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DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Tabla 16.
Tabla 17.
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
El uso sostenible de las especies vegetales de un ordenamiento territorial que sirva para precau-
telar superficies mínimas de los hábitats naturales de
El uso sostenible de una especie puede definirse como las especies y las conexiones entre sí, denominados «co-
la forma de uso mediante el cual la misma y por lo rredores ecológicos»; las delimitaciones y rigidez en el
tanto las poblaciones, se mantienen en el tiempo; el uso manejo de las áreas denominadas de «amortiguamien-
sostenible depende de las características intrínsecas de to», que son las que protegen a las áreas núcleo o prote-
la especie, como por ejemplo, su forma de reproduc- gidas propiamente dichas, constituye un punto vulne-
ción y constituye un proceso que se inicia con el rable para las especies de la vida silvestre, en general.
conocimiento de la misma, su biología, ecología y
posterior cuantificación de las poblaciones en el Dos especies de uso sostenible en su medio natural
medio en el cual se desarrolla. Muchas especies A continuación se dan a conocer dos especies, una
requieren de medios de reproducción artificiales, acuática y otra terrestre, muy utilizadas directamente
(cultivos), para llegar a la sostenibilidad; en otros ca- desde su medio, en el Paraguay:
sos, las características del vegetal la hacen proclives a
un uso sostenible en forma natural. Schoenoplectus californicus, «pirí», Cyperaceae
El «pirí» es una planta acuática que habita en las
Los órganos de reproducción vegetativos como los costas de las aguas estancadas como estanques, lagunas
estolones o los rizomas, constituyen características esen- y lagos poco profundos. Se caracteriza por ser comple-
ciales para que una especie pueda ser utilizada en for- tamente áfila y con grandes rizomas, lo que hace que se
ma sostenible desde su medio natural, sin la necesidad reproducen en forma vegetativa muy rápidamente, in-
de cultivos artificiales; estas formas de reproducción vadiendo grandes espacios.
vegetativa son muy comunes en las especies acuáticas,
muchas de las cuales, por la misma razón, no producen Al llegar a 1 m de altura o más, se cortan las partes
flores, (órganos reproductores de la planta); cuando el aéreas de la planta, (conocida como tallo) y se deja el
órgano utilizado es aéreo, como el caso de las hojas, rizoma enterrado en el lodo del fondo, el que, al poco
una planificación acertada puede hacer de la especie tiempo, hace emerger nuevamente la parte aérea; este
muy sostenible en el tiempo, en su medio natural. Otras proceso de corta permite regenerar a la planta infinitas
razones pueden hacer de las especies vegetales muy veces, en forma sostenible.
sostenibles en su medio o no.
Los «pirizeros» o personas que cosechan el «pirí»,
La pérdida, fragmentación y consecuente aislamien- «parcelan» a las poblaciones en forma completamente
to de los diferentes hábitats, constituye una de las prin- empírica, y van cosechando los «tallos». Una vez en
cipales amenazas a las especies vegetales y la vida sil- tierra, los dejan secar completamente y luego los lle-
vestre en general, en el caso de las especies terrestres; van a la venta.
en el caso de las acuáticas, muy probablemente sea la
contaminación de las aguas lóticas y el drenaje de los Sus usos se diversifican cada vez más; como esteras,
esteros. Todo ello viene como consecuencia de la falta cortinas, alfombras, etc.
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El aumento poblacional que conlleva al mismo tiem- • De Stefano, R., Mereles, F. & L. Martínez 2001.
po el aumento de las tierras labradas y las ocupaciones Droseraceae. IN: Spichiger, R. & L. Ramella (eds.),
a gran escala, (urbanizaciones), ha sido la mayor causa Flora del Paraguay 35. Conserv. Jard. Bot. Geneve &
de la pérdida de la biodiversidad, en el mundo. En un Missouri Bot. Gard. 15 pp.
intento por resguardar los recursos vivientes, entre
ellos, la flora, el hombre también ha venido haciendo • Font Quer, P. (1985). Diccionario de Botánica. Ed.
un esfuerzo por lograr ese objetivo; uno de ellos es el Labor S. A. Barcelona, España.
de las creaciones de las Areas de Reservas, de diferentes
categorías, que, de alguna manera proponen la conser- • Gatti, C. 1985. Enciclopedia Guaraní-Castellano de
vación y protección de las especies que se encuentran al Ciencias Naturales y Conocimientos Paraguayos.
interior de las mismas. En el Paraguay se conocen los 330 pp. Arte Nuevo Editores, Asunción.
denominados: Parques Nacionales, las Reservas de Re-
cursos Manejados, los Monumentos Naturales, las Re- • González Torres, D. 1992. Catálogo de Plantas Me-
servas Privadas, etc., que, de alguna manera, han dado dicinales (y alimenticias útiles) utilizadas en Para-
resultados positivos en la protección de la biodiversi- guay. Asunción, Paraguay.
dad local.
• Holdridge, L. 1967. Ecología basada en zonas de
Otro de los esfuerzos constituyen las reuniones cum- vida. Instituto Interamericano de Ciencias Agríco-
bres de los gobiernos y de la sociedad civil, denomina- las (IICA). San José, 216 pp.
das «Cumbre de la Tierra», las que han hecho realidad
algunas Convenciones Internacionales tendientes a la • Horn, C. N. 1987. Pontederiaceae. IN: Spichiger, R.,
protección del Patrimonio Natural, como lo son El Con- Flora del Paraguay. Conserv. Jard. Bot. Geneve &
venio de la Diversidad Biológica o Convención de Bio- Missouri Bot. Gard. 28 pp.
diversidad, (CBD), la Convención del Tráfico Interna-
cional de Especies Silvestres, (CITES), más antigua que • Marín, G., Jiménez, B., Pena-Chocarro, M. & S. Kna-
la anterior y la Convención sobre el Cambio Climáti- pp 1998. Plantas comunes del Mbaracayú. Una guía
co. Esta última pareciera que no tiene repercusión di- de las Plantas de la reserva Natural del Bosque Mba-
recta sobre los recursos naturales; sin embargo, como racayú, Paraguay. The Natural History Museum,
se mencionó antes, el clima es el gran regulador de los London, Darwin Initiative & Fundación Moisés Ber-
grandes biomas del planeta y es muy importante cono- toni para la Conservación de la Naturaleza, 172 pp.
cer su evolución, dado que la destrucción de los biomas
y posterior desaparición de las especies que la compo- • Marín, G., Jiménez, B., Pena-Chocarro, M. & S. Kna-
nen, no solo es una cuestión antrópica sino se deben pp 2000. Plantas Medicinales de la Comunidad Indí-
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Una aproximación a sus realidades.
• Mereles, F. & R. Degen 1993. Menyanthaceae. IN: • Navarro, G. & M. Maldonado 2002. Geografía Ecoló-
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• Mereles, F. & R. Degen 1993. Haloragaceae. IN: Spi-
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ffe, BGR, Alemania. 69 pp. • Spichiger, R., Ramella, L., Palese, R. & F. Mereles
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• Mereles, F. 1998. Etude de la flore et de la végétation de las formaciones vegetales del Chaco paraguayo.
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IN: Salas, D., Mereles, F. & A. Yanosky (eds.), Hume- Jard. Bot. Geneve & Missouri Bot. Gard. 15 pp.
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ción Moisés Bertoni, Comité Nacional de Humeda- • Tur, N. M. 1999. Podostemaceae. IN: Spichiger, & L.
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Vida Silvestre de los Estados Unidos de América. Bot. Geneve & Missouri Bot. Gard. 35 pp.
67-88 pp.
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Una aproximación a sus realidades.
Resumen
En este capítulo se presenta un análisis del estado del conocimiento de la diversidad de fauna paraguaya,
con énfasis en los grupos anfibios, reptiles, aves y mamíferos. La diversidad de anfibios y reptiles de Para-
guay es poco conocida. Si bien existe un buen conocimiento de la riqueza, con un número aproximado de 77
y 157 especies respectivamente, la información en cuanto a su distribución es escasa y menos conocimiento
existe aún sobre las interacciones ecológicas. El grupo de los reptiles es mucho más diverso, tanto en formas
como grupos taxonómicos. Paraguay no cuenta con un gran número de endemismos debido a su ubicación
ecorregional, existiendo al menos unas cinco especies que podrían ser consideradas restringidas al país. El
Cerrado y el Bosque Atlántico son las ecorregiones con mayor número de endemismos. Las aves, constituyen
uno de los grupos mejor estudiados y son consideradas buenos indicadores de la calidad del hábitat. La mayor
parte de los trabajos realizados en Paraguay se han enfocado en relevamientos rápidos e inventarios, con el
fin de generar información útil para la identificación de sitios prioritarios para la conservación de la biodi-
versidad en general. Existe un consenso en cuanto a la riqueza de aves de Paraguay. El número de especies
asciende a 708 y es actualizado permanentemente en base a los nuevos registros y descubrimientos. Paraguay
no posee ninguna especie endémica, sin embargo, existen endemismos a nivel de las ecorregiones, siendo el
Bosque Atlántico, la región con mayor número de especies endémicas. Paraguay ocupa el lugar número 26
dentro de los 50 países con mayor número de especies globalmente amenazadas, con 27 especies. A nivel
nacional, esta cifra asciende a 163. Una especie, Mergus octosetaceus (pato serrucho) se considera probable-
mente extinta en Paraguay y en cuanto a las especies exóticas, pueden contabilizarse unas cinco especies. Con
respecto a la mastofauna no existe un consenso en cuanto a la riqueza de especies, variando entre 156 y 167
especies, según el autor. La mayoría de las especies tienen una distribución amplia en el país, existiendo un
bajo porcentaje de especies restringidas a una determinada ecorregión. Sin embargo, a diferencia de las aves,
Paraguay posee dos especies endémicas al país. Con respecto al estado de conservación de la mastofauan
paraguaya, 36 especies se encuentran con problemas de conservación a nivel local y 19 a nivel global. Los
análisis realizados a nivel global han demostrado que las principales amenazas para la conservación de la
biodiversidad son la destrucción del hábitat, la sobre-explotación de especies y la invasión de especies
exóticas. A pesar del esfuerzo realizado, tanto por investigadores nacionales y extranjeros, la biodiversidad
de Paraguay es aún poco conocida.
Palabras claves: Anfibios, reptiles, mamíferos, aves, peces, biodiversidad, fauna de Paraguay, especies amenaza-
das, especies endémicas, especies exóticas, conservación, riqueza específica, distribución, amenazas.
Introducción general
A pesar del esfuerzo realizado por investigadores (1984); Baker y Vaucher (1985), Petter (1984) y otros.
nacionales y extranjeros, la biodiversidad de Paraguay, Desde 1981, el Museo Nacional de Historia Natural del
es aún poco conocida. Paraguay, se encuentra elaborando una lista de los in-
vertebrados del Paraguay disponibles en su colección.
Desde 1830 se han realizado investigaciones sobre (Enaprena 1995).
invertebrados de manera esporádica en la región sud-
americana, incluyendo el Paraguay. Uno de los valio- Los primeros trabajos sobre ictiofauna o fauna de
sos aportes al conocimiento de este grupo, fue el reali- peces del Paraguay se remontan a fines del siglo XIX.
zado por investigadores suizos, quienes desde la déca- Una de las primeras descripciones sobre peces del Para-
da de 1980 han publicado numerosos trabajos sobre es- guay fue realizada por Eigenmann y Kennedy (1903).
pecies paraguayas. Entre ellos se pueden citar a Bahert
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Una aproximación a sus realidades.
La herpetofauna paraguaya, empezó a hacerse co- Para el grupo Aves, la bibliografía más reciente cita
nocida con anterioridad. Una de las primeras especies 708 especies. (Guyra Paraguay 2005; Del Castillo y Smi-
descritas del país, fue la conocida víbora de la cruz (Bo- th 2006, inéd).
trhops alternatus) o yarara aká kuruzu, por los doctores
Duméril, Bibron & Duméril (1854). Sin embargo, en De acuerdo a la información publicada más recien-
1862 Edward Drinker Cope dio a conocer la primera te, la riqueza taxonómica de mamíferos varía según la
lista de anfibios y reptiles del Paraguay, la que fuera fuente consultada: 163 especies (Gamarra de Fox y Mar-
tomada como base para futuros trabajos. En este traba- tin 1996), 167 especies (Neris et al. 2002), y 156 especies
jo, E. D. Cope describió una gran cantidad de anfibios y (Myers et al. 2002). En SEAM 2006, se citan una cifra
reptiles hasta el momento desconocidos. variable entre 163 a 175. (SEAM 2006).
Las primeras investigaciones sobre vertebrados, se Si bien el inventario de especies se inició hace más
iniciaron hacia 1780, con los viajes realizados por el de 250 años, en la actualidad, no existe un catálogo uni-
naturalista español Félix de Azara al Río Paraguay y a ficado de especies. Los ejemplares colectados durante
la cuenca del Río de la Plata. Como resultado de estos los trabajos de inventarios se encuentran dispersos en
viajes, el naturalista publicó varios trabajos sobre las museos e instituciones. Se estima que existen unos
aves y mamíferos del Paraguay. 350.000 especimenes de flora y fauna de flora y fauna,
principalmente depositados en museos e instituciones
Digno es de mencionar también, el valioso aporte extranjeras.
realizado por Moisés S. Bertoni y Arnaldo Winkelried
Bertoni, quienes contribuyeron al conocimiento sobre En Paraguay, las colecciones de especimenes, se en-
taxonomía y distribución de la avifauna paraguaya. cuentran depositadas en varios museos: el Museo Na-
cional de Historia Natural del Paraguay (MNHNP), en
Con respecto a la riqueza de especies, se estima que el museo Schade de la Facultad de Ciencias Agrarias
existe en Paraguay, unos 1.600 géneros de invertebra- (UNA), el Instituto Agronómico Nacional (IAN), en el
dos (ENAPRENA 1995) incluyendo unas 100.000 espe- Museo de Historia Natural del Jardín Botánico y Zooló-
cies (SEAM 2006) . Con respecto a los peces, el libro de gico de Asunción, en las entidades Binacionales de Itai-
colecciones del MNHNPy cita 189 especies de peces pú y Yacyretá y en el Depto. de Biología de la Facultad
(Mandelburguer, 1996), otros creen que contiene 450 de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN).
especies (Lowe-McConnel, 1975), pero se carecen de
publicaciones actuales y completas sobre el total de es- Las colecciones más importantes de fauna y flora en
pecies para el país. Trabajos recientes, como el de Tole- el exterior se encuentran en el Museo Argentino de Cien-
do-Piza et al. (2001), citan 173 especies para la cuenca cias Naturales y en el Museo de la Plata, Argentina,
alta del Río Paraguay, incluyendo al Río Apa y Riacho Museo de Historia Natural de Londres, Museo de His-
La Paz. El Fishbase Proyect publica en la internet 235 toria Natural de Ginebra, Museo de Historia Natural
especies para el país («Fishbase 2003» de Michigan, Museo de la Universidad de Texas-Tech,
www.fishbase.org) y la considera incompleta (Vera, entre otros.
2004). La SEAM reconoce de 230-250 especies (SEAM
2006). Los mamíferos y aves son los taxones que han sido
más estudiados hasta la actualidad por lo cual estos
La diversidad específica de anfibios varía de 63 a 75 grupos se desarrollarán en el presente capítulo, adicio-
y la de reptiles de 132 a 150 (SEAM 2006) aunque este nándose también los reptiles y anfibios.
número varía constantemente con el descubrimiento
de nuevas especies.
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Una aproximación a sus realidades.
Introducción
Como se mencionó en el Capítulo inicial, la Biodi- Estas regiones naturales, que no responden a deli-
versidad no solo incluye el número de especies de un mitaciones políticas, pueden resultar más similares en
determinado lugar, sino que más bien es la variedad y su fisonomía cuanto más emparentados estén evoluti-
variabilidad de formas, a nivel genético, específico y vamente. La similitud no necesariamente debe ser si-
ecosistémico, y los procesos e interacciones entre los nónimo de cercanía o proximidad, ya que existe el caso
mismos. Las especies de un determinado lugar, tan solo del Amazonas, que comparte una historia biótica con el
son llamados flora en el caso de las plantas; y fauna en Bosque Atlántico presente en nuestro país. Se pueden
el de los animales. La fauna de anfibios y reptiles (her- encontrar gran cantidad de lagartijas y serpientes que
petozoos) de un área determinada, se denomina herpe- comparten caracteres similares, producto de una vica-
tofauna. Por todo esto, la biodiversidad de anfibios y rianza no muy lejana (Pleistocénica). Por otro lado, el
reptiles del Paraguay, comprende la variedad y varia- Dominio Chaqueño (compartido por Argentina, Boli-
bilidad genética de las especies de herpetozoos de los via y Paraguay) está ligado históricamente a la Caatin-
ecosistemas encontrados en Paraguay. ga brasilera; los cuales están separados por la basta ex-
tensión que ocupa el Cerrado. Uno de los casos más
En Capítulos presedentes se refieren las regiones destacables en este respecto, es la presencia de el gekó-
naturales con las que cuenta la superficie del territorio nido Lygodactylus wetzeli en la zona más seca del Chaco
paraguayo. Adentro de estas regiones biogeográficas, paraguayo (Norman, 1994; Aquino et al., 1996) (muy
se encuentran los ecosistemas; dentro de los cuales se abundante en la zona del Parque Nacional Defensores
hallan los hábitats. Los animales que ocupan un ecosis- del Chaco); mientras que su pariente L. klugei, se distri-
tema dado, no se distribuyen homogéneamente dentro buye en la Caatinga brasilera (Vanzolini, 1974; Vanzo-
del mismo, ya que la mayoría de las especies habitan lini et al., 1980). Ambos entornos comparten caracterís-
determinados hábitats. ticas xerófilas y probablemente también una historia
evolutiva (Prado, 2000).
