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Psicología y Sociedad; 23 (2): 369-378, 2011

GEORGE HERBERT MEAD: APORTACIONES

A LA HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL
GEORGE HERBERT MEAD: APORTACIONES
A LA HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL

Renato Ferreira de Souza

Centro Universitario Lavras, Lavras, Brasil

RESUMEN

Este artículo pretende contribuir a la comprensión histórica de un autor/personaje en Psicología. analizamos y

agregamos conocimientos sobre George Herbert Mead y los desarrollos de su teoría psicosocial. Para ello,
explicaremos en el texto uno de los aspectos analíticos utilizados en nuestra disertación, a saber: a través del
enfoque social en la historia de la psicología, comparamos la vida de Mead con momentos de la constitución
de la psicología, destacando aspectos centrales de Este diálogo no siempre se identifica. Correlacionamos la
historia de Mead con cuestiones sociales, políticas, económicas y científicas, así como sus conexiones con
prácticas y valores culturales específicos de su época. Buscamos comprender su limitada difusión en la ciencia
psicológica, continuando así el proceso de (re)vuelta del autor.

Palabras clave: historia de la psicología; producción social deser; identidad; teoría social.

ABSTRACTO
Este artículo pretende contribuir a la comprensión histórica del autor/personaje de la Psicología. Analizamos y
ampliamos conocimientos sobre George Herbert Mead y el desarrollo de su teoría psicosocial. Por esta razón,
explicaremos en el texto el aspecto analítico utilizado en nuestra disertación, es decir: a través del enfoque social en
la historia de la psicología confrontamos la vida de Mead con hechos de constitución de la psicología, destacando
aspectos centrales de esta discusión. no siempre identificado. Correlacionamos la historia de Mead con cuestiones
sociales, políticas, económicas y científicas así como sus conexiones con prácticas y valores culturales específicos de
su época. Buscamos comprender su limitada difusión en la ciencia psicológica, dando así continuidad al proceso de
retornos del autor.

Palabras clave:historia de la psicología; producción social deser; identidad; teoría social.

Introducción terapia, donde, entre otras actividades, brindó atención

Año 2000. Conocí a George Herbert Mead en Belo
Horizonte, MG, presentado por un profesor de Ética,
máster en Filosofía (Ferreira, 1999), durante mi carrera
de Psicología. Primera reunión truncada; Yo no sabía
nada del autor, al igual que la gran mayoría de mis
colegas que, ávidos de Freud, Lacan, Rogers, Perls,
Skinner, etc., ni siquiera concedieron mucha importancia
a esta primera interacción. En las semanas siguientes, las
reuniones invitaron a la reflexión. Me di cuenta de que
Mead tenía mucho que ofrecer, pero los temas divergían
de nuestras prioridades clínicas. Como resultado
simbólico del contacto, no es más que el registro de la
posibilidad de otra psicología más.
Aún en la capital de Minas Gerais, comencé un curso
de formación clínica en el Instituto Psicológico Humanista.
clínica psicoterapéutica a niños con discapacidad visual.
Es en estos buenos encuentros, a la manera de Espinosa
(2003), que la Psicología se presenta, al menos para mí,
como definitivamente social.
Vuelvo al análisis de Mead sobre la génesis social de la
formación de la personalidad, que situaba la referencia a
una segunda persona como fundamental para cualquier
autorreferencia. Para el autor, a partir de los gestos
comienzan a surgir signos, símbolos y, posteriormente,
convenciones semánticas intersubjetivamente válidas,
inaugurando el lenguaje como algo que forma parte de la
conducta social (Ferreira, 2000). evaluando con Mead (1972)
que son los gestos fundamentales para el “surgimiento” de
la constitución social deser, me quedé preguntándome cuál
sería el mecanismo mediante el cual las personas con
discapacidad visual cubrirían esta necesidad,

