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IGLESIA ASAMBLEA DE DIOS MISIONERA EN VENEZUELA

ESCUELA DE LÍDERES

PRINCIPIOS DE LIDERAZGO

PROPÓSITOS:
a) Comprender el significado real y el alcance de ser un líder.
b) Aprender a confiar en el equipamiento de Dios para esta tarea.

INTRODUCCIÓN:
Su persona afectará a otras y verá cómo, en las manos de Dios, su descendencia será como las
estrellas. Por eso, es importante entender el alcance y el significado del liderazgo.

I. ¿QUÉ ES UN LÍDER?:
A. UN SIERVO, UN SERVIDOR:
“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo:
Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos…” (Marcos
9: 35).
Un líder es aquel que sirve a Dios en la intimidad; es el primero en llegar y el último en irse;
es aquél que está en el lugar en donde Dios lo pone, sin importar cuál sea ese lugar; es aquél
que está dispuesto en tiempo y fuera de tiempo.

LA ACTITUD DEL LÍDER HACIA SUS SEGUIDORES PUEDE DESCUBRIRSE


CONTESTANDO LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
a) ¿Estoy dispuesto a servir a mis hermanos lavando sus pies?
b) ¿Me doy cuenta de que la disposición a servir regula mi capacidad de dirigir?
c) ¿Me he despojado de todos los motivos de interés propio y vanagloria, para ser un
verdadero siervo de Dios y de mis hermanos?
d) ¿Es el deseo de mi vida que Dios pueda usarme y ser un siervo suyo?
e) ¿Reconozco la confianza y responsabilidad que Dios me ha dado para servirle?

B. UN HOMBRE CUYA VISIÓN ES LA VISIÓN DE DIOS:


Dios le dijo a Abram: “…Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la
tierra que te mostraré…” (Génesis 12: 1).
La única visión que Abram siguió fue la que Dios le dio. El patriarca dejó de lado cosas
extremadamente importantes para aquellos momentos: su casa, su tierra y su parentela; ya que
el arraigamiento a su tierra y a su familia, eran órdenes de sujeción total en aquellos días. Pero
no sólo siguió la visión de Dios a costa de dejarlos, sino que puso sus ojos en un lugar que no

Prs. José Buenaño y Odarleny Borges


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conocía,”...la tierra que te mostraré”, sabiendo únicamente que la visión de Dios estaba
puesta en aquel lugar.

C. UNA PERSONA MOTIVADA POR VER A DIOS MOVERSE EN MEDIO DE LA


NECESIDAD:
“…El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal
y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí
estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del
Dios de los cielos” (Nehemías 1: 3-4).
Nehemías fue un líder que actuó sólo motivado por lo que Dios había puesto en su corazón.
Él gozaba del privilegio de vivir y comer con el rey. Vivía en Susa, capital del Imperio Medo-
Persa, pero su corazón estaba puesto en la necesidad que padecía su pueblo Israel, el cual se
encontraba destruido y azorado. Nehemías oró durante cuatro meses, desde el mes de Quisleu,
hasta el mes de Nisan, esto es de diciembre a marzo (Nehemías 1: 4), para que Dios abriera
las puertas necesarias en lo espiritual, para llevar a cabo la reconstrucción de los muros de su
querida Jerusalén. Nehemías fue un líder motivado sólo por Dios y para Dios.

D. UNA PERSONA QUE EN CUALQUIER MOMENTO, AL MIRAR HACIA ATRÁS,


ENCUENTRA UNA MULTITUD QUE LE SIGUE:
“… Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente porque era ya
tarde. Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones
era como cinco mil” (Hechos 4: 3-4).
En el primer día que predicó Pedro aquel pescador que había negado a Jesús, tres mil
personas se sumaron a las filas del Señor; en su segundo día, fueron cinco mil varones más
los que le seguían.

E. UNA PERSONA QUE HACE DISCÍPULOS DE LOS QUE LE SIGUEN:


“ … Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos,
volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos,
exhortándoles a que permaneciesen en la fe…” (Hechos 14: 21-22).
Pablo y Bernabé, luego de haber sido apedreados en sus viajes misioneros, regresan a
discipular a aquellos fieles seguidores de la fe cristiana que habían quedado como fundadores
de las primeras iglesias. Estos verdaderos líderes de Dios, no sólo tenían seguidores, sino que
esas personas eran sus discípulos, más allá del alto precio que por aquella época debían
exponerse a pagar.