Cada Ecorregión tiene características particulares que
las distinguen entre sí. Tales características están deter- Por todo lo expresado anteriormente, y como bien
minadas por factores como la precipitación pluviomé- lo formularon Brown y Lomolino (1998) «el tiempo y
trica, temperatura, relieve del terreno, distribución y el espacio son factores clave al momento de evaluar la
disponibilidad hídrica, presión ambiental, corrientes diversidad biológica». Sin embargo, en Paraguay se
eólicas y una multitud más de agentes físicos ambienta- carece por completo de registros fósiles que nos «ha-
les; que en su mayoría están regidos por el movimiento blen» de las características de la herpetofauna en el pa-
tectónico de los continentes. Por lo tanto, cada Ecorre- sado (Báez Presser et al., 2004). De hecho en toda Suda-
gión tiene una representación biótica particular, pro- mérica son escasos los hallazgos paleontológicos de
ducto de su historia evolutiva. reptiles (mucho más de anfibios) por lo que no se tiene
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un mínima certeza, en ninguna parte del continente, de punto de vista de la conservación de anfibios y rep-
cómo se comportaba la herpetofauna con su entorno tiles, es sumamente importante, ya que en él se
(Estes y Báez, 1985; Albino, 1994; Albino, 1995). localizan varias especies endémicas; principalmente
lagartijas de la familia Gymnophthalmidae. También
Los eventos evolutivos revisten una impor- se pueden encontrar anfibios y reptiles endémicos del
tancia extrema, ya que «modelan» las formas de Chaco seco en el Parque Nacional Defensores del Cha-
vida de la tierra, modelando el ambiente en el co, los cuales presentan adaptaciones fisiológicas al
que estas se desarrollan. Estos eventos de «mo- ambiente seco.
delado» de la vida, comienzan con la aparición
del primer ser biótico, hace aproximadamente Por ejemplo, el caso más conocido, es de Phyllo-
4.000 a 3.500 millones de años (Angela y Angela, medusa sauvagii referida vulgarmente con el nom-
1999; Crisci et al., 2000). bre de «monito» o «ju’í pakova». Esta rana arboríco-
la produce una secreción cutánea de naturaleza vis-
Esta es una de las razones por las cuales es im- cosa compuesta de ceras y grasas, la cual esparce
portante la conservación de la Biodiversidad. La por todo su cuerpo, frotándola con la ayuda de sus
Biodiversidad que conocemos en la actualidad, es miembros anteriores y posteriores (Blaylock et al.,
el resultado de millones de años de evolución len- 1976). Esto evita la deshidratación. Otra forma de
ta y constante. Al perjudicar o dañar el ambiente o evitar la deshidratación en este ambiente es la eli-
algún hábitat en particular, estamos truncando las minación de deshechos nitrogenados en la orina,
ramas actuales del complejo árbol evolutivo de la en forma de ácido úrico lo cual requiere poca can-
vida. La recuperación de la Biodiversidad en un tidad de agua (Norman, 1994).
sitio en donde esta haya sido alterada, puede durar
millones de años; y debido a que el azar juega un Este fenómeno se ve en otros anfibios simpátri-
rol fundamental en el equilibrio ecológico, es pro- cos; mientras que la mayoría de anfibios de am-
bable que nunca vuelva a su estado original. bientes húmedos produce urea como forma de ex-
creción de los residuos nitrogenados. Por último,
Para conservar la Diversidad Biológica se han cabe destacar la adaptación de los anfibios de la
planteado muchas estrategias. Algunas de ellas subfamilia Ceratophryidae. Estos animales, cono-
apuntan a preservar el hábitat de una especie que cidos con el nombre de «escuerzos» o «Kururú Chi-
esté en peligro de extinción, otras a proteger a es- ní», se adaptan a prolongados períodos de sequía
pecies cuyo ámbito de hogar abarca el hábitat en el enterrándose en el fango y valiéndose de un capu-
que se desarrollan otras especies; o incluso la pro- llo formado por secreciones glandulares de origen
tección a nivel del paisaje. Esto último es lo más dérmico, que evita la evaporación del agua de su
frecuente en Paraguay, y consiste en la protección cuerpo (McClanahan et al., 1976).
y conservación de muestras representativas de eco-
sistemas; protegiendo así a las especies que habi- Durante este período, la tasa metabólica del an-
tan en ese ambiente. fibio decrece considerablemente, por lo cual el con-
sumo de oxígeno es menor (McClanahan et al., 1983).
Por ejemplo, el Parque Nacional Cerro Corá, Al emerger del capullo, tras el comienzo de las llu-
protege 12.037 has. del Cerrado, ubicado en el De- vias, el escuerzo utiliza el capullo como alimento
partamento de Amambay. Este ecosistema desde el (Cei, 1979; Norman, 1994). En el caso de los repti-
les, las adaptaciones son menores, ya que la gruesa
cubierta dérmica formada por escamas; es un im-
portante protector contra el calor y la deshidrata-
ción. De todos modos, algunas lagartijas y serpien-
tes, buscan refugios húmedos y frescos para pasar
las temporadas de sequía (Talbot, 1978; Norman,
1994). Durante estos períodos, el nivel de mortali-
dad de anfibios y reptiles asociados fuertemente al
agua, es alto.
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Diversidad Específica
Fig. 3. Lepidobatrachus sp. En Paraguay existen tres especies, Este es un elemento clave en lo concerniente a di-
y es muy difícil diferenciarlas a simple vista. Está totalmente
versidad biológica, ya que es lo más ampliamente uti-
adaptado a los ambientes xerófilos del Chaco paraguayo.
Autor: Frederick Bauer. lizado para «medir» la Biodiversidad de un determina-
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Una aproximación a sus realidades.
do lugar, así como también para conocer el estado de anuros: Bufonidae (2 géneros y 10 especies), Hylidae (7
conservación, las afinidades biogeográficas y las rela- géneros y 28 especies), Microhylidae (3 géneros y cua-
ciones bióticas de un determinado ecosistema o área. tro especies) y Leptodactylidae (11 géneros y 33 espe-
También es usada para proponer planes de manejo y cies). Por otro lado, las familias de Cecilias o Gimnofio-
acciones de conservación. nes (Anfibios ápodos) de Paraguay, poseen una sola
especie cada una.
El conocimiento de la herpetofauna paraguaya em-
pezó a difundirse por medio de trabajos de naturalistas Dentro de la Familia Bufonidae, se encuentra el gé-
europeos o norteamericanos. Si bien las primeras alu- nero Chaunus, que contiene siete de las 10 especies de la
siones a especies de nuestro país comenzaron a media- Familia. Este género posee su representante más típico
dos del Siglo XVIII y primera mitad del Siglo XIX, fue que es el C. schneideri, conocido como Sapo común o
en 1862 cuando se realizó la primera divulgación cien- Kururú. Este último nombre tomado del guaraní, le fue
tífica que trataba exclusivamente sobre la herpetofauna aplicado regionalmente, y es por eso que en muchas
del Paraguay. Este fue el trabajo de Cope (1862) quién Provincias argentinas, se lo conoce también con ese
registró 15 especies de anfibios y 45 especies de repti- nombre; y en inglés se ganó el apelativo de Kururu
les. Desde entonces se han efectuado otras contribucio- toad. Este animal se distribuye en casi todo el Paraguay,
nes al conocimiento de nuestra herpetofauna; y se in- y es muy común a lo largo de su distribución. El otro
crementó considerablemente el número de especies co- género de esta Familia, está constituido por pequeños
nocidas en Paraguay. sapitos negros llamados Toky tosyry que pertenecen al
género Melanophryniscus. Estos pequeños sapitos negros,
Antes de llegar al conocimiento de las especies, se si bien se distribuyen en gran parte del territorio nacio-
debe comprender todo lo que implica una especie como nal, son mucho más frecuentes en el sur y este.
grupo taxonómico. Una especie es un grupo de orga-
nismos que comparten alguna (una como mínimo) ca- La Familia Microhylidae, posee representantes poco
racterística particular, que es producto de un cambio en diversificados; mientras que Leptodactylidae es una
el ambiente y una posterior adaptación como respuesta familia con dos grupos grandes de ranas. En primer
al cambio; por medio de la selección natural. Durante lugar se encuentran las ranas comunes, de los géneros
este proceso, una especie puede dar como resultado a Adenomera y Leptodactylus, que si bien presentan gran
dos especies diferentes, filogenéticamente emparenta- variedad de colores, son de formas muy homogéneas.
das por haber compartido una historia evolutiva en Sin embargo, a esta familia también pertenecen los lla-
común. Es por eso que un grupo puede albergar a mados Escuerzos o Kururú chiní en guaraní; los cuales
subgrupos, o en términos taxonómicos; una familia al- fueron referidos anteriormente, de distribución básica-
berga a los géneros que constituyen los subgrupos. mente chaqueña. Otra curiosidad observada en esta
Familia son los géneros Eupemphix y Physalaemus, los
En Paraguay, la diversidad específica de anfibios y cuales presentan ranas con glándulas inguinales de co-
reptiles, es de aproximadamente 77 y 157 especies res- loración negra, las cuales usan como despliegue defen-
pectivamente; aunque este número varía constantemen- sivo; ya que se asemejan a ojos grandes. Esto es utiliza-
te con el descubrimiento de nuevas especies, o con la do para intimidar a los posibles predadores.
invalidación de otras. Las especies de anfibios de Para-
guay, se encuentran agrupadas en cuatro familias de Pero la mayor diversidad de formas, se observa en
la Familia Hylidae. Sus integrantes presentan formas
de muy pequeño tamaño (e.g. Dendropsophus nanus, D.
minutus) y otras muy grandes (e.g. Hypsiboas faber, Itapo-
tihyla langsdorffii). A excepción de D. nanas que es abun-
dante en todo el país, las demás especies mencionadas
se encuentran principalmente en el este y sur de la Re-
gión Oriental. También la coloración presenta mucha
variación, incluso a nivel intraespecífico. Posiblemente
las adaptaciones más grandes, pueden ser observadas
en los géneros Pseudis y Lysapsus, los cuales presentan
una vida completamente acuática (se encuentran en las
cuencas de los ríos más importantes del país), con una
anatomía especializada para eso como son los ojos en
posición bien dorsal (como los Caimanes y Cocodri-
Fig. 5. Crotalus durissus. Esta víbora es conocida con el nom-
los) y la membrana interdigital completamente desa-
bre de mboi chini o cascabel. Es causante de varios accidentes rrollada en las extremidades posteriores. Otra curiosi-
ofídicos aunque en muy pocas ocasiones resultan fatales. dad de esta familia es que la larva o renacuajo, tiene un
Autor: Alberto Esquivel. tamaño que supera con creces al de los individuos adul-
113
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
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Una aproximación a sus realidades.
ameiva), la lagartija verde (Cnemidophorus ocelifer) y y el chus lavéis y Chacophrys pierotti, además algunas ra-
lagarto overo o Teyu guazu (T. merianae) entre los repti- nas del género Leptodactylus entre las que se desta-
les. A continuación se destacan algunas especies de an- can L. gracilis, L. laticeps y L. elenae. Un caso muy
fibios y reptiles características de las Ecorregiones del particular, referido anteriormente es el de la rana
Paraguay. «monito» (P. sauvagii), encontrada en esta ecorre-
gión. Entre los reptiles, se destaca la serpiente falsa
• Pantanal: Es la ecorregión menos representada en el coral ñata (Lystrophis pulcher), la Mboi hovy (Liophis
Paraguay. Las especies que están asociadas a este guentheri), la culebra Liophis sagitiffer, la culebra ñata
tipo de ecosistema, presentan algunas adaptaciones (Philodryas baroni), Philodryas psammophideus, la Ñan-
como buenos hábitos natatorios, ya que esta ecorre- duriré (Sibynomorphus lavillai) y el Kyryry’o (Bothrops
gión está sometida a periódicas inundaciones. Dos diporus) esta última entre las venenosas. También se
especies de anfibios sumamente característicos de pueden encontrar algunas especies de lagartijas
esta ecorregión son las ranas boyadoras chica (Lys- como Liolaemus chacoensis, Tropidurus spinulosus, Ho-
apsus limellus) y grande (Pseudis paradoxa), debido a monota fasciata y Lygodactylus wetxeli. Estos dos últi-
sus hábitos acuáticos. Es muy frecuente encontrar- mos son gekónidos de piel muy fina que para evitar
los en el río, entre camalotes. También entre cama- la deshidratación se valen de los refugios en donde
lotes es muy frecuente encontrar a la lagartija de pasan las temporadas de inactividad. Por último, se
Schreibers (Cercosaura shreibersii) alimentándose de debe mencionar a una especie típica de este ambien-
insectos, y la serpiente acuática Helicops leopardinus te, y de alto valor comercial como lo es el Teyu pytã
que basa su dieta principalmente en peces. Además (Tupinambis rufescens).
se encuentra la Anaconda del sur o Kuriyú (Eunectes
notaeus) asociada tanto a camalotes, como a la rivera • Chaco Húmedo: Existen muchas especies que se dis-
de los ríos. También son frecuentes la culebra es- tribuyen a ambos lados del Chaco Húmedo y Seco,
combrera (Leptodeira annualata) y la yarará Bothrops sin llegar a ser características de uno de los dos tipos
moojeni. Finalmente, cabe mencionar que es muy de ecorregiones. Sin embargo, la mayoría, se puede
característica de la zona alta de esta ecorregión la encontrar en ambas ecorregiones, pero con un ma-
Iguana común o Tejú leon (Iguana iguana), que por lo yor grado de afinidad por alguna de las dos. Por
general se la puede observar posada sobre árboles ejemplo, algunas especies carismáticas como la Boa
al costado de los causes de los ríos. o Mboi ro’y (Boa constrictor), el Caimán o Yakare (Cai-
man yacare), se encuentran en ambas ecorregiones,
• Chaco Seco: Si bien las características tanto físicas pero presentan una tendencia hacia el Chaco Húme-
como climáticas hacen que esta ecorregión sea ad- do. Por el contrario, las tortugas terrestres Chelonoi-
versa para las necesidades básicas del ser humano, dis carbonaria y Chelonoidis chilensis, sumamente re-
presenta una muy peculiar fauna cuya fisiología está queridas como mascotas, se distribuyen a ambos
adaptada a las extremas sequías que se pueden apre- lados del Chaco; pero son más típicas de los montes
ciar en algunas zonas. Entre los anfibios más llama- xéricos del Chaco Seco. Sin embargo, esto puede ser
tivos y característicos, se pueden mencionar a los debido a la mayor presión antrópica ejercida sobre
escuerzos como Ceratophryis cranwelli, Lepidobatra- el Chaco Húmedo.
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
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117
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Introducción
Las aves son consideradas uno de los grupos mejor preparados para ajustarse a las condiciones de vida
más diversas que existen en el planeta, inclusive en aquellas más hostiles. Las diferentes adaptaciones a los
ambientes incluyen una gran variedad, ya que existen, por ejemplo, aves acuáticas que viven exclusivamente
en agua dulce como las los patos y gallinetas y otras adaptadas a los ambientes salobres como los flamencos.
Otras aves se mantienen exclusivamente en bosques y selvas subtropicales y tropicales como los surucuas y
otras prefieren los pastizales o cerrados como algunos inambues y el ñandú guazu.
Las aves desempeñan un papel importante en la economía humana, por su papel en el mantenimiento de
la funcionalidad de los ecosistemas y por su utilización directa como aves domésticas u ornamentales.
Ciertos tipos de aves contribuyen también a las condiciones de higiene y a la salud de las poblaciones
humanas, como varias aves carroñeras, por ejemplo los yryvues, que se alimentan principalmente de cadáve-
res y otras rapaces nocturnas, como los cabures o lechuzas que se alimentan de roedores transmisores de
enfermedades.
Las aves son indicadores útiles de la biodiversidad global, principalmente porque ocupan casi todos los
ecosistemas terrestres, son relativamente fáciles de reconocer y monitorear y han sido bien estudiadas.
La avifauna de Paraguay era poco conocida hasta hace algunos años. En 1995 se publicó la primera revisión
sobre el estado y distribución de 645 especies en Paraguay (Hayes 1995). En 2004, se publicó una segunda
revisión, modificando en 685 el número de aves presentes en Paraguay (Guyra Paraguay 2004) . Esta cifra se
modificó recientemente, alcanzando un total de 708 (Guyra Paraguay 2005; Del Castillo y Smith 2006, inéd).
En estas 708, se encuentran representadas 67 familias distribuidas en 23 órdenes. La mayor parte de las
especies son residentes, que habitan nuestro país durante todo el año. Sin embargo, una proporción (30 %
aproximadamente) son migratorias, es decir son especies que llegan a Paraguay provenientes de otros países
con el fin de reproducirse, de invernar o bien son visitantes ocasionales en paso migratorio hacia otras
regiones o países.
a. Biogeografía
do, las sabanas del Chaco o Chaco seco, el Chaco
La Biogeografía es la ciencia que estudia la dis- húmedo y el Pantanal.
tribución de los seres vivos y la Ornitogeografía se
refiere a la distribución de las aves en particular. En Lowen et al. (1995) se menciona que existiría
Los criterios que se utilizan para realizar una clasi- una quinta ecorregión: los pastizales del sur de
ficación en zonas ornitogeográficas suelen coinci- Paraguay, denominados aquí «Pastizales Mesopo-
dir con los diferentes tipos de vegetación ya que támicos».
las aves presentan una distribución que suele estar
muy relacionada a la presencia de determinado tipo Bosque Atlántico Alto Paraná
de comunidades vegetales.
El Bosque Atlántico es una de las ecorregiones con
Según la clasificación global de Dinerstein mayor biodiversidad biológica del mundo y una de las
(1995), en Paraguay se encuentran representadas más amenazadas a nivel global. Incluye un complejo
cuatro ecorregiones: el Bosque Atlántico del Inte- de subregiones, de las cuales el Bosque Atlántico del
rior (o Bosque Atlántico del Alto Paraná), el Cerra- Alto Paraná (BAAPA) ocurre en Paraguay.
