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BIODIVERSIDAD

DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Tabla 16.

Nombre científico Nombre vernacular

Boerhavia paniculata «ca’á rurupé»


Bromelia serra «caraguatá»
Cayaponia espelina «tayuyá»
Cissampelos pareirae «kaapeva»
Costus arabicus «caña brava» (*)
Dioscorea campestris «mecho acá»
Hedychium coronarium «flor de caña» (*)
Herreria montevideensis «zarzaparrilla»
Ipomoea carnea spp fistulosa «mandyjurá»
Jatropha isabellii «yaguá rová»
Kyllinga odorata «capií catí»
Macfadyena unguis-cati «mbaracayá puapé»
Maytenus ilicifolia «cangorosa»
Paspalum vaginatum «capi’í pé po’í»
Pfaffia glomerata «batatilla»
Passiflora coerulea «mburucuya’í»
Rhynchosia edulis «urusú he’é»
Smilax campestris «yuá peká»
Senna occidentalis «taperyvá jhú»
Solanum sisymbrifolium «ñuatí pytá»
Stevia entrerriensis «charrúa ca’á»
Syagrus romanzoffiana «pindó»
Trimezia martii «ruibarbo»
Urera baccifera «pynó guasú»
Viguiera linearifolia «falsa árnica del campo»

(*): especies exóticas aclimatadas en Paraguay.

La utilización de las cortezas de los árbo-


les sin planes de manejo: nible de las cortezas se deberá considerar el número
de extracciones que puede sufrir la especie y cual es el
Las cortezas de algunas especies arbóreas son muy método más apropiado de extracción; esto mismo sir-
apreciadas en la medicina popular para tratar diversas ve para la extracción de los exudados, látex y aserrín
afecciones; las cortezas tienen una función de protec- de los tallos. En general, estas prácticas no se llevan a
ción muy importante en la planta, a tal punto que su cabo y las partes son comercializadas sin ningún tipo
extracción indiscriminada o mala extracción, puede ser de manejo. Algunas de estas especies, son: Mereles &
causa de la muerte del vegetal. En una extracción soste- Degen. Basualdo & al, (2003). (Ver Tabla 17.)

Tabla 17.

Nombre científico Nombre vernacular


Anadenanthera colubrina var. cebil «curupaý curú»
Aspidosperma quebracho-blanco «quebracho blanco»
Bulnesia sarmientoi «palo santo»
Caesalpinia paraguayensis «guayacán»
Erithryna crista-galli «ceibo»
Helietta apiculata «ibyrá oví»
Jacaranda mimosifolia «jacarandá», «caroba»
Myrocarpus frondosus «incienso»
Peltophorum dubium «ybyrá pytá»
Picrasma crenata «palo amargo»
Prosopis alba «algarrobo blanco»
Protium heptaphyllum «ibyrá ysy»
Sapium haematospermum «curupica’y»
Tabebuia aurea «paratodo»
Tabebuia impetiginosa «lapacho colorado»

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Una aproximación a sus realidades.

La entrada permanente de especies no co- Utilización de las especies endémicas.


nocidas como medicinales al mercado.
Las especies endémicas son aquellas que son pro-
La incorporación de nuevas especies no conocidas pias de un país, región, localidad o simplemente de un
como medicinales y comercializadas como tales, pro- hábitat determinado, confinado a éste. Obviamente, no
bablemente tenga su origen en el interés comercial de existen en otras partes y eso las vuelve muy vulnera-
ampliar el mercado a otras especies. Esta práctica ob- bles; la pérdida de sus hábitats y el uso indiscriminado
viamente aumenta el número de potenciales especies constituyen una amenaza a su existencia. El uso indis-
en peligro para el futuro. Algunas de estas, pueden ver- criminado de algunas especies y la pérdida de sus hábi-
se en la tabla 18. tats, ha llevado a la extinción en el hábitat natural de
las mismas a Stevia rebaudiana, («ka’á he’é»).
Tabla 18.

Nombre científico Nombre vernacular

Kyllinga brevifolia «capi’í cati»


Senecio grisebachii «agosto poty»

El uso sostenible de las especies vegetales de un ordenamiento territorial que sirva para precau-
telar superficies mínimas de los hábitats naturales de
El uso sostenible de una especie puede definirse como las especies y las conexiones entre sí, denominados «co-
la forma de uso mediante el cual la misma y por lo rredores ecológicos»; las delimitaciones y rigidez en el
tanto las poblaciones, se mantienen en el tiempo; el uso manejo de las áreas denominadas de «amortiguamien-
sostenible depende de las características intrínsecas de to», que son las que protegen a las áreas núcleo o prote-
la especie, como por ejemplo, su forma de reproduc- gidas propiamente dichas, constituye un punto vulne-
ción y constituye un proceso que se inicia con el rable para las especies de la vida silvestre, en general.
conocimiento de la misma, su biología, ecología y
posterior cuantificación de las poblaciones en el Dos especies de uso sostenible en su medio natural
medio en el cual se desarrolla. Muchas especies A continuación se dan a conocer dos especies, una
requieren de medios de reproducción artificiales, acuática y otra terrestre, muy utilizadas directamente
(cultivos), para llegar a la sostenibilidad; en otros ca- desde su medio, en el Paraguay:
sos, las características del vegetal la hacen proclives a
un uso sostenible en forma natural. Schoenoplectus californicus, «pirí», Cyperaceae
El «pirí» es una planta acuática que habita en las
Los órganos de reproducción vegetativos como los costas de las aguas estancadas como estanques, lagunas
estolones o los rizomas, constituyen características esen- y lagos poco profundos. Se caracteriza por ser comple-
ciales para que una especie pueda ser utilizada en for- tamente áfila y con grandes rizomas, lo que hace que se
ma sostenible desde su medio natural, sin la necesidad reproducen en forma vegetativa muy rápidamente, in-
de cultivos artificiales; estas formas de reproducción vadiendo grandes espacios.
vegetativa son muy comunes en las especies acuáticas,
muchas de las cuales, por la misma razón, no producen Al llegar a 1 m de altura o más, se cortan las partes
flores, (órganos reproductores de la planta); cuando el aéreas de la planta, (conocida como tallo) y se deja el
órgano utilizado es aéreo, como el caso de las hojas, rizoma enterrado en el lodo del fondo, el que, al poco
una planificación acertada puede hacer de la especie tiempo, hace emerger nuevamente la parte aérea; este
muy sostenible en el tiempo, en su medio natural. Otras proceso de corta permite regenerar a la planta infinitas
razones pueden hacer de las especies vegetales muy veces, en forma sostenible.
sostenibles en su medio o no.
Los «pirizeros» o personas que cosechan el «pirí»,
La pérdida, fragmentación y consecuente aislamien- «parcelan» a las poblaciones en forma completamente
to de los diferentes hábitats, constituye una de las prin- empírica, y van cosechando los «tallos». Una vez en
cipales amenazas a las especies vegetales y la vida sil- tierra, los dejan secar completamente y luego los lle-
vestre en general, en el caso de las especies terrestres; van a la venta.
en el caso de las acuáticas, muy probablemente sea la
contaminación de las aguas lóticas y el drenaje de los Sus usos se diversifican cada vez más; como esteras,
esteros. Todo ello viene como consecuencia de la falta cortinas, alfombras, etc.

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Bromelia hieronymi,»caraguatá», Bromeliaceae. camente, a hacer frente a ataques de virus y bacterias,


El «caraguatá» es una planta terrestre, estolonífera, para dotarles nuevamente de lo que se denomina el
que habita en las áreas xerófitas del Chaco, en donde «vigor genético». Los recursos fitogenéticos silvestres
domina el sotobosque del bosque xeromorfo y las áreas son muy buscados por los fitogenéticos del mundo, para
sub-húmedas de la región Oriental, invadiendo vastos utilizarlos en los denominados «bancos de germoplas-
espacios. ma» y constituyen verdaderos tesoros de la botánica en
los países en donde estos se desarrollan.
Sus hojas muy fibrosas que nacen desde la base y se
disponen en forma de roseta abierta, son muy utiliza- Algunas especies consideradas recursos fitogenéti-
das por las diferentes etnias de aborígenes para realizar los cos silvestres que habitan en Sudamérica y en Para-
hilos de «caraguatá» a partir de las hebras y con ellos confec- guay, son: el «maíz», Zea maiz y Zea spp, Poaceae),
cionar los diferentes tejidos de innumerables usos. «maní», Arachis hipogea y otras especies de Arachis, (Fa-
baceae), «arroz», Oryza sativa y otras especies de Oryza
La recolección es absolutamente irregular y las es- spp, (Poaceae), «mandioca», Manihot spp, (Euphorbia-
pecies se mantienen en el tiempo gracias a su reproduc- ceae), «ají», Capsicum spp, (Solanaceae), etc.
ción muy particular, por medio de los estolones.
Las colecciones de las plantas
Con los hilos se confeccionan bolsos, alfombras, cin-
tos, etc. La distribución de las plantas en el planeta no es al
azar y responde a las situaciones climáticas así como a
La conservación ex situ los tipos de suelos sobre los que se instalan, de manera
que la misma se encuentra muy regulada por los facto-
Se denomina «conservación ex situ» a una manera res abióticos; por ello, las plantas son indicadoras de
muy particular de conservar a las especies vegetales: se las condiciones climáticas de una localidad, región, país,
trata de mantenerlas vivas en viveros, jardines botáni- en un tiempo dado, etc.; las especies siguen su curso
cos y otra suerte de maneras en las que los vegetales evolutivo de la «especiación», es decir, el nacimiento
puedan reproducirse fuera de su hábitat. Se opone a la de especies nuevas, así como la extinción de otras, sea
«conservación in situ» o en su propio hábitat, que es la por causas naturales o antrópicas.
forma ideal de conservar a una especie.
El registro de la flora es una tarea practicada por los
El deterioro de los hábitats y posterior desaparición botánicos desde centurias atrás; los sitios en donde se
de muchas especies vegetales del planeta, ha hecho de depositan las colecciones se denominan «Herbarios»,
que muchas de ellas precisen de un lugar apropiado de manera que estos se constituyen en registros de la
para su conservación; algunas de ellas con rango de flora de una localidad, país, una región, y en algunos
amenazas variables, se mantienen gracias a la conser- casos, del mismo planeta. Los Herbarios no solo consti-
vación ex situ; entre estas se mencionan a varias espe- tuyen importantes puntos de referencia acerca de las
cies de las familias Orchidaceae y Cactaceae, muy soli- floras del mundo sino que además son grandes centros
citadas por parte de los coleccionistas y muy amenaza- de investigación en varias áreas de la Botánica, incluida
das por la pérdida de sus hábitats, los recursos fitoge- la Biología Molecular de las plantas.
néticos, así como algunas especies que sobreviven úni-
camente gracias al cultivo en los jardines botánicos Son conocidos mundialmente algunos Herbarios,
como: Gingko biloba y Araucaria araucana, especies con por acoger colecciones importantes del mundo, desde
un sistema de reproducción muy primitivo y que han al menos 300 anos o más; los Herbarios se reconocen
desaparecido de su ambiente natural, entre otras. internacionalmente por sus acrónimos, siendo cada uno
de ellos descriptos en el denominado «Index Herbario-
Los recursos fitogenéticos rum» o índice de los Herbarios del mundo; como ejem-
plos de los grandes, se citan en los Estados Unidos de
América, a los Herbarios de New York, New York Bo-
Constituyen verdaderos recursos, en muchos casos tanical Garden Herbarium, (NY), el de St. Louis, Mis-
aún desconocidos, que posee el hombre para hacer frente souri Botanical Garden, (MO); en Gran Bretaña, el de
al devenir alimenticio que le depara el futuro. Son es- Kew, Royal Botanic Garden, (K) y el del British Mu-
pecies silvestres, «parientes» de algunas ya aclimata- seum, (BM); en Suiza al de Ginebra, Conservatoire et
das por el hombre y mejoradas genéticamente, para Jardín Botaniques, (G); en Francia al Jardín del Plantes
hacer frente al hambre. Su condición de especies silves- de París, (P), en Argentina, al del Instituto Miguel Lillo,
tres las sitúa como vulnerables ante toda actividad hu- de Tucumán, (LIL), al Instituto de Botánica Darwinion,
mana, con el serio riesgo en muchos casos, de desapare- de San Isidro, Provincia de Buenos Aires, (SI), al del
cer. Son los «parientes silvestres» los que, de alguna Instituto de Botánica del Nordeste, de Corrientes,
manera, ayudan a aquellas ya muy erosionadas genéti- (CTES), entre otros.

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Una aproximación a sus realidades.

En el Paraguay, algunos Herbarios antiguos, como también a grandes catástrofes naturales.


el del Jardín Botánico de Asunción, uno de los más reco-
nocidos en la década de 1290 al 35, pasó a la categoría de
«Herbario Histórico», por guardar únicamente colec- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
ciones históricas; su acrónimo es (AS). Otro Herbario
Histórico de reciente creación es el de la Sociedad Cien- • Arenas, P. & R. Moreno Azorero 1976.
tífica del Paraguay, que guarda colecciones particulares
de célebres y altruistas estudiosos de las Ciencias Natu- • Arenas, P. 1981. Etnobotánica Lengua-Maskoy. Fun-
rales del Paraguay como: el Dr. Andrés Barbero, Moi- dación para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
sés Bertoni, entre otros. Buenos Aires. 358 pp.
Los Herbarios activos son aquellos que siguen guar- • Cialdella, A. M. & J. Branbrydge 2001. Polygona-
dando colecciones actuales y sus instituciones mantie- ceae. IN: Spichiger, R. & L. Ramella (eds.), Flora del
nen un número de investigadores botánicos, los que se Paraguay 33. Conserv. Jard. Bot. Geneve & Missour
dedican a las investigaciones en el área de Taxonomía Bot. Gard. 106 pp.
botánica y afines; actualmente dos son los más recono-
cidos: el de la Facultad de Ciencias Químicas de la Uni- • Croat, T. B. & D. Mount 1988. Araceae. IN: Spichi-
versidad Nacional de Asunción, (FCQ) y el del Museo ger, R. (ed.), Flora del Paraguay. Conserv. Jard. Bot.
Nacional de Historia Natural, de la Secretaría del Am- Geneve & Missouri Bot. Gard. 47 pp.
biente, PY.
• Degen, R. & F. Mereles 1999. Typhaceae. IN: Spichi-
Los esfuerzos del hombre en la protección ger, R. & L. Ramella (eds.), Flora del Paraguay 28. Con-
de la flora. serv. Jard. Bot. Geneve & Missouri Bot. Gard. 15 pp.

El aumento poblacional que conlleva al mismo tiem- • De Stefano, R., Mereles, F. & L. Martínez 2001.
po el aumento de las tierras labradas y las ocupaciones Droseraceae. IN: Spichiger, R. & L. Ramella (eds.),
a gran escala, (urbanizaciones), ha sido la mayor causa Flora del Paraguay 35. Conserv. Jard. Bot. Geneve &
de la pérdida de la biodiversidad, en el mundo. En un Missouri Bot. Gard. 15 pp.
intento por resguardar los recursos vivientes, entre
ellos, la flora, el hombre también ha venido haciendo • Font Quer, P. (1985). Diccionario de Botánica. Ed.
un esfuerzo por lograr ese objetivo; uno de ellos es el Labor S. A. Barcelona, España.
de las creaciones de las Areas de Reservas, de diferentes
categorías, que, de alguna manera proponen la conser- • Gatti, C. 1985. Enciclopedia Guaraní-Castellano de
vación y protección de las especies que se encuentran al Ciencias Naturales y Conocimientos Paraguayos.
interior de las mismas. En el Paraguay se conocen los 330 pp. Arte Nuevo Editores, Asunción.
denominados: Parques Nacionales, las Reservas de Re-
cursos Manejados, los Monumentos Naturales, las Re- • González Torres, D. 1992. Catálogo de Plantas Me-
servas Privadas, etc., que, de alguna manera, han dado dicinales (y alimenticias útiles) utilizadas en Para-
resultados positivos en la protección de la biodiversi- guay. Asunción, Paraguay.
dad local.
• Holdridge, L. 1967. Ecología basada en zonas de
Otro de los esfuerzos constituyen las reuniones cum- vida. Instituto Interamericano de Ciencias Agríco-
bres de los gobiernos y de la sociedad civil, denomina- las (IICA). San José, 216 pp.
das «Cumbre de la Tierra», las que han hecho realidad
algunas Convenciones Internacionales tendientes a la • Horn, C. N. 1987. Pontederiaceae. IN: Spichiger, R.,
protección del Patrimonio Natural, como lo son El Con- Flora del Paraguay. Conserv. Jard. Bot. Geneve &
venio de la Diversidad Biológica o Convención de Bio- Missouri Bot. Gard. 28 pp.
diversidad, (CBD), la Convención del Tráfico Interna-
cional de Especies Silvestres, (CITES), más antigua que • Marín, G., Jiménez, B., Pena-Chocarro, M. & S. Kna-
la anterior y la Convención sobre el Cambio Climáti- pp 1998. Plantas comunes del Mbaracayú. Una guía
co. Esta última pareciera que no tiene repercusión di- de las Plantas de la reserva Natural del Bosque Mba-
recta sobre los recursos naturales; sin embargo, como racayú, Paraguay. The Natural History Museum,
se mencionó antes, el clima es el gran regulador de los London, Darwin Initiative & Fundación Moisés Ber-
grandes biomas del planeta y es muy importante cono- toni para la Conservación de la Naturaleza, 172 pp.
cer su evolución, dado que la destrucción de los biomas
y posterior desaparición de las especies que la compo- • Marín, G., Jiménez, B., Pena-Chocarro, M. & S. Kna-
nen, no solo es una cuestión antrópica sino se deben pp 2000. Plantas Medicinales de la Comunidad Indí-

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Una aproximación a sus realidades.

gena Ava Katueté, Tekoha Ka’aguy Ryapu. Funda-


ción Moisés Bertoni para la Conservación de la Na- • Morello, J. & J. Adamoli 1974. La Vegetación de la
turaleza y Darwin Iniciative. 73 pp. Argentina: las grandes unidades de vegetación y am-
bientes del Chaco argentino II. Vegetación y am-
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67-88 pp.

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Una aproximación a sus realidades.

DIVERSIDAD DE FAUNA EN PARAGUAY:


ANFIBIOS, REPTILES, AVES Y MAMÍFEROS

Resumen

En este capítulo se presenta un análisis del estado del conocimiento de la diversidad de fauna paraguaya,
con énfasis en los grupos anfibios, reptiles, aves y mamíferos. La diversidad de anfibios y reptiles de Para-
guay es poco conocida. Si bien existe un buen conocimiento de la riqueza, con un número aproximado de 77
y 157 especies respectivamente, la información en cuanto a su distribución es escasa y menos conocimiento
existe aún sobre las interacciones ecológicas. El grupo de los reptiles es mucho más diverso, tanto en formas
como grupos taxonómicos. Paraguay no cuenta con un gran número de endemismos debido a su ubicación
ecorregional, existiendo al menos unas cinco especies que podrían ser consideradas restringidas al país. El
Cerrado y el Bosque Atlántico son las ecorregiones con mayor número de endemismos. Las aves, constituyen
uno de los grupos mejor estudiados y son consideradas buenos indicadores de la calidad del hábitat. La mayor
parte de los trabajos realizados en Paraguay se han enfocado en relevamientos rápidos e inventarios, con el
fin de generar información útil para la identificación de sitios prioritarios para la conservación de la biodi-
versidad en general. Existe un consenso en cuanto a la riqueza de aves de Paraguay. El número de especies
asciende a 708 y es actualizado permanentemente en base a los nuevos registros y descubrimientos. Paraguay
no posee ninguna especie endémica, sin embargo, existen endemismos a nivel de las ecorregiones, siendo el
Bosque Atlántico, la región con mayor número de especies endémicas. Paraguay ocupa el lugar número 26
dentro de los 50 países con mayor número de especies globalmente amenazadas, con 27 especies. A nivel
nacional, esta cifra asciende a 163. Una especie, Mergus octosetaceus (pato serrucho) se considera probable-
mente extinta en Paraguay y en cuanto a las especies exóticas, pueden contabilizarse unas cinco especies. Con
respecto a la mastofauna no existe un consenso en cuanto a la riqueza de especies, variando entre 156 y 167
especies, según el autor. La mayoría de las especies tienen una distribución amplia en el país, existiendo un
bajo porcentaje de especies restringidas a una determinada ecorregión. Sin embargo, a diferencia de las aves,
Paraguay posee dos especies endémicas al país. Con respecto al estado de conservación de la mastofauan
paraguaya, 36 especies se encuentran con problemas de conservación a nivel local y 19 a nivel global. Los
análisis realizados a nivel global han demostrado que las principales amenazas para la conservación de la
biodiversidad son la destrucción del hábitat, la sobre-explotación de especies y la invasión de especies
exóticas. A pesar del esfuerzo realizado, tanto por investigadores nacionales y extranjeros, la biodiversidad
de Paraguay es aún poco conocida.

Palabras claves: Anfibios, reptiles, mamíferos, aves, peces, biodiversidad, fauna de Paraguay, especies amenaza-
das, especies endémicas, especies exóticas, conservación, riqueza específica, distribución, amenazas.

Introducción general

A pesar del esfuerzo realizado por investigadores (1984); Baker y Vaucher (1985), Petter (1984) y otros.
nacionales y extranjeros, la biodiversidad de Paraguay, Desde 1981, el Museo Nacional de Historia Natural del
es aún poco conocida. Paraguay, se encuentra elaborando una lista de los in-
vertebrados del Paraguay disponibles en su colección.
Desde 1830 se han realizado investigaciones sobre (Enaprena 1995).
invertebrados de manera esporádica en la región sud-
americana, incluyendo el Paraguay. Uno de los valio- Los primeros trabajos sobre ictiofauna o fauna de
sos aportes al conocimiento de este grupo, fue el reali- peces del Paraguay se remontan a fines del siglo XIX.
zado por investigadores suizos, quienes desde la déca- Una de las primeras descripciones sobre peces del Para-
da de 1980 han publicado numerosos trabajos sobre es- guay fue realizada por Eigenmann y Kennedy (1903).
pecies paraguayas. Entre ellos se pueden citar a Bahert

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Una aproximación a sus realidades.

La herpetofauna paraguaya, empezó a hacerse co- Para el grupo Aves, la bibliografía más reciente cita
nocida con anterioridad. Una de las primeras especies 708 especies. (Guyra Paraguay 2005; Del Castillo y Smi-
descritas del país, fue la conocida víbora de la cruz (Bo- th 2006, inéd).
trhops alternatus) o yarara aká kuruzu, por los doctores
Duméril, Bibron & Duméril (1854). Sin embargo, en De acuerdo a la información publicada más recien-
1862 Edward Drinker Cope dio a conocer la primera te, la riqueza taxonómica de mamíferos varía según la
lista de anfibios y reptiles del Paraguay, la que fuera fuente consultada: 163 especies (Gamarra de Fox y Mar-
tomada como base para futuros trabajos. En este traba- tin 1996), 167 especies (Neris et al. 2002), y 156 especies
jo, E. D. Cope describió una gran cantidad de anfibios y (Myers et al. 2002). En SEAM 2006, se citan una cifra
reptiles hasta el momento desconocidos. variable entre 163 a 175. (SEAM 2006).

Las primeras investigaciones sobre vertebrados, se Si bien el inventario de especies se inició hace más
iniciaron hacia 1780, con los viajes realizados por el de 250 años, en la actualidad, no existe un catálogo uni-
naturalista español Félix de Azara al Río Paraguay y a ficado de especies. Los ejemplares colectados durante
la cuenca del Río de la Plata. Como resultado de estos los trabajos de inventarios se encuentran dispersos en
viajes, el naturalista publicó varios trabajos sobre las museos e instituciones. Se estima que existen unos
aves y mamíferos del Paraguay. 350.000 especimenes de flora y fauna de flora y fauna,
principalmente depositados en museos e instituciones
Digno es de mencionar también, el valioso aporte extranjeras.
realizado por Moisés S. Bertoni y Arnaldo Winkelried
Bertoni, quienes contribuyeron al conocimiento sobre En Paraguay, las colecciones de especimenes, se en-
taxonomía y distribución de la avifauna paraguaya. cuentran depositadas en varios museos: el Museo Na-
cional de Historia Natural del Paraguay (MNHNP), en
Con respecto a la riqueza de especies, se estima que el museo Schade de la Facultad de Ciencias Agrarias
existe en Paraguay, unos 1.600 géneros de invertebra- (UNA), el Instituto Agronómico Nacional (IAN), en el
dos (ENAPRENA 1995) incluyendo unas 100.000 espe- Museo de Historia Natural del Jardín Botánico y Zooló-
cies (SEAM 2006) . Con respecto a los peces, el libro de gico de Asunción, en las entidades Binacionales de Itai-
colecciones del MNHNPy cita 189 especies de peces pú y Yacyretá y en el Depto. de Biología de la Facultad
(Mandelburguer, 1996), otros creen que contiene 450 de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN).
especies (Lowe-McConnel, 1975), pero se carecen de
publicaciones actuales y completas sobre el total de es- Las colecciones más importantes de fauna y flora en
pecies para el país. Trabajos recientes, como el de Tole- el exterior se encuentran en el Museo Argentino de Cien-
do-Piza et al. (2001), citan 173 especies para la cuenca cias Naturales y en el Museo de la Plata, Argentina,
alta del Río Paraguay, incluyendo al Río Apa y Riacho Museo de Historia Natural de Londres, Museo de His-
La Paz. El Fishbase Proyect publica en la internet 235 toria Natural de Ginebra, Museo de Historia Natural
especies para el país («Fishbase 2003» de Michigan, Museo de la Universidad de Texas-Tech,
www.fishbase.org) y la considera incompleta (Vera, entre otros.
2004). La SEAM reconoce de 230-250 especies (SEAM
2006). Los mamíferos y aves son los taxones que han sido
más estudiados hasta la actualidad por lo cual estos
La diversidad específica de anfibios varía de 63 a 75 grupos se desarrollarán en el presente capítulo, adicio-
y la de reptiles de 132 a 150 (SEAM 2006) aunque este nándose también los reptiles y anfibios.
número varía constantemente con el descubrimiento
de nuevas especies.

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DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

DIVERSIDAD DE ANFIBIOS Y REPTILES


EN PARAGUAY

PIER CACCIALI SOSA, BIOL

Museo Nacional de Historia Natural del Paraguay,


Sección 1, Campus Universitario.
San Lorenzo, Asunción, Paraguay
De Las Llanas 2044
Asunción, Paraguay
pier_caccciali@yahoo.com

Introducción

Como se mencionó en el Capítulo inicial, la Biodi- Estas regiones naturales, que no responden a deli-
versidad no solo incluye el número de especies de un mitaciones políticas, pueden resultar más similares en
determinado lugar, sino que más bien es la variedad y su fisonomía cuanto más emparentados estén evoluti-
variabilidad de formas, a nivel genético, específico y vamente. La similitud no necesariamente debe ser si-
ecosistémico, y los procesos e interacciones entre los nónimo de cercanía o proximidad, ya que existe el caso
mismos. Las especies de un determinado lugar, tan solo del Amazonas, que comparte una historia biótica con el
son llamados flora en el caso de las plantas; y fauna en Bosque Atlántico presente en nuestro país. Se pueden
el de los animales. La fauna de anfibios y reptiles (her- encontrar gran cantidad de lagartijas y serpientes que
petozoos) de un área determinada, se denomina herpe- comparten caracteres similares, producto de una vica-
tofauna. Por todo esto, la biodiversidad de anfibios y rianza no muy lejana (Pleistocénica). Por otro lado, el
reptiles del Paraguay, comprende la variedad y varia- Dominio Chaqueño (compartido por Argentina, Boli-
bilidad genética de las especies de herpetozoos de los via y Paraguay) está ligado históricamente a la Caatin-
ecosistemas encontrados en Paraguay. ga brasilera; los cuales están separados por la basta ex-
tensión que ocupa el Cerrado. Uno de los casos más
En Capítulos presedentes se refieren las regiones destacables en este respecto, es la presencia de el gekó-
naturales con las que cuenta la superficie del territorio nido Lygodactylus wetzeli en la zona más seca del Chaco
paraguayo. Adentro de estas regiones biogeográficas, paraguayo (Norman, 1994; Aquino et al., 1996) (muy
se encuentran los ecosistemas; dentro de los cuales se abundante en la zona del Parque Nacional Defensores
hallan los hábitats. Los animales que ocupan un ecosis- del Chaco); mientras que su pariente L. klugei, se distri-
tema dado, no se distribuyen homogéneamente dentro buye en la Caatinga brasilera (Vanzolini, 1974; Vanzo-
del mismo, ya que la mayoría de las especies habitan lini et al., 1980). Ambos entornos comparten caracterís-
determinados hábitats. ticas xerófilas y probablemente también una historia
evolutiva (Prado, 2000).
Cada Ecorregión tiene características particulares que
las distinguen entre sí. Tales características están deter- Por todo lo expresado anteriormente, y como bien
minadas por factores como la precipitación pluviomé- lo formularon Brown y Lomolino (1998) «el tiempo y
trica, temperatura, relieve del terreno, distribución y el espacio son factores clave al momento de evaluar la
disponibilidad hídrica, presión ambiental, corrientes diversidad biológica». Sin embargo, en Paraguay se
eólicas y una multitud más de agentes físicos ambienta- carece por completo de registros fósiles que nos «ha-
les; que en su mayoría están regidos por el movimiento blen» de las características de la herpetofauna en el pa-
tectónico de los continentes. Por lo tanto, cada Ecorre- sado (Báez Presser et al., 2004). De hecho en toda Suda-
gión tiene una representación biótica particular, pro- mérica son escasos los hallazgos paleontológicos de
ducto de su historia evolutiva. reptiles (mucho más de anfibios) por lo que no se tiene

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BIODIVERSIDAD
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Una aproximación a sus realidades.

un mínima certeza, en ninguna parte del continente, de punto de vista de la conservación de anfibios y rep-
cómo se comportaba la herpetofauna con su entorno tiles, es sumamente importante, ya que en él se
(Estes y Báez, 1985; Albino, 1994; Albino, 1995). localizan varias especies endémicas; principalmente
lagartijas de la familia Gymnophthalmidae. También
Los eventos evolutivos revisten una impor- se pueden encontrar anfibios y reptiles endémicos del
tancia extrema, ya que «modelan» las formas de Chaco seco en el Parque Nacional Defensores del Cha-
vida de la tierra, modelando el ambiente en el co, los cuales presentan adaptaciones fisiológicas al
que estas se desarrollan. Estos eventos de «mo- ambiente seco.
delado» de la vida, comienzan con la aparición
del primer ser biótico, hace aproximadamente Por ejemplo, el caso más conocido, es de Phyllo-
4.000 a 3.500 millones de años (Angela y Angela, medusa sauvagii referida vulgarmente con el nom-
1999; Crisci et al., 2000). bre de «monito» o «ju’í pakova». Esta rana arboríco-
la produce una secreción cutánea de naturaleza vis-
Esta es una de las razones por las cuales es im- cosa compuesta de ceras y grasas, la cual esparce
portante la conservación de la Biodiversidad. La por todo su cuerpo, frotándola con la ayuda de sus
Biodiversidad que conocemos en la actualidad, es miembros anteriores y posteriores (Blaylock et al.,
el resultado de millones de años de evolución len- 1976). Esto evita la deshidratación. Otra forma de
ta y constante. Al perjudicar o dañar el ambiente o evitar la deshidratación en este ambiente es la eli-
algún hábitat en particular, estamos truncando las minación de deshechos nitrogenados en la orina,
ramas actuales del complejo árbol evolutivo de la en forma de ácido úrico lo cual requiere poca can-
vida. La recuperación de la Biodiversidad en un tidad de agua (Norman, 1994).
sitio en donde esta haya sido alterada, puede durar
millones de años; y debido a que el azar juega un Este fenómeno se ve en otros anfibios simpátri-
rol fundamental en el equilibrio ecológico, es pro- cos; mientras que la mayoría de anfibios de am-
bable que nunca vuelva a su estado original. bientes húmedos produce urea como forma de ex-
creción de los residuos nitrogenados. Por último,
Para conservar la Diversidad Biológica se han cabe destacar la adaptación de los anfibios de la
planteado muchas estrategias. Algunas de ellas subfamilia Ceratophryidae. Estos animales, cono-
apuntan a preservar el hábitat de una especie que cidos con el nombre de «escuerzos» o «Kururú Chi-
esté en peligro de extinción, otras a proteger a es- ní», se adaptan a prolongados períodos de sequía
pecies cuyo ámbito de hogar abarca el hábitat en el enterrándose en el fango y valiéndose de un capu-
que se desarrollan otras especies; o incluso la pro- llo formado por secreciones glandulares de origen
tección a nivel del paisaje. Esto último es lo más dérmico, que evita la evaporación del agua de su
frecuente en Paraguay, y consiste en la protección cuerpo (McClanahan et al., 1976).
y conservación de muestras representativas de eco-
sistemas; protegiendo así a las especies que habi- Durante este período, la tasa metabólica del an-
tan en ese ambiente. fibio decrece considerablemente, por lo cual el con-
sumo de oxígeno es menor (McClanahan et al., 1983).
Por ejemplo, el Parque Nacional Cerro Corá, Al emerger del capullo, tras el comienzo de las llu-
protege 12.037 has. del Cerrado, ubicado en el De- vias, el escuerzo utiliza el capullo como alimento
partamento de Amambay. Este ecosistema desde el (Cei, 1979; Norman, 1994). En el caso de los repti-
les, las adaptaciones son menores, ya que la gruesa
cubierta dérmica formada por escamas; es un im-
portante protector contra el calor y la deshidrata-
ción. De todos modos, algunas lagartijas y serpien-
tes, buscan refugios húmedos y frescos para pasar
las temporadas de sequía (Talbot, 1978; Norman,
1994). Durante estos períodos, el nivel de mortali-
dad de anfibios y reptiles asociados fuertemente al
agua, es alto.

