Šȱž—Šȱ™›Žž—ŠȱšžŽȱ™›˜Ÿ˜ŒŠȱŽœŒŠ•˜›Ç˜œDZȱŠ•ȱꗊ•ǰȱ¿no im-
porta quiénes ganaron la guerra?

19.

Sacude memorias cercanas.


Adolf Eichmann, con una identidad falsa, vive en Argentina
desde 1950.
La Corte Suprema rechaza, en 1959, la extradición Joseph
Mengele, médico que realizaba experimentos genéticos con
Ÿ’Šœȱ™›’œ’˜—Ž›ŠœȱŽ—ȱžœŒ‘ ’ĵǯȱ
—ȱŗşŜŖǰȱž—ȱŒ˜–Š—˜ȱŽ•ȱœŽ›Ÿ’Œ’˜ȱŽȱ’—Ž•’Ž—Œ’Šȱ’œ›ŠŽ•ÇȱŸ’˜•Šȱ
la soberanía Argentina: secuestra a Eichmann, en San Fernando,
provincia de Buenos Aires, para juzgarlo en Jerusalén.
La misma década del movimiento obrero combativo, de la re-
œ’œŽ—Œ’Šȱ™Ž›˜—’œŠǰȱŽȱ•Šœȱ’£šž’Ž›Šœǰȱ¢ȱŽ•ȱŒ˜›˜‹Š£˜ȱŽ—ȱŗşŜşǯ

20.

—ȱŗşŜŘǰȱ˜•ȱ’Œ‘–Š——ǰȱŒ˜—Ž—Š˜ȱŠȱ–˜›’›ȱŽ—ȱ•Šȱ‘˜›ŒŠǰȱ›Ž-
chaza la capucha negra que le ofrece el verdugo. Se despide

Śş
ǻŠžœŒ‘ ’ĵǼ

con estas palabras: “¡Larga vida a Austria, larga vida a Alemania,


larga vida a Argentina, nunca las olvidaré!”.

21.

Š——Š‘ȱ ›Ž—ȱ ǻŗşŜřǼǰȱ Ž—ȱ Eichmann en Jerusalén, difunde la


expresión “banalidad del mal”.
La palabra banalidadȱ—˜ȱœŽȱ›ŽęŽ›ŽȱŠȱ•˜ȱ˜Œž››’˜ǰȱœ’—˜ȱŠȱ•ŠȱŠ‹›’-
cación social de funcionarios aptos para administrar el horror:
existencias educadas que realizan actos de crueldad como ac-
ciones comunes y corrientes.
La idea de banalidad del mal disemina sospechas sobre la vida en
común, al rechazar la idea de excepción del mal o exageración
diabólica atribuida al nazismo.
Arendt objeta el argumento, tranquilizador, de una enfermiza
malignidad agazapada en los corazones.
Arraigos que integran el servicio secreto nazi no llevan mons-
truos dentro de sí: portan convicciones morales para las que
resulta verosímil decidir la muerte de millones de vidas.

22.

Arthur de Gobineau (1855), en —œŠ¢˜ȱœ˜‹›Žȱ•ŠȱŽœ’žŠ•ŠȱŽȱ•Šœȱ


razas humanas”, sostiene que la raza nórdica es superior. Postula
que las mezclas degeneran purezas y corrompen la civilización
europea.
Se dice que el verbo ser tiene vocación perfectiva porque supri-
me el tiempo anterior y posterior a su predicción.

Řřǯ

Š—£Šœȱ Žȱ ‹ŠŠ••Šȱ Žȱ “’—ŽŽœȱ šžŽȱ ŠŠŒŠ—ȱ ¢ȱ œŽȱ ŽęŽ—Ž—ȱ Žȱ Šȱ
montones con cañas gruesas.
˜Ÿ’–’Ž—˜ȱŠŒ’˜—Š•’œŠȱŠŒžŠ›Š, nace tras la caída de Perón, en
1957, formado por jóvenes de clases altas. Pretenden restaurar
•ŠȱŽ—œŽÛŠ—£Šȱ›Ž•’’˜œŠȱŽ—ȱ•ŠœȱŽœŒžŽ•ŠœȱǻŠ‹˜•’Šȱ‘ŠŒ’ŠȱŽ•ȱꗊ•ȱŽ•ȱ
gobierno de Perón).

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ǻŠžœŒ‘ ’ĵǼ

ŠŒžŠ›Š propone un país ȃ•’‹›ŽȱŽȱ™˜•Ç’Œ˜œǰȱ•’‹›ŽȱŽȱŽ–Š˜˜œȱ¢ȱ


libre de judíos”.
El imperativo de una comunidad feliz, se completa con la para-
noia de una sociedad cerrada.
Las fronteras nacionales se aseguran con reservas de sangre
pura, limpia, seleccionada.
ŠŒžŠ›Š odia existencias extranjeras: judías y marxistas, mari-
cas y solteras.
Exalta generaciones de familias rectas, respetuosas del ejército,
la iglesia, la propiedad.

