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Hay hijos de la religión y hay hijos de la intimidad, pero estos últimos son los que nacen en el secreto
(el Padre está y ve en lo secreto).
Hoy hay cincuenta mil denominaciones evangélicas, pero tenemos pocos hijos que reflejan al Padre.
Solo los que caminan en intimidad con el Padre, lo dan a conocer.
La creación clama y gime por la manifestación de los hijos de Dios. No quieren ver religiosos, sino hijos
que reflejan al Padre. Y la manifestación de los hijos se consumará cuando Él venga y nos dé un cuerpo
glorificado (sin embargo, es un proceso que ya comenzó).
La generación que Dios está levantando para manifestar su gloria en la tierra y preparar el camino para
su regreso son hijos nacidos en la intimidad con el Padre, no hijos de la religión.
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”. Juan 3:1-2
Nicodemo era un profesional de la ley. Había un vacío en su interior que nada podía llenar.
1. Desarrolla hambre por lo sobrenatural
Tu hambre por la gloria y el poder de Dios tiene que ser mayor a tu deseo de mantener tu reputación.
De noche: Nos muestra que los religiosos tienen miedo a perder su reputación. ¿Qué dirían los
fariseos, saduceos y miembros del sanedrín si veían a este líder influyente visitando a aquel que
acaba de dar vuelta las mesas del templo?
“De noche” también nos revela que, en un momento oscuro, es tiempo de crecer en hambre por Él.
Dios permite la noche para generar hambre por la luz. (la noche o te lleva a pecar más o a buscar
a Dios) Carlos ayer me contaba un chico músico de su iglesia.)
¿Cuánto estás dispuesto a abandonar el “qué dirán”? ¿Cuánto miedo tienes a perder tu
reputación? Ahí está la dimensión de cuánto experimentarás la gloria de Dios.
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¿Cuánta hambre tienes por lo sobrenatural? Es tiempo de crecer en nuestra fe.
“Nadie puede hacer lo que tú haces”. Los hijos de la intimidad se mueven en lo sobrenatural. Las
señales los siguen. Las señales son para mostrar la naturaleza al Padre. No hacemos un ídolo de la
señal, nuestro énfasis no está en la señal sino en Aquel que es señalado.
Nacer de nuevo: Nacer de arriba. No de la religión, sino de la intimidad con el Padre. Los hijos
gestados en la intimidad nacen de movimientos del Espíritu, no representan una denominación
terrenal, sino la celestial.
¿Eres calvinista, luterano, bautista? Yo soy un hijo del Padre, mi teología es lo que dice mi Padre, no
un hombre.
Nacer de agua y del Espíritu: Dos clases de nacimiento, natural y espiritual. Bautismo de agua y
bautismo en el Espíritu Santo y fuego.
V.8. No solo son bautizados por el Espíritu Santo (un evento), sino que viven movidos por el Espíritu
Santo, son guiados por Él (proceso). Son invisibles hacen lo que Él quiere, no les importa la
reputación.
Los hijos de la intimidad están enamorados del rostro de Jesús. Mirar es adorar y cuanto más
adoran, más aceite hay en sus lámparas y más poder y efectividad tienen.
Tierra de en medio = proceso (hace tiempo que Israel salió de Egipto y aún falta para llegar a la
tierra prometida) dudamos de las promesas, nos movemos en idolatría. Dios permite serafines.
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La crítica acarrea condenación. Dios permite que sean picados por serpientes ardientes, y
comienzan a morir.
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere
mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando
alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”. Números 21:8-9
Dios pide a Moisés que prepare un ejemplar de la misma especie, pero purificado y santificado, que
traerá vida a quienes lo miren.
Jesús es el segundo ADÁN. Un ejemplar de la misma especie que trajo maldición, pero santificado y
glorificado, Él libra a quienes lo miran.
Dios no quita la maldición, sino que enseña a sus hijos a adorarlo. La maldición avanza sobre
nuestras vidas cuando dejamos de adorarlo.
“Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de
Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto,
testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis,
¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del
Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo
del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan
3:9-15
La iglesia no es un lugar para admirar a los hombres, sino para adorar a Jesús. Hoy hay más gente
mirando a ministros y ministerios que a Jesús glorificado.
En el Reino no hay ÍDOLOS, solo personas que representan a Jesús. Toda fe puesta en los hombres
es débil.