119
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Antiguamente, este bosque se extendía por la Re- como la Mosqueta media luna (Phylloscartes eximius)
gión Oriental, desde la orilla del Río Paraná hasta el y la Mosqueta oreja negra (Phylloscartes paulistus),
extremo este del Depto. Concepción y el límite entre tucanes como el Tukâ pakova (Baillonius bailloni), y en
los Deptos. Itapúa y Misiones (Guyra Paraguay 2005). el estrato bajo o sotobosque formicáridos como el
Tovakusu (Chamaneza campanisona), el Mokói tyapíriru
La vegetación predominante del BAAPA es el bos- (Corythopis delalandi), entre otros. A su vez, los es-
que subtropical semideciduo. La mayor parte de los tratos pueden variar en su composición y estructu-
bosques ya fueron explotados para la extracción de ra, lo cual aumenta la diversidad de hábitats y con
madera o están compuestos por una vegetación secun- ello la diversidad de aves. Así, en un sotobosque
daria. (Di Bitetti et al. 2003). compuesto principalmente por bambúceas, se pue-
den encontrar al Chupadientes (Conopophaga linnea-
De las ecorregiones presentes en Paraguay, es ta), el Takuari (Drymophila malura) y especies muy
la que contiene mayor número de especies de aves raras y amenazadas como el Katatáu (Sporophila fal-
endémicas, (especies exclusivas de esta ecorregión cirostris), el Corbatita oliváceo (S. frontalis) y el Afre-
y que no se encuentran en ninguna otra) y especies chero plomizo (Haplospiza unicolor).
con problemas de conservación a nivel global (Gu-
yra Paraguay 2005). Cerrado
En Paraguay ocurren 79 endemismos (Guyra Pa- El Cerrado ocupa el centro de Brasil, ingresando a
raguay 2005; Brooks et al. 1999) a esta región y de Paraguay en los Deptos. de Concepción, Amambay, San
éstas, 23 especies están en algún grado de amenaza Pedro, Canindeyú y Caaguazú. (Guyra Paraguay 2005).
a nivel mundial.
Es la segunda ecorregión en superficie de América
El Bosque Atlántico se caracteriza por tener una del Sur y una de las mayores asociaciones de sabanas
estructura vertical que posibilita la existencia de con bosques y constituye un ecosistema de especial in-
una variedad de hábitats que favorece la diversi- terés por la diversidad biológica que alberga y por es-
dad de aves. Así, en el estrato alto se puede obser- tar amenazado a nivel global.
var al Guyra campana (Procnias nudicollis) , o tam-
bién la Tacuarita blanca (Polioptila lactea), el Sai o El cerrado es un complejo de ecosistemas que eng-
Mielerito azul (Conisrostrum speciosum) y el Guyra loba pastizales, (campos limpio), campos sujos, cam-
vera o Saíra dorada (Hemithraupis guira) formando pos cerrados y cerrado, y bosques o cerradones. Cada
bandadas mixtas. En el estrato medio tiránidos tipo de hábitat se caracteriza por el porcentaje de cober-
tura de leñosas (arboreas y arbustivas) y gramíneas y
su composición específica.
Pastizales mesopotámicos
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Esta ecorregión puede ser considerada como una Se encuentra ubicado en la cuenca del Alto Para-
vasta y continua planicie en la que se alternan pai- guay, con una superficie de 133.465 km2 abarcando te-
sajes planos y relieves ondulados. Se caracteriza rritorio en Brasil, Paraguay y Bolivia. Aunque el panta-
por un conjunto de tipos de ecosistemas princi- nal se encuentra principalmente en el Mato Grosso oc-
palmente herbáceos, cuyo rasgo distintivo es cidental brasileño (85%), una pequeña porción se sitúa
que su composición florística está dominada en Paraguay (5%) en el Depto Alto Paraguay.
por gramíneas. (Guyra Paraguay 2005).
Se caracteriza por la presencia de grandes extensio-
Ente la especies más conspicuas que caracteri- nes de humedales, como sabanas inundables, lagunas y
zan a esta ecorregión se pueden mencionar: Ñandu esteros. Estos hábitats son propicios para la concentra-
guasu (Rhea americana), los inambúes Ynambu guasu (Ryn- ción de especies acuáticas como el Mbigua (Phalacrocorax
chotus rufescens) y el Ynambu’i (Nothura maculosa). olivaceus), el Mbaguari (Ciconia maguari), el Jabiru (Jabiru
mycteria), la Garza blanca (Ardea alba) y la Garcita blanca
Al menos unas cinco especies de aves que habi- (Egretta thula) (Idea 2002).
tan los pastizales se encuentran amenazados a ni-
vel global: Yetapá de collar (Alectrurus risora), la Ca- b. Estado de conservación de las aves en
chirla dorada (Anthus nattereri), el Chopî sa’yju (Xan- Paraguay
thopsar flavus), Capuchino corona gris (Sporophila cin-
namomea) y el Capuchino de collar (S. zelichi), entre
La pérdida de hábitat es la principal amenaza para
otras.
la supervivencia de las especies, afectando a unas 1008
especies en todo el mundo. De éstas, un 74% se encuen-
Chaco tran amenazadas por la explotación no sostenible de
los bosques tropicales y por la habilitación de tierras
El gran Chaco Americano es una ecorregión bos- forestales para la agricultura.
cosa de excepcional biodiversidad que se extiende
por Argentina, Paraguay, Bolivia y una pequeña La segunda causa de declinación de las poblaciones es la
porción de Brasil, ocupando más de 1.000.000 km2. explotación directa por el hombre, a través de la cacería y el
Esta ecorregión presenta una gran variedad de cli- comercio para ave de jaula. La mayoría de las especies afecta-
mas y relieves que originan una amplia diversidad das por la cacería son las que pertenecen al grupo de los
de ambientes: pastizales, esteros y sabanas, secas e no-passeriformes, siendo muchos de ellos conspicuos y
inundables, bañados, salitrales, ríos, diversidad de de gran tamaño. Algunas familias son particularmente
bosques y arbustales. (The Nature Conservancy et sensibles a esta amenaza, como los loros y papagayos,
al., 2005). aves muy populares como mascota.
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Las invasiones de especies exóticas han causado sino Las categorías de la UICN, a partir de las cuales se
todas, la mayor parte de las extinciones desde 1800. puede evaluar el estado de un taxón son:
Estas extinciones ocurrieron en islas que no po-
seían defensas naturales contra la introducción de • Ex: cuando no hay duda razonable de que el último
predadores como gatos y roedores, de competidores individuo ha muerto.
herbívoros y de plantas exóticas que invadieron y • EW: extinta en estado silvestre: cuando la especie
modificaron los hábitats naturales. (BirdLife Inter- solamente sobrevive en cautiverio o como una es-
national 2004). pecie naturalizada fuera de su rango de distribu-
ción.
Para determinar el grado de amenaza de una espe- • CR: cuando enfrenta un riesgo extremadamente alto
cie, la Unión Internacional para la Conservación de la de extinción en la naturaleza.
Naturaleza, estableció una serie de categorías y crite- • EN: cuando enfrenta un riesgo muy alto de extin-
rios, a partir de los cuales se puede evaluar el estado de ción en la naturaleza.
conservación de un taxón. Esta clasificación es utilizada • VU: cuando enfrenta un riesgo alto de extinción en
a nivel internacional y en los últimos años, se ha adop- la naturaleza.
tado como base para definir el estado de conservación a • NT: cuando habiendo sido evaluada para los crite-
nivel regional y nacional. rios anteriores, no califica para ninguno de ellos,
pero es probable que sea clasificada bajo algunos de
El último análisis a nivel global (utilizando la Ver- las categorías anteriores en un futuro cercano.
sión 3.1 de los criterios de la UICN) ha demostrado que
el 12% de las especies de aves esta amenazada de extin- En Paraguay, en el contexto global, existen 27 espe-
ción. Más de 1000 (85% del total) están amenazadas por cies amenazadas a nivel global (5 En peligro crítico, 5
pérdida de hábitat y degradación En peligro y 17 vulnerables) y 33 especies en la catego-
ría Casi Amenazada, totalizando entonces 60 especies
Desde 1800, se han extinguido 103 especies y otras 182 en alguna categoría de amenaza (Tabla1).
se encuentran actualmente a un paso de la extinción.
De estas 60 especies, 23 son endémicas del Bosque
Las especies amenazadas se concentran en el Neo- Atlántico y 4 son endémicas del Cerrado.
trópico y sudeste de Asia, reflejando la riqueza relativa
de especies y los altos niveles de endemismos en estas El estado de las especies a nivel global no necesaria-
regiones. Paraguay ocupa el sitio número 26 dentro de mente refleja el estado de la especie a nivel nacional, ya
los 50 países con mayor número de especies global- que una especie en una categoría de amenaza menor a
mente amenazadas, siendo Brasil e Indonesia los países nivel mundial, podría estar a una categoría mayor de
que con mayor número de especies (114) (BirdLife In- amenaza, por causas de origen local. Por ejemplo, el
ternational 2004). águila harpía (Harpia harpyja) está clasificada como Casi
Amenazada a escala global, estando sus fortalezas en
países más al norte como Venezuela, sin embargo, en
Paraguay, la especie es sumamente rara, razón por la
cual esta clasificada como En Peligro crítico.
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
especies se utilizó principalmente la publicación de Bir- Argentina. Existen registros de bandadas de 100 ejem-
dLife International (2004), donde se realiza un análisis plares a principios del siglo XX, pero los registros
del estado de conservación de las aves del mundo. posteriores a 1980 incluyen registros de no más de
tres ejemplares. Esto indica una extrema declina-
Nothura minor (Ynambu’i pytä) ción, estando su rango de hábitat actualmente muy frag-
mentado.
En los últimos años, la especie ha sido registrada en
unos pocos sitios a lo largo de su extenso rango en el Esta especie habita los bosques húmedos o Bosque
centro y sur de Brasil. En Paraguay, ha sido reciente- Atlántico, prefiriendo los bordes de bosque. Se la en-
mente registrada en el noreste del país, en los cerrados cuentra asociada a especies de bambúceas, presentan-
del Depto. de San Pedro (Barnett et al. 2004). Sin em- do algún tipo de movimiento estacional relacionado a
bargo, la densidad de la especie es baja en estos si- la floración de las mismas.
tios conocidos, estando ausente en una gran superfi-
cie de hábitat disponible y con las condiciones ade- La fragmentación de los bosques, asociado a sus re-
cuadas para la especie. querimientos altamente específicos de hábitat, la con-
vierten en una especie susceptible a la extinción.
Esta especie habita los pastizales del cerrado carac-
terizados por una cobertura continua de gramíneas o Amazona pretrei (Charao)
pastos altos.
Esta especie se encuentra confinada actualmente a
La rápida conversión de su hábitat por la agricultu- unas pocas localidades del sudeste de Brasil. En Argen-
ra mecanizada, la ganadería intensiva, las especies exó- tina y en Paraguay (Deptos. Canindeyú, Alto Paraná e
ticas invasoras, el uso de pesticidas, las altas frecuen- Itapúa) ocurre en forma ocasional.
cias de quemas no controladas amenazan la supervi-
vencia de la especie (BirdLife International 2004) Habita los bosques ribereños restringiéndose a las
regiones del Río Paraná con presencia de Kuri’y (Arau-
Pipile jacutinga (Jacutinga) caria angustifolia). Existe una fuerte asociación con este
árbol, del cual se alimenta a partir de su semillas.
Las poblaciones de la Jacutinga, han sufrido una
marcada declinación en Brasil, Paraguay y Argentina, y La pérdida del hábitat por la deforestación y la cap-
se encuentra virtualmente extinta en el norte y sur de tura para su comercio como mascota son las principales
su rango. Originalmente era una especie abundante en causas de la disminución de su población.
la Región Oriental, pero la pérdida de su hábitat y la
presión de caza han ocasionado que la especie haya Amazona vinacea (Loro vinoso)
desaparecido en una gran parte del rango de su distri-
bución y que actualmente sólo existan pequeñas pobla- Es una especie endémica del Bosque Atlántico del sudes-
ciones que están confinadas a áreas protegidas. te de Brasil, este de Paraguay y noreste de Argentina.
Es una especie rara en el sudeste de Brasil. Han habi- La pérdida del hábitat, la fragmentación y el comer-
do pocos registros en el este de Paraguay, en el Depto. cio como mascota han producido una rápida declina-
Canindeyú y en el norte de la provincia de Misiones, ción de la población.
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Una aproximación a sus realidades.
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Una aproximación a sus realidades.
Las especies exóticas invasoras han sido la causa de ciones autosostenibles se las denomina especies estable-
muchas extinciones de especies, particularmente en is- cidas. Finalmente, algunas de estas especies consiguen
las que no poseían defensas contra predadores o com- avanzar sobre ambientes naturales, con lo cual se con-
petidores introducidos, o bien por la invasión de espe- vierten en invasoras. La Convención de Diversidad Bio-
cies vegetales que reemplazaron su hábitat natural o lógica define: una especie invasora «es una especie in-
por la introducción de patógenos y parásitos. troducida que prospera sin ayuda directa del ser hu-
mano y amenaza a hábitats naturales o seminatu-
Para prevenir las extinciones se necesita poseer un rales fuera de su área de distribución» y como conse-
mejor conocimiento de las especies amenazadas, accio- cuencia tiene impactos económicos, sociales y medio-
nes legales efectivas y un uso sostenible de los recursos ambientales.
En Paraguay, es posible que el Pato serrucho (Mer- Las especies exóticas pueden transformar la estruc-
gus octosetaceus) se haya extinguido a nivel nacional. La tura de los ecosistemas y afectar a las especies nativas
especie aún sobrevive en Brasil y Argentina, donde se que los componen, restringiendo su distribución o ex-
la ha registrado recientemente. cluyéndolas, ya sea directamente compitiendo con ellas
por los recursos, o indirectamente cambiando la forma
Mergus octosetaceus en que los nutrientes se reciclan
Es el único representante de este género en Sudamé- Las especies exóticas invasoras, están categorizadas
rica. El hábitat de esta especie se restringe a arroyos como la segunda causa de la pérdida de biodiversidad
selváticos de aguas transparentes y límpidas, con abun- en el mundo (Matthews 2005).
dante vegetación costera con rápidos pedregosos sin
presencia humana permanente. (Chebez 1999). En Paraguay, se encuentran registradas cinco espe-
cies exóticas de aves. Tres de ellas se encuentran esta-
La especie ocurre en el sudeste de Brasil, en muy blecidas: la Garcita bueyera (Bubulcus ibis), la Paloma
bajas densidades y en unas pocas localidades disjuntas, casera (Columba livia) y el Gorrión (Passer domesticus).
en la provincia de Misiones, Argentina. En Paraguay,
Bertoni (1901) comenta que la especie habitaba los pe- Especies de aves exóticas en Paraguay
queñas arroyos y corrientes de la margen paraguaya
del río Paraná, en el Depto. Alto Paraná. Sus observa- Struthio camelus - Avestruz
ciones datan de 1891.
Esta especie, originaria de África, se introdujo en
La deforestación y la contaminación de ríos y la cons- Paraguay con el fin de cría y comercialización. No se
trucción de represas que han inundado extensas super- poseen datos oficiales sobre el estado actual de esta
ficies, con la consiguiente eliminación del hábitat pro- especie.
picio para la especie, son las causas principales de la
desaparición de esta especie. La especie aún sobrevive,
Bubulcus ibis- Garcita bueyera
en pequeños números en Brasil y Argentina. (BirdLife
International 2004).
Originaria de África, Asia y Europa. En Chile, com-
pite por el alimento con aves nativas (Jaksic, 1998). En
La única localidad exacta conocida en Paraguay es el
la isla de Hawai preda los nidos y se alimenta de los
río Carapá, en las proximidades de Catueté, en el Dep-
pollos de la especie nativa Himantopus mexicanus (Stone
to. Canindeyú donde se observó un ejemplar en 1984,
y Anderson, 1998).
constituyendo éste, el último registro conocido para la
especie en el país. (Scott and Carbonell 1986, N. López
La especie está ampliamente distribuida en Paraguay.
Kochalka verbally 1990 in Collar et al. 1992).
B. ibis es hospedador de garrapatas, las cuales po-
c. Especies exóticas drían introducir y diseminar enfermedades asociadas.
Una especie exótica o introducida es aquella que proce- Columba livia- Paloma casera
de de otra región u hábitat. Esta definición suele coinci-
dir con las fronteras políticas de un país, sin embargo el De las aves, esta paloma, originaria de Europa es
desplazamiento de organismos dentro de un mismo considerada la plaga urbana número uno, a nivel mun-
país también puede ocasionar impactos negativos igua- dial. Esta ampliamente distribuida en América del Sur,
les o aún más grandes que la importación de una nueva con grandes concentraciones en ciudades ocasionando
especie a un país. La proporción de especies exóticas o daños a las estructuras edilicias, debido a los efectos
introducidas que logra establecerse formando pobla- corrosivos de sus excrementos. También supone una
125
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
amenaza para la salud humana ya que transmite enfer- conservation in the Cerrado Región, South Ameri-
medades como ornitosis y la histoplasmosis y otras can. Biodiversity and Conservation 6: 535-450.
que afectan a las aves de corral y a la fauna silvestre • Di Bitetti, M. S., Placci, G; y Dietz, L. A. 2003 Una
(Matthews 2005). visión de biodiversidad para la ecorregión del Bos-
que Atlántico de Alto Paraná. Diseño de un paisaje
Passer domesticus- Gorrión para la conservación de la Biodiversidad y priorida-
des para las acciones de conservación. Washington,
Esta especie es autóctona de Eurasia y norte de Áfri- D. C. World Wildlife Fund.
ca. Actualmente está ampliamente distribuida y total-
mente establecida en el continente americano. Sin em- • Dinerstein, E.; D. M. Olson;D.J. Graham; A. L. Webs-
bargo, su distribución está restringida a las áreas urba-
ter; S. A. Primm; M. P. Bookbinder y G. Ledec 1995.
nas ya que depende de ellas para su alimentación. Es
A conservation Assesment of the terrestrial ecore-
vector de enfermedades como la toxoplasmosis (http:
www.institutohorus.org.br). gions of Latin American and the Caribbean. Was-
hington D. C. : The International Bank for recons-
Se encuentra ampliamente distribuida en Paraguay, truction and Development/The World Bank.
asociado a las zonas urbanas.
• ENAPRENA 1995. Documento base sobre biodiver-
El gorrión compite con otras especies de aves por los sidad. Proyecto Estrategia Nacional para la Protec-
sitios de nidificación, desplazando agresivamente de su te- ción de los Recursos Naturales (ENAPRENA) SSER-
rritorio a los individuos que intentan anidar allí. NMA/MAG-GTZ. Asunción, Paraguay.