Últimamente también se han encontrado gran


cantidad de endemismos de anfibios y reptiles del
Bosque Atlántico del Alto Paraná, en la Reserva
Natural del Bosque Mbaracayú y Parque Nacio-
Fig. 1. Chaunus schneideri. Este es el sapo o kururú común nal San Rafael, las cuales constituyen las más
que se encuentra en los jardines de las casas. Habita en casi todo grandes Áreas Silvestres Protegidas del Para-
el país. Autor: Alberto Esquivel. guay, que preservan una muestra de dicho am-

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BIODIVERSIDAD
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Una aproximación a sus realidades.

biente. En el Bosque Atlántico, debido a que es


una selva húmeda poblada por gran cantidad
de arbustos y árboles, hay un número importan-
te de especies de reptiles adaptados a los hábitos
arbustivos y arborícolas. No presentan mayores
adaptaciones, ya que este ambiente no presenta fac-
tores ambientales y climáticos tan hostiles como
se observa en el Chaco seco.

Dentro de una misma área protegida o de cual-


quier superficie definida por límites políticos o
naturales, puede haber una gran diversidad de
ambientes. Debido a esta variedad de influencias,
la respuesta de una misma especie puede manifes-
tarse también de diversas maneras. Esto es impor- Fig. 2. Leptodactylus laticeps. Se le llama kururú pytá o
tante porque provoca que se mantenga una peque- rana coralina por los colores. Se cree que es venenosa, pero única-
ña heterogeneidad genómica, fisiológica y morfo- mente causa un poco de ardor si su piel contacta con alguna
lógica que promueve la variabilidad genética en mucosa o alguna herida. Autor: Mónica Rumbo,
una especie. En Paraguay existen muchas especies
que debido a su gran variabilidad genética y feno- Afortunadamente para el caso de anfibios y repti-
típica, ocasionan confusiones taxonómicas. les, el ámbito de hogar de los mismos es pequeño en
comparación a otros grupos de animales de mayor ta-
Por ejemplo, una especie de serpiente (Apostole- maño y que tienen una tasa de dispersión significativa-
pis dimidiata) puede poseer mucha variación en la mente mayor. Dentro de un área relativamente peque-
lepidosis cefálica así como en la coloración dorsal, ña, las poblaciones de herpetozoos pueden mantener-
por lo que Lema (1978) pensó que cada forma per- se, donde perecerían animales de mayor masa, a causa
tenecía a una especie diferente. Posteriormente se de la endogamia y la deriva génica. Esto es un factor
demostró que se trata de variación intraespecífica que se debe tener presente al momento de implemen-
(Lema, 1993). Casos similares ocurrieron con nues- tar planes para la protección de la Biodiversidad. La
tro sapo común o Kururú (Chaunus schneideri), o diversidad genética (o genodiversidad) es una parte
con la anaconda o Kurijú (Eunectes notaeus), entre primordial de la diversidad biológica, por ende tam-
otros. Pero el caso más extremo de variación intra- bién es importante su protección.
específica encontrado en Paraguay, se da con la ser-
piente denominada Mboi Capitán (Liophis poecilo- La destrucción del hábitat, no posee una incidencia
gyrus). directa sobre la diversidad de anfibios y reptiles (por lo
menos no en la mayoría de los casos); sin embargo pue-
Esta culebra presenta una variedad de formas de tener acciones indirectas. Por ejemplo, en el cerrado,
tan compleja que resulta sumamente difícil estu- el zorro de crin o Aguará Guazú (Chrysocyon brachyurus)
diarlas. Dixon y Markezich (1992) establecieron, es un importante controlador de las poblaciones de
tras un minucioso estudio, que esta especie cuenta pequeños vertebrados en el cerrado. Debido a que es
con algunas subespecies; de las cuales tres están un animal grande, con un amplio ámbito de hogar, sus
presentes en nuestro país: L. p. caesius, L. p. schotti y poblaciones se ven seriamente afectadas por la destruc-
L. p. sublineatus. A pesar de ello, es complicado es- ción del hábitat. La ausencia de depredadores naturales
tablecer parámetros para el reconocimiento subes- (en este caso el zorro de crin) sobre las poblaciones de
pecífico, debido al alto grado de variación y sola- pequeños reptiles en el cerrado o en cualquier otro eco-
pamiento de caracteres. sistema, pueden resultar adversas; ya que la sobrepo-
blación en un área dada, conlleva a problemas intraes-
Para mantener esta variabilidad intraespecífica pecíficos por superar la capacidad de carga de dicha
es importante que la especie posea una distribu- área. El resultado de esto puede ser la extinción de al-
ción amplia. Transpolando esto al caso particular guna especie, debida por lo general a epizootias.
de las Área Silvestres Protegidas de Paraguay; cuan-
do más grande el área de reserva, mayor será el Finalmente cabe mencionar que la diversidad de
grado de variabilidad intraespecífica que tendrá la anfibios y reptiles de Paraguay, aun es poco conocida.
Si bien se conoce bastante bien el número de especies
especie dentro de la misma. Por lo general, cuando una
presentes en el país no se conoce claramente la distribu-
población de animales o plantas se ve diezmada, y li-
ción de cada taxón en particular; y prácticamente nada
mitada a una pequeña distribución, el resultado es una
se sabe sobre las interacciones de estos con el entorno
alta probabilidad de extinción de la especie.
en el que habitan.

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Sin duda una gran parte de la Biodiversidad del Pa-


raguay se ha perdido, involucrando a anfibios y repti-
les, debido a la presión que el hombre ejerce sobre los
ecosistemas, para modificarlo a su conveniencia; o bien
sustrayendo del mismo los recursos naturales. La cace-
ría comercial de anfibios y reptiles en Paraguay ha ve-
nido mermando debido a mayores controles por parte
de personal calificado y de los entes responsables. Sin
embargo el daño ya se hizo y es necesario conservar y
entender lo mejor posible las interacciones de la flora y
fauna del país con su medio natural, antes que los frag-
mentos de bosques nativos se reduzcan exclusivamen-
te a las Áreas Silvestres Protegidas.
Fig. 4. Oxyrhopus guibei. Es una falsa yarará que habita prin-
Diversidad Genética cipalmente en el Bosque Atlántico del Alto Paraná. Nótese el
detalle de los ojos rojos, el cual es una característica del género
La genodiversidad incluye la variedad y variabilidad Oxyrhopus. Autor: Alberto Esquivel.
encontrada en el genoma de todo ser vivo. Esta diversidad es
una de las más difíciles de estudiar, ya que los análisis de
Según Heywood (1995) la diversidad genética com-
ADN son todavía costosos, y se usan fundamentalmente para
comprender las relaciones filogenéticas entre los organis- prende nucleótidos, genes, cromosomas, individuos y
mos y poder inferir una historia evolutiva. poblaciones. En pocas palabras, los elementos de dife-
renciación intraespecífica. En Paraguay, estos elemen-
Sin embargo como es sabido, una parte importante tos nunca fueron bien muestreados; por lo que es muy
del ADN de los seres vivos contiene los genes que codi- poco lo que se sabe acerca de la variación genética de
fican las proteínas estructurales y funcionales, las cua- las especies de anfibios y reptiles de Paraguay.
les modelan la anatomía y la fisiología del organismo.
Por lo tanto el resultado de la información genética Posiblemente una de las especies mejor estudiadas
puede verse reflejada en el fenotipo del organismo (co- en cuanto a su morfología genética sea Odontophrinus
lor, tamaño, forma, etc.). americanus. La razón es que la especie cuenta con pobla-
ciones que poseen comúnmente 22 cromosomas (nú-
En este sentido el fenotipo de los anfibios es mucho más mero diploide), y otras en donde el número normal es
variable que el de los reptiles, el cual es más constante. Gran de 88 (número tetraploide), o sea cuatro veces más cro-
parte de las variaciones cromáticas de los anfibios se debe a mosomas que el normal (Ruiz y Beçak, 1976; Salas et al.,
los cromatóforos de la piel (células que contienen el pigmen- 2000). Así mismo, la poliploidía también está presente
to). También algunos geckos presentan variación de color en otros géneros de anfibios anuros como Ceratophrys
debido a los movimientos de los pigmentos dentro de las (Mercadal y Barrio, 2002). Dentro de la familia Hylidae,
células cromáticas. Pero la especie de reptil con mejor adap- se conoce bien el cariotipo de Hypsiboas semiguttatus, el
tación al mimetismo cromático en Paraguay, es Polychrus cual está constituido por 24 cromosomas, sin excepcio-
acutirostris, llamado vulgarmente «falso camaleón» con dis- nes (Ananias et al., 2004).
tribución en casi todo el territorio paraguayo. Es necesario
reconocer los cambios de coloración, de los patrones de co- Los hílidos ubicados en el género Dendropsophus,
lor constantes en un organismo determinado, con el fin de presentan 30 cromosomas (Faivovich et al., 2005).
reconocer realmente los caracteres variables; ya que esto
puede reflejar su variabilidad genética. El caso de los reptiles es aun menos estudiado, ya
que solo se conoce claramente el cariotipo de Aniso-
lepis longicauda procedente del complejo de la Isla
Yacyreta. El mismo demostró tener un 2n igual a 36
(Hernando, 1995). Este número es el típico de los
iguanóideos (Gorman et al., 1967), aunque el núme-
ro cromosómico del género Polychrus puede variar
entre 20 y 30 (Gorman, 1973).

Diversidad Específica
Fig. 3. Lepidobatrachus sp. En Paraguay existen tres especies, Este es un elemento clave en lo concerniente a di-
y es muy difícil diferenciarlas a simple vista. Está totalmente
versidad biológica, ya que es lo más ampliamente uti-
adaptado a los ambientes xerófilos del Chaco paraguayo.
Autor: Frederick Bauer. lizado para «medir» la Biodiversidad de un determina-

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Una aproximación a sus realidades.

do lugar, así como también para conocer el estado de anuros: Bufonidae (2 géneros y 10 especies), Hylidae (7
conservación, las afinidades biogeográficas y las rela- géneros y 28 especies), Microhylidae (3 géneros y cua-
ciones bióticas de un determinado ecosistema o área. tro especies) y Leptodactylidae (11 géneros y 33 espe-
También es usada para proponer planes de manejo y cies). Por otro lado, las familias de Cecilias o Gimnofio-
acciones de conservación. nes (Anfibios ápodos) de Paraguay, poseen una sola
especie cada una.
El conocimiento de la herpetofauna paraguaya em-
pezó a difundirse por medio de trabajos de naturalistas Dentro de la Familia Bufonidae, se encuentra el gé-
europeos o norteamericanos. Si bien las primeras alu- nero Chaunus, que contiene siete de las 10 especies de la
siones a especies de nuestro país comenzaron a media- Familia. Este género posee su representante más típico
dos del Siglo XVIII y primera mitad del Siglo XIX, fue que es el C. schneideri, conocido como Sapo común o
en 1862 cuando se realizó la primera divulgación cien- Kururú. Este último nombre tomado del guaraní, le fue
tífica que trataba exclusivamente sobre la herpetofauna aplicado regionalmente, y es por eso que en muchas
del Paraguay. Este fue el trabajo de Cope (1862) quién Provincias argentinas, se lo conoce también con ese
registró 15 especies de anfibios y 45 especies de repti- nombre; y en inglés se ganó el apelativo de Kururu
les. Desde entonces se han efectuado otras contribucio- toad. Este animal se distribuye en casi todo el Paraguay,
nes al conocimiento de nuestra herpetofauna; y se in- y es muy común a lo largo de su distribución. El otro
crementó considerablemente el número de especies co- género de esta Familia, está constituido por pequeños
nocidas en Paraguay. sapitos negros llamados Toky tosyry que pertenecen al
género Melanophryniscus. Estos pequeños sapitos negros,
Antes de llegar al conocimiento de las especies, se si bien se distribuyen en gran parte del territorio nacio-
debe comprender todo lo que implica una especie como nal, son mucho más frecuentes en el sur y este.
grupo taxonómico. Una especie es un grupo de orga-
nismos que comparten alguna (una como mínimo) ca- La Familia Microhylidae, posee representantes poco
racterística particular, que es producto de un cambio en diversificados; mientras que Leptodactylidae es una
el ambiente y una posterior adaptación como respuesta familia con dos grupos grandes de ranas. En primer
al cambio; por medio de la selección natural. Durante lugar se encuentran las ranas comunes, de los géneros
este proceso, una especie puede dar como resultado a Adenomera y Leptodactylus, que si bien presentan gran
dos especies diferentes, filogenéticamente emparenta- variedad de colores, son de formas muy homogéneas.
das por haber compartido una historia evolutiva en Sin embargo, a esta familia también pertenecen los lla-
común. Es por eso que un grupo puede albergar a mados Escuerzos o Kururú chiní en guaraní; los cuales
subgrupos, o en términos taxonómicos; una familia al- fueron referidos anteriormente, de distribución básica-
berga a los géneros que constituyen los subgrupos. mente chaqueña. Otra curiosidad observada en esta
Familia son los géneros Eupemphix y Physalaemus, los
En Paraguay, la diversidad específica de anfibios y cuales presentan ranas con glándulas inguinales de co-
reptiles, es de aproximadamente 77 y 157 especies res- loración negra, las cuales usan como despliegue defen-
pectivamente; aunque este número varía constantemen- sivo; ya que se asemejan a ojos grandes. Esto es utiliza-
te con el descubrimiento de nuevas especies, o con la do para intimidar a los posibles predadores.
invalidación de otras. Las especies de anfibios de Para-
guay, se encuentran agrupadas en cuatro familias de Pero la mayor diversidad de formas, se observa en
la Familia Hylidae. Sus integrantes presentan formas
de muy pequeño tamaño (e.g. Dendropsophus nanus, D.
minutus) y otras muy grandes (e.g. Hypsiboas faber, Itapo-
tihyla langsdorffii). A excepción de D. nanas que es abun-
dante en todo el país, las demás especies mencionadas
se encuentran principalmente en el este y sur de la Re-
gión Oriental. También la coloración presenta mucha
variación, incluso a nivel intraespecífico. Posiblemente
las adaptaciones más grandes, pueden ser observadas
en los géneros Pseudis y Lysapsus, los cuales presentan
una vida completamente acuática (se encuentran en las
cuencas de los ríos más importantes del país), con una
anatomía especializada para eso como son los ojos en
posición bien dorsal (como los Caimanes y Cocodri-
Fig. 5. Crotalus durissus. Esta víbora es conocida con el nom-
los) y la membrana interdigital completamente desa-
bre de mboi chini o cascabel. Es causante de varios accidentes rrollada en las extremidades posteriores. Otra curiosi-
ofídicos aunque en muy pocas ocasiones resultan fatales. dad de esta familia es que la larva o renacuajo, tiene un
Autor: Alberto Esquivel. tamaño que supera con creces al de los individuos adul-

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

tos; llegando hasta el doble del tamaño, por lo que du-


rante la ontogenia del renacuajo, su cuerpo se contrae
alcanzando el tamaño de los adultos.

El grupo de los reptiles, es aun mucho más diverso,


tanto en formas como en grupos taxonómicos. Mien-
tras que los anfibios de Paraguay, solo están represen-
tados por dos Ordenes; los reptiles lo están por tres
(Crocodilia, Squamata y Quelonia) y 20 familias. En el
caso de los reptiles, los integrantes de las familias, no
presentan formas tan heterogéneas como los anfibios.
Sus características son más constantes. De las 157 espe-
cies de reptiles existentes en el territorio nacional, se
pueden desatacar a los Caimanes o Yacarés dentro del
Fig. 6. Apostolepis assimilis. Esta es una serpiente muy poco
Orden Crocodilia, los cuales evolutivamente se encuen-
conocida debido a que pasa la mayor parte de su vida debajo de la
tran bastante distanciados del resto de los reptiles; ya tierra. En guaraní recibe el nombre de mboi tata, por su llamati-
que comparten una historia evolutiva más estrechamen- va coloración rojo ladrillo. Autor: Freddy Ramírez.
te ligada a las aves; con las cuales forman el grupo de
los Arcosauromorfos. El Orden Squamata o escamosos,
está formado por los subordenes de las serpientes, los
(Kinosternidae) tiene características intermedias, ya que
lagartos, y las lagartijas-gusano. Estas últimas son ani-
si bien pasa gran parte de su vida en el agua, se des-
males fosoriales conocidos como Yvyjá, que muy co-
envuelve muy bien en tierra; prefiriendo terrenos fangosos
múnmente surgen a la superficie en jardines; y son to-
talmente inofensivos.
Diversidad de Ecosistemas
Similares en apariencia externa son las serpientes
que se agrupan en siete Familias, tres de las cuales son Paraguay no cuenta con gran número de endemis-
llamadas serpientes ciegas, debido a que carecen de ojos mos en lo que concierne a la herpetología. La razón es
y presentan todo el cuerpo cubierto por pequeñas esca- que se halla en un punto de encuentro entre cinco gran-
mas uniformes. Estas Familias son Anomalepidae, Lep- des Regiones Biogeográficas como lo son el Chaco
totyphlopidae y Typhlopidae. Húmedo y Seco, el Pantanal, el Cerrado y el Bosque
Atlántico del Alto Paraná. Además, la superficie del
El resto de las serpientes son las más conocidas. país no es tan grande como para poder abarcar toda la
Dentro de estas están las siguientes Familias: Boidae, corología de una especie. Por el contrario, generalmen-
compuesto por las boas y anacondas, conocidas común- te las especies poseen distribuciones bastante mayores.
mente como Mboi ro’y (Boa costrictor), Kurijú (Eunectes
notaeus) y Mboi jaguá (E. murinus); Colubridae, que cons- Sin embargo, existen especies con distribuciones
tituye la familia más diversa entre las cuales se pueden bastante reducidas, que se encuentran solo en el país;
destacar Mboi capitán (Liophis poecilogyrus), Ñacaniná ellas son el sapo de Cope (Chaunus diptychus) del no-
(Hydrodynastes gigas), Ñacaniná hü (Clelia spp.), Ñanduri- roeste del país, y las ranas Scinax trachytorax del Río Apa
ré (Sibynomorphus spp.) y Mboi hovy (Philodryas spp.); Ela- y Phrynopus parkeri del sur, en el caso de los anfibios y
pidae con un solo género (Micrurus spp.) conocidas como las Falsas corales Phalotris nigrilatus de San Pedro y Si-
Mboi chumbé o Corales; y Viperidae o víboras verdade- mophis rohdei del centro de la Región Oriental, en el de
ras, entre las cuales en Paraguay se encuentra el género los reptiles. Además, la lagartija Colobosaura kraeppelini
Bothrops conocidas como Yararás y Kyryry’o, y el género parece ser endémica del país de la costa del Río Para-
Crotalus llamada comúnmente Mboi chini o Víbora de guay; aunque su estatus taxonómico no es seguro.
cascabel.
Por el contrario, existen otras especies con gran dis-
En el mismo orden, se encuentran las lagartijas, cons- tribución en el territorio de la república, cuya presen-
tituído por una gran variedad de formas como lo son la cia abarca casi todas las Ecorregiones como es el caso
Iguana o Tejú Leon (Iguana iguana), Tejú pytã (Tupinambis del sapo común (C. schneideri), la rana enana (D. nanas),
rufescens), Tejú guazú (T. merianae), Tejú asajé o Tejú hovy la rana del zarzal (H. raniceps), la rana lechera (Trachyce-
(Teius spp. Ameiva ameiva), Tejú yacaré (Dracaena paragua- phalus venulosus), la rana de piscina (Scinax fuscovarius),
yensis), Tejú lelé (Homonota fasciata), Tejú tará (Tropidurus la rana chaqueña (Leptoadctylus chaquensis) y la rana de
spp.) y Amberé (Mabuya spp.). Por último, el Orden Que- vientre pintado (Leptodactylus podicipinus) entre los an-
lonia en Paraguay está representado por tres familias fibios y la Mboi capitán (L. poecilogyrus), la falsa yarará
de tortugas, tanto terrestres (Familia Testudinidae) (Waglerophis merremi), la cascabel (Crotalus durissus), el
como acuáticas (Familia Chelidae). La otra familia Mboi pepé (Ophiodes intermedius), el Teyu asayé (Ameiva

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

ameiva), la lagartija verde (Cnemidophorus ocelifer) y y el chus lavéis y Chacophrys pierotti, además algunas ra-
lagarto overo o Teyu guazu (T. merianae) entre los repti- nas del género Leptodactylus entre las que se desta-
les. A continuación se destacan algunas especies de an- can L. gracilis, L. laticeps y L. elenae. Un caso muy
fibios y reptiles características de las Ecorregiones del particular, referido anteriormente es el de la rana
Paraguay. «monito» (P. sauvagii), encontrada en esta ecorre-
gión. Entre los reptiles, se destaca la serpiente falsa
• Pantanal: Es la ecorregión menos representada en el coral ñata (Lystrophis pulcher), la Mboi hovy (Liophis
Paraguay. Las especies que están asociadas a este guentheri), la culebra Liophis sagitiffer, la culebra ñata
tipo de ecosistema, presentan algunas adaptaciones (Philodryas baroni), Philodryas psammophideus, la Ñan-
como buenos hábitos natatorios, ya que esta ecorre- duriré (Sibynomorphus lavillai) y el Kyryry’o (Bothrops
gión está sometida a periódicas inundaciones. Dos diporus) esta última entre las venenosas. También se
especies de anfibios sumamente característicos de pueden encontrar algunas especies de lagartijas
esta ecorregión son las ranas boyadoras chica (Lys- como Liolaemus chacoensis, Tropidurus spinulosus, Ho-
apsus limellus) y grande (Pseudis paradoxa), debido a monota fasciata y Lygodactylus wetxeli. Estos dos últi-
sus hábitos acuáticos. Es muy frecuente encontrar- mos son gekónidos de piel muy fina que para evitar
los en el río, entre camalotes. También entre cama- la deshidratación se valen de los refugios en donde
lotes es muy frecuente encontrar a la lagartija de pasan las temporadas de inactividad. Por último, se
Schreibers (Cercosaura shreibersii) alimentándose de debe mencionar a una especie típica de este ambien-
insectos, y la serpiente acuática Helicops leopardinus te, y de alto valor comercial como lo es el Teyu pytã
que basa su dieta principalmente en peces. Además (Tupinambis rufescens).
se encuentra la Anaconda del sur o Kuriyú (Eunectes
notaeus) asociada tanto a camalotes, como a la rivera • Chaco Húmedo: Existen muchas especies que se dis-
de los ríos. También son frecuentes la culebra es- tribuyen a ambos lados del Chaco Húmedo y Seco,
combrera (Leptodeira annualata) y la yarará Bothrops sin llegar a ser características de uno de los dos tipos
moojeni. Finalmente, cabe mencionar que es muy de ecorregiones. Sin embargo, la mayoría, se puede
característica de la zona alta de esta ecorregión la encontrar en ambas ecorregiones, pero con un ma-
Iguana común o Tejú leon (Iguana iguana), que por lo yor grado de afinidad por alguna de las dos. Por
general se la puede observar posada sobre árboles ejemplo, algunas especies carismáticas como la Boa
al costado de los causes de los ríos. o Mboi ro’y (Boa constrictor), el Caimán o Yakare (Cai-
man yacare), se encuentran en ambas ecorregiones,
• Chaco Seco: Si bien las características tanto físicas pero presentan una tendencia hacia el Chaco Húme-
como climáticas hacen que esta ecorregión sea ad- do. Por el contrario, las tortugas terrestres Chelonoi-
versa para las necesidades básicas del ser humano, dis carbonaria y Chelonoidis chilensis, sumamente re-
presenta una muy peculiar fauna cuya fisiología está queridas como mascotas, se distribuyen a ambos
adaptada a las extremas sequías que se pueden apre- lados del Chaco; pero son más típicas de los montes
ciar en algunas zonas. Entre los anfibios más llama- xéricos del Chaco Seco. Sin embargo, esto puede ser
tivos y característicos, se pueden mencionar a los debido a la mayor presión antrópica ejercida sobre
escuerzos como Ceratophryis cranwelli, Lepidobatra- el Chaco Húmedo.

Las especies de anfibios más típicos del Chaco Hú-


medo, son el sapo granuloso (Chaunus granulosus), las
ranas Dendropsophus punctatus, Scinax nasicus y Scinax
acuminatus de la Familia Hylidae y Leptodactylus bufo-
nius y Leptodactylus latinasus de la Familia Leptodactyli-
dae. En esta ecorregión, se pueden mencionar una gran
cantidad de reptiles característicos. Las lagartijas más
comunes son Stenocercus caducus, Tropidurus guarani, y
el Teyu guazu o Lagarto overo (T. merianae). También se
puede destacar el yvy’ja o lagartija-gusano Amphisbaena
camura; y entre los ofidios a los leptotiflópidos Lepto-
typhlops melanotermus y L. unguirostris, a las culebras
Apostolepis ambiniger, Hydrodynastes gigas, Liophis jaegeri,
Tantilla melanocephala y Thamnodynastes chaquensis. Esta
gran ecorregión también alberga especies ponzoñosas
Fig. 7. Ameiva ameiva. Es una de las lagartijas más comunes
como la víbora de la cruz o Yarara aka kuruzu (Bothrops
del país, y está principalmente activa durante el mediodía, por lo alternatus) y las serpientes de coral o Mboi chumbe (Mi-
que recibe el nombre de teju asaje o teju hovy en alusión a su crurus baliocoryphus y M. frontales).
color. Autor: Pier Cacciali.

115
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Entre las especies más típicas del Bosque Atlántico


del Alto Paraná, se puede destacar la ocurrencia de ra-
nas como Hypsiboas albopunctatus, Hypsiboas faber, D. mi-
nutus y Dendropsophus caingua. Además reptiles como
las serpientes Helicops infrataeniatus, Oxyrhopus petola,
Tomodon dorsatus, Micrurus corallinus y Bothrops jararaca;
lagartijas-gusano como Amphisbaena mertensi y Cercolo-
phia roberti y para finalizar la lagartija arborícola Tropi-
durus torquatus y la lagartija verde Kentropyx viridis.

Fig. 8. Liolaemus azarai. Esta lagartija corre serio riesgo de Agradecimientos


extinción en el país, debido a que únicamente en nuestro país está
presente en el remanente de la Isla Yacyretá. Autor: Luciano Ávila. A Norman Scott, Santiago Carreira y Andrés Rin-
derknecht por facilitar material bibliográfico. A Móni-
ca Rumbo, Luciano Ávila, Fredy Ramírez, Alberto Es-
• Cerrado: Esta región cuenta con algunos componen- quivel y Frederick Bauer por las fotografías. A Pablo
tes del Bajo Chaco o Chaco Húmedo y del Bosque Correa por la ayuda durante el procesamiento digital
Atlántico del Alto Paraná, en los sitios de contacto de las imágenes. A la World Wildlife Found y la Funda-
con ellos. Algunas especies que se pueden encontrar ción Packard por la beca que me permitió profundizar
aquí son las ranas Hipsiboas albopuntatus, Dendropso- en el conocimiento de la Biodiversidad y la conserva-
phus minutus y Dendropsophus rubicundula y en cuan- ción de la misma.
to a los reptiles, se destacan la lagartija-gusano Am-
phisbaena leeseri, la serpiente Phimophis guerini y la REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
lagartija verde Teius teyou.
• Acevedo, C.; J. Fox; R. Gauto; T. Granizo; S. Keel; J.
Sin embargo, esta ecorregión es de suma importan- Pinazo; L. Spinzi; W. Sosa; y V. Vera. 1990. Áreas
cia, ya que junto con el Bosque Atlántico del Alto Para- Prioritarias para la Conservación en la Región Orien-
ná, presentan una gran diversidad de especies endémi- tal del Paraguay. Centro de datos para la conserva-
cas. Entre los anfibios más típicos de la zona, se puede ción. Asunción.
citar al sapo amarillo (Chaunus ictericus) y la rana D.
rubicundula. También se puede destacar la presencia de • Albino, A. 1994. Estado actual del registro de esca-
otras ranas como Physalaemus centralis y Eupemphix nat- mados extinguidos de América del sur y sus im-
tereri. Entre las serpientes se encuentran Apostolepis di- plicancias paleoambientales. Cuad. Herpetol. 8(1): 146-154.
midiata y Chironius flavolineatus. Además Acevedo et al.
(1990) destacaron la presencia de del caiman Paleosu- • Albino, A. 1995. Descripción del más antiguo Vipe-
chus palpebrosus en esta ecorregión. Sin embargo, uno ridae (Serpentes) de América del sur. Stud. Geol. Sal-
de los valores más altos con que cuenta el Cerrado des- manticensia 31: 11-21.
de el punto de vista herpetológico, es la diversidad de
lagartijas de la Familia Gymnophthalmidae, en la cual • Ananias, F.; P. C. A. Garcia y S. M. Recco-Pimentel.
la mayoría de las especies son muy raras, y por lo tanto 2004. Conserved karyotypes in the Hyla pulchella spe-
se desconoce casi por completo su biología. Entre los cies group (Anura, Hylidae). Hereditas 140: 42-48.
registros más importantes de esta Familia, en esta eco-
• Angela, P. y R. Angela. 1999. La Extraordinaria His-
rregión, se destacan Bachia breslaui, Cercosaura ocellata y
toria de la Vida. Grijalbo Mandadori, Barcelona.
Colobosaura modesta.
• Aquino, A. L., N. Scott y M. Motte. 1996. Lista de
• Bosque Atlántico del Alto Paraná: Esta, junto con la
anfibios y reptiles del Museo Nacional de Historia
anterior, se encuentra entre las regiones más diver-
Natural del Paraguay. En pp.: 332-396. (Romero, O.,
sas del mundo (Myers et al., 2000). Al igual que las ed.) Colecciones de Flora y Fauna del Museo Nacio-
otras zonas, esta posee una gran zona de transición nal de Historia Natural del Paraguay, Subsecretaría
con el Chaco Húmedo, debido al amplio margen de de Estado de Recursos del Medio Ambiente, Minis-
contacto. En esta zona de transición, se destaca la terio de Agricultura y Ganadería, Asunción.
presencia de Pseudopaludicola falcipes entre los anfi-
bios y Erythrolamprus aesculapii, Liophis miliaris, Lio- • Báez Presser, J. L.; E. Buongermini; V. O. Fillipi; V.
phis reginae, Bothrops jararacussu y Micrurus altirostris Fernández Crossa; A. B. Báez Almada; P. R. Zarza
entre las serpientes. Además, las lagartijas Stenocer- Lima y O. Oporto Migone. 2004. Algunos antece-
cus caducus y Tropidurus guarani y el lagarto Tupi-
nambis duseni.

