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III
TOMO
EN EL MÉXICO RURAL
TRANSFORMACIONES Y RESISTENCIAS
HACIA NUEVAS PERSPECTIVAS DE
DESARROLLO RURAL
Coordinadores Generales:
Dante Ariel Ayala Ortiz l Dolores Camacho Velázquez
Yolanda Castañeda Zavala l Artemisa López León
CRISIS CIVILIZATORIA EN EL MÉXICO RURAL
Este libro fue sometido a un proceso de dictaminación académica, de acuerdo con las
normas establecidas por el Consejo Editorial de la Asociación Mexicana de Estudios
Rurales, A.C. Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos
los países de habla hispana. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier
medio, sin el consentimiento por escrito de los legítimos titulares de los derechos.
PRESENTACIÓN 5
Dante Ariel Ayala Ortiz
Dolores Camacho Velázquez
Yolanda Castañeda Zavala
Artemisa López León
INTRODUCCIÓN 11
Aportes del campo mexicano a un
nuevo proyecto de desarrollo social
Héctor B. Fletes Ocón
Katia Lozano Uvario
PRIMERA PARTE 27
Formas de organización diferenciada
en el espacio rural
Ejidatarios y pobladores. Economía familiar y la
disputa por los apoyos gubernamentales en
Calakmul, Campeche 29
Santana Navarro Olmedo
Pastores trashumantes frente a la
reestructuración del campo 53
María Isabel Mora Ledesma
Asociatividad, competitividad y producción de
sorgo en la frontera norte 71
Artemisa López León
SEGUNDA PARTE 87
Mercados alternativos y propuestas
desde la economía substantiva
Límites y oportunidades del comercio justo
de café en México 89
Pablo Pérez Akaki
Políticas, esquemas y escenarios del crédito
rural en el comercio justo del café en Chiapas
y Oaxaca, México (1980-2010) 109
José Luis García y Medina
Mercados locales para la abundancia,
o pobreza globalizada 129
Laura Collin Harguindeguy
Tianguis alternativos: Alcances y dificultades 149
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
5
Presentación
tema de debate las políticas públicas debido a que cada vez encontramos más
elementos que nos permiten reiterar que éstas no están dirigidas a dar solución
a la complicada situación rural, sino a aminorar las condiciones sociales, lo
que da como resultado la continuidad de la crisis.
Entre los temas a discusión, destacó por su importancia en la alimentación
de los mexicanos, la protección del maíz nativo ante la posible liberación de
simiente genéticamente modificado, promovida por empresas transnacionales
y algunos centros de investigación pública, estos últimos convencidos que son
la alternativa para los problemas agronómicos de los productores que cultivan
tanto con semillas nativas como híbridas. Sin embargo, para organizaciones
campesinas e indígenas el maíz transgénico en el mercado no es necesario,
porque sus problemas no son primordialmente de plagas y malezas, sino que
se encuentran en la comercialización del grano, su precio y el cambio climático
que ha presentado fenómenos atípicos en los últimos años.
Un tema reciente y que tuvo presencia en las mesas de debate son los
megaproyectos, y no porque sean problemáticas nuevas, sino por la fuerza
que han adquirido en los últimos tiempos y por las consecuencias que están
ocasionando en el campo. Los trabajos presentados sobre este tema, indican
que estamos ante una política pública que refuerza el desarrollo de estos
proyectos, que son proclamados como formas de enfrentar la pobreza en el
campo. Asimismo, como es ya de dominio público, los megaproyectos son
normalmente extractivos, sustrayendo sin ningún control la riqueza natural de
grandes territorios, contribuyendo con esto a una mayor miseria y contaminación
ambiental; un ejemplo tangible de esta situación es el caso de la minería. Lo
mismo sucede con actividades que aún son defendidas como limpias, como
lo es la energía eólica, la forma como se está desarrollando esta industria en el
país ha traído como consecuencia casos de despojo de territorio, se ha impuesto
a poblaciones enteras que han visto cómo sus tierras son utilizadas para estos
fines sin obtener ningún beneficio.
Las proyecciones de la crisis alimentaria, de por sí negativas, se vislumbran
aún más severas. Asociado a ello, el cambio climático ampliamente discutido
durante el congreso, nos deja con proyecciones de un sector rural desastroso;
lo cual obviamente, repercutirá en el bienestar de la sociedad mundial, donde
los jóvenes al ver mermadas sus posibilidades de subsistencia en el medio rural,
buscan desesperadamente insertarse en otros sectores económicos a través de
la migración.
Sin embargo, en esta vorágine de acontecimientos poco alentadores, también
se compartieron experiencias exitosas, tal es el caso de la agricultura orgánica
y cultivos de traspatio. Existen organizaciones campesinas que están luchando
6
Crisis Civilizatoria en el México Rural
ante la adversidad, y que a pesar de ello son un claro ejemplo de éxito; además
de poblaciones indígenas que a fuerza de propuestas han logrado mantener sus
territorios libres de intervenciones empresariales y políticas; es decir, que aún
hay espacios de resistencia y lucha contra la imposiciones de “política pública”,
orientadas en mayor medida a hacer de los campesinos simples clientes del
mercado de alimentos.
La colección editorial titulada Crisis Civilizatoria en el México Rural, reúne en
cinco tomos, la selección de ponencias expuestas en el marco del 9º Congreso
de la AMER, los cuales fueron sometidos al riguroso proceso de dictaminación
que la asociación realiza para proceder a la publicación de sus obras.
El Tomo I titulado Crisis alimentaria y sus dilemas tecnológicos y socioambientales.
Respuestas de los actores sociales, es coordinado por Yolanda Castañeda Zavala
y Yolanda Cristina Massieu Trigo. En la introducción, se comentan los siete
capítulos que abordan la compleja situación de crisis que atraviesa el sistema
alimentario mundial y mexicano, y los dilemas propiciados por el uso excesivo
de la tecnología; de forma particular los aspectos socioambientales desde
la perspectiva de los actores sociales, de cómo estos están adaptándose o
resistiéndose a ello. El contenido de este tomo fue ordenado en tres partes:
Género, cambio climático y producción alimentaria local; Tecnología y gestión territorial,
y Maíz: tecnología, mercados y política.
El Tomo II se titula Migración y estrategias de vida en contextos rurales.
Coordinado por Jesús Antonio Madera Pacheco y Laura Isabel Cayeros López,
consta de siete capítulos que nos acercan a las diferentes estrategias creadas
por los actores sociales para enfrentar las consecuencias de la crisis del campo,
la migración es una opción que se visualiza cada vez con mayor intensidad en
las comunidades rurales, incluidas las indígenas. Se someten a discusión, las
diversas miradas que sobre la migración existen, desde la perspectiva de género,
y de las formas de cómo los actores logran ratificar su cultura y sus derechos
aun en territorios de migración.
Es posible apreciar en los trabajos incluidos en las dos partes en que está
dividido este tomo, Transformación de las ruralidades y Migración como estrategia, las
diversas formas en que las comunidades campesinas e indígenas se reproducen
en condiciones de crisis, sin necesidad de perder sus particularidades culturales
a pesar de abandonar en muchos casos sus territorios de origen, pero también
casos en que es posible la reproducción campesina gracias a las remesas que
algunos miembros del núcleo familiar envían a sus comunidades.
El Tomo III intitulado Transformaciones y resistencias hacia nuevas perspectivas
de desarrollo rural, coordinado por Héctor B. Fletes Ocón y Katia Magdalena
7
Presentación
Lozano Uvario, incluye los capítulos que analizan la diversidad de los cambios
surgidos en diversos contextos sociales y regionales del país. La obra se encuentra
dividida en tres apartados. El primero, titulado Formas de organización diferenciada
en el espacio rural, comprende tres trabajos que dan cuenta de la complejidad
que han adquirido las dinámicas de relaciones sociales en el medio rural,
frente a la reestructuración de la economía y del Estado neoliberal. Disputas
por reconocimiento, visibilización social y competencia económica son los
principales aspectos del desarrollo que son discutidos.
El segundo apartado del libro Mercados alternativos y propuestas desde la
economía substantiva, incluye cuatro capítulos que analizan experiencias de
organizaciones y comunidades que han incurrido en lo que se llama “mercados
alternativos”, como forma de enfrentar la crítica situación del campo. Las
alternativas que son analizadas reflejan los diversos desafíos que encierran estos
esfuerzos, puesto que en algunos casos terminan constituyéndose en “mercados
de élite” debido a que los productos que se expenden contienen un valor que
no necesariamente es social. Por lo cual, se requiere de formas específicas de
analizar las experiencias en un contexto más amplio.
El tercer apartado titulado Nuevas perspectivas del desarrollo, incluye dos
capítulos, que analizan, conceptos usados por organismos internacionales
y el gobierno mexicano como narrativas que justifican sus enfoques para el
ataque a la pobreza; así, conceptos como: “para vivir mejor”, “vivir bien”
y “empoderamiento” son cuestionados desde su aplicación en las políticas
sociales rurales, dejando claro que las interpretaciones y significaciones que la
población les otorga son muy diferentes a las narrativas oficiales.
El Tomo IV titulado Territorios y organización sociopolítica en el México rural,
coordinado por Artemisa López León y Rosa María Larroa Torres, contiene
además de una introducción comentada, siete capítulos divididos en dos partes;
en la primera denominada Territorio, se analiza en tres capítulos las experiencias
de igual número de regiones diferentes de México, los tres casos dan cuenta sobre
cómo los territorios indígenas y campesinos han sido devastados y despojados
para la construcción de proyectos llamados de desarrollo que engloban una
visión completamente contraria a la idea de vida que sus originales propietarios
tenían de la vida campesina; en los tres casos es visible el engaño al que fueron
sometidos y se percibe la dificultad con que ahora enfrentan procesos de
fragmentación y de expulsión de sus propias tierras.
La parte Organización sociopolítica, contiene los cuatro capítulos restantes.
Los cuales abordan problemáticas referentes a la participación de actores
externos, ya sea organizaciones civiles, organismos públicos y organizaciones
político-electorales en las comunidades campesinas e indígenas, demuestran
los cambios surgidos a raíz de que dichos actores, que en algunos casos con
“buenas intenciones”, terminan dividiendo la frágil cohesión social comunitaria.
8
Crisis Civilizatoria en el México Rural
9
INTRODUCCIÓN
APORTES DEL CAMPO
MEXICANO A UN NUEVO
PROYECTO DE DESARROLLO
SOCIAL
1
Profesor de Tiempo Completo, UNACH. Correo electrónico: hctrfo@gmail.com
2
Profesora de Tiempo Completo, U. de G. Correo electrónico: Katia.lozano@gmail.com
11
Héctor B. Fletes Ocón l Katia Lozano Uvario
Por otro lado, reconocer los impactos diferenciados y conflictos que pueden
generar las políticas centradas exclusivamente en la eficiencia económica,
conduce a proponer el diseño de estrategias diferenciadas de intervención, y
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Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
la participación activa de los actores rurales en ello. En ese sentido, otra esfera
de las contradicciones de los modelos recientes corresponde a lo que se ha
señalado como una “hipocresía” en que incurren los dirigentes de gobiernos
de países “desarrollados”, y también los calificados como “en desarrollo”
(Holt y Patel, 2012), al presentar la liberalización como una estrategia que
llevaría a la eficiencia económica internacional y nacional, pero sosteniendo
un esquema muy amplio de subsidios agrícolas. Lo último da cuenta de una
clara estrategia de seguridad alimentaria en sólo algunos Estados nación, que
después se ha extendido a una geopolítica de seguridad en muchos sentidos,
sea ésta económica, energética o social.
Es decir, mientras que se recetó e impuso un esquema de privatización,
apertura y adelgazamiento del Estado, este no fue aplicado consecuentemente
y de manera homogénea. Debía profundizarse en países de sudamérica, pero
solo quedó como discurso en el Norte global. Tal proceso desmantela (a la
fecha) las economías (agrícolas) nacionales en el Sur, mientras que estimula la
“competitividad” de los productos agrícolas del Norte. Con ello se ha creado un
espacio que las corporaciones transnacionales han aprovechado para ampliar
su dominio de la agroindustria global (Holt y Patel, 2012; Mackinlay, 2008).