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Sousa, r. F. “George Herbert Mead: contribuciones a la historia de la psicología social”
ya que el autor asume que los gestos se
visualizan durante la interacción social.
Con estas inquietudes, elaboré el anteproyecto de
ingreso al Programa de Estudios de Posgrado en Psicología
Social de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo. En
ese momento surgieron nuevos interrogantes en relación
con la obra y la teoría de George Herbert Mead,
especialmente sobre su historia, o mejor dicho, sobre la falta
de su Historia.
En una entrevista con la profesora Maria do Carmo
Guedes1, comenzó el trabajo. ¿Por qué Mead no se
traduce en Brasil, no se difunde en Psicología? ¿Fue tu
“culpa”? ¿Cuál es tu historia? ¿En su época, qué se
estudiaba en psicología? ¿Era excéntrico? No se estaba
vendiendo, ¿qué pasa hoy? De buscar bibliografías
recomendadas para examinar conocimientos en
psicología social, y posteriormente querer profundizar
en los estudios de Mead para construir el proyecto de
investigación, me sorprendió no encontrar los libros de
Mead en librerías y librerías de segunda mano; En las
bibliotecas, los volúmenes en español o inglés eran
pocos y espaciados. Cómo, si parece importante para la
psicología social. La extrañeza de esta historia se
convierte en una bienvenida curiosidad.
Proceso de investigación y su justificación.
En el centro de investigación tratamos con
trabajos que circularon allí abordando directamente
la teoría y la historia de George Mead en las ciencias
sociales y humanas, como, por ejemplo, la tesis
publicada del profesor Odair Sass,Crítica de la razón
solitaria:Psicología social según George Herbert Mead
(2004); El libro de Robert Farr,Las raíces de la
psicología social moderna (1996); y Chirley Bazilli et
al.,Interaccionismo simbólico y teoría de roles:Una
aproximación a la Psicología Social(1998).
La pregunta que, en un principio, se planteó por
la falta de reconocimiento teórico y la poca difusión
histórica de Mead, comienza a entenderse.
A veces el asombro puede provocar lucidez. la existencia
de autores que desarrollaron destacados análisis
psicológicos, entre otros los citados anteriormente [Henri
Wallon principalmente en educación, lev Vygotsky y
George Mead], y que permanecen en los casilleros de la
academia, demuestran el desprecio de los psicólogos, no
por los “viejos” , por lo “demodé” o, si se prefiere, por lo
“clásico”, pero, lamentablemente, por la historia de la
ciencia que juran producir. (Sass, 2004, pág. 22)
Aspectos que sustentan la importancia y relevancia
de Mead se encuentran en autores como Habermas
(1988) quien, utilizando a Mead, lo recupera, de cara al
futuro, como un autor importante y actual para la
elaboración de una teoría crítica de la sociedad: “En mi
370
Como entendemos, el único intento prometedor de captar
conceptualmente el contenido completo del significado de la
individualización social se encuentra en la psicología social
de GH Mead” (Habermas, 1988, p. 185).
Berger y Luckmann, después de criticar a los
psicólogos sociales estadounidenses por no incorporar
los aportes de las teorías macrosociológicas a la
psicología social, concluyen que:
La ignorancia total de la obra de Mead constituye un
grave defecto teórico del pensamiento social neomarxista
en la Europa actual. Hay una considerable ironía en el
hecho de que últimamente los teóricos neomarxistas
estén buscando un vínculo con la psicología freudiana
(fundamentalmente incompatible con las premisas
antropológicas del marxismo), olvidando por completo la
existencia de la teoría de Mead sobre la dialéctica entre la
sociedad y el individuo, que ser infinitamente más
compatible con su propio enfoque. (Berger y Luckmann,
1966/2004, p. 32).
En el mismo sentido, el Profesor Dr. Antonio da
Costa Ciampa, docente de la asignatura Psicología Social
y realidad brasileña, en el posgrado en Psicología Social,
de la PUC-SP, a principios de los años 1980 estaba en
vanguardia, trabajando con referentes que apuntaban a
esas consideraciones. La bibliografía en cuestión es un
cuaderno de estudio de Joachim Israel, de 1972, en el
que queda claro que existe una similitud básica entre las
imágenes del Hombre, definidas por Marx y George
Herbert Mead. Para Israel (1972, p. 26), “Mead estaba
mucho más preocupado que Marx por los procesos
psicológicos y, por tanto, su análisis va un poco más allá
que el de Marx”. Hace un supuesto básico, de tipo
ontológico, que sienta las bases no sólo para un enfoque
relacional dialéctico, sino también para el enfoque
posterior. el supuesto es el siguiente: “Un yo sólo surge
cuando hay un proceso social dentro del cual comenzó
ese yo. Surge dentro de este proceso”. (Israel, 1972, pág.
26).
Consideraciones metodológicas
En busca de una reflexión crítica sobre la influencia
histórica en los desarrollos teóricos y prácticos de la ciencia,
Guedes (1998) apuesta por el rigor metodológico,
fundamental para la investigación científica. Presentamos, a
continuación, el debido cuidado y preceptos de las
decisiones metodológicas que fueron remitidas a la
investigación: (a) definición del problema: el trabajo
desarrollado priorizó afinar la comprensión de un autor/
personaje de la psicología social, agregando conocimientos
en relación a su historia, demostrando, al mismo tiempo, su
relevancia para el trabajo de la Teoría Social; (b) la
especificación de la información: dos conjuntos de
información se volvieron esenciales para

para que se pudiera desarrollar el análisis pretendido. por
un lado, era necesario buscar, en los textos y referencias
históricas, psicológicas, sociológicas consultadas,
información que permitiera correlacionar el relato de Mead