Prs. José Buenaño y Odarleny Borges


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UN CORAZÓN SENSIBLE CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS:


El verdadero líder que es espiritual, no busca su propia voluntad, su propia vanagloria ni
satisfacer su orgullo. Ante todo, busca agradar a Dios. Su corazón, sus pensamientos y
sentimientos están dirigidos a hacer la voluntad del Señor y agradarle a Él.

II. EL LLAMADO:
“…He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti,
por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado…” (Isaías 55: 5).

A. ¿QUIÉN LO LLAMA?
Quien lo llama es Jesús. La Biblia nos enseña:
“…Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de
los siglos…” (2 Timoteo 1: 9).
El mismo Jesús que nos salvó es quien ahora nos llama. Jesús lo llama, en primer lugar, para
que usted pase tiempo junto a Él.
“… y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que
tuviesen autoridad para sanar enfermedades, y para echar fuera demonios…” (Marcos 3:
14-15).

PRIMERO SE DEBE “SER” PARA LUEGO “HACER”.


Es decir que mi “hacer” en el camino de Dios, va a depender directamente de mi “ser” en la
intimidad con Dios.
Por eso, la Biblia nos enseña que Jesús llamó a sus discípulos primeramente para que
estuvieran con Él, y luego para predicar, sanar y echar fuera demonios.

B. ¿QUÉ VE DIOS EN EL QUE LLAMA?:


Dios no elige a las personas por lo que son, sino por lo que pueden llegar a ser. En las manos
de Dios somos como barro en manos del alfarero, que con el correr del tiempo, va siendo
moldeado hasta llegar a tener la forma deseada por el alfarero. Nuestro Gran Alfarero es Dios,
y va a ser Él quien nos moldee para transformarnos en grandes líderes. Podemos ver a través
de la Palabra, a hombres de Dios cuyas vidas fueron grandemente usadas, luego de pasar por
las manos del Alfarero. Fue Dios quien moldeó la elocuencia y el temperamento de Moisés;

Prs. José Buenaño y Odarleny Borges


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fue Él quien moldeó la infidelidad y desobediencia de Jonás, o el emocionalismo poco común


de Pedro.
Dios llamó y usó a personas que vivían y servían a Dios en el anonimato. Llamó y ungió
como rey a David, cuando ni su propio padre creía que fuera el ungido de Dios
(1 Samuel 16).

C. DIOS RESPONSABILIZA A TODOS:


¡Todos tenemos nuestro lugar dentro del Plan de Dios para Alcanzar la Ciudad para
Cristo! ¡Todos, sin excepción alguna, hemos sido llamados para Su obra! La dificultad,
generalmente, no está en el que llama sino, en los que están dispuestos a escuchar “Su
llamado”.
No debemos creer que la responsabilidad recae exclusivamente sobre el Pastor, los
predicadores, o un evangelista, sino que debemos asumir nuestro deber de hacer la obra que
Dios encomendó a todo Su cuerpo.
“… Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones…” (Mateo 28: 19).

D. DIOS EQUIPA AL QUE LLAMA:


“…Porque no nos ha dado Dios Espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio…” (2 Timoteo 1: 7).
El Señor siempre se valió de valientes, tomó y llamó a los que mostraron el espíritu de un
valiente. Dios derrama sobre Sus valientes los caracteres del espíritu que Él necesita, esto es:
“poder, amor y dominio propio”.
• El “Poder” se recibe a través del Espíritu Santo de Dios “…pero recibiréis poder cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en…” (Hechos 1: 8).
Primero iban a recibir la autoridad y el poder de parte de Dios, para recién después ser
testigos.
• El “Amor” también se recibe con la unción del Espíritu Santo de Dios. “…El amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo…” (Romanos 5: 5).
• Al “Dominio Propio” lo obtengo permaneciendo en Cristo y buscando y ejercitándome en
el fruto del Espíritu. “…Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley…” (Gálatas 5: 22-23).
Los “Dones Espirituales” (1 Corintios 1: 7-31; Romanos 12: 6-13), son las herramientas que
Dios pone en nuestras manos para hacer la obra que Él nos encomendó. Si queremos derribar

Prs. José Buenaño y Odarleny Borges


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un árbol, lo más conveniente es que tengamos un hacha, los dones son el hacha que Dios nos
dio para ayudarnos a llevar a cabo la obra que tenemos que realizar.
“… Procurad, pues, los dones mejores…” (1 Corintios 12: 31), (o sea los dones para cada
ocasión).