La situación de inequidad no se ciñe a los patrones, reglas y términos de
comercio global alentados por el neoliberalismo y los grupos de poder, sino que
se extiende a los espacios nacionales, a través de las formas específicas como
burocracias estatales instrumentan las políticas. En México, son ampliamente
reconocidos los efectos de producción de desigualdad que han conllevado
los esquemas de subsidios de las últimas décadas (Fox y Haight, 2010; Lara,
2014), los cuales tenían como principio amortiguar los efectos de la apertura
comercial con el TLCAN, en una fase de transformación y “eficientización”
que se asumía sería lograda por la gama de productores del país, aun por los
pequeños y de carácter campesino.
Al contrario de lo esperado, operaron dos procesos. El primero, una parte
significativa de los subsidios fueron aprovechados por empresas comerciales
de gran escala que ampliaron las superficies plantadas de granos, entre ellos
el maíz, en áreas irrigadas del norte del país, esto debido al equivocado diseño
inicial del principal programa (Procampo), entregado con base en el criterio
de superficie sembrada. El segundo, aparece representado por un numeroso
contingente de campesinos y jornaleros que abandonó el campo para dedicarse
a otras actividades que les representara más ingresos, pero que no fueron
apropiadamente absorbidos en la esfera industrial o del comercio, en donde
los diseñadores de política neoliberal, estimaban serían ocupados (Valenzuela,
2013:37-39).
Principalmente en el cambio de siglo XX al XXI, se transitó de una sociedad
agraria a una sociedad rural en donde este sector no sólo coexiste con otras
actividades económicas sino que es la actividad menos importante en términos
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Héctor B. Fletes Ocón l Katia Lozano Uvario
3
De Grammont distingue para su análisis dos tipos de hogares/familias rurales: unas son
las Unidades Económicas Campesinas Pluriactivas (UECP), que son familias campesinas,
las cuales hacen una compleja combinación entre actividad agropecuaria y asalariada,
ocasionalmente con pequeños negocios y oficios propios, conocida como pluriactividad
campesina. Por otro lado, se encuentran las familias no campesinas que, debido al crecimiento
demográfico y al fin del reparto agrario, representan ahora la mayoría de los hogares en el
campo. Estas familias rurales no campesinas viven, en esencia, del trabajo asalariado. Son
por definición pluriactivas, y las denomina Unidades Familiares Rurales.
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Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
Los procesos actuales del desarrollo del capitalismo han propiciado que en
el espacio rural aparezcan respuestas alternativas orientadas a superar las
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Héctor B. Fletes Ocón l Katia Lozano Uvario
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Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
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Héctor B. Fletes Ocón l Katia Lozano Uvario
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Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
cómo estos logros vienen acompañados de nuevos retos para los organismos
normativos de este sistema (Fairtrade Labelling Organization, FLO y Comercio
Justo México – CJM). Para ello se recurre a una revisión de la literatura sobre
los aspectos internacionales y estadísticos y a información primaria recabada en
diversas entrevistas con personajes clave en México para entender la situación
actual en el país.
El trabajo señala que el ámbito del comercio justo de café en México
revitaliza el papel de las luchas por mantener vigente el espíritu de una economía
solidaria hacia el interior de las sociedades, incluyendo el comercio internacional.
Esfuerzos como el de CJM, señala, son fundamentales ante una economía que
está guiada por los resultados financieros y que por lo tanto resulta excluyente
hacia los pequeños productores. Sin embargo, dada la forma en la que el CJ se
autodefine actualmente, las diferentes iniciativas (FLO, Fair Trade USA, CJM
y SPP – Sello de pequeños productores-) han comenzado a mostrar síntomas de
relajación en sus definiciones y normatividades, y se observa una aproximación
hacia las reglas que se manejan en el comercio convencional. En ese sentido,
es necesario diseñar herramientas que compitan con las convencionales para
subsistir en los mercados. Una buena parte de los esfuerzos del CJM debería
canalizarse en la comunicación hacia el público consumidor potencial del
café y en poner a disposición de ellos sus productos, pues de no hacerlo está
condenada a desaparecer, concluye.
El segundo artículo de este apartado, Políticas, esquemas y escenarios del crédito
rural en el comercio justo del café en Chiapas y Oaxaca, México (1980-2010) de José Luis
García y Medina (QEPD), refiere la esfera del crédito en el Comercio Justo (CJ)
del café en las últimas tres décadas. En México han surgido alternativas privadas
de comercialización y de organización social para pequeños cafeticultores en
estados del sureste, principalmente en Chiapas y Oaxaca, que han entrañado
nuevos escenarios financieros sumamente diversificados y en donde el Estado
mexicano, paulatinamente, ha dejado de intervenir directamente. Las alternativas
en cuestión han presentado también variados desafíos técnicos y económicos
que no han podido solventar todas las necesidades del sector cafetalero. Por
ello, su objetivo es analizar cuáles son los esquemas de financiamiento que han
seguido los cafeticultores en los últimos años ante las políticas y escenarios
recientes en el campo.
Se analizan diversos esquemas de financiamiento de este producto, que
representan flujos de recursos y relaciones de información entre los agentes
crediticios involucrados y las organizaciones de pequeños productores. El
estudio se realiza en el contexto financiero de organismos cafetaleros en los
estados señalados. Se enfatizan las funciones de selección y exclusión que posee
la gestión del crédito en el proceso productivo y comercial del café, dados los
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Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
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Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
En el capítulo, los autores hacen una reflexión sobre los impactos que
ha tenido la aplicación de la propuesta oficial “Para Vivir Mejor”, en dos
comunidades indígenas de la Sierra de Manantlán, en el sur del Estado de Jalisco.
Para ello, hacen primero un análisis comparativo entre la visión presentada
por el Gobierno Federal para “Vivir Mejor” con las nociones locales del “Vivir
Bien”, al tiempo que examinan el impacto en la vida cotidiana en estas dos
comunidades de algunos componentes del Programa Especial Concurrente para
el Desarrollo Rural Sustentable (PEC) 2007-2012, como parte de la política
de “Vivir Mejor”.
Así, a través de la construcción de historias de vida identifica lo que para
las comunidades significa el vivir bien, lo cual no sólo esta referido al desarrollo
de múltiples funciones en la agricultura, sino que también ese apega a forjar
valores sociales, ambientales y colectivos, como la convivencia en armonía,
el seguimiento de reglas, el servicio a la comunidad, la participación, las
tradiciones, la valoración de la naturaleza y su cuidado, entre otros. Por lo que
cuando compara lo que las comunidades hacen y quieren con la aplicación
de las políticas, se encuentra principalmente un problema de visión: mientras
las políticas del Vivir Mejor son asistencialistas, promueven el crecimiento, la
productividad, y lo individual, las comunidades requieren fortalecer su noción
de Vivir Bien, a partir de la agricultura tradicional de la cual son parte, así como
las relaciones de reproducción social ligadas a las actividades productivas que
no necesariamente tienen un fin comercial y productivo.
El último capítulo que se presenta en este apartado y en este volumen es
el de Paloma Paredes Bañuelos, titulado: Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y
para qué ha servido?. A pesar de su gran popularidad en las últimas décadas, la
noción empoderamiento no cuenta con una definición única o estandarizada
en el ámbito del desarrollo con perspectiva de género, por lo que el objetivo del
trabajo de Paredes, es exponer la variedad de factores que integran el polisémico
término, señalar la relación del concepto con las estrategias internacionales para
la erradicación de la pobreza y finalmente apuntar que a pesar de la complejidad
conceptual del empoderamiento, su uso en el ámbito de la planeación del
desarrollo con perspectiva de género, se ha centrado en explotar los aspectos
económicos que ya utilizaban los enfoques precedentes. La exposición le
permite afirmar que nos encontramos frente a un concepto multidimensional,
complejo y ambicioso, que ha servido para renovar las narrativas de los
organismos internacionales centrados en el desarrollo (ONU y Banco Mundial
específicamente), pero que en la práctica no propone estrategias distintas de
las utilizadas en el campo mexicano desde tiempos ancestrales.
De este modo, los textos plantean una rica diversidad de situaciones del
medio rural que permiten identificar las distintas lógicas, instituciones (muchas
23
Héctor B. Fletes Ocón l Katia Lozano Uvario
Bibliografía
Almeyra, G., (2012), “Los cuatro jinetes del mundo rural latinoamericano”,
ALASRU, nùm. 6, pp. 13-23
Bello, W. (2009), The food wars, Verso, London
Biel, R., (2007[2000]), El nuevo imperialismo. Crisis y contradicciones en las relaciones
Norte-Sur, Siglo XXI, México.
Boucher, F., A. Espinoza y M. del Roble, (coord.) (2012), Sistemas agroalimentarios
localizados en América Latina. Alternativas para el desarrollo territorial, RED
SIAl, Miguel Ángel Porrúa, México.
De Grammont, H., (2009), “La desagrarización del campo mexicano”,
Convergencia, núm. 50, mayo-agosto, pp. 13-55.
De Sousa Santos, B., (2005), “Hacia una Sociología de las Ausencias y una
Sociología de las Emergencias”, El milenio huérfano. Ensayos para una
nueva cultura política, Madrid, Trotta
Eakin, H., H. Perales, K. Appendini, y S. Sweeney, (2014), “Selling Maize
in Mexico: The Persistance of Peasant Farming in an Era of Global
Markets”, Development and Change, nùm. 45(1), pp. 133-155.
Fox, J. y L. Haight, (2010), “Síntesis de hallazgos: tendencias en la política de
subsidios agrícolas”, en Fox, J., L. Haight, (coord.), Subsidios para la
desigualdad. Las políticas públicas del maíz en México a partir del libre comercio,
México, Woodrow Wilson International Center for Scholars, Centro
de Investigación y Docencia Económicas, University of California,
Santa Cruz, pp. 7-8
Fletes, H., (2013), Construyendo la globalización. Estado, mercado y actores de las cadenas
agroindustriales de mango desde Chiapas, UNACH, Ediciones de la noche.
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Introducción. Aportes del campo mexicano a un nuevo proyecto de desarrollo social
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PRIMERA PARTE
27
EJIDATARIOS Y POBLADORES.
ECONOMÍA FAMILIAR Y LA
DISPUTA POR LOS APOYOS
GUBERNAMENTALES EN
CALAKMUL, CAMPECHE
Resumen
29
Santana Navarro Olmedo
Introducción
30
Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Santana Navarro Olmedo
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Santana Navarro Olmedo
Región de estudio
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Santana Navarro Olmedo
Recolección de datos
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
Resultados y discusión
5
De acuerdo con la Ley de Coordinación Hacendaria del Estado de Campeche, cada Ayunta-
miento destinará una proporción libre de recursos de las participaciones federales a las Juntas
y Comisarias Municipales en función de los gastos que se generen en las actividades de apoyo
a la administración municipal.
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Santana Navarro Olmedo
Total de
Presupuesto Presupuesto presupuesto
Nombre del Ejido
Estatal Municipal (Estatal y
municipal)
Nuevo Becal 7,189.12 19,357.29 26,546.41
Ricardo Payró Jene 12,044.31 32,420.35 44,464.66
La Guadalupe 6,040.12 16,263.89 22,304.01
Total 25,273.55 68,041.53 93,315.08
Fuente: Elaboración propia con datos del presupuesto de egresos del
municipio de Calakmul, Campeche, para el ejercicio fiscal 2013.
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Santana Navarro Olmedo
PROGRAMAS
Monto Monto
Beneficiarios Beneficiarios
en Pesos en Pesos
Nuevo Becal 18 $20,704 10 $22,522.5
Ricardo Payró Jene 71 $206,563 7 $46,210
La Guadalupe 38 $86,670 1 $3,300
Total 127 $313,937 18 $ 72,032.5
Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) con sede
en Xpujil, Calakmul.
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Santana Navarro Olmedo
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Santana Navarro Olmedo
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
Fecha de
Población Número total Número total
Nombre del Ejido dotación del
total de ejidatarios de Pobladores
ejido
Nuevo Becal 1970 393 84 117
Ricardo Payró Jene 1980 648 95 200
La Guadalupe 1987 282 65 67
Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de campo, INEGI (2010)
y Archivo de SAGARPA, Xpujil, Campeche.
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Santana Navarro Olmedo
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Conclusiones
Bibliografía
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Ejidatarios y pobladores. Economía familiar
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Santana Navarro Olmedo
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PASTORES TRASHUMANTES
FRENTE A LA
REESTRUCTURACIÓN
DEL CAMPO
Resumen
53
María Isabel Mora Ledesma
Introducción
2
También el mercado nacional que imita las pautas de consumo norteamericano.
3
Sobre todo en los estados del norte del país, como Sinaloa, Sonora y Baja California, así
como en las regiones cañeras de Morelos y Guerrero.