con las cuestiones sociales, políticas, científicas y
estructurales de su época; Se debe considerar información
sobre lo que estaba sucediendo en términos de relaciones
interpersonales en el momento en que desarrollaba su
teoría, así como sus conexiones con prácticas y valores
culturales específicos. Por otro lado, fue necesario
circunscribir los estudios actuales de la teoría de la sociedad
que fueron elaborados con la colaboración de la teoría de
Mead, para identificar posibles apropiaciones de los
conceptos de Mead; (c) recopilación de información: del
material seleccionado se destacaron extractos ilustrativos de
temas relacionados con el problema descrito. A partir de
esto, los extractos fueron transcritos en archivos que fueron
utilizados en la construcción de los análisis.dos; (d)
procesamiento de la información: dos pasos principales
resumirían el proceso analítico de esta investigación;
primero, la adopción de una perspectiva histórica que
permitió comprender el entrelazamiento subjetivo que
puede desencadenar el cruce de una vida y sus alternativas,
con una época y sus posibilidades; segundo, la observación
del uso/apropiación de la teoría social de George Mead, que,
en ocasiones, la propia psicología social insiste en no
considerar.
Métodos para la comprensión histórica.
Con base en el análisis de Wertheimer (1998), se
supone que la historia de la psicología no puede verse ni
de manera inductiva, supuestamente terminada y
universal, ni de manera convencionalista, como firmada
en acuerdos institucionales, y que las alternativas más
comúnmente encontradas , rastrear la historia de una
determinada perspectiva psicológica como es la historia
de la psicología o buscar la unificación de diferentes
perspectivas para que se pueda crear una historia de la
psicología, no permiten comprender el camino recorrido
por esta disciplina.
Robert Watson (1960) sostiene que la psicología
siempre ha respondido a una lógica institucional interna,
pero fundamentalmente a su entorno social. Compartimos
con Antunes (1998) la opinión de que, para la comprensión
histórica de la psicología, implica captarla dentro de las
relaciones que establece con el todo del que forma parte,
incluyendo factores sociales, políticos, económicos,
culturales y científicos, en Dinámica del movimiento
realizado en el transcurso del tiempo.
Al identificar algunas formas de construir
evidencia historiográfica, Campos (1998) señala dos
posibles e interesantes enfoques para el análisis
histórico. En el enfoque biográfico, vida y obra.
Psicología y Sociedad; 23 (2): 369-378, 2011
de un autor se utilizan como principales fuentes de datos
para la reconstrucción de los acontecimientos. Esta
perspectiva es especialmente interesante porque
permite combinar enfoques internalistas y externalistas:
al describir la evolución del pensamiento del autor, el
énfasis recae en el punto de vista internalista; Al abordar
las relaciones entre autor y comunidad o la época, es
posible observar la interacción entre la actividad
científica y el contexto social y cultural. En la modalidad
descriptiva y analítica, se describen detalladamente los
supuestos y el contenido de una determinada teoría, tal
como lo proponen sus indicadores, analizándola, si es
posible, en comparación con enfoques alternativos.
Para Lakatos (1989), el estudio de las contestaciones
es particularmente importante a la hora de describir el
desarrollo de una ciencia: la controversia es precisamente el
momento en el que se revelan explicaciones alternativas y
teorías contradictorias, y en ellas es posible evaluar en
profundidad el argumento y la lógica. de cada modelo. Sin
embargo, la complejidad histórica exige un enfoque que
tenga en cuenta no sólo los aspectos parciales sino también
los presentados hasta ahora. En este sentido, entendemos,
al igual que Antunes (1998), que, para una mejor
comprensión de la psicología en su historicidad, tendremos
la exigencia de integrar tres niveles de análisis diferentes,
pero no mutuamente excluyentes: (a) interno, ( b) filosófico
fundamental y (c) contexto.
el nivel interno de análisis se refiere al estudio de la
psicología, o más específicamente de sus múltiples
manifestaciones particulares (debido a su vasta y
compleja constitución), abarcando sus definiciones,
conceptos, supuestos, estructura, métodos, coherencia
interna, etc. Estos elementos, sin embargo, no son
aislados ni autónomos, sino que se sustentan en bases
epistemológicas que los sustentan y definen su
conformación específica. Así, el primer nivel de análisis no
es exhaustivo en sí mismo, sino que complementa y
arraiga en este segundo plano analítico. La síntesis, sin
embargo, sólo es posible después de la integración con
este tercer nivel de análisis, cuando los elementos
anteriores se materializan en el tiempo y el espacio,
dentro de las relaciones engendradas en la dinámica
social. (antunes, 1998, p. 372)
Así, en la combinación propuesta a través de las tres
fases descritas, tenemos que la comprensión histórica de la
psicología implica, por tanto, la comprensión de la red de
relaciones en la que se inserta y se desarrolla. En este
sentido, es necesario buscar una comprensión de sus
múltiples manifestaciones, abarcando las
multideterminaciones de las que es producto y productor.
Esta perspectiva apunta a los fundamentos del enfoque
social en la historia de la psicología. Aun considerando que
el enfoque social de la historia está indicado para una mejor
comprensión de los acontecimientos, no exacerbamos sus
posibilidades e, incluso, deberíamos
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Sousa, r. F. “George Herbert Mead: contribuciones a la historia de la psicología social”