116
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

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117
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

DIVERSIDAD DE AVES EN PARAGUAY


MYRIAM VELÁZQUEZ

Fundación Moisés Bertoni


Prócer Carlos Arguello 208
Asunción, Paraguay
mvelazquez@mbertoni.org.py

Introducción

Las aves son consideradas uno de los grupos mejor preparados para ajustarse a las condiciones de vida
más diversas que existen en el planeta, inclusive en aquellas más hostiles. Las diferentes adaptaciones a los
ambientes incluyen una gran variedad, ya que existen, por ejemplo, aves acuáticas que viven exclusivamente
en agua dulce como las los patos y gallinetas y otras adaptadas a los ambientes salobres como los flamencos.
Otras aves se mantienen exclusivamente en bosques y selvas subtropicales y tropicales como los surucuas y
otras prefieren los pastizales o cerrados como algunos inambues y el ñandú guazu.
Las aves desempeñan un papel importante en la economía humana, por su papel en el mantenimiento de
la funcionalidad de los ecosistemas y por su utilización directa como aves domésticas u ornamentales.
Ciertos tipos de aves contribuyen también a las condiciones de higiene y a la salud de las poblaciones
humanas, como varias aves carroñeras, por ejemplo los yryvues, que se alimentan principalmente de cadáve-
res y otras rapaces nocturnas, como los cabures o lechuzas que se alimentan de roedores transmisores de
enfermedades.
Las aves son indicadores útiles de la biodiversidad global, principalmente porque ocupan casi todos los
ecosistemas terrestres, son relativamente fáciles de reconocer y monitorear y han sido bien estudiadas.
La avifauna de Paraguay era poco conocida hasta hace algunos años. En 1995 se publicó la primera revisión
sobre el estado y distribución de 645 especies en Paraguay (Hayes 1995). En 2004, se publicó una segunda
revisión, modificando en 685 el número de aves presentes en Paraguay (Guyra Paraguay 2004) . Esta cifra se
modificó recientemente, alcanzando un total de 708 (Guyra Paraguay 2005; Del Castillo y Smith 2006, inéd).
En estas 708, se encuentran representadas 67 familias distribuidas en 23 órdenes. La mayor parte de las
especies son residentes, que habitan nuestro país durante todo el año. Sin embargo, una proporción (30 %
aproximadamente) son migratorias, es decir son especies que llegan a Paraguay provenientes de otros países
con el fin de reproducirse, de invernar o bien son visitantes ocasionales en paso migratorio hacia otras
regiones o países.

a. Biogeografía
do, las sabanas del Chaco o Chaco seco, el Chaco
La Biogeografía es la ciencia que estudia la dis- húmedo y el Pantanal.
tribución de los seres vivos y la Ornitogeografía se
refiere a la distribución de las aves en particular. En Lowen et al. (1995) se menciona que existiría
Los criterios que se utilizan para realizar una clasi- una quinta ecorregión: los pastizales del sur de
ficación en zonas ornitogeográficas suelen coinci- Paraguay, denominados aquí «Pastizales Mesopo-
dir con los diferentes tipos de vegetación ya que támicos».
las aves presentan una distribución que suele estar
muy relacionada a la presencia de determinado tipo Bosque Atlántico Alto Paraná
de comunidades vegetales.
El Bosque Atlántico es una de las ecorregiones con
Según la clasificación global de Dinerstein mayor biodiversidad biológica del mundo y una de las
(1995), en Paraguay se encuentran representadas más amenazadas a nivel global. Incluye un complejo
cuatro ecorregiones: el Bosque Atlántico del Inte- de subregiones, de las cuales el Bosque Atlántico del
rior (o Bosque Atlántico del Alto Paraná), el Cerra- Alto Paraná (BAAPA) ocurre en Paraguay.

119
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Antiguamente, este bosque se extendía por la Re- como la Mosqueta media luna (Phylloscartes eximius)
gión Oriental, desde la orilla del Río Paraná hasta el y la Mosqueta oreja negra (Phylloscartes paulistus),
extremo este del Depto. Concepción y el límite entre tucanes como el Tukâ pakova (Baillonius bailloni), y en
los Deptos. Itapúa y Misiones (Guyra Paraguay 2005). el estrato bajo o sotobosque formicáridos como el
Tovakusu (Chamaneza campanisona), el Mokói tyapíriru
La vegetación predominante del BAAPA es el bos- (Corythopis delalandi), entre otros. A su vez, los es-
que subtropical semideciduo. La mayor parte de los tratos pueden variar en su composición y estructu-
bosques ya fueron explotados para la extracción de ra, lo cual aumenta la diversidad de hábitats y con
madera o están compuestos por una vegetación secun- ello la diversidad de aves. Así, en un sotobosque
daria. (Di Bitetti et al. 2003). compuesto principalmente por bambúceas, se pue-
den encontrar al Chupadientes (Conopophaga linnea-
De las ecorregiones presentes en Paraguay, es ta), el Takuari (Drymophila malura) y especies muy
la que contiene mayor número de especies de aves raras y amenazadas como el Katatáu (Sporophila fal-
endémicas, (especies exclusivas de esta ecorregión cirostris), el Corbatita oliváceo (S. frontalis) y el Afre-
y que no se encuentran en ninguna otra) y especies chero plomizo (Haplospiza unicolor).
con problemas de conservación a nivel global (Gu-
yra Paraguay 2005). Cerrado
En Paraguay ocurren 79 endemismos (Guyra Pa- El Cerrado ocupa el centro de Brasil, ingresando a
raguay 2005; Brooks et al. 1999) a esta región y de Paraguay en los Deptos. de Concepción, Amambay, San
éstas, 23 especies están en algún grado de amenaza Pedro, Canindeyú y Caaguazú. (Guyra Paraguay 2005).
a nivel mundial.
Es la segunda ecorregión en superficie de América
El Bosque Atlántico se caracteriza por tener una del Sur y una de las mayores asociaciones de sabanas
estructura vertical que posibilita la existencia de con bosques y constituye un ecosistema de especial in-
una variedad de hábitats que favorece la diversi- terés por la diversidad biológica que alberga y por es-
dad de aves. Así, en el estrato alto se puede obser- tar amenazado a nivel global.
var al Guyra campana (Procnias nudicollis) , o tam-
bién la Tacuarita blanca (Polioptila lactea), el Sai o El cerrado es un complejo de ecosistemas que eng-
Mielerito azul (Conisrostrum speciosum) y el Guyra loba pastizales, (campos limpio), campos sujos, cam-
vera o Saíra dorada (Hemithraupis guira) formando pos cerrados y cerrado, y bosques o cerradones. Cada
bandadas mixtas. En el estrato medio tiránidos tipo de hábitat se caracteriza por el porcentaje de cober-
tura de leñosas (arboreas y arbustivas) y gramíneas y
su composición específica.

Según la clasificación de especies endémicas del


Cerrado de Da Silva (1997), en Paraguay ocurren once
especies endémicas (Guyra Paraguay 2005), de las cua-
les cuatro están amenazadas.

Especies típicas del cerrado son el Ynambu’i pytâ (No-


thura minor), el Tangara ñu (Neothraupis fasciata), el Pepi-
tero de corbata (Saltator atricollis) y el Yvyja’u moroti (Eleo-
threptus candicans).

Pastizales mesopotámicos

Esta ecorregión comprende la planicie del río Uru-


guay en las provincias de Corrientes y Entre Ríos, en
Argentina, extendiéndose por Uruguay, sur de Brasil y
en Paraguay, en los Deptos. Itapúa y Misiones.

Fig.1 Chauna torquata- Chahâ-Especie típica del chaco húmedo.


Autor: Fredy Ramírez

120
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Los ambientes acuáticos del Chaco Húmedo contie-


nen una singular diversidad de aves: se pueden obser-
var a la mayoría de los representantes de la familia
Ardeidae o garzas como el Guyratî (Ardea alba), la Garci-
ta blanca (Egretta thula), el Hoko guasu (Ardea cocoi), la
Garza bruja (Nycticorax nycticorax), Cigueñas (Ciconia ma-
guari y Mycteria americana) y el Chahâ (Chauna torquata).

En el Chaco Seco el tipo de vegetación predominan-


te son los bosques de tipo xerófilo. (Guyra Paraguay
2005).

El Arapasu guasu (Drymornis bridgesii), el Arapasu ñu


(Xiphocolaptes major), el Gallito copetón (Rhinocrypta lan-
ceolata) y el Pepitero chico (Saltatricula multicolor) son es-
pecies típicas de estos ambientes. Entra las especies
amenazadas de los bosques secos se encuentra el car-
pintero Ypekû hû (Dryocopus schulzi) y en las lagunas
saladas el Flamenco (Phoenicopterus chilensis). Los hume-
dales son sitios de concentración de especies migrato-
rias o playeritos del género Calidris, entre otros.
Fig. 2 Culicivora caudacuta-Tachurí coludo. Especie amenazada
de los Pastizales y el Cerrado. Autor: Fredy Ramírez
Pantanal

Esta ecorregión puede ser considerada como una Se encuentra ubicado en la cuenca del Alto Para-
vasta y continua planicie en la que se alternan pai- guay, con una superficie de 133.465 km2 abarcando te-
sajes planos y relieves ondulados. Se caracteriza rritorio en Brasil, Paraguay y Bolivia. Aunque el panta-
por un conjunto de tipos de ecosistemas princi- nal se encuentra principalmente en el Mato Grosso oc-
palmente herbáceos, cuyo rasgo distintivo es cidental brasileño (85%), una pequeña porción se sitúa
que su composición florística está dominada en Paraguay (5%) en el Depto Alto Paraguay.
por gramíneas. (Guyra Paraguay 2005).
Se caracteriza por la presencia de grandes extensio-
Ente la especies más conspicuas que caracteri- nes de humedales, como sabanas inundables, lagunas y
zan a esta ecorregión se pueden mencionar: Ñandu esteros. Estos hábitats son propicios para la concentra-
guasu (Rhea americana), los inambúes Ynambu guasu (Ryn- ción de especies acuáticas como el Mbigua (Phalacrocorax
chotus rufescens) y el Ynambu’i (Nothura maculosa). olivaceus), el Mbaguari (Ciconia maguari), el Jabiru (Jabiru
mycteria), la Garza blanca (Ardea alba) y la Garcita blanca
Al menos unas cinco especies de aves que habi- (Egretta thula) (Idea 2002).
tan los pastizales se encuentran amenazados a ni-
vel global: Yetapá de collar (Alectrurus risora), la Ca- b. Estado de conservación de las aves en
chirla dorada (Anthus nattereri), el Chopî sa’yju (Xan- Paraguay
thopsar flavus), Capuchino corona gris (Sporophila cin-
namomea) y el Capuchino de collar (S. zelichi), entre
La pérdida de hábitat es la principal amenaza para
otras.
la supervivencia de las especies, afectando a unas 1008
especies en todo el mundo. De éstas, un 74% se encuen-
Chaco tran amenazadas por la explotación no sostenible de
los bosques tropicales y por la habilitación de tierras
El gran Chaco Americano es una ecorregión bos- forestales para la agricultura.
cosa de excepcional biodiversidad que se extiende
por Argentina, Paraguay, Bolivia y una pequeña La segunda causa de declinación de las poblaciones es la
porción de Brasil, ocupando más de 1.000.000 km2. explotación directa por el hombre, a través de la cacería y el
Esta ecorregión presenta una gran variedad de cli- comercio para ave de jaula. La mayoría de las especies afecta-
mas y relieves que originan una amplia diversidad das por la cacería son las que pertenecen al grupo de los
de ambientes: pastizales, esteros y sabanas, secas e no-passeriformes, siendo muchos de ellos conspicuos y
inundables, bañados, salitrales, ríos, diversidad de de gran tamaño. Algunas familias son particularmente
bosques y arbustales. (The Nature Conservancy et sensibles a esta amenaza, como los loros y papagayos,
al., 2005). aves muy populares como mascota.

121
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Las invasiones de especies exóticas han causado sino Las categorías de la UICN, a partir de las cuales se
todas, la mayor parte de las extinciones desde 1800. puede evaluar el estado de un taxón son:
Estas extinciones ocurrieron en islas que no po-
seían defensas naturales contra la introducción de • Ex: cuando no hay duda razonable de que el último
predadores como gatos y roedores, de competidores individuo ha muerto.
herbívoros y de plantas exóticas que invadieron y • EW: extinta en estado silvestre: cuando la especie
modificaron los hábitats naturales. (BirdLife Inter- solamente sobrevive en cautiverio o como una es-
national 2004). pecie naturalizada fuera de su rango de distribu-
ción.
Para determinar el grado de amenaza de una espe- • CR: cuando enfrenta un riesgo extremadamente alto
cie, la Unión Internacional para la Conservación de la de extinción en la naturaleza.
Naturaleza, estableció una serie de categorías y crite- • EN: cuando enfrenta un riesgo muy alto de extin-
rios, a partir de los cuales se puede evaluar el estado de ción en la naturaleza.
conservación de un taxón. Esta clasificación es utilizada • VU: cuando enfrenta un riesgo alto de extinción en
a nivel internacional y en los últimos años, se ha adop- la naturaleza.
tado como base para definir el estado de conservación a • NT: cuando habiendo sido evaluada para los crite-
nivel regional y nacional. rios anteriores, no califica para ninguno de ellos,
pero es probable que sea clasificada bajo algunos de
El último análisis a nivel global (utilizando la Ver- las categorías anteriores en un futuro cercano.
sión 3.1 de los criterios de la UICN) ha demostrado que
el 12% de las especies de aves esta amenazada de extin- En Paraguay, en el contexto global, existen 27 espe-
ción. Más de 1000 (85% del total) están amenazadas por cies amenazadas a nivel global (5 En peligro crítico, 5
pérdida de hábitat y degradación En peligro y 17 vulnerables) y 33 especies en la catego-
ría Casi Amenazada, totalizando entonces 60 especies
Desde 1800, se han extinguido 103 especies y otras 182 en alguna categoría de amenaza (Tabla1).
se encuentran actualmente a un paso de la extinción.
De estas 60 especies, 23 son endémicas del Bosque
Las especies amenazadas se concentran en el Neo- Atlántico y 4 son endémicas del Cerrado.
trópico y sudeste de Asia, reflejando la riqueza relativa
de especies y los altos niveles de endemismos en estas El estado de las especies a nivel global no necesaria-
regiones. Paraguay ocupa el sitio número 26 dentro de mente refleja el estado de la especie a nivel nacional, ya
los 50 países con mayor número de especies global- que una especie en una categoría de amenaza menor a
mente amenazadas, siendo Brasil e Indonesia los países nivel mundial, podría estar a una categoría mayor de
que con mayor número de especies (114) (BirdLife In- amenaza, por causas de origen local. Por ejemplo, el
ternational 2004). águila harpía (Harpia harpyja) está clasificada como Casi
Amenazada a escala global, estando sus fortalezas en
países más al norte como Venezuela, sin embargo, en
Paraguay, la especie es sumamente rara, razón por la
cual esta clasificada como En Peligro crítico.

A nivel nacional, la Secretaría del Ambiente (SEAM)


publicó en 2006, la resolución 524/06 clasificando a las
especies según su categoría de amenaza a nivel nacio-
nal. Esta lista es el resultado de talleres realizados con
técnicos de la SEAM, de la Universidad Nacional de
Asunción, Organizaciones No Gubernamentales, Enti-
dades Binacionales y se basó en los criterios de la UICN,
versión 3.1.

Según esta resolución, en Paraguay se encuentran


16 especies En peligro crítico, 30 En peligro y 67 son
clasificadas como Vulnerable (Tabla1).

A continuación, se describen las especies que se en-


cuentran amenazadas a nivel global y que también son
endémicas del Bosque Atlántico y el Cerrado, por ser
las dos ecorregiones con mayor biodiversidad y mayor
Fig. 3 Yvyja’u moroti (Eleothreptus candicans) grado de amenaza. Para la descripción del estado de las

122
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

especies se utilizó principalmente la publicación de Bir- Argentina. Existen registros de bandadas de 100 ejem-
dLife International (2004), donde se realiza un análisis plares a principios del siglo XX, pero los registros
del estado de conservación de las aves del mundo. posteriores a 1980 incluyen registros de no más de
tres ejemplares. Esto indica una extrema declina-
Nothura minor (Ynambu’i pytä) ción, estando su rango de hábitat actualmente muy frag-
mentado.
En los últimos años, la especie ha sido registrada en
unos pocos sitios a lo largo de su extenso rango en el Esta especie habita los bosques húmedos o Bosque
centro y sur de Brasil. En Paraguay, ha sido reciente- Atlántico, prefiriendo los bordes de bosque. Se la en-
mente registrada en el noreste del país, en los cerrados cuentra asociada a especies de bambúceas, presentan-
del Depto. de San Pedro (Barnett et al. 2004). Sin em- do algún tipo de movimiento estacional relacionado a
bargo, la densidad de la especie es baja en estos si- la floración de las mismas.
tios conocidos, estando ausente en una gran superfi-
cie de hábitat disponible y con las condiciones ade- La fragmentación de los bosques, asociado a sus re-
cuadas para la especie. querimientos altamente específicos de hábitat, la con-
vierten en una especie susceptible a la extinción.
Esta especie habita los pastizales del cerrado carac-
terizados por una cobertura continua de gramíneas o Amazona pretrei (Charao)
pastos altos.
Esta especie se encuentra confinada actualmente a
La rápida conversión de su hábitat por la agricultu- unas pocas localidades del sudeste de Brasil. En Argen-
ra mecanizada, la ganadería intensiva, las especies exó- tina y en Paraguay (Deptos. Canindeyú, Alto Paraná e
ticas invasoras, el uso de pesticidas, las altas frecuen- Itapúa) ocurre en forma ocasional.
cias de quemas no controladas amenazan la supervi-
vencia de la especie (BirdLife International 2004) Habita los bosques ribereños restringiéndose a las
regiones del Río Paraná con presencia de Kuri’y (Arau-
Pipile jacutinga (Jacutinga) caria angustifolia). Existe una fuerte asociación con este
árbol, del cual se alimenta a partir de su semillas.
Las poblaciones de la Jacutinga, han sufrido una
marcada declinación en Brasil, Paraguay y Argentina, y La pérdida del hábitat por la deforestación y la cap-
se encuentra virtualmente extinta en el norte y sur de tura para su comercio como mascota son las principales
su rango. Originalmente era una especie abundante en causas de la disminución de su población.
la Región Oriental, pero la pérdida de su hábitat y la
presión de caza han ocasionado que la especie haya Amazona vinacea (Loro vinoso)
desaparecido en una gran parte del rango de su distri-
bución y que actualmente sólo existan pequeñas pobla- Es una especie endémica del Bosque Atlántico del sudes-
ciones que están confinadas a áreas protegidas. te de Brasil, este de Paraguay y noreste de Argentina.

La especie se encontraba ampliamente distribuida La especie ha desaparecido de la mayoría de las lo-


en Paraguay, en los Deptos. de Amambay, Canindeyú, calidades donde se la había registrado históricamente.
Alto Paraná, Caaguazú, Itapúa, pero los estudios re- En Paraguay, existen muy pocos registros de Concep-
cientes revelan que su distribución se encuentra actual- ción y Caazapá, habiendo desaparecido casi totalmente
mente localizada en unos pocos sitios. Las estimacio- de los Deptos. de Amamabay, Caaguazú, Itapúa y Guairá.
nes actuales arrojan una cifra de 870-1,515 de indivi-
duos, de los cuales unos 600 corresponderían a la Reser- Los sitios clave para la especie en Paraguay son el
va Natural del Bosque Mbaracayu. (Clay et al. en prensa). complejo de reservas de Itaipú Binacional en el Depto.
Alto Paraná y la Reserva Natural Itabó en el Depto.
Es una especie de los bosques altos, de ribera y zona Canindeyú, estimándose en 220 individuos la pobla-
de nacientes y barreros. Las principales amenazas para ción en Paraguay. (Cockle et al., 2007).
la supervivencia de la especie son la destrucción de los
bosques por la deforestación y la cacería ilegal. Está asociada a bosques de Araucaria angustifolia
(kuri’y), o a bosques húmedos con abundantes epífitas
Claravis godefrida (Pararu) y bambúceas y bosques secundarios.

Es una especie rara en el sudeste de Brasil. Han habi- La pérdida del hábitat, la fragmentación y el comer-
do pocos registros en el este de Paraguay, en el Depto. cio como mascota han producido una rápida declina-
Canindeyú y en el norte de la provincia de Misiones, ción de la población.

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Dryocopus galeatus (Ypekû akä mirä) La población ha sufrido un proceso de declinación


numérica debido a la deforestación y a la fuerte presión
La especie se encuentra restringida al sur de Brasil, de trampeo, particularmente en Brasil, donde es fre-
este de Paraguay, (Deptos. Amambay, San Pedro, Ca- cuente su comercialización como ave de jaula.
nindeyú, Caaguazú, Alto Paraná, Caazapa, Paraguari e
Itapua), y norte de Argentina. La especie tiene sus fortalezas en el norte y hacia el
este-noreste de la Región Oriental, en los Deptos. San
Si bien existen numerosos sitios donde se ha regis- Pedro y Canindeyú, siendo más bien rara hacia el sur
trado a la especie en Paraguay, no se puede concluir de la región oriental, en el Depto. Itapúa.
que es una especie común del Bosque Atlántico (Obs.
pers.). La deforestación y la conversión del hábitat para la
agricultura han afectado en forma histórica el hábitat.
La principal amenaza para la especie es la elevada La urbanización, la industrialización, la expansión de
tasa de deforestación en todo su rango de distribución. la frontera agrícola, la colonización y la construcción
de rutas son las fuentes de las amenazas actuales.
Platyrinchus leucoryphus (Picochato chico)
Sporophila frontalis (Corbatita oliváceo)
Ocurre a bajas densidades en bosque atlántico pri-
mario y secundario en el sudeste de Brasil, este de Para- En los últimos años la distribución de esta especie
guay, (Deptos. de Canindeyú, Caazapa e Itapúa) y no- se ha fragmentado en el sudeste de Brasil, con unos
reste de Argentina, (provincia de Misiones). pocos registros en el noreste de Argentina y este de
Paraguay.
Las poblaciones conocidas son menos numerosas
de lo que se había estimado previamente y es probable La población se ha reducido drásticamente du-
que sigan disminuyendo debido al acelerado proceso rante la última centuria (1900) y actualmente es más
de deforestación y la pérdida de hábitat a lo largo de su frecuente en jaulas como animal de mascota que en
rango de distribución. la naturaleza.

Procnias nudicollis (Guyra campana) La deforestación y pérdida de su hábitat, asociado


a su alta dependencia de bambúceas y a la captura
El Guyra campana se distribuye por el este de Brasil, como ave de jaula son las causas de la declinación de
noreste de Argentina (provincia de Misiones, con un la especie.
registro en Corrientes y este de Paraguay). En Brasil y
Paraguay es relativamente común, mientras que en Sporophila falcirostris (Corbatita picudo)
Argentina es una especie rara.
Es una especie rara en el Bosque Atlántico del sudes-
te de Brasil, este de Paraguay y noreste de Argentina.
La mayoría de los registros se refieren a un solo ejem-
plar o a unos pocos individuos para una determinada
localidad, por lo cual podría suponerse que la especie
ha sido siempre de rara frecuencia.

Esta especie de hábitos nómades y especialista de


bambuzales prefiere el estrato medio y alto de bos-
ques secundarios, o bosques secundarios o bordes de
bosque.

La extensa deforestación ha fragmentado su hábitat,


aumentando las distancias físicas y temporales entre
los hábitats con bambúceas, de las cuales depende para
su alimentación y nidificación.

Especies extintas en Paraguay

La UICN establece que una especie se considera ex-


tinta cuando no existe duda razonable de que el último
Fig. 4. Pipile jacutinga (Jakutinga o Yacutinga) individuo ha muerto.

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Las especies exóticas invasoras han sido la causa de ciones autosostenibles se las denomina especies estable-
muchas extinciones de especies, particularmente en is- cidas. Finalmente, algunas de estas especies consiguen
las que no poseían defensas contra predadores o com- avanzar sobre ambientes naturales, con lo cual se con-
petidores introducidos, o bien por la invasión de espe- vierten en invasoras. La Convención de Diversidad Bio-
cies vegetales que reemplazaron su hábitat natural o lógica define: una especie invasora «es una especie in-
por la introducción de patógenos y parásitos. troducida que prospera sin ayuda directa del ser hu-
mano y amenaza a hábitats naturales o seminatu-
Para prevenir las extinciones se necesita poseer un rales fuera de su área de distribución» y como conse-
mejor conocimiento de las especies amenazadas, accio- cuencia tiene impactos económicos, sociales y medio-
nes legales efectivas y un uso sostenible de los recursos ambientales.

En Paraguay, es posible que el Pato serrucho (Mer- Las especies exóticas pueden transformar la estruc-
gus octosetaceus) se haya extinguido a nivel nacional. La tura de los ecosistemas y afectar a las especies nativas
especie aún sobrevive en Brasil y Argentina, donde se que los componen, restringiendo su distribución o ex-
la ha registrado recientemente. cluyéndolas, ya sea directamente compitiendo con ellas
por los recursos, o indirectamente cambiando la forma
Mergus octosetaceus en que los nutrientes se reciclan

Es el único representante de este género en Sudamé- Las especies exóticas invasoras, están categorizadas
rica. El hábitat de esta especie se restringe a arroyos como la segunda causa de la pérdida de biodiversidad
selváticos de aguas transparentes y límpidas, con abun- en el mundo (Matthews 2005).
dante vegetación costera con rápidos pedregosos sin
presencia humana permanente. (Chebez 1999). En Paraguay, se encuentran registradas cinco espe-
cies exóticas de aves. Tres de ellas se encuentran esta-
La especie ocurre en el sudeste de Brasil, en muy blecidas: la Garcita bueyera (Bubulcus ibis), la Paloma
bajas densidades y en unas pocas localidades disjuntas, casera (Columba livia) y el Gorrión (Passer domesticus).
en la provincia de Misiones, Argentina. En Paraguay,
Bertoni (1901) comenta que la especie habitaba los pe- Especies de aves exóticas en Paraguay
queñas arroyos y corrientes de la margen paraguaya
del río Paraná, en el Depto. Alto Paraná. Sus observa- Struthio camelus - Avestruz
ciones datan de 1891.
Esta especie, originaria de África, se introdujo en
La deforestación y la contaminación de ríos y la cons- Paraguay con el fin de cría y comercialización. No se
trucción de represas que han inundado extensas super- poseen datos oficiales sobre el estado actual de esta
ficies, con la consiguiente eliminación del hábitat pro- especie.
picio para la especie, son las causas principales de la
desaparición de esta especie. La especie aún sobrevive,
Bubulcus ibis- Garcita bueyera
en pequeños números en Brasil y Argentina. (BirdLife
International 2004).
Originaria de África, Asia y Europa. En Chile, com-
pite por el alimento con aves nativas (Jaksic, 1998). En
La única localidad exacta conocida en Paraguay es el
la isla de Hawai preda los nidos y se alimenta de los
río Carapá, en las proximidades de Catueté, en el Dep-
pollos de la especie nativa Himantopus mexicanus (Stone
to. Canindeyú donde se observó un ejemplar en 1984,
y Anderson, 1998).
constituyendo éste, el último registro conocido para la
especie en el país. (Scott and Carbonell 1986, N. López
La especie está ampliamente distribuida en Paraguay.
Kochalka verbally 1990 in Collar et al. 1992).
B. ibis es hospedador de garrapatas, las cuales po-
c. Especies exóticas drían introducir y diseminar enfermedades asociadas.

Una especie exótica o introducida es aquella que proce- Columba livia- Paloma casera
de de otra región u hábitat. Esta definición suele coinci-
dir con las fronteras políticas de un país, sin embargo el De las aves, esta paloma, originaria de Europa es
desplazamiento de organismos dentro de un mismo considerada la plaga urbana número uno, a nivel mun-
país también puede ocasionar impactos negativos igua- dial. Esta ampliamente distribuida en América del Sur,
les o aún más grandes que la importación de una nueva con grandes concentraciones en ciudades ocasionando
especie a un país. La proporción de especies exóticas o daños a las estructuras edilicias, debido a los efectos
introducidas que logra establecerse formando pobla- corrosivos de sus excrementos. También supone una

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

amenaza para la salud humana ya que transmite enfer- conservation in the Cerrado Región, South Ameri-
medades como ornitosis y la histoplasmosis y otras can. Biodiversity and Conservation 6: 535-450.
que afectan a las aves de corral y a la fauna silvestre • Di Bitetti, M. S., Placci, G; y Dietz, L. A. 2003 Una
(Matthews 2005). visión de biodiversidad para la ecorregión del Bos-
que Atlántico de Alto Paraná. Diseño de un paisaje
Passer domesticus- Gorrión para la conservación de la Biodiversidad y priorida-
des para las acciones de conservación. Washington,
Esta especie es autóctona de Eurasia y norte de Áfri- D. C. World Wildlife Fund.
ca. Actualmente está ampliamente distribuida y total-
mente establecida en el continente americano. Sin em- • Dinerstein, E.; D. M. Olson;D.J. Graham; A. L. Webs-
bargo, su distribución está restringida a las áreas urba-
ter; S. A. Primm; M. P. Bookbinder y G. Ledec 1995.
nas ya que depende de ellas para su alimentación. Es
A conservation Assesment of the terrestrial ecore-
vector de enfermedades como la toxoplasmosis (http:
www.institutohorus.org.br). gions of Latin American and the Caribbean. Was-
hington D. C. : The International Bank for recons-
Se encuentra ampliamente distribuida en Paraguay, truction and Development/The World Bank.
asociado a las zonas urbanas.
• ENAPRENA 1995. Documento base sobre biodiver-
El gorrión compite con otras especies de aves por los sidad. Proyecto Estrategia Nacional para la Protec-
sitios de nidificación, desplazando agresivamente de su te- ción de los Recursos Naturales (ENAPRENA) SSER-
rritorio a los individuos que intentan anidar allí. NMA/MAG-GTZ. Asunción, Paraguay.