ŘŚǯ

—ȱ žŽ—˜œȱ’›Žœǰȱ Ž—ȱ ŗşŜŘǰȱ ˜‹•’Š—ȱ Šȱ ž—Šȱ Ÿ’Šȱ Žȱ ’ŽŒ’—žŽŸŽȱ


años, que espera el colectivo para ir a la Facultad, a subir a un
auto. La golpean, le queman la piel con cigarrillos y le graban
con una navaja una esvástica en el pecho.

25.

Desde entonces, se piensa la familia como escuela de socieda-


des autoritarias, como moral que disciplina cuerpos, impone el
patrón de la heterosexualidad, subordinación de las mujeres,
reproducción del régimen de propiedad.

ŘŜǯ

Los hospitales psiquiátricos de la pobreza, brutales y horroro-


sos, no se asemejan a žœŒ‘ ’ĵ.
Los centros clandestinos de detención y desaparición de per-
sonas del terror de Estado en la Argentina, no se asimilan a
žœŒ‘ ’ĵ.
žœŒ‘ ’ĵ no tiene equivalencias.
žŠ•ȱšžŽȱ•Šȱꐞ›ŠȱŽȱ•Šȱdesaparición: no equivale a exilio, se-
cuestro, cárcel, persecución, violación, abuso, asesinato.
El ideal racial está entre las condiciones del exterminio.

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ǻŠžœŒ‘ ’ĵǼ

Ideas mayúsculas de dios, nación, sujeto: están entre las condi-


ciones del extermino.

27.

George Steiner, en una conversación con Rosembaum (1988),


œž’Ž›ŽȱšžŽȱ•Šȱ•’Ž›Šž›ŠȱŽȱ ŠĤŠȱŠ—’Œ’™ŠȱŽ•ȱ—Š£’œ–˜ǯ
Destaca una inquietante coincidencia: la palabra alemana
UngeziewferȱšžŽȱ ŠĤŠȱǻŗşŗśǼȱŽ–™•ŽŠȱ™Š›ŠȱŽœŒ›’‹’›ȱ•ŠȱŒ’›Œž—œ-
tancia de Gregorio Samsa en La metamorfosis, coincide con la
šžŽȱŽ–™•ŽŠȱ ’•Ž›ȱŽ—ȱœžœȱ’œŒž›œ˜œȱŒžŠ—˜ȱœŽȱ›ŽęŽ›ŽȱŠȱŽ¡’œŽ—-
cias judías como insectos.

28.

ŠĤŠȱ™ž‹•’ŒŠȱLa metamorfosis el año en el que comienza el ge-


nocidio de vidas armenias en manos del nacionalismo turco,
durante la primera guerra del siglo veinte.

29.

En Žœ™’›ŠŒ’à—ȱŠ›’ęŒ’Š•, novela de Ricardo Piglia (1980), uno de


los personajes, se despierta con este poema en la cabeza: ȃ˜¢ȱ
/ el equilibrista que / en el aire camina / descalzo / sobre un alambre
/ de púas”.
’•’Šȱ —Š››Šȱ Ž•ȱ ™˜œ’‹•Žȱ Ž—ŒžŽ—›˜ȱ Ž—›Žȱ ŠĤŠȱ ¢ȱ ’•Ž›ȱ Ž—ȱ •Šœȱ
tertulias de artistas del Café Arcos de Praga entre 1909 y 1910.

řŖǯȱ

œŒ›’‹ŽȱŠž•ȱŽ•Š—ȱǻŗşŚŞǼȱŽ—ȱFuga de la muerte: “…cavamos una


˜œŠȱŽ—ȱŽ•ȱŠ’›Žȱ˜—Žȱ—˜ȱœŽȱ¢ŠŒŽȱŽœ›ŽŒ‘˜dzȄ.
Continúa Celan: “…Negra leche del alba / te bebemos de noche /
Žȱ ‹Ž‹Ž–˜œȱ Ž—ȱ •Šȱ –ŠÛŠ—Šȱ ¢ȱ Š•ȱ –Ž’˜ÇŠȱ Ȧȱ Žȱ ‹Ž‹Ž–˜œȱ Š•ȱ ŠŠ›ŽŒŽ›ȱ Ȧȱ
‹Ž‹Ž–˜œȱ¢ȱ‹Ž‹Ž–˜œdzȄ.
La muerte se presenta como última evasión cuando quienes pa-
decen estallan. Antes de eso, el refugio callado de las derrotas;
antes de eso: sueños en común de soledades que luchan.

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