54
Pastores trashumantes frente a la restructuración
El campesino agroganadero
El análisis se centra en los grupos pastoriles del desierto4 de San Luis Potosí.
Su sistema productivo se basa en la cría de caprinos, actividad que combinan
con una serie de actividades tradicionales de carácter temporal (agricultura
de autoconsumo, “talla de lechuguilla”5, recolección de plantas comestibles y
4
El norte de San Luis Potosí es considerado desierto por las condiciones siguientes: Precip-
itación al año menor a 350 mm.; cubierta vegetal menor del 70%; siete meses del año seco y
flora de especies xerófitas (Villegas, Bolaños y Olguín, 2001: 45-47).
5
La lechuguilla es un agave de donde se saca la fibra para la elaboración de lazos y costales.
A esta actividad se le conoce como “tallar”.
55
María Isabel Mora Ledesma
400000
358,357
350000
300000
237,530
250000 209,725 U. de producción
200000 No. de cabras
100000
50000 17,552 9,524 9,770 9,659 11.01 6,511 5,490
0
San Luis Coahuila Nuevo León Zacatecas Chihuahua Durango Tamaulipas
Potosí
56
Pastores trashumantes frente a la restructuración
57
María Isabel Mora Ledesma
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Pastores trashumantes frente a la restructuración
6
Excavaciones para colectar el agua de lluvia.
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María Isabel Mora Ledesma
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Pastores trashumantes frente a la restructuración
La forma de organizar el espacio entre los pastores, sobre todo para enfrentar los
periodos de estiaje es la práctica trashumante. La relación que mantiene el pastor
con los recursos naturales encierra una variada gama de posibilidades de uso,
condicionada por el medio, la cultura y las relaciones sociales de producción.
Para estos grupos de pastores el espacio no se le presenta como algo en
estado natural, sino algo siempre culturalizado, es decir el pastor se relaciona
con la naturaleza como ya determinada desde su capacidad de pensamiento
hasta los distintos pasos y rutas pecuarias, desde las decisiones con respecto
a la carga animal hasta el manejo que hace de los recursos. Esa relación entre
el sujeto y territorio y recursos encierra un sentido de apropiación del hombre
hacia la naturaleza que se manifiesta esencialmente en el trabajo, conocimientos
y usos. En esta relación-apropiación-transformación, los pastores hacen uso de
sus limitados recursos en la forma más eficiente posible a partir de la práctica
trashumante.
La trashumancia es la movilidad estacional del ganado en busca de pastos.7
Tal movilidad permite un uso extensivo, rotativo, diversificado y óptimo del
territorio. Cabe definirla como el desplazamiento alternativo y periódico de
hatos de animales entre dos regiones opuestas medio-ambientales con el fin
de aprovechar la complementariedad vegetal a través del ciclo estacional con
los que se vinculan las economías, culturas y ciclos biológicos de los territorios
(Sánchez, 2007). En la búsqueda de pastos, las fronteras no han sido nunca
un problema insuperable, desde tiempos remotos ha existido el trasiego del
ganado en busca de alimentos.8
El valor funcional de esta movilidad no está exento de ciertas confusiones
que tiene que ver con el desconocimiento de este sistema milenario. En este
sentido la trashumancia como sistema de manejo ganadero ha generado debates,
debido al interés y a la controversia que despierta, sobre todo en torno al medio
ambiente, geográfico y cultural.
7
El termino “pastos” lo utilizan los pastores para determinar ciertas áreas que contiene vege-
tación arbustiva, de matorrales y chaparral de la cual se alimentan las cabras.
8
Se han constatado movimientos trashumantes en el área mediterránea en la Edad de Bronce
y en la Grecia, sur de Francia y Yugoslavia en los siglos IV y II a. C. En los siglos XII y XIII la
trashumancia en España es de gran importancia por la conquista de los pastos del sur penin-
sular. En este periodo se forman las primeras mestas o agrupaciones de ganaderos locales. La
actividad ganadera trashumante ha generado un patrimonio público de caminos ganaderos
únicos en Europa. Durante las últimas décadas miles de kilómetros de cordeles y veredas han
sido usurpados por infraestructuras. Se calcula entre 20 y 40% de estas vías pecuarias se han
perdido irremisiblemente, que ha contribuido al abandono progresivo de estos caminos por
parte de los ganaderos. (Revista Electrónica Ambientum).
61
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Pastores trashumantes frente a la restructuración
Ciclo de la trashumancia
9
La lechuguilla (Agave lechuguilla) clasificada dentro de la subfamilia Agavoideae, dentro de
las asparagáceas Agave de fibras duras y delgadas que crece en las partes de la altas. De la
lechuguilla se saca el ixtle, actividad conocida como “tallar” que venden para la elaboración
de lazos, cepillos, tapetes, costales, etc. El grupo familiar, incluyendo los niños participan en
el tallado de lechuguilla para obtener la fibra de ixtle. No obstante, es una actividad que esta
dejando de realizarse debido al bajo costo de su venta.
63
María Isabel Mora Ledesma
10
Ritual que consiste en sacar a los santos patrones para pedir por la lluvia.
64
Pastores trashumantes frente a la restructuración
65
María Isabel Mora Ledesma
de uso de los recursos que allí se encuentran y que los ganaderos desean y son
capaces de explotar.
Para concluir se presenta, en formato de imagen, la vegetación y las
actividades agropecuarias por niveles ecológicos en el altiplano potosino.11 En
un primer nivel están las actividades que se realizan en las planicies como son la
agricultura de riego, la agricultura de temporal, ambas tratando de aprovechar
los escurrimientos de agua de la región. El segundo nivel serían las áreas de
pie de monte que es donde se ubica principalmente el pastoreo del ganado
caprino, y donde encontramos el área de majadas. En este nivel encontramos
que la vegetación que más abunda es tanto el matorral de pie de monte como
el chaparral. Ambos tipos de vegetación son aprovechados por las cabras. Un
caso excepcional en la región para la ganadería caprina es la Sierra de Catorce,
sobre todo en la parte sur, pues debido a sus condiciones climáticas, humedad
del suelo, topografía, tipo de vegetación parece ser un entorno bastante favorable
para esta actividad. Finalmente el tercer nivel estaría constituido por la Meseta
de Catorce, la cual se caracteriza por ser una planicie con alturas cercanas a
los 3,000 m.s.n.m., que permite la proliferación de pastizales de alta montaña
ideales para la cría de ganado vacuno y ovino.
11
Trabajo realizado con el apoyo del Dr. en Geografía Gerardo Hernández y el grupo de inves-
tigación del Proyecto: La ganadería trashumante en el desierto chihuahuense. El sistema de reproduc-
ción de cabreros en el Altiplano potosino: territorio, diversificación y ecología.
66
Pastores trashumantes frente a la restructuración
Conclusiones
67
María Isabel Mora Ledesma
Bibliografía
68
Pastores trashumantes frente a la restructuración
69
ASOCIATIVIDAD,
COMPETITIVIDAD Y
PRODUCCIÓN DE SORGO EN LA
FRONTERA NORTE
Resumen
1
Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte. Correo electrónico: malopez@colef.mx
2
El sistema-producto es el conjunto de elementos y agentes concurrentes de los procesos pro-
ductivos de productos agropecuarios, incluidos el abastecimiento de equipo técnico, insumos
y servicios de la producción primaria, acopio, transformación, distribución y comercializa-
ción (SAGARPA).
71
Aertemisa López León
Introducción
1) La apertura comercial.
2) La política cambiaria que provocó el descenso de los precios reales
de numerosos productos y la rentabilidad agregada del sector.
3) El repliegue del Estado en la promoción del desarrollo agropecuario
y forestal.
4) La escasez y encarecimiento del crédito.
5) La reforma al artículo 27 constitucional que facilita la circulación
mercantil y la concentración de la tierra pero rompe con el contrato
social pactado desde la Revolución Mexicana (Calva, 1996:37-42).
72
Asociatividad, competitividad y producción de sorgo
negativas para el agro mexicano, porque las asimetrías entre los tres países
evidenciaron que México se encontraba en franca desventaja con relación a
tecnología, productividad, recursos naturales, políticas agrícolas (Calva, 2004:17),
apoyos/subsidios al agro, aprovechamiento de los márgenes negociados en el
TLCAN, definición de normas para el cobro de aranceles en las importaciones
e instrumentación de medidas frente al contrabando (Gómez y Schwentesius,
2004:55-58).
Durante esta etapa neoliberal, cuatro macropolíticas básicas guiaron los
cambios en el agro mexicano:
73
Aertemisa López León
74
Asociatividad, competitividad y producción de sorgo
75
Aertemisa López León
76
a
b
Superficie Superficie Superficie Producción Rendimiento PMR Valor
Sembrada Cosechada Siniestrada Producción
(Ha) (Ha) (Ha) (Ton) (Ton/Ha)a ($/Ton)a (Miles de
Pesos)
Estado de 915,607.21 789,957.95 125,649.26 1,944,712.61 2.46 3,094.39 6,017,706.82
Tamaulipas
Frontera 590,251.28 561,449.28 28,802 1,577,282.48 3.44 3,118.27 4,774,653.83
Tamaulipeca
Camargo 1,964.50 1,677.50 287 7,502.30 4.47 3,314.69 24,867.78
b
Asociatividad, competitividad y producción de sorgo
77
El SIAP-SAGARPA reporta dos veces la producción de Rio Bravo porque la
La asociatividad en el sistema-producto
sorgo de la frontera tamaulipeca
78
Asociatividad, competitividad y producción de sorgo
Uniones de Sociedades de
Dispersoras de Crédito Asociaciones de usuarios Ejidos Producción Rural
1 2 3 4 5 6 7 8
ADQUISICIÓN DE PREPARACIÓN CONTROL DE
INSUMOS Y DEL TERRENO FERTILI- MALEZA, PLAGAS Y COMERCIA-
SIEMBRA RIEGO COSECHA
EQUIPAMIENTO ZACIÓN ENFERMEDADES LIZACIÓN
79
Aertemisa López León
Por obligación, todos los que tienen un lote ejidal [o privado] y están incluidos en
el distrito de riego son miembros del distrito de riego, de alguna manera tienen
que participar, pagar la cobertura de la cuota del agua y tienen derecho a que el
módulo les atienda la conservación de sus redes para otorgarles el beneficio de
riego; (…) hay un Comité Directivo Hidráulico que es el que otorga [el agua] (…)
se toma un acuerdo entre todos los módulos, todos y ya se empieza a bajar el agua
de la presa (…) si haces tú una solicitud y pagas tu cuota de riego, tienes derecho
pues a regar tres o cuatro veces, las que sean necesarias; (…) Entonces así es el
modo del uso del agua en esta región (García Quintero, 2012).
80
Asociatividad, competitividad y producción de sorgo
A manera de conclusión
81
Aertemisa López León
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Asociatividad, competitividad y producción de sorgo
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Aertemisa López León
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Asociatividad, competitividad y producción de sorgo
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85
Aertemisa López León
86
SEGUNDA PARTE
87
LÍMITES Y OPORTUNIDADES DEL
COMERCIO JUSTO DE CAFÉ EN
MÉXICO
Resumen
1
Profesor de tiempo completo en el Posgrado en Economía en la FES Acatlán, UNAM.
Correo electrónico: ppablo@apolo.acatlan.unam.mx.
89
Pablo Pérez Akaki
90
Límites y oportunidades del comercio justo
91
Pablo Pérez Akaki
Proporción Tasa de
2007 2008 2009 2010 2011 de crecimiento
orgánico acumulada
237,405 311,685 335,893 327,053 362,067 0% 2683% 1
-- -- -- -- 474 1% NA
-- -- -- -- 324 0% NA
-- -- 578 408 255 66% -56% 4
-- -- -- -- --
632 -- -- -- 991 227%
2,381.13 2,894.71 3,443.41 4,319.04 4,916.38 491% 7
unidades de toneladas a miles de litros. 4 De 2009 a 2011. 5 De 2003 a 2011. 6 Del 2005 al
2010, por cambio de unidades al 2011 de miles de piezas a toneladas. 7 Del 2004 a 2001.
Fuente: Elaboración propia con datos de los Informes anuales de FLO, 2003- 2004,
2004/2005, 2005/2006, 2006/2007, 2007, 2008-2009, 2009-2010, 2010-2011, 2011-2012.
