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HIJOS DE LA INTIMIDAD

 Los hijos portan la naturaleza del Padre.

 Hay hijos de la religión y hay hijos de la intimidad, pero estos últimos son los que nacen en el secreto (el
Padre está y ve en lo secreto).

 Hoy hay cincuenta mil denominaciones evangélicas, pero tenemos pocos hijos que reflejan al Padre.
Solo los que caminan en intimidad con el Padre, lo dan a conocer.

 La creación clama y gime por la manifestación de los hijos de Dios. No quieren ver religiosos, sino hijos
que reflejan al Padre. Y la manifestación de los hijos se consumará cuando Él venga y nos dé un cuerpo
glorificado (sin embargo es un proceso que ya comenzó).

“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.


Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad,
sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma
será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción,
la redención de nuestro cuerpo”. Romanos 8:19-23

 La generación que Dios está levantando para manifestar su gloria en la tierra y preparar el camino para
su regreso son hijos nacidos en la intimidad con el Padre, no hijos de la religión.

¿Eres un hijo de la religión o un hijo del Espíritu? ¿Cómo ir de la religión a la intimidad?


¿Cómo vivir un avivamiento interior que afecte muchas personas?

CARACTERÍSTICAS DE UN HIJO DE LA INTIMIDAD

Juan 3 – Un hijo de la religión que muere y un hijo de la intimidad que nace…

“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”. Juan 3:1-2

1. Desarrolla hambre por lo sobrenatural

 Tu hambre por la gloria y el poder de Dios tiene que ser mayor a tu deseo de mantener tu reputación.

 De noche: Nos muestra que los religiosos tienen miedo a perder su reputación. ¿Qué dirían los
fariseos, saduceos y miembros del sanedrín si veían a este líder influyente visitando a aquel que acaba
de dar vuelta las mesas del templo?

 “De noche” también nos revela que, en un momento oscuro, es tiempo de crecer en hambre por Él.
Dios permite la noche para generar hambre por la luz.

 ¿Cuánto estás dispuesto a abandonar el “qué dirán”? ¿Cuánto miedo tienes a perder tu reputación?
Ahí está la dimensión de cuánto experimentarás la gloria de Dios.

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 ¿Cuánta hambre tienes por lo sobrenatural? Es tiempo de crecer en nuestra fe.

 “Nadie puede hacer lo que tú haces”. Los hijos de la intimidad se mueven en lo sobrenatural. Las
señales los siguen. Las señales son para mostrar la naturaleza al Padre. No hacemos un ídolo de la
señal, nuestro énfasis no está en la señal sino en Aquel que es señalado.

2. Es movido por el Espíritu Santo

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo,


que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?
¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu,
no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es;
y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va;
así es todo aquel que es nacido del Espíritu”. Juan 3:3-8

 Nacer de nuevo: Nacer de arriba. No de la religión, sino de la intimidad con el Padre. Los hijos
gestados en la intimidad nacen de movimientos del Espíritu, no representan una denominación
terrenal, sino la celestial.

 ¿Eres calvinista, luterano, bautista? Yo soy un hijo del Padre, mi teología es lo que dice mi Padre, no
un hombre.

 Nacer de agua y del Espíritu: Dos clases de nacimiento, natural y espiritual. Bautismo de agua y
bautismo en el Espíritu Santo y fuego.

 V.8. No solo son bautizados por el Espíritu Santo (un evento), sino que viven movidos por el Espíritu
Santo, son guiados por Él (proceso).

 Hijos del viento:

– Son invisibles ante el sistema religioso (no buscan ser vistos, sino hacer la voluntad del Padre).
– Son impredecibles e incontrolables. Movidos por el Espíritu, soplados por la boca de Dios
(Romanos 8:14).
– Entran en lugares donde el enemigo no quiere que entren, y todo lo que tocan lo sanan (como
la levadura, afectan la masa; como el valle de los huesos secos, dan vida a lo seco y despiertan
a la Iglesia).
– Tienen un sonido. No se ven, pero se oyen. Son una voz profética que manifiesta al Padre en la
tierra, y preparan el camino para el regreso del Esposo.

3. Es un adorador apasionado de Jesús

 Los hijos de la intimidad están enamorados del rostro de Jesús. Mirar es adorar y cuanto más
adoran, más aceite hay en sus lámparas y más poder y efectividad tienen.

El poder de la ADORACIÓN: (JESÚS, LA SERPIENTE DE BRONCE) - Nm. 21:4-9

 Tierra de en medio = proceso (hace tiempo que Israel salió de Egipto y aún falta para llegar a la tierra
prometida)

 Se desaniman y comienzan a criticar.

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 La crítica acarrea condenación. Dios permite que sean picados por serpientes ardientes, y comienzan
a morir.

 Se vuelven a Dios, piden perdón a Moisés y claman por una solución.

“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta;
y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce,
y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno,
miraba a la serpiente de bronce, y vivía”. Números 21:8-9

 Dios pide a Moisés que prepare un ejemplar de la misma especie, pero purificado y santificado, que
traerá vida a quienes lo miren.

 Jesús es el segundo ADÁN. Un ejemplar de la misma especie que trajo maldición, pero santificado y
glorificado, Él libra a quienes lo miran.

 Dios no quita la maldición sino que enseña a sus hijos a adorarlo. La maldición avanza sobre nuestras
vidas cuando dejamos de adorarlo.

 Toda crisis se desata cuando dejamos de mirar a Jesús.

“Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?


Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?
De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos;
y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis,
¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo;
el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,
así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:9-15

 Los hijos del viento están fascinados por Jesús glorificado.

 La iglesia no es un lugar para admirar a los hombres, sino para adorar a Jesús. Hoy hay más gente
mirando a ministros y ministerios que a Jesús glorificado.

 En el Reino no hay ÍDOLOS, solo personas que representan a Jesús. Toda fe puesta en los hombres
es débil.

“En quien [en Cristo] están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Colosenses 2:3

 Cuando miramos al Padre, muere la religiosidad y somos transformado en su naturaleza.

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.
2 Corintios 3:18

Todo lo que un hijo de la intimidad ve hacer al Padre, ¡eso hace!


Nada puedo hacer por mí mismo… ¡ABBA PADRE!

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