• Bertoni, A. de W. (1901) Aves nuevas de Paraguay: • Idea 2002. Pantanal Paraguay. Asunción. Paraguay.
catálogo de las Aves de Paraguay. An. Cient. Para-
guay 1, ser. 1:1-26. • Jaksic, F. M. 1998. Vertebrate invaders and their ecologi-
cal impacts in Chile. Biodiversity and Conservation 7,
• Collar N. J.; L. P. Gonzaga; N. Krabbe; A. Madroño 1427±1445 (1998).
Nieto; L. G. Naranjo; T. A Parker III y D. C. Wege
1992. Threatened Birds of the Americas. The ICBP/ • Matthews S. 2005. Sudamérica invadida. El crecien-
IUCN Red Data Book. Cambridge, U.K. te peligro de las especies exóticas invasoras. GISP:
Programa Mundial sobre especies invasoras, 80 pp.
• Cockle,K.;G.Capuzzi;A.Bodrati;R.Clay;H.del Casti-
llo; M. Velázquez; J. I. Areta,; N. Fariña y R. Fariña. • Stone, C. P., and S. J. Anderson. 1988. Introduced Ani-
2007. Distribution, abundance and conservation of mals in Hawaii’s Natural Areas. Vertebrate Pest Con-
Vinaceus Amazons ( Amazona Vinacea) in Argenti- ference Proceedings collection: Proceedings of the
na and Paraguay. J. Field Ornithol. 78 (1): 21-39.. Thirteenth Vertebrate Pest Conference. University
of Nebraska.
• Chebez, C. C. (1999). Los que se van. Especies argentinas
en peligro. Ed. Albatros. Buenos Aires. Argentina. • SEAM. 2006. Resolución Número 524/06: Por la cual
se aprueba el listado de las especies de Flora y Fau-
• Da Silva, J. C. M. (1997). Endemic bird species and na amenazadas del Paraguay.
126
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
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Una aproximación a sus realidades.
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Una aproximación a sus realidades.
Referencias:
Global: estado de conservación a escala global, según la clasificación de la UICN y BirdLife International 2004.
Nac: estado de conservación a escala nacional, en base a la resolución de la SEAM 524/06 y siguiendo los
criterios de la UICN.
BA: especie endémica de Bosque Atlántico
Cerr: especie endémica del Cerrado
Categorías: CR: En Peligro crítico, EN: En Peligro, VU: Vulnerable, NT, Casi Amenazada
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
a. Introducción
Los primeros mamíferos aparecieron sobre la faz ros modernos incluyen especies de hábitos voladores,
de la tierra durante la última parte del Periodo Triási- cavícolas, terrestres, acuáticos, anfibios, etc., con dietas
co, hace aproximadamente 200 millones de años (Gould insectívoras, frugívoras, nectarívoras, folívoras, herbí-
y McKay 2004), cuando la mayor parte de las masas voras, carnívoras, piscívoras, hematófagas, omnívoras
terrestres estaban aún conectadas entre sí. Hacia el final y/o carroñeras.
del Periodo Cretáceo, cuando los dinosaurios se extin-
guieron de manera repentina cerca de 65 millones de En base a características de su desarrollo embriona-
años atrás, los mamíferos se diversificaron ocupando rio, los mamíferos modernos se dividen en tres grupos
los nichos ecológicos que quedaron vacantes (Gould y principales: los Monotremas, también conocidos como
McKay 2004; Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Prototerios, son mamíferos primitivos que se reprodu-
cen por medio de huevos e incluyen a los equidnas y
Los mamíferos vivientes actuales (Clase Mamma- ornitorrincos (restringidos en la actualidad a la región
lia) pueden ser descriptos de manera general como ver- zoogeográfica Australiana; los Marsupiales o Meta-
tebrados de sangre caliente que alimentan a su prole terios que paren crías en un estado embrionario tem-
con leche secretada por las glándulas mamarias de las prano, los que completan su desarrollo en un re-
hembras, tienen el cuerpo cubierto de pelo, tres huesos pliegue dérmico en forma de bolsa (marsupio) ubi-
en el oído medio y bocas provistas de dientes (Gould y cada en el abdomen materno; y los Placentarios o Eute-
McKay 2004). rios que completan el desarrollo fetal dentro del útero
de las hembras, al que se relacionan por medio de un
Aunque los mamíferos modernos tienen en común complejo órgano denominado placenta (Vaughan, Ryan,
las características citadas arriba, la Clase Mammalia con- y Czaplewski 2000).
tiene una increíble variedad de formas y tamaños, los
cuales habitan una amplia diversidad de nichos ecoló- Se estima que en la tierra existen en la actualidad
gicos (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). La especie aproximadamente unas 4.629 especies de mamíferos
más pequeña de mamífero es el murciélago hocico de descriptos para la ciencia (Wilson y Reeder 1993), clasi-
cerdo (Craseonycteridae thonglongyai) de Tailandia, que ficados en 26 órdenes y 136 familias (Gould y McKay
mide 33 mm de largo y pesa no más de 2 grs. (Hulva y 2004; Cole, Reeder, y Wilson 1994).
Horacek 2002) y la más grande la ballena azul (Balae-
noptera musculus) con 30,5 metros de largo y un peso de De éstos, 11 órdenes , 50 familias y 1.116 especies
150 toneladas (Mizroch, Rice, y Breiwick 1984). ocurren en la región zoogeográfica Neotropical (Vaug-
han, Ryan, y Czaplewski 2000; Baker 1991), donde Para-
A excepción del interior de la Antártica, los mamí- guay se encuentra ubicado. En esta región ocurren alre-
feros habitan virtualmente cada hábitat existente en la dedor de 25% de todas las especies de mamíferos cono-
tierra: bosques templados y tropicales, sabanas, desier- cidos en el mundo, 38% de los cuales son endémicos a la
tos y tundras. Este éxito evolutivo se debe a que los misma (Cole, Reeder, y Wilson 1994). La riqueza de
mismos desarrollaron una gran variedad de adaptacio- mamíferos de la región Neotropical es solamente so-
nes fisiológicas, morfológicas y de historias de vida, brepasada por la Etiópica, donde existen unas 52 fami-
tales como termorregulación, sistemas de locomoción lias (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
y hábitos alimenticios, que les han permitido coloni-
zar, explotar y sobrevivir en los más diversos ecosiste- Pero estos números son preliminares, ya que cada
mas terrestres (Gould y McKay 2004). Así, los mamífe- año se describen nuevas especies de mamíferos para la
133
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
ciencia. A manera de ejemplo se cita que entre 1992 y puente terrestre entre Norte y Sudamérica terminó con
1999 fueron descubiertas 57 nuevas especies de mamí- el largo aislamiento de estos continentes y permitió el
feros (de los órdenes Didelphimorphia, Paucitubercu- activo intercambio de sus faunas, las que por millones
lata, Insectivora, Chiroptera, Primates y Rodentia) para de años habían evolucionado aisladamente (Marshall
la región Neotropical; un promedio de un nuevo géne- 1988). Este evento, conocido como «El Gran Intercam-
ro y ocho nuevas especies por año (Patterson 2000). bio Americano» (denominación originada en la litera-
tura de habla inglesa con el nombre de «Great Ameri-
b. Origen de la mastofauna sudamericana can Interchange»), duró unos 2 millones años e involu-
cró numerosos taxones adaptados a una gran diversi-
Durante el Periodo Triásico cuando los primeros dad de hábitats (Webb 1976).
mamíferos surgieron, unos 200 millones de años atrás,
los continentes que hoy conocemos como Sudamérica, La interconexión de Norte y Sudamérica a través del
África, Antártica, India y Australia formaban parte del Istmo de Panamá puso en marcha el intercambio activo de
supercontinente del sur denominado Gondwana (Mar- especies de mamíferos de ambos continentes, el cual resultó
shak 2001). Sudamérica y África comenzaron a separar- en una importante reestructuración de la fauna sudamerica-
se alrededor de 100 millones de años atrás (Periodo na. Se estima que alrededor de 34 familias sudamericanas
Cretáceo), moviéndose principalmente en sentido oes- migraron a Norteamérica, mientras que unas 47 fami-
te. Una vez completada ésta separación, Sudamérica per- lias norteamericanas arribaron a Sudamérica, utilizan-
maneció aislada de cualquier otra masa terrestre hasta do el puente terrestre de mesoamericano en ambas di-
la formación del Istmo de Panamá, unos 3 millones de recciones (Cuadro 1) (Marshall 1988). Muchas de estas
años atrás (Periodo Terciario). La formación de este familias se encuentran extintas en la actualidad.
ORDEN
§
Familia Descripción * Origen ¶ Situación **
MARSUPIALIA
XENARTHRA
Mylodontidae Perezoso gigante Sudamérica Extinta
Megatheriidae Perezoso gigante Sudamérica Extinta
Glyptodontidae Gliptodonte Sudamérica Extinta
Myrmecophagidae Osos hormigueros Sudamérica Viviente
Dasypodidae Armadillos Sudamérica Viviente
INSECTIVORA
Soricidae Musarañas Holoártico Viviente
NOTOUNGULATA
Toxodontidae Toxodontes Sudamérica Extinta
CARNIVORA
Canidae Caninos Holoártico Viviente
Felidae Felinos Holoártico Viviente
Mustelidae Mustélidos Holoártico Viviente
Procyonidae Prociónidos Holoártico Viviente
Ursidae Osos Holoártico Viviente
PROBOSCIDEA
Gomphotheriidae Mastodontes Holoártico Extinta
134
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
ARTIODACTYLA
Cervidae Ciervos y venados Holoártico Viviente
Camelidae Camellos y llamas Holoártico Viviente
Tayassuidae Pecaríes Holoártico Viviente
PERISSODACTYLA
Equidae Equinos Holoártico Extinta
Tapiridae Tapires Holoártico Viviente
RODENTIA
Erethizontidae Puercoespines Sudamérica# Viviente
Hydrochoeridae Capibara Sudamérica# Viviente
Sciuridae Ardillas Holoártico Viviente
Cricetidae Ratones, ratas Holoártico Viviente
LAGOMORPHA
Leporidae Conejos y liebres Holoártico Viviente
FUENTE: elaboración propia, basado en Marshall 1988 y MacFadden 2006NOTAS: Nomenclatura basada en Gould y McKay
2004 y Carlinni y Tonni, 2000* Nombre genérico basado en Carlinni y Tonni, 2000 y elaboración propia. Se refiere al origen de la
familia al momento del «Gran Intercambio Americano». Las especies que emigraron del sur al norte son clasificadas como de origen
sudamericano; las que emigraron de norte a sur son clasificadas como de origen holoártico (región comprendida por Norteamérica y
Eurasia)** Viviente: familia con especies actuales; Extinta: Familias sin especies vivientes en la actualidad en Sudamérica Familias
llegadas a Sudamérica provenientes originalmente de Gondwana o África
Los taxones provenientes del norte experimentaron Rodentia (puercoespines) persisten hasta la actualidad
una explosiva diversificación en Sudamérica (Marshall en Norteamérica (MacFadden 2006; Marshall 1988).
1988). La competencia ejercida por los taxones «invaso-
res» del norte tuvo consecuencias negativas para la fau- Por lo tanto, se puede afirmar que la fauna sudame-
na autóctona, con excepción de los Xenarthra (osos hor- ricana actual es el resultado de complejos procesos de
migueros, armadillos y perezosos), primates cébidos dispersión, especiación, diversificación y extinción que
(monos del Nuevo Mundo), quirópteros (murciélagos) tuvieron lugar durante millones de años. Se estima que
y roedores caviomorfos (capibaras, pacas, puercoespi- alrededor del 50% de las familias y géneros que actual-
nes y especies afines) (Eisenberg 1999; MacFadden 2006; mente habitan Sudamérica descienden de taxones emi-
Marshall 1988). Los taxones de mamíferos terrestres grados de Norteamérica (Marshall 1988). Los cambios
norteños que se establecieron exitosamente en el sur y climáticos y la sobreexplotación de origen antropogé-
que persisten hasta la actualidad ocuparon los nichos nico (consecuencia de la llegada del Homo sapiens) se
carnívoros (Orden Carnivora: felinos, caninos, prosció- cree contribuyeron considerablemente en procesos de
nidos, úrsidos y mustélidos), herbívoros (Orden Peris- extinción de la antigua megafauna sudamericana (Ei-
sodactyla: tapires; Orden Artiodactyla: pecaríes, cérvi- senberg 1999).
dos y camélidos) y una variedad de otros niveles trófi-
cos llenados por los insectívoros y roedores no-cavio-
morfos (Orden Rodentia: ratas, ratones, lagomorfos y
c. Diversidad de especies de mamíferos en
ardillas) (Eisenberg 1999; Marshall 1988). Paraguay
Es importante señalar que los taxones que ya exis- Debido a que el Paraguay no cuenta con un inventa-
tían en Sudamérica antes del «Gran Intercambio Ame- rio completo de su flora y fauna, el conocimiento de su
ricano» y no considerados como autóctonos, tales como diversidad biológica es aún preliminar (SEAM/PNUD/
los primates y roedores caviomorfos, arribaron proba- GEF 2003) y probablemente se encuentra entre la me-
blemente de África a través de los numerosos inter- nos conocida en Sudamérica (Neris 1998). Sin embargo,
cambios faunísticos previos a este evento. El origen de los mamíferos y aves son los taxones que han sido más
los quirópteros es ampliamente debatido y actualmen- estudiados hasta la actualidad (SEAM/PNUD/GEF
te es considerado como desconocido (MacFadden 2006). 2003). El estado del conocimiento de la mastofauna pa-
raguaya a través del tiempo es descrito en detalles por
Los taxones sudamericanos que emigraron al norte Myers, Taber, y Gamarra de Fox (2002). Estos autores
no corrieron la misma suerte, ya que la mayoría de resaltan el hecho que no fue sino hasta recientemente,
ellos no se diversificó ni sobrevivió hasta el presente. mediados de la década de 1970, que los estudios sobre
Muy pocas especies de los órdenes Marsupialia (marsu- la riqueza taxonómica de mamíferos se intensificó y
piales), Xenarthra (armadillos y osos hormigueros) y sistematizó.
135
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Aunque la riqueza taxonómica de mamíferos de Xenarthra con 14 especies (8,9%), Artiodactyla con 10
Paraguay a nivel de órdenes y familias está bastante especies (6,4%), Primates con 5 especies (3,2%), y Peris-
consensuada entre los mastozoólogos, no ocurre lo sodactyla y Lagomorpha con una especie (0,6%) cada
mismo con la riqueza de especies. De acuerdo a la in- uno (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002; Cartes 2006)
formación publicada más reciente, la riqueza taxonó- (Figura 1).
mica de mamíferos se encuentra entre los siguientes
rangos: 9 órdenes , 31 familias y 163 especies (Gamarra A nivel sudamericano, Paraguay ocupa el déci-
de Fox y Martin 1996), 9 órdenes , 29 familias y 167 mo lugar entre 13 países considerados, en cuanto a
especies (Neris et al. 2002), 9 órdenes , 30 familias y 156 riqueza específica se refiere (estimación basada en
especies (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002). Ceballos, G., y J. A. Simonetti. 2002). Brasil es el
país más diverso a nivel específico, con 534 espe-
Considerando la riqueza de especies, los órdenes cies; seguido por Colombia, Ecuador, Perú y Ar-
mejor representados en Paraguay son Chiroptera con gentina, con 436, 362, 361 y 356 especies respectiva-
49 especies (31,2%) y Rodentia con 44 especies (28,0%); mente. Los paises con menor riqueza de especies
seguidos en orden decreciente por Carnivora con 18 son Chile, Guyana Francesa y Uruguay (Ceballos y
especies (11,7%), Marsupialia con 15 especies (9,6%), Simonetti 2002) (Figura 2).
Chiroptera
R o d e n t i a
Carnivora
Marsupialia
Órdenes
Xenarthra
Artiodactyla
P r i m a t e s
Perissodactyla
Lagomorpha
FUENTE: elaboración propia, basado en Myers, P., A. Taber, y I. Gamarra de Fox. 2002. Una especie de ardilla (Familia Sciuridae)
se adiciona a la lista de estos autores.
Brasil
Colombia
Ecuador
Perú
Argentina
Venezuela
Bolivia
Guayana
Surinan
Paraguay
Chile
Guayana Francesa
Uruguay
136
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Esta riqueza específica relativamente baja para el Para- te inferiores a los euterios (Gould y McKay 2004).
guay podría explicarse por los siguientes factores biogeo-
gráficos: a) relativa baja superficie territorial (406.752 km2); Familia Didelphidae (Cuicas, zarigüeyas o falsas
b) carácter mediterráneo, por lo que su mastofauna carece de comadrejas[es], (las especies de este orden son frecuente y
especies marinas; c) localización latitudinal en el centro-sur erróneamente llamadas comadrejas. Las comadrejas verda-
de Sudamérica, entre los meridianos 54o 19’ y 62o 38’ oeste, y deras pertenecen al orden Carnivora, familia Mustelidae);
los paralelos 18o 18’ y 27o 30’ sur. Es conocido que, en mykuré [gua])
sentido general, la riqueza taxonómica de la fauna y la
flora terrestres aumenta a medida que la latitud decre- Esta familia incluye a 63 especies que ocupan diversos
ce (Kaufman 1995; Acevedo 1998). La gran distancia del nichos ecológicos, salvo altas elevaciones y desiertos, las
Ecuador le confiere al país un carácter subtropical, don- cuales se distribuyen ampliamente desde Canadá hasta sur
de naturalmente existe una menor riqueza de especies. de la Argentina. En Paraguay se citan entre 14 y 15 especies
La combinación de la localización latitudinal y baja su- en su mayoría nocturnas, de hábitos arbóreos, acuáti-
perficie territorial hace que dentro del mismo país, el cos y/o terrestres; y dietas omnívoras, carnívoras, in-
gradiente latitudinal norte-sur sea limitado. Adicional- sectívoras y/o frugívoras (Vaughan, Ryan, y Czaplewski
mente, a nivel continental, el extremo sur de Sudaméri- 2000; Redford y Eisenberg 1992; Neris 1998).
ca (el Cono Sur a partir de los 15 o al sur) tiene las carac-
terísticas de una península, en donde la riqueza de espe- Orden Xenarthra (xenartros)
cies disminuye mucho más rápidamente con el incre-
mento de la latitud (Redford y Eisenberg 1992; Eisen- Este antiguo grupo está restringido del Nuevo Mun-
berg 1999); y d) topografía relativamente homogénea, aleja- do. Los registros fósiles sugieren que las primeras es-
do de los mayores accidentes geográficos y ortográficos del pecies aparecieron en el Paleoceno tardío, unos 60 mi-
continente, con rangos altitudinales de que no favorece la llones de años atrás. En la actualidad el orden contiene
existencia de una alta diversidad de especies (Stevens 1992). 29 especies que incluye a los osos hormigueros, pere-
zosos y armadillos (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
Sin embargo, las limitaciones impuestas por la medite-
rraneidad y la falta de gradientes latitudinales y altitudina- Familia Myrmecophagidae (Osos hormigueros y
les podría estar contrarrestada por el relativamente gran gra- osos meleros [es]; yurumí y caguaré [gua])
diente de precipitación dentro del país (más que nada en
sentido este-oeste) y la ubicación transicional del Paraguay Las especies de esta familia se encuentran especiali-
en relación a 4 grandes ecorregiones (Chaco, Bosque Atlán- zadas para alimentarse casi exclusivamente de hormi-
tico del Alto Paraná, Campos Cerrados y Pantanal), lo que gas y termitas. Habitan bosques y sabanas tropicales y
propiciaría la existencia de gran heterogeneidad de paisajes subtropicales (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). En
y ecosistemas. Paraguay ocurren 2 especies de esta familia (Neris 1998;
Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002).
d. Órdenes y familias de mamíferos de
Paraguay Familia Bradypodidae (perezosos [es]; aó-aó [gua])
Dado que el conocimiento de la diversidad taxonó- Incluye a los perezosos de tres dedos, especies casi
mica a nivel de especies se encuentra aún en debate, exclusivamente arborícolas y de dieta estrictamente
presentamos a continuación una breve descripción de folívora. En Paraguay se ha documentado la presencia
los órdenes y familias descriptas para el país. La no- de una sola especie, Bradypus variegatus (Myers, Taber, y Ga-
menclatura taxonómica se basa en: Vaughan, T., J. Ryan, marra de Fox 2002; Neris 1998).
y N. Czaplewski. 2000, y Myers, P., A. Taber, y I. Gama-
rra de Fox. 2002. Los nombres en español están segui- Familia Dasypodidae (armadillos, quirquinchos y
dos de la forma abreviada [es], mientras que los nom- pichiciegos [es]; tatú [gua]
bres locales en guaraní por [gua].
