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SOCIO-TERRITORIALES Y
VIOLENCIA EN MÉXICO
DISPUTAS SOCIO
TERRITORIALES EN MÉXICO
E
ste libro surgió del Pre Congreso AMER 2017 “De-
sarrollo, disputas socio-territoriales y violencia en el COORDINADORES: ROSALÍA VÁZQUEZ TORIZ Y FABIÀN AJEJANDRO GERÒNIMO CASTILLO
medio rural” que se desarrolló conjuntamente con el
Incunabula
2
Colección:
desarrollo, disputas socio
territoriales y violencia en méxico
Coordinadoras de la colección:
Susana Edith Rappo Míguez
y Rosalía Vázquez Toríz
Incunabula
volumen 2 / disputas socio
territoriales en méxico
Facultad de Economía
Avenida San Claudio, esquina 22 Sur, Ciudad Universitaria
C.P. 72560, Puebla, Pue.
prólogo 7
presentación 11
Apartado 1
Conflictos en zonas rurales....19
Apartado 2.
Conflictos en zonas periurbanas.....73
apartado 3.
Conflictos en zonas urbanas.....145
D
esde diversas miradas y voces en esta colección se abordan
distintas problemáticas y experiencias sociales en torno al
desarrollo, las disputas socio-territoriales y la violencia en el
medio rural mexicano; de manera particular se reflexiona sobre los
dilemas que enfrentan distintos sujetos y actores sociales en el ámbito
productivo, social y político, en un escenario de conflictos y reconfi-
guraciones territoriales, violencia, impunidad y polarización social
que trastoca la vida de todos y todas.
Con la globalización económica y social, la expansión del capital
avanzó sobre bienes comunes y públicos mercantilizando y privatizan-
do la naturaleza, profundizando tendencias y exacerbando el despojo de
los territorios, frente a una sociedad que resiste, se adapta y se reproduce
en medio de escenarios de violencia cada vez más recurrentes.
A más de treinta años de que el Estado mexicano se volcara de un
modelo de crecimiento económico basado en la sustitución de im-
portaciones al neoliberal, el país ha atravesado por profundas trans-
formaciones cada vez más complejas. Las reformas constitucionales,
el desmantelamiento paraestatal, la desigualdad y la polarización eco-
nómica, la desvalorización de las actividades del campo en un entor-
no de crisis ambiental y de ausencia de políticas públicas integrales,
la migración, la reconfiguración productiva, social y de los territo-
rios, en medio del avance del narcotráfico y el crimen organizado, los
desplazamientos, desapariciones y asesinados frente a los procesos
de resistencia y luchas de organizaciones sociales, de productores y
ciudadanos entre otros, forman parte de este conjunto diverso y cam-
biante que afectan a la sociedad rural mexicana.
[7]
8 · Prólogo
[11]
12 · Disputas socio-territoriales en México
[13]
14 · Disputas socio-territoriales en México
1. Rasgos de la localidad
[21]
22 · Disputas socio-territoriales en México
No especificado 64 0.24
No habla lengua indígena 1,955 7.44
Total municipal 26,261 100
Fuente: Elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda
2010, INEGI 2010, consulta de datos: Población de 3 años y más; entidad y
municipio; según habla indígena y lengua-INEGI, disponible en (http://www.
inegi.org.mx/lib/alop/consulta/general_ver4/MDXQueryDatos.asp?#Regre-
so&c=27781). (Fecha de consulta: 30 de enero de 2016)
[…] lo primero que decían era: ¿Quién les faculta a ustedes elaborar un
libro? Nos sacaron un documento que dice que para trabajar en las es-
cuelas debe de pasar por la autorización, digamos una autoridad educa-
tiva a nivel estado o nacional para que valide que eso que contiene ese
libro. Como está en amuzgo con más razón, nosotros [sus interlocutores
en el DF] no estamos facultados ni ustedes [los profesores amuzgos] es-
tán facultados para hacer ese material si no tienen esa autorización […]
Pero si nos vamos al convenio 169 [de la OIT] ahí si estamos facultados
en hacer materiales en nuestra lengua.4
4. Ídem.