“En quien [en Cristo] están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Colosenses 2:3
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.
2 Corintios 3:18
DE ESCLAVOS A HIJOS
Tu vida espiritual está determinada por la revelación que tengas del Padre y la relación que
desarrolles con Él.
La orfandad espiritual o esclavitud es un espíritu que opera atentando contra los hijos de Dios,
haciéndoles creer que Dios es grande pero no cercano. Que es muchas cosas menos su Padre. Cuando
no sentimos a Dios como Padre, entramos en temor. Si nos desconectamos del Padre, NO PODEMOS
AVANZAR EN LO SOBRENATURAL, YA QUE SEPARADOS DE ÉL, ¡NADA PODEMOS HACER!
“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo,
aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el
padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos
del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y
nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la
adopción de hijos.
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así
que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”. Gálatas 4:1-7
Ser inmaduros nos hace esclavos, pero el propósito 1 de jesus es ser adoptados ya no somos esclavo.
Se corta todo, depresión autoestima, pecado. Por lo tanto, no ora a Dios en Reina Valera.
Primer problema: No saber realmente que somos HIJOS DE DIOS.
Segundo problema: Los hijos inmaduros no pueden utilizar la herencia.
1. Síntoma principal.
El amor es un combustible más poderoso que el temor. No actuamos por culpa o temor al rechazo,
sino por amor y seguridad en quienes somos. VALES LA VIDA DE CRISTO (el valor de alguien está
determinado por lo que otro entrega por él).
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que
habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu
mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”. Romanos 8:15-16
2. La orfandad espiritual o esclavitud es un espíritu que opera atentando contra los hijos de Dios para
anular su propósito, herencia y ministerio. Mat:25:26-28 el esclavo opera por culpa el hijo por
responsabilidad.
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DEVOCIONALES
3. A veces recibimos el bautismo de Cristo, el del Espíritu, pero nos falta el del Padre. ¡Que es un
bautismo de amor, que hecha fuera el temor! Podemos ser salvos por el sacrificio de Cristo, servir a
Dios con los dones del Espíritu por el bautismo del Espíritu, pero ¡necesitamos el bautismo del
amor del Padre! Eres mi hijo amado, te amo en ti tengo complacencia, prefiero morir a vivir sin ti.
1juan 4:16-20
4. El temor arruina tu imagen propia. Te paraliza, te contamina. “Huérfano” significa que carece de
Padre. No basta con saberlo sino con vivirlo.
El Espíritu Santo le predica a nuestro espíritu sobre la importancia de que somos hijos de Dios
(Romanos 8:16). De esta manera es el principal encargado de erradicar la orfandad de nosotros. La
esclavitud no es quitada solamente por un evento aislado, sino por correr diariamente a los brazos
del Padre a través del testimonio del Espíritu Santo.
Identidad.
Cuando basas tu identidad en el hacer, eres efectivo. Cuando basas tu identidad en el ser, eres feliz.
Puedes servir a Dios con alegría, sabiendo quién eres para Él. Por eso Jesús necesitó los tres
bautismos: El del Hijo, el del Espíritu y el del Padre.
Tu identidad debe estar basada en lo que el Padre dice de ti y no en lo que otros dicen. ¿Qué dice
el Padre de ti? No solo de pan vivirá el hombre.
Lucas 5:15-16: Jesús, cuando crecía en fama, se apartaba a solas con el Padre. Si no eres definido
cada día por el Padre, alguien más te definirá. Las personas y Satanás están haciendo fila para decirte
que eres alguien distinto a lo que el Padre dice.
Jesús ya había sido afirmado y definido por el Padre (Lucas 3:22), sin embargo, vemos cómo
Satanás quiere introducir orfandad…
“Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Lucas 4:3
Si eres hijo haz, porque caíste, porque te va mal, si dices haz
El hacer (la activación ministerial) es fruto de una identidad sana por recibir el amor del Padre.
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DEVOCIONALES
“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo,
el cual clama: ¡Abba, Padre!” Gálatas 4:6
Abba: Expresión de un niño que pide los brazos de papá. La madurez tiene que ver con parecernos
cada vez más a Cristo, pero ser cada vez más como niños delante del Padre.
Contar lo del judío ortodoxo.
Dios no es un ídolo al que adoramos los fines de semana, es un Papá con quien caminamos
diariamente.