• Global Invasive Species Database. WWW.ISSG.org/


database
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• Idea 2002. Pantanal Paraguay. Asunción Paraguay. sociation. Monographs in Filed Ornithology No. 1).

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se aprueba el listado de las especies de Flora y Fau-
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126
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

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gica en el Paraguay: una propuesta de la Secretaria
del Ambiente para la Guía de Acciones. Volumen
1: Conservación in situ, exsitu y Usos Sostenibles
de la Biodiversidad.

• SEAM. 2006. Conservación de la Diversidad Bioló-


gica en el Paraguay: una propuesta de la Secretaria
del Ambiente para la Guía de Acciones. Volumen
2: Evaluación y Seguimiento de la Conservación
de la Biodiversidad incluida la taxonomía y Co-
munidades Indígenas: Mantenimiento de Cono-
cimientos y Prácticas Tradicionales para la Bio-
diversidad.

• The Nature Conservancy (TNC) , Fundación Vida


Silvestre (FVSA), Fundación para el Desarrollo Sus-
tentable del Chaco (desde el Chaco) y Wildlife Con-
servation Society Bolivia (WCS) . 2005. Evaluación
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Chaco Americano Ecoregional Assessment. Bue-
nos Aires. Fundación Vida Silvestre Argentina.

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Tabla1: Especies amenazadas y endémicas de Paraguay


Nombre Cientifico Nombre Común Global Nac Cerr Ba

Rhea americana Ñandu guasu o Ñandu NT


Tinamus solitarius Ynambu kagua o Macuco NT EN X
Crypturellus obsoletus Ynambu apeky’a o Tataupá rojizo VU
Nothura minor Ynambu’i pytâ, Ynambu’i loma o Perdiz menor VU CR X
Taoniscus nanus Ynambu karape o Perdiz petisa VU CR X
Phoenicopterus chilensis Guarimbo pytâ o Flamenco NT
Anhima cornuta Añuma, Tapakâre o Chajá real CR
Neochen jubata Guanana o Ganso de monte NT
Sarkidiornis melanotos Ype tî apu’a o Pato ganso EN
Mergus octosetaceus Chimbe, Mbiguatî o Pato serrucho CR CR
Vultur gryphus Yryvu o Cóndor NT
Accipiter poliogaster Taguato’i o Azor grande EN
Accipiter superciliosus Taguato’i ka’aguy o Azor chico VU
Leucopternis polionota Taguato morotî o Aguilucho blanco NT CR X
Harpyhaliaetus coronatus Taguato hovy apiratî o Águila coronada EN VU
Morphnus guianensis Apakaní, Yryvutinga o Águila monera NT CR
Harpia harpyja Taguato ruvicha o Águila harpía NT CR
Spizaetus ornatus Taguato apiratî o Águila crestuda real VU
Spizaetus tyrannus Hu’i ruhutî o Águila crestuda negra EN
Pipile cumanensis Jaku petî o Pava campanilla VU
Pipile jacutinga Jakutinga o Yacutinga EN EN X
Crax fasciolata Mytû o Pava pintada VU
Odontophorus capueira Uru, Uru uru o Urú VU X
Laterallus xenopterus Ñahana’i o Burrito guarani VU VU
Aramides saracura Sarakura, Ypaka’a ka’aguy o Saracura X
Numenius borealis Chululu’i o Campesino CR CR
Tryngites subruficollis Chululu’i o Playerito canela NT
Columba speciosa Pykasu mbatara o Paloma trocal VU
Claravis godefrida Pararu o Palomita morada CR CR X
Geotrygon montana Jeruti pytâ o Paloma montera castaña VU
Geotrygon violacea Jeruti pirângâ o Paloma montera violácea VU
Anodorhynchus hyacinthinus Gua’a hovy o Papagayo azul EN CR
Anodorhynchus glaucus Ararâ, Gua’a hovy o Papagayo violáceo CR CR

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Nombre Cientifico Nombre Común Global Nac Cerr Ba

Ara ararauna Kaninde, Gua’a sa’yju o Papagayo amarillo CR


Ara chloropterus Gua’a pytâ o Papagayo rojo EN
Primolius maracana Marakana o Maracaná afeitado NT VU
Pyrrhura frontalis Chiripepe, Arivaja o Chiripepé cabeza verde X
Pionopsitta pileata Tu’î guembe o Lorito cabeza roja X
Amazona pretrei Chorao o Charao VU X
Amazona vinacea Parakáu keréu o Loro vinoso VU CR X
Otus atricapillus Kavure o Lechucita X
Pulsatrix koeniswaldiana Urukure’a mini o Lechuzón mocho chico EN X
Strix huhula Suinda hû o Lechuza negra VU
Strix hylophila Suinda ka’aguy o Lechuza listada NT VU X
Caprimulgus maculicaudus Yvyja’u mbatara o Atajacaminos cola manchada VU
Eleothreptus candicans Yvyja’u moroti o Atajacaminos ala blanca EN EN X
Eleothreptus anomalus Ybyya’u tuju o Atajacaminos de pantano NT EN
Nyctibius aethereus Urutau o Guaimingue guasu o Urutaú coludo EN
Phaethornis eurynome Mainumby ruguaitî o Ermitaño escamado X
Florisuga fusca Mainumby hû o Picaflor negro X
Stephanoxis lalandi Mainumby hovyû o Picaflor verde X
Thalurania glaucopis Mainumby o Picaflor cola castaña X
Leucochloris albicollis Mainumby o Picaflor de antifaz X
Trogon surrucura Suruku’a o Surucuá X
Baryphthengus ruficapillus Marakana yvyguy, Jiru o Yeruvá X
Notharchus swainsoni Chakuru guasu o Chacurú grande VU
Selenidera maculirostris Tukâ pôka o Arasarí chico VU X
Baillonius bailloni Tukâ pakova o Arasarí banana NT VU X
Ramphastos dicolorus Tukâ’i o Tucán pico verde X
Picumnus temminckii Ypekû ne’i o Carpinterito cuello canela X
Picumnus albosquamatus Ypekû ne’i o Carpinterito CR
Melanerpes flavifrons Kurutu’i o Carpintero arco iris X
Veniliornis spilogaster Ypekû para o Carpinterito barrado X
Piculus aurulentus Ypekû hovy o Carpintero verde NT VU X
Dryocopus galeatus Ypekû akâ mirâ o Carpintero cara canela VU VU X
Dryocopus schulzi Ypekû hû o Carpintero negro NT

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BIODIVERSIDAD
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Una aproximación a sus realidades.

Nombre Cientifico Nombre Común Global Nac Cerr Ba

Campephilus robustus Ypekû guasu ka’aguy o Carpintero grande VU X


Dendrocincla turdina Arapasu hovy o Trepador pardo VU X
Lepidocolaptes falcinellus Arapasu pini o Chinchero escamado EN X
Lepidocolaptes fuscus Arapasu’i o Chinchero enano VU X
Campylorhamphus falcularius Ypekû juru karapâ o Picapalo oscuro EN X
Geobates poecilopterus Andarín NT X
Clibanornis dendrocolaptoides Tacuarero NT EN X
Synallaxis ruficapilla Turu kue o Pijuí corona rojiza X
Synallaxis cinerascens Chikli hovy o Pijuí ceniciento VU
Cranioleuca obsoleta Kurutie hovy o Curutié oliváceo VU X
Spartonoica maluroides Havía kapi’i kua o Espartillero enano NT
Syndactyla rufosuperciliata Kiete, Guyra kerai o Titiri X
Anabacerthia amaurotis Titiri o Titiri ceja blanca NT EN X
Philydor atricapillus Ka’a’i guyra o Ticotico cabeza negra VU
Philydor dimidiatus Ka’a’i guyra akâhû, Titiri o Ticotico rojo EN X X
Philydor rufus Ka’a’i guyra pytâ, Titiri o Ticotico ocráceo chico X
Hylocryptus rectirostris Tiatui o Ticotico ojo blanco VU X X
Heliobletus contaminatus Arapasu’i râ o Picolezna estriado VU
Xenops minutus Arapasu’i râ o Picolezna rojizo VU X
Sclerurus scansor Mborevi pochigua o Raspahojas VU
Lochmias nematura Macuquiño o Macuquito VU
Hypoedaleus guttatus Mbatara para o Batará goteado X
Mackenziaena leachii Chororo o Batará pintado X
Mackenziaena severa Akâ botô o Batará copetón X
Thamnophilus torquatus Mbatara o Batará ala roja EN
Drymophila rubricollis Takuari pytâ o Tiluchí colorado EN X
Drymophila malura Takuari o Tiluchí estriado X
Terenura maculata Mbatara’i o Tiluchí enano VU X
Pyriglena leucoptera Mbatara chioro o Batará negro VU X
Chamaeza campanisona Tovakusu, Uru’i, Guyra vava o Tovaca VU
Grallaria varia Guyra vaka, Tovakusu o Chululú pintado VU
Hylopezus nattereri Chululu’i o Chululú chico EN X
Conopophaga lineata Tokotoko o Chupadientes X

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Nombre Cientifico Nombre Común Global Nac Cerr Ba

Melanopareia torquata Guyra’i ñu o Gallito nuca canela VU X


Phyllomyias burmeisteri Tachuri o Mosqueta pico curvo VU
Phyllomyias virescens Tachuri o Mosqueta corona oliva VU X
Phyllomyias reiseri Tachuri o Mosqueta de Reiser X
Culicivora caudacuta Guyra’i ñu o Tachurí coludo VU VU
Polystictus pectoralis Tachuri o Tachurí canela NT
Pseudocolopteryx dinellianus Doradito pardo NT
Euscarthmus rufomarginatus Guyra ka’i o Tachurí NT
Mionectes rufiventris Tachuri o Ladrillito X
Phylloscartes eximius Karichu o Mosqueta media luna NT VU X
Phylloscartes ventralis Karichu o Mosquetita VU
Phylloscartes paulistus Karichu o Mosqueta oreja negra NT EN X
Phylloscartes sylviolus Karichu o Mosquetita cara canela NT VU X
Myiornis auricularis Taî’i o Mosqueta enana X
Hemitriccus diops Mosqueta de anteojos VU X
Ramphotrigon megacephala Picochato cabezón EN
Platyrinchus leucoryphus Jurupe o Picochato chico VU EN X
Alectrurus tricolor Jetapa’i o Yetapá chico VU EN
Alectrurus risora Guyra jetapa, Jetapa’i o Yetapá de collar VU VU
Muscipipra vetula Viudita coluda X
Tityra semifasciata Tuere’i o Tueré VU
Schiffornis virescens Tiotoi, Bailarín oliváceo o Flautín VU X
Piprites chloris Bailarín verde VU
Antilophia galeata Guyra purû, Soldadito o Bailarín negro X
Manacus manacus Tangaratî, Jaguarete nambi o Bailarín blanco VU
Chiroxiphia caudata Saraki hovy o Bailarín azul X
Phibalura flavirostris Anambe jetapa o Tesorito NT EN
Pyroderus scutatus Jaku toro, Guyra toro o Yacutoro VU X
Procnias nudicollis Guyra póng, Guyra campana o Pájaro campana VU EN X
Oxyruncus cristatus Juru akua o Picoagudo VU
Cyanocorax cristatellus Aka‘e ñu o Urraca campestre VU X
Atticora melanoleuca Mbyju’i o Golondrina de collar VU
Thryothorus leucotis Kuruvi guasu o Ratona vientre rojo EN

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Nombre Cientifico Nombre Común Global Nac Cerr Ba

Polioptila lactea Tacuarita blanca NT VU X


Turdus subalaris Korochire chiâ, Havía Ñakyrâ o Zorzal plomizo VU X
Anthus hellmayri Guyra tape o Cachirla pálida VU
Anthus nattereri Guyra tape o Cachirla dorada VU EN
Hylophilus poicilotis Chivi akâ pytâ o Chiví coronado VU X
Basileuterus leucoblepharus Mboropi o Arañero silbón X
Tangara seledon Sai hovy o Tangará arcoiris VU X
Euphonia pectoralis Tietê o Tangará alcalde X
Euphonia chalybea Teî teî o Tangará picudo NT VU X
Stephanophorus diadematus Sai rusu o Frutero imperial VU
Habia rubica Tie pytâ, Havía sa’yju o Fueguero morado VU
Tachyphonus coronatus Mborevi ro’a, Jurundi o Frutero coronado X
Cypsnagra hirundinacea Bandoleta VU
Pyrrhocoma ruficeps Pioro o Frutero cabeza castaña X
Neothraupis fasciata Tangara ñu o Tangará banda blanca NT VU
Saltator atricollis Havía tyvyta hovajuva o Pepitero de corbata X
Saltator fuliginosus Guaranichinga o Pepitero negro EN X
Coryphaspiza melanotis Apysa hû o Cachilo de antifaz VU EN
Tiaris fuliginosa Guyra‘i hû ka‘aguy o Espiguero negro VU
Amaurospiza moesta Achi’ija o Reinamora enana NT VU X
Sporophila frontalis Pichochô, Katatáu o Corbatita oliváceo VU CR X
Sporophila falcirostris Katatáu, Pichochô o Corbatita picudo VU EN X
Sporophila ruficollis Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino garganta café NT
Sporophila palustris Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino pecho blanco EN EN
Sporophila zelichi Guyra juru tu’î o Capuchino de collar CR CR
Sporophila hypochroma Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino castaño NT
Sporophila cinnamomea Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino corona gris VU VU

Referencias:

Global: estado de conservación a escala global, según la clasificación de la UICN y BirdLife International 2004.
Nac: estado de conservación a escala nacional, en base a la resolución de la SEAM 524/06 y siguiendo los
criterios de la UICN.
BA: especie endémica de Bosque Atlántico
Cerr: especie endémica del Cerrado
Categorías: CR: En Peligro crítico, EN: En Peligro, VU: Vulnerable, NT, Casi Amenazada

132
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Diversidad de Mamíferos en Paraguay


Miguel A. Morales

Protected Areas Management Advisor


People, Protected Areas and Conservation Corridors
Conservation International (CI)
mamorales@conservation.org

a. Introducción

Los primeros mamíferos aparecieron sobre la faz ros modernos incluyen especies de hábitos voladores,
de la tierra durante la última parte del Periodo Triási- cavícolas, terrestres, acuáticos, anfibios, etc., con dietas
co, hace aproximadamente 200 millones de años (Gould insectívoras, frugívoras, nectarívoras, folívoras, herbí-
y McKay 2004), cuando la mayor parte de las masas voras, carnívoras, piscívoras, hematófagas, omnívoras
terrestres estaban aún conectadas entre sí. Hacia el final y/o carroñeras.
del Periodo Cretáceo, cuando los dinosaurios se extin-
guieron de manera repentina cerca de 65 millones de En base a características de su desarrollo embriona-
años atrás, los mamíferos se diversificaron ocupando rio, los mamíferos modernos se dividen en tres grupos
los nichos ecológicos que quedaron vacantes (Gould y principales: los Monotremas, también conocidos como
McKay 2004; Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Prototerios, son mamíferos primitivos que se reprodu-
cen por medio de huevos e incluyen a los equidnas y
Los mamíferos vivientes actuales (Clase Mamma- ornitorrincos (restringidos en la actualidad a la región
lia) pueden ser descriptos de manera general como ver- zoogeográfica Australiana; los Marsupiales o Meta-
tebrados de sangre caliente que alimentan a su prole terios que paren crías en un estado embrionario tem-
con leche secretada por las glándulas mamarias de las prano, los que completan su desarrollo en un re-
hembras, tienen el cuerpo cubierto de pelo, tres huesos pliegue dérmico en forma de bolsa (marsupio) ubi-
en el oído medio y bocas provistas de dientes (Gould y cada en el abdomen materno; y los Placentarios o Eute-
McKay 2004). rios que completan el desarrollo fetal dentro del útero
de las hembras, al que se relacionan por medio de un
Aunque los mamíferos modernos tienen en común complejo órgano denominado placenta (Vaughan, Ryan,
las características citadas arriba, la Clase Mammalia con- y Czaplewski 2000).
tiene una increíble variedad de formas y tamaños, los
cuales habitan una amplia diversidad de nichos ecoló- Se estima que en la tierra existen en la actualidad
gicos (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). La especie aproximadamente unas 4.629 especies de mamíferos
más pequeña de mamífero es el murciélago hocico de descriptos para la ciencia (Wilson y Reeder 1993), clasi-
cerdo (Craseonycteridae thonglongyai) de Tailandia, que ficados en 26 órdenes y 136 familias (Gould y McKay
mide 33 mm de largo y pesa no más de 2 grs. (Hulva y 2004; Cole, Reeder, y Wilson 1994).
Horacek 2002) y la más grande la ballena azul (Balae-
noptera musculus) con 30,5 metros de largo y un peso de De éstos, 11 órdenes , 50 familias y 1.116 especies
150 toneladas (Mizroch, Rice, y Breiwick 1984). ocurren en la región zoogeográfica Neotropical (Vaug-
han, Ryan, y Czaplewski 2000; Baker 1991), donde Para-
A excepción del interior de la Antártica, los mamí- guay se encuentra ubicado. En esta región ocurren alre-
feros habitan virtualmente cada hábitat existente en la dedor de 25% de todas las especies de mamíferos cono-
tierra: bosques templados y tropicales, sabanas, desier- cidos en el mundo, 38% de los cuales son endémicos a la
tos y tundras. Este éxito evolutivo se debe a que los misma (Cole, Reeder, y Wilson 1994). La riqueza de
mismos desarrollaron una gran variedad de adaptacio- mamíferos de la región Neotropical es solamente so-
nes fisiológicas, morfológicas y de historias de vida, brepasada por la Etiópica, donde existen unas 52 fami-
tales como termorregulación, sistemas de locomoción lias (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
y hábitos alimenticios, que les han permitido coloni-
zar, explotar y sobrevivir en los más diversos ecosiste- Pero estos números son preliminares, ya que cada
mas terrestres (Gould y McKay 2004). Así, los mamífe- año se describen nuevas especies de mamíferos para la

133
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

ciencia. A manera de ejemplo se cita que entre 1992 y puente terrestre entre Norte y Sudamérica terminó con
1999 fueron descubiertas 57 nuevas especies de mamí- el largo aislamiento de estos continentes y permitió el
feros (de los órdenes Didelphimorphia, Paucitubercu- activo intercambio de sus faunas, las que por millones
lata, Insectivora, Chiroptera, Primates y Rodentia) para de años habían evolucionado aisladamente (Marshall
la región Neotropical; un promedio de un nuevo géne- 1988). Este evento, conocido como «El Gran Intercam-
ro y ocho nuevas especies por año (Patterson 2000). bio Americano» (denominación originada en la litera-
tura de habla inglesa con el nombre de «Great Ameri-
b. Origen de la mastofauna sudamericana can Interchange»), duró unos 2 millones años e involu-
cró numerosos taxones adaptados a una gran diversi-
Durante el Periodo Triásico cuando los primeros dad de hábitats (Webb 1976).
mamíferos surgieron, unos 200 millones de años atrás,
los continentes que hoy conocemos como Sudamérica, La interconexión de Norte y Sudamérica a través del
África, Antártica, India y Australia formaban parte del Istmo de Panamá puso en marcha el intercambio activo de
supercontinente del sur denominado Gondwana (Mar- especies de mamíferos de ambos continentes, el cual resultó
shak 2001). Sudamérica y África comenzaron a separar- en una importante reestructuración de la fauna sudamerica-
se alrededor de 100 millones de años atrás (Periodo na. Se estima que alrededor de 34 familias sudamericanas
Cretáceo), moviéndose principalmente en sentido oes- migraron a Norteamérica, mientras que unas 47 fami-
te. Una vez completada ésta separación, Sudamérica per- lias norteamericanas arribaron a Sudamérica, utilizan-
maneció aislada de cualquier otra masa terrestre hasta do el puente terrestre de mesoamericano en ambas di-
la formación del Istmo de Panamá, unos 3 millones de recciones (Cuadro 1) (Marshall 1988). Muchas de estas
años atrás (Periodo Terciario). La formación de este familias se encuentran extintas en la actualidad.

CUADRO 1 Familias de mamíferos terrestres participantes del «Gran Intercambio Americano»

ORDEN

§
Familia Descripción * Origen ¶ Situación **

MARSUPIALIA

Didelphidae Zarigüeyas Sudamérica# Viviente

XENARTHRA
Mylodontidae Perezoso gigante Sudamérica Extinta
Megatheriidae Perezoso gigante Sudamérica Extinta
Glyptodontidae Gliptodonte Sudamérica Extinta
Myrmecophagidae Osos hormigueros Sudamérica Viviente
Dasypodidae Armadillos Sudamérica Viviente

INSECTIVORA
Soricidae Musarañas Holoártico Viviente

NOTOUNGULATA
Toxodontidae Toxodontes Sudamérica Extinta

CARNIVORA
Canidae Caninos Holoártico Viviente
Felidae Felinos Holoártico Viviente
Mustelidae Mustélidos Holoártico Viviente
Procyonidae Prociónidos Holoártico Viviente
Ursidae Osos Holoártico Viviente

PROBOSCIDEA
Gomphotheriidae Mastodontes Holoártico Extinta

134
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

ARTIODACTYLA
Cervidae Ciervos y venados Holoártico Viviente
Camelidae Camellos y llamas Holoártico Viviente
Tayassuidae Pecaríes Holoártico Viviente

PERISSODACTYLA
Equidae Equinos Holoártico Extinta
Tapiridae Tapires Holoártico Viviente

RODENTIA
Erethizontidae Puercoespines Sudamérica# Viviente
Hydrochoeridae Capibara Sudamérica# Viviente
Sciuridae Ardillas Holoártico Viviente
Cricetidae Ratones, ratas Holoártico Viviente

LAGOMORPHA
Leporidae Conejos y liebres Holoártico Viviente

FUENTE: elaboración propia, basado en Marshall 1988 y MacFadden 2006NOTAS: Nomenclatura basada en Gould y McKay
2004 y Carlinni y Tonni, 2000* Nombre genérico basado en Carlinni y Tonni, 2000 y elaboración propia. Se refiere al origen de la
familia al momento del «Gran Intercambio Americano». Las especies que emigraron del sur al norte son clasificadas como de origen
sudamericano; las que emigraron de norte a sur son clasificadas como de origen holoártico (región comprendida por Norteamérica y
Eurasia)** Viviente: familia con especies actuales; Extinta: Familias sin especies vivientes en la actualidad en Sudamérica Familias
llegadas a Sudamérica provenientes originalmente de Gondwana o África

Los taxones provenientes del norte experimentaron Rodentia (puercoespines) persisten hasta la actualidad
una explosiva diversificación en Sudamérica (Marshall en Norteamérica (MacFadden 2006; Marshall 1988).
1988). La competencia ejercida por los taxones «invaso-
res» del norte tuvo consecuencias negativas para la fau- Por lo tanto, se puede afirmar que la fauna sudame-
na autóctona, con excepción de los Xenarthra (osos hor- ricana actual es el resultado de complejos procesos de
migueros, armadillos y perezosos), primates cébidos dispersión, especiación, diversificación y extinción que
(monos del Nuevo Mundo), quirópteros (murciélagos) tuvieron lugar durante millones de años. Se estima que
y roedores caviomorfos (capibaras, pacas, puercoespi- alrededor del 50% de las familias y géneros que actual-
nes y especies afines) (Eisenberg 1999; MacFadden 2006; mente habitan Sudamérica descienden de taxones emi-
Marshall 1988). Los taxones de mamíferos terrestres grados de Norteamérica (Marshall 1988). Los cambios
norteños que se establecieron exitosamente en el sur y climáticos y la sobreexplotación de origen antropogé-
que persisten hasta la actualidad ocuparon los nichos nico (consecuencia de la llegada del Homo sapiens) se
carnívoros (Orden Carnivora: felinos, caninos, prosció- cree contribuyeron considerablemente en procesos de
nidos, úrsidos y mustélidos), herbívoros (Orden Peris- extinción de la antigua megafauna sudamericana (Ei-
sodactyla: tapires; Orden Artiodactyla: pecaríes, cérvi- senberg 1999).
dos y camélidos) y una variedad de otros niveles trófi-
cos llenados por los insectívoros y roedores no-cavio-
morfos (Orden Rodentia: ratas, ratones, lagomorfos y
c. Diversidad de especies de mamíferos en
ardillas) (Eisenberg 1999; Marshall 1988). Paraguay

Es importante señalar que los taxones que ya exis- Debido a que el Paraguay no cuenta con un inventa-
tían en Sudamérica antes del «Gran Intercambio Ame- rio completo de su flora y fauna, el conocimiento de su
ricano» y no considerados como autóctonos, tales como diversidad biológica es aún preliminar (SEAM/PNUD/
los primates y roedores caviomorfos, arribaron proba- GEF 2003) y probablemente se encuentra entre la me-
blemente de África a través de los numerosos inter- nos conocida en Sudamérica (Neris 1998). Sin embargo,
cambios faunísticos previos a este evento. El origen de los mamíferos y aves son los taxones que han sido más
los quirópteros es ampliamente debatido y actualmen- estudiados hasta la actualidad (SEAM/PNUD/GEF
te es considerado como desconocido (MacFadden 2006). 2003). El estado del conocimiento de la mastofauna pa-
raguaya a través del tiempo es descrito en detalles por
Los taxones sudamericanos que emigraron al norte Myers, Taber, y Gamarra de Fox (2002). Estos autores
no corrieron la misma suerte, ya que la mayoría de resaltan el hecho que no fue sino hasta recientemente,
ellos no se diversificó ni sobrevivió hasta el presente. mediados de la década de 1970, que los estudios sobre
Muy pocas especies de los órdenes Marsupialia (marsu- la riqueza taxonómica de mamíferos se intensificó y
piales), Xenarthra (armadillos y osos hormigueros) y sistematizó.

135
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Aunque la riqueza taxonómica de mamíferos de Xenarthra con 14 especies (8,9%), Artiodactyla con 10
Paraguay a nivel de órdenes y familias está bastante especies (6,4%), Primates con 5 especies (3,2%), y Peris-
consensuada entre los mastozoólogos, no ocurre lo sodactyla y Lagomorpha con una especie (0,6%) cada
mismo con la riqueza de especies. De acuerdo a la in- uno (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002; Cartes 2006)
formación publicada más reciente, la riqueza taxonó- (Figura 1).
mica de mamíferos se encuentra entre los siguientes
rangos: 9 órdenes , 31 familias y 163 especies (Gamarra A nivel sudamericano, Paraguay ocupa el déci-
de Fox y Martin 1996), 9 órdenes , 29 familias y 167 mo lugar entre 13 países considerados, en cuanto a
especies (Neris et al. 2002), 9 órdenes , 30 familias y 156 riqueza específica se refiere (estimación basada en
especies (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002). Ceballos, G., y J. A. Simonetti. 2002). Brasil es el
país más diverso a nivel específico, con 534 espe-
Considerando la riqueza de especies, los órdenes cies; seguido por Colombia, Ecuador, Perú y Ar-
mejor representados en Paraguay son Chiroptera con gentina, con 436, 362, 361 y 356 especies respectiva-
49 especies (31,2%) y Rodentia con 44 especies (28,0%); mente. Los paises con menor riqueza de especies
seguidos en orden decreciente por Carnivora con 18 son Chile, Guyana Francesa y Uruguay (Ceballos y
especies (11,7%), Marsupialia con 15 especies (9,6%), Simonetti 2002) (Figura 2).

FIGURA 1 Riqueza de especies por orden Mamíferos del Paraguay

Chiroptera

R o d e n t i a

Carnivora

Marsupialia
Órdenes

Xenarthra

Artiodactyla

P r i m a t e s

Perissodactyla

Lagomorpha

FUENTE: elaboración propia, basado en Myers, P., A. Taber, y I. Gamarra de Fox. 2002. Una especie de ardilla (Familia Sciuridae)
se adiciona a la lista de estos autores.