consideramos que esta actividad también es dinámica, al Harvard en 1887, a pesar de todos los riesgos financieros
estar condicionada histórica y socialmente, lo que la hace auxiliares” (Joas, 1985/1997, p. 16).
parcial e incompleta, de ahí la necesidad constante de En Harvard, interactuó con el profesor neocristiano
estar haciendo y rehaciendo conocimiento histórico hegeliano Josiah Royce, iniciando una amistad duradera.
(antunes, 1998). Royce es responsable de las primeras direcciones e
influencias sobre Mead del idealismo alemán, además de
George Herbert Mead: la vida de un intelectual impartir cursos sobre Spinoza y Spencer. Estas bases
filosóficas presentadas por Royce despertaron en Mead
un claro descontento por el tratamiento meramente
George Mead nació el 27 de febrero de 1863 en
especulativo y la distancia que la filosofía y la ciencia
Nueva Inglaterra, Massachusetts. Era el segundo hijo
mantenían de los problemas sociales.
de Hiram Mead y la maestra Elisabeth Storrs Billings.
Hegel, con su filosofía dialéctica, ejerce notable
Su padre, profesor de homilética (el arte de predicar
influencia con la propuesta de no dirigir sus
sermones religiosos), fue asignado a trabajar en New
preocupaciones a aspectos específicos de la vida
Hampshire, donde se mudó con su familia en 1867 y
humana, sus orígenes o su inserción en el mundo. "Su
luego se convirtió en profesor en el Oberlin College
sistema revela una preocupación más amplia, centrada
en Ohio.
en el derecho, la historia, la política, como diferentes
En ese momento, las ciencias naturales ingresaron
áreas de los logros del hombre en su mundo, que es el
a la educación superior estadounidense,
enfoque principal". (andery, 2004, p. 365).
predominantemente dominada por la iglesia. Mead
En 1888, Mead tomó la decisión de especializarse
estudió en el Oberlin College, donde aparecieron los
en psicología fisiológica en lugar de filosofía, pensando
primeros conflictos con las pretensiones religiosas
que en el campo de la psicología fisiológica sería posible
dogmáticas de dar una explicación del mundo. Para Joas
perseguir sus ideas e intereses sin entrar continuamente
(1985/1997), la consecuencia de este conflicto es el
en conflicto con las iglesias cristianas que controlaban
acercamiento de Mead a la teoría de la evolución de
las universidades casi por completo. financiera e
Darwin, como prueba irrefutable del carácter mitológico
ideológicamente.
de la doctrina cristiana de la creación del mundo. Aún
Alemania fue el centro de la investigación
joven, Mead se acercó a la visión científica que sugería la
fisiológica y del desarrollo de la psicología experimental,
idea del darwinismo aplicado a la sociedad. Por otro
principalmente en Leipzig, donde Wilhelm Wundt había
lado, le molestaba pensar cómo se podrían preservar los
creado el primer laboratorio de psicología. Mead estudió
valores de una vida digna y comprometida socialmente,
en la Universidad de Leipzig en 1888/89, pero tuvo
sin dogmas y fuera de los estrechos límites del modo de
dificultades con el idioma alemán. Por ello, sus planes de
vida puritano. Este período de la vida de Mead se
estudio cambiaron y, una vez más, se dedicó a los
caracteriza por un interés en “encontrar su propia
estudios filosóficos, inscribiéndose en el curso de Wundt:
identidad desenfrenada a través de preceptos morales,
“Fundamentos de la Metafísica”, y en los cursos ofrecidos
interés que lo llevó a la literatura y la psicología, a una
por Heinze “La Historia Más Reciente de la Filosofía
comprensión similar a la de los filósofos ilustrados y a la
Moderna” y por Rudolf Seydel. , “La relación de la
fe en los efectos liberadores de la ciencia”.
filosofía alemana con el cristianismo desde Kant4”. Para
métodos” (Joas, 1985/1997, págs. 15-16)3.
(Farr, 1996), Mead estuvo fuertemente influenciado por
Después de la muerte de su padre en 1881, Mead
Volkerpsicología por Wundt, incluido el análisis de los
comenzó a pagar sus estudios en Oberlin con su trabajo.
primeros cuatro volúmenes de suRevisión psicológica
Trabajó como profesor de secundaria, pero pronto fue
entre 1904 y 1906, revista científica dirigida por Wundt.
despedido por problemas disciplinarios, terminando su
Tras un semestre en Leipzig, Mead se trasladó a
empleo y su primer ciclo universitario en la institución en
Berlín, centro con mayores posibilidades para la
1883. En los años siguientes comenzó a trabajar como
actividad filosófica. “Como lo demuestran los registros de
aparejador en la construcción de vías férreas para
matrícula de los archivos de la Universidad de Berlín,
diferentes empresas ferroviarias. Esta experiencia
Mead fue alumno de Dilthey, Ebbinghaus, Paulsen y
técnica solidificó su interés por las ciencias naturales, a
Schmoller”. (Joás, 1985/1997, p. 18). Este hecho es de
pesar de no gustarle, dejándolo sin orientación, tanto en
crucial importancia para comprender las raíces de la
la elección de una nueva profesión como en sus
intelectualidad de Mead, ya que a través de estos
objetivos personales.
maestros fue alertado de un conflicto que pronto saldría
Aceptando el consejo de su amigo más cercano, Henry
a la superficie, generando una famosa controversia,
Castle, y “guiado tanto por el deseo de encontrar significado
entre una “psicología explicativa” orientada a las ciencias
como por un sentido activo y socialmente útil, Mead decidió
naturales , empleando procedimientos reduccionistas,
ingresar a la carrera de Filosofía en la Universidad de