Las especies de esta familia se diferencian de los de-
Orden Didelphimorphia (Marsupiales) más miembros del orden Xenarthra porque sus cuerpos
están cubiertos de corazas. Esta es familia más diversa de
los xenartros vivientes, con unas 20 especies que se dis-
Es uno de los tres órdenes de metaterios o marsu-
tribuyen desde los Estados Unidos de Norteamérica
piales del Nuevo Mundo (Vaughan, Ryan, y Czaplews-
hasta el sur de la Argentina (Vaughan, Ryan, y Czaplewski
ki 2000). Los marsupiales se caracterizan por parir crías
2000). En Paraguay se han registrado 11 especies de ar-
en estado embrionario que completan su desarrollo en
madillos. La mayoría de ellos se alimentan de hormigas
el marsupio materno; tener el primer dedo de la mano
y termitas, son nocturnos y tienen hábitos fosoriales
es oponible; carecer de garras; y tener capacidad cra-
(Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002; Neris 1998).
neana, temperatura corporal y metabolismo ligeramen-
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
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Una aproximación a sus realidades.
Familia Felidae (gatos silvestres, ocelote, puma gestivo posee un ciego de gran tamaño que actúa
y jaguar [es]; mbaracayá, yaguarundí, tirica, como cámara fermentadora, esencial para la diges-
yaguarete’i, puma, yaguareté [gua]) tión de una dieta altamente herbívora. Aquí se in-
cluyen los equinos (caballos, asnos y cebras), rino-
En ésta familia se encuentran especies con una cerontes y tapires (Redford, Taber, y Simonetti 1990;
alta especialización para la predación, con rostro Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
corto adaptado para poderosas mordidas, colmi-
llos largos, visión aguda y miembros anteriores Familia Tapiridae (tapires [es]; mboreví [gua])
muy fuertes y provistos de uñas retractiles (Gould
y McKay 2004; Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Los tapires habitan en la actualidad zonas tro-
Se conocen 7 especies de felinos en Paraguay (Myers, picales y subtropicales del Nuevo Mundo y Mala-
Taber, y Gamarra de Fox 2002; Neris 1998).. sia. Se caracterizan por el cuerpo fuerte y pesado
de alrededor de 230 kg., patas relativamente cortas
Familia Canidae (perros, zorros y lobos [es]; con cuatro dedos delanteros y tres traseros, y una
yaguá, aguara’i, aguará guasú [gua]) corta probóscide (Redford, Taber, y Simonetti 1990;
Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). En Paraguay
Aquí se incluyen a los perros, zorros y lobos. se registra una especie de tapir (Neris 1998).
Los cánidos tienen un rostro largo que alberga a
un complejo y refinado sistema olfativo, colmillos Orden Artiodactyla (ungulados de dedos
largos, miembros con pies digitígrados y uñas no pares)
retractiles (Redford y Eisenberg 1992). La mayoría
de las especies están adaptadas a una dieta carnívo-
Se agrupan aquí a los ungulados cuyas extremi-
ra, aunque algunas pueden ser altamente omnívo-
dades terminan en número par de dedos, con alta
ras (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Se regis-
especialización del aparato digestivo para la dieta
tran 4 especies de cánidos en Paraguay (Myers, Ta-
herbívora y alta biomasa. El orden agrupa especies
ber, y Gamarra de Fox 2002; Neris 1998).
tanto de rumiantes como no rumiantes (Gould y
McKay 2004).
Familia Mustelidae (nutrias verdaderas, huro-
nes, martas y zorrinos [es]; lobopé, yaguapé, mba-
Familia Tayassuidae (pecaríes [es]; cure’i, tañy-
racayá eirá y yaguané[gua])
catí y taguá [gua])
Esta familia agrupa a una gran diversidad de
Es una familia restringida al Nuevo Mundo e
especies de distribución cosmopolita, que ocupan
incluye a los pecaríes. Los mismos se caracterizan
varios hábitats y que son reconocidos por el cuer-
por los caninos modificados en forma de colmi-
po largo, patas relativamente cortas y rostro corto
llos, cuatro dedos en las patas anteriores y tres en
(Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). Se conoce que
las posteriores y estómago dividido en tres cáma-
5 especies ocurren en Paraguay (Myers, Taber, y
ras, aunque no son rumiantes (Redford y Eisenberg
Gamarra de Fox 2002).
1992). En Paraguay se conocen 3 especies de peca-
ríes (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002). El ta-
Familia Procyonidae (mapache u osito lavador
guá (Catagonus wagneri), era considerado extinto
y coatíes [es]; aguarapopé y coatí [gua])
hasta que en la década de 1970 fue redescubierto
para la ciencia (Neris 1998).
Las especies de esta familia son reconocidos por
el cuerpo de tamaño pequeño o medio, cola relati-
Familia Camelidae (llamas, vicuñas y guanacos
vamente larga, cara corta con orejas erectas, patas
[es]; guasú cacá [gua])
plantígradas con uñas curvas y dieta generalmente
omnívora (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000). En
Incluye rumiantes primitivos, adaptados a zo-
Paraguay ocurren 2 especies (Neris 1998), una de
nas áridas y semiáridas, con pezuñas digitígradas
coatí y una de aguarapopé.
y ausencia de cuernos en la cabeza (Vaughan, Ryan,
y Czaplewski 2000; Redford y Eisenberg 1992). En
Orden Perissodactyla (ungulados de dedos Paraguay se conoce solamente una especie, el gua-
impares) naco, que habita las zonas mas secas del chaco pa-
raguayo (Myers, Taber, y Gamarra de Fox 2002).
Este orden agrupa a los ungulados (cuadrúpe-
dos con pezuñas o cascos) cuyas extremidades ter- Familia Cervidae (ciervos y venados [es]; gua-
minan en número impar de dedos. El aparato di- sú, guasú pucú y guasutí [gua])
139
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Agrupa a rumiantes cuya principal característi- Orden Lagomorpha (conejo, liebres y picas)
ca es la presencia de astas (sin cobertura córnea)
que caen y se reemplazan en ciclos generalmente Las especies de este orden se caracterizan por tener
anuales (Gould y McKay 2004). Se conocen 6 espe- cuatro incisivos superiores y dos inferiores que crecen
cies para el Paraguay (Myers, Taber, y Gamarra de continuamente, patas digitígradas, colas extremadamen-
Fox 2002). te cortas o ausentes, labio superior partido y dieta es-
trictamente herbívora (Gould y McKay 2004; Redford y
Orden Rodentia (roedores) Eisenberg 1992).
Es el orden más diverso, representando alrede- Familia Leporidae (conejo [es]; tapití [gua])
dor de 43% de todos los de mamíferos conocidos a Son lagomorfos con orejas relativamente largas,
nivel mundial. Son animales cosmopolitas que ha- patas posteriores más largas que las anteriores y la cola
bitan casi todos hábitats conocidos de la tierra, cu- es reducida y peluda (Redford, Taber, y Simonetti 1990).
yas mandíbulas superior e inferior con compleja En Paraguay se conoce solamente una especie de esta
articulación para la masticación, y que contienen familia (Neris 1998), conocida localmente con el nom-
solamente un par de dientes incisivos que crecen per- bre de tapití.
manentemente (Vaughan, Ryan, y Czaplewski 2000).
e. Distribución ecorregional de los mamí-
En Paraguay se tiene confirmada la presencia feros en Paraguay
de unas 44 especies (Myers, Taber, y Gamarra de
Fox 2002), número que podría ser aún bastante pre- Debido a la posición biogeográfica del Paraguay,
liminar e incompleto. Las familias de roedores del en un área de gran transición o ecotono entre ecorre-
Paraguay incluyen 1 especie de ardilla (Familia giones, la mayoría de las especies de mamíferos se dis-
Sciuridae), 24 de ratones (Familia Muridae), 2 de tribuyen ampliamente y no están restringidos a una
puercoespines, coendú o cui’i (Familia Erethizon- sola ecorregión. Más estudios son necesarios para en-
tidae), 1 de vizcacha (Familia Chinchillidae), 3 de tender con mayor detalle la biogeografía de los mamí-
cuis o apere’a y maras (Familia Caviidae), 1 de agutí feros en Paraguay. Los datos disponibles en la actuali-
o acutí (Familia Dasyproctidae), 1 de paca o acuti- dad dan cuenta de la distribución de mamíferos en la
pak (Familia Agoutidae), 4 de tuco tucos (Familia región oriental y occidental, las cuales ocupan parte de
Ctenomydae), 5 de ratas espinosas (Familia Echy- ecorregiones actualmente reconocidas como unidades
midae), 1 especie de falsa nutria o quyyá (Familia biogeográficas separadas. Así la región oriental inclu-
Myocastoridae), 1 de capibara o carpincho (Fami- ye al Chaco seco, el Chaco húmedo y el Pantanal, mien-
lia Hydrochoeridae) (Myers, Taber, y Gamarra de tras que la región oriental posee porciones del Boque
Fox 2002; Neris 1998). Atlántico del Alto Paraná, los Campos Cerrados y del
Chaco húmedo.
Chaco seco:
140
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
zomys simplex), un ratón espinoso (Proechimys longicau- ridae y Echimydae), y 3 especies de mykuré (Familia
datus), la vizcacha (Lagostomus maximus), el apere’a gris Didelphidae) (Fragano y Clay 2005).
o cuis gris (Galea musteloides), el tapití bolí o conejo de
palo (Dolichotis salinicola), y al menos 3 especies de tuco- Los registros más recientes del yaguá yvyguy o
tuco (Ctenomys boliviensis, Ctenomys conoveri y Ctenomys perro vinagre (Speothos venaticus, Familia Canidae)
dorsalis). Entre los armadillos, el tatú poyu’i o quirquin- y de la pororoca, guazu’i o corzuela enana (Mazama
cho chico (Chaetophractus vellerosus), el tatu aí chaqueño nana, Familia Cervidae) en Paraguay han sido re-
(Cabassous chacoensis), el tatú poyu’i o quirquincho gran- portados para esta ecorregión, aunque no estarían
de (Chaetophractus villosus), y el tatú ciego o pichiciego restringidos a ella.
(Chlamyphorus retusus) estarían limitados al Chaco seco.
Chaco húmedo y Pantanal
Otras especies con distribución restringida a esta
ecorregión incluyen 2 especies de monos, el el ca’i po- El Chaco húmedo o Bajo chaco es un mosaico de
chy y el ca’i ygáu (Callithrix argentata, Familia Callithri- extensas sabanas de palma karanda’y (Copernicia alba,
cidae; y Callicebus donacophilus, Familia Cebidae); una Familia Arecaceae), humedales, esteros, bosques en is-
especie de murciélago de cola libre (Eumops dabbe- las y bosques en galerías que abarca la porción su-
ni, Familia Molossidae); el perezoso de tres dedos deste de la llanura chaqueña y los departamentos
o aó-aó (Bradypus variegatus, Familia Bradypodi- de Ñeembucu y Cordillera; mientras que la por-
dae); el guanaco (Lama guanicoe, Familia Cameli- ción del Pantanal en territorio paraguayo se locali-
dae) que habita las dunas vegetadas de la porción za en la porción este del departamento Alto Para-
más oeste del chaco paraguayo; y el taguá o pecarí cha- guay hasta la desembocadura del Río Apa en el de-
queño (Catagonus wagneri, Familia Tayassuidae). El único partamento de Concepción. Incluye bosques sub-hú-
registro de una especie de ardilla para el Paraguay medos medios, humedales, lagunas y bosques inunda-
(Sciurus spadiceus, Familia Sciuridae), se conoce para bles (Clay, De Egea, y Del Castillo 2005). En conjunto
esta ecorregión (Cartes 2006). forman un extenso paisaje de humedales que desde el
punto de vista de la fauna de mamíferos no presenta
Las áreas silvestres más extensas del Paraguay se especies únicas o restringidas a ellas.
encuentran en el Chaco seco, sobretodo en la porción
norte del mismo, en la frontera con Bolivia. Este hecho Sin embargo, los ambientes acuáticos favorecen la
ha llevado a la comunidad conservacionista internacio- presencia de especies tales como el guasú pucú o ciervo
nal a reconocer al Chaco seco paraguayo-boliviano de los pantanos (Blastocerus dichotomus, Familia Cervi-
como uno de los últimos sitios salvajes (originalmente dae), el carpincho o capibara (Hydrochaeris hydrochaeris,
denominado «The Last of the Wild» por Sanderson et al. Familia Hydrochaeridae), el quyyá, coipo o falsa nu-
2000) del Cono Sur de Sudamérica (Sanderson et al. 2002). tria (Myocastor coypus, Familia Myocastoridae), y la rata
Debido a su gran extensión y buen estado de conserva- los pantanos (Holochilus brasiliensis, Familia Muridae).
ción, el Chaco seco es considerado como un área im- Los bosques en isla y en galería son hábitats de los ca’i
portante para la conservación del jaguar o yaguareté pyharé o mono nocturno y el carayá o mono aullador
(Panthera onca, Familia Felidae) a nivel regional (San- (Aotus azarai y Alouatta caraya, Familia Cebidae). Los
derson et al. 2000) y probablemente para otras especies registros más recientes para el ariraí o nutria gigante
como el tatú carreta o armadillo gigante (Priodontes maxi- (Pteronura brasiliensis, Familia Mustelidae) son en el Río
mus, Familia Dasypodidae) y el mboreví o tapir (Tapi- Negro, localizado en el Pantanal paraguayo.
rus terrestres, Familia Tapiridae).
141
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Marsupialia 0 1 2 3
Xenarthra 0 1 1 2
Chiroptera 2 4 6 12
Primates 0 1 0 1
Carnivora 1 1 3 5
Artiodactyla 0 3 2 5
Perissodactyla 0 0 0 0
Rodentia 2 6 0 8
Lagomorpha 0 0 0 0
Total 5 17 14 36
FUENTE: elaboración propia, basado en SEAM 2006 y Myers, P., A. Taber, y I. Gamarra de Fox. 2002
143
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
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145
146
Anexo 1Lista de especies de mamíferos amenazadosa nivel local (SEAM), nivel global (UICN y CITES)
147
148
Orden Familia Especie Nombre común SEAM1 UICN 2 CITES3
DEL PARAGUAY
BIODIVERSIDAD
FUENTE: elaboración propia basado en SEAM 2006, UICN 2006 y CITES 2006Categorías de amenazas a nivel nacional (Secretaría del Ambiente, SEAM 2006)PC= En Peligro Crítico de Extinción;EP= En Peligro de
ExtinciónVU= Vulnerable Categorías de amenazas a nivel global (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN 2006)EN= Endangered (en peligro)VU= Vulnerable (vulnerable)NT= Near Threatened
(casi amenazado)LC= Lower Concern (no amenazado)DD= Data Deficient (datos insuficientes)Categorías de CITES (Convención Internacional sobre el Trafico de Especies Amenazadas, CITES 2006)Apéndice I= especies
que no pueden ser comercializadas internacionalmenteApéndice II= especies que necesitan permiso de exportación o re-exportación para ser comercializadas internacionalmenteApéndice III= especies que necesitan
permisos del país de origen y el de destino para ser comercializadas internacionalmente
1
Secretaría del Ambiente de Paraguay (explicación de categorías al pié del cuadro)
2
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (ídem
3
Convención Internacional sobre Comercio de Especies Amenazadas (ídem)
Una aproximación a sus realidades.
DEL PARAGUAY
BIODIVERSIDAD
149
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
CRISTINA MORALES
REBECCA ZARZA
Resumen
La relación del hombre con las aves data desde los albores de su existencia. En la cultura nativa, los rituales
espirituales, el uso medicinal y alimenticio reflejan la antigua relación entre estas dos entidades. El valor de
la biodiversidad en general, y de las aves dentro de esta, puede ser clasificado en dos tipos principales, el
intrínseco o inherente y el utilitario o instrumental. El valor intrínseco de las aves, uno de los más difíciles de
medir es aquel que poseen por el simple hecho de existir. Entre los valores utilitarios, se considera que las
aves son una de las fuentes de alimentación principales de la humanidad, son empleadas en las investigacio-
nes de la salud humana, constituyen una vía para la dispersión de semillas, la polinización de especies plantas
nativas y de cultivos agrícolas. Son además indicadores de calidad ambiental, fuente de recursos genéticos,
recreación y se encuentran fuertemente arraigadas a la cultura paraguaya. Es indudable que estas funciones
son de vital importancia para el funcionamiento de los ecosistemas, así como para las actividades socioeconó-
micas y culturales del hombre.