FIGURA 2 Riqueza de especies por país - Sudamérica

Brasil
Colombia
Ecuador
Perú
Argentina
Venezuela
Bolivia
Guayana
Surinan
Paraguay
Chile
Guayana Francesa
Uruguay

FUENTE: elaboración propia, basado en Ceballos, G., y J. A. Simonetti. 2002

136
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Esta riqueza específica relativamente baja para el Para- te inferiores a los euterios (Gould y McKay 2004).
guay podría explicarse por los siguientes factores biogeo-
gráficos: a) relativa baja superficie territorial (406.752 km2); Familia Didelphidae (Cuicas, zarigüeyas o falsas
b) carácter mediterráneo, por lo que su mastofauna carece de comadrejas[es], (las especies de este orden son frecuente y
especies marinas; c) localización latitudinal en el centro-sur erróneamente llamadas comadrejas. Las comadrejas verda-
de Sudamérica, entre los meridianos 54o 19’ y 62o 38’ oeste, y deras pertenecen al orden Carnivora, familia Mustelidae);
los paralelos 18o 18’ y 27o 30’ sur. Es conocido que, en mykuré [gua])
sentido general, la riqueza taxonómica de la fauna y la
flora terrestres aumenta a medida que la latitud decre- Esta familia incluye a 63 especies que ocupan diversos
ce (Kaufman 1995; Acevedo 1998). La gran distancia del nichos ecológicos, salvo altas elevaciones y desiertos, las
Ecuador le confiere al país un carácter subtropical, don- cuales se distribuyen ampliamente desde Canadá hasta sur
de naturalmente existe una menor riqueza de especies. de la Argentina. En Paraguay se citan entre 14 y 15 especies
La combinación de la localización latitudinal y baja su- en su mayoría nocturnas, de hábitos arbóreos, acuáti-
perficie territorial hace que dentro del mismo país, el cos y/o terrestres; y dietas omnívoras, carnívoras, in-
gradiente latitudinal norte-sur sea limitado. Adicional- sectívoras y/o frugívoras (Vaughan, Ryan, y Czaplewski
mente, a nivel continental, el extremo sur de Sudaméri- 2000; Redford y Eisenberg 1992; Neris 1998).
ca (el Cono Sur a partir de los 15 o al sur) tiene las carac-
terísticas de una península, en donde la riqueza de espe- Orden Xenarthra (xenartros)
cies disminuye mucho más rápidamente con el incre-
mento de la latitud (Redford y Eisenberg 1992; Eisen- Este antiguo grupo está restringido del Nuevo Mun-
berg 1999); y d) topografía relativamente homogénea, aleja- do. Los registros fósiles sugieren que las primeras es-
do de los mayores accidentes geográficos y ortográficos del pecies aparecieron en el Paleoceno tardío, unos 60 mi-
continente, con rangos altitudinales de que no favorece la llones de años atrás. En la actualidad el orden contiene
existencia de una alta diversidad de especies (Stevens 1992). 29 especies que incluye a los osos hormigueros, pere-
zosos y armadillos (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
Sin embargo, las limitaciones impuestas por la medite-
rraneidad y la falta de gradientes latitudinales y altitudina- Familia Myrmecophagidae (Osos hormigueros y
les podría estar contrarrestada por el relativamente gran gra- osos meleros [es]; yurumí y caguaré [gua])
diente de precipitación dentro del país (más que nada en
sentido este-oeste) y la ubicación transicional del Paraguay Las especies de esta familia se encuentran especiali-
en relación a 4 grandes ecorregiones (Chaco, Bosque Atlán- zadas para alimentarse casi exclusivamente de hormi-
tico del Alto Paraná, Campos Cerrados y Pantanal), lo que gas y termitas. Habitan bosques y sabanas tropicales y
propiciaría la existencia de gran heterogeneidad de paisajes subtropicales (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). En
y ecosistemas. Paraguay ocurren 2 especies de esta familia (Neris 1998;
Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002).
d. Órdenes y familias de mamíferos de
Paraguay Familia Bradypodidae (perezosos [es]; aó-aó [gua])

Dado que el conocimiento de la diversidad taxonó- Incluye a los perezosos de tres dedos, especies casi
mica a nivel de especies se encuentra aún en debate, exclusivamente arborícolas y de dieta estrictamente
presentamos a continuación una breve descripción de folívora. En Paraguay se ha documentado la presencia
los órdenes y familias descriptas para el país. La no- de una sola especie, Bradypus variegatus (Myers, Taber, y Ga-
menclatura taxonómica se basa en: Vaughan, T., J. Ryan, marra de Fox 2002; Neris 1998).
y N. Czaplewski. 2000, y Myers, P., A. Taber, y I. Gama-
rra de Fox. 2002. Los nombres en español están segui- Familia Dasypodidae (armadillos, quirquinchos y
dos de la forma abreviada [es], mientras que los nom- pichiciegos [es]; tatú [gua]
bres locales en guaraní por [gua].
Las especies de esta familia se diferencian de los de-
Orden Didelphimorphia (Marsupiales) más miembros del orden Xenarthra porque sus cuerpos
están cubiertos de corazas. Esta es familia más diversa de
los xenartros vivientes, con unas 20 especies que se dis-
Es uno de los tres órdenes de metaterios o marsu-
tribuyen desde los Estados Unidos de Norteamérica
piales del Nuevo Mundo (Vaughan, Ryan, y Czaplews-
hasta el sur de la Argentina (Vaughan, Ryan, y Czaplewski
ki 2000). Los marsupiales se caracterizan por parir crías
2000). En Paraguay se han registrado 11 especies de ar-
en estado embrionario que completan su desarrollo en
madillos. La mayoría de ellos se alimentan de hormigas
el marsupio materno; tener el primer dedo de la mano
y termitas, son nocturnos y tienen hábitos fosoriales
es oponible; carecer de garras; y tener capacidad cra-
(Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002; Neris 1998).
neana, temperatura corporal y metabolismo ligeramen-

137
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Orden Primates (primates no humanos y el


hombre)

Este orden posee unas 200 especies que incluyen a


lemures, monos, simios no humanos y el hombre
(Gould y McKay 2004) distribuidas mayormente en las
áreas tropicales y subtropicales del mundo (Vaughan,
Ryan, y Czaplewski 2000). En Paraguay se han registra-
do 5 especies de primates pertenecientes a 2 familias
(Neris 1998; Gamarra de Fox y Martin 1996).

Familia Callitrichidae (monos tamarinos y titíes [es];


ca’i [gua])

Esta familia se encuentra restringida al Nuevo Mun-


do (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000; Gamarra de
Fox y Martin 1996). Las especies de esta familia se en-
cuentran entre las más pequeñas de primates, son diur-
nos y están altamente adaptadas para la vida arbórea,
aunque no poseen colas prensiles (Redford y Eisenberg
1992). En territorio paraguayo ocurre solamente una es-
pecie (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002; Neris 1998).

Familia Cebidae (monos [es]; ca’i, carayá [gua])

Al igual que la familia anterior, los cébidos están


restringidos al Nuevo Mundo; poseen miembros lar-
gos, uñas curvadas, colas prensiles y el pulgar del pié
Fig. 1 Cebus apella (Mono caí) Autor: Fredy Ramírez no es oponible (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Se
conocen 4 especies de cébidos para el Paraguay (Neris
1998), cuatro de ellos diurnos y uno nocturno.
Orden Chiroptera (quirópteros)
Orden Carnivora (carnívoros)
Este orden incluye a los murciélagos o mbopí,
los únicos mamíferos voladores verdaderos. Habi- Incluye a una gran diversidad de especies con va-
tan todos los continentes, excepto la Antártica y las riada características pero que provienen de un ancestro
partes más frías del Ártico (Gould y McKay 2004; común. Los carnívoros están adaptados para la preda-
Redford y Eisenberg 1992). Se conocen unas 977 ción de otros vertebrados (Gould y McKay 2004) e in-
especies para la ciencia, siendo el segundo orden migraron de Norteamérica luego de la formación del
más numeroso a nivel mundial luego del de los Istmo de Panamá (Redford y Eisenberg 1992). En Para-
roedores. La gran mayoría de los quirópteros son guay se conocen 4 familias.
nocturnos y utilizan la ecolocación de alta frecuen-
cia como medio de navegación (Gould y McKay
2004). En Paraguay se tiene registrada la ocurren-
cia de entre 48-49 especies (Lopez-Gonzalez 2004;
Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002), aunque se
estima que existirían muchas más (Neris 1998). Se
cita 1 especie de murciélago saquero (Familia Em-
ballonuridae), 1 especie de murciélago oreja de
embudo (Familia Natalidad), 2 especies de murcié-
lagos pescadores (Familia Noctilionidae), 17 espe-
cies de murciélagos filostomidos (Familia Phyllos-
tomidae), 13 especies de murciélagos vespertilio-
nidos (Familia Vespertilionidae), y 15 especies de
murciélagos molosidos (Familia Molossidae)
(Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002). Fig. 2 Panthera onca. (Yaguarete) Reserva Natural del Bosque
Mbaracayú. Miguel Morales

138
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Familia Felidae (gatos silvestres, ocelote, puma gestivo posee un ciego de gran tamaño que actúa
y jaguar [es]; mbaracayá, yaguarundí, tirica, como cámara fermentadora, esencial para la diges-
yaguarete’i, puma, yaguareté [gua]) tión de una dieta altamente herbívora. Aquí se in-
cluyen los equinos (caballos, asnos y cebras), rino-
En ésta familia se encuentran especies con una cerontes y tapires (Redford, Taber, y Simonetti 1990;
alta especialización para la predación, con rostro Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
corto adaptado para poderosas mordidas, colmi-
llos largos, visión aguda y miembros anteriores Familia Tapiridae (tapires [es]; mboreví [gua])
muy fuertes y provistos de uñas retractiles (Gould
y McKay 2004; Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Los tapires habitan en la actualidad zonas tro-
Se conocen 7 especies de felinos en Paraguay (Myers, picales y subtropicales del Nuevo Mundo y Mala-
Taber, y Gamarra de Fox 2002; Neris 1998).. sia. Se caracterizan por el cuerpo fuerte y pesado
de alrededor de 230 kg., patas relativamente cortas
Familia Canidae (perros, zorros y lobos [es]; con cuatro dedos delanteros y tres traseros, y una
yaguá, aguara’i, aguará guasú [gua]) corta probóscide (Redford, Taber, y Simonetti 1990;
Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). En Paraguay
Aquí se incluyen a los perros, zorros y lobos. se registra una especie de tapir (Neris 1998).
Los cánidos tienen un rostro largo que alberga a
un complejo y refinado sistema olfativo, colmillos Orden Artiodactyla (ungulados de dedos
largos, miembros con pies digitígrados y uñas no pares)
retractiles (Redford y Eisenberg 1992). La mayoría
de las especies están adaptadas a una dieta carnívo-
Se agrupan aquí a los ungulados cuyas extremi-
ra, aunque algunas pueden ser altamente omnívo-
dades terminan en número par de dedos, con alta
ras (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Se regis-
especialización del aparato digestivo para la dieta
tran 4 especies de cánidos en Paraguay (Myers, Ta-
herbívora y alta biomasa. El orden agrupa especies
ber, y Gamarra de Fox 2002; Neris 1998).
tanto de rumiantes como no rumiantes (Gould y
McKay 2004).
Familia Mustelidae (nutrias verdaderas, huro-
nes, martas y zorrinos [es]; lobopé, yaguapé, mba-
Familia Tayassuidae (pecaríes [es]; cure’i, tañy-
racayá eirá y yaguané[gua])
catí y taguá [gua])
Esta familia agrupa a una gran diversidad de
Es una familia restringida al Nuevo Mundo e
especies de distribución cosmopolita, que ocupan
incluye a los pecaríes. Los mismos se caracterizan
varios hábitats y que son reconocidos por el cuer-
por los caninos modificados en forma de colmi-
po largo, patas relativamente cortas y rostro corto
llos, cuatro dedos en las patas anteriores y tres en
(Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Se conoce que
las posteriores y estómago dividido en tres cáma-
5 especies ocurren en Paraguay (Myers, Taber, y
ras, aunque no son rumiantes (Redford y Eisenberg
Gamarra de Fox 2002).
1992). En Paraguay se conocen 3 especies de peca-
ríes (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002). El ta-
Familia Procyonidae (mapache u osito lavador
guá (Catagonus wagneri), era considerado extinto
y coatíes [es]; aguarapopé y coatí [gua])
hasta que en la década de 1970 fue redescubierto
para la ciencia (Neris 1998).
Las especies de esta familia son reconocidos por
el cuerpo de tamaño pequeño o medio, cola relati-
Familia Camelidae (llamas, vicuñas y guanacos
vamente larga, cara corta con orejas erectas, patas
[es]; guasú cacá [gua])
plantígradas con uñas curvas y dieta generalmente
omnívora (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). En
Incluye rumiantes primitivos, adaptados a zo-
Paraguay ocurren 2 especies (Neris 1998), una de
nas áridas y semiáridas, con pezuñas digitígradas
coatí y una de aguarapopé.
y ausencia de cuernos en la cabeza (Vaughan, Ryan,
y Czaplewski 2000; Redford y Eisenberg 1992). En
Orden Perissodactyla (ungulados de dedos Paraguay se conoce solamente una especie, el gua-
impares) naco, que habita las zonas mas secas del chaco pa-
raguayo (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002).
Este orden agrupa a los ungulados (cuadrúpe-
dos con pezuñas o cascos) cuyas extremidades ter- Familia Cervidae (ciervos y venados [es]; gua-
minan en número impar de dedos. El aparato di- sú, guasú pucú y guasutí [gua])

139
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Agrupa a rumiantes cuya principal característi- Orden Lagomorpha (conejo, liebres y picas)
ca es la presencia de astas (sin cobertura córnea)
que caen y se reemplazan en ciclos generalmente Las especies de este orden se caracterizan por tener
anuales (Gould y McKay 2004). Se conocen 6 espe- cuatro incisivos superiores y dos inferiores que crecen
cies para el Paraguay (Myers, Taber, y Gamarra de continuamente, patas digitígradas, colas extremadamen-
Fox 2002). te cortas o ausentes, labio superior partido y dieta es-
trictamente herbívora (Gould y McKay 2004; Redford y
Orden Rodentia (roedores) Eisenberg 1992).

Es el orden más diverso, representando alrede- Familia Leporidae (conejo [es]; tapití [gua])
dor de 43% de todos los de mamíferos conocidos a Son lagomorfos con orejas relativamente largas,
nivel mundial. Son animales cosmopolitas que ha- patas posteriores más largas que las anteriores y la cola
bitan casi todos hábitats conocidos de la tierra, cu- es reducida y peluda (Redford, Taber, y Simonetti 1990).
yas mandíbulas superior e inferior con compleja En Paraguay se conoce solamente una especie de esta
articulación para la masticación, y que contienen familia (Neris 1998), conocida localmente con el nom-
solamente un par de dientes incisivos que crecen per- bre de tapití.
manentemente (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
e. Distribución ecorregional de los mamí-
En Paraguay se tiene confirmada la presencia feros en Paraguay
de unas 44 especies (Myers, Taber, y Gamarra de
Fox 2002), número que podría ser aún bastante pre- Debido a la posición biogeográfica del Paraguay,
liminar e incompleto. Las familias de roedores del en un área de gran transición o ecotono entre ecorre-
Paraguay incluyen 1 especie de ardilla (Familia giones, la mayoría de las especies de mamíferos se dis-
Sciuridae), 24 de ratones (Familia Muridae), 2 de tribuyen ampliamente y no están restringidos a una
puercoespines, coendú o cui’i (Familia Erethizon- sola ecorregión. Más estudios son necesarios para en-
tidae), 1 de vizcacha (Familia Chinchillidae), 3 de tender con mayor detalle la biogeografía de los mamí-
cuis o apere’a y maras (Familia Caviidae), 1 de agutí feros en Paraguay. Los datos disponibles en la actuali-
o acutí (Familia Dasyproctidae), 1 de paca o acuti- dad dan cuenta de la distribución de mamíferos en la
pak (Familia Agoutidae), 4 de tuco tucos (Familia región oriental y occidental, las cuales ocupan parte de
Ctenomydae), 5 de ratas espinosas (Familia Echy- ecorregiones actualmente reconocidas como unidades
midae), 1 especie de falsa nutria o quyyá (Familia biogeográficas separadas. Así la región oriental inclu-
Myocastoridae), 1 de capibara o carpincho (Fami- ye al Chaco seco, el Chaco húmedo y el Pantanal, mien-
lia Hydrochoeridae) (Myers, Taber, y Gamarra de tras que la región oriental posee porciones del Boque
Fox 2002; Neris 1998). Atlántico del Alto Paraná, los Campos Cerrados y del
Chaco húmedo.

A continuación se presenta un resumen de las espe-


cies restringidas a las ecorregiones Chaco seco (basado
principalmente en Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002)
y Bosque Atlántico del Alto Paraná (basado en Fraga-
no, F., y R. Clay. 2005), con mención de aquellas se
estima habitan preferentemente el Pantanal, el Chaco
húmedo y el Cerrado (basado en los conocimientos del
autor).

Chaco seco:

Ésta ecorregión es la más seca del país y está domi-


nada por bosques xerofíticos bajos, con abundancia de
cactáceas. Ocupa el oeste y centro de la Región Occiden-
tal (Clay, De Egea, y Del Castillo 2005). El Chaco seco es
particularmente rico en roedores (Familia Rodentia) y
armadillos (Familia Dasypodidae) restringidos a esa
ecorregión (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002). En-
Fig.3 Dasyprocta azarae (Akuti sa´y ju) Especie amenazada del tre los primeros se incluyen 3 especies de ratones sil-
Bosque Atlántico Autor: Miguel Morales vestres (Akodon toba, Andalgalomys pearson y Pseudory-

140
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

zomys simplex), un ratón espinoso (Proechimys longicau- ridae y Echimydae), y 3 especies de mykuré (Familia
datus), la vizcacha (Lagostomus maximus), el apere’a gris Didelphidae) (Fragano y Clay 2005).
o cuis gris (Galea musteloides), el tapití bolí o conejo de
palo (Dolichotis salinicola), y al menos 3 especies de tuco- Los registros más recientes del yaguá yvyguy o
tuco (Ctenomys boliviensis, Ctenomys conoveri y Ctenomys perro vinagre (Speothos venaticus, Familia Canidae)
dorsalis). Entre los armadillos, el tatú poyu’i o quirquin- y de la pororoca, guazu’i o corzuela enana (Mazama
cho chico (Chaetophractus vellerosus), el tatu aí chaqueño nana, Familia Cervidae) en Paraguay han sido re-
(Cabassous chacoensis), el tatú poyu’i o quirquincho gran- portados para esta ecorregión, aunque no estarían
de (Chaetophractus villosus), y el tatú ciego o pichiciego restringidos a ella.
(Chlamyphorus retusus) estarían limitados al Chaco seco.
Chaco húmedo y Pantanal
Otras especies con distribución restringida a esta
ecorregión incluyen 2 especies de monos, el el ca’i po- El Chaco húmedo o Bajo chaco es un mosaico de
chy y el ca’i ygáu (Callithrix argentata, Familia Callithri- extensas sabanas de palma karanda’y (Copernicia alba,
cidae; y Callicebus donacophilus, Familia Cebidae); una Familia Arecaceae), humedales, esteros, bosques en is-
especie de murciélago de cola libre (Eumops dabbe- las y bosques en galerías que abarca la porción su-
ni, Familia Molossidae); el perezoso de tres dedos deste de la llanura chaqueña y los departamentos
o aó-aó (Bradypus variegatus, Familia Bradypodi- de Ñeembucu y Cordillera; mientras que la por-
dae); el guanaco (Lama guanicoe, Familia Cameli- ción del Pantanal en territorio paraguayo se locali-
dae) que habita las dunas vegetadas de la porción za en la porción este del departamento Alto Para-
más oeste del chaco paraguayo; y el taguá o pecarí cha- guay hasta la desembocadura del Río Apa en el de-
queño (Catagonus wagneri, Familia Tayassuidae). El único partamento de Concepción. Incluye bosques sub-hú-
registro de una especie de ardilla para el Paraguay medos medios, humedales, lagunas y bosques inunda-
(Sciurus spadiceus, Familia Sciuridae), se conoce para bles (Clay, De Egea, y Del Castillo 2005). En conjunto
esta ecorregión (Cartes 2006). forman un extenso paisaje de humedales que desde el
punto de vista de la fauna de mamíferos no presenta
Las áreas silvestres más extensas del Paraguay se especies únicas o restringidas a ellas.
encuentran en el Chaco seco, sobretodo en la porción
norte del mismo, en la frontera con Bolivia. Este hecho Sin embargo, los ambientes acuáticos favorecen la
ha llevado a la comunidad conservacionista internacio- presencia de especies tales como el guasú pucú o ciervo
nal a reconocer al Chaco seco paraguayo-boliviano de los pantanos (Blastocerus dichotomus, Familia Cervi-
como uno de los últimos sitios salvajes (originalmente dae), el carpincho o capibara (Hydrochaeris hydrochaeris,
denominado «The Last of the Wild» por Sanderson et al. Familia Hydrochaeridae), el quyyá, coipo o falsa nu-
2000) del Cono Sur de Sudamérica (Sanderson et al. 2002). tria (Myocastor coypus, Familia Myocastoridae), y la rata
Debido a su gran extensión y buen estado de conserva- los pantanos (Holochilus brasiliensis, Familia Muridae).
ción, el Chaco seco es considerado como un área im- Los bosques en isla y en galería son hábitats de los ca’i
portante para la conservación del jaguar o yaguareté pyharé o mono nocturno y el carayá o mono aullador
(Panthera onca, Familia Felidae) a nivel regional (San- (Aotus azarai y Alouatta caraya, Familia Cebidae). Los
derson et al. 2000) y probablemente para otras especies registros más recientes para el ariraí o nutria gigante
como el tatú carreta o armadillo gigante (Priodontes maxi- (Pteronura brasiliensis, Familia Mustelidae) son en el Río
mus, Familia Dasypodidae) y el mboreví o tapir (Tapi- Negro, localizado en el Pantanal paraguayo.
rus terrestres, Familia Tapiridae).

Bosque Atlántico del Alto Paraná

El bosque semi-deciduo subtropical domina el pai-


saje de esta ecorregión. Originalmente cubría la mayor
parte de la Región Oriental (Clay, De Egea, y Del Casti-
llo 2005). Es la ecorregión que recibe mayor precipita-
ción anual y donde se estima existe la más alta diversi-
dad biológica del país (Acevedo 1998). Es rica en espe-
cies de murciélagos (Orden Chiroptera), roedores (Or-
den Rodentia) y marsupiales (Orden Marsupialia), con
distribución restringida a esta ecorregión. Entre los
murciélagos se citan 3 especies (Artibeus fimbriatus, Chi-
roderma doriae, Familia Phyllostomidae; y Myotis ruber,
Familia Vespertilionidae). Entre los roedores y marsu-
piales que estarían restringidos a esta ecorregión se in-
cluyen alrededor de 7 especies de ratones arroceros, Fig.4 Tapirus terrestres (Mborevi) Especie amenazada. Reserva
ratones subterráneos y ratones espinosos (Familia Mu- Natural del Bosque Mbaracayú. Miguel Morales

141
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Campos Cerrados tres últimas observadas por el autor en el Chaco seco y


Chaco húmedo. El impacto de las mismas en la biota
Esta ecorregión esta compuesta de un mosaico nativa no ha sido reportado hasta el presente.
de ambientes que incluye pastizales, sabanas, bos-
ques secos, bosques en galerías y humedales (Clay, Amenazas y estado de conservación
De Egea, y Del Castillo 2005). La porción de los
Campos Cerrados en Paraguay constituye la dis- Varias son las amenazas a la supervivencia a largo
tribución más austral de la ecorregión global, in- plazo de las especies de mamíferos en Paraguay. La
gresando principalmente en los departamentos de causa y efecto de las mismas se discute en mayor deta-
Concepción, Amambay, San Pedro, Canindeyú y lle en el capítulo: Conclusiones sobre estado de la con-
Caaguazú. Algunas especies propias de estos eco- taminación ambiental del paraguay, igualemtne inclui-
sistemas, pero no restringidas, incluyen al yurumí do en este libro. Se estima que las principales causas
u oso hormiguero y el caguaré u oso melero (Myr- que ponen en peligro las especies de mamíferos son, en
mecophaga trydactyla y Tamandua tetradactyla, Fami- orden de importancia, la destrucción y transformación
lia Myrmecophagidae), el aguará guasú (Chrysoc- del hábitat (deforestación, cambio del uso de la tierra
yon brachyurus, Familia Canidae) y el guasutí o cier- y construcción de obras de infraestructura), la so-
vo de las pampas (Ozotoceros bezoarticus, Familia bre-explotación de especies con valor económico
Cervidae). (cacería de subsistencia, deportiva y comercial), el
estrés ambiental (contaminación del suelo, agua y
Endemismos aire, tala selectiva, salinización del suelo y agua),
y la introducción de especies exóticas e invasoras
El Paraguay como unidad política no posee, den- que compiten por los recursos e introducen enfer-
tro de sus límites, abruptos cambios topográficos medades foráneas en las poblaciones silvestres
que creen el aislamiento necesario para la evolu- (SEAM/PNUD/GEF 2003).
ción de especies endémicas. Solamente dos espe-
cies de mamíferos pueden ser considerados endé- A nivel nacional, la Secretaría del Ambiente
micos del país. El tuco-tuco chaqueño (Ctenomys (SEAM) ha elaborado y publicado una lista actuali-
dorsalis, Familia Ctenomidae) y el hocicudo espi- zada de las especies de flora y fauna amenazadas
noso (Oxymycterus delator, Familia Muridae) que en Paraguay. Teniendo en cuenta esta lista, existi-
habitan el Chaco seco y el Bosque Atlántico del rían un total de 36 mamíferos con algún tipo de
Alto Paraná respectivamente (Myers, Taber, y Ga- problemas de conservación (SEAM 2006) (Cuadro 2
marra de Fox 2002). y Anexo 1). Este número representa un 22,9% (alrede-
dor de un cuarto) de las especies de mamíferos del Para-
guay (Figura 3)
Especies migratorias
El orden con el mayor número de especies amena-
El conocimiento sobre las especies migratorias zadas es Chiroptera, con 12 especies (24,5% del total de
en Paraguay es aún incompleto. Se estima que 3 quirópteros de Paraguay); seguido por Rodentia, con 7
especies de mamíferos realizan desplazamientos especies (18,2% de las especies de roedores del país).
regionales por lo que podrían ser considerados como Unas 5 especies de Artiodactyla se encuentran amena-
especies migratorias: el murciélago de cola libre (Tada- zadas, lo que representa un alarmante 50% de las espe-
rida brasiliensis, Familia Molossidae), el guanaco (Lama cies de artiodáctilos conocidos en el país. Las especies
guanicoe, Familia Camelidae) y la nutria gigante (Ptero- amenazadas de Carnivora son 5, representando un 27,8%
nura brasiliensis, Familia Mustelidae) (SEAM/DGPCB/ de los carnívoros del país. Los marsupiales, xenartros, y
CDC 2002). primates tienen 3, 2 y 1 especies amenazadas, que re-
presentan 20%, 14,3% y 20% de los mamíferos nativos,
Especies exóticas e invasoras respectivamente. Los órdenes monoespecíficos Lago-
morpha y Perissodactyla no cuentan con especies ame-
Aunque las especies exóticas e invasoras no han sido nazas a nivel local.
bien estudiadas en el país, se conoce la presencia de al
menos 6 especies de mamíferos no nativos del Para- De acuerdo la Unión Internacional para la Con-
guay: las ratas europeas (Rattus rattus y Rattus norvegi- servación de la Naturaleza (UICN) en el Paraguay
cus), el ratón doméstico (Mus musculus) todos pertene- existen 2 especies en peligro de extinción
cientes a la familia Muridae; el chancho alzado o cerdo (EN=endangered), 12 especies casi amenazadas
doméstico feral (Sus domesticus, Familia Suidae); el (NT= Near Threatened), y 5 especies vulnerables
sagua’a o ganado doméstico feral (Bos taurus, Familia (VU= Vulnerables) (IUCN 2006) (Anexo 1).
Bovidae) y el búfalo de agua (Familia Bovidae). Estas

142
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

CUADRO 2Número de especies amenazadas a nivel localOrganizado por órdenes

Orden Estado de conservación

Peligro Crítico(PC) En Peligro(EP) Vulnerable(VU) Total

Marsupialia 0 1 2 3
Xenarthra 0 1 1 2
Chiroptera 2 4 6 12
Primates 0 1 0 1
Carnivora 1 1 3 5
Artiodactyla 0 3 2 5
Perissodactyla 0 0 0 0
Rodentia 2 6 0 8
Lagomorpha 0 0 0 0
Total 5 17 14 36

FUENTE: elaboración propia, basado en SEAM 2006

FIGURA 3 Número total de especies y de especies amenazadas en Paraguay

FUENTE: elaboración propia, basado en SEAM 2006 y Myers, P., A. Taber, y I. Gamarra de Fox. 2002

143
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

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BIODIVERSIDAD
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145
146
Anexo 1Lista de especies de mamíferos amenazadosa nivel local (SEAM), nivel global (UICN y CITES)

Orden Familia Especie Nombre común SEAM1 UICN 2 CITES3


DEL PARAGUAY
BIODIVERSIDAD

Marsupialia Didelphidae Caluromys lanatus Mycuré o comadreja lanuda EP LR -


Marsupialia Didelphidae Monodelphis sorex Mycuré o colicorto rojizo EP VU -
Una aproximación a sus realidades.

Marsupialia Didelphidae Thylamys macrura Mycuré o comadrejita cola corta EP LR -


Marsupialia Didelphidae Didelphis aurita Myruré o comadreja orejuda VU - -
Marsupialia Didelphidae Micoureus demerare Angujá guakí o comadrejita grande gris VU - -
Marsupialia Didelphidae Metachirus nudicaudatus Jupatí o zorra morena EP - -
Xenathra Bradypodidae Bradypus variegatus Aó-aó, peresozo de tres dedos - - II
Xenathra Myrmecophagidae Myrmecophaga tridactyla Yurumí, oso hormiguero VU NT II
Xenathra Dasypodidae Cabassous chacoensis Armadillo chaqueño de cola desnuda - NT -
Xenathra Dasypodidae Cabassous tatouay Armadillo cola desnuda - - III
Xenathra Dasypodidae Chlamyphorus retusus Pichiciego chaqueño - NT -
Xenathra Dasypodidae Dasypus hybridus Armadillo - NT -
Xenathra Dasypodidae Priodontes maximus Tatú carreta o armadillo gigante EP VU I
Xenathra Dasypodidae Tolypeutes matacus Tutú bolita - NT -
Chiroptera Emballonuridae Peropteryx microtes Muerciélago canino cola larga EP - -
Chiroptera Natalidae Natalus stramineus Murciélago oreja de embudo EP - -
Chiroptera Phyllostomidae Macrophyllum macrophyllum Falso vampiro pata larga VU - -
Chiroptera Phyllostomidae Tonatia bidens Murciélago oreja redonda VU - -
Chiroptera Phyllostomidae Tonatia brasiliense Murciélago oreja redonda VU - -
Chiroptera Phyllostomidae Tonatia silvicola Murciélago oreja redonda VU - -
Chiroptera Phyllostomidae Anoura caudifera Falso vampiro hocicudo PC - -
Orden Familia Especie Nombre común SEAM1 UICN 2 CITES3

Chiroptera Phyllostomidae Chiroderma doriae Murciélago de ojos grandes EP - -


Chiroptera Phyllostomidae Platyrrhinus lineatus Murciélago de listado de Geoffroy - - III
Chiroptera Phyllostomidae Vampiressa pusilla Murciélago frutero de oreja amarilla VU - -
Chiroptera Vespertiniolidae Histiotus macrotes Murciélago orejón grande EP - -
Orden Familia Especie Nombre común SEAM UICN CITES
Chiroptera Vespertiniolidae Histiotus velotus Murciélago orejón tropical PC - -
Chiroptera Vespertiniolidae Myotis ruber Murciélago acanelado de Azara VU - -
Primates Callitrichidae Callitrix argentata Ca’i eléctrico EP - II
Primates Cebidae Alouatta caraya Carayá, mono aullador negro - - II
Primates Cebidae Aotus azarai Ca’i mirikiná, mono nocturno - - II
Primates Cebidae Callicebus donacophilus Ca’i ygáu - - II
Primates Cebidae Cebus apella Ca’i Paraguay, mono capuchino - - II
Carnivora Canidae Chrysocyon brachyurus Aguará guasú o lobo de crin - NT II
Carnivora Canidae Cerdocyon thous Aguara’i, zorro de monte - - II
Carnivora Canidae Pseudalopex gymnocercus Aguara cha’i, zorro de las pampas - - II
Carnivora Canidae Speothos venaticus Yaguá yvyguy EP VU I
Carnivora Felidae Herpailurus yaguarondi Yaguarundí - - I, II
Carnivora Felidae Leopardus pardalis Yaguarete’i, ocelote, gato onza - - I, II
Carnivora Felidae Leopardus tigrinus Tirica - NT -
Carnivora Felidae Oncifelis colocolo Gato del pajonal VU NT II
Carnivora Felidae Oncifelis geoffroyi Tirica - NT I, II
Una aproximación a sus realidades.
DEL PARAGUAY
BIODIVERSIDAD

Carnivora Felidae Panthera onca Jaguar, yaguareté VU NT I

147
148
Orden Familia Especie Nombre común SEAM1 UICN 2 CITES3
DEL PARAGUAY
BIODIVERSIDAD

Carnivora Felidae Puma concolor Puma - NT I, II


Carnivora Felidae Leopardus wiedii Tirica, Margay VU - I, II
Una aproximación a sus realidades.