30 · Disputas socio-territoriales en México
Una educación para el medio indígena tiene que tomar la lengua para
que el niño puede entender y desarrollar sus cuatro habilidades: hablar,
escuchar, leer y escribir. Si se toma en cuenta la lengua del niño, su con-
texto, se parte de sus conocimientos, entonces sí se le puede llamar una
educación indígena bilingüe. Si eso no se está haciendo, pues de nombre
está pero no se está llevando a cabo, entonces no es una educación bilin-
güe y menos intercultural bilingüe.8
El docente 2 continúa:
7. Conclusiones
8. Bibliografía
Referencias electrónicas
Entrevistas:
Entrevista Docente 1, 2014
Entrevista Docente 2, 2014
Entrevista a Docente 3. 2015.
Entrevista Madre de Familia, 2015.
Entrevista a Directivo escolar de la zona 012. 2015.
del despojo, a la identidad diluida, el caso
de san Antonio huitzquilicoun análisis
sobre el proceso de aculturación a partir
del despojo de la lengua tének
1. Introducción
11. Profesor de tiempo completo Titular del TecNM Campus San Luis Potosí, email:
cgalvanme@yahoo.com.mx.
12. Alumno del TecNM Campus San Luis Potosí Unidad de Educación a Distancia
en Xilitla S.L.P, email: sidronio_pascual@hotmail.com.
13. Alumno del TecNM Campus San Luis Potosí Unidad de Educación a Distancia
en Xilitla S.L.P, email: vga.chivas02@gmail.com.
[41]
42 · Disputas socio-territoriales en México
2 El contexto local
14. Proviene del significado de la palabra tének huitz o huits “flor” y “quelite” prove-
niente del náhuatl, es decir lugar donde abundan flores y quelites
Del despojo, a la identidad diluida · 43
3. Conclusión
4. Bibliografía
microrregiones.gob.mx/catloc/LocdeMun.aspx?buscar=1&tipo=-
nombre&campo=loc&valor=san%20antonio%20huitzquilico.
Moseley, C. (2010). Atlas de las lenguas del mundo en peligro, 3ra
edición. París, Ediciones UNESCO.
Müller G. H. (1996): Friedrich Ratzel (1844 - 1904): Naturwissens-
chaftler, Geograph, Gelehrter. Verlag für Geschichte der Na-
turwissenschaften und der Technik. Stuttgart.
Navarrete Linares, Federico (2008) del México Contemporáneo, P. I.
(2008). Los pueblos indígenas de México.
Ortiz, R. (1999). Ciencias sociales, globalización y paradigmas. Re-
guillo, R y Fuentes, R. Pensar las Ciencias Sociales hoy, 17-46.
UNESCO (2010). Atlas de las lenguas del mundo en peligro, en:
http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001894/189453s.pdf.
Walsh, C. (2003). La muerte de las lenguas indígenas: la pérdida de la
diversidad. Gaceta Hispánica de Madrid. October.
“Ya no quieren que abramos más terrenos
para sembrar pero ¿de qué vamos a vivir?”
Conflicto social en la Reserva de la
Biosfera Tehuacán-Cuicatlán. El caso de
localidad de San Juan Raya, Puebla15
15. El presente trabajo forma parte de los avances de investigación del proyecto de te-
sis para maestría en antropología sociocultural intitulado Territorialización eco-neo-
liberal y conflicto social: San Juan Raya y la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicat-
lán, Puebla.
16. Estudiante de la Maestría en Antropología Sociocultural, Instituto de Ciencias
Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, BUAP. Correo electrónico: othon-
siurob@gmail.com
[55]
56 · Disputas socio-territoriales en México
17. Arias et al. (2000) describen algunas características de esta especie de agave y su
uso en la región: “Aspectos ecológicos. En el valle de Tehuacán florece durante los
meses de marzo y abril. Esta especie forma verdaderas comunidades, a las que se les
denomina ‘izotales’, por su gran abundancia. Crece en planicies y valles con suelos
profundos. Uso tradcional. La inflorescencia es conocida como ‘palmito’ y es muy
preciada debido a que sus flores son comestibles. A la fibra que se extrae del tallo
de esta yuca se le conoce como ‘coaxcle’. En décadas pasadas esta fibra fue utilizada
como relleno de asientos para autos, colchones y sillas. Con las hojas nuevas del
‘cojoyo’ se tejen adornos utilizados en las fiestas patronales. Además, en granjas aví-
colas, se exprimen los tallos en el suelo para impedir altas producciones de metano
resultado de los desechos orgánicos. En la comunidad de Los Reyes Metzontla se
utiliza como leña para la cocción de la cerámica. Con los tallos de plantas muertas se
fabrican macetas rústicas”. Los pobladores de San Juan Raya afirman haberlo traba-
jado desde finales de los setenta hasta la declaración de la Reserva.