EL LÍDER NECESITA:
a) Un impulso divino para llevar el mensaje de Dios (El ejemplo de Pablo: (Romanos1: 14-
15).
b) Un amor sobrenatural por la obra de Dios (2 Corintios 5: 14-15).
c) Una humildad producida por estar en la presencia de Dios (2 Corintios 2: 15-17).
d) Una fe inquebrantable en la cooperación divina (Marcos 16: 20).

III. UNA PERSONA BAJO AUTORIDAD:


Para ejercer autoridad es necesario estar bajo autoridad.
La rebeldía, el espíritu independiente, no proviene del Señor. La persona que Dios ha llamado
a ejercer un liderazgo sabe aceptar la autoridad y permanecer bajo ella. (Hebreos1: 17) dice:
“Obedeced a vuestros pastores (a la autoridad), y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no
quejándose, porque esto no es provechoso.”
(Aclaración añadida entre paréntesis).
Pablo expresa en (Romanos 6: 16) que somos esclavos de aquel a quién servimos. Si
servimos con amor e integridad al Señor, significa que estamos bajo su yugo y autoridad. Pero
sí en cambio damos lugar a la rebeldía, a la queja y al pecado, significa que estamos bajo el
yugo del enemigo.
En el Libro de los Hechos (19: 13-18) se relata la historia de un grupo de judíos exorcistas
que, intentando invocar el nombre de Jesús, fueron avergonzados por el enemigo.
¿Cuál era el problema?
Sus vidas no estaban bajo el Señorío de Cristo, no estaban en orden bajo la autoridad que
Cristo delegó a su Iglesia, por lo cual carecían del respaldo de la autoridad que pretendían
usar.
Somos siervos de Cristo y, si permanecemos bajo su autoridad, será el Señor quien respalde y
levante nuestra vida.

HÁGASE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:


a) ¿Sé yo que nadie puede dirigir si no sabe seguir primero?

Prs. José Buenaño y Odarleny Borges


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b) ¿Amo, respeto y obedezco a mis superiores?


c) ¿Les presto a ellos la misma cooperación que espero de mis seguidores?
d) ¿Les extiendo mi ayuda sin quejarme?
e) ¿Reconozco la autoridad de que Dios los ha investido?

IV. SU ACTITUD HACIA EL TRABAJO QUE DIOS LE HA DADO:

¿CUÁL ES MI ACTITUD EN EL SERVICIO QUE EL SEÑOR ME HA LLAMADO A


HACER?
La carga y responsabilidad de servir al Señor depende también de mis actitudes. En
(1Timoteo 1: 12) dice:
“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel,
poniéndome en el ministerio...”
Es un gran privilegio y honor ser colaborador de Dios. Es servir a nuestro Señor y bendecir a
nuestros semejantes.

ALGUNAS DE LAS PREGUNTAS QUE DEBERÍAMOS HACERNOS SON:


a) ¿Estoy siendo fiel al Señor?
b) ¿He perdido la fe y ánimo para esta tarea?
c) ¿Cómo considero mi servicio en la obra de Dios?

CONCLUSIÓN:
Asumir el compromiso del liderazgo no es cosa fácil. Debe dedicar tiempo a la oración, el
ayuno, la lectura de la Palabra y a escuchar a sus discípulos. A primera vista parecería
imposible de realizar. Quizá esté pensando en el trabajo, la casa, el estudio, la familia y tantas
responsabilidades que caen sobre usted. Le parece que no podría sobrellevar una carga más,
pero tenemos una buena noticia: “A quien Dios llama, provee”. Él le ayudará en todas las
áreas. No tenga temor aunque el precio le parezca alto; sin duda, Jesús está a su lado hasta el
fin del mundo. Él es quien nos ha enviado a ganar esta Ciudad así que el Señor tiene todo
preparado para que podamos cumplir. No se desaliente. ¡Adelante, Dios tiene un propósito y
está por cumplirse!

ÉL ESTÁ BUSCANDO:
a) Un hombre dispuesto a seguirle. “...Venid en pos de mí...” (Marcos 1: 17a).

Prs. José Buenaño y Odarleny Borges


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b) Un hombre que permita que Dios lo prepare. “...Haré que seáis pescadores de hombres”
(Marcos 1: 17 b).
c) Un hombre obediente. Que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios.
d) Un hombre moldeable, con un corazón íntegro.

Prs. José Buenaño y Odarleny Borges

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