Carnivora Procyonidae Nasua nasua Cuatí, coati - - III


Carnivora Mustelidae Lontra longicaudis Lobopé o nutria de río - DD I
Carnivora Mustelidae Pteronura brasiliensis Ariraí o nutria gigante PC EN I
Carnivora Mustelidae Conepatus humboldtii Yaguapé, huroncito - - II
Carnivora Mustelidae Eira barbara Mbaracayá eirá, hurón mayor - - III
Artiodactyla Camelidae Lama guanicoe Guasú cacá o guanaco EP - II
Artiodactyla Cervidae Blastocerus dichotomus Guasú pucú o ciervo de los pantanos VU VU I
Artiodactyla Cervidae Mazama americana Guasú pytá o corzuela roja - DD III
Artiodactyla Cervidae Mazama nana Pororoca o corzuela enana VU DD -
Artiodactyla Cervidae Ozotoceros bezoarticus Guasutí o ciervo de las pampas EP NT I
Artiodactyla Tayassuidae Catagonus wagneri Taguá EP EN I
Artiodactyla Tayassuidae Pecari tajacu Cure’i, pecarí de collar - - II, III
Orden Familia Especie Nombre común SEAM UICN CITES
Artiodactyla Tayassuidae Tayassu pecari Tañycatí, pecarí labiado - - II
Perisodactyla Tapiridae Tapirus terrestris Mboreví o tapir - VU II
Rodentia Sciuridae Sciurus sp. Ardilla EP - -
Rodentia Muridae Oxymycterus delator Ratón hocicudo negro EP - -
Rodentia Muridae Bibimys chacoensis Rata acuática EP - -
Rodentia Agoutidae Agouti paca Acutipak, paca - - III
Orden Familia Especie Nombre común SEAM1 UICN 2 CITES3

Rodentia Dasyproctidae Dasyprocta azarae Acutí sa’yyú o agutí de Azara - VU III


Rodentia Ctenomydae Ctenomys paraguayensis Tuco-tuco EP - -
Rodentia Ctenomydae Ctenomys pilarensis Tuco-tuco EP - -
Rodentia Echymyidae Euryzygomatomys spinosus Ratón espinoso PC LR -
Rodentia Echymyidae Clyomys laticeps Ratón espinoso EP - -
Rodentia Echymyidae Kannabateomys amblyonyx Rata tacuarera PC LR -
Rodentia Erethizontidae Sphigurus spinosus Cui’i, puerco espín - - III

FUENTE: elaboración propia basado en SEAM 2006, UICN 2006 y CITES 2006Categorías de amenazas a nivel nacional (Secretaría del Ambiente, SEAM 2006)PC= En Peligro Crítico de Extinción;EP= En Peligro de
ExtinciónVU= Vulnerable Categorías de amenazas a nivel global (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN 2006)EN= Endangered (en peligro)VU= Vulnerable (vulnerable)NT= Near Threatened
(casi amenazado)LC= Lower Concern (no amenazado)DD= Data Deficient (datos insuficientes)Categorías de CITES (Convención Internacional sobre el Trafico de Especies Amenazadas, CITES 2006)Apéndice I= especies
que no pueden ser comercializadas internacionalmenteApéndice II= especies que necesitan permiso de exportación o re-exportación para ser comercializadas internacionalmenteApéndice III= especies que necesitan
permisos del país de origen y el de destino para ser comercializadas internacionalmente
1
Secretaría del Ambiente de Paraguay (explicación de categorías al pié del cuadro)
2
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (ídem
3
Convención Internacional sobre Comercio de Especies Amenazadas (ídem)
Una aproximación a sus realidades.
DEL PARAGUAY
BIODIVERSIDAD

149
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Valoración socio-económica y ambiental


de las aves

CRISTINA MORALES
REBECCA ZARZA

Asociación Guyra Paraguay


Coronel Rafael Franco 381 casi Leandro Prieto
Asunción - Paraguay
*Coordinadora Programa Especies
cristinam@guyra.org.py. Msc.
** rebeccazarza@gmail.com

Resumen

La relación del hombre con las aves data desde los albores de su existencia. En la cultura nativa, los rituales
espirituales, el uso medicinal y alimenticio reflejan la antigua relación entre estas dos entidades. El valor de
la biodiversidad en general, y de las aves dentro de esta, puede ser clasificado en dos tipos principales, el
intrínseco o inherente y el utilitario o instrumental. El valor intrínseco de las aves, uno de los más difíciles de
medir es aquel que poseen por el simple hecho de existir. Entre los valores utilitarios, se considera que las
aves son una de las fuentes de alimentación principales de la humanidad, son empleadas en las investigacio-
nes de la salud humana, constituyen una vía para la dispersión de semillas, la polinización de especies plantas
nativas y de cultivos agrícolas. Son además indicadores de calidad ambiental, fuente de recursos genéticos,
recreación y se encuentran fuertemente arraigadas a la cultura paraguaya. Es indudable que estas funciones
son de vital importancia para el funcionamiento de los ecosistemas, así como para las actividades socioeconó-
micas y culturales del hombre.

Palabras claves: aves, valoración, biodiversidad,

Breve reseña histórica


todos los seres, incluyendo las aves formaban parte de
La relación del hombre con las aves data desde los un solo pueblo.
albores de su existencia. El hombre de las cavernas pin-
tó aves en las piedras, revelando su interés hacia estas En las leyendas de origen Guaraní, las historias de
criaturas al menos 22 mil años atrás, y probablemente hombres que se transforman en aves como castigo o
mucho antes (Welty 1975); sin duda atraído por la belle- recompensa de sus actos, son las más comunes, tal es el
za de sus colores, el misterio de sus migraciones, la caso del urutaú o guaimingué, el karau, el kuarahy memby
melodía de sus cantos y el mágico poder de su vuelo. y el sai hovy entre otros.

En la cultura de los pueblos nativos del Paraguay, el Las plumas poseen también un importante signifi-
conocimiento de los valores espirituales, medicinales cado para la mayoría de las tradiciones nativas, así, los
y alimenticios reflejan la antigua relación entre estas adornos plumarios indican la jerarquía de una persona
dos entidades; relación que ha ido tomando distintas o su estado de paz o guerra. Sin embargo la importan-
formas a lo largo de nuestra historia. En las culturas cia de las aves en la vida del hombre alcanza su mayor
Guaraní, Guaicurú, Zamuco, Maskoy y Mataco, las aves expresión en la cultura Ayoreo; para este grupo el cen-
han constituido la base de la alimentación y de las in- tro de su creencia mítico-religiosa es la diosa Assonja
dumentarias cotidianas y de rituales (Pallestrini y Pe- (Zanardini 2003), un ave nocturna perteneciente a la
rasso 1988, Castex 1968, Hill and Hawkers 1983). Para familia de los ybyjau, en la que se confía la buena caza,
algunas de estas culturas, en el principio de la creación, lluvia, abundante cosecha y salud.

151
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Con la inserción del hombre nativo a las nuevas herente y el utilitario o instrumental (Callicot 2006). El
culturas, el uso de las aves y de los adornos plumarios valor intrínseco es el valor que poseen de los seres
fueron desplazándose del ritual y ornamental, hacia el vivientes por el simplemente hecho de existir. Las
comercio de artesanías y venta de animales vivos para especies en su conjunto representan la riqueza y
mascotas. Actualmente, las actividades relacionadas al diversidad genética de los ecosistemas y forman
comercio pueden observarse en los centros poblados parte del patrimonio natural de los países y del
de todo el país, donde se ofrecen recuerdos elaborados mundo (Ojasti 2000). Este valor, muy difícil de
con plumas, así como la venta de aves vivas que se medir, ha sido objeto de controversia, razón por la
ofrecen como animales de compañía, entre las más po- cual muchos conservacionistas han optado por fun-
pulares se citan los pichones de loros, lechuzas, teros, damentar el valor de la biodiversidad desde un punto
piriritas, tucanes y chajas. de vista puramente utilitario.

A lo largo de la historia, las aves han influenciado la El valor utilitario es aquel que las especies po-
vida del hombre y del mismo modo, el hombre ha sido seen para alcanzar otros fines, más específicamen-
el responsable del destino de muchas especies de aves. te para el beneficio del hombre, y puede ser dividi-
La caza, ya sea para el consumo de subsistencia, la ven- do en cuatro categorías: bienes, servicios, informa-
ta de mascotas y artículos plumarios, incluyendo la caza ción y espiritual. En la tabla 1 se presentan algunos
deportiva, ha venido desarrollándose de forma habi- ejemplos del valor que poseen las aves para el be-
tual en Paraguay durante el último siglo sin ningún neficio del hombre y en el anexo 1, se presentan
tipo de regulación ni planificación, hecho que ha reper- algunas especies de aves del Paraguay y los valo-
cutido en forma negativa en las poblaciones de muchas res que poseen.
especies.
a. Bienes
En la actualidad, por el impacto del comercio ilegal
y la destrucción del hábitat, el 15% (108 especies) de las
Las aves en la alimentación: es probable que el
707 especies de aves que se distribuyen en el país están
hombre haya utilizado los huevos y la carne de las
amenazadas de extinción, incluidas cuatro actualmente
aves en su alimentación, desde el inicio de su exis-
extintas en la región, tal es el caso del gua’a hovy (Anho-
tencia sobre la tierra. Evidencias arqueológicas
dorynchus glaucus), el campesino (Numenius borealis), el
sugieren que la gallina común o casera (Gallus ga-
pato serrucho (Mergus octosetaceus) y havia hû (Platyci-
llus) fue domesticada en la India aproximadamen-
chla flavipes). Reconociendo esta situación, diversas ins-
te en el año 3200 A.C. (Wood-Gush, 1964), cons-
tancias ambientales del gobierno impusieron varias
tituyendo actualmente, junto a otras aves de
medidas para conservar las especies, entre ellas la pro-
corral como los patos y pavos, uno de los ru-
mulgación de leyes que regulan su uso y que ratifican
bros alimenticios más importantes de la humani-
convenios internacionales de conservación.
dad. Según la FAO, en el año 2005, la producción de
carne avícola mundial fue estimada en 81 millones de
Sin embargo, el manejo de las aves, así como de
toneladas.
otros vertebrados como un medio para asegurar la con-
servación y el beneficio socioeconómico, no constituye
Con relación a las aves silvestres, se tiene conoci-
una ciencia nueva. Las culturas precolombinas de Amé-
miento de su cría para el consumo de carne y hue-
rica se distinguieron por la administración de la fauna.
vos en América del Sur, ya en los tiempos de la
En el imperio de los Incas la cacería colectiva alcanzó
colonización. Según el Padre Sánchez Labrador
una perfección que supera los programas actuales de
(Castex 1968) en las pampas de Buenos Aires se cria-
conservación (Ojasti 2000) y ya seis mil años atrás se
ban los ñandúes por los años 1700 para la obten-
recomendaba:
ción de carne y huevos y en Paraguay las familias
«Si yendo por un camino encontrares algún nido de pája- criollas acostumbraban a mantener en cautiverio
ros..., y a la madre cobijando los pollitos o los huevos, no la pavos de monte mytu o jacu y perdices, principalmen-
tomarás con los hijos, sino que la dejarás que se vaya, conten- te para la producción de huevos.
tándote con llevar los hijos, para que te vaya bien a ti y vivas
largo tiempo» Es probable que entre los distintos valores, el prin-
Deuteronomio 22:6
cipal de las aves sea su aporte nutricional para la pobla-
ción rural, la cual se realiza a través de la caza de subsis-
tencia. Este tipo de caza que se realiza para el sustento
Valores de las aves familiar, está legítimamente reconocida por la Ley 96/
92 de Vida Silvestre y debe ser realizada previa autori-
El valor de la biodiversidad en general, puede ser zación, a excepción de los territorios indígenas, donde
clasificado en dos tipos principales, el intrínseco o in- se practica libremente.

152
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Tabla 1. Cuatro categorías de valores utilitarios que ofrecen las aves.


Categoría Ejemplos

1. Bienes Alimento, medicina


2. Servicios Dispersión de semillas, Polinización
3. Información Indicadores de calidad ambiental, recursos
genéticos
4. Espiritual Belleza estética, recreación y cultural

Entre las aves de caza para el autoconsumo, se des- caliente alivia las llagas de los ojos, aplicándola en-
tacan según el tipo de comunidad natural que habitan, cima. Sus plumas quemadas sanan la «tiricia» (icte-
las de bosque como los pavos de monte (jaku, mytu, ricia) y son buenas para el mal de piedra y la disuria
ynabú guasú) las palomas, en especial la pykazuró, y al- (síntoma típico de infección urinaria baja: cistitis y
gunos ynambúes. En ambientes de pastizales se desta- uretritis). Especial para controlar los menstruos
can las perdices, y en los esteros, las aves acuáticas, abundantes.
principalmente patos y gallaretas. La caza de subsis- • Ynambues: su carne es muy nutritiva, especial para
tencia está ampliamente extendida en el territorio pa- los convalecientes de alguna enfermedad, pero más
raguayo y es la de más difícil control. Estas propieda- especialmente para las enfermedades respiratorias
des han contribuido a la desaparición y reducción drás- y para tratar la depresión. Su hiel aplicada en los
tica de las poblaciones de varias especies, entre ellas el ojos alivia las cataratas. Su médula, tuétanos y sesos
jakuapeti (Pipile jacutinga), el mytu (Crax fasciolata), el jaku sirven para curar la tiricia. El sahumerio (humo que
(Penelope superciliaris), el ynambu guasu (Rynchotus ru- produce una materia aromática que se quema) de
fescens), el ynambu kagua (Tinamus solitarius) y el pato las plumas se utiliza para tratar la epilepsia, los ata-
bragado (Cairina moschata). ques de histeria de las mujeres, así como los cólicos.
La perdiz asada y condimentada con zumo de na-
Propiedades medicinales de las aves: las aves han ranja agria es buena para aliviar la diarrea.
estado principalmente relacionadas al arte culinario y • Aca’e o urracas: la carne de las urracas se utiliza para
artesanal. Más que la utilización de artículos plumarios el tratamiento de la epilepsia, la manía y la melan-
en rituales de cura chamanísticos, relativamente poco colía. La aplicación directa de sus cenizas, alivia el
se conoce sobre las virtudes de las aves en el tratamien- dolor de ojo.
to de dolencias. La noción actual que se tiene del tema • Habías o zorzales: asada con las bayas del arrayán o
se basa, más que nada, en la tradición de los grupos «ibabiyu» (posiblemente guabiju) es un remedio efi-
indígenas de permanecer en el bosque consumiendo caz para curar la disentería. Su estiércol mezclado
únicamente especies silvestres como tratamiento efi- con vinagre quita las manchas de la piel.
caz para varios tipos de dolencias tanto físicas como • Yrybus: su estiércol seco y bebido es beneficiosa para
espirituales. Es también conocido entre las familias ru- los melancólicos.
rales el uso de la grasa de gallina para el alivio de la
sinusitis y de su caldo para combatir la gripe. b. Servicios
Los tratados sobre las propiedades medicinales de
Las aves forman parte del paisaje natural como un
las aves son escasos y en muchos casos no poseen sus-
recurso que se destaca por su valor ecológico, como
tento científico. En forma anecdótica se resume a aquí
dispersores y polinizadores. Es indudable que estas fun-
el trabajo realizado por el Padre Sánchez Labrador (Cas-
ciones son de vital importancia para el funcionamiento
tex 1968) en su obra «Peces y Aves del Paraguay Ilustra-
de los ecosistemas.
do», en la cual se menciona las virtudes de algunas
especies de aves para el tratamiento de las dolencias
Dispersión de semillas: el éxito en la germinación
humanas durante el siglo XVII.
de las semillas de las plantas con flores, depende en
gran medida del servicio que proveen los dispersores
• Ñandú: su grasa alivia dolores musculares y la cás-
de semillas. En los bosques tropicales, las semillas que
cara del huevo disuelve piedras de los riñones.
no son dispersadas, caen en al suelo bajo sus progenito-
• Jacu: su carne es beneficiosa para cualquier enfer-
res y tienen una baja probabilidad de sobrevivir. Mu-
medad de toda edad, especial para la epilepsia y
chas especies de animales contribuyen a la dispersión
convulsiones, su grasa resuelve los tumores y disi-
de las semillas, entre ellas se encuentran las aves frugí-
pa los dolores del catarro.
voras; estas son elementos claves en la diseminación de
• Paloma casera: su carne contiene mucha sal y grasa,
semillas en todos los tipos de ecosistemas. Las aves
tiene propiedades diuréticas, la sangre fresca y aún
eliminan las semillas a través de su tracto digestivo a

153
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

grandes distancias, asegurando su germinación y la so- nas características comunes, entre ellas, la rareza, res-
brevivencia de la planta hasta la edad de fructificación; tricción a ciertos tipos de ambientes o áreas (endemis-
ya que las semillas pueden germinar solo lejos de sus mo) y sensibilidad a cambios del ambiente. La sensibi-
progenitores. La eliminación de las especies disperso- lidad de las especies a los disturbios del hábitat, como
ras en un ecosistema puede ser catastrófica. Los resulta- alteración, fragmentación o a la caza irracional, puede
dos van desde la desaparición de los grandes árboles, la apreciarse en el hecho de que las especies indicado-
reducción de la fructificación y de la producción de se- ras son las primeras en volverse raras, o desapare-
millas en la población, la desaparición de la especie y la cer, aunque también puede ocurrir lo contrario y es-
consecuente reducción de la diversidad. pecies nuevas pueden colonizar las áreas alteradas. En
el anexo se listan las especies indicadoras de ambientes
La dispersión de las semillas contribuye además a específicos.
la regeneración natural de áreas degradadas. El sai hovy
(Thraupis sayaca), el havia morotî (Turdus leucomelas), el Varios grupos de fauna y flora han sido propuestas
korochire (Turdus rufiventris) y el sai (Dacnis cayana) se como indicadores de salud ambiental por ser sensibles
encuentran relacionadas al transportarse de semillas a cambios ambientales, entre estas, las aves poseen ca-
de plantas nativas entre fragmentos forestales. Este racterísticas que las hace indicadores biológicos idea-
tipo de restauración es la mejor opción económica les. Stotz y colaboradores (1996) describen tales carac-
de reforestación. Entre las especies consideradas terísticas, algunas de las más importantes se presenta
como mejores dispersoras de semillas en hábitats brevemente a continuación:
de bosques se encuentran los tucanes: tukâ sa’yju
(Pteroglosus castanotis), tukâ pocâ (Selenidera maculi- 1. Comportamiento conspicuo: la mayoría de las aves
rostris), tukâ pakova (Bailonius bailloni), tukâ’i (Ram- son diurnas de comportamiento conspicuo, por
phastos dicolorus) y el tukâ guasu (Ramphastos toco). lo tanto pueden ser fácilmente estudiadas. Las
El palmito (Eutherpes edulis), así como varias otras especies de áreas abiertas como los jilgueros,
especies comerciales de palmas se benefician del suirirí, horneros, pájaros carpinteros y rapaces
servicio de transporte que prestan los tucanes. Otras son fáciles de observar. Los que habitan el bos-
especies que contribuyen a la dispersión y germina- que como los surucuá y pájaros carpinteros y
ción de las semillas del palmito y el pindó (Syagrus los parientes del che oro para cantan o vocalizan
romanzoffiana) son los pavos de monte yacutinga (Pipile constantemente o forman ruidosas bandadas de va-
jacutinga) y el jaku hû (Penélope obscura). rias especies (fruteros o tangaras, espineros) que fa-
cilita su observación.
Polinización: La polinización es uno de los servi- 2. Identificación rápida y segura: no se necesitan especia-
cios ambientales fundamentales para la preservación y listas para identificarlas, con un corto entrenamien-
mantenimiento de los ecosistemas naturales. Más de to y práctica se identifican la mayoría de las espe-
100.000 especies de diferentes animales, incluyendo cies, además están disponibles una gran cantidad de
abejas, moscas, mariposas, aves y murciélagos entre guías que facilitan la identificación de las aves.
otros, ofrecen el servicio sin costo económico. Las espe- 3. Amplio conocimiento: las aves representan el grupo
cies polinizadoras son necesarias para la producción de taxonómico más estudiado y conocido a nivel mun-
frutas y semillas de cultivos agrícolas y de especies sil- dial. Una gran cantidad de información sobre iden-
vestres. Entre las más importantes dentro del grupo de tificación, distribución geográfica, ecología están dis-
las aves se encuentran los picaflores (Trochilidae), con- ponibles en formatos de guías.
siderados como los más especializados y efectivos. Es- 4. Diversidad y especialización ecológica: el grado de espe-
tas aves, se alimentan de néctar y tienen un metabolis- cialización de las aves a los distintos tipos de hábi-
mo muy acelerado, por lo que tienen que visitar gran tats hace de ellas excelentes indicadoras biológicas.
cantidad de flores para satisfacer su requerimiento ener- Casi todos los ambientes tropicales poseen comuni-
gético. En esta interacción, la planta se beneficia del ave dades de aves distintas con numerosas especies es-
obteniendo un servicio de transporte del polen. En Pa- pecialistas endémicas.
raguay se conocen 17 especies de picaflores que cum- 5. Alta sensibilidad a los disturbios: la respuesta de
plen la importante función de polinización. las aves a los disturbios (tala selectiva, apari-
ción de claros en los bosques) o fragmentación
c. Información varía entre las especies. Algunas de ellas redu-
cen sus poblaciones, se extinguen, mientras que
Indicadores de calidad ambiental: algunos organis- otras son atraídas por los cambios ocurridos, un
mos son utilizados para identificar áreas que necesitan ejemplo común de la última son las palomas en
ser conservadas o para identificar en forma temprana el chaco central, cuyas poblaciones aumentaron a
alteraciones que ocurren al ambiente. Tales organis- consecuencia de la transformación del hábitat nati-
mos conocidos como especies indicadoras poseen algu- vo a campos agrícolas.

154
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Recursos genéticos: Según el Convenio de Diversi- Otro grupo de gran valor para los aficionados a la
dad Biológica, se considera recurso genético a los mate- caza deportiva, son los patos silvestres. Por su tamaño,
riales de origen animal, vegetal, microbio u otro, que el pato bragado (Cairina moschata) es el más codiciado,
contiene unidades funcionales de herencia y poseen un así como las especies de suibibí (Dendrocygna sp.) por su
valor actual o potencial, en este sentido cada gen de velocidad y tamaño apropiado. La caza deportiva des-
cada especie es un almacén de información. Caracterís- medida, así como la caza de autoconsumo irracional,
ticas deseables para mejorar o crear nuevos medica- sumada a la destrucción del hábitat, han disminuido
mentos se encuentran en los genes, por tanto se puede drásticamente las poblaciones de estas especies, en es-
decir que la información genética es en otros términos pecial del pato bragado, que actualmente se encuentra
un bien potencialmente económico. amenazado a nivel nacional.

Salvaguardar la biodiversidad es un tema común Por último, los Inambúes (Tinamidae), también co-
en lo que respecta a los recursos genéticos de las aves. nocidos como perdices por su parecido a las perdices
Los progenitores silvestres o parientes silvestres de las del continente europeo (aunque no poseen ninguna re-
aves domésticas como la gallina roja de la selva (Gallus lación con este grupo), constituye otro grupo codicia-
gallus) en Asia y del pavo doméstico (Meleagris gallopavo do por los cazadores deportivos. La cacería de perdices
gallopavo) en Norteamérica son conservados en áreas representa un antiguo un arte, base para el desarrollo
protegida a fin de salvaguardar la especie y su diversi- de una raza especial de perros, los llamados «perdigue-
dad. En Paraguay, a pesar de que sus poblaciones se han ros». Las prácticas de caza de aves generan importantí-
reducido por la cacería indiscriminada, aún existen im- simos ingresos para la economía de los países en donde
portantes poblaciones del pato bragado (Cairina mos- la actividad está reglamentada. En Paraguay la caza de
chata), pariente silvestre del pato casero conocido como palomas, promueve un intenso comercio de servicios,
muscovy, el cual fue domesticado inicialmente en el Bra- que incluye a los vendedores de municiones y armas,
sil. El objetivo de la conservación de los recursos gené- agentes de turismo, hotelería y grupos locales que ac-
ticos es el mantenimiento de la integridad genética de túan como asistentes de caza y obtienen ingresos extras
una especie. durante la temporada de caza.

d. Valor Espiritual La tenencia de mascotas, también constituye una


antigua práctica en todo el mundo. Por la belleza de sus
formas y colores, su melodioso canto y la capacidad
Belleza escénica y recreación: en esta categoría se para adaptarse al cautiverio, las aves son por esencia
destacan la caza deportiva, el mascotismo y el turismo los mejores animales de compañía. Los loros principal-
de observación de aves. Todas, actividades dirigidas a mente, los gua’a (Anordorhynchus hyacinthinus, Ara ara-
satisfacer las necesidades recreativas y de contempla- rauna, A. chloropterus) y el loro común (Amazona aestiva),
ción de la humanidad. La cacería deportiva de la fauna así como el tucán (Ramphastos toco) el canario Paraguay
silvestre y entre ellas las aves ha sido la base para la (Sicalis flaveola), los cardenales (Paroaria coronata y P. capi-
creación de áreas protegidas. En varias regiones de Eu- tata) y las especies del grupo de aves conocidas como
ropa zonas de caza estaban destinadas únicamente para guyra tape (Sporofila sp.) figuran entre las especies más
que los reyes y la nobleza se dedicaran a la caza de aves codiciadas y cotizadas en el mercado de mascotas. El
y mamíferos, como las perdices y zorros. Posterior- comercio de mascotas desarrollado bajo estrictos pro-
mente estas áreas tomaron otro perfil, convirtiéndose gramas de control y basados en el conocimiento cientí-
en zonas de protección de fauna. En la actualidad mu- fico puede promover la conservación de las aves y así
chas áreas protegidas alrededor del mundo poseen pro- como de los ambientes que habitan. Sin embargo el
gramas de caza deportiva para manejar poblaciones que intenso tráfico nacional e internacional a la que
son muy abundantes, o como fuente de ingreso para el han estado sometidas las especies ha llevado a la ex-
mantenimiento del área. Muchos países de Europa in- tinción de muchas aves en sus áreas de origen en todo
gresan divisas en concepto de turismo cinegético como el mundo.
el caso de España con 122.000.000 $ al año (Belton 1994).
Turismo de observación de aves: El turismo de na-
En Paraguay, las únicas especies cuya caza deporti- turaleza o ecoturismo se basa en la recreación a través
va se autoriza desde el año 1997 en la zona del chaco de la contemplación de la riqueza biológica de un sitio
central son las palomas pykazuro (Columba picazuro) y la o región y constituye una de las formas más difundidas
torcaza (Zenaida auriculata). Si bien se concibe la caza de de uso amigable de los recursos naturales. Entre sus
estas especies como un medio de control al daño que variantes, la observación de aves es una de las más prac-
causan a los cultivos de sorgo y maíz, es bien conocido ticadas en el mundo. La observación de aves requiere
que la caza no es garantía para disminuir las poblacio- de un mínimo de equipos y entrenamiento y los ries-
nes de especies superabundantes, a niveles tan bajos gos que implica el avistaje son mínimos. Esta actividad
que no entren en conflicto con las actividades humanas. está favorecida por el hecho que existen en cada rincón

155
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

del mundo una amplia diversidad de ambientes con se encuentre el Chopí una antigua y típica danza del
una avifauna particular interesante para los amantes de folcklore guaraní en el que el hombre corteja a la mujer
las aves. utilizando las técnicas de cortejo del chopí (Gnorimopsar
shopí) y, conocida mundialmente su música y danza,
En Paraguay el turismo de observación de aves es Pájaro Campana recrea en el arpa el canto del guyra
aun incipiente, debido a la falta de observadores de pong o Pájaro Campana (Prognias nudicollis) ave nacio-
aves y principalmente a la escasa promoción de turis- nal del Paraguay.
mo en el país. A pesar de estas limitaciones, existe una
demanda interesante de personas que desean visitar El comportamiento de las aves fue utilizado tam-
los ambientes de Paraguay y su rica avifauna. Las eco- bién por los guaraníes para augurar el futuro. Así, unas
regiones más interesantes para observar aves son el plumas de cabureí (Glaucidium brasilianum) aseguran éxito
Bosque Atlántico, el Cerrado, el Pantanal y el Cha- en el amor para quien lo porte; escuchar el grito del
co Seco. En estas regiones se encuentran especies syndá o lechuza de campanario (Tito alba) presagia la
únicas como el Pájaro Campana (Prognias nudico- muerte de un familiar o conocido; el canto del pitogué
llis), el ybyja’u morotî (Eleothreptus candicans), el Chopí (Pitangus sulfuratus) anuncia el estado de gravidez de la
sahyju, (Xanthopsar flavus), el yetapá chico (Alectrurus mujer; una visita inesperada es presagiada por el canto
tricolor) y el yetapá de collar (Alectrurus risora), el car- del chochi (Tapera naevia) y la lluvia puede pronosticarse
pintero negro (Dryocopus schulzi), y el Ynambú apiratî con el canto incesante del ypaka’a (Aramides ypecaha).
(Eudromia formosa). Centenares de otras creencias y relatos guaraníes se
basan en las aves.
Más información sobre programas de turismo de
observación de aves puede encontrarse en la página Uso sostenible de las aves
www.guyra.org.py
El uso de la vida silvestre es una actividad que se
Cultural, Rituales mágicos y religiosos: Desde la realiza desde el inicio de la humanidad. Sin embargo,
época del hielo, pinturas artísticas de aves en las caver- en el siglo XX, la caza desmedida de la fauna provocó la
nas, sugieren que formaron parte de las creencias, mi- extinción de varias especies y generó la toma de con-
tos, leyendas, religión, arte y folklore del hombre. ciencia de la humanidad sobre la necesidad de conser-
En el antiguo Egipto, el hombre cabeza de halcón, var los recursos y utilizarlos de una forma que no pon-
representó al dios supremo del sol, mientras que ga en peligro la sobrevivencia de las especies y al mis-
un hombre cabeza de ibis era el dios de la luna. En mo tiempo asegure su utilización a largo plazo, filoso-
la religión cristiana, la paloma simboliza del Espí- fía conocida como uso sostenible.
ritu Santo, así como un emisario de la paz alrede-
dor del mundo. Para los indígenas Ayoreo, el alma Según la concepción de la Unión Internacional para
de los difuntos reside en asosna, ave nocturna, diosa de la Conservación de la Naturaleza (UICN 1994), el uso
la naturaleza. Por esta razón ellos no consumen aves en sostenible es «un uso que no reduce el futuro uso potencial
sus alimentos. ni perjudica la viabilidad a largo plazo de la especie utilizada o
de otras especies, y que es compatible con el mantenimiento a
Para la mayoría de las culturas indígenas las aves largo plazo de la viabilidad del ecosistema que sostiene o de-
poseen poderes sobrenaturales. Los artículos pluma- pende de la especie utilizada», en otras palabras, se refiere
rios relacionados a prácticas chamanísticas y religiosas al aprovechamiento de los recursos de forma que la
son la constante entre las culturas indígenas del país y extracción no supere la capacidad de reproducción
en otras partes del mundo. Para ellas, las aves, como las de la especie, a fin de asegurar su existencia y sus
rapaces y lechuzas (Falconiformes, Strigiformes) po- hábitats a largo plazo. Este concepto está contem-
seen poderes mágicos que son transmitidos a quienes plado en los convenios internacionales de conser-
lo utilizan. Las plumas utilizadas en las vestimentas y vación de la diversidad biológica y ha sido adopta-
adornos indígenas indican la jerarquía de quienes la do en varios países como un modelo que, aplicado
portan. Las más utilizadas en los adornos plumarios correctamente puede redundar en beneficios ambien-
son los del ñandú, inambú, cigüeñas, garzas, loros, águi- tales, sociales y económicos. Por ejemplo la caza con-
las, lechuzas y surucuá. trolada de grandes mamíferos en Sudáfrica, ha permiti-
do disminuir la pobreza y la marginalidad de varias
Las aves también se encuentran entre los principa- comunidades locales (Huges 2001) y en Argentina, el
les actores de las leyendas guaraníes, interpretadas en uso sostenible del loro hablador (Amazona aestiva), ha
cantos y danzas. Entre las más populares se citan el contribuido al alivio de la pobreza en comunidades
Shoguy música tradicional que relata la leyenda de un indígenas y criollas, así como a la adquisición y protec-
niño indígena que muere tras caer de un árbol, pero el ción de nuevas áreas protegidas, donde se conserva la
amor de su madre lo transforma en un ave azul como el especie y la biodiversidad en general.
cielo, el sai hovy (Traupis sayaca). Entre las danzas típicas