18. Dicho permiso tiene que solicitarse ante la Procuraduría Federal de Protección
del Ambiente (PROFEPA), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y la Direc-
ción de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán. Un permiso que, según afir-
man los pobladores, es impagable con relación al bajo nivel de ingreso de las familias.
19. Nombre del fósil más abundante en la zona. A este hit turístico —como le llaman
algunos pobladores— se le sumarían otros recorridos: La biznaga gigante, Las hue-
llas de dinosaurios, El pedimento, El campanario y Las estrellas (recorrido noctur-
no), los cuales se pueden hacer a pie, en caballo o en bicicleta.
“Ya no quieren que abramos más terrenos”... · 61
20. Esta persona fue obligada a firmar su libertad condicional durante un año. Ase-
gura que, si bien su familia se dedicaba al intercambio de fósiles, él nunca participó
en dicha actividad. Además, afirma que “cuando vinieron los judiciales, estos llega-
ron justo a mi casa, pues, algunos de mis vecinos me señalaron por envidias”.
21. En el presente etnográfico, el comité regional de turismo gestionó ante el Gobier-
62 · Disputas socio-territoriales en México
no del Estado de Puebla, un monto de dos millones de pesos para la conclusión del
proyecto del Museo. Dicho comité estaba integrado por tres personas de diferentes
localidades del municipio de Zapotitlán, entre ellas, una comunera de San Juan Raya.
22. Como se mencionó al principio del texto, el presente trabajo corresponde a los
avances de investigación para obtener el grado de maestría en antropología sociocul-
tural. Del mes de junio al mes de septiembre de 2016 se realizó trabajo de campo en
la localidad. La información recopilada aún está en proceso de análisis. Sin embargo,
entre los años 2011 y 2013 se realizaron diversas estancias, como parte de la investiga-
ción de licenciatura. El conjunto de la información obtenida hasta el momento se ha
ampliado y contrapunteado a sí misma. Demostrando, de esta manera, los cambios y
las continuidades, los conflictos y las contradicciones del proceso social en estudio.
“Ya no quieren que abramos más terrenos”... · 63
23. Este apartado versa sobre cómo se ha tratado la temática del conflicto social en
las Reservas de la Biosfera en general. Para el caso particular de la Reserva de la Bios-
fera Tehuacán-Cuicatlán, los conflictos sociales desatados en la localidad de estudio
(San Juan Raya) se tratan en la sección final de las Conclusiones.
64 · Disputas socio-territoriales en México
4. Conclusiones
24. Especie vegetal endémica de la zona, apreciada por los turistas como planta de
ornato. Coloquialmente se conoce como “pata de elefante”.
“Ya no quieren que abramos más terrenos”... · 69
5. Bibliografía
25. Lo cual no quiere decir que los conflictos sociales se reduzcan a un hecho comu-
nicativo, pues estos responden, más bien, a una problemática estructural.
26. Como asociaciones políticas en contextos de poder desigual, de acuerdo a la
acepción de William Roseberry (2014).
70 · Disputas socio-territoriales en México
1. Introducción
[75]
76 · Disputas socio-territoriales en México
historia que ha sido incorporada por los agentes. Esta forma de en-
tender las prácticas sociales implica reconocer que las prácticas —y
por consiguiente las estrategias de los agentes sociales— no son pro-
ducto de la intención consciente y racional del agente social, sino de
las disposiciones de su habitus, el cual tiende de manera espontánea a
reproducir las condiciones de su propia producción (Bourdieu, 1988)
El habitus constituye también un concepto eficaz para compren-
der los principios constitutivos de la identidad. Rizo (2006:6) señala
que el habitus se relaciona con la identidad en tanto que se refiere
a los “sistemas incorporados que pueden ser entendidos como pro-
pensiones clasificatorias y valorativas, socialmente adquiridas, acerca
de lo que es uno mismo y de lo que son los otros”. Asimismo, el ha-
bitus, al igual que la identidad, se adquiere fundamentalmente en la
llamada socialización primaria mediante la familiarización con prác-
ticas y con unos espacios que son producidos siguiendo los mismos
esquemas generativos en los que se hallan inscritas las divisiones y
categorizaciones del mundo social (Arteaga, 2000; Giménez, 2002).