372

con Ebbinghaus como representante, y la “psicología descriptiva”,
que utiliza métodos interpretativos provenientes de las ciencias
humanísticas, representada por dilthey. Las preocupaciones de Mead
no le llevaron a estar totalmente de acuerdo con ninguna de las
partes. Este debate daría como resultado la separación entre
psicología fenomenológica y experimental.
Además de estas influencias, hubo otra
experiencia que lo marcaría durante su estancia en
Berlín: su impresión del movimiento obrero
socialdemócrata alemán. Mead creía que, a su regreso a
Estados Unidos, podría contribuir a los esfuerzos por dar
una forma racional a la sociedad estadounidense. Para
(Joas, 1985/1997), su socialismo estuvo influenciado por
los ideales del “cristianismo royciano” y por la esperanza
de poder lograr la realización práctica de estos ideales en
la vida cotidiana a través de su actividad como intelectual
“reformista”.
En 1891 Mead recibió una oferta de trabajo de la
Universidad de Michigan, para el puesto de profesor en
el Departamento de Filosofía, invitación hecha efectiva
por John Dewey. por ello, abandonó Berlín
precipitadamente, no sin antes casarse con Helen Castle,
hermana de su amigo Henry, que había muerto en un
accidente de carruaje a principios de ese año. Este rápido
regreso a su país implica abandonar el doctorado que
estaba realizando en Berlín.
Actividades profesionales: compromiso con
el social
Después de regresar de Europa, su nuevo puesto,
profesor de psicología, le permitió impartir cursos de psicología
fisiológica, historia de la filosofía, Kant y teoría de la evolución.
Fue en esta época cuando, por primera vez, Mead intentó
extraer de la teoría de la evolución sus implicaciones para la
psicología y hacer de la relación entre un organismo y su
entorno el modelo básico para la investigación psicológica. Le
interesaba la investigación experimental, sin embargo, no quería
realizar investigaciones al azar y expresó, en varias ocasiones, su
preocupación y necesidad de buscar aclaraciones teóricas
fundamentales para su punto de vista sobre las cuestiones
sociales. Buscó esta aclaración mediante un estudio completo
del pensamiento de Hegel, contando en este esfuerzo con la
ayuda de dos eminentes colegas hegelianos en Michigan: John
Dewey y Alfred Lloyd, con quienes Mead se había hecho amigo.
Para Sass (2004), el contacto de Mead con las ideas hegelianas
es fundamental para sus futuras concepciones en psicología
social; Es de este contacto directo con la obra de Hegel que
Mead extrae su sustrato para pensar en el sujeto psicológico
como inevitablemente social.
El mismo año que llegó a Michigan, Dewey le presentó
a Mead a Cooley, un doctor en economía que, por
Psicología y Sociedad; 23 (2): 369-378, 2011
A su vez, le introdujo en las ideas de Adam Smith, de las que
Mead obtuvo inspiración para producir la teoría que aborda
la cuestión del individuo asumiendo el papel de otro. Sus
ideas básicas comenzaron a desarrollarse durante este
período.
El respetado Dewey, en 1894, fue invitado a dirigir el
Departamento de Filosofía y Psicología de la recién fundada
Universidad de Chicago. Una de sus condiciones para
aceptar la invitación sería la contratación de Mead como
profesor asistente. Así comenzaron sus trabajos en una de
las universidades más ambiciosas de la época, ubicada en
una ciudad desproporcionada y conflictiva. Chicago fue una
de las metrópolis de la industrialización capitalista; la
mayoría de su población estaba compuesta por inmigrantes
de primera generación, trabajadores inexpertos o
semicalificados y su crecimiento fue tan rápido que todos los
intentos de planificación quedaron frustrados. En Chicago
no era posible tener una comprensión ingenua de la
democracia sin preguntarse por su posible realización en
una sociedad industrial. En este momento, Mead estaba
fuertemente comprometida con la lucha por los derechos de
la mujer y la reforma del código penal juvenil. Fue miembro
de varios comités de arbitraje de huelgas y también formó
parte de comisiones públicas que tenían como objetivo
reformas sociales.
durante un tiempo, Mead fue editor del Elementary
School Teacher's Journal; impartido en el laboratorio de la
Escuela de la Universidad de Chicago, donde se implementó
una reforma educativa con énfasis en las actividades
infantiles y el “grupo de vida informal”, con el objetivo de
desarrollar el intelecto y las habilidades prácticas y sociales
del niño. también presidió una escuela experimental para
niños con trastornos emocionales.
Todas estas actividades constituyeron una parte del
trabajo de la vida de Mead que recibió muy poca
atención. sin embargo, la participación práctica múltiple
de Mead en la educación y la política ejerció una gran
influencia en su teoría. Seguramente no es coincidencia
que su llamamiento al desarrollo de una psicología social
precisamente por su importancia para una teoría
científica de la educación, y que la larga serie de artículos
que comenzó en 1909 en los que da los pasos esenciales
hacia una psicología social, continúe para una fase
dedicada casi exclusivamente a las publicaciones en
educación. (Joás, 1985/1997, p. 23)
En busca del socialismo científico
Durante el tiempo que vivió en Michigan, de 1891 a
1894, Mead estuvo políticamente activo y participó en la
investigación de Dewey. Se trataba de la fundación de un
periódico que pretendía servir de contrapeso a la prensa
comercial. Sin embargo, este proyecto, con el objetivo de
mejorar la sociedad mejorando la información
373
Sousa, r. F. “George Herbert Mead: contribuciones a la historia de la psicología social”
disponible, fue luchado duramente y colapsó antes de que
realmente hubiera comenzado. A primera vista, puede
parecer que esta empresa tiene poco que ver con las
preocupaciones filosóficas y psicológicas de Mead. Resulta
que, a través de su psicología, Mead estaba tratando de dar
un paso importante hacia la secularización y politización de
una noción cristiana central; para él, no podíamos disfrutar
de este sentimiento, de este amor, del impulso de una
comunidad fraterna, en aislamiento. Según Joas (1985/1997),
este pensamiento expresa el fuerte deseo de Mead,
compatible con los jóvenes hegelianos, de hacer que las
iglesias realicen este sentimiento en su pleno sentido y
vayan más allá de la ética de la fraternidad y de las formas
de impedir las acciones en sus rituales, para traducir esto en
acción, transformación y praxis social.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) supuso un
nuevo giro para las actividades políticas y periodísticas de
Mead. Se convirtió en partidario de la defensa del presidente
Wilson de la entrada de Estados Unidos en la guerra,
defendiendo, en artículos periodísticos, la participación
estadounidense en el conflicto con un carácter
“desinteresado”. Sin embargo, la posición política de Mead
era común a toda una generación de intelectuales
estadounidenses progresistas. La guerra no fue entendida
como el resultado de causas políticas y económicas globales
y de los intereses contradictorios de potencias imperialistas
en competencia, sino como un conflicto entre los principios
de democracia y autocracia (Joas, 1985/1997).
Los comentarios de Mead sobre la cuestión de la
anexión de Hawaii en 1895, las declaraciones sobre la
política gubernamental hacia Cuba y Filipinas, la aprobación
de la política de Wilson hacia México y su respaldo en 1922 a
la Política de Puertas Abiertas con respecto a China estaban
todos llenos de confianza en el justo y El papel liberador de
Estados Unidos en el mundo. Para Joas (1985/1997), aquí
reside el secreto del auténtico progresismo del pensamiento
burgués americano y de su relativamente larga duración. El
pragmatismo se basó en la posibilidad de integrar los
avances en el desarrollo de la ciencia y la tecnología y sus
consecuencias sociales en las convicciones optimistas de
progreso de la burguesía. No se entendió claramente que la
causa de esta prosperidad estadounidense era precisamente
su política de expansión.
Incluso con el apoyo inicial de Mead a la guerra, es
incorrecto pensar que su compromiso con la reforma
social se había debilitado. Hay pruebas considerables de
que en esta época su postura sobre las reformas sociales
se volvió ligeramente más radical. En cartas a amigos y
en artículos publicados, así como en una reseña del libro
de Thorstein Veblen sobre los prerrequisitos económicos
para una paz mundial duradera, Mead proclamó su
aprobación del nuevo programa del Partido Laborista
británico, expresando su desarrollo.
374
izquierdista al acreditar a la propuesta la posibilidad del
establecimiento evolutivo de una sociedad socialista a través
de medidas transitivas planificadas precisamente como el
objetivo oficial del partido.
Después de la guerra, Mead argumenta sobre la
necesidad de crear posibles relaciones internacionales para
que, libres de violencia, se puedan establecer mecanismos
para la resolución racional de conflictos. En comparación
con las tendencias de los pensadores de aquella época, en
medio de un nacionalismo agresivo, resignarse a la
ilustración ideal de una civilización emancipada hizo de la
posición de Mead una excepción humanista.
el incremento del abstraccionismo en el pensamiento
de Mead y la concentración de su interés en la posibilidad de
alcanzar valores y conocimientos objetivos, teniendo en
cuenta la innegable pluralidad de perspectivas individuales,
se convirtió en el principal escenario de discusión de su
filosofía y psicología social. Para Mead, era crucial entender
la oposición entre una “ideología” de los movimientos
sociales y una “política científica” de reformas graduales en
la sociedad, defendiendo así la reforma social. Para él, lo
opuesto a la reforma social utópica era la reforma social
científica. En su composición “La Hipótesis del
Funcionamiento de la Reforma Social”, es explícitamente
responsable de justificar e incluir la reforma social entre las
ciencias inductivas.
Para Popper, citado por Joas (1985/1997), la
creación de políticas en una ciencia, la racionalidad de
la acción política, tiene que ver con la elección de
medios y técnicas para todos, cosas justas; Esto no
nos llevaría a una sociedad abierta, sino que podría
permitir que las estructuras estables de dominación
siguieran siendo indiscutibles en su validez
implícitamente aceptada.
En cambio, para Mead, la pretensión de racionalidad
de la acción política se funda en la forma de toma de
decisiones sociales, es decir, en la unión de la capacidad con
la obligación de hacer algo. Para él, la tarea del científico es
intentar comprender las posiciones de todas las partes en
un conflicto y hacer posible que lleguen a un acuerdo. “La
reforma social racional, entonces, no consiste en encontrar
medios económicos para ciertos fines, sino más bien en una
intensificación del debate público del que surjan soluciones
constructivas a todos los problemas sociales que beneficien
a todos y en interés de todos” (Joas, 1985/1997 , pág.31).
George Herbert Mead y el primer curso de
Psicología Social
En 1900, después de haber trabajado como profesor en la
Universidad de Chicago durante seis años, Mead comenzó a
impartir su curso anual de psicología social. “Él empleó

