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El empleo de técnicas modernas del color en las miniaturas textiles de la cultura Chancay

1. Introducción.

La cultura Chancay se desarrolló en plena costa central a 80 kms., hacia el norte limeño. Según los
estudios de Rowe (1973) esta cultura se encuentra situada en el intermedio tardío de entre el 800 al
1400 d.C. dando inicio a curacazgos, señoríos que dinamizaron la edificación de una ciudadela
arquitectónica, así como el transito comercial y productivo: eran notables alfareros y agro-textiles,
combinando estas actividades hacia la producción artística de objetos de uso recreativo para el poblador
común. En su devenir socio económico debo resaltar la impronta tecnológica que tuvo en su tiempo
ampliando su impacto productivo incluso más allá de sus fronteras.

Esta permanente búsqueda de innovación también se deja relucir en el empleo hibrido de sus técnicas
artísticas, de sus concepciones futuristas en el empleo de las líneas y el color, alejándose de ciertos
arcaísmos convencionales de su tiempo. Esta sensibilidad ecléctica tiene un punto descollante en una de
sus manifestaciones artísticas más representativas. Me refiero a los Cuchimilcos y a las miniaturas
textiles desde donde el empleo de materiales diversos y aparentemente inconexos produjeron un arte
referente interdisciplinario.

Dentro de las actividades productivas de los chancayanos, la pesca tuvo un valor trascendente, en cuyas
tareas se fundamentaba su relación armoniosa con el mar. Pero no solo respetaban el mar para servirse
de él, de sus actividades diarias sacaron la inspiración y el insumo para formular sus propuestas
artísticas más genuinas. Digamos que la creación de las miniaturas de Chancay y los Cuchimilcos nacen
de la unión de los Chancayanos y su amor por el mar. Así como se sirvieron de la agricultura no solo para
abastecerse de alimentos para los intercambios y tributos, esta les dio los frutos para producir el insumo
que serían sus colores y materiales que formularían una de las hazañas más notables en cuanto al uso de
colores en el maquillaje de rostros representativos. Lo que después se fue consolidando como unas de
las vanguardias no solo en la creación de muñecos que podrían haber servido de nuestros primeros
títeres tal como afirma la investigadora y titiritera peruana Victoria Morales (2001) cuando afirma que la
función de los coloridos Cuchimilcos se sostenía en el entretenimiento de quienes los manipulaban, pero
que esta fuente está todavía en estudios de confirmación. Y desde luego en el empleo de los colores y el
diseño para los maquillajes de estos muñecos, que para ese tiempo superaban cualquier expectativa.

2. El universo textil del mundo Chancay pensados como cuerpos y rostros para ser intervenidos.

Sostiene Lumbreras (1994) que “el origen del tejido está en las cuerdas, las sogas, las canastas y las
esteras, así en ese orden, que los primitivos cazadores tuvieron que usar para apoyar su trabajo de
apropiación de los recursos naturales”, coadyuvando con esto, diría que las primeras formas estéticas
para el uso cotidiano en el mundo Chancay fueron de alcance popular. Luego del duro y restablecedor
trabajo diario, las elaboraciones de textiles tenían entre sus cuidados ser de uso doméstico, pero
también recreativo. En el arte Chancay respecto a su textilería se develan logros extraordinarios
sofisticados para su tiempo donde las formas y los colores acaso anuncian las nuevas estéticas de
intervención en rostros y figuras físicas humana. Los Chancay fueron especialistas en el manejo de fibras
animales y vegetales logrando acabados en donde se distinguen el grosor y el hilado en distintas capas
de telares para el empleo posterior de superficies a ser intervenidos con colores vegetales de su propia
hechura.

Otros materiales naturales para la confección de sus miniaturas textiles, lo consagraron al empleo del
algodón y el pelaje del camélido que les permitía hilar fino, constituyendo así una base sólida para lo
que después sería el teñido de los telares a través de finos diseños de formas antropomorfas. Si bien los
tejidos de los telares estaban asignados para las mujeres Chancayanas, la responsabilidad y el arte del
teñido y la intervención de estos telares estaba consignado a los cauticamayos que eran pobladores
sapientes para seleccionar los colores que debían llevar las ropas. (Cobo 1967 [1645] lib. IV, cap. I,
pp.123-146 del vol. 5).

Una de las características del empleo artístico del textil Chancay fue la composición desde una visión
plástica compacta, lúdica en colores y formas. En el empleo de sus telares para la conformación de las
miniaturas textiles destacan por ejemplo la utilización de formas sinuosas geométricas que se expanden
desde el uso inteligente y sensible del color. Una inventiva de carácter natural porque se valían de la
propia naturaleza para desbordar en formas inusitadas: aves, serpientes, rostros amorfos, que se
sostenían en entramados que capturan la atención y no desentonan el gusto, o lo que Eielson (2000)
reparó en llamar a aquel universo estético de la cultura Chancay como “construcciones de luz y
espacio”.