Siendo la actuación del pasado en el presente, o como señala Bour-
dieu (1980:94) “la presencia actuante de todo el pasado del que es
producto”, tanto el habitus, como la identidad, nos hacen percibirnos
como seres particulares, diferentes a los otros.
Si bien el propio Bourdieu (2006) subrayó en sus últimos trabajos
el carácter duradero, pero no inmutable del habitus, el cual, al ser pro-
ducto de la historia, constituye un sistema abierto de disposiciones
que se confronta permanentemente con experiencias nuevas, y por
lo mismo, es afectado también permanentemente por ellas, la manera
en que se plantea la relación entre las estructuras objetivas y el habi-
tus, oculta las condiciones que favorecen movimientos y/o adaptacio-
nes en los habitus individuales o de clase (Henríquez, 2014).
El presente trabajo pretende justamente discutir el carácter de
durabilidad y permanencia de las disposiciones que conforman el
habitus, y su tendencia a la reproducción, en contextos de cambios
estructurales veloces y profundos en los que se verifica un desfase
entre las nuevas condiciones objetivas emergentes y habitus de los
agentes sociales. Al mismo tiempo se interroga acerca de la viabili-
dad de las prácticas agrícolas, en contextos estructurales plagados de
incertidumbre, en los que cobran relevancia instrumentos de repro-
ducción más eficientes.
80 · Disputas socio-territoriales en México
para buenos hábitos sino para malos. Como estamos cerca pues los mu-
chachos van aprendiendo las cosas malas y una de ellas si te das cuenta
son los grafitis, anteriormente en nuestra época ¿cuándo íbamos a gra-
fitear? pero ahora si te das cuenta aquí ya no respetan, la iglesia ya la
pintaron (…) ahora ya son bastantes los que trabajan [en la ciudad], yo
creo que eso hace que también ya despierten sobre todo los malos hábi-
tos, se formen ya las famosas bandas, que eso no existía en los pueblos
(Luis, 2010).
Uno de ciudad que no está acostumbrado a eso dice: no pues por qué voy
a cooperar, si ya pague aquí mi casa, ya estoy pagando esto, yo no tengo
“Y nos cambió la mirada” · 83
por qué cooperar para el pueblo. Muchas veces por eso surgen los con-
flictos, pero aquí todavía no, aquí sí ya hay gente de fuera, pero no vienen
en conjunto, por decir, no hay un conjunto habitacional, porque si lo hay
ya la mayoría se opone, pero como hay uno por aquí, otro por allá, sí se
les hace el cobro (Luis, 2010).
Algunos llegan luego con sus hijos para venirse a vivir acá, les dicen: va-
mos a vivir bonito. Pero para ellos está feo el pueblo, dicen que hay harto
polvo (…) ya se sienten más que los otros, vienen diez días y como ya se
juntaron allá y tienen hijos allá, luego se van (Antonina, 2010).
Bueno la gente viene pero ya no se halla, nada más viene a quedarse
unos ocho, quince días, quizá un poco más pero luego se regresan, ya no
se hallan, de plano ya no se hallan, porque ya les gustaron los Estados
Unidos (Eusebio, 2010).
“No hallarse” es una frase que se utiliza con frecuencia para des-
cribir el desarraigo territorial que experimenta la población migrante
como resultado de los cambios en los esquemas de percepción, valo-
ración y acción que tienen sobre el mundo social. Los movimientos
en el habitus de los migrantes retornados propicia que un número
significativo de prácticas que anteriormente se producían de manera
cotidiana en una dinámica garantizada por las estructuras de plausa-
bilidad28, queden actualmente desancladas, pierdan su referencia en
el nuevo universo simbólico. Los entrevistados refieren que quienes
migran “se acoplan a otro mundo”, “cambian su mente” o “adoptan
otra mirada”. De esta manera aluden a los cambios en los esquemas
de percepción, valoración y acción que tienen su origen en la expe-
riencia migratoria y que se traducen en el desarrollo de prácticas que
desafían las normas establecidas:
Aquí hacen fiesta de cholos, se visten con ropas muy grandes y andan en
la calle; son los que andan pintando. Hace dos años había aquí una banda
de mujeres que les decían la banda de Las Conejas. Aquí en el pueblo han
pintado las paredes. Esto tiene como unos 7 o 8 años que ya empezó a
suceder, en el pueblo antes no había eso (Feliciano, 2010).
28. Las estructuras de plausabilidad, según Lindón (2000), están constituidas por las
condiciones que hacen posibles las prácticas.