92
Límites y oportunidades del comercio justo
Mercados 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Crecimiento
ReinoUnido 205.6 276.8 409.5 704.3 880.6 897.3 1,344.0 1,498.2 629%
Estados
214.6 344.1 499.0 730.8 757.8 851.4 937.0 1,030.7 380%
Unidos
Alemania 57.5 70.9 110.0 141.7 212.8 267.5 340.0 400.5 597%
Francia 69.7 109.1 166.0 210.0 255.6 287.7 303.3 315.4 353%
Suiza 136.0 143.1 142.3 158.1 168.8 180.2 219.9 264.8 95%
Canadá 17.5 34.8 53.8 79.6 123.8 202.0 248.8 199.8 1039%
Irlanda 5.1 6.6 11.6 23.3 94.4 118.6 138.0 158.9 3045%
Australia/
Nueva -- 2.5 6.8 10.8 18.6 28.7 125.9 150.3 6004% 1
Zelanda
Holanda 35.0 36.5 41.0 47.5 60.9 85.8 119.0 147.3 321%
Suecia 5.5 9.3 16.0 42.5 72.8 82.7 108.5 134.3 2345%
Finlandia 7.6 13.0 22.5 34.6 54.4 86.9 93.0 102.7 1259%
Austria 15.8 25.6 41.7 52.8 65.2 72.0 87.0 100.0 534%
Bélgica 13.6 15.0 28.0 35.0 45.8 56.4 60.2 77.0 466%
Dinamarca 13.0 14.0 23.2 39.6 51.2 54.4 61.8 75.9 484%
Otrospaíses -- -- -- -- 0.1 18.1 39.4 74.7 57394% 2
Italia 25.0 28.0 34.5 39.0 41.3 43.4 49.4 57.5 130%
Noruega 4.8 6.7 8.6 18.1 31.0 34.7 43.8 53.6 1020%
España -- -- 1.9 3.9 5.5 8.0 14.9 20.0 954% 3
Japón 2.5 3.4 4.1 6.2 9.6 11.3 14.4 19.4 675%
CoreadelSur -- -- -- -- -- -- -- 17.1 NA
Luxemburgo 2.0 2.3 2.8 3.2 4.2 5.3 6.2 7.5 275%
Sudáfrica -- -- -- -- -- 0.5 1.9 7.3 1488% 4
República
-- -- -- -- -- 0.6 2.7 2.9 414% 4
Checa
Lituania -- -- -- -- -- 0.3 0.8 0.6 98%
Estonia -- -- -- -- -- 0.3 0.6 0.5 68%
Latvia -- -- -- -- -- 0.2 0.4 0.5 222%
Total 830.6 1,141.6 1,623.3 2,381.0 2,954.4 3,394.2 4,360.9 4,917.4 492%
93
Pablo Pérez Akaki
2
La definición en inglés puede encontrarse en el sitio http://www.fairprocurement.info/
about-fairtrade-public-procurement/fair-trade.
94
Límites y oportunidades del comercio justo
implica que la definición ha cambiado, orientándose más a los fines que a los
medios para lograr sus propósitos de transformación.3
De acuerdo con Renard y Loconto (2013) los cambios en las definiciones
se fundamentan por la incorporación de la FLO en la ISEAL Alliance,4 que
implicó un cambio de sus criterios, para evitar que estuvieran fundamentados en
principios o valores y más bien se basaran en indicadores de desempeño. El interés
por la participación en ISEAL se dio, según las autoras, por el interés de legitimar
los estándares de CJ y ganar credibilidad. Sin embargo, esta vinculación con
otros sistemas de certificación que involucran la sustentabilidad, entre ellos 4C,
Utz Kapeh y Rainforest Alliance, ha generado aún mayor distanciamiento con
los pequeños productores, quienes han creado la Coordinadora Latinoamericana
y del Caribe de Pequeños Productores de Comercio Justo (CLAC), la cual a su
vez impulsa la certificación llamada Símbolo de Pequeños Productores (SPP).5
La CLAC ha sido una institución incómoda dentro de la FLO en los
últimos años, pues ha luchado por la representatividad de los productores en
el seno del máximo organismo mundial de CJ (Coscione, 2012a; 2012b). El
momento de mayor tensión se tuvo cuando SPP creó una certificación para
los pequeños productores de la región con el argumento de devolver el CJ a
sus fundamentos, que si bien compite con la certificación de la FLO, trata de
evitar sus deficiencias en cuánto a la representatividad y democracia (Renard
y Loconto, 2013). La CLAC intenta regresar a los principios originales del
movimiento, aunque algunas de sus herramientas para conseguirlas sean las
que se usan en el comercio convencional, pero con la innovación que propone
una relación en sentido Sur-Norte y Sur-Sur.
Otra de las críticas importantes que se hacen al CJ es que en tiempos recientes
ha buscado su incorporación a los canales tradicionales de comercialización,
incorporando prácticas, normas y vínculos empresariales convencionales
(Raynolds, 2009:1083). Incluso se argumenta que esto ha sido una de las causas
más importantes del rompimiento entre Transfair (ahora Fairtrade USA) y la
FLO en el 2011 y de la creación de la certificación SPP por parte de la CLAC
(Renard y Loconto, 2013:57). Debe reconocerse que la masificación de los
3
El análisis de las definiciones oficiales de las instituciones indican su postura respecto a los te-
mas de interés, al mismo tiempo que se usan para defenderse de otras posturas, impulsar ciertos
estándares, controlar los riesgos y, en general, para mantener su status quo (Leach et al., 2010).
4
La ISEAL Alliance en una asociación conformada por diversos estándares de certificación
cuyo objetivo es establecer un criterio común en torno a la sustentabilidad.
5
La CLAC es una institución creada en el 2004, con antecedentes previos en otras institucio-
nes de representación de productores de café y miel, desde la década de los noventa. En la
actualidad está integrada por más de 300 organizaciones de productores de 21 países, que
involucran a 12 productos y más de 200,000 productores (CLAC, 2013).
95
Pablo Pérez Akaki
96
Límites y oportunidades del comercio justo
97
Pablo Pérez Akaki
98
Límites y oportunidades del comercio justo
7
Otros sistemas con orientación más comercial han aparecido, como el café responsable (cer-
tificado por Utz Kapeh), el café ecológico (certificado por Rainforest Alliance), el 4C y, el
C.A.F.E de Starbucks, entre otros. Una excepción sería el café amistoso con las aves (certifi-
cado por el Smithsonian Migratory Bird Centre) que tiene fines ecológicos.
99
Pablo Pérez Akaki
100
Límites y oportunidades del comercio justo
101
Pablo Pérez Akaki
México es el país iniciador del sistema de sellos para el CJ, que después
derivó en el sistema de certificación de FLO. También fue pionero en la
construcción de un sistema de CJ desde y para un país productor, al que se
llamó Comercio Justo México (CJM). Este organismo, fundado formalmente
en 1999, se constituyó como un recurso para la promoción de los pequeños
productores nacionales en su esfuerzo por comercializar de manera equitativa
sus productos, solidariamente con los consumidores. Los fundadores de CJM
fueron las mismas organizaciones que participaban en la iniciativa a nivel
internacional, entre ellas la Unión de Comunidades Indígenas de la Región
del Itsmo (UCIRI), Indígenas de la Sierra Madre de Motozintla (ISMAM),
Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca (CEPCO), Tosepan
Titataniske, entre otros, y el producto con el que empezaron sus operaciones
fue el café, aquél con el que había iniciado la relación con Max Havelaar 10
años antes (CJM, 2004).
En sus primeros años, CJM se concentró en certificaciones de café: para el
año 2000 emitieron su primer conjunto de normas para café, y en 2004 había
certificaciones a 6 marcas de café mexicano (Fértil, Café Directo, Cesmach,
Majomut, Uciri y Café Museo), además que ya contaban con los criterios
para certificación de miel (CJM, 2004:16). Así mismo se habían incorporado
a la red de CJM aproximadamente 100 tiendas que comercializaban estos
productos (Prujin, 2006). El crecimiento en las ventas del café certificado (de
marca Fértil) durante los primeros años de operación de la norma resultaron
de gran magnitud, al pasar de volúmenes de 3.6 toneladas en el 2000 a 54.8
toneladas en el 2006.
Al cierre del 2012, participan en CJM 6 productos: café, miel, ajonjolí,
limón, mango y maracuyá, donde los primeros son los más representativos en
volumen. Para el caso del café existen 12 marcas certificadas de café bajo este
sistema de comercialización, aunque en el sitio de internet sólo se anuncian 9:
Café Ismam, Café Fértil, Café Directo, Café Cesmach, Café Majomut, Café
La Organización, Café Tosepan, Café Toyol Witz y Café Uciri. Por otro lado,
el número de establecimientos que se tienen registrados son 91, de los cuales
47 se ubican en el Distrito Federal (52%), 12 en Oaxaca (13%) y 11 en Chiapas
(12%), entre los más destacados (CJM, 2012).
102
Límites y oportunidades del comercio justo
103
Pablo Pérez Akaki
104
Límites y oportunidades del comercio justo
Reflexiones finales
¿Hay oportunidades del comercio justo de café en México?
105
Pablo Pérez Akaki
Bibliografía
106
Límites y oportunidades del comercio justo
107
Pablo Pérez Akaki
108
POLÍTICAS, ESQUEMAS Y
ESCENARIOS DEL CRÉDITO
RURAL EN EL COMERCIO
JUSTO DEL CAFÉ EN CHIAPAS Y
OAXACA, MÉXICO (1980-2010)
Resumen
1 +
Sociólogo y Maestro en Estudios Regionales, Investigador Egresado del Instituto de Investi-
gaciones Dr. José Ma. Luis Mora y Socio de la AMER.
109
José Luis García y Medina
Introducción
2
El CJ, como modelo de mercado, fue creado en 1988 entre una organización de pequeños
productores indígenas del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, México y una asociación civil
holandesa de nombre “Solidaridad”, que realizó la primera compra de un contenedor de
café. Hoy por hoy representa un modelo exitoso en cuanto a ventas de café de pequeños
productores de países del Sur, hacia los países del Norte industrializado –entre 2000 y 2009
las ventas superaron los mil millones de dólares– (FLO, 2000-2009). Para ello ha brindado
recursos a los productores asociados, como líneas de crédito preferenciales y sobreprecios
para el café, además de otras mejoras en la organización social y comunitaria. Los procesos
comerciales son reglamentados desde 1996 por medio de Fairtradre Labelling Organizations
International (FLO-I) o la Organización Internacional de Etiquetados de Comercio Justo, de
carácter civil y no lucrativo, que a través de sellos en los productos y de una certificación de
tercera parte (donde participa FLO-Cert, que es una certificadora independiente que audita
e inspecciona a los agentes productivos y comerciales de la cadena), garantiza que han sido
elaborados respetando códigos ambientales, sociales y financieros. Cabe mencionar que en
el CJ se comercializan también productos agrícolas variados, así como diversas artesanías
provenientes de naciones del Sur.
110
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
3
Este hecho, que en principio representó una desventaja, es lo que posteriormente permitió
el posicionamiento de las zonas indígenas cafetaleras con una valoración especial. La ma-
yor parte de estos productores no utilizaron fertilizantes ni agroquímicos provenientes del
Inmecafé, por lo que su producto se mantuvo con una calidad orgánica diferenciada que les
permitió ingresar a los mercados cuando cundió la liberalización del sector.
111
José Luis García y Medina
4
Un quintal equivale a 46 kilogramos de café oro, es decir, un grano de café que ha sido lavado,
no tiene cáscara y está listo para ser tostado en el proceso llamado torrefacción. Entonces, 6
quintales representan 276 kg de café por hectárea.
5
FINRURAL es un organismo descentralizado de la Administración Pública Federal, sectori-
zado en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con personalidad jurídica y patrimonio
propio. La institución trabaja sobre dos vertientes. En un lado, apoya la conformación de los
nuevos actores del campo mexicano: los Intermediarios Financieros Rurales y las Entidades
de Ahorro y Crédito Popular (EACP). La otra vertiente busca financiar a estas instituciones
para que éstas a su vez financien a los productores rurales de manera directa.
6
FIRA ha creado, a partir de la crisis financiera de 1994-1995, mecanismos para hacer llegar el
crédito a la producción agropecuaria. Uno de ellas ha sido la creación de las Sociedades Finan-
cieras de Objeto Limitado (SOFOLES), que operan la dispersión del crédito en el medio rural.