En la cultura de los pueblos nativos del Paraguay, el Las plumas poseen también un importante signifi-
conocimiento de los valores espirituales, medicinales cado para la mayoría de las tradiciones nativas, así, los
y alimenticios reflejan la antigua relación entre estas adornos plumarios indican la jerarquía de una persona
dos entidades; relación que ha ido tomando distintas o su estado de paz o guerra. Sin embargo la importan-
formas a lo largo de nuestra historia. En las culturas cia de las aves en la vida del hombre alcanza su mayor
Guaraní, Guaicurú, Zamuco, Maskoy y Mataco, las aves expresión en la cultura Ayoreo; para este grupo el cen-
han constituido la base de la alimentación y de las in- tro de su creencia mítico-religiosa es la diosa Assonja
dumentarias cotidianas y de rituales (Pallestrini y Pe- (Zanardini 2003), un ave nocturna perteneciente a la
rasso 1988, Castex 1968, Hill and Hawkers 1983). Para familia de los ybyjau, en la que se confía la buena caza,
algunas de estas culturas, en el principio de la creación, lluvia, abundante cosecha y salud.
151
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Con la inserción del hombre nativo a las nuevas herente y el utilitario o instrumental (Callicot 2006). El
culturas, el uso de las aves y de los adornos plumarios valor intrínseco es el valor que poseen de los seres
fueron desplazándose del ritual y ornamental, hacia el vivientes por el simplemente hecho de existir. Las
comercio de artesanías y venta de animales vivos para especies en su conjunto representan la riqueza y
mascotas. Actualmente, las actividades relacionadas al diversidad genética de los ecosistemas y forman
comercio pueden observarse en los centros poblados parte del patrimonio natural de los países y del
de todo el país, donde se ofrecen recuerdos elaborados mundo (Ojasti 2000). Este valor, muy difícil de
con plumas, así como la venta de aves vivas que se medir, ha sido objeto de controversia, razón por la
ofrecen como animales de compañía, entre las más po- cual muchos conservacionistas han optado por fun-
pulares se citan los pichones de loros, lechuzas, teros, damentar el valor de la biodiversidad desde un punto
piriritas, tucanes y chajas. de vista puramente utilitario.
A lo largo de la historia, las aves han influenciado la El valor utilitario es aquel que las especies po-
vida del hombre y del mismo modo, el hombre ha sido seen para alcanzar otros fines, más específicamen-
el responsable del destino de muchas especies de aves. te para el beneficio del hombre, y puede ser dividi-
La caza, ya sea para el consumo de subsistencia, la ven- do en cuatro categorías: bienes, servicios, informa-
ta de mascotas y artículos plumarios, incluyendo la caza ción y espiritual. En la tabla 1 se presentan algunos
deportiva, ha venido desarrollándose de forma habi- ejemplos del valor que poseen las aves para el be-
tual en Paraguay durante el último siglo sin ningún neficio del hombre y en el anexo 1, se presentan
tipo de regulación ni planificación, hecho que ha reper- algunas especies de aves del Paraguay y los valo-
cutido en forma negativa en las poblaciones de muchas res que poseen.
especies.
a. Bienes
En la actualidad, por el impacto del comercio ilegal
y la destrucción del hábitat, el 15% (108 especies) de las
Las aves en la alimentación: es probable que el
707 especies de aves que se distribuyen en el país están
hombre haya utilizado los huevos y la carne de las
amenazadas de extinción, incluidas cuatro actualmente
aves en su alimentación, desde el inicio de su exis-
extintas en la región, tal es el caso del gua’a hovy (Anho-
tencia sobre la tierra. Evidencias arqueológicas
dorynchus glaucus), el campesino (Numenius borealis), el
sugieren que la gallina común o casera (Gallus ga-
pato serrucho (Mergus octosetaceus) y havia hû (Platyci-
llus) fue domesticada en la India aproximadamen-
chla flavipes). Reconociendo esta situación, diversas ins-
te en el año 3200 A.C. (Wood-Gush, 1964), cons-
tancias ambientales del gobierno impusieron varias
tituyendo actualmente, junto a otras aves de
medidas para conservar las especies, entre ellas la pro-
corral como los patos y pavos, uno de los ru-
mulgación de leyes que regulan su uso y que ratifican
bros alimenticios más importantes de la humani-
convenios internacionales de conservación.
dad. Según la FAO, en el año 2005, la producción de
carne avícola mundial fue estimada en 81 millones de
Sin embargo, el manejo de las aves, así como de
toneladas.
otros vertebrados como un medio para asegurar la con-
servación y el beneficio socioeconómico, no constituye
Con relación a las aves silvestres, se tiene conoci-
una ciencia nueva. Las culturas precolombinas de Amé-
miento de su cría para el consumo de carne y hue-
rica se distinguieron por la administración de la fauna.
vos en América del Sur, ya en los tiempos de la
En el imperio de los Incas la cacería colectiva alcanzó
colonización. Según el Padre Sánchez Labrador
una perfección que supera los programas actuales de
(Castex 1968) en las pampas de Buenos Aires se cria-
conservación (Ojasti 2000) y ya seis mil años atrás se
ban los ñandúes por los años 1700 para la obten-
recomendaba:
ción de carne y huevos y en Paraguay las familias
«Si yendo por un camino encontrares algún nido de pája- criollas acostumbraban a mantener en cautiverio
ros..., y a la madre cobijando los pollitos o los huevos, no la pavos de monte mytu o jacu y perdices, principalmen-
tomarás con los hijos, sino que la dejarás que se vaya, conten- te para la producción de huevos.
tándote con llevar los hijos, para que te vaya bien a ti y vivas
largo tiempo» Es probable que entre los distintos valores, el prin-
Deuteronomio 22:6
cipal de las aves sea su aporte nutricional para la pobla-
ción rural, la cual se realiza a través de la caza de subsis-
tencia. Este tipo de caza que se realiza para el sustento
Valores de las aves familiar, está legítimamente reconocida por la Ley 96/
92 de Vida Silvestre y debe ser realizada previa autori-
El valor de la biodiversidad en general, puede ser zación, a excepción de los territorios indígenas, donde
clasificado en dos tipos principales, el intrínseco o in- se practica libremente.
152
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Entre las aves de caza para el autoconsumo, se des- caliente alivia las llagas de los ojos, aplicándola en-
tacan según el tipo de comunidad natural que habitan, cima. Sus plumas quemadas sanan la «tiricia» (icte-
las de bosque como los pavos de monte (jaku, mytu, ricia) y son buenas para el mal de piedra y la disuria
ynabú guasú) las palomas, en especial la pykazuró, y al- (síntoma típico de infección urinaria baja: cistitis y
gunos ynambúes. En ambientes de pastizales se desta- uretritis). Especial para controlar los menstruos
can las perdices, y en los esteros, las aves acuáticas, abundantes.
principalmente patos y gallaretas. La caza de subsis- • Ynambues: su carne es muy nutritiva, especial para
tencia está ampliamente extendida en el territorio pa- los convalecientes de alguna enfermedad, pero más
raguayo y es la de más difícil control. Estas propieda- especialmente para las enfermedades respiratorias
des han contribuido a la desaparición y reducción drás- y para tratar la depresión. Su hiel aplicada en los
tica de las poblaciones de varias especies, entre ellas el ojos alivia las cataratas. Su médula, tuétanos y sesos
jakuapeti (Pipile jacutinga), el mytu (Crax fasciolata), el jaku sirven para curar la tiricia. El sahumerio (humo que
(Penelope superciliaris), el ynambu guasu (Rynchotus ru- produce una materia aromática que se quema) de
fescens), el ynambu kagua (Tinamus solitarius) y el pato las plumas se utiliza para tratar la epilepsia, los ata-
bragado (Cairina moschata). ques de histeria de las mujeres, así como los cólicos.
La perdiz asada y condimentada con zumo de na-
Propiedades medicinales de las aves: las aves han ranja agria es buena para aliviar la diarrea.
estado principalmente relacionadas al arte culinario y • Aca’e o urracas: la carne de las urracas se utiliza para
artesanal. Más que la utilización de artículos plumarios el tratamiento de la epilepsia, la manía y la melan-
en rituales de cura chamanísticos, relativamente poco colía. La aplicación directa de sus cenizas, alivia el
se conoce sobre las virtudes de las aves en el tratamien- dolor de ojo.
to de dolencias. La noción actual que se tiene del tema • Habías o zorzales: asada con las bayas del arrayán o
se basa, más que nada, en la tradición de los grupos «ibabiyu» (posiblemente guabiju) es un remedio efi-
indígenas de permanecer en el bosque consumiendo caz para curar la disentería. Su estiércol mezclado
únicamente especies silvestres como tratamiento efi- con vinagre quita las manchas de la piel.
caz para varios tipos de dolencias tanto físicas como • Yrybus: su estiércol seco y bebido es beneficiosa para
espirituales. Es también conocido entre las familias ru- los melancólicos.
rales el uso de la grasa de gallina para el alivio de la
sinusitis y de su caldo para combatir la gripe. b. Servicios
Los tratados sobre las propiedades medicinales de
Las aves forman parte del paisaje natural como un
las aves son escasos y en muchos casos no poseen sus-
recurso que se destaca por su valor ecológico, como
tento científico. En forma anecdótica se resume a aquí
dispersores y polinizadores. Es indudable que estas fun-
el trabajo realizado por el Padre Sánchez Labrador (Cas-
ciones son de vital importancia para el funcionamiento
tex 1968) en su obra «Peces y Aves del Paraguay Ilustra-
de los ecosistemas.
do», en la cual se menciona las virtudes de algunas
especies de aves para el tratamiento de las dolencias
Dispersión de semillas: el éxito en la germinación
humanas durante el siglo XVII.
de las semillas de las plantas con flores, depende en
gran medida del servicio que proveen los dispersores
• Ñandú: su grasa alivia dolores musculares y la cás-
de semillas. En los bosques tropicales, las semillas que
cara del huevo disuelve piedras de los riñones.
no son dispersadas, caen en al suelo bajo sus progenito-
• Jacu: su carne es beneficiosa para cualquier enfer-
res y tienen una baja probabilidad de sobrevivir. Mu-
medad de toda edad, especial para la epilepsia y
chas especies de animales contribuyen a la dispersión
convulsiones, su grasa resuelve los tumores y disi-
de las semillas, entre ellas se encuentran las aves frugí-
pa los dolores del catarro.
voras; estas son elementos claves en la diseminación de
• Paloma casera: su carne contiene mucha sal y grasa,
semillas en todos los tipos de ecosistemas. Las aves
tiene propiedades diuréticas, la sangre fresca y aún
eliminan las semillas a través de su tracto digestivo a
153
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
grandes distancias, asegurando su germinación y la so- nas características comunes, entre ellas, la rareza, res-
brevivencia de la planta hasta la edad de fructificación; tricción a ciertos tipos de ambientes o áreas (endemis-
ya que las semillas pueden germinar solo lejos de sus mo) y sensibilidad a cambios del ambiente. La sensibi-
progenitores. La eliminación de las especies disperso- lidad de las especies a los disturbios del hábitat, como
ras en un ecosistema puede ser catastrófica. Los resulta- alteración, fragmentación o a la caza irracional, puede
dos van desde la desaparición de los grandes árboles, la apreciarse en el hecho de que las especies indicado-
reducción de la fructificación y de la producción de se- ras son las primeras en volverse raras, o desapare-
millas en la población, la desaparición de la especie y la cer, aunque también puede ocurrir lo contrario y es-
consecuente reducción de la diversidad. pecies nuevas pueden colonizar las áreas alteradas. En
el anexo se listan las especies indicadoras de ambientes
La dispersión de las semillas contribuye además a específicos.
la regeneración natural de áreas degradadas. El sai hovy
(Thraupis sayaca), el havia morotî (Turdus leucomelas), el Varios grupos de fauna y flora han sido propuestas
korochire (Turdus rufiventris) y el sai (Dacnis cayana) se como indicadores de salud ambiental por ser sensibles
encuentran relacionadas al transportarse de semillas a cambios ambientales, entre estas, las aves poseen ca-
de plantas nativas entre fragmentos forestales. Este racterísticas que las hace indicadores biológicos idea-
tipo de restauración es la mejor opción económica les. Stotz y colaboradores (1996) describen tales carac-
de reforestación. Entre las especies consideradas terísticas, algunas de las más importantes se presenta
como mejores dispersoras de semillas en hábitats brevemente a continuación:
de bosques se encuentran los tucanes: tukâ sa’yju
(Pteroglosus castanotis), tukâ pocâ (Selenidera maculi- 1. Comportamiento conspicuo: la mayoría de las aves
rostris), tukâ pakova (Bailonius bailloni), tukâ’i (Ram- son diurnas de comportamiento conspicuo, por
phastos dicolorus) y el tukâ guasu (Ramphastos toco). lo tanto pueden ser fácilmente estudiadas. Las
El palmito (Eutherpes edulis), así como varias otras especies de áreas abiertas como los jilgueros,
especies comerciales de palmas se benefician del suirirí, horneros, pájaros carpinteros y rapaces
servicio de transporte que prestan los tucanes. Otras son fáciles de observar. Los que habitan el bos-
especies que contribuyen a la dispersión y germina- que como los surucuá y pájaros carpinteros y
ción de las semillas del palmito y el pindó (Syagrus los parientes del che oro para cantan o vocalizan
romanzoffiana) son los pavos de monte yacutinga (Pipile constantemente o forman ruidosas bandadas de va-
jacutinga) y el jaku hû (Penélope obscura). rias especies (fruteros o tangaras, espineros) que fa-
cilita su observación.
Polinización: La polinización es uno de los servi- 2. Identificación rápida y segura: no se necesitan especia-
cios ambientales fundamentales para la preservación y listas para identificarlas, con un corto entrenamien-
mantenimiento de los ecosistemas naturales. Más de to y práctica se identifican la mayoría de las espe-
100.000 especies de diferentes animales, incluyendo cies, además están disponibles una gran cantidad de
abejas, moscas, mariposas, aves y murciélagos entre guías que facilitan la identificación de las aves.
otros, ofrecen el servicio sin costo económico. Las espe- 3. Amplio conocimiento: las aves representan el grupo
cies polinizadoras son necesarias para la producción de taxonómico más estudiado y conocido a nivel mun-
frutas y semillas de cultivos agrícolas y de especies sil- dial. Una gran cantidad de información sobre iden-
vestres. Entre las más importantes dentro del grupo de tificación, distribución geográfica, ecología están dis-
las aves se encuentran los picaflores (Trochilidae), con- ponibles en formatos de guías.
siderados como los más especializados y efectivos. Es- 4. Diversidad y especialización ecológica: el grado de espe-
tas aves, se alimentan de néctar y tienen un metabolis- cialización de las aves a los distintos tipos de hábi-
mo muy acelerado, por lo que tienen que visitar gran tats hace de ellas excelentes indicadoras biológicas.
cantidad de flores para satisfacer su requerimiento ener- Casi todos los ambientes tropicales poseen comuni-
gético. En esta interacción, la planta se beneficia del ave dades de aves distintas con numerosas especies es-
obteniendo un servicio de transporte del polen. En Pa- pecialistas endémicas.
raguay se conocen 17 especies de picaflores que cum- 5. Alta sensibilidad a los disturbios: la respuesta de
plen la importante función de polinización. las aves a los disturbios (tala selectiva, apari-
ción de claros en los bosques) o fragmentación
c. Información varía entre las especies. Algunas de ellas redu-
cen sus poblaciones, se extinguen, mientras que
Indicadores de calidad ambiental: algunos organis- otras son atraídas por los cambios ocurridos, un
mos son utilizados para identificar áreas que necesitan ejemplo común de la última son las palomas en
ser conservadas o para identificar en forma temprana el chaco central, cuyas poblaciones aumentaron a
alteraciones que ocurren al ambiente. Tales organis- consecuencia de la transformación del hábitat nati-
mos conocidos como especies indicadoras poseen algu- vo a campos agrícolas.
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DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Recursos genéticos: Según el Convenio de Diversi- Otro grupo de gran valor para los aficionados a la
dad Biológica, se considera recurso genético a los mate- caza deportiva, son los patos silvestres. Por su tamaño,
riales de origen animal, vegetal, microbio u otro, que el pato bragado (Cairina moschata) es el más codiciado,
contiene unidades funcionales de herencia y poseen un así como las especies de suibibí (Dendrocygna sp.) por su
valor actual o potencial, en este sentido cada gen de velocidad y tamaño apropiado. La caza deportiva des-
cada especie es un almacén de información. Caracterís- medida, así como la caza de autoconsumo irracional,
ticas deseables para mejorar o crear nuevos medica- sumada a la destrucción del hábitat, han disminuido
mentos se encuentran en los genes, por tanto se puede drásticamente las poblaciones de estas especies, en es-
decir que la información genética es en otros términos pecial del pato bragado, que actualmente se encuentra
un bien potencialmente económico. amenazado a nivel nacional.
Salvaguardar la biodiversidad es un tema común Por último, los Inambúes (Tinamidae), también co-
en lo que respecta a los recursos genéticos de las aves. nocidos como perdices por su parecido a las perdices
Los progenitores silvestres o parientes silvestres de las del continente europeo (aunque no poseen ninguna re-
aves domésticas como la gallina roja de la selva (Gallus lación con este grupo), constituye otro grupo codicia-
gallus) en Asia y del pavo doméstico (Meleagris gallopavo do por los cazadores deportivos. La cacería de perdices
gallopavo) en Norteamérica son conservados en áreas representa un antiguo un arte, base para el desarrollo
protegida a fin de salvaguardar la especie y su diversi- de una raza especial de perros, los llamados «perdigue-
dad. En Paraguay, a pesar de que sus poblaciones se han ros». Las prácticas de caza de aves generan importantí-
reducido por la cacería indiscriminada, aún existen im- simos ingresos para la economía de los países en donde
portantes poblaciones del pato bragado (Cairina mos- la actividad está reglamentada. En Paraguay la caza de
chata), pariente silvestre del pato casero conocido como palomas, promueve un intenso comercio de servicios,
muscovy, el cual fue domesticado inicialmente en el Bra- que incluye a los vendedores de municiones y armas,
sil. El objetivo de la conservación de los recursos gené- agentes de turismo, hotelería y grupos locales que ac-
ticos es el mantenimiento de la integridad genética de túan como asistentes de caza y obtienen ingresos extras
una especie. durante la temporada de caza.