“Y nos cambió la mirada” · 87
Sin embargo, los Testigos de Jehová no son los únicos agentes que
actualmente discuten y ponen en tela de juicio las tradiciones y cos-
tumbres del pueblo. En las entrevistas fue frecuente encontrar cues-
tionamientos de diversa índole dirigidos en contra de la cooperación
comunitaria y del monto de recursos que los grupos domésticos ca-
nalizan al gasto suntuario:
4. Conclusiones
5. Bibliografía
1. El proceso de periurbanización
[95]
96 · Disputas socio-territoriales en México
6. A manera de conclusión
32. En 2012, Ana Gretel Thomasz realizó un estudios en el centro histórico de Bue-
nos Aires con relación a los usos del espacio urbano local, retomando las conceptos
de establecidos/outsiders de Elías y el de urbanidad de Giglia.
108 · Disputas socio-territoriales en México
7. Bibliografía
1. Introducción
33. Maestra en Estudios Regionales, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis
Mora. Contacto: seshat_01@hotmail.com
[111]
112 · Disputas socio-territoriales en México
Esto significa que casi la mitad de las viviendas que cuentan con
abastecimiento de agua potable se ubican en los municipios compren-
didos por el módulo de riego 04 Las Fuentes. A pesar de que en el mu-
nicipio de Jiutepec el 94% del total municipal de las viviendas cuentan
con abastecimiento de agua potable distribuida mediante redes según
el Censo de Población y Vivienda 2010, existen viviendas de las nuevas
colonias y asentamientos irregulares que se abastecen de fuentes como
el Canal Principal Las Fuentes o el Canal General Chapultepec.
Así mismo, la falta de servicio de drenaje orilla a los habitantes de la
zona a hacer uso de la infraestructura hidráulica para verter sus desechos.
Del total de viviendas registradas en el Censo de Población y Vivienda
2010 en el estado de Morelos más de la mitad cuentan con drenaje, el
67.35%. Es decir, el 30.1% de las viviendas con drenaje se encuentran
en los municipios que comprenden el módulo de riego 04 Las Fuentes.
En el municipio de Jiutepec 98% del total municipal de las vivien-
das cuentan con drenaje de acuerdo con el Censo de Población y Vi-
vienda 2010 , sin embargo las nuevas colonias y asentamientos irre-
gulares establecidos en los ejidos urbanizados no son contabilizados
Efectos de la periurbanización en la apropiación del agua · 119
5. Conclusiones
6. Bibliografía
1. Introducción
[127]
128 · Disputas socio-territoriales en México
36. Para indagar el fenómeno en cuestión se consultaron fuentes oficiales como son
las del Institutito Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); Sistema de Informa-
130 · Disputas socio-territoriales en México
ción Jalisco, Gobierno del Estado de Jalisco (SEIJAL); Secretaría de Desarrollo Urba-
no del Estado de Jalisco (SEDEUR); Planes de Desarrollo Territorial del Municipio
de Zapopan. Se realizaron recorridos en el Valle para efectuar observaciones y tomar
fotos para la captura de evidencias en la transformación en corto, mediano y largo
plazo que permita hacer una trayectoria del fenómeno en cuestión.
Territorios y metropolización en Jalisco · 131
Cuadro 1
Distribución de habitantes de las Entidades Federativas que
cuentan con más de la mitad de la población en México
Número de Población Tasa de
Estado
habitantes relativa crecimiento
México 16`187,608 13.5 % 1.4
Distrito Federal 8´918,653 7.5 % 0.3
Veracruz 8´112,505 6.8 % 1.3
Jalisco 7´844,830 6.6 % 1.5
Puebla 6´168,883 5.2 % 1.4
Guanajuato 5´853, 677 4.9 % 1.4
Chiapas 5´217,908 4.4 % 1.8
Nuevo León 5´119,504 4.3 % 2.1
Población Nacional: 119´530, 753 de habitantes
Elaborada por los autores a partir de datos del: INEGI, 2015; INEGI, 2015-a.