112
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
7
Según datos de la ONU-CEPAL (2007), los productores del sureste en México cuentan con
sólo una tercera parte del número de operaciones crediticias oficiales y con la décima parte
de los recursos, frente al noroeste que concentra en pocos créditos más de la cuarta parte
del monto total canalizado por FIRA y el FINRURAL (ONU-CEPAL, 2007). En tales es-
quemas, los productores de menores ingresos menguaron su participación como receptores
de crédito, al pasar de 49% en 2001 a 30.7% en 2003, para luego recuperarse y representar
37.9% en 2005, pero en 2008 esta cifra vuelve a reducirse a sólo 29% (Gaucín y Torres, 2009).
Las cuotas también se han reducido, pasando de 2 724 pesos por hectárea en promedio en-
tre el 2000 y 2002, a 1,634 pesos por hectárea en el trienio 2004-2006, esto es 40% menos
(ONU-CEPAL, 2007).
113
José Luis García y Medina
Chiapas 23 309 7 430 959 251 884 632 912 4 804 3 144 4 293
Oaxaca 26 171 8 171 820 96 549 691 648 6 114 3 889 5 193
8
El crédito es fundamental en el proceso productivo del café, puesto que los pequeños produc-
tores requieren de recursos previos para la compra de algunos insumos básicos, el pago de
labores de cosecha y la sobrevivencia familiar. Las organizaciones realizan un acopio de la
cosecha, el cual se concreta con la entrega que cada productor hace y el pago que éste recibe
como adelanto de su producto. El pago total se realiza una vez que los compradores del café
(importadores) han cubierto las facturas de entrega. Es frecuente que las organizaciones ten-
gan problemas de disponibilidad de fondos para pagar a sus agremiados, lo que provoca una
permanente incertidumbre en el proceso de acopio. De allí, la importancia que tiene el CJ al
ofrecer la opción del pago adelantado en un 60% del costo total del embarque de café, como
una norma distinguible del esquema.
114
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
115
José Luis García y Medina
116
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
formales a las que se accede, como son las propias EACP, las Uniones de Crédito
Independientes, los fondos de la banca comercial nacional e internacional, así
como el apoyo específico de algunos programas gubernamentales. No obstante,
las participaciones de las fuentes informales, los ingresos no agrícolas y las
remesas familiares son muy importantes y cada vez más representativas en los
ingresos totales de los pequeños productores.
117
José Luis García y Medina
Por lo regular, los dirigentes de las cooperativas cafetaleras son los que
cuentan con esta información especializada y gestionan los recursos necesarios,
de tal forma que los pequeños productores no intervienen directamente en el
proceso de negociación de los créditos otorgados. Por ello, muchos productores
optan también por tramitar sus propios recursos para no depender de los créditos
que se otorgan como socios organizados y que pueden presentar demoras o
incluso montos insuficientes.
Ahora bien, en este apartado se presentan también tres esquemas crediticios
particulares de organizaciones de pequeños productores de Chiapas y Oaxaca,
México. Ahí, el autor de este artículo, realizó trabajo de campo entre 2010 y
2011, recabando información sobre los diversos compromisos crediticios que
mantienen los organismos productores, así como las diferentes estrategias de
financiación que han seguido en estos últimos años (García y Medina, 2011).
La Figura 3 muestra el esquema crediticio de la Unión de Comunidades
Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI), una cooperativa pionera e insignia
en el proceso de consolidación del CJ. Debido a esta larga historia, la UCIRI
ha creado una microfinanciera propia llamada Esperanza Indígena Zapoteca
(EIZ), con el fin de no depender de las líneas de crédito en el CJ y acreditar
así a la mayoría de sus socios para las labores de cosecha del café. Además,
promueven préstamos en las comunidades aledañas y a productores libres del
Istmo de Tehuantepec.
118
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
119
José Luis García y Medina
120
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
121
José Luis García y Medina
puesto que sería muy difícil comprometer a la mayoría de sus socios productores
para que les sea entregado el café y así logren juntar el volumen y la calidad
(diferenciada) del producto, necesarios para ingresar y prevalecer a los mercados
especializados.
Asimismo, en los esquemas financieros es apreciable la obtención de
remesas y préstamos familiares e informales que complementan los ingresos de
los productores, por lo que deben de tenerse en cuenta en los contextos agrícolas
actuales en el campo mexicano para su mejor desarrollo y financiamiento.
122
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
Fuente: Elaboración propia con datos de International Coffe Organization (ICO), 2010a.
123
José Luis García y Medina
Es visible que entre 1988 y 1993 los precios del café fueron a la baja, lo que
representó la aparición del CJ del café con la liberalización del mercado. En
esos años, los sobreprecios y créditos que brindó el CJ fueron muy atractivos
para los productores organizados, ya que proporcionaba un ingreso estable
aún con las fluctuaciones a la baja. En sentido opuesto, el alza actual en el
valor de los precios del café ha propiciado que los sobreprecios del CJ fueran
insuficientes para la producción agrícola, encareciendo los costos de los créditos
para comprar el grano; esto ha implicado que las organizaciones productoras
busquen fuentes adicionales y diversifiquen su cartera crediticia en el mercado
nacional e internacional.
Por lo tanto, la gestión de más crédito en estos momentos, ha supuesto
multiplicar relaciones con diferentes instancias financieras, contrayendo más
compromisos que bien pueden ser incumplidos (vía contratos comerciales), si
no hay la suficiente producción para hacer frente a las deudas existentes. La
mayoría de las veces, esto se determina por causas naturales y sociales en el
cultivo del cafeto, sobre todo en términos de una baja productividad por hechos
naturales en el ecosistema del café y/o por los compromisos financieros previos,
que productores excluidos del crédito por parte de sus respectivas organizaciones,
materializaron con agentes comerciales que no participan directamente en el
CJ, lo que merma el acopio final del aromático.
Por estas razones, en el CJ se han presentado casos de quiebra y separación
entre los productores organizados cuando no se han podido saldar todos los
créditos contratados y retribuir con ello el volumen de café requerido (González,
2002; García y Medina, 2011). Visto de esta forma, el CJ funciona de forma
diferente ante un escenario de precios del café a la baja y/o ante un horizonte
de encarecimiento de la materia prima, pues en este último supuesto, no puede
ofrecer por sí sólo todos los beneficios a los productores asociados, lo que
diluye sus bondades globales hacia esta clase de cafetaleros del sector social.
Conclusiones
124
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
125
José Luis García y Medina
Bibliografía
126
Políticas, esquemas y escenarios del crédito rural
127
MERCADOS LOCALES PARA LA
ABUNDANCIA, O POBREZA
GLOBALIZADA
Resumen
Presentación
129
Laura Collin Harguindeguy
130
Mercados locales para la abundancia
131
Laura Collin Harguindeguy
Campesinos
Lonchería
Cantina
EMPLEADOS Tienda
DEL FERROCARRIL
Tortillería
Huertas
* Recaudería
Ganadería
de traspatio
(pollos y cerdos)
Pollería
Carnicería
Panadería
Médico
132
Mercados locales para la abundancia
Lonchería
Ganaderia
Tienda
de traspatio
Médico
Compras
far
Huertas pollería Externas
Grandes
Farmacia productores
Carnicería
Panadería
Recaudería
133
Laura Collin Harguindeguy
2
Para un análisis de la evolución del concepto véase (Thomas, 2009). Cabe mencionar que la
mayor parte de la literatura en relación con las tecnologías alternativas, focaliza su uso para
la resolución de los problemas de pobreza, en este caso consideramos su aplicación generali-
zada y no restringida para quienes no tienen acceso a la tecnología convencional disponible
en el mercado.
134
Mercados locales para la abundancia
135
Laura Collin Harguindeguy
como fin el obtener alguna ventaja. Los precios, si bien responden a la ley de
la oferta y la demanda, tienen como base el costo de producción más eficiente
(Dobb, 2005).
Si la redistribución genera burocracia y desinterés, el mercado especulación y
lucro, la reciprocidad teje relaciones sociales e interdependencia. La reciprocidad
constituye una fórmula de circulación de bienes, que si bien sufre los embates
del mercado, aún persiste, aunque no como mecanismo institucionalizado,3 en
las relaciones cotidianas. Polanyi la define como: “movimientos entre puntos
correlativos en grupos simétricos” (Polanyi, 2006:162). En palabras sencillas
consiste en un regalo, un don que se concede a otro y que genera, en quien lo
recibe, la tendencia a devolverlo, aunque no sea ni el mismo tiempo o lugar.
Ejemplos de relaciones de reciprocidad en la vida cotidiana abundan. Los
regalos de cumpleaños, el intercambio de regalos en navidad, o los regalos de
boda. Estos intercambios obtienen la forma de trueque cuando suponen un
acuerdo, en México persisten formas institucionalizadas de reciprocidad, como
la mano vuelta (Gallardo-García, 2012).
Un componente de las relaciones no monetarizadas es la noción de
equivalencia. La equivalencia supone asignar valor a cosas distintas para que
puedan ser intercambiadas, con criterios diferentes a los del precio (Polanyi,
2009). El precio como se mencionó páginas atrás tiene como referencia las leyes
de la oferta y la demanda y como punto de partida —aunque no único—, el
menor costo. El producto más barato establece la pauta para los restantes. La
equivalencia, implica un acuerdo, que no necesariamente toma en consideración
el costo de producción o la eficiencia.
La equivalencia, aunque pueda implicar complejos mecanismos de
asignación, posibilita escapar de la noción de precios, es más, históricamente
le antecede. El criterio para considerar bienes como equivalentes, puede
remitir a que implicaron el mismo tiempo de trabajo, o que son igualmente
necesarios. Estos intercambios pueden considerar el tiempo invertido, pero
no necesariamente tienen que recurrir a cálculos abstractos y pueden apelar
simplemente a considerar qué se necesita, es decir aplicar el sentido común. Los
gobiernos aplican criterios de necesidad, por encima de costo de producción,
por ejemplo, cuando establecen un precio máximo a productos de necesidad,
generalmente mediante subsidio.
El sentido de equivalencia puede constituir la referencia del trueque, del
comercio con algún medio de cambio (no necesariamente dinero convencional),
pero también opera en la reciprocidad. Por último el acto de fiar, así como los
préstamos entre vecinos se inscriben en las relaciones no mercantiles en dos
3
Estudios etnológicos en diferentes partes del mundo han descrito casos en lo que la recipro-
cidad constituye el mecanismo principal de la circulación de bienes.
136
Mercados locales para la abundancia
137
Laura Collin Harguindeguy
138
Mercados locales para la abundancia
Todos los proyectos orientados a “mejorar el ingreso”, dan por supuesto que
el dinero es la única forma de acceso a los bienes, en consecuencia mantienen
incólume la premisa básica del capitalismo de satisfacer necesidades a través del
mercado. Recordando al Bartra (1983) de otros tiempos, mediante la satisfacción
de necesidades quedan subsumidos en la economía de mercado5. Los proyectos
orientados a obtener ingresos, venden su producción (que en este caso es
mercancía) en el mercado, y aun cuando busquen las mejores alternativas en
cuanto a precio —comercio justo—, para obtener más ingresos, de cualquier
4
Datos de campo.
5
Ejemplo de la lógica perversa de la subsunción que ha logrado instaurar en la conciencia al
dinero como necesidad (antes de recibir críticas diciendo que efectivamente constituye una
necesidad, a lo que me refiero es a la imposibilidad de ver para que se necesita el dinero, el
dinero esconde la necesidad) en el 5 encuentro de economía solidaria, se realizó un taller
orientado a identificar las necesidades y como estas pueden constituir demandas y generar
la posibilidad de un intercambio de bienes y servicios al interior de una red. Varios de los
participantes mostraron incapacidad o resistencia a identificar sus necesidades e insistían que
lo que necesitaban era dinero.
139
Laura Collin Harguindeguy
manera cuando luego compran, tanto los insumos como los bienes, que necesitan
para su subsistencia, en el mercado (y el mercado puede ser una cadena de
supermercados), terminan canalizando sus ingresos y el dinero de los bien
intencionados compradores del comercio justo hacia las peores corporaciones.
En segundo lugar, la dependencia de estos emprendimientos o proyectos
con respecto a los compradores, solidarios o no, los vuelve frágiles, volátiles y
vulnerables —como las propias condiciones del mercado—, a las condiciones
del mercado, tal como se evidenció en la crisis del café que arruinó a miles
de pequeños productores a lo largo del mundo, y que motivó el surgimiento
del mercado de café orgánico. Mercado que no sólo enfrenta el costo de la
certificación, sino que aun así sigue amarrado a las oscilaciones de los precios
internacionales. La situación se agudiza en este momento, con la crisis europea,
cuando cientos de productores de miel y café no encuentran compradores6.
El Comercio justo, que efectivamente encontró un nicho de mercado,
supuestamente surgido para apoyar a los productores de café y posteriormente
ampliado a diversos tipos de productores de paises en vias de desarrollo, en
realidad generó un nicho de empleo para certificadores e intermediarios: “…
60,000 voluntarios están implicados en 15 países europeos, se han creado 4,000
empleos en 3,500 Magasin du monde (Tiendas del Mundo) y su tasa media de
crecimiento es del 20% anual…” (Eme y Laville, 2004: 45). El Comercio justo,
sin duda constituye una forma solidaria de asociación y personalización, e
implica un cambio de conciencia en innumerables consumidores de los países
ricos y crecientemente en los países productores. Pero, el problema no radica en
la existencia o no de un sector denominado comercio justo, sino en la orientación
de los proyectos que proveen los productos al comercio justo. Si en los lugares
de origen, se promueven sistemas productivos diversificados y el producto
exportable constituye sólo uno más de los productos, y por tanto el ingreso
derivado de su venta un complemento, se puede estar hablando de una proyecto
sustentable y sostenible, sí, por el contrario, la producción para la venta en los
mercados de comercio justo estimula la mono-producción y la dependencia
de una mercancía para la venta, está reproduciendo las mismas situaciones de
dependencia que la revolución verde, cuando al propagandizar las ventajas del
incremento de la productividad obvio las “complejidades de la economía real
de mercado” (Cecon, 2008) los problemas de precios, intermediación, acceso a
los mercados y sobre todo de poder adquisitivo, incrementando la situación de
desventaja y dependencia de los campesinos. Apostar a la venta de un producto,
aunque sea en los canales del Comercio Justo, mantiene la dependencia con
respecto del mercado y por tanto la vulnerabilidad de los campesinos. Algunas
organizaciones, como la Tosepan Titataniske, al percatarse de la relación de
6
Comunicación personal, organizaciones de Chiapas y Puebla.
140
Mercados locales para la abundancia
dependencia con respecto del mercado, aunque sea justo, están comenzando
a plantearse la necesidad de un proceso de reconversión, hacia la soberanía
alimentaria, considerando prioritaria la atención de las necesidades de consumo
de sus socios, en segundo lugar el intercambio a nivel regional, para disminuir
su dependencia con respecto a la exportación de café.
contratos de exclusividad con los productores de café orgánico, con el peligro de una vez que
tuviera el monopolio, manipular los precios a su conveniencia.
141
Laura Collin Harguindeguy
todo. Por un lado se encuentran productos que por sus condiciones naturales,
sólo se producen en determinadas latitudes como el café, el cacao, las frutas
tropicales, el vino entre muchas otras; por otro lado las que podrían darse en
todas partes pero su producción depende de cualidad o talentos especiales como
los bienes culturales y los bienes o servicios que por su naturaleza requieren cierta
concentración como hospitales de especialidades, centros de educación superior
y/o investigación y ciertos productos. Porque estos bienes también responden
a necesidades, las localidades sólo pueden ser relativamente autosuficientes y
requieren generar cierto excedente para acceder a aquellos bienes que no se
obtienen localmente. Pero ¿cómo hacer para que la producción de excedente
no se transforme en deseo de acumulación, de lucro y de caer nuevamente en
la lógica de la reproducción ampliada del capital? La solución se encuentra en
la noción de umbral propuesta por Iván Ilich.
142
Mercados locales para la abundancia
Conclusiones
Cuando se pretende cambiar el mundo, romper con una forma de pensar, con una
lógica transformada en habitus, es decir en reacciones automáticas, no pensadas
(Bourdieu, 1987), como la preferencia de los productos industriales, como
símbolo de estatus, resulta indispensable apelar a la conciencia, a la formación
de una nueva subjetividad. Hoy existen a nivel mundial múltiples experiencias
que pretenden avanzar en la construcción de nuevas y renovadas relaciones
sociales, entre ellas las denominadas Comunidades de Transición (Hopkins,
2008) caracterizadas por la previa discusión de normas y estatutos de relación.
Evidentemente, estas nuevas comunidades, se diferencian sustantivamente de
las comunidades tradicionales, tanto por la adhesión voluntaria, como en la
promoción de los acuerdos, o de los estatutos mediante la discusión colectiva.
En México, y otros países de raigambre indígena, persiste la racionalidad
reproductiva en las sociedades campesinas, pero también como parte del bagaje
143
Laura Collin Harguindeguy
Sólo si se organiza un estilo de vida que cubra todos los aspectos relevantes,
incluyendo las imágenes sobre el hombre y la naturaleza de la sociedad una
filosofía de la vida diaria que comprenda criterios de conducta razonable según
el sentido común (Polanyi 2009:63).
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Mercados locales para la abundancia
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145
Laura Collin Harguindeguy
146
Mercados locales para la abundancia
147
TIANGUIS ALTERNATIVOS:
ALCANCES Y DIFICULTADES
Resumen
1
Profesora/investigadora de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Sociales, Universi-
dad Autónoma de Chiapas.
149
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
Introducción
150
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
Tianguis alternativos
2
Así se afirma en la publicación citada. (Santana 2011a).
3
En 2004 se fundó en México la Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos, con al
menos 15 asociados. Son pequeños mercados que tienen un punto de encuentro semanal,
donde se realizan intercambios recíprocos campo-ciudad. Más información en: http://
tianguisorganicos.org.mx/
151
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
es sólo una de sus facetas y al llamarles así, se pone en segundo plano a una
gran variedad de productos elaborados que ahí se ofrecen, que si bien no todos
son orgánicos, sí son productos más sanos que los comerciales, por ejemplo
las tortillas hechas a mano con maíz criollo –son de mayor calidad que las de
Maseca- o pan casero que no tiene conservadores, el cual es mucho más sano
que el pan “de marca” aun cuando no se elabore con harina de trigo orgánico.
.
Foto: Ma. Eugenia Santana E.
152
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
153
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
Calidad y precio
Los precios de los productos de este tipo de mercados son un poco más elevados
que en los mercados comunes donde se venden productos cuya inocuidad no
está garantizada y los clientes frecuentes lo saben: los productos orgánicos suelen
tener precios más altos, porque exigen mayor uso de mano de obra; igualmente,
los productos procesados a pequeña escala, caseros o manufacturados, son más
caros respecto a los industrializados.
Los clientes lo saben y están dispuestos a pagar por la calidad, aunque
esto excluye a quienes no pueden pagarla, de lo que se hablará más adelante.
Lo que no queda muy claro es que el incremento de precios en estos tianguis
sea consecuencia de la elevación de precios en el mercado capitalista, sin
una aparente razón local, como sería por ejemplo la caída de heladas u otro
fenómeno meteorológico que dañara las hortalizas y provocara un aumento
de precio. Ponemos por ejemplo el caso del huevo, sucedido recientemente.
Un producto muy demandado es el “huevo de rancho”, es decir, de
gallinas libres, criadas con maíz, que no reciben hormonas, ni las mantienen
despiertas artificialmente. El huevo de rancho u orgánico, es un producto
saludable que pueden consumir aun aquellas personas a quienes los doctores
prohíben comer productos animales por cuestiones de salud. Pues bien, el
precio de este producto, era de 3 huevos por $10 ($3.33 la unidad), que ya era
alto comparado con el llamado “huevo de granja” de $1.00 la unidad y un
poco más que en el mercado municipal (a $3, la unidad). Cuando en 2012 se
presentó la “gripe aviar” en las granjas de Jalisco y obligó a sacrificar miles de
aves, sobrevino una escasez del huevo de granja en muchos estados del país y
su consecuente elevación de precio llegó hasta los super-mercados de Chiapas.
Afortunadamente, en San Cristóbal de Las Casas, no llegó el virus de la gripe
aviar y aunque se elevó el precio del huevo de grandes granjas, los precios del
huevo de rancho no se elevó en el mercado municipal, cuyas productoras lo
seguían vendiendo a $3.00 la unidad. Sin embargo, en el tianguis alternativo
se encontró el huevo de rancho más caro de lo que ya era: a $4.00 la unidad,
a pesar de que este producto no se vio afectado por la gripe aviar. Entonces la
pregunta que surgió fue: ¿por qué tendría que subir el precio de este producto
local? O acaso se está aprovechando la oportunidad para poner un precio más
alto a un producto que no tendría por qué subir. Tal pareciera que este mercado
alternativo se comporta con los precios al igual que el mercado capitalista. En
ese caso, ¿podríamos seguirle llamando “mercado alternativo” o simplemente
mercado local?, que incluso se convierte en un mercado elitista, pues a ese
ritmo, muchas personas no podrán acceder a estos productos sanos y cercanos.
154
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
4
Peter Rosset, comunicación personal.
155
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
orgánicos deban ser bajos a costa de sus productores. Lo que se afirma es que
es deseable que mayor número de personas pueda tener acceso a ellos.
Lo que sucede es que los precios de los tianguis locales fluctúan con los
precios del mercado nacional porque no se ha hecho un cálculo de los costos en
la producción (incluyendo mano de obra), ya que este cálculo es difícil de realizar
para campesinos que nunca habían sido vendedores directos al consumidor.
Es decir, si el precio antes lo ponía el intermediario y ellos normalmente lo
aceptaban, no lo tenían que calcular. Afirmamos que el costo de producción no
es fácil de calcular si se consideran los costos de renta de la tierra –aun cuando
sean terrenos propios-, la mano de obra –aunque sea familiar- y otros insumos
de producción. Entonces es más fácil para ellos, conocer el precio en el mercado
capitalista y elevar un poco más (o más de un poco) el precio y así venderlo.
En el tianguis de Comida Sana y Cercana de San Cristóbal de Las Casas
un equipo de investigadores-consumidores, se ha propuesto establecer un
proceso de “certificación participativa” que analiza los procesos de producción
y da reconocimiento a los productores que cumplen con la inocuidad de los
productos, respeto al medio ambiente en la producción y otros elementos
requeridos, pero no se analiza todavía la parte comercial: cómo poner precios
a los alimentos. Esto correspondería a otra rama de estudio en la que podría
ser útil la colaboración de otros académicos, no sólo para establecer los precios
sino también una ganancia digna para los productores.
Lo que resulta desconcertante es que, por el elevado precio, haya productores
que “se quedan” con su producto: cajas enteras del producto sin vender que al
final del día venden en el mercado tradicional (municipal) a precios más bajos
para no tener que volver con el producto a su casa. Estos productores han
expresado también la idea de transformar su producto para poder venderlo,
porque les sobra mucho, cuando en su estado natural es un producto muy
deseable sin la necesidad de transformarlo. Entonces la pregunta que surge, ¿por
qué no vender el producto a un precio menos elevado en este espacio donde
es valorado pero el precio alto impide comprarlo? Es verdad que al finalizar
el día de venta los propios productores-vendedores hacen trueque entre ellos
y se llevan productos a cambio de los que aportan, lo cual es positivo, aunque
los obstáculos del trueque son conocidos: tiene que haber coincidencia entre
los deseos de ambas partes para el intercambio y de la equivalencia del valor
de lo que se intercambia, pero sobre todo. Pero en ello tampoco se incluye a
los consumidores de menos recursos.
Quiero enfatizar que el problema no es que un producto sea caro, mientras
lo justifique; el problema es que los precios se elevan al ritmo del mercado
capitalista y que se opte por no vender el producto, a bajarle un poco el
156
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
… en los mercados alternativos las personas son importantes, no sólo sus productos.
Los productores-comerciantes crean lazos sociales con los consumidores y lo
central son los actores, no los bienes. La relación entre las personas es una de las
principales características de los tianguis alternativos (Santana, 2011a).
¿Qué es el valor?
Hay que distinguir el valor que se le da a una relación y del que se le da a
un bien o producto. Cuando se trata de definir el ‘valor’, hay tantas cuestiones
involucradas, que resulta complejo llegar a acuerdos. Por eso los antropólogos
no han logrado establecer una “teoría general del valor” (Graeber, 2001), pues
se incluyen en éste elementos tan diversos, como se aprecia en la siguiente cita:
157
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
158
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
tienen valor de uso, pero no se les ha incorporado trabajo. También hay que
distinguir la producción de bienes con trabajo propio para la satisfacción de las
propias necesidades (valores de uso, mas no mercancías), de la producción de
valores de uso para otros (Marx, 1978:50), es decir, valores de uso social (y que
puedan transferirse mediante un cambio); si la cosa no es útil para los demás,
tampoco lo es el trabajo que contiene, el trabajo no cuenta como trabajo y en
consecuencia, no crea valor (ibid., 51).
Para Marx existen al menos dos tipos de valores:
– Valor de uso. Una mercancía es una cosa que por sus propiedades
satisface necesidades humanas de diversa índole.
– Valor de cambio. Este cambia según el lugar y el tiempo. A primera
vista parece ser una relación cuantitativa, porque dos cosas diferentes
que se quieren intercambiar tienen que valorarse con una medida
común. ¿Qué puede ser común a dos mercancías tan diferentes como
el hierro y el cereal?, se pregunta Marx. Por lo que toca al valor de
cambio, cada una de ellas debe ser reductible a una tercera: el dinero.
159
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
160
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
hay interés en adquirir algo valioso y al aceptar pagar un poco más, se muestra
aprecio por ello; pero también la fidelidad de comprar en estos mercados va más
allá de eso: la relación con los productores, el deseo de que se sientan apoyados
en su esfuerzo de producción limpia, saber sus historias y avatares, es parte
de la relación que se construye semana con semana. A su vez, muchos de los
productores-vendedores son generosos con sus clientes y valoran la pertenencia
a esta red y las relaciones que ahí se generan.
Lo que puede observarse es que las motivaciones son muy diversas y se
notan en los comportamientos de los productores: hay quienes desean establecer
relaciones recíprocas con sus clientes; otros ven al tianguis sólo como un punto
de venta donde sus productos pueden venderse a precios más altos y así obtener
el mayor beneficio posible. Esto último no es una crítica, sino una realidad que
se reconoce como parte de la investigación.
Valor y precio
Podríamos afirmar que las diversas posturas teóricas del valor están presentes
en los actores de estos tianguis, si se trata de fijar un precio en los productos. En
todos influyen, claro está, los costos de producción y la necesidad de obtener
ganancias económicas; lo cual es diferente a buscar “la mayor ganancia posible”,
que sería el caso de muchos pero no de todos y, por otro lado, los que cuidan
las relaciones sociales.
Me refiero a esa parte del pago, que posiblemente muchos vendedores no
reconozcan, pero muchos sí, que aquí hemos nombrado reconocimiento social
y pertenencia a una red formada por productores-vendedores y consumidores
que están conformando una red de pares, es decir donde todos se ven como
iguales. En este caso, ¿cuál sería, entonces, el “precio justo”?
Simmel ([1958] 1977:72-73) explica que no existe tal cosa como un precio
fijo “justo” porque el precio depende de las ventajas subjetivas que le otorgan
a un objeto tanto el vendedor como el comprador; el intercambio sucede
cuando ambos llegan a un acuerdo intermedio en el valor (pues el vendedor
siempre quiere más y el comprador busca pagar lo menos posible).6 Para llegar
a obtener un precio justo, tal como lo explica Simmel, tendría que haber un
acuerdo entre ambas partes. De ahí que el regateo no es injusto si el comprador
quiere adquirir el producto pero el dinero que lleva no es suficiente. Si llega
a un acuerdo con el vendedor, el valor surge del intercambio, es un efecto del
No siempre es así, como ya se explicó: en una Economía Solidaria los compradores estarían
6
dispuestos a pagar más para beneficiar a los productores y que haya una relación más equita-
tiva (Lopezllera, 2004). De hecho esa es la esencia del llamado “comercio justo”. Pero si se
refiere al sistema capitalista, Simmel tiene razón en esta constante tensión.
161
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
deseo individual. En los casos de los precios fijos, que establece el vendedor, al
comprador no le queda más opción, o lo toma o lo deja, dependiendo del valor
que él mismo le otorgue al objeto. De ahí que se concluya que en los precios
fijos no hay “precio justo”.
Para llegar a un “precio justo” es necesario que las dos partes de la compra-
venta actúen con honestidad y no traten de aprovecharse del poder que tiene
cada uno: el vendedor, de fijar el precio y el comprador, de tener el dinero. Pero
lo que está sucediendo en nuestro tianguis es que el regateo es mal visto, quizás
por la mala costumbre en otros mercados en que los compradores regatean sin
valorar y muchas veces abusan del productor. Pero aquí los precios que ponen
los productores actúan como precios fijos, aun cuando muchos de ellos no
se lo proponen así. Esto impide que clientes potenciales se acerquen, por la
imposibilidad de llegar a un acuerdo entre ambas partes. Polanyi (1976:167)
afirma que este acuerdo favorece la integración social:
162
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
Hoy estamos eligiendo, cada vez más, otro camino, un camino basado en el poder
de las redes. Y no tienen que ser redes digitales, sino que hablamos de redes en un
sentido más amplio: redes de intercambio y colaboración entre personas.
163
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
8
Por ejemplo, un carpintero, un electricista, una peluquera, etc. pueden ofrecer bienes o servi-
cios y recibir moneda comunitaria como pago y a la vez participar en los intercambios de este
tianguis con dicha moneda. Así los productores del tianguis tendrán acceso a estos bienes y
servicios sin necesidad de tener pesos para pagar.
9
Prosumidor: expresión que une las palabras: productor y consumidor. Así se denominan en
Argentina a quienes acuden a vender en los “nodos” o “clubes de trueque” y ahí mismo son a la
vez productores, vendedores y consumidores, de los productos de los otros (Primavera, 2003).
164
Tianguis alternativos: alcances y dificultades
Conclusiones
10
Ver: Santana, 2011b, “Recrear el dinero en una economía solidaria” en Revista Polis, Núm.
29: www.revistapolis.cl/29/art11.htm . Para conocer el trabajo en extenso ver Santana
(2011c), ambos citados en las fuentes al final de este trabajo.
165
Ma. Eugenia Santana Echeagaray
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167
TERCERA PARTE
169
“DEL VIVIR MEJOR AL VIVIR
BIEN”: ALGUNAS REFLEXIONES
EN TORNO A LA POLÍTICA DEL
‘VIVIR MEJOR’ Y SU IMPACTO EN
DOS COMUNIDADES INDÍGENAS
DEL OCCIDENTE DE MÉXICO
Resumen
171
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
Introducción
4
Si consideramos que la irrupción de la conciencia ambiental internacional se da a principios
de la década de los setenta, resulta que ya estamos a más de 30 años. En ese ínterin se han
escrito toneladas de papel, se han realizado cientos de conferencias internacionales, se im-
plementaron decenas de medidas de política económica, se establecieron múltiples acuerdos
por parte de las asociaciones empresariales y comerciales; acuerdos bi y multinacionales, y
se introdujeron legislaciones ambientales en prácticamente todos los países. El resultado, sin
embargo, es mínimo. Avances en algunos indicadores ambientales en los países más desarro-
llados, pero nada significativo. Y, lo peor es el avance en la desigualdad social. Es hora de
repensar todo el discurso sobre sustentabilidad y ambientalismo (Foladori, 2007:28-29).
172
“Del Vivir Mejor al Vivir Bien”: Algunas reflexiones en torno a la política
Vivir Bien es vivir en armonía con la naturaleza, con los otros, y saber
convivir y complementarnos unos con los otros. La reproducción social en esta
cultura de la vida se fundamenta en el respeto hacia todos los seres vivos y hacia
la Tierra y cosmos entero, bajo el entendido que el ser humano pertenece al
todo, y ese todo es superior al ser humano. Bajo este paradigma, las prácticas
sociales se constituyen de un modo respetuoso hacia el entorno y bastante
menos agresivo que en el paradigma de vida predominante. Por lo tanto,
podemos entender el vivir bien como una noción local de bienestar integral de
un ser humano, es decir, se parte de la idea que para vivir bien hay que estar
y sentirse bien, en armonía con la sociedad y con la naturaleza, para lo cual
hay que comer bien, tener una vivienda adecuada a las costumbres y entorno
de la familia, desarrollar capacidades como persona, convivir, recrearse, tener
una identidad y un trabajo e ingreso digno (Ibid).
Dentro de esta discusión del “vivir bien” resurge la idea de la multifunciona-
lidad de la agricultura, la cual se refiere al reconocimiento de que la agricultura
173
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
174
“Del Vivir Mejor al Vivir Bien”: Algunas reflexiones en torno a la política
y sus políticas para el desarrollo rural cumple con las expectativas y modo
de vida de estas familias. Para esto se realizó un revisión de los documentos
oficiales de la Estrategia Vivir Mejor, El Programa Especial Concurrente
(PEC) y por otra parte se tuvo un acercamiento a las comunidades indígenas
de Cuzalapa y Ayotitlán, a partir de las historias de vida, a través de los cuales
se identificaron los roles, bienes y servicios que la agricultura cumple en sus
familias, así como en su comunidad, y un primer acercamiento a las nociones
locales del Vivir Bien. Finalmente se realizó una breve entrevista a 14 personas
en las dos comunidades agrarias como un acercamiento exploratorio sobre el
impacto de los componentes del Programa Derecho a la Alimentación (del
Ramo 085) en su vida cotidiana y sus necesidades.
Por el contrario, las políticas públicas han continuado con un claro sesgo hacia la
desestructuración de la modalidad campesina, alejándose diametralmente de los
objetivos establecidos en la propia LDRS (Ayala, 2011:53).
5
El correspondiente a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Ali-
mentación (SAGARPA).
6
Proceso de aumento de las capacidades y de la libertad de todas las personas para vivir dig-
namente sin comprometer el potencial de las generaciones futuras” (PAN, 2004:4).
7
La economía verde es una iniciativa que surge de intentar impulsar la sustentabilidad pero
con una visión mercantil y sin modificar la visión de desarrollo ni las estructuras de poder
(Lander, 2011).
175
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
Además, menciona:
8
Las directrices son:1) Participación social, 2)Sustentabilidad ambiental, 3) Visión territorial,
4) Visión prospectiva, 5) Coordinación y convergencia intersectorial, 6) Coordinación entre
órdenes de gobierno, 7) Transparencia y rendición de cuentas, 8) Evaluación de la política
social (gobierno federal, 2008, 52:54)
9
Las líneas de acción son: Desarrollo de capacidades básicas, Red de protección social y De-
sarrollo económico y mayor bienestar (gobierno federal, 2008:27).
176
“Del Vivir Mejor al Vivir Bien”: Algunas reflexiones en torno a la política
desarrollo rural; las vertientes con mayor presupuesto en lo general han sido la
de competitividad, la social y la de infraestructura. En el presupuesto de egresos
del PEC observamos que la vertiente social fue en aumento cada año, pasando de
ser la más baja de estas tres vertientes en el 2010, a ser la que mayor presupuesto
tiene en el 2012, esto puede explicarse en buena medida porque hasta el 2011
la vertiente de competitividad incluía todos los programas relacionados con
la producción agropecuaria tanto comercial como de subsistencia y es hasta
2012 cuando aparece por primera vez el Programa Derecho a la Alimentación
dentro de la vertiente social, y los programas dirigidos a la pequeña agricultura y
agricultura de subsistencia se mueven a esta vertiente (DOF, 2009, 2010 y 2011).
Dentro del Programa de Derecho a la Alimentación del 2012 los componentes
de SEDESOL, enfocados a la entrega de apoyos directos o despensas, cuentan
con el 89% del presupuesto (Oportunidades,10 PAL,11 Diconsa12); luego están
los componentes financiados por la SAGARPA, los cuales en su mayoría son
destinados a pequeños productores de zonas con alta y muy alta marginación,
con sólo el 11% del presupuesto del programa (PESA,13 PROMAF,14 MasAgro,15
10
Oportunidades aporta para la alimentación de las familias con: Recursos para mujeres, ma-
dres de familia, para el ingreso familiar y una mejor alimentación y con suplementos alimen-
ticios a niños y niñas entre 6 y 23 meses, y con desnutrición entre los 2 y 5 años. También a
las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia (SEDESOL, 2010).
11
El Programa de Apoyo Alimentario (PAL) otorga: 1) Apoyos monetarios para contribuir
a que las familias mejoren la cantidad, calidad y diversidad de su alimentación, buscando
por esta vía elevar su estado de nutrición. 2) Apoyo monetario a familias beneficiarias con
hijos de 0 a 9 años para fortalecer su desarrollo.3) Las familias beneficiarias que transiten al
Programa Oportunidades recibirán un apoyo monetario, en el periodo de transición, deno-
minado “Apoyo Especial para el Tránsito a Oportunidades”, con el propósito de proteger su
economía (SEDESOL, 2010).
12
Diconsa es una empresa de participación estatal mayoritaria que pertenece al Sector Desarro-
llo Social. Se encarga de abastecer mediante una red de tiendas comunitarias productos básicos
y complementarios a localidades rurales de alta y muy alta marginación (SEDESOL, 2012).
13
El PESA es el Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria tiene como objetivo mejo-
rar la seguridad alimentaria y contribuir a la reducción de la pobreza de manera sustentable
en zonas rurales de alta marginación. El PESA en México, es promovida con el apoyo técni-
co de la Food and Agricutlure Organization (FAO) (SAGARPA, 2010).
14
Se refiere al programa: Componente de Apoyo a la Cadena Productiva de los Productores
de Maíz y Frijol cuyo objetivo es contribuir al logro de la seguridad alimentaria nacional y
fortalecer la competitividad de los productores de maíz y frijol por medio del otorgamiento
de apoyos en servicios de asistencia técnica, capacitación, innovación tecnológica, desarrollo
organizativo y mecanización de las unidades productivas, así como la inducción hacia una
agricultura sustentable y el uso del crédito para capitalizarse y mejorar su rentabilidad (SA-
GARPA, 2010).
15
Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro) es un programa que
promueve el incremento de la producción y los rendimientos de maíz y trigo (y otros granos
pequeños), a través de mejores prácticas de producción sustentable y uso de semillas mejora-
das. Está enfocado a atender, principalmente, a pequeños productores con superficies de tem-
poral, que no tienen o han tenido un acceso limitado a tecnología e información de mercados
(SAGARPA, 2010).
177
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
otros16). Esto, cabe mencionar, puede considerarse un grave desacierto siendo que
la agricultura, como medio para garantizar el derecho a la alimentación, tiene
bastante mayor potencial que la entrega de despensas. Por lo que la política social
propuesta en el PEC para el campo refleja un claro corte asistencial, limitando
así el potencial que las múltiples funciones de la agricultura tradicional pueden
tener para abonar al bienestar de la población del medio rural y su vivir bien.
Así mismo, estas modificaciones, aunadas al perfil que tiene la población
a quienes va dirigida la mayor parte de los programas (población de zonas
marginadas), reafirma la falta de una política agraria fuerte:
Por lo que vemos el PEC tiene algunas limitaciones para realizar acciones
más profundas en el campo, ya que uno de sus principios rectores, el de
competitividad para la apertura comercial impulsa directamente la agricultura
a gran escala para la competencia, excluyendo así la agricultura tradicional, la
cual se caracteriza por ser de una producción a pequeña escala y cuya función
principal no es, necesariamente, la obtención de bienes comerciales.
178
“Del Vivir Mejor al Vivir Bien”: Algunas reflexiones en torno a la política
A través de las historias de vida realizadas tanto a mujeres como hombres con
distinta unidades de producción17 en Cuzalapa y Ayotitlán, se identificaron
diferentes funciones que cumple la agricultura (ver Tabla1).
17
En ambas comunidades agrarias co-existen diferentes unidades de producción: 1) Las Peque-
ñas Unidades Agropecuarias de Temporal, 2) Pequeñas Unidades Agropecuarias de Riego,
3) Pequeñas Unidades Ganaderas y de Agricultura de Riego y/o Temporal, y 4) Unidades
Ganaderas y de Agricultura de Riego (ésta última sólo en Cuzalapa).
179
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
Cuzalapa Ayotitlán
D Función Indicador o Criterio
N=8 N=7
Diversificación productiva 6 5
Preservación de la Preservación de Semillas
6 7
biodiversidad criollas
Conservación del paisaje 2 7
Autosuficiencia en semillas
6 7
Ambiental
criollas
A u t o s u f i c i e n c i a Autosuficiencia en energía
5 7
ecológica doméstica
Autosuficiencia en energía
5 7
para laborar
M a n t e n i m i e n t o Captación de Agua 3 5
prácticas que conserven Conservación de fertilidad del
el suelo y el agua 3 5
suelo
Autoabasto de maíz 6 7
Fortalecimiento de la
seguridad alimentaria Producción de alimentos
6 7
básicos para autoconsumo
Autogestión laboral 8 6
Bienestar físico y Desarrollo de capacidades 8 7
sicológico de la unidad Equidad de Género 2 0
Social
familiar
Continuidad intergeneracional
5 5
de la actividad
Conservación de la sabiduría 8 7
Ahorro 8 7
Mantener o mejorar la
Productividad 2 1
viabilidad económica
de la unidad Participación en el mercado
6 6
local o regional
Económico
Disposición a la experi-
3 3
mentación
Autosuficiencia financiera
Fortalecer la economía para la producción 1 0
contra los riesgos
externos Diversidad de fuentes de
4 7
ingreso
Autosuficiencia tecnológica,
5 6
en insumos y en equipo
180
“Del Vivir Mejor al Vivir Bien”: Algunas reflexiones en torno a la política
181
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
Habitar bien
182
“Del Vivir Mejor al Vivir Bien”: Algunas reflexiones en torno a la política
Componente
del programa Lo Les Tienen idea Han sido Conocen a Consideran
Derecho a la conocen suena de qué trata beneficiados alguien que sirve
Alimentación
PROMAF 5 0 5 3 1 2
Acciones
emergentes de
alimentos básicos 0 1 Lo n.a. n.a. n.a.
deficitarios relacionan
siniestrados con los
Fondo para apoyos
acciones de recibidos
alimentación en después del
concurrencia en 0 3 Huracán n.a. n.a. n.a.
zonas de alta y Jova
muy
alta marginación
PESA 7 0 5 3 3 6
Agricultura de Lo
Autoconsumo, confunden
apoyo a con apoyo
0 4 n.a. n.a. n.a.
pequeños que otorga
productores de el DIF de
hasta 3 ha hortalizas
Mas Agro 0 1 0 n.a. n.a. n.a.
183
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
Discusión y conclusiones
18
Desarrollo Integral de la Familia.
184
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185
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
186
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Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
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189
Iliana Licona Flores l Peter R.W. Gerritsen l Natalia Álvarez G.
190
EMPODERAMIENTO: ¿QUÉ ES,
QUÉ HA SIDO Y PARA QUÉ HA
SERVIDO?
Resumen
1
Candidata a doctora en Ciencias Sociales Aplicadas. Departamento de Antropología Social,
Universidad de Granada. Miembro del grupo de investigación “OTRAS. Perspectivas femi-
nistas en investigación social” del Instituto de Estudios de la Mujer, Universidad de Granada.
Correo electrónico: palomap@correo.ugr.es
191
Paloma Paredes Bañuelos.
Introducción
192
Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y para qué ha servido?
4
“WID”, “WAD” y “GAD” respectivamente por sus siglas en inglés.
5
El texto fue redactado “para la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre
la Mujer, celebrada en Nairobi en 1985” (Deere y León, 2002:30), pero su publicación por
Earthscan es de 1988.
6
Por ejemplo, al verse despojadas del derecho a la propiedad de la tierra cuando las reformas
agrarias, entre otras cosas, promovieron la privatización de terrenos comunitarios.
193
Paloma Paredes Bañuelos.
Calco del inglés to empower, que se emplea en textos de sociología política con el
sentido de ‘conceder poder [a un colectivo desfavorecido socioeconómicamente]
para que, mediante su autogestión, mejore sus condiciones de vida’. Puede
usarse también como pronominal: «Se trata pues de empoderarnos, de
utilizar los bienes y derechos conseguidos, necesarios para el desarrollo de los
intereses propios» (Alborch Malas [Esp. 2002]). El sustantivo correspondiente
es empoderamiento (del ingl. empowerment): «El empoderamiento de los pobres
es la palabra clave»(Granma [Cuba] 11.96). El verbo empoderar ya existía en
español como variante desusada de apoderar. Su resucitación con este nuevo sentido
tiene la ventaja, sobre apoderar, de usarse hoy únicamente con este significado
específico (RAE, 2005).
El uso reciente del término en castellano es, sin lugar a dudas, una
consecuencia de la influencia académica de países angloparlantes, pero este
194
Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y para qué ha servido?
7
Por lo tanto, en la controversia respecto de la traducción de empowerment, me inclino por el
uso de la palabra empoderamiento en castellano.
8
Empoderamiento y luchas sociales.
195
Paloma Paredes Bañuelos.
Empoderamiento, un proceso
A pesar de la variabilidad de las definiciones del concepto, sí existe
una constante presente en todas ellas. Esa constante consiste en concebir el
empoderamiento no como un estado sino como un proceso, ya sea individual
196
Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y para qué ha servido?
197
Paloma Paredes Bañuelos.
198
Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y para qué ha servido?
199
Paloma Paredes Bañuelos.
9
Establecer bases políticas y legales para el desarrollo inclusivo. Creación de administraciones
públicas que fomenten el crecimiento y la equidad. Promover la descentralización inclusiva y
el desarrollo comunitario. Promover la equidad de género. Hacer frente a las barreras socia-
les. Apoyar el capital social de los pobres. (Banco Mundial 2001: 9-10).
200
Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y para qué ha servido?
201
Paloma Paredes Bañuelos.
De todos los elementos que integran la noción empoderamiento, hay dos que
–hemos visto– han tenido mayor relevancia para los organismos supranacionales
que promueven el desarrollo: ya sea entendido como participación (política,
económica y social) activa para la auto-resolución de las necesidades básicas
de las poblaciones empobrecidas o como independencia económica de las
mujeres. En estas dos concepciones del empoderamiento se concentran las
acciones para su promoción.
La autogestión, la autoorganización, la agencia, la autosuficiencia, la alta
participación en el medio económico y político; frente a la dependencia, las
actitudes pasivas y el proteccionismo, son rasgos que encajan a la perfección
con las demandas del sistema capitalista y de los regímenes neoliberales, cada
vez más liberados de obligaciones sociales. Esta línea de acción responde a
cambios ocurridos en la década de los ochenta en materia de políticas sociales
en México y en el mundo, donde los Estados pretenden deshacerse de la
responsabilidad del bienestar social trasladándolo a la población.
¿Por qué decimos que la noción de empoderamiento, en el ámbito del
desarrollo, no es original?
Porque este aspecto, primordialmente económico, del empoderamiento
recuerda claramente a los objetivos perseguidos por los enfoques de Mujeres
en el Desarrollo. El fomento de la participación activa de las mujeres en las
tareas del desarrollo existe desde la década de los sesenta. En esencia se sigue
promoviendo la inclusión de las mujeres en el mercado laboral como inversión
202
Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y para qué ha servido?
El enfoque del empoderamiento que en sus orígenes representó –entre otras cosas-
una crítica al modelo de desarrollo imperante, hoy forma parte de la historia oficial
en el recuento de políticas internacionales dirigidas a las mujeres del llamado Tercer
Mundo y aunque se pronuncia a favor de la búsqueda personal por el control de
los recursos y las decisiones, se suma a las estrategias que implícitamente siguen
utilizando el tiempo y las habilidades de gestión de las mujeres y concibiéndolas
como “contribuciones a la actividad del desarrollo” (Pearson, 2005:160). El
paradigma del desarrollo en relación con las mujeres ha actuado siempre de
manera utilitarista, ya sea que se les conciba como objetos o como sujetos del
desarrollo; con agencia o sin ella, las mujeres siguen siendo identificadas como un
grupo vulnerable o grupo meta, sin que los mecanismos económicos que generan
desigualdad en el mundo sean cuestionados de manera contundente en términos
prácticos (Paredes, 2012:283).
Por otra parte, existe evidencia empírica, procedente del trabajo de campo
realizado por la autora en la zona de la Huasteca Potosina en México 2009-
2011, que desvela prácticas domésticas que ponen en tela de juicio la supuesta
ausencia de empoderamiento de las mujeres sobre la que se asientan y contra
la que trabajan múltiples programas con perspectiva de género en el ámbito
de la planeación del desarrollo. Los testimonios de las mujeres que participan
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Paloma Paredes Bañuelos.
Conclusiones
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Paloma Paredes Bañuelos.
Bibliografía
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Empoderamiento: ¿Qué es, qué ha sido y para qué ha servido?
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El libro Transformaciones y resistencias hacia nuevas
perspectivas de desarrollo rural, se terminó de imprimir
en mayo de 2015, en los talleres
gráficos de Editorial Cienpozuelos, S.A. de C.V.
Morelia, Michoacán
e-mail: editorialcienpozuelos@hotmail.com