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DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
del mundo una amplia diversidad de ambientes con se encuentre el Chopí una antigua y típica danza del
una avifauna particular interesante para los amantes de folcklore guaraní en el que el hombre corteja a la mujer
las aves. utilizando las técnicas de cortejo del chopí (Gnorimopsar
shopí) y, conocida mundialmente su música y danza,
En Paraguay el turismo de observación de aves es Pájaro Campana recrea en el arpa el canto del guyra
aun incipiente, debido a la falta de observadores de pong o Pájaro Campana (Prognias nudicollis) ave nacio-
aves y principalmente a la escasa promoción de turis- nal del Paraguay.
mo en el país. A pesar de estas limitaciones, existe una
demanda interesante de personas que desean visitar El comportamiento de las aves fue utilizado tam-
los ambientes de Paraguay y su rica avifauna. Las eco- bién por los guaraníes para augurar el futuro. Así, unas
regiones más interesantes para observar aves son el plumas de cabureí (Glaucidium brasilianum) aseguran éxito
Bosque Atlántico, el Cerrado, el Pantanal y el Cha- en el amor para quien lo porte; escuchar el grito del
co Seco. En estas regiones se encuentran especies syndá o lechuza de campanario (Tito alba) presagia la
únicas como el Pájaro Campana (Prognias nudico- muerte de un familiar o conocido; el canto del pitogué
llis), el ybyja’u morotî (Eleothreptus candicans), el Chopí (Pitangus sulfuratus) anuncia el estado de gravidez de la
sahyju, (Xanthopsar flavus), el yetapá chico (Alectrurus mujer; una visita inesperada es presagiada por el canto
tricolor) y el yetapá de collar (Alectrurus risora), el car- del chochi (Tapera naevia) y la lluvia puede pronosticarse
pintero negro (Dryocopus schulzi), y el Ynambú apiratî con el canto incesante del ypaka’a (Aramides ypecaha).
(Eudromia formosa). Centenares de otras creencias y relatos guaraníes se
basan en las aves.
Más información sobre programas de turismo de
observación de aves puede encontrarse en la página Uso sostenible de las aves
www.guyra.org.py
El uso de la vida silvestre es una actividad que se
Cultural, Rituales mágicos y religiosos: Desde la realiza desde el inicio de la humanidad. Sin embargo,
época del hielo, pinturas artísticas de aves en las caver- en el siglo XX, la caza desmedida de la fauna provocó la
nas, sugieren que formaron parte de las creencias, mi- extinción de varias especies y generó la toma de con-
tos, leyendas, religión, arte y folklore del hombre. ciencia de la humanidad sobre la necesidad de conser-
En el antiguo Egipto, el hombre cabeza de halcón, var los recursos y utilizarlos de una forma que no pon-
representó al dios supremo del sol, mientras que ga en peligro la sobrevivencia de las especies y al mis-
un hombre cabeza de ibis era el dios de la luna. En mo tiempo asegure su utilización a largo plazo, filoso-
la religión cristiana, la paloma simboliza del Espí- fía conocida como uso sostenible.
ritu Santo, así como un emisario de la paz alrede-
dor del mundo. Para los indígenas Ayoreo, el alma Según la concepción de la Unión Internacional para
de los difuntos reside en asosna, ave nocturna, diosa de la Conservación de la Naturaleza (UICN 1994), el uso
la naturaleza. Por esta razón ellos no consumen aves en sostenible es «un uso que no reduce el futuro uso potencial
sus alimentos. ni perjudica la viabilidad a largo plazo de la especie utilizada o
de otras especies, y que es compatible con el mantenimiento a
Para la mayoría de las culturas indígenas las aves largo plazo de la viabilidad del ecosistema que sostiene o de-
poseen poderes sobrenaturales. Los artículos pluma- pende de la especie utilizada», en otras palabras, se refiere
rios relacionados a prácticas chamanísticas y religiosas al aprovechamiento de los recursos de forma que la
son la constante entre las culturas indígenas del país y extracción no supere la capacidad de reproducción
en otras partes del mundo. Para ellas, las aves, como las de la especie, a fin de asegurar su existencia y sus
rapaces y lechuzas (Falconiformes, Strigiformes) po- hábitats a largo plazo. Este concepto está contem-
seen poderes mágicos que son transmitidos a quienes plado en los convenios internacionales de conser-
lo utilizan. Las plumas utilizadas en las vestimentas y vación de la diversidad biológica y ha sido adopta-
adornos indígenas indican la jerarquía de quienes la do en varios países como un modelo que, aplicado
portan. Las más utilizadas en los adornos plumarios correctamente puede redundar en beneficios ambien-
son los del ñandú, inambú, cigüeñas, garzas, loros, águi- tales, sociales y económicos. Por ejemplo la caza con-
las, lechuzas y surucuá. trolada de grandes mamíferos en Sudáfrica, ha permiti-
do disminuir la pobreza y la marginalidad de varias
Las aves también se encuentran entre los principa- comunidades locales (Huges 2001) y en Argentina, el
les actores de las leyendas guaraníes, interpretadas en uso sostenible del loro hablador (Amazona aestiva), ha
cantos y danzas. Entre las más populares se citan el contribuido al alivio de la pobreza en comunidades
Shoguy música tradicional que relata la leyenda de un indígenas y criollas, así como a la adquisición y protec-
niño indígena que muere tras caer de un árbol, pero el ción de nuevas áreas protegidas, donde se conserva la
amor de su madre lo transforma en un ave azul como el especie y la biodiversidad en general.
cielo, el sai hovy (Traupis sayaca). Entre las danzas típicas
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Una aproximación a sus realidades.
En Paraguay, los programas de uso sostenible de la la Ley de Vida Silvestre, el cierre de la Oficina CITES en
vida silvestre, se inician con la creación de la Oficina Paraguay y la ausencia de una política de Vida Silvestre
CITES (Convención Internacional sobre el Tráfico de dio como resultado que en abril de 2003, la Comunidad
Especies Amenazadas de Fauna y Flora) en 1991 en cum- Europea prohibiera las importaciones de loro habla-
plimiento de la ratificación realizada. Convención In- dor (Amazona aestiva) y tucanes (Ramphastos toco) desde
ternacional CITES (Convención sobre el Comercio In- Paraguay. Al poco tiempo la Secretaría del Ambiente
ternacional de Especies de Fauna y Flora Silvestres tomó la determinación de establecer una pausa en el
Amenazadas de Extinción), fue creada en 1973 a fin de uso de la vida silvestre, la cual está en vigencia hasta el
mitigar el impacto causado por el comercio ilegal a las momento.
poblaciones silvestres de animales y vegetales. Esta
convención, se basa en la regulación del comercio in- La filosofía del uso sostenible se basa en que los
ternacional, utilizando listas de especies incluidas en programas de aprovechamiento deben estar diseñados
los apéndices I y II. El Apéndice I incluye las especies en forma tal a asegurar que el ingreso por la utilización
amenazadas de extinción, cuyo comercio está prohibi- de la fauna sea reinvertido en la protección de áreas,
do a fin de no poner en peligro mayor su supervivencia fiscalización de la caza y desarrollo de investigaciones.
y se autoriza solamente bajo circunstancias excepciona- Según los datos recabados en el año 2003 de la Secreta-
les. En el Apéndice II se incluyen a todas las especies ría del Ambiente y del Sistema Sofía de Aduanas, sólo
que no se encuentran en peligro de extinción, pero po- entre los años 2000 y 2002, la Secretaría del Ambiente
drían llegar a esa situación a menos que su comercio ingresó en promedio 57.141,4 $ anuales en concepto de
esté sujeto a una reglamentación estricta que evite la cánones por expedición de permisos de exportación,
utilización incompatible con su supervivencia. guías de traslado e inscripciones. Esto representó el 26%
del presupuesto del 2002 y el 16, 5% de las ganancias del
Al inicio se realizaron varios acuerdos de coopera- sector comercial. El uso de la vida silvestre ha movido
ción con instituciones internacionales y nacionales para 861.847,4$ en 3 años (2000 al 2002) y sin embargo los
realizar investigaciones sobre las especies que podían beneficios para la conservación no han sido tangibles.
ser utilizadas de forma racional. De esta forma se esta- Claramente la vida silvestre ha subvencionado el creci-
blecieron varios programas para el uso sostenible de miento de económico de un pequeño sector productivo
reptiles como el Teju guasu (Tupinambis spp.), el yacare con poco o ningún compromiso hacia la conservación
hu (Caiman yacare), y la curiyu (Eunectes notaeus). A de las especies y sus hábitats.
partir de 1998, se abrió un nuevo rubro en la exporta-
ción legal de las especies silvestres, con la demanda de Manejar los recursos vivos, como las aves, implica
individuos vivos para el comercio de mascotas o para generar estrategias de uso que aseguren la conserva-
satisfacer la demanda de animales vivos para zoológi- ción de la especie a largo plazo y la estabilidad de las
cos en el exterior. Las aves constituyeron uno de los sociedades humanas que de ellas dependen (Marín y
recursos con más demanda en este tiempo. Delgado 1998). El manejo debe incluir al menos cuatro
etapas, 1) generar información científica que indique la
Con relación a las aves, uno de los principales pro- cantidad del recurso que puede ser extraido sin com-
yectos desarrollados fue el Programa de manejo del prometer su conservación, 2) desarrollar un plan de
Loro Hablador (Amazona aestiva), con el apoyo del go- manejo y 3) difundir la información para que los usua-
bierno argentino y de la Comunidad Europea. El pro- rios la conozcan y 4) revisar y, de ser necesario adaptar
grama tubo como objetivo probar y adaptar las meto- o modificar el plan con la información recabada duran-
dologías utilizadas con éxito en Argentina en el contex- te el proceso. Es necesario considerar que un programa
to nacional. El proyecto consistió básicamente en ase- de conservación para las aves debe abarcar aspectos de
gurar primero que el número de individuos extraídos investigación, fiscalización, desarrollo económico y
de la naturaleza, no ponía en riesgo la sobrevivencia de organización social, enmarcados en una política y es-
la especie, que las técnicas utilizadas no dañaban el há- trategia de conservación de la vida silvestre, con el objeti-
bitat ni a las aves y que las ganancias eran justas y se vo de alcanzar la sustentabilidad del recurso.
distribuían en forma equitativa.
Agradecimientos
Entre los años 1998 y 2002 fueron autorizados el uso
sostenible de 217 especies de la fauna silvestre para- A Hugo del Castillo por su valiosa contribución
guaya, incluidos 154 especies de aves. Sin embargo, ante sobre los aspectos de turismo de observación de aves.
la inestabilidad política que afectaba al país y directa- A la Asociación Guyra Paraguay por su apoyo con la
mente a la SEAM, la ausencia de la reglamentación de base de datos
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Una aproximación a sus realidades.
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Anexo 1:
Ejemplos de principales usos de las aves silvestres: 1. Arte Plumario, 2. Uso de huevos, 3. Cacería de subsistencia,
4. Cacería deportiva, 5. Polinizadores, 6. Dispersores de Semillas, 7. Indicadoras de Bosque Atlántico, 8. Recrea-
ción, 9. Mascotas, Zoológicos
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Resumen
El uso de los mamíferos tiene una fuerte raíz histórica en Paraguay, principalmente arraigada en las
tradiciones indígenas, muchas veces adoptadas por la sociedad moderna. Los múltiples usos posibles que se
dan son en total nueve: alimentación, mascotismo, elaboración de artesanías, rituales/religiosos, cacería,
usos simbólicos, medicinales, comerciales, y finalmente para tracción o transporte. Los grupos más pobres
como los indígenas y campesinos, viven gracias a un importante nivel de obtención de proteínas de la carne
silvestre, principalmente de los chanchos, venados y roedores. Los niveles sociales más altos, como las
sociedades urbanas, utilizan la fauna más como medio de entretenimiento o de forma más abstracta, desco-
nociendo los aspectos ecológicos de las mismas. Económicamente el uso actual de la fauna es importante pero
no es incorporado dentro del esquema socioeconómico. Actualmente, a pesar de las prohibiciones legales, el
nivel de cacería y consumo es alto, y no se enmarca en un contexto de sostenibilidad. El concepto de sosteni-
bilidad exige sistemas basados en el conocimiento profundo de las poblaciones silvestres o en su defecto en
el desarrollo de modelos de áreas «fuente» y áreas «sumideros». Al respecto, existen experiencias válidas que
pueden servir de base para una regulación del uso de fauna, en especial en sus aspectos de cacería y comercio.
Introducción
dentro de este proceso cultural. Estos enunciados mu-
La cultura paraguaya se compone básicamente de chas veces son difíciles de ser aceptados por la sociedad
elementos aportados por una extensa colonización es- en general. Sin embargo aspectos relativos a los usos y
pañola y de un amoldamiento propio de la cultura bá- costumbres, comenzando por el idioma guaraní, por el
sica indígena. Otro factor interesante de mencionar es extensivo uso de hierbas medicinales, la yerba mate,
el largo proceso de la post-independencia donde el las «rondas de tereré», y cierta afinidad al consumo de
«mestizo» paraguayo pudo afianzar una cultura pro- carne y productos silvestres evidencian estas afirma-
pia, debido a factores como el intenso entrecruzamien- ciones.
to y el gran «encierro» geográfico y cultural de ésa épo-
ca (sólo rota por los gobiernos de los López, y aún así Partiendo de estos principios podemos entonces
muy favorecido por el idioma guaraní y la situación de empezar a examinar la importancia de la fauna para-
pobreza de la post guerra de 1870). Dentro de este con- guaya, en este caso particular los «mamíferos», en el
texto el uso de los mamíferos, y de toda la biodiversi- desarrollo social de nuestra gente, tanto en sus etapas
dad nacional, comprende una parte muy importante históricas como en la actualidad. Y para ello debemos
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Un interesante detalle es la incorporación de la pa- Independientemente del alcance social que puedan
labra «mariscar» en la cultura paraguaya. Esto data de tener estos factores, solamente comprenden unos po-
la época de la colonia, cuando muchos de los españoles cos ejemplos del cómo históricamente el uso de fauna
que vinieron a colonizar, aún mantenían sus modos y silvestre (mayormente expresado en la caza y el consu-
costumbres alimenticias. Éstos, muy afectos a la «pae- mo de carne) tiene fuertes raíces históricas. Quizás la
lla mediterránea» y otros platos que llevaban mariscos influencia es tan fuerte que hasta varios nombres geo-
como componentes esenciales, se veían en una encruci- gráficos guardan relación con la fauna (y no exclusiva-
jada al estar tan lejos del mar. Sin embargo ellos man- mente con mamíferos). Ejemplos de ello tenemos a
daban a los indígenas y otros a buscar «mariscos» al río Guazu Cua, Ciervo Cua, Capi’ibary (Kapi’i yva= car-
(almejas, camarones y peces), actividad que era aprove- pincho o H. hydrochaeris). Algunos trabajos que nos pue-
chada tanto para pescar como para cazar. Con el tiempo den ayudar sobre referencias históricas podemos en-
el concepto de «mariscar» más bien se relacionó a las contrar en Azara (1998), Du Graty (1862) y González
partidas de cacería (comprendiendo caza de aves, repti- Torres (2002).
les y mamíferos).
Usos indígenas
Ya después de la colonia, otro factor importante en
el mantenimiento de la costumbre de consumo de car- Los indígenas corresponden a los grupos que por
nes silvestres, fue el gran empobrecimiento producido definición dependen casi totalmente del uso de la fauna
por la guerra de 1870. Después de esta cruel guerra, el silvestre. Como ya se había mencionado, existen algu-
país quedó reducido prácticamente a ruinas, por lo que nos aspectos muy similares, especialmente en las técni-
las únicas políticas implantadas para poder recuperar cas de cacerías utilizadas por las distintas etnias. Por
la economía fue la masiva venta de las tierras del esta- ejemplo, los indígenas «Cazadores – recolectores» (no
do. Con ello, grandes empresas transnacionales intere- cultivadores, o que cultivan sólo determinadas épocas
sadas en la extracción de yerba mate de los montes y de del año), suelen utilizar el sistema de «acecho y perse-
algunas especies de madera compraron prácticamente cución» de la presa. Sin embargo los indígenas cultiva-
la mayor parte del territorio nacional. El esquema de dores suelen emplear más los sistemas basados en tram-
trabajo de estas grandes empresas se basaba en un siste- pas. En el primer grupo tenemos a casi varias etnias del
ma de «contrato / adelanto / endeudamiento» en los Chaco y a los Aché como el grupo «cazador – recolec-
mismos almacenes de la empresa del cual los emplea- tor» por excelencia. En el segundo grupo tenemos prin-
dos nunca podían salirse. Entonces los «Mensú» (o «men- cipalmente a las etnias guaraníes. Existe mucha biblio-
sualeros») como se les conocía por el sistema de pago grafía antropológica que trata el tema del uso de fauna
mensual, se veían obligados a cazar para poder comer en general, como la excelente recopilación antropoló-
algo digno. De hecho, el trabajo de estos hacheros, o co- gica realizada por José Zanardini (2003), específicamente
sechadores de yerba, siempre se realizó en medios muy en la sección correspondiente a alimentación y cacería
propicios para la cacería como las profundas selvas de la (Bórmida y Califano 2003). Otra excelente referencia
región oriental o los quebrachales chaqueños. sobre las distintas culturas maqueñas, históricas y ac-
tuales se pueden encontrar en la gran obra de Métraux
Hoy en día al parecer el consumo masivo de pro- (1996). Aparte de estos trabajos, escogidos entre mu-
ductos comerciales parece haber reemplazado en su chos otros, también existe un único trabajo con enfoque
totalidad a la carne silvestre. Sin embargo, el gran pa- científico ecológico perteneciente a Hill y Padwe (2000),
radigma de la pobreza social versus la riqueza de cier- donde se enfoca con mucho criterio la sustentabilidad
tos grupos sociales también se refleja en el uso de la de la cacería Aché.
fauna. La gran pobreza reinante en esta época todavía
conduce y mantiene los sistemas de consumo proteico
Consumo y alimentación
basado en carnes silvestres. Esto especialmente en el
medio rural, y más especialmente en el grupo más po-
bre: los indígenas. Los grupos campesinos tampoco Los cazadores – recolectores generalmente presen-
tan un patrón de comportamiento bastante nómada, en
desprecian una buena oportunidad para cazar algún
la búsqueda de las regiones de mejor caza. Éstos mu-
animal silvestre. También en las ciudades llega a co-
chas veces son reconocidos por sus costumbres bastan-
mercializarse algún animal silvestre como venados o
tes silvícolas, como el caso de los Ayoreos y los Aché
carpinchos (Hydrochaeris hydrochaeris), e incluso en no-
(Fig. 1). Estos tienen una diversidad de creencias y cos-
tas periodísticas pasadas se llegó a denunciar incendios movisiones que influyen directamente en el uso de los
provocados en Ñu Guazú para la caza de «apere’a» (Ca- recursos. Generalmente, las culturas basadas en la caza
via aperea). En el otro extremo, los medios y tecnologías y recolección son mucho más primitivas que las que se
disponibles sumados al bajo control fiscal hace que los basan principalmente en sistemas agrícolas. A este res-
grupos más adinerados puedan organizar fácilmente pecto, los Aché se corresponde a un grupo que cultural-
supuestos «Safaris» bajo el lema «vamos al Chaco». mente aún se mantiene en la «edad de piedra», cuyas
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tecnologías y artes se basan exclusivamente en la natu- que el hígado de cualquier animal descompone los
raleza. La mayoría de las tribus chaqueñas no son es- dientes. Los toba piensan que la carne del kure’i y del
trictamente «silvícolas» ya que muchas de ellas se dedi- cerdo doméstico (Sus scrofa) causan úlceras en la na-
can a la agricultura en determinadas épocas del año, riz. Los Ayoreos también tiene una gran aversión al
recogiendo frutos, granos y tubérculos silvestres para contacto con la sangre de cualquier animal por lo
su cultivo (de forma bastante primitiva). que, al menos los cazados para consumo, no usan
armas punzantes.