Cuadro 2
Distribución de la población en los municipios que integran la
Zona Metropolitana de Guadalajara, Jalisco
Número de Población Tasa de
Municipio
habitantes relativa crecimiento
Guadalajara 1, 460,148 18.6 - 0.4
Zapopan 1,332,272 17 1.5
Tlaquepaque 664,193 8.5 1.9
Tonalá 536,111 6.8 3
Zapotlanejo 68,519 0.9 1.6
Tlajomulco 549,442 7 6
Cuadro 3
Principales poblaciones del municipio de Zapopan y número
de habitantes en los años 1990, 1995, 2000 y 2010
Nombre de la
Número de habitantes en las poblaciones/años
población
1990 1995 2000 2010 2015
Cabecera 668,323 850, 315 910,690 1,142,483 La población
Municipal para todo el
(Zapopan) municipio
se estima de
1´332,272
habitantes
Tesistán (San 13,481 22, 449 27,796 62, 397
Francisco de
Tesistán)
Nextipac 1,612 2,260 2,365 4,008
La Venta del 2, 465 3,378 4,267 5,649
Astillero
Elaborada por los autores a partir de datos del: SEIJAL, 2012;
INEGI, 2001; 2011; 2015 y 2016.
nejan como “defeños” (se describe a las personas del Distrito Federal
que tienen un estilo muy peculiar de conducir, que en ocasiones no
respetan las normas de tránsito, manejan a la defensiva y estresados).
6. Conclusiones
moria. La expresión de las identidades será diversos por que los grupos interactúan
en estas condiciones bajo un espacio heterogéneo, las historias de vida serán diversas
y al encontrase los comunes origina identifican la distinción de ellos y nosotros.
Territorios y metropolización en Jalisco · 141
7. Bibliografía
1. Introducción
[147]
148 · Disputas socio-territoriales en México
de sus tiempos para ser parte del trabajo asalariado. Se trata de mu-
jeres que alcanzaron un grado de escolaridad de primaria completa y
sólo en tres casos de bachillerato terminado o trunco. Compartiendo
la característica de tener como su principal fuente de ingresos a las
maquiladoras.
45. Se reconoce la importancia que tienen los métodos cuantitativos. Sin embargo,
el artículo se basa en una metodología de índole cualitativo, ya que lo que se bus-
ca es conocer las apropiaciones del tiempo de las mujeres rurales y sus ámbitos de
pertenencia como el trabajo asalariado en las maquiladoras y domésticos donde se
desenvuelve bajo ciertos roles.
46. A pesar del número de entrevistas, en el texto se citan sólo algunos fragmentos
para ejemplificar las condiciones de las mujeres rurales de Teontepec. Los puntos
Las mujeres rurales: el trabajo asalariado en las maquiladoras · 149
inscribir a México dentro del Primer Mundo, (…que se ha dado con el)
alineamiento de la política económica oficial con los postulados neoli-
berales (…)” (Giménez, 1995: 35) que derivan en: A) procesos compar-
tidos por diferentes regiones y B) la particularización de las nociones
locales de los sujetos (que se muestran en el siguientes apartados).
Los procesos compartidos se expresa, en la zona abordada, en las
condiciones de trabajo, según testimonios, al obtener los mínimos re-
cursos económicos de largas jornadas; de su propensión a accidentes,
por las ínfimas condiciones de seguridad o la carencia de protección
física y médica; a la vez que, espacios de hacinamiento donde la movi-
lidad es limitada y la temperatura elevada en relación al exterior. Por
otro lado, el acceso al agua extraída de pozos se ve diferenciada: los
habitantes del Valle únicamente la obtienen a través largos trámites y
permisos gubernamentales, justificados por un discurso que exalta a
la zona como reserva natural; contrastante con las facilidades otorga-
das a las maquiladoras a las que, además, se les permite arrojar “con-
troladamente” desechos en canales que pasan por áreas habitadas.
En la contemporaneidad se ha iniciado la mecanización de las
maquiladoras. Con ello, la idea de “producir más en menos tiempo”
ha resultado en la sustitución de la mano de obra. Según se mencio-
na: “(…) trajeron maquinaria nueva y entonces cambio porque hubo
menos trabajo para la gente. Quito trabajo a la gente” (Mujer F, 2011).
Simultáneamente coloco a los asalariados en un papel de desventaja
en relación a sus empleadores, a causa de las renovaciones constantes
de acuerdos laborales y la desaparición de prestaciones.
En suma, se puede caracterizar al trabajo en las maquiladoras
como contradictorio: de la misma forma que es incentivado desde
instancias regionales y gubernamentales, se destacan las condiciones
de explotación y diferenciación a la que están sometidos quienes la-
boran en ellas y demás habitantes de zonas aledañas. A continuación
se resaltan las concepciones culturales del tiempo, a partir de su apro-
piación y significación particular.