156
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

En Paraguay, los programas de uso sostenible de la la Ley de Vida Silvestre, el cierre de la Oficina CITES en
vida silvestre, se inician con la creación de la Oficina Paraguay y la ausencia de una política de Vida Silvestre
CITES (Convención Internacional sobre el Tráfico de dio como resultado que en abril de 2003, la Comunidad
Especies Amenazadas de Fauna y Flora) en 1991 en cum- Europea prohibiera las importaciones de loro habla-
plimiento de la ratificación realizada. Convención In- dor (Amazona aestiva) y tucanes (Ramphastos toco) desde
ternacional CITES (Convención sobre el Comercio In- Paraguay. Al poco tiempo la Secretaría del Ambiente
ternacional de Especies de Fauna y Flora Silvestres tomó la determinación de establecer una pausa en el
Amenazadas de Extinción), fue creada en 1973 a fin de uso de la vida silvestre, la cual está en vigencia hasta el
mitigar el impacto causado por el comercio ilegal a las momento.
poblaciones silvestres de animales y vegetales. Esta
convención, se basa en la regulación del comercio in- La filosofía del uso sostenible se basa en que los
ternacional, utilizando listas de especies incluidas en programas de aprovechamiento deben estar diseñados
los apéndices I y II. El Apéndice I incluye las especies en forma tal a asegurar que el ingreso por la utilización
amenazadas de extinción, cuyo comercio está prohibi- de la fauna sea reinvertido en la protección de áreas,
do a fin de no poner en peligro mayor su supervivencia fiscalización de la caza y desarrollo de investigaciones.
y se autoriza solamente bajo circunstancias excepciona- Según los datos recabados en el año 2003 de la Secreta-
les. En el Apéndice II se incluyen a todas las especies ría del Ambiente y del Sistema Sofía de Aduanas, sólo
que no se encuentran en peligro de extinción, pero po- entre los años 2000 y 2002, la Secretaría del Ambiente
drían llegar a esa situación a menos que su comercio ingresó en promedio 57.141,4 $ anuales en concepto de
esté sujeto a una reglamentación estricta que evite la cánones por expedición de permisos de exportación,
utilización incompatible con su supervivencia. guías de traslado e inscripciones. Esto representó el 26%
del presupuesto del 2002 y el 16, 5% de las ganancias del
Al inicio se realizaron varios acuerdos de coopera- sector comercial. El uso de la vida silvestre ha movido
ción con instituciones internacionales y nacionales para 861.847,4$ en 3 años (2000 al 2002) y sin embargo los
realizar investigaciones sobre las especies que podían beneficios para la conservación no han sido tangibles.
ser utilizadas de forma racional. De esta forma se esta- Claramente la vida silvestre ha subvencionado el creci-
blecieron varios programas para el uso sostenible de miento de económico de un pequeño sector productivo
reptiles como el Teju guasu (Tupinambis spp.), el yacare con poco o ningún compromiso hacia la conservación
hu (Caiman yacare), y la curiyu (Eunectes notaeus). A de las especies y sus hábitats.
partir de 1998, se abrió un nuevo rubro en la exporta-
ción legal de las especies silvestres, con la demanda de Manejar los recursos vivos, como las aves, implica
individuos vivos para el comercio de mascotas o para generar estrategias de uso que aseguren la conserva-
satisfacer la demanda de animales vivos para zoológi- ción de la especie a largo plazo y la estabilidad de las
cos en el exterior. Las aves constituyeron uno de los sociedades humanas que de ellas dependen (Marín y
recursos con más demanda en este tiempo. Delgado 1998). El manejo debe incluir al menos cuatro
etapas, 1) generar información científica que indique la
Con relación a las aves, uno de los principales pro- cantidad del recurso que puede ser extraido sin com-
yectos desarrollados fue el Programa de manejo del prometer su conservación, 2) desarrollar un plan de
Loro Hablador (Amazona aestiva), con el apoyo del go- manejo y 3) difundir la información para que los usua-
bierno argentino y de la Comunidad Europea. El pro- rios la conozcan y 4) revisar y, de ser necesario adaptar
grama tubo como objetivo probar y adaptar las meto- o modificar el plan con la información recabada duran-
dologías utilizadas con éxito en Argentina en el contex- te el proceso. Es necesario considerar que un programa
to nacional. El proyecto consistió básicamente en ase- de conservación para las aves debe abarcar aspectos de
gurar primero que el número de individuos extraídos investigación, fiscalización, desarrollo económico y
de la naturaleza, no ponía en riesgo la sobrevivencia de organización social, enmarcados en una política y es-
la especie, que las técnicas utilizadas no dañaban el há- trategia de conservación de la vida silvestre, con el objeti-
bitat ni a las aves y que las ganancias eran justas y se vo de alcanzar la sustentabilidad del recurso.
distribuían en forma equitativa.
Agradecimientos
Entre los años 1998 y 2002 fueron autorizados el uso
sostenible de 217 especies de la fauna silvestre para- A Hugo del Castillo por su valiosa contribución
guaya, incluidos 154 especies de aves. Sin embargo, ante sobre los aspectos de turismo de observación de aves.
la inestabilidad política que afectaba al país y directa- A la Asociación Guyra Paraguay por su apoyo con la
mente a la SEAM, la ausencia de la reglamentación de base de datos

157
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

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bucao e biologia. Edt. Unisinos. Sao Paulo, Brasil. Fauna Silvestre Neotropical. SI/MAB. Series #5.
Smithsonian Institution/MAB Biodiversity Pro-
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aves del Paraguay Natural Ilustrado, 1767. Buenos gram, Washington D.C.
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ra, S.A. • Parker, T.A. III; Stotz, D.F. & Fitzpatrick, J.W. 1996.
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• Huges, G.R. 2001. The Natal Parks Board experience tropical birds: Ecology and Conservation: 113-436.
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kovits, D.K. (Eds). Chicago: University of Chicago
ment. Political Economy Forum: 31-41. Rowman and
Littlefield. Press: Chicago and London.

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Aves de Paraguay. Annotated checklist of the A. L. (ed). A New Dictionary of Birds. Mc. Graw-
Birds of Paraguay. Artes Gráficas Zamphiró- Hill Book Company. New York.
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• Marín V.; L. Delgado. La Antártica. Ecología, Recur-


sos y sustentabilidad. Edit. Universitaria. Santiago
de Chile, Chile. Pp. 90.

158
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Anexo 1:

Ejemplos de principales usos de las aves silvestres: 1. Arte Plumario, 2. Uso de huevos, 3. Cacería de subsistencia,
4. Cacería deportiva, 5. Polinizadores, 6. Dispersores de Semillas, 7. Indicadoras de Bosque Atlántico, 8. Recrea-
ción, 9. Mascotas, Zoológicos

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRES COMUNES TIPO DE


USO

RHEIDAE ÑANDU, AVESTRUCES


Rhea americana Ñandu guasu o Ñandu 1, 2, 3
TINAMIDAE YNAMBU, PERDICES
Tinamus solitarius Ynambu kagua o Macuco 2, 3, 4, 7
Crypturellus obsoletus Ynambu apeky’a o Tataupá rojizo 2, 3, 4
Crypturellus undulatus Ynambu kogoe o Tataupá listado 2, 3, 4
Crypturellus parvirostris Ynambu chororo o Tataupá chico 2, 3, 4
Crypturellus tataupa Ynambu tataupa o Tataupá 1, 2, 3, 4
Rhynchotus rufescens Ynambu guasu o Martineta 2, 3, 4
Nothoprocta cinerascens Ynambu sîsî o Perdiz de monte 2, 3, 4
Nothura boraquira Ynambu boli o Perdiz chaqueña 2, 3, 4
Nothura minor Ynambu’i pytâ, Ynambu’i loma o Perdiz menor 2, 3, 4
Nothura maculosa Ynambu’i o Perdiz chica 1, 2, 3, 4
Eudromia formosa Ynambu apiratî o Copetona 3, 4
ARDEIDAE HOKO, GARZAS
Tigrisoma lineatum Hoko pytâ o Hocó colorado 1, 8, 9
Syrigma sibilatrix Kuarahy mimby, Flauta del sol o Garza silbadora 1, 8, 9
Ardea cocoi Hoko guasu o Garza mora 1, 8, 9
Ardea alba Guyratî o Garza blanca 1, 8, 9
Egretta thula Itaipyte o Garcita blanca 1, 8, 9
Egretta caerulea Hoko’i hovy o Garza azul 1, 8, 9
Bubulcus ibis Hoko’i vaka o Garcita bueyera 1, 8, 9
Butorides striata Hoko’i o Garcita azulada 1, 8, 9
Pilherodius pileatus Hoko sa’yju o Garza real 1, 8, 9
Nycticorax nycticorax Tajasu guyra o Garza bruja 1, 8, 9
THRESKIORNITHIDAE KARÂU’I, KURUKÁU, AJAJAI, CUERVILLOS, BANDURRIAS
Phimosus infuscatus Karâu’i rova pytâ o Cuervillo cara pelada 8, 9
Plegadis chihi Karâu’i o Cuervillo de cañada 8, 9
Theristicus caerulescens Kurukáu hovy o Bandurria mora 8, 9

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRES COMUNES TIPO DE


USO

Theristicus caudatus Kurukáu para o Bandurria 8, 9


Mesembrinibis cayennensis Tapikuru o Tapicurú 8, 9
Platalea ajaja Ajajai, Guyratî pytâ o Espátula rosada 1, 8, 9
CICONIIDAE TUJUJU, CIGÜEÑAS
Mycteria americana Tujuju kangy o Tuyuyú 9
Ciconia maguari Mbaguari o Cigüeña 9
Jabiru mycteria Jabiru, Tuyuyú cuartelero o Yabirú 9
PHOENICOPTERIDAE FLAMENCOS
Phoenicopterus chilensis Guarimbo pytâ o Flamenco 1, 8, 9
ANHIMIDAE CHAHÂ, CHAJÁES
Chauna torquata Chahâ o Chajá 1, 3, 9
ANATIDAE YPE, PATOS, GANSOS, CISNES
Dendrocygna bicolor Ype suiriri pytâ o Pato silbón colorado 3, 4
Dendrocygna viduata Ype suiriri o Pato silbón cara blanca 3, 4
Dendrocygna autumnalis Ype suiriri pepotî o Pato silbón ala blanca 3, 4
Coscoroba coscoroba Guyratî ete guasu o Coscoroba 3
Anas bahamensis Ype ruguái akua o Pato gargantilla 3
Callonetta leucophrys Ype ajúra hû o Patito arroz 3, 4
Netta peposaca Ype pepo sakâ o Cresta rosa 3, 4
Amazonetta brasiliensis Ype kutiri, Alita azul o Patillo 1, 3, 4
Sarkidiornis melanotos Ype tî apu’a, Pato boli o Pato ganso 3, 4
Cairina moschata Ype guasu o Bragado 1, 3, 4
ACCIPITRIDAE TAGUATO, HALCONES, ÁGUILAS, MILANOS
Rostrhamus sociabilis Taguato jatyta o Caracolero 1, 9
Harpagus diodon Taguato’i hovy o Milano de corbata 1, 9
Ictinia plumbea Sui sui o Milano plomizo 1, 9
Geranospiza caerulescens Taguato hovy o Gavilán patas largas 1, 9
Buteogallus urubitinga Yryvutinga, Taguato hû o Águila negra 1, 9
Buteogallus meridionalis Taguato pytâ o Aguilucho colorado 1, 9
Busarellus nigricollis Taguato akâtî o Gavilán de estero 1, 9
Geranoaetus melanoleucus Taguato hovy o Águila mora 1, 9
Harpyhaliaetus coronatus Taguato hovy apiratî o Águila coronada 1, 9
Buteo magnirostris Yndaje o Taguató 1, 9

160
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRES COMUNES TIPO DE


USO

Buteo brachyurus Taguato o Aguilucho cola corta 1, 9


Harpia harpyja Taguato ruvicha o Águila harpía 1, 9
Spizastur melanoleucus Taguato o Águila viuda 1, 9
Spizaetus ornatus Taguato apiratî o Águila crestuda real 1, 9
FALCONIDAE KARA KARA, TAGUATO, HALCONCITOS Y CARANCHOS
Caracara plancus Kara kara o Carancho 1, 9
Milvago chimachima Kiri kiri, Kirincho o Chimachima 1, 9
Milvago chimango Kara kara chai o Chimango 1, 9
Herpetotheres cachinnans Makagua, Guaikuru o Guaicurú 1, 9
Micrastur ruficollis Toky kapata, Toto’i o Halcón palomero 1, 9
Micrastur semitorquatus Têi têi, Toky kapata o Halcón montés 1, 9
Falco sparverius Kiri kiri’i o Halconcito 1, 9
Falco femoralis Kiri kiri guasu o Halcón plomizo 1, 9
CRACIDAE JAKU, PAVAS DE MONTE
Ortalis canicollis Jaku karaguata o Charata 1, 2, 3
Penelope superciliaris Jaku po’i o Pava de monte chica 1, 2, 3
Pipile jacutinga Jakutinga, Jaku apetî o Yacutinga 1, 2, 3
Crax fasciolata Mytû o Pava pintada 1, 2, 3
ODONTOPHORIDAE URU, CODORNICES
Odontophorus capueira Uru, Uru uru o Urú 7
RALLIDAE ÑAHANA, YPAKA’A, GALLINETAS, BURRITOS
Gallinula chloropus Ñahana o Polla negra 3
Fulica leucoptera Jakami apetî o Gallareta chica 3
CARIAMIDAE SARÎA, SARÍAS
Cariama cristata Sarîa pytâ o Saría patas rojas 9
CHARADRIIDAE TETEU, MBATUI, TEROS Y CHORLOS
Vanellus chilensis Tetéu o Tero tero 1, 2, 9
COLUMBIDAE PYKASU, JERUTI, PALOMAS
Patagioenas picazuro Pykasuro o Paloma turca 3, 4
Patagioenas maculosa Apykasu, Pykasu para o Paloma manchada 1, 9
Zenaida auriculata Mbairari o Torcaza 3, 4
Columbina talpacoti Pyku’i pytâ o Tortolita colorada 3, 4

161
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRES COMUNES TIPO DE


USO

Columbina picui Pyku’i o Tortolita 3, 4


Leptotila verreauxi Jeruti o Yerutí 3, 4
Leptotila rufaxilla Jeruti pytâ’i o Yerutí colorada
PSITTACIDAE GUA’A, TU’Î, MARAKANA, LOROS Y COTORRAS
Anodorhynchus hyacinthinus Gua’a hovy o Papagayo azul 1, 9
Ara ararauna Kaninde, Gua’a sa’yju o Papagayo amarillo 9
Ara chloropterus Gua’a pytâ o Papagayo rojo 1, 9
Primolius auricollis Marakana ajura sa’yju o Maracaná cuello dorado 1, 9
Primolius maracana Marakana o Maracaná afeitado 1, 9
Aratinga acuticaudata Ñendai, Marakana o Maracaná cabeza azulada 1, 9
Aratinga leucophthalmus Arua’i, Marakana o Maracaná ala roja 1, 9
Aratinga aurea Tu’î apyteju, Marakana o Maracaná frente naranja 1, 9
Nandayus nenday Ñandái o Ñanday 1, 9
Pyrrhura devillei Arivaya, Chiripepe o Chiripepé ala anaranjada 1, 9
Pyrrhura frontalis Chiripepe, Arivaja o Chiripepé cabeza verde 1, 9
Pyrrhura molinae Chiripepe o Chiripepé cabeza parda 9
Myiopsitta monachus Tu’î karanda’y o Cotorrita 1, 9
Forpus xanthopterygius Mbembéi o Viudita 9
Brotogeris chiriri Tu’î chyryry o Catita chiriri 9
Pionopsitta pileata Tu’î guembe o Lorito cabeza roja 7, 9
Pionus maximiliani Maitaka o Loro choclero 1, 7, 9
Amazona aestiva Parakáu, Paragua o Loro hablador 1, 9
Amazona vinacea Parakáu keréu o Loro vinoso 9
CUCULIDAE CHOCHI, TUJAKUE, TINGASU, ANOS, PIRIRITAS, CHOCHIES
Guira guira Piririgua o Piririta 9
Crotophaga ani Ano o Anó chico 3
TYTONIDAE SUINDA, LECHUZA DE CAMPANARIO
Tyto alba Suinda o Lechuza de campanario 9
STRIGIDAE ÑAKURUTÛ, KAVURE, URUKUREA, BÚHOS Y LECHUZAS
Megascops choliba Kavure o Lechucita 1, 9
Pulsatrix koeniswaldiana Urukure’a mini o Lechuzón mocho chico 7
Bubo virginianus Ñakurutû guasu o Búho 9

162
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRES COMUNES TIPO DE


USO

Glaucidium brasilianum Kavure’i o Caburé 1, 9


Athene cunicularia Urukurea chichi o Lechucita vizcachera 1, 8, 9
CAPRIMULGIDAE YVYJA’U, ATAJACAMINOS
Eleothreptus candicans Yvyja’u morotî o Atajacaminos ala blanca 8
NYCTIBIIDAE URUTAU, URUTAÚES
Nyctibius aethereus Urutau o Guaimingue guasu o Urutaú coludo 7
RAMPHASTIDAE TUKÂ, TUCANES
Pteroglossus castanotis Tukâ sa’yju o Arasarí fajado 9
Selenidera maculirostris Tukâ pôka o Arasarí chico 8
Baillonius bailloni Tukâ pakova o Arasarí banana 7, 8
Ramphastos dicolorus Tukâ’i o Tucán pico verde 9
Ramphastos toco Tukâ guasu o Tucán grande 1, 9
TROCHILIDAE MAINUMBY, PICAFLORES
Phaethornis eurynome Mainumby ruguaitî o Ermitaño escamado 5, 7
Phaethornis pretrei Mainumby ruguaitî o Ermitaño canela 5
Campylopterus macrourus Mainumby jetapa o Picaflor tijereta 5
Florisuga fusca Mainumby hû o Picaflor negro 5
Colibri serrirostris Mainumby o Colibrí mediano 5
Anthracothorax nigricollis Mainumby o Picaflor vientre negro 5
Chrysolampis mosquitus Mainumby o Colibrí rubí 5
Stephanoxis lalandi Mainumby apiratî o Picaflor copetón 5
Chlorostilbon aureoventris Mainumby hovyû o Picaflor verde 5
Thalurania furcata Mainumby o Picaflor zafiro 5
Thalurania glaucopis Mainumby o Picaflor corona violácea 5
Hylocharis sapphirina Mainumby o Picaflor cola castaña 5
Hylocharis chrysura Kuarahy áva o Picaflor bronceado 5
Leucochloris albicollis Mainumby pyti’a morotî o Picaflor garganta blanca 5
Polytmus guainumbi Mainumby o Picaflor de antifaz 5
Agyrtria versicolor Mainumby o Picaflor esmeralda 5
Heliomaster furcifer Mainumby jetapa o Picaflor de barbijo 5
Calliphlox amethystina Mainumby michiete, Picaflor amatista 5
TROGONIDAE SURUKUA, SURUCUÁES
Trogon surrucura Suruku’a o Surucuá 7

163
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRES COMUNES TIPO DE


USO

PICIDAE YPEKÛ, CARPINTEROS


Dryocopus galeatus Ypekû akâ mirâ o Carpintero cara canela 7, 8
Dryocopus schulzi Ypekû hû o Carpintero negro 8
Campephilus robustus Ypekû guasu ka’aguy o Carpintero grande 8
DENDROCOLAPTIDAE ARAPASU, TREPADORES Y CHINCHEROS
Xiphocolaptes albicollis Jety o Trepador garganta blanca 7
FURNARIIDAE KURUTIE, PIJUI, OGARAITY, HORNEROS, ESPINEROS Y OTROS
Anabacerthia amaurotis Titiri o Titiri ceja blanca 7
Philydor atricapillus Ka’a’i guyra o Ticotico cabeza negra 7
Philydor lichtensteini Ka’a’i guyra pytâ, Titiri o Ticotico ocráceo chico 7
Philydor rufum Ka’a’i guyra pytâ o Ticotico ocráceo grande 7
Automolus leucophthalmus Tiatui o Ticotico ojo blanco 7
THAMNOPHILIDAE MBATARA, BATARAES Y TILUCHIES
Hypoedaleus guttatus Mbatara para o Batará goteado 7
Terenura maculata Mbatara’i o Tiluchí enano 7
FORMICARIIDAE TOVAKUSU, TOVACAS Y CHULULÚES
Chamaeza campanisona Tovakusu, Uru’i, Guyra vava o Tovaca 7
TYRANNIDAE ANAMBE, JETAPA, PITOGUE, MONJITAS, PITOGUES, etc.
Phyllomyias burmeisteri Tachuri o Mosqueta pico curvo 7
Myiopagis caniceps Fiofío ceniciento 7
Mionectes rufiventris Tachuri o Ladrillito 7
Phylloscartes paulista Karichu o Mosqueta oreja negra 7
Phylloscartes sylviolus Karichu o Mosquetita cara canela 7
PIPRIDAE BAILARINES O SALTARINES
Schiffornis virescens Tiotoi, Bailarín oliváceo o Flautín 8
Piprites chloris Bailarín verde 8
Antilophia galeata Guyra purû, Soldadito o Bailarín negro 8
Manacus manacus Tangaratî, Jaguarete nambi o Bailarín blanco 8
Chiroxiphia caudata Saraki hovy o Bailarín azul 8
Pipra fasciicauda Tangara pytâ o Bailarín naranja 8
COTINGIDAE YAKUTORO, GUYRA PONG, YACUTORO, PÁJARO CAMPANA
Procnias nudicollis Guyra póng, Guyra campana o Pájaro campana 9
CORVIDAE AKA’Ê, URRACAS

164
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRES COMUNES TIPO DE


USO

Cyanocorax cyanomelas Aka’ê hû o Urraca morada 9


Cyanocorax chrysops Aka’ê para o Urraca 9
TURDIDAE KOROCHIRE, ZORZALES
Turdus rufiventris Korochire o Havía pytâ o Zorzal colorado 6
Turdus leucomelas Korochire o Havía morotî o Zorzal alas canelas 6
Turdus amaurochalinus Korochire, Havía korochire o Zorzal mandioca 6
EMBERIZIDAE SAI, CHOVY, TANGARÁES Y FRUTEROS
Euphonia chlorotica Ñandesy, Lui lui, Vivi o Tangará 6
Thraupis sayaca Sai hovy, Chovy, Celestino o Chogüí 6
Habia rubica Tie pytâ, Havía sa’yju o Fueguero morado 6, 7
Saltator coerulescens Havía tyvyta o Pepitero gris 6
Saltator similis Havía tyvyta hovy o Pepitero verdoso 6
Saltator aurantiirostris Havía tyvyta o Pepitero de collar 6
Paroaria coronata Guyra tiri, Tie guasu paroarâ o Cardenal 6
Paroaria capitata Akâ pytâ o Cardenilla 6
Saltatricula multicolor Vira vira o Pepitero chico 6
Sporophila collaris Guyra juru tu’î o Corbatita dominó 9
Sporophila lineola Guyra juru tu’î para o Corbatita overo 9
Sporophila caerulescens Guyra juru tu’î o Corbatita 9
Sporophila hypoxantha Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino canela 9
Sporophila ruficollis Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino garganta café 9
Sporophila palustris Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino pecho blanco 9
Sporophila zelichi Guyra juru tu’î o Capuchino de collar 9
Sporophila hypochroma Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino castaño 9
Sporophila cinnamomea Guyra juru tu’î pytâ o Capuchino corona gris 9
Sicalis flaveola Tuju, Chui, Jilguero o Canario paraguay 9
Zonotrichia capensis Chesyhasy, San Francisco o Bendito Sea 9

165
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

PATRONES DE USO DE LOS MAMÍFEROS


DEL PARAGUAY
Importancia sociocultural y económica

JOSÉ LUIS CARTES

Coordinador del Programa de Conservación de Sitios


Asociación Guyra Paraguay
Cnel. Rafael Franco 381, C.C, 1132, Asunción, Paraguay.
jlcartes@guyra.org.py

Resumen

El uso de los mamíferos tiene una fuerte raíz histórica en Paraguay, principalmente arraigada en las
tradiciones indígenas, muchas veces adoptadas por la sociedad moderna. Los múltiples usos posibles que se
dan son en total nueve: alimentación, mascotismo, elaboración de artesanías, rituales/religiosos, cacería,
usos simbólicos, medicinales, comerciales, y finalmente para tracción o transporte. Los grupos más pobres
como los indígenas y campesinos, viven gracias a un importante nivel de obtención de proteínas de la carne
silvestre, principalmente de los chanchos, venados y roedores. Los niveles sociales más altos, como las
sociedades urbanas, utilizan la fauna más como medio de entretenimiento o de forma más abstracta, desco-
nociendo los aspectos ecológicos de las mismas. Económicamente el uso actual de la fauna es importante pero
no es incorporado dentro del esquema socioeconómico. Actualmente, a pesar de las prohibiciones legales, el
nivel de cacería y consumo es alto, y no se enmarca en un contexto de sostenibilidad. El concepto de sosteni-
bilidad exige sistemas basados en el conocimiento profundo de las poblaciones silvestres o en su defecto en
el desarrollo de modelos de áreas «fuente» y áreas «sumideros». Al respecto, existen experiencias válidas que
pueden servir de base para una regulación del uso de fauna, en especial en sus aspectos de cacería y comercio.

Palabras claves: Mamíferos, Mammalia, caza, usos de fauna, usos indígenas.

Introducción
dentro de este proceso cultural. Estos enunciados mu-
La cultura paraguaya se compone básicamente de chas veces son difíciles de ser aceptados por la sociedad
elementos aportados por una extensa colonización es- en general. Sin embargo aspectos relativos a los usos y
pañola y de un amoldamiento propio de la cultura bá- costumbres, comenzando por el idioma guaraní, por el
sica indígena. Otro factor interesante de mencionar es extensivo uso de hierbas medicinales, la yerba mate,
el largo proceso de la post-independencia donde el las «rondas de tereré», y cierta afinidad al consumo de
«mestizo» paraguayo pudo afianzar una cultura pro- carne y productos silvestres evidencian estas afirma-
pia, debido a factores como el intenso entrecruzamien- ciones.
to y el gran «encierro» geográfico y cultural de ésa épo-
ca (sólo rota por los gobiernos de los López, y aún así Partiendo de estos principios podemos entonces
muy favorecido por el idioma guaraní y la situación de empezar a examinar la importancia de la fauna para-
pobreza de la post guerra de 1870). Dentro de este con- guaya, en este caso particular los «mamíferos», en el
texto el uso de los mamíferos, y de toda la biodiversi- desarrollo social de nuestra gente, tanto en sus etapas
dad nacional, comprende una parte muy importante históricas como en la actualidad. Y para ello debemos

167
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

abordar primeramente un brevísimo resumen de los aprendizaje), d) el desarrollo de escamas y pelos, y e) el


mamíferos paraguayos y la relación histórica que tiene desarrollo de «dientes verdaderos», de complejas estruc-
nuestra sociedad con este importante grupo de la bio- turas y variedades. De hecho todos estos factores impli-
diversidad nacional. can que los mamíferos alcanzaron prácticamente el ma-
yor grado evolutivo, en relación a los otros grupos de
Mucha gente dirá que le resulta muy difícil ver una fauna, ya que para esto deben desarrollar organismos
clara relación con los mamíferos, más aún si hablamos de (anatomía y fisiología) y comportamientos muy comple-
los mamíferos silvestres y en especial la gente que vive jos. Claro que es imposible incluir a todos los mamíferos
en las ciudades. Sin embargo es comprobado el gran con- dentro de estas características básicas pero básicamente
sumo de carne vacuna, uno de los principales pilares de esto define al 90% de ellos. Existen algunas excepciones
la economía alimenticia y fuente primaria de proteínas. como los «marsupiales» (o mykure), que carecen de un
Claro que la ganadería, basada en la cría de variedades o desarrollo embrionario completamente interno, y los
razas de lo que se conoce como «Vaca» (Bos taurus), re- edentados o desdentados (osos hormigueros, perezosos
presenta un uso de una especie originaria de Europa, y y armadillos) que carecen de dientes verdaderos.
cuyas costumbres fueron muy practicadas por los prime-
ros colonizadores españoles que gustaban de las distin- En Paraguay se conoce la existencia de un máximo
tas formas de consumo de carne vacuna. Al parecer, ese de 167 especies diferentes de mamíferos silvestres (Ver
gran apego de los pobladores rioplatenses, e incluso del Capitulo Diversidad de Mamíferos en Paraguay, inclui-
MERCOSUR, al consumo del popular «Asado» es una do en este libro), o sea los que originariamente proce-
clara herencia de la colonización Ibérica. den naturalmente de esta región, aparte de unas 10 es-
pecies exóticas o que son originarias de otras regiones
Y todo esto sin olvidar de todos los demás produc- del mundo y fueron introducidas con fines de usos do-
tos derivados de la ganadería que van desde otros tipos mésticos o de forma accidental (e.g. las ratas [Rattus
de alimentos como: los «lácteos», que incluye el ali- norvergicus] que ya vinieron con los primeros barcos).
mento básico integral: la leche, y otros como los distin-
tos tipos de quesos y yogurt. Otro gran grupo alimenti- Es importante conocer algunas terminologías espe-
cio de costumbre muy típica en nuestra región com- ciales en relación a los mamíferos como por ejemplo la
prende las distintas vísceras y órganos internos. Pro- «Mastozoología» o ciencia que se dedica al estudio de
ductos no alimenticios comprenden los cueros curtidos los mamíferos (Masto: mamas, Zoos: fauna, Logos: tra-
y, en nuestro país particularmente, los cuernos, muy tado, estudio). No existen muchos materiales que resu-
populares en artesanías para «el tereré». ma una descripción completa de todos los mamíferos
del Paraguay. Para una muy buena introducción pue-
Pero podemos ver ciertos aspectos que van más allá den referirse al capítulo Diversidad de Mamíferos en
de la noble vaca, que ciertamente sustentó y aún sus- Paraguay que hace parte de este libro. Sin embargo
tenta gran parte de nuestra alimentación básica y tam- existen algunas fuentes que pueden ayudar al interesa-
bién el desarrollo de la colonización y nuestra socioeco- do a conocer más acerca de nuestra mastofauna. Por
ejemplo la guía de mamíferos de Mbaracayú (Esquivel
nomía. Estos aspectos tienen por lo general raíces cultu-
2001) y la guía de mamíferos medianos y grandes (Ne-
rales bien indígenas, por lo que algunos puntos serán
ris et al. 2002) son buenos materiales de referencia. Otros
explicados en mayor detalle en el apartado correspon-
materiales como el libro de los mamíferos de la Argen-
diente al uso indígena. Y particularmente debemos in-
tina (Parera 2002), de los bosques tropicales (Emmons
troducir algunos aspectos muy particulares que pue- 1999), u otros en inglés (Nowak 1991, Redford y Eisen-
den facilitar enormemente la discusión pretendida en berg 1992), también son muy buenos pero contienen
este capítulo. Estos conceptos incluyen a: los mamífe- nuestra mastofauna dentro de un contexto más amplio.
ros, al «uso», la sostenibilidad, y conceptos muy técni- Estos materiales actualmente se consiguen en la plaza
cos relativos a la disciplina orientada al estudio, con- comercial o en el Centro de Documentació de la Funda-
servación y manejo de poblaciones animales que justa- ción Moisés Bertoni.
mente se denomina «dinámica de poblaciones».
Uso de los mamíferos y «Sostenibilidad»
Los mamíferos
El concepto de uso se refiere en este caso a cualquier
Comprende el grupo de fauna que representa a los forma de aprovechamiento de un animal o sus partes,
animales que tienen a) un desarrollo embrionario in- ya sea como base alimenticia (carne, partes), vestimen-
terno, para lo cual desarrolla estructuras especiales como tas (cueros, lana), medicinales (partes) o capacidades
el útero, b) una gran inversión en el cuidado y desarro- propias del animal como medio de transportación o de
llo de sus crías una vez nacidas, que implica una ali- tracción (carros, cabalgar, arar), y otros valores más
mentación «láctea» (gracias a las glándulas mamarias), éticos o morales como medios de recreación, artesanías
c) un largo proceso de aprendizaje (gran capacidad de o creencias religiosas o cosmogónicas.