Los principales usos de estos grupos están orienta-
3. Necesidad de prestigio basado en creencias religio-
dos a las necesidades alimenticias. Las etnias chaque-
sas. Los Ayoreos por ejemplo poseen una escala de
ñas se dedican al acecho, persecución y caza de anima- demostración del «valor» del guerrero, base de su
les como: el tagua (Catagonus wagneri), el kure’i (Pecari estructura social, en el orden de «caza» siguiente:
tayacu), y el tañyka ti o «jabalí» (Tayassu pecari), y jurumi personas – jaguarete – vaca (a la que no distinguen de
(Myrmecophaga tridactyla), mborevi o tapir (Tapirus terres- entre los animales silvestres).
tris), y jaguarete (Panthera onca) ya sea para consumo o
para usos de sus partes. Los Ayoreos tienen fuertes creen- Sin embargo, cabe resaltar que, las mayores varia-
cias al respecto de lo que comen y por sobre todo al ciones que se dan entre tribus y entre mismos clanes o
contacto con la sangre de los animales, y por ésos moti- grupos familiares de una tribu se dan por una necesi-
vos los adultos guerreros solamente consumen carne dad estrictamente alimenticia. Por ello generalmente
de tañyka ti, jurumi y tatu carreta (Priodontes maximus) la selectividad de presas disminuye notablemente en
para el consumo, preferentemente cazados sólo con los grupos más pobres y miserables quienes ven en
mazos, y jaguarete, tirika (Oncifelis geoffroyi), mborevi, y
cualquier animal una oportunidad de alimentarse.
algunos monos para uso de sus cueros en prendas y
adornos, que pueden ser cazados con armas punzates,
de lejos, los animales más cazados y consumidos com- Por otra parte los Aché comprenden un grupo muy
prenden los chanchos y venados. Cabe acotar que cuan- bien documentado gracias a una larga experiencia de
do se habla en este capítulo de «chanchos» siempre se investigaciones realizadas en la Reserva del Bosque
hace referencia a las especies silvestres (principalmen- Mbaracayú, Canindeyú. En este sitio se demostró en
te kure’i y tañyka ti) y «venados» cuando se refiere a más de diez años de toma de datos que los Aché consu-
ambas especies de venados comunes: guasuvira (Maza- men mayormente (en orden de prioridad): tatu hu
ma gouazoupira) y guasu pyta (Mazama americana). Existen (Dasypus novemcinctus), akutipak (Agouti paca), ka’i (Cebus
otras preferencias, muchas veces determinadas también apella), mborevi, tañyka ti, koati (Nasua nasua), los venados
por la necesidad de «capturar más con menor esfuer- y el kure’i. Todas estas especies en conjunto representan
zo», para el caso de caza de tapires por ejemplo, que el 94,5% de toda la biomasa consumida en 16 años de
brinda una excelente provisión de carne por un buen
estudio, reflejando ciertas «preferencias alimenticias»
tiempo. Pocas tribus son poco selectivas al elegir sus
presas, como el caso de los Matacos quienes consumen (Tablas 1 y 2). Claro que esto no quiere decir que los
todo tipo de animal. Las mayores variaciones se basan Aché no coman otras especies pudiéndose encontrar en
en creencias y tabúes como las siguientes: su dieta hasta incluso el 24% de toda la mastofauna
conocida para la Reserva (24 especies).
1. La creencia de que uno adquiere el carác-
ter del animal que consume: por eso los
guerreros Abipones por ejemplo consu-
mían hasta los ínfimos restos del jaguare-
te, Los Mataco ancianos podían comer ar-
madillos (varias especies) pero los jóve-
nes no lo hacían por temor a volverse pe-
rezosos. Animales como la oveja (Ovis
aries), tortugas y gallinas siempre eran
despreciadas.
171
BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
Tabla 1. Vertebrados cosechados por los cazadores Aché (ordenados de mayor a menor biomasa) durante el
periodo 1980 a 1996 cuyo aporte fue superior al 0,4 % de la biomasa total. Extraído de la Tabla 5-2, Hill y Padwe
(2000) con modificaciones.
Especie Individuos cazados Peso medio Kg totales % del Tot. Cazado % Biomasa
Las formas típicas de cacería de estos grupos cazado- patrón de consumo y preferencias. Difieren bas-
res recolectores se basan principalmente en la embos- tante en los sistemas de caza utilizados, dedicán-
cada, acecho o persecución del animal presa. Las armas dose más a la instalación de trampas que revisan
utilizadas para dar muerte comprenden mazos, lanzas con cierta periodicidad. Entre las trampas más fre-
y flechas de distinto tipos. Está comprobado que ante el cuentes se encuentran: (a) los «ñuha» o trampas de
acceso a nuevas tecnologías estas tribus se adaptan fá- lazo, con cordeles tensados para que al dispararse
cilmente utilizando, por ejemplo, restos de hierro aban- enlace a presas pequeñas; (b) los «mombe» o tram-
donados (especialmente los silvícolas del Chaco), he- pas de «caída» que consisten en la construcción de
rramientas de metal (hacha, palas) y las armas de fue-
supuestos «refugios» cebados donde los animales
go. También resultan frecuentes en el Chaco los siste-
al entrar disparan un mecanismo que derrumba el
mas de cacería colectiva, con grupos de cazadores que
refugio, cayendo sobre él una gran cantidad de
van rodeando a las presas estrechando el círculo hasta
troncos pesados que le dan muerte; (c) trampas jau-
dar muerte con mazos. Anteriormente estos sistemas
también se aplicaban con caballos, lo que daba una la, donde se construyen jaulas cónicas de ramas
mayor eficacia (Mbayáes). Otra técnica usual de cacería para pequeños animales (generalmente aves), o
en el Chaco comprenden las quemas provocadas para jaulas muy complejas con puertas movedizas que
ahuyentar a los animales hasta cierto punto, donde da- caen al entrar el animal y (d) trampas pozo, donde
ban captura con mazos, o para recoger los restos cha- se combinan con técnicas como el acorralamiento
muscados o consumirlos en el acto. para que el animal caiga en un pozo encubierto,
profundo y generalmente con agua, donde se le da
Las etnias más avanzadas y que desarrollan siste- muerte al animal. Estas trampas son muy frecuen-
mas agrícolas basados en la «roza» tienen casi el mismo tes en las etnias guaraníes y varias etnias chaqueñas.
Tabla 2. Cosecha de vertebrados, por intervalos de tiempo, que contribuyeron en más del 1% de toda la
biomasa cosechada por los cazadores Aché desde 1980 a 1996. Extraído de la Tabla 5-3, Hill y Padwe (2000) con
modificaciones.
% de toda la biomasa de vertebrados cosechados
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
La preparación de los alimentos también adquiere y tiras de cuero para sujetar otros ornamentos (como
muchas formas, pero usualmente el modo más típico y plumas, latones, cuentas de vidrio, etc.). Los Aché son
sencillo es el de arrojar al animal en su totalidad direc- muy afectos al uso de collares hechos con dientes de las
tamente sobre el fuego para que elimine todos los pa- diversas especies que cazan, entre ellas aguara’i, ka’i (Ce-
rásitos externos y el pelo, para luego consumirlo en su bus apella) y los chanchos propios de su región.
totalidad. Otras formas más avanzadas comprenden
cocción en las brasas, cocción en hornos de tierra y car- Usos ceremoniales
nes secadas y ahumadas. Muchas tribus, especialmente
las chaqueñas utilizan condimentos como la sal de sali- Otros usos que dan los Ayoreos, y en este caso la
trales, cenizas de ciertas raíces y las pimientas silves- mayoría de las etnias chaqueñas, se basan en sus prácti-
tres o «ky’yi» (Para conocer sobre algunas de las espe- cas ceremoniales. Un caso notable consiste en el paso
cies botánicas de estas sabanas de saladares, se recomien- de la niñez a la adultez, para lo cual el joven debe cazar
da ver el Capítulo La Diversidad vegetal en el Paraguay). un jaguarete con sus propias manos, con la ayuda del
grupo de amigos. Las vestimentas ceremoniales tam-
Vestimentas y prendas bién tienen un fuerte componente de fauna mamífera,
como por ejemplo los gorros hechos de cuero de gatos
También en muchas tribus del Chaco se utilizan di- manchados o tirika (Oncifelis geoffroyi).
versas partes del animal para prendas de vestir, ador-
nos o herramientas. Por ejemplo se pueden generar La música indígena tiene un fuerte uso en ceremo-
herramientas de uso diario con ciertas partes del ani- nias religiosas y de chamanismo en general. Algunos
mal, como la utilización de partes duras para puntas de instrumentos musicales son mucho menos frecuentes y
flecha o lanzas (huesos). Por ejemplo los Abipones utili- generalmente están basados en copias o influencias re-
zaban un hueso particular de la garra del aguara’i (Cer- cibidas de las tribus andinas, excepto por las matracas,
docyon thous) a modo de «punta frágil» que se insertaba cascabeles y el arco musical. Los instrumentos general-
en el rival y le causaba fuertes infecciones. Las lanzas mente se basan en material vegetal, pero los de origen
también usualmente tenían la punta hecha de hueso o animal comprenden: (a) las matracas hechas de pezu-
de asta de guasuvira, e incluso sus jabalinas o arpones ñas de venados y cabras que se fijan a largos palos que
muchas veces tenían estas puntas «separables» atadas al ejecutan las mujeres (Mataco, Lengua, Ashluslay, Toba,
mango con una fuerte cuerda (Mocovíes, Matacos, Pa- Pilagá). Este mismo principio se usa para las pulseras de
yaguáes). Ciertas tribus (Abipones) usan ciertas ar- tobillo y matracas en los cintos. Estas pezuñas también
maduras o petos hechos de cueros duros de chan- se usan a modo de sonajeros para los bebés de uso muy
chos o de tapir, e incluso de jaguarete con las man- extendido; (b) El «clarinete» nativo, es un instrumento
chas hacia el oponente. Otras «armas», «juguetes» o precolombino (Abipón) que se fabrica con una boquilla
implementos de caza posibles son: boleadoras hechas de junco con una lengüeta que se inserta actualmente
de piedras envueltas en cuero (Lenguas), «puños de hie- en el cuerno de una vaca, y anteriormente en la cola de
rro» que consistían en bandas de cuero para las manos un armadillo o en una calabaza; (c) Pitos hechos con
en el caso de las peleas entre mujeres y garras para el pequeños cráneos de roedores al que se le obturan to-
boxeo masculino (Payaguáes). das las aberturas menos el «foramen mágnum»; (d) arcos
musicales, hechos con dos arcos de madera cuya cuerda
Los cueros también son muy utilizados para la fa- está hecha de cerdas de caballo que se friccionan a modo
bricación de prendas de vestir que tienen la función de de violín, el débil sonido sólo es escuchado por el ejecu-
ornamentos o de protección como: anchos cintos para tante ya que sostiene uno de los arcos entre sus dientes.
cubrir y proteger el estómago (Toba, Ashluslay), y cha-
quetas de piel de jaguarete para ornamento (Toba, Mba- Una ceremonia muy particular comprende la «no-
yá). En épocas de frío se cubrían con mantas de piel para minación» entre los Aché. La forma de asignar nom-
protegerse (actualmente reemplazadas por el algodón bres entre los Aché se basa en la opción de consumo de
y la lana de oveja) hechas con varias partes de: kyja (Myo- un animal cazado (que también pueden ser aves o rep-
castor coypus), lobope (Lontra longicaudis), guasuvira, gua- tiles) que realiza la mujer ya en su etapa de embarazo
supyta, aguara’i y aguara cha’i (Pseudalopex gymnocercus), (Hill y Hurtado 1996). Así todos los nombres propios
a modo de utilizarlas con la parte peluda hacia el cuer- Aché guardan una estrecha relación con la fauna.
po. Las polleras también eran hechas con piel de vena-
do y actualmente de cabras (Capra hircus). Aunque ra- Animales domésticos y «mascotas»
ros, los calzados mocasines hechos de cueros resisten-
tes eran utilizados para cruzar el suelo caliente o terre- La principal mascota indígena se corresponde al
nos espinosos (Toba, Lengua y Maka). Otras prendas me- animal doméstico por excelencia: el perro (Canis familia-
nores de origen animal se usaban para ornamentos como ris) al que generalmente le tienen a maltraer, porque
aros (usualmente de fragmentos de cuernos), pulseras son mal alimentados, pero para ellos sería una grave
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BIODIVERSIDAD
DEL PARAGUAY
Una aproximación a sus realidades.
ofensa que alguien intente matarlos. Los Pilagá y Mata- que suelen utilizarse además como juguetes. Las etnias
cos utilizaban al perro como animal de caza. Los Abipo- locales presentan una gran aptitud para estas manuali-
nes y Mabyáes apreciaban más a sus perros que a miem- dades logrando capturar la esencia de las especies en
bros de otras tribus. sus imágenes, e incluso algunas (como los Aché) decoran la
figura con pirograbados rústicos de representaciones de
Los animales de ganado preferentemente se ba- su gente en salidas de caza por la selva (Fig. 2).
san en caballos, ovejas (Ovis aries) y cabras. Los
caballos fueron históricamente importantes para Usos campesinos
el desarrollo de sociedades ecuestres como los «Abi-
pón» y los «Mbaya». Actualmente no es muy fre-
cuente que los indígenas se dediquen al manteni- Los usos campesinos, si bien muchas veces se tratan
miento de ganado. de comunidades muy pobres que incluso co-existen
con comunidades indígenas vecinas, difieren bas-
También existe la costumbre de mantener a ciertas tante en el patrón general de uso ya que se basan
crías de animales silvestres capturados vivos, como chan- más simplemente en sus preferencias alimenticias
chos, monos, tapires, venados, y otros. Incluso en va- e incluso como parte de un «pasatiempo». Aunque
rias etnias se le proporciona un cuidado maternal a es- los animales mayormente consumidos también co-
tas «mascotas» dándole leche materna. rresponden a los chanchos, venados y armadillos,
las únicas bases que orientan este consumo se ba-
Otros usos san en el «gusto» (gourmet) y en la disponibilidad
del alimento. De hecho, son estas especies de ma-
Existen usos que precisamente no tiene al animal míferos las que son relativamente abundantes en
como sujeto, sino más bien como una referencia simbó- casi todo el territorio del país. Claro que siempre
lica o valor espiritual. Bajo este aspecto particular la existen excepciones a la regla, y constantemente
representación de animales en figuras de distintas ma- los relatos de los cazadores campesinos refieren a la
deras (representaciones zoomórficas) es un valor muy presa referida, ya sea por el gusto, por su dificultad de
frecuente en la cultura nativa. Si bien no son exclusivas caza o por simple preferencia.
de los mamíferos, éstos sí comprenden un importante
grupo de sus representaciones con especies como: chan- Las comunidades campesinas generalmente man-
chos, monos, koati, jurumi, kaguare (Tamandua tetradac- tienen sus tradiciones «mariscadoras», y por ello son
tyla), gatos silvestres, mborevi y armadillos por citar los fieles depositarios de conocimientos empíricos sobre la
mamíferos más frecuentes ya que también se represen- fauna. Esto se refleja de varias maneras ya sea por el
tan aves, peces y reptiles. conocimiento de: sus huellas, sus costumbres alimenti-
cias, sus comportamientos y hasta ciertas necesidades
Si bien, ancestralmente esta actividad no compren- fisiológicas como el consumo de sal por los ungulados
día una tradición cultural, fue gradualmente introduci- (i.e. animales con pezuñas) que los hace excelentes ras-
da por agencias y antropólogos que trabajan a favor de treadores. Claro que estos conocimientos son difícil-
estas etnias. De hecho, el fin principal de este uso «mo- mente equiparables a los indígenas, aunque muchas
ral» o «abstracto representativo» es el comercio, aun- veces se pueden encontrar campesinos con igual o in-
cluso más aptitud o, contrariamente, también indíge-
nas que no conocen casi nada de fauna por su alto grado
de transculturización.
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