los términos "psicología social" mucho antes de que
otros lo hicieran. Este fue el título de su curso en
1900-1901, unos ocho años antes de que los términos
aparecieran en los títulos de los libros escritos por
Mcdougall (1908) y Ross (1908)” (Farr, 1996, pp. 105-106).
También fue en 1900 cuando Watson se
mudó a Chicago para comenzar su tesis doctoral
bajo la dirección de Dewey. Según Farr (1996), al
no entender sus argumentos científicos decidió
cambiar de asesor, pasando a ser supervisado por
el profesor Angell.
Mead estaba en el Departamento de Filosofía,
que incluía cursos de Psicología y Educación. Cuando
Dewey se trasladó nuevamente en 1904, ahora a la
Universidad de Columbia, los psicólogos de Chicago,
bajo la dirección de Angell, crearon un departamento
de Psicología separado de la Facultad de Filosofía.
Mead permaneció con los filósofos, mientras que
Watson se trasladó al nuevo departamento. “A raíz de
este episodio, muchos psicólogos dejaron de
recomendar el curso de psicología social organizado e
impartido por Mead, al que comenzaron a asistir
sociólogos”5(Farr, 1996, pág. 82).
Watson, que había sido alumno de Mead,
abandonó Chicago y poco después se convirtió en
presidente de la Asociacion Americana de Psicologia(
aPa). Durante el mismo período en el que fue presidente
de la institución (1912-1915), lanzó su manifiesto
conductista, que pretendía eliminar las nociones de
conciencia, sery la mente, rechazando las abstracciones y
dedicando la Psicología al análisis de objetos observables
sujetos a experimentación. Mead, sin embargo, en su
psicología social, utilizó y estudió estos conceptos, que
consideraba indispensables para comprender el
fenómeno humano. “los psicólogos siguieron a Watson,
del mismo modo que los habitantes de Hamelin
siguieron al flautista” (Farr, 1996, p. 88).
A finales de la década de 1920, la ola de reacciones y
cambios en las universidades estadounidenses amenazó
incluso el pensamiento pragmático de la Universidad de
Chicago. Mead, como jefe del departamento de Filosofía, se
vio envuelto en peleas políticas con el entonces rector de la
Universidad. Joas (1985/1997), después de leer un resumen
de los archivos de Miller (1973) que contenían explicaciones
de esta disputa, comentó que la controversia política llegó a
un punto crítico con el nombramiento de un neotomista,
Mortimer Adler, como profesor de Chicago, en contra de los
deseos expresados por el departamento y su jefe. El
entonces rector Hutchins y el recién contratado Adler se
convirtieron en figuras importantes para los emigrados
conservadores del Tercer Reich, para quienes la Universidad
de Chicago se convirtió en un lugar de encuentro,
claramente en contraste con las tradiciones de esa
universidad durante décadas (Farr, 1996).
Psicología y Sociedad; 23 (2): 369-378, 2011
Coincidiendo con este período, Dewey visitó a Mead cuando ya
estaba enfermo y lo convenció de que dejara Chicago para ir a la
Universidad de Columbia, en 1931. Sin embargo, Mead no tuvo
tiempo de volver a asumir este cargo.
Después de enseñar durante casi cuarenta años en esta
universidad (Chicago), George Herbert Mead murió el 26
de abril de 1931, casi desconocido, estimado por algunos
colegas y estudiantes como un pensador extraordinario, y
profundamente amargado por los controvertidos
cambios en las políticas internas de la Universidad,
universidad que amenazaba con cambiar la naturaleza de
la filosofía allí, haciéndolo de manera católica y
reaccionaria. Tan grande fue el rencor de Mead que, poco
antes de morir, decidió abandonar la institución y la
ciudad que había sido su campo de acción. (Joás,
1985/1997, p. 28)
Mead escribió, en el período comprendido entre 1894
y 1931, más de sesenta artículos en las más diversas áreas,
desde la Física hasta la Filosofía. Dejó valiosos aportes a la
Psicología y la Sociología. Sus libros sólo se publicaron
después de su muerte, como resultado de notas de sus
antiguos alumnos, principalmente Charles Morris, quien
editó y prefacio.Mente, yo y sociedad, considerada su obra
principal.
La teoría de la media y sus repercusiones para
Teoría de la identidad
GH Mead (1863-1931) elaboró un programa
por la producción de conocimiento científico que
permitió el surgimiento de una nueva perspectiva en la
psicología social; desarrolló múltiples conceptos para
comprender mejor la relación entre el individuo y la
sociedad. Su teoría, entre otros méritos, amplió la
reflexión sobre el proceso de interacción social,
entendiendo el lenguaje como elemento central para la
formación social de la sociedad.sery la génesis
constitutiva de las identidades psicosociales.
Con la intención de comprender y corroborar la
importancia de la teoría meadiana, resaltaremos, de manera
simplificada, algunos de sus conceptos que fueron
apropiados y (re)significados como aportes científicos que
orientan la teoría social. Para ello, indicamos partes
representativas de esta condición en el trabajo conjunto de
los sociólogos Berger y Luckmann y en el trabajo del filósofo
y sociólogo alemán Jürgen Habermas, por entender que se
trata de autores referidos dentro del campo de los estudios
de la psicología social.
al elegir la construcción social de la realidad
como objeto principal de la disciplina sociológica,
Berger y Luckmann (1966/2004) destacan en su libro
a los autores que contribuirían a este quehacer
teórico; entre ellos citan a Marx, especialmente sus
primeros escritos; Helmuth Plessner y Arnold
375
Sousa, r. F. “George Herbert Mead: contribuciones a la historia de la psicología social”
Gehlen por las implicaciones antropológicas; Durkheim
al introducir una perspectiva dialéctica derivada de Marx;