168
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

El uso entonces se refiere al obtener provecho de Breves Referencias Históricas


alguna forma, pero el uso «sostenido» implica un fac-
tor temporal: aprovechar a través de un periodo de tiem- Antes de la llegada de los españoles, los patrones de
po determinado. Entonces éste se refiere a que el nivel uso de los mamíferos estaban exclusivamente relacio-
de uso debe optimizarse de manera a que se mantenga nados a la extracción de la fauna silvestre por las pobla-
igual, o incluso aumente, a lo largo del tiempo. Cuan- ciones indígenas. Estos usos indígenas comprendían
do se refiere al uso óptimo se intenta limitar la «extrac- básicamente la fuente primaria de alimentación, la ob-
ción» masiva de un recurso de fauna, a un nivel cuyo tención de cueros para prendas de vestir y partes para
desarrollo y crecimiento poblacional pueda compen- ceremonias religiosas. Las formas de uso en general
sar la parte extraída (que dependerá de los atributos de eran muy similares entre las distintas etnias, aun-
cada especie, en cada ecosistema en particular). Enton- que presentando ciertas pequeñas diferencias. Las
ces, un uso no sostenido viene a ser lo que se conocería similitudes básicamente se centraban en las técni-
localmente como «depredación» o «uso irracional» de cas y artes de cacería, y las diferencias se basaban prin-
modo a que la extracción es tan alta que la población cipalmente en las preferencias de cacería, creencias reli-
indefectiblemente se extinguirá. giosas y tabúes.

Dinámica poblacional A la llegada de los españoles en el siglo XVI se co-


mienza una verdadera revolución en la visión del uso
Esta es la disciplina que se dedica al estudio de la de la fauna silvestre, con la incorporación de nuevas
demografía natural de las poblaciones de especies herramientas (principalmente el hierro) y especialmen-
silvestres de fauna en general. Como todo estudio te el caballo (Equus caballus), a lo que se suma el estable-
demográfico implica el estudio y conocimiento cimiento de una forma muy particular de relación co-
profundo de los atributos particulares de las po- mercial «Indígenas con Españoles» .
blaciones correspondientes a una especie determi-
nada bajo una situación determinada, ya sea la épo- Básicamente la conquista española en Paraguay fue
ca estacional y el tipo de ecosistema donde vive «la bastante dificultosa en sus comienzos. Nuestra histo-
población». En este sentido cada población puede ria nos muestra una continua trama de rebeliones y
tener una tasa de natalidad propia, una tasa de guerras con los pueblos indígenas que costó mucho
mortalidad propia y así una capacidad determina- tiempo dominar a los españoles. Un ejemplo de esto
da de crecimiento poblacional. En cada ecosistema comprenden los temidos «Guaikurúes» o mejor di-
en particular existen factores (disponibilidad de ali- cho «Mbayáes», quienes conformaron una «sociedad
mentos, competencia, depredación, parasitismo y ecuestre» con los caballos asilvestrados. Esta raza
otras causas de mortalidad) que pueden determi- chaqueña, gracias al uso del caballo dominó la si-
nar un límite específico al crecimiento poblacional tuación del avance de la conquista con sus continuas
que se puede entender como la «capacidad de carga» guerras y ataques a los nuevos emplazamientos es-
que posee dicho sistema, es decir al nivel de equilibrio pañoles. Pero los mismos Mbayáes también veían con
mortalidad/natalidad de una población. Esta disci- grandes ventajas a las poblaciones españolas de don-
plina es muy importante ya que se necesita cono- de podían aprovisionarse de diversas cosas como
cer estos parámetros para establecer los cupos de telas, hierros y herramientas, e incluso raptar jóve-
extracción de una especie determinada para una nes para luego pedir «rescates». El modo más usual
localidad determinada. (y pacífico, aunque siempre de manera desconfiada) de
relacionarse fue a través del «trueque» intercambiando
Entonces, luego de esta breve introducción general las herramientas y otros enseres por carne silvestre
se va a tratar de delinear algunos aspectos básicos que (como chanchos y venados).
se refiere al uso de los mamíferos que se realizó histó-
ricamente, y que se realiza actualmente. Estos aspectos Otro factor de gran «revolución» alimenticia fue el
nos ayudarán a establecer una serie de patrones de uti- desarrollo de la ganadería. Inicialmente en Paraguay,
lización de la fauna silvestre departe de la sociedad en la producción extensiva de vacas recién se inició con
general, y así mismo ayudará a saber al menos las la llegada de los Jesuitas, quienes instauraron un
necesidades de conocimientos y esfuerzos conjuntos sistema de haciendas como parte de sus reduccio-
que debemos aplicar responsablemente para po- nes. La ganadería implicó el cambio del consumo
der alcanzar un sistema de uso sostenible de tan masivo de la carne silvestre por carne vacuna como
importante recurso natural. Si bien se enfocará par- fuente primaria de proteínas. No obstante, siem-
ticularmente a la fauna silvestre, debido a la impor- pre se mantuvo un cierto gusto por la carne silvestre,
tancia del papel de los mamíferos en la vida coti- siempre casi apuntando a las mismas especies de ma-
diana de la sociedad, también se harán breves men- míferos como: chanchos, venados, y distintos grandes
ciones sobre los mamíferos exóticos o no origina- roedores (varias especies a detallar adelante).
rios de esta región.

169
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Un interesante detalle es la incorporación de la pa- Independientemente del alcance social que puedan
labra «mariscar» en la cultura paraguaya. Esto data de tener estos factores, solamente comprenden unos po-
la época de la colonia, cuando muchos de los españoles cos ejemplos del cómo históricamente el uso de fauna
que vinieron a colonizar, aún mantenían sus modos y silvestre (mayormente expresado en la caza y el consu-
costumbres alimenticias. Éstos, muy afectos a la «pae- mo de carne) tiene fuertes raíces históricas. Quizás la
lla mediterránea» y otros platos que llevaban mariscos influencia es tan fuerte que hasta varios nombres geo-
como componentes esenciales, se veían en una encruci- gráficos guardan relación con la fauna (y no exclusiva-
jada al estar tan lejos del mar. Sin embargo ellos man- mente con mamíferos). Ejemplos de ello tenemos a
daban a los indígenas y otros a buscar «mariscos» al río Guazu Cua, Ciervo Cua, Capi’ibary (Kapi’i yva= car-
(almejas, camarones y peces), actividad que era aprove- pincho o H. hydrochaeris). Algunos trabajos que nos pue-
chada tanto para pescar como para cazar. Con el tiempo den ayudar sobre referencias históricas podemos en-
el concepto de «mariscar» más bien se relacionó a las contrar en Azara (1998), Du Graty (1862) y González
partidas de cacería (comprendiendo caza de aves, repti- Torres (2002).
les y mamíferos).
Usos indígenas
Ya después de la colonia, otro factor importante en
el mantenimiento de la costumbre de consumo de car- Los indígenas corresponden a los grupos que por
nes silvestres, fue el gran empobrecimiento producido definición dependen casi totalmente del uso de la fauna
por la guerra de 1870. Después de esta cruel guerra, el silvestre. Como ya se había mencionado, existen algu-
país quedó reducido prácticamente a ruinas, por lo que nos aspectos muy similares, especialmente en las técni-
las únicas políticas implantadas para poder recuperar cas de cacerías utilizadas por las distintas etnias. Por
la economía fue la masiva venta de las tierras del esta- ejemplo, los indígenas «Cazadores – recolectores» (no
do. Con ello, grandes empresas transnacionales intere- cultivadores, o que cultivan sólo determinadas épocas
sadas en la extracción de yerba mate de los montes y de del año), suelen utilizar el sistema de «acecho y perse-
algunas especies de madera compraron prácticamente cución» de la presa. Sin embargo los indígenas cultiva-
la mayor parte del territorio nacional. El esquema de dores suelen emplear más los sistemas basados en tram-
trabajo de estas grandes empresas se basaba en un siste- pas. En el primer grupo tenemos a casi varias etnias del
ma de «contrato / adelanto / endeudamiento» en los Chaco y a los Aché como el grupo «cazador – recolec-
mismos almacenes de la empresa del cual los emplea- tor» por excelencia. En el segundo grupo tenemos prin-
dos nunca podían salirse. Entonces los «Mensú» (o «men- cipalmente a las etnias guaraníes. Existe mucha biblio-
sualeros») como se les conocía por el sistema de pago grafía antropológica que trata el tema del uso de fauna
mensual, se veían obligados a cazar para poder comer en general, como la excelente recopilación antropoló-
algo digno. De hecho, el trabajo de estos hacheros, o co- gica realizada por José Zanardini (2003), específicamente
sechadores de yerba, siempre se realizó en medios muy en la sección correspondiente a alimentación y cacería
propicios para la cacería como las profundas selvas de la (Bórmida y Califano 2003). Otra excelente referencia
región oriental o los quebrachales chaqueños. sobre las distintas culturas maqueñas, históricas y ac-
tuales se pueden encontrar en la gran obra de Métraux
Hoy en día al parecer el consumo masivo de pro- (1996). Aparte de estos trabajos, escogidos entre mu-
ductos comerciales parece haber reemplazado en su chos otros, también existe un único trabajo con enfoque
totalidad a la carne silvestre. Sin embargo, el gran pa- científico ecológico perteneciente a Hill y Padwe (2000),
radigma de la pobreza social versus la riqueza de cier- donde se enfoca con mucho criterio la sustentabilidad
tos grupos sociales también se refleja en el uso de la de la cacería Aché.
fauna. La gran pobreza reinante en esta época todavía
conduce y mantiene los sistemas de consumo proteico
Consumo y alimentación
basado en carnes silvestres. Esto especialmente en el
medio rural, y más especialmente en el grupo más po-
bre: los indígenas. Los grupos campesinos tampoco Los cazadores – recolectores generalmente presen-
tan un patrón de comportamiento bastante nómada, en
desprecian una buena oportunidad para cazar algún
la búsqueda de las regiones de mejor caza. Éstos mu-
animal silvestre. También en las ciudades llega a co-
chas veces son reconocidos por sus costumbres bastan-
mercializarse algún animal silvestre como venados o
tes silvícolas, como el caso de los Ayoreos y los Aché
carpinchos (Hydrochaeris hydrochaeris), e incluso en no-
(Fig. 1). Estos tienen una diversidad de creencias y cos-
tas periodísticas pasadas se llegó a denunciar incendios movisiones que influyen directamente en el uso de los
provocados en Ñu Guazú para la caza de «apere’a» (Ca- recursos. Generalmente, las culturas basadas en la caza
via aperea). En el otro extremo, los medios y tecnologías y recolección son mucho más primitivas que las que se
disponibles sumados al bajo control fiscal hace que los basan principalmente en sistemas agrícolas. A este res-
grupos más adinerados puedan organizar fácilmente pecto, los Aché se corresponde a un grupo que cultural-
supuestos «Safaris» bajo el lema «vamos al Chaco». mente aún se mantiene en la «edad de piedra», cuyas

170
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

tecnologías y artes se basan exclusivamente en la natu- que el hígado de cualquier animal descompone los
raleza. La mayoría de las tribus chaqueñas no son es- dientes. Los toba piensan que la carne del kure’i y del
trictamente «silvícolas» ya que muchas de ellas se dedi- cerdo doméstico (Sus scrofa) causan úlceras en la na-
can a la agricultura en determinadas épocas del año, riz. Los Ayoreos también tiene una gran aversión al
recogiendo frutos, granos y tubérculos silvestres para contacto con la sangre de cualquier animal por lo
su cultivo (de forma bastante primitiva). que, al menos los cazados para consumo, no usan
armas punzantes.
Los principales usos de estos grupos están orienta-
3. Necesidad de prestigio basado en creencias religio-
dos a las necesidades alimenticias. Las etnias chaque-
sas. Los Ayoreos por ejemplo poseen una escala de
ñas se dedican al acecho, persecución y caza de anima- demostración del «valor» del guerrero, base de su
les como: el tagua (Catagonus wagneri), el kure’i (Pecari estructura social, en el orden de «caza» siguiente:
tayacu), y el tañyka ti o «jabalí» (Tayassu pecari), y jurumi personas – jaguarete – vaca (a la que no distinguen de
(Myrmecophaga tridactyla), mborevi o tapir (Tapirus terres- entre los animales silvestres).
tris), y jaguarete (Panthera onca) ya sea para consumo o
para usos de sus partes. Los Ayoreos tienen fuertes creen- Sin embargo, cabe resaltar que, las mayores varia-
cias al respecto de lo que comen y por sobre todo al ciones que se dan entre tribus y entre mismos clanes o
contacto con la sangre de los animales, y por ésos moti- grupos familiares de una tribu se dan por una necesi-
vos los adultos guerreros solamente consumen carne dad estrictamente alimenticia. Por ello generalmente
de tañyka ti, jurumi y tatu carreta (Priodontes maximus) la selectividad de presas disminuye notablemente en
para el consumo, preferentemente cazados sólo con los grupos más pobres y miserables quienes ven en
mazos, y jaguarete, tirika (Oncifelis geoffroyi), mborevi, y
cualquier animal una oportunidad de alimentarse.
algunos monos para uso de sus cueros en prendas y
adornos, que pueden ser cazados con armas punzates,
de lejos, los animales más cazados y consumidos com- Por otra parte los Aché comprenden un grupo muy
prenden los chanchos y venados. Cabe acotar que cuan- bien documentado gracias a una larga experiencia de
do se habla en este capítulo de «chanchos» siempre se investigaciones realizadas en la Reserva del Bosque
hace referencia a las especies silvestres (principalmen- Mbaracayú, Canindeyú. En este sitio se demostró en
te kure’i y tañyka ti) y «venados» cuando se refiere a más de diez años de toma de datos que los Aché consu-
ambas especies de venados comunes: guasuvira (Maza- men mayormente (en orden de prioridad): tatu hu
ma gouazoupira) y guasu pyta (Mazama americana). Existen (Dasypus novemcinctus), akutipak (Agouti paca), ka’i (Cebus
otras preferencias, muchas veces determinadas también apella), mborevi, tañyka ti, koati (Nasua nasua), los venados
por la necesidad de «capturar más con menor esfuer- y el kure’i. Todas estas especies en conjunto representan
zo», para el caso de caza de tapires por ejemplo, que el 94,5% de toda la biomasa consumida en 16 años de
brinda una excelente provisión de carne por un buen
estudio, reflejando ciertas «preferencias alimenticias»
tiempo. Pocas tribus son poco selectivas al elegir sus
presas, como el caso de los Matacos quienes consumen (Tablas 1 y 2). Claro que esto no quiere decir que los
todo tipo de animal. Las mayores variaciones se basan Aché no coman otras especies pudiéndose encontrar en
en creencias y tabúes como las siguientes: su dieta hasta incluso el 24% de toda la mastofauna
conocida para la Reserva (24 especies).
1. La creencia de que uno adquiere el carác-
ter del animal que consume: por eso los
guerreros Abipones por ejemplo consu-
mían hasta los ínfimos restos del jaguare-
te, Los Mataco ancianos podían comer ar-
madillos (varias especies) pero los jóve-
nes no lo hacían por temor a volverse pe-
rezosos. Animales como la oveja (Ovis
aries), tortugas y gallinas siempre eran
despreciadas.

2. Mitos basados en relatos tradicionales y


creencias propias: los Mocovíes consumían
con avidez la médula ósea del venado, sin
embargo vedada a los jóvenes. Los Mataco
jamás consumían chanchos por temor al
dolor de muelas (el comportamiento usual
de los chanchos silvestre consiste en casta-
ñear sus colmillos). Muchas tribus creen Figura 1. Los Aché comprenden uno de los grupos sociales que viven en
dependencia directa de la cacería de animales. Foto. Archivo FMB.

171
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

Tabla 1. Vertebrados cosechados por los cazadores Aché (ordenados de mayor a menor biomasa) durante el
periodo 1980 a 1996 cuyo aporte fue superior al 0,4 % de la biomasa total. Extraído de la Tabla 5-2, Hill y Padwe
(2000) con modificaciones.

Especie Individuos cazados Peso medio Kg totales % del Tot. Cazado % Biomasa

Tatu hu 1.500 3,8 5.750 42,8 35,2


Akutipak 390 6,7 2.630 11,1 16,1
Ka’i 889 2,3 2.033 25,4 12,5
Mborevi 9 177 1.593 0,3 9,8
Tañyka ti 55 24,9 1.370 1,6 8,4
Koati 261 3,5 903 7,5 5,5
Venados 27 25,8 697 0,8 4,3
Kure’i 27 16,3 441 0,8 2,7
Tatu ai 24 5,4 130 0,7 0,8
Akuti sayju 26 2,7 70 0,7 0,4

Nota: Tatu ai= Cabassous tatouay; Akuti sayju= Dasyrocta azarae.

Las formas típicas de cacería de estos grupos cazado- patrón de consumo y preferencias. Difieren bas-
res recolectores se basan principalmente en la embos- tante en los sistemas de caza utilizados, dedicán-
cada, acecho o persecución del animal presa. Las armas dose más a la instalación de trampas que revisan
utilizadas para dar muerte comprenden mazos, lanzas con cierta periodicidad. Entre las trampas más fre-
y flechas de distinto tipos. Está comprobado que ante el cuentes se encuentran: (a) los «ñuha» o trampas de
acceso a nuevas tecnologías estas tribus se adaptan fá- lazo, con cordeles tensados para que al dispararse
cilmente utilizando, por ejemplo, restos de hierro aban- enlace a presas pequeñas; (b) los «mombe» o tram-
donados (especialmente los silvícolas del Chaco), he- pas de «caída» que consisten en la construcción de
rramientas de metal (hacha, palas) y las armas de fue-
supuestos «refugios» cebados donde los animales
go. También resultan frecuentes en el Chaco los siste-
al entrar disparan un mecanismo que derrumba el
mas de cacería colectiva, con grupos de cazadores que
refugio, cayendo sobre él una gran cantidad de
van rodeando a las presas estrechando el círculo hasta
troncos pesados que le dan muerte; (c) trampas jau-
dar muerte con mazos. Anteriormente estos sistemas
también se aplicaban con caballos, lo que daba una la, donde se construyen jaulas cónicas de ramas
mayor eficacia (Mbayáes). Otra técnica usual de cacería para pequeños animales (generalmente aves), o
en el Chaco comprenden las quemas provocadas para jaulas muy complejas con puertas movedizas que
ahuyentar a los animales hasta cierto punto, donde da- caen al entrar el animal y (d) trampas pozo, donde
ban captura con mazos, o para recoger los restos cha- se combinan con técnicas como el acorralamiento
muscados o consumirlos en el acto. para que el animal caiga en un pozo encubierto,
profundo y generalmente con agua, donde se le da
Las etnias más avanzadas y que desarrollan siste- muerte al animal. Estas trampas son muy frecuen-
mas agrícolas basados en la «roza» tienen casi el mismo tes en las etnias guaraníes y varias etnias chaqueñas.

Tabla 2. Cosecha de vertebrados, por intervalos de tiempo, que contribuyeron en más del 1% de toda la
biomasa cosechada por los cazadores Aché desde 1980 a 1996. Extraído de la Tabla 5-3, Hill y Padwe (2000) con
modificaciones.
% de toda la biomasa de vertebrados cosechados

Especie 1980 1981-85 1994-95 1995-96 Total


Tatu hu 13,5 23,9 43,1 43,9 35,2
Akutipak 10,8 13,0 18,2 18,3 16,1
Ka’i 20,7 20,6 9,5 6,4 12,5
Mborevi 0,0 0,0 12,3 18,1 9,8
Tañyka ti 22,8 15,6 3,9 2,0 8,4
Koati 15,1 6,5 4,3 2,1 5,5
Venados 10,6 8,1 1,8 1,6 4,3
Kure’i 2,2 5,6 2,3 1,3 2,7
%Totales= 95,9 93,2 95,4 93,8 94,5

172
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

La preparación de los alimentos también adquiere y tiras de cuero para sujetar otros ornamentos (como
muchas formas, pero usualmente el modo más típico y plumas, latones, cuentas de vidrio, etc.). Los Aché son
sencillo es el de arrojar al animal en su totalidad direc- muy afectos al uso de collares hechos con dientes de las
tamente sobre el fuego para que elimine todos los pa- diversas especies que cazan, entre ellas aguara’i, ka’i (Ce-
rásitos externos y el pelo, para luego consumirlo en su bus apella) y los chanchos propios de su región.
totalidad. Otras formas más avanzadas comprenden
cocción en las brasas, cocción en hornos de tierra y car- Usos ceremoniales
nes secadas y ahumadas. Muchas tribus, especialmente
las chaqueñas utilizan condimentos como la sal de sali- Otros usos que dan los Ayoreos, y en este caso la
trales, cenizas de ciertas raíces y las pimientas silves- mayoría de las etnias chaqueñas, se basan en sus prácti-
tres o «ky’yi» (Para conocer sobre algunas de las espe- cas ceremoniales. Un caso notable consiste en el paso
cies botánicas de estas sabanas de saladares, se recomien- de la niñez a la adultez, para lo cual el joven debe cazar
da ver el Capítulo La Diversidad vegetal en el Paraguay). un jaguarete con sus propias manos, con la ayuda del
grupo de amigos. Las vestimentas ceremoniales tam-
Vestimentas y prendas bién tienen un fuerte componente de fauna mamífera,
como por ejemplo los gorros hechos de cuero de gatos
También en muchas tribus del Chaco se utilizan di- manchados o tirika (Oncifelis geoffroyi).
versas partes del animal para prendas de vestir, ador-
nos o herramientas. Por ejemplo se pueden generar La música indígena tiene un fuerte uso en ceremo-
herramientas de uso diario con ciertas partes del ani- nias religiosas y de chamanismo en general. Algunos
mal, como la utilización de partes duras para puntas de instrumentos musicales son mucho menos frecuentes y
flecha o lanzas (huesos). Por ejemplo los Abipones utili- generalmente están basados en copias o influencias re-
zaban un hueso particular de la garra del aguara’i (Cer- cibidas de las tribus andinas, excepto por las matracas,
docyon thous) a modo de «punta frágil» que se insertaba cascabeles y el arco musical. Los instrumentos general-
en el rival y le causaba fuertes infecciones. Las lanzas mente se basan en material vegetal, pero los de origen
también usualmente tenían la punta hecha de hueso o animal comprenden: (a) las matracas hechas de pezu-
de asta de guasuvira, e incluso sus jabalinas o arpones ñas de venados y cabras que se fijan a largos palos que
muchas veces tenían estas puntas «separables» atadas al ejecutan las mujeres (Mataco, Lengua, Ashluslay, Toba,
mango con una fuerte cuerda (Mocovíes, Matacos, Pa- Pilagá). Este mismo principio se usa para las pulseras de
yaguáes). Ciertas tribus (Abipones) usan ciertas ar- tobillo y matracas en los cintos. Estas pezuñas también
maduras o petos hechos de cueros duros de chan- se usan a modo de sonajeros para los bebés de uso muy
chos o de tapir, e incluso de jaguarete con las man- extendido; (b) El «clarinete» nativo, es un instrumento
chas hacia el oponente. Otras «armas», «juguetes» o precolombino (Abipón) que se fabrica con una boquilla
implementos de caza posibles son: boleadoras hechas de junco con una lengüeta que se inserta actualmente
de piedras envueltas en cuero (Lenguas), «puños de hie- en el cuerno de una vaca, y anteriormente en la cola de
rro» que consistían en bandas de cuero para las manos un armadillo o en una calabaza; (c) Pitos hechos con
en el caso de las peleas entre mujeres y garras para el pequeños cráneos de roedores al que se le obturan to-
boxeo masculino (Payaguáes). das las aberturas menos el «foramen mágnum»; (d) arcos
musicales, hechos con dos arcos de madera cuya cuerda
Los cueros también son muy utilizados para la fa- está hecha de cerdas de caballo que se friccionan a modo
bricación de prendas de vestir que tienen la función de de violín, el débil sonido sólo es escuchado por el ejecu-
ornamentos o de protección como: anchos cintos para tante ya que sostiene uno de los arcos entre sus dientes.
cubrir y proteger el estómago (Toba, Ashluslay), y cha-
quetas de piel de jaguarete para ornamento (Toba, Mba- Una ceremonia muy particular comprende la «no-
yá). En épocas de frío se cubrían con mantas de piel para minación» entre los Aché. La forma de asignar nom-
protegerse (actualmente reemplazadas por el algodón bres entre los Aché se basa en la opción de consumo de
y la lana de oveja) hechas con varias partes de: kyja (Myo- un animal cazado (que también pueden ser aves o rep-
castor coypus), lobope (Lontra longicaudis), guasuvira, gua- tiles) que realiza la mujer ya en su etapa de embarazo
supyta, aguara’i y aguara cha’i (Pseudalopex gymnocercus), (Hill y Hurtado 1996). Así todos los nombres propios
a modo de utilizarlas con la parte peluda hacia el cuer- Aché guardan una estrecha relación con la fauna.
po. Las polleras también eran hechas con piel de vena-
do y actualmente de cabras (Capra hircus). Aunque ra- Animales domésticos y «mascotas»
ros, los calzados mocasines hechos de cueros resisten-
tes eran utilizados para cruzar el suelo caliente o terre- La principal mascota indígena se corresponde al
nos espinosos (Toba, Lengua y Maka). Otras prendas me- animal doméstico por excelencia: el perro (Canis familia-
nores de origen animal se usaban para ornamentos como ris) al que generalmente le tienen a maltraer, porque
aros (usualmente de fragmentos de cuernos), pulseras son mal alimentados, pero para ellos sería una grave

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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.

ofensa que alguien intente matarlos. Los Pilagá y Mata- que suelen utilizarse además como juguetes. Las etnias
cos utilizaban al perro como animal de caza. Los Abipo- locales presentan una gran aptitud para estas manuali-
nes y Mabyáes apreciaban más a sus perros que a miem- dades logrando capturar la esencia de las especies en
bros de otras tribus. sus imágenes, e incluso algunas (como los Aché) decoran la
figura con pirograbados rústicos de representaciones de
Los animales de ganado preferentemente se ba- su gente en salidas de caza por la selva (Fig. 2).
san en caballos, ovejas (Ovis aries) y cabras. Los
caballos fueron históricamente importantes para Usos campesinos
el desarrollo de sociedades ecuestres como los «Abi-
pón» y los «Mbaya». Actualmente no es muy fre-
cuente que los indígenas se dediquen al manteni- Los usos campesinos, si bien muchas veces se tratan
miento de ganado. de comunidades muy pobres que incluso co-existen
con comunidades indígenas vecinas, difieren bas-
También existe la costumbre de mantener a ciertas tante en el patrón general de uso ya que se basan
crías de animales silvestres capturados vivos, como chan- más simplemente en sus preferencias alimenticias
chos, monos, tapires, venados, y otros. Incluso en va- e incluso como parte de un «pasatiempo». Aunque
rias etnias se le proporciona un cuidado maternal a es- los animales mayormente consumidos también co-
tas «mascotas» dándole leche materna. rresponden a los chanchos, venados y armadillos,
las únicas bases que orientan este consumo se ba-
Otros usos san en el «gusto» (gourmet) y en la disponibilidad
del alimento. De hecho, son estas especies de ma-
Existen usos que precisamente no tiene al animal míferos las que son relativamente abundantes en
como sujeto, sino más bien como una referencia simbó- casi todo el territorio del país. Claro que siempre
lica o valor espiritual. Bajo este aspecto particular la existen excepciones a la regla, y constantemente
representación de animales en figuras de distintas ma- los relatos de los cazadores campesinos refieren a la
deras (representaciones zoomórficas) es un valor muy presa referida, ya sea por el gusto, por su dificultad de
frecuente en la cultura nativa. Si bien no son exclusivas caza o por simple preferencia.
de los mamíferos, éstos sí comprenden un importante
grupo de sus representaciones con especies como: chan- Las comunidades campesinas generalmente man-
chos, monos, koati, jurumi, kaguare (Tamandua tetradac- tienen sus tradiciones «mariscadoras», y por ello son
tyla), gatos silvestres, mborevi y armadillos por citar los fieles depositarios de conocimientos empíricos sobre la
mamíferos más frecuentes ya que también se represen- fauna. Esto se refleja de varias maneras ya sea por el
tan aves, peces y reptiles. conocimiento de: sus huellas, sus costumbres alimenti-
cias, sus comportamientos y hasta ciertas necesidades
Si bien, ancestralmente esta actividad no compren- fisiológicas como el consumo de sal por los ungulados
día una tradición cultural, fue gradualmente introduci- (i.e. animales con pezuñas) que los hace excelentes ras-
da por agencias y antropólogos que trabajan a favor de treadores. Claro que estos conocimientos son difícil-
estas etnias. De hecho, el fin principal de este uso «mo- mente equiparables a los indígenas, aunque muchas
ral» o «abstracto representativo» es el comercio, aun- veces se pueden encontrar campesinos con igual o in-
cluso más aptitud o, contrariamente, también indíge-
nas que no conocen casi nada de fauna por su alto grado
de transculturización.

Los usos campesinos básicamente apuntan a la sa-


tisfacción de necesidades alimenticias, elaboración
de artesanías, recreación y para usos medicinales.
Como para volver a generalizar podemos resumir
estas áreas en: consumo de carnes silvestres, uso de
cueros y partes y obtención de medicinas. Sin em-
bargo existen muy pocos estudios relacionados al
uso de la fauna realizada por los campesinos y comuni-
dades paraguayas rurales.

Figura 2. Representación zoomórfica Aché de Arroyo Bandera


en madera de cedro. Nótese los pirograbados de escenas selváticas
en el cuerpo del «mborevi» y el notable acabado.

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