3. Las miniaturas textiles de chancay como formas de representación estética del hombre y la mujer
en función a su caracterización.

Pensemos a una miniatura como forma pequeña de otra forma más grande. O como la representación a
escala real de una forma patente. En el Perú precolombino el empleo de miniaturas ha significado el
puente cultural entre unas culturas y otras, teniendo como referentes al imaginario popular religioso.
Estas miniaturas que nacen del trabajo artístico de los pobladores chancayanos en cuyas
representaciones se observan el empleo de materiales como el metal, la madera, la totora, la arcilla, el
telar, etc., se han hallado siempre a lado de fosas rituales como si sus empleos fueran para recrear los
momentos más significativos de su cultura, sino también en fosas populares de donde se desprende que
su empleo tuvo un componente recreativo en los niños y adultos.

Las miniaturas textiles de Chancay conforman el más alto grado de representación artística en el empleo
de técnicas para la creación de cuerpos y rostros directamente intervenidos como figuras escultóricas.
La intervención de sus prendas de vestir tiene una técnica distinta respecto la intervención de los
rostros, donde ya se puede vislumbrar el empleo de un maquillaje estético en el uso de formas y colores
resultantes de una composición. El empleo del volumen contrasta con los rasgos fisonómicos en tanto se
corresponden para representar cabalmente una figura humana.
La elaboración y creación de los cuchlimilcos o miniaturas textiles tuvieron un perfeccionamiento
minucioso en la construcción detallada de sus formas, desde la simetría de sus cuerpos, teniendo
delicada coherencia con el dibujo de sus rostros, ojos, delineados para acentuar las pupilas, las bocas
con detalles en movimiento que daban un efecto en alto relieve a sus caracterizaciones. La dinámica
corporal se debía a que estaban fabricados de material de totora entrelazados con hilos de algodón en
cuyas uniones los colores pasaban como fuentes naturales.

3.1 Características plásticas de una miniatura de Chancay.

Uno de los aspectos resaltantes en la creación de las miniaturas textiles de Chancay es que tienen un
alto relieve en su conformación espacial. No hay una predilección en cuanto a las figuras que se van a
caracterizar, es decir que, tanto hombres y mujeres fueron representados en estas formas que sería un
tanto inocuo llamarlas “muñecos”. Sus formas humanas gozan de cierta caracterización lúdica que no
pierden sus formas humanas preconcebidas: tienen cabeza, rostro, tronco, brazos, manos, piernas, etc.
Con medidas que abarcan los 20 a 25 cms., fabricadas de chonta con varas que se emplean para su
sostenimiento. Estas miniaturas fueron principalmente asociadas a ceremonias funerarias, tejidas con
fibra vegetal y rellenadas con chonta, sobre sus vestidos anchos se lucen figuras geométricas que
refieren al mar y a sus actividades más significativas.

3.2 Tratamiento formal del rostro y los relieves del cuerpo.

El tratamiento del rostro conforma el primer paso para organizar la paleta de creación del maquillaje y el
diseño del vestido de las miniaturas de Chancay. De formas de trapecio, de pentágono o en un
semicírculo que se van decantando según la particularidad de la intervención, sea para hombre y mujer.
Como en los bordados de hoy, los ojos y las bocas son remarcadas por la costura con hilos de camélido
negros y blancos donde el uso del color ya es propio del proceso.

Diremos que es maquillaje la intervención que realizan en este proceso los artistas chancayanos, en
tanto que se tiende a remarcar y realzar las formas más características de los rostros de las miniaturas.
Así entonces, los ojos pueden ser grandes en algunos hombres y en algunas mujeres pequeños o
grandes según la particularidad de la intervención. Hay que puntualizar que la pintura facial está en
consonancia con las formas de los rostros, que no los exageran, sino que conjugan una simetría
personal.

Curiosa es la técnica en que fue confeccionada la boca. Decíamos que el alto relieve les daba una forma
dinámica a las miniaturas, en este sentido se puede apreciar que hay un tejido en hendidura que realza
las fauces de la boca que se lucen abiertas con dientes que se destacan entre blancos y negros.

Se empleó la técnica del tapiz trenzado para dar relieve característico a la nariz, con un relieve hondo
que le imprime cierto realismo. El color en esta parte fue predominante en el carmín y el amarillo, como
complemento al fondo triangular rojo de los bordes.
Los rostros tejidos son la testa que más destacan de estas miniaturas pre incas. De urdimbres sueltas
tejidas con fibras de camélidos, no hay distinción entre el cabello femenino y masculino. Los colores
empleados para los cabellos se basan en el marrón oscuro o negro cenizo. Hay excepciones en que el
cabello negro de algunas figuras femeninas como la de la dama de Pisquillo, cuyas trenzas se distinguen
quizá por su naturaleza noble.

4. El empleo de las formas en relación a los materiales para la creación de un Cuchimilco.

Decíamos que las formas relevantes de las miniaturas de Chancay son de carácter geométrico. Según
Bonavia (1991) corresponde a la intervención de las cabezas tratadas desde aquellas formas en sus
representaciones primeras. Se distinguen en su conformación facial creativa: formas rectas, curvas y
angulosas. También cabe mencionar que el relieve del rostro está acentuado desde líneas verticales.
Estos presupuestos están logrados desde el tapiz ranurado con el que se ha tejido el rostro.

Los rostros logran una expresión definida porque tanto ojos y bocas están abiertos. Se logra resaltar las
miradas desde los relieves del tejido y el empleo de los colores que se contrastan. Tanto los rostros y los
cuerpos evidencian la complejidad de una técnica de diseño particular. Se ha hecho claro aquello de que
el rostro tiene un poder dominante de representación en nuestras manifestaciones artísticas. En el nivel
formal podemos resaltar que el diseño y el color se entrecruzan con el trabajo de los rostros y los
vestidos.

5. De la paleta de colores hacia el diseño de los rostros.

Hay una gran variedad de combinaciones en el empleo técnico de los colores en la conformación de las
miniaturas de Chancay. Vamos a tratar de ordenar algunas de las que se pueden todavía visualizar en el
museo de Historia y Antropología del Perú. En primer plano tenemos el empleo de colores fríos, cálidos,
ocres, pasteles, con una presencia determinante de los colores primarios y secundarios.

Asimismo, los colores empleados en los rostros se mantuvieron firmes en cuanto al empleo de los
relieves dinámicos de las figuras textiles: el color blanco, carmín, negro, amarillo se conjugaron con las
líneas y formas geométricas, dando características humanoides interesantes. Se distinguen también el
empleo de pinturas faciales desde estas premisas creativas.

Resaltar que las figuras que remarcan los rostros de estas figuras contienen una sensibilidad genuina.
Así, los colores empleados en combinación para los maquillajes en consonancia con los Aksus son de
base: marrón, crema, marrón oscuro, beige, entre las barras y formas geométricas con morado y azul
para los demás rombos.
6. Conclusión.

Si bien es cierto queda la discrepancia entre si las miniaturas de Chancay sirvieron de objetos funerarios
solamente, o sirvieron de instrumentos lúdicos, es difícil afirmar cualquiera de las teorías anteriores. Lo
cierto es que las miniaturas de Chancay o Cuclimilcos, chinas y figurillas, a diferencia de otras
manifestaciones artísticas culturales pre incas, tuvieron unas técnicas personalísimas de creación,
conjugando colores y formas con una sensibilidad adelantada para su tiempo. Los Chancay fueron
artistas notables en tratar a los objetos y dotarlos de presencia artística, de vida estética propia.

Una de las razones por la cual sostengo que en la cultura Chancay acaso se produce un primer
acercamiento a la estética del maquillaje moderno es por la composición de sus formas en función a los
colores empleados que no se desprenden de la forma buscada. Los Cuchimilcos eras figuras dinámicas
de rostros estéticamente expresivos, artísticamente notables.

El empleo de fuentes naturales para la composición tanto de los cuerpos, como de los rostros y vestidos,
sugiere un cuidado extremo por representar una cotidianidad que los ennoblecía como pobladores,
productores y creadores de sus tierras. Es un homenaje al mar, en suma, porque estas figuras textiles le
deben al mar la mitad de su existencia simbólica.

Desde estas experiencias estéticas vivenciales es que he tomado el empleo primario de las formas
geométricas chancayanas, conjugándolos con las formas de maquillajes modernos imprimiéndoles los
colores naturales de las miniaturas textiles de Chancay. La simbolización lúdica de los rostros
chancayanos no se pierden en tanto son la base para abrir nuevas formas de representación estéticas
llevándolos a una hibridación que espero sean útiles para representaciones espectaculares y
pedagógicas dotando a actores y actrices de cualidades genuinas que rescaten la naturaleza del pueblo
chacayano en su quehacer diario y en los rituales inmanentes a su conformación religiosa. A
continuación, adjunto un dossier fotográfico donde expongo mis diseños hibridados.

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