Weber y su teoría sobre la constitución de la realidad y,
finalmente, enfatizan: “nuestros supuestos socio-
psicológicos, especialmente importantes para el análisis
de la internalización de la realidad social, están muy
influenciados por George Herbert Mead” (Berger &
luckmann, 1966/2004 , pág.31).
Habermas (1988) indica que en ese mismo proceso
intersubjetivo de internalización de la realidad, ocurre
dialécticamente la individuación del sujeto en medio de
estos procesos sociales.
Nos dimos cuenta, con estas lecturas, que los autores
mencionados anteriormente resaltan la importancia del
lenguaje, ya que es intrínseco a estos fenómenos psicosociales
mencionados. La importancia otorgada a la función del lenguaje
fue descrita por George Mead (1903), al considerarlo como el
mediofundamental que posibilita la formación deseren el
proceso de interacción entre el individuo y la sociedad.
“el lenguaje utilizado en la vida cotidiana me
proporciona continuamente las objetivaciones necesarias y
determina el orden en el que éstas adquieren significado y
en el que la vida cotidiana gana significado para mí” (Berger
& Luckmann, 1966/2004, p. 38).
Para Habermas, se produce un giro pragmático-
formal cuando Mead atribuye primacía al lenguaje como
posibilidad de comprensión, de cooperación social y
como elemento constitutivo de la conciencia.
Mead tiene otro mérito, en mi opinión, y es que aceptó
ciertas razones encontradas en Humboldt y Kierkegaard:
que la individuación no se representa como la
autorrealización de un sujeto autoactivo en libertad y
soledad, sino como un proceso de socialización mediado
lingüísticamente. y, al mismo tiempo, la constitución de
una historia de vida autoconsciente. la identidad de los
individuos socializados se forma simultáneamente a
través de la comprensión lingüística con los demás y a
través de la comprensión intrasubjetiva-histórica-vital
consigo mismo. la individualidad se forma bajo
condiciones de reconocimiento intersubjetivo y de
autocomprensión mediada intersubjetivamente.
(Habermas, 1988, págs. 186-187).
El lenguaje, base e instrumento del patrimonio
cultural y simbólico de una sociedad, es el sistema de signos
humanos más importante, ya que se convierte en
depositario de diversos tipos de acumulaciones de
significados y experiencias que se transmiten
perpetuamente a diferentes generaciones. Para Berger y
Luckmann, esta transmisión estaría mediada por “personas
significativas”. Al respecto, los sociólogos afirman: “El
término 'personas significativas' fue tomado de Mead”.
(1966/2004, pág. 71). Y añaden que el concepto de “otro
generalizado”, también utilizado por ellos, se utiliza
íntegramente en el sentido que le da Mead.
376
la formación en la conciencia del otro generalizado marca
una fase decisiva en la socialización. implica la
internalización de la sociedad como tal y de la realidad
objetiva establecida en ella y, al mismo tiempo, el
establecimiento subjetivo de una identidad coherente y
continua. sociedad, identidad y realidad cristalizan
subjetivamente en un mismo proceso de internalización.
(Berger y Luckmann, 1966/2004, p. 179).
Como nos recuerda el concepto meadiano de otro
generalizado (Sass, 2004), constituye un elemento de
mediación entre el individuo y la sociedad, es decir, es la
forma concreta en que este último opera sobre el primero.
“En el pensamiento abstracto el individuo adopta la actitud
del otro generalizado” (Mead, 1972, p. 155).
Mead, investigando la formación social de ser,
destaca la importancia constitutiva de poder ponernos
en el lugar de los demás mediante la asimilación amplia
de roles sociales; De aquí surge su análisis del carácter
funcional de los juegos infantiles, que didácticamente
subdividió en dos etapas (jugarEsjuego). En la primera
etapa, el niño se relaciona con su sociedad a medida que
asume roles sociales; Es capaz, de forma lúdica, de
convertirse, sin compromiso, en médica, madre,
conductora, jugadora, profesora, etc. En la segunda
etapa, el niño comenzaría a participar en el juego con
reglas, como en el deporte, por ejemplo, que
determinarían los patrones de conducta de todos los
participantes en la interacción, permitiéndoles controlar
su conducta en los procesos sociales, teniendo como
referencia el punto desde el punto de vista del todo
integrado de su comunidad, del otro generalizado.
Berger y Luckmann (1995) debaten esta “adaptación”
a los roles sociales, destacando la importancia social de las
instituciones, históricamente construidas a partir de
tradiciones y hábitos, en tanto proporcionan a las personas
significado y sentido para la vida, configurando valores que
se aplicarán para regular vida social e individual.
Uniendo la teoría de las instituciones de Gehlen y la
psicología social de George Herbert Mead, se puede decir
que los “programas” institucionales están “internalizados”
en la conciencia del individuo y lo dirigen en sus acciones
no como si experimentara un sentimiento extraño, sino
como propio. los “programas” se “internalizan” en
procesos multicapa; primero en la “socialización
primaria”, en la que se sienta la piedra angular de la
construcción de la identidad personal; luego en la
“socialización secundaria”, que introduce al individuo en
los roles de la realidad social, especialmente el mundo del
trabajo. (Berger y Luckmann, 1995, págs. 55-56).
Los autores comparten la idea de Meadian de que el
sujeto, para pertenecer a un grupo social, de cierta manera,
necesita reproducir valores y símbolos compartidos por la
comunidad de la que forma parte, adaptándose a ella, pero
afirmandose como un individuo autónomo