En una ocasión asaltaron, se llevaron la nómina, pero dijeron que nos es-
peráramos y después de tres horas pagaron. Había 10, 000 gentes juntas.
Vino a dar vida a mucha gente. Llegaba gente de Veracruz y de Tehuacán.
Había viajes especiales a varios lados (Mujer C, 2011).
faltar sin previo aviso o al excusar sus permisos por enfermad cuando
deben asistir a alguna junta escolar o cuidar a sus hijos en los mo-
mentos en los que deberían estar laborando. Por lo cual, . aunque el
tiempo de trabajo es el eje de ordenación de sus prácticas, éste pue-
de ser amoldado mediante estrategias para desempeñar sus tiempos
sociales (expresos en roles) y negociar entre ambos períodos a fin de
obtener ingresos y mantener sus relaciones sociales.
Sumado a que el tiempo de trabajo no elimina la disparidad de las
mujeres con respecto a los varones de su grupo, al no ser reconocidas
como proveedoras económicas: su actuar es descrito como “ayuda”,
como una colaboración menor o igualitaria a la de otros, cosa que no
siempre es así, pormenorizando su contribución al gasto doméstico.
Por lo cual, desde el ámbito social, el tiempo de trabajo es valorado,
significado y descrito de acuerdo con la posición de las mujeres en su
colectivo inmediato.
Además, el hecho de interactuar con los varones miembros de su
familia las obliga a cumplir con determinados valores como el “res-
peto” a las figuras masculinas, manifiesto en la no replica o autoex-
posición de su papel como proveedoras. Con ello, esa aparente inde-
pendencia económica no significa una de tipo social, al estar sujetas a
relaciones específicas por su pertenencia a un grupo.
6. Conclusiones
7. Bibliografía
1. Introducción
[163]
164 · Disputas socio-territoriales en México
cipar en la acción cívica para hacer una sociedad más equitativa y justa.
El actor social intercultural sería el encargado de constituir una
comunidad cívica en donde el capital municipal así como las ganan-
cias se redistribuyeran entre todos los sectores. La construcción de
una colectividad intercultural estaría a cargo de la educación inter-
cultural, en este entendido, serían los profesores o educadores inter-
culturales los representantes de este colectivo.
La existencia de un marco de símbolos y de objetivos comunes
con personas que comulgan en sentimientos, ideas y en la distribu-
ción de los bienes de la educación con enfoque de inclusión de todos
los grupos sociales es una colectividad intercultural. Se refiere a la
asociación de personas de diferentes orígenes o extracciones cultu-
rales quienes se unen en torno a la reivindicación de su cultura, en
torno a la socialización de sus costumbres, y que pretenden compartir
un destino planeado.
Parecería que la presencia de grupos y personas de diferentes
extractos culturales y religiosos es una oportunidad para compartir
experiencias, gustos, ideas, etc. No obstante, en ocasiones se ha con-
vertido en pretextos para mostrar intolerancia, muchas veces, con
violencia exacerbada. Así lo demuestra el caso que describe Castro
Silva (2013) quien relata lo ocurrido un día de 1987:
Por supuesto que podría haber más medidas. Estas son solamente
tres pautas que tienen como objeto primordial disminuir la discrimi-
nación y, sobre todo, facilitar la estadía de los ciudadanos indígenas
en las urbes. La educación intercultural fungiría como un instrumen-
to para lograr cuatro beneficios:
Educación intercultural, población indígena no católica · 175
4. Reflexión final
5. Bibliografía
1. Introducción
clave el derecho del pueblo para reservarse el uso (la posesión, en este
caso del patrimonio biocultural) es plenamente ética y justa si sirve a
la reproducción de la vida, y no a la reproducción del capital.
En este sentido el proyecto se entiende como un proyecto social,
implica tener presente las prácticas sociales y productivas que guían
la acción de los actores y que los dota de sentido político, económico
y/o identitario.
recursos naturales que hoy día son blanco del capital trasnacional.