Luchando contra la colectivización masiva. Para Mead, el
sercapaz de promover esta integración grupal, pero
resistiendo actitudes colectivas y afirmando su
singularidad, se compone de dos componentes
inseparables: el “yo” y el “yo”. el “yo” consiste en la
reproducción de reacciones socialmente construidas y
organizadas, la internalización del otro generalizado, la
identificación del sujeto con su comunidad cultural. el
“yo” es la reacción insólita, creativa y original del sujeto
ante las acciones de la sociedad, transformándola;
representa las nuevas actitudes asumidas y creadas por
el individuo frente a reacciones sociales formalizadas.
Esta concepción deyo mEadiana es decisiva para
Habermas, ya que le permite comprender el desarrollo
individual de la identidad. Debido a esta tensión entre el “yo” y el
“yo”, nos sería imposible pensar en una identidad estática, o
idéntica a sí misma. “Estas serían las bases del significado de
individuación social, para que pensemos en la formación de una
“autoidentidad de tipo no convencional” (Habermas, 1988, p.
218), socialmente formada, comunicativamente generada, pero
para la cual el surgimiento de la autoconciencia en busca de la
autorrealización.
Consideraciones finales
Aunque George Herbert Mead creó nuevas ideas y
formuló una serie de nociones nuevas que dieron origen a
una teoría vasta y original, fue rechazado por los
intelectuales de su época y poco reconocido en el ambiente
académico. Según Farr (1996), sufrió cierto desdén por parte
de sus contemporáneos, al no tener un lugar para discutir
académicamente sus premisas. Sus creaciones científicas
estuvieron restringidas a algunos grupos minoritarios en la
Universidad.
Mead fue repudiado por los positivistas en psicología.
No aparece como una figura central (ni siquiera secundaria)
en las historias de la psicología social (Allport, 1954; Jones,
1985), ni en los libros de texto de psicología social (Lindzey,
1954; Lindzey y Aronson, 1985).
Pensamos, con Farr (1996), que escribir historia es
una empresa colectiva y cooperativa. Creemos que
hemos aliviado el abandono histórico hacia Mead. la
historia nos permite conocerlo para acercarnos sin
miedo a sus conceptos científicos. Sin embargo, sabemos
que limitar su alcance a éste y algunos otros trabajos no
produciría los efectos deseados en relación a la difusión
de la psicología social mediana. debemos aunar la
psicología, apropiarnos e instituir el discurso de una
teoría social crítica, como la propuesta por Mead. Nos
parece que ya es hora de que la psicología dé este
(re)giro y, en la sana desterritorialización de sus
fronteras, sume definitivamente la psicología social
sociológica de George Herbert Mead, facilitando este
diálogo entre el individuo y la sociedad.
Psicología y Sociedad; 23 (2): 369-378, 2011
Finalmente, destacamos que la ausencia de
traducciones brasileñas de los textos originales de
George Mead sigue siendo irrazonable. Pensamos, como
Sass (2004), que la justificación, principalmente de las
editoriales universitarias, de no publicar, por ejemplo, el
texto clásico del autor,Mente, yo y sociedad(1934),
basándose en que puede no ser “comercial”, es una
tontería injustificable.
Los grados
1
Coordinador del Centro de Estudios en Historia de la
Psicología (NEHPSi) del Programa de Estudios de Posgrado
en Psicología Social de la Pontificia Universidad Católica de
São Paulo, (PUC-SP).
dos
Con esta información, se crearon cuatro cuadros explicativos a los
que se puede acceder en el sitio web http://www.sapientia.pucsp.br/
tde_busca/arquivo.php?codarquivo=3980 (autor: Souza, renato
Ferreira); tabla 1 – Observación del abandono histórico de la
psicología en relación con George Herbert Mead; tabla 2 –
Contribuciones medias al trabajo,La construcción social de la realidad:
tratado de sociología del conocimiento, por P. Berger et al.
suertemann, (1966/2004); Tabla 3
– Contribución media al trabajo,Modernidad, pluralismo y
crisis de sentido: la orientación del hombre moderno, por P.
Berger et al. luckmann (1995) y tabla 4 – Contribuciones
medias en el trabajoPensamiento posmetafísico: estudios
filosóficos, de Jürgen Habermas (1988).
3
Las traducciones de la obra de Joas (1997) contenidas en el artículo
son de nuestra responsabilidad.
4
La información reunida por Joas en la Universidad de Leipzig
confirma que, como a menudo se sospechaba, el propio
Mead asistía a las conferencias de Wundt, en realidad no de
psicología, sino principalmente de filosofía.
5
Esta escisión que se produjo en el seno de la Facultad de
Filosofía de la Universidad de Chicago, que culmina con la
creación del nuevo departamento de Psicología, al que George
Mead no se suma, es un indicio histórico del rumbo que tomó su
teoría psicosocial dentro del ámbito social y humano. ciencias.
Un ejemplo de ello fue su recepción teórica en la psicología
social brasileña. En una investigación histórica sobre las
primeras carreras de psicología social en Brasil, (Bomfim, 2004)
destaca la carrera de Psicología Social impartida por el sociólogo
Donald Pierson en la Escuela Libre de Sociología y Política de la
Universidad de São Paulo, a principios de los años 1940, como la
probable precursor de la difusión de Mead en Brasil. En el libro
Teoría e Investigación en Sociología(1945), que registra el citado
curso, Mead aparece como la principal referencia dentro de su
amplia lista de bibliografías recomendadas. Aún así, según el
investigador, vale la pena resaltar que Donald Pierson había sido
supervisado por Robert Park (1864-1944), uno de los fundadores
de la “Escuela de Chicago” y también había sido alumno de GH
Mead en Chicago.
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recibido el: 18/08/2009
revisado el: 08/12/2009
Aceptación definitiva el: 11/02/2010
Renato Ferreira de Souzaes Psicóloga, Maestra y Doctora
en Psicología Social de la Universidad Pontificia
Iglesia Católica de São Paulo (PUC-SP). Actualmente
es Profesor y Coordinador del Curso de Psicología del
Centro Universitário de Lavras - UNilaVraS. Dirección: Rua
Jorge Duarte, 394, Jardim América.
lavras/MG, Brasil. CEP 37.200-000.
Correo electrónico: rfspsi@gmail.com
Cómo citar:
Sousa, r. F. (2011). George Herbert Mead: Contribuciones
a la historia de la psicología social.Psicología y Sociedad,
23(2), 369-378.