Esta posición geopolítica de los recursos naturales de la península
atrae paulatinamente proyectos que forman parte de los procesos de
integración económica internacional. Aparecen los proyectos eólicos
para generar energía eléctrica, granjas para la industria biotecnológi-
ca del pepino de mar de capital extranjero, ambas inversiones asen-
tadas en Dzilam de Bravo; se apertura la legislación y permisos para
las multinacionales con la siembra de soya transgénica a favor de la
empresa trasnacional Monsanto, contaminando seriamente la apicul-
tura, cuyas bases culturales se asocian ancestralmente con el manejo
que los mayas han hecho del monte y su conocimiento sobre las abe-
jas meliponas. Se fomenta la pesca masiva de equinodermos, distintas
especies de pepino de mar, prohibidas en otros lugares, pero en Mé-
xico disfrutan de la aprobación del gobierno en sus distintos niveles
mediante el otorgamiento de permisos para la captura que hoy día,
por las toneladas contabilizadas se ha convertido en saqueo. Con la
aplicación discrecional de la ley, se genera una red de tráfico ilegal de
esta especie marina, especialmente en épocas de veda, satisfaciendo
la demanda del comercio internacional, ya que esta especie no se con-
sume ni localmente en Yucatán, o en el país. Y aunque por lo pron-
to el proyecto del tren transpeninsular que conectaría Yucatán con
Quintana Roo está aparentemente cancelado desde enero de 2015,
el gobierno aún tiene intenciones de unir las poblaciones de Punta
Venado en Quintana Roo y Mérida Yucatán. Se impulsan proyectos
turísticos en todas sus variantes, desde los desarrollos inmobiliarios
de “turismo premium” (Benavides 2009) que incluyen grandes exten-
siones de campos de golf, residencias, hasta un turismo “más exótico”
que demanda contacto con comunidades mayas y su patrimonio cul-
tural. Las zonas arqueológicas, como Chichen Itzá o Uxmal, entran
en la dinámica de las “industrias culturales” otorgando concesiones a
empresas privadas y generando ganancias para la “casta divina”, que
son oligarquías con influencias políticas y económicas.
Los proyectos turísticos responden a objetivos de lucro y ganan-
cia de empresas trasnacionales y de capital nacional, en consonancia
con acuerdos de integración económica, como ha venido sucediendo
desde la década de los noventas, por citar un ejemplo, la Asociación
de Libre Comercio de América (ALCA) que lidera Estados Unidos. El
turismo en el ALCA se aborda en el Grupo de Negociación sobre Co-
mercio de Servicios cuya filosofía es la liberalización económica de
Megaproyectos ecoturísticos en el espacio rural maya · 183
Hoy día el Estado otorga permisos o concesiones para que los em-
prendimientos ecoturísticos puedan usufructuar las áreas de manglar
que no están en propiedad ejidal. Este fue el caso de “El Corchito”,
donde el estado otorgó a CULTUR la propiedad y la posesión sobre
el manglar, la administración y las instalaciones del proyecto, aunque
para operarlo, requiere de la presencia y del trabajo del grupo organi-
zado, es decir, la S.S.S. “El Corchito”.
Parece ser que el éxito comercial de los proyectos ecoturísticos
termina siendo su peor característica. La derrama económica y el
incremento de la llegada de turistas es la prueba fehaciente de que
el capital ha logrado el cometido con la mercantilización que se ha
Megaproyectos ecoturísticos en el espacio rural maya · 189
48. Es stoff-wechsel (intercambio material), con este concepto Marx definía la re-
lación humana con la naturaleza a través del trabajo, un proceso por medio de sus
propias acciones media, regula y controla el metabolismo que se produce entre él y
la naturaleza.
192 · Disputas socio-territoriales en México
En los inicios del siglo XX, John Kenneth Turner dejó evidencia
en un apartado de “El México Bárbaro” la violencia esclavista que en
Yucatán prevalecía, retrató una cruenta realidad a través de sus relatos.
En ese entonces las peores vejaciones las recibían los mayas a través de
las haciendas henequeneras con las que se generaba la riqueza a través
del trabajo explotado del oprimido. Contrastaba la opulencia de las
residencias del Paseo Montejo en manos de la oligarquía local. Hoy
día, en pleno siglo XXI, dichas relaciones de violencia siguen existien-
do pero veladas a través de otras formas de trabajo, como en este caso,
el de las relaciones sociales capitalistas a través del turismo, como eje
constituyente del proceso de acumulación que acompaña al sistema
capitalista neoliberal de nuestros días. Sigue siendo cruento y voraz y
su dominación continúa en formas renovadas, como se ha visto, en el
despojo de los recursos naturales. El capital arrebata lo que se valoriza
para reproducirse, en este caso mediante la apropiación capitalista del
patrimonio biocultural en territorio de raigambre maya, los ecosiste-
mas de manglar por medio de megaproyectos ecoturísticos.
4. Conclusiones